Bueno, este es el primer fic que publico de Full Metal Alchemist, he estado leyendo algunos y decidí intentar uno; por favor, si tienen algún consejo o comentario que darme (siempre y cuando sea constructivo), siéntanse libres de hacerlo para así mejorar en mi narración. Espero que disfruten del fic.
Disclaimer: Los personajes de Full Metal Alchemist le pertenecen a sus respectivos creadores, yo solo los utilizo con fines de entretenimiento, nada lucrativo.
Notas: este es un fic AU (Universo Alterno), por lo que no tiene que ver con la serie. Esta historia está basada en una fábula rusa titulada “La hija del bosque”, y esta le pertenece a su respectivo autor. Los personajes en esta historia van a ser algo OOC, para la conveniencia de la trama.
“Amor sin palabras”
Por Wolfy-chan
En el reino de Amestris, un lugar próspero y poderoso, había un Führer que regía el lugar. Su nombre era King Bradley, que aún a pesar de las múltiples guerras que había tenido que atravesar el reino, lo había mantenido en una buena situación.
El Führer tenía tres hijos.
Maes, el mayor, de 32 años de edad (N/A: las edades las estoy inventando, no estoy segura de la edad que tengan), era un hombre de cabello negro, generalmente peinado hacia atrás, ojos dorados y usaba lentes. …l tenía un carácter muy alegre y normalmente se tomaba las cosas de manera muy despreocupada, pero además era un buen observador, por lo que tenía gran facilidad para investigar cualquier cosa. Algo por lo que era muy conocido era por su obsesión con las pinturas de sus seres queridos. Las paredes de su habitación se encontraban casi totalmente tapizadas con pinturas de su familia, las cuales podía enseñar por horas al primer incauto que se le pasara enfrente.
Havoc, de 30 años de edad, era un hombre de cabello rubio, casi siempre desordenado, y de ojos azul cielo. Era de carácter generalmente indiferente, pero también tenía un buen carácter y era propenso a hacer bromas una vez que lo conocías. …l tenía como hábito el fumar de manera constante. Normalmente, era muy raro verlo a cualquier hora del día sin un cigarrillo en los labios.
Y Roy, el menor, de 29 años de edad, era un hombre de cabello y ojos negros. Alguien que lo cono conociera poco diría que él era un hombre frío, egoísta e irónico, pero en el fondo él era una persona noble y que se preocupaba por sus seres queridos. Casi siempre se le podía ver con una sonrisa autosuficiente o con un semblante serio. Tenía una gran fama con las mujeres, pero nunca se le había visto sentar cabeza con una.
Un día, el Fürher decidió que era tiempo de que sus hijos tuvieran una pareja, por lo que los llamó y les indicó que fueran hasta las murallas del reino. Una vez ahí, se dirigió a sus tres hijos diciéndoles:
-Hijos, considero que ustedes ya están en edad para tener una pareja, este momento es muy importante, por lo que quiero que escuchen atentamente lo que les voy a indicar. ¿Ven esos arcos y flechas que hay en el suelo?-les preguntó, señalando dichos instrumentos. Los muchachos asintieron levemente-Cada uno de ustedes tomará uno y lanzará la flecha para que caiga fuera de la muralla. Pueden lanzarla en la dirección que deseen, eso es lo que menos importa. Una vez que la hayan lanzado, ustedes irán a buscarla. En el lugar que la flecha haya aterrizado, ahí estará la persona con quien compartirán el resto de sus días.
Los hombres escucharon a su padre sorprendidos, para después mirarlo con extrañeza. Por un momento, reflexionaron si su padre estaría hablando en serio. Les parecía que el matrimonio del que su padre les hablaba era un asunto demasiado serio como para dejarlo en manos de la suerte. Sin embargo, sabiendo que su padre era una persona estricta y autoritaria, decidieron que era mejor obedecerle.
Maes se acercó, tomó su arco y flecha, y apuntó hacia la derecha. Después de unos segundos, la lanzó. Lejos de ahí, unos momentos después, la flecha se clavaba al lado de la ventana de una gran casa. En ella vivía la hija de un famoso artista.
Havoc se acercó después, el apuntando hacia la izquierda, para que un momento después la flecha saliera volando por encima de la muralla. Cuando la flecha llegó a su destino, cayó cerca de un pequeño árbol que se encontraba fuera de la ventana de la biblioteca de una mansión. En dicha biblioteca, se encontraba el hijo de un acaudalado comerciante.
Roy, con la flecha y el arco en sus manos, dudó un momento sobre a dónde debería mandar la flecha. Finalmente, apuntando hacia enfrente y elevando el arco, disparó la flecha con la mayor fuerza que pudo. …sta rebaso por mucho la alta muralla y se perdió de la vista.
Cada uno de los muchachos salió para buscar sus respectivas flechas, dirigiéndose hacia las direcciones a las que las había mandado.
Roy buscó una y otra vez en las zonas donde había lanzado su flecha, pero todos sus intentos eran inútiles. La flecha no aparecía por ningún lado. Cuando ya estaba a punto de rendirse en la búsqueda de la flecha, divisó un extenso bosque más adelante. Entonces se le ocurrió que tal vez había lanzado la flecha con tanta fuerza que ésta había acabado dentro del bosque.
Roy se adentró en el bosque para buscar. Después de pasar con algo de dificultades la densa maleza del bosque y de evitar uno que otro animalejo, Roy se detuvo en un claro en el cual había un cristalino arroyo. Sin embargo, lo que le llamó la atención fue ver a una persona que estaba sentada frente al arroyo, dándole la espalda. Intentó moverse para poder verlo mejor, por lo que pisó accidentalmente una ramita. La persona frente al arroyo se volvió rápidamente para ver qué era lo que había hecho ese ruido.
Roy sintió que su corazón comenzaba a latir con más fuerza al ver a la persona. Era un chico, no muy alto, de aparentemente unos 15 o 16 años. Tenía piel ligeramente bronceada, cabello rubio; que en ese momento estaba ligeramente descuidado y sujeto en una trenza, y unos preciosos ojos dorados; que en esos momentos lo miraban con curiosidad y miedo. Vestía unos pantalones y camisa negros, sucios y rasgados, cubiertos por un decolorado abrigo rojo. Su rostro estaba algo sucio, pero eso solo lo hacía ver muy tierno a los ojos de Roy.
Roy no pudo más que mirarlo embelesado. Era un chico extremadamente hermoso, y aunque él nunca había creído en el amor a primera vista, no pudo evitar pensar que se había enamorado del joven que se encontraba frente a él. Cuidadosamente se acercó un paso, hablando con un tono suave:
-Hola. Dime, ¿quién eres tú?
El chico lo miró fijamente, para después emitir una serie de sonidos que no tenían sentido alguno. Roy lo miró confundido, hasta que su mente comprendió lo que sucedía. El chico entendía lo que había dicho, pero no sabía hablar. El pelinegro miró hacia un lado y encontró la flecha clavada en el piso, a un metro de donde se encontraba el rubio. Eso le recordó el propósito para el que había sido lanzada y volvió a mirar al muchacho, que aún lo miraba con atención. …l iba a convertirse en su pareja, la persona con la que compartiría su vida. Al pensar en esto, no pudo más que sonreír con alegría, a él no le molestaba la idea en absoluto. Aun cuando la situación era muy inusual, si el destino había guiado a la flecha hasta ahí para que se casara con ese pequeño rayo de sol, el lo aceptaría con el mayor gusto.
Se acercó al chico lentamente, con cuidado de no asustarlo, y una vez que estaba cerca de él, acarició delicadamente los mechones que escapaban de la trenza y cubrían la frente del otro. …ste aún lo miraba con atención, viendo cada una de las acciones del pelinegro. Roy entonces puso la misma mano que acariciaba los dorados cabellos en la mejilla del chico, haciendo que este lo viera con curiosidad.
-Mi nombre es Roy, soy uno de los hijos del Führer. ¿Ves la flecha que esta clavada a orillas del lago?-le habló con voz suave. El muchacho hizo un sonido que Roy interpretó como una afirmación-Mi padre me pidió que la lanzara porque donde cayera, iba a encontrar a la persona con la que contraería matrimonio. En cuanto mí, no tengo ninguna objeción para casarme contigo, al verte supe que seré feliz contigo, pero…¿tú quieres casarte conmigo? Yo no voy a obligarte a nada, si no deseas hacerlo, no iré en contra de tus deseos-Al pelinegro le costó decir esto último, pues en verdad deseaba que ese chico fuera su esposo.
El rubio lo miró frunciendo el ceño, como intentando comprender bien lo que Roy había dicho. Después de un momento, la mirada del chico se iluminó con entusiasmo y le sonrió tímidamente, tomando la mano de Roy con la suya.
Roy entendió que esto era una afirmación, y devolviéndole una brillante sonrisa al pequeño rubio frente a el, lo tomó de la cintura para levantarlo, y sujetándolo de la mano cuidadosamente, empezó a guiarlo fuera del bosque.
Continuará…
Bueno, esto es todo por el momento, yo calculo que este fic tardará entre 3 o 4 capítulos más, aunque aún no lo sé bien. Espero que lo estén disfrutando, dejen reviews para poder leer sus opiniones. ¡Ja ne!—Wolfy-chan
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