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Sellado con un beso por Aphrodita

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Sellado con un beso


Aphrodita


One Shoot / Lemon:


La idea de tener al Santo más leal de Athena a quien había asesinado con sus propias manos de manera injusta vivo en el Santuario a escasos metros de él, no solo conseguía que Shura se volviera mas esquivo y reticente de lo normal, sino también más melancólico y depresivo... Depresivo en cierta medida, por la culpa que lo inundaba con tanta intensidad... ¡Dioses! No pudo comprender que era tan solo un niño, que estaba cumpliendo ordenes, que no fue su culpa... Tantos pretextos, por que así los veía Capricornio, como puros pretextos, excusas de su acto tan despiadado y cruel hacia aquel que había defendido a la Diosa hasta las ultimas consecuencias. Para colmo Aioros se había convertido en la nueva atracción del Santuario, todos lo visitaban y le veneraban como algún tipo de semi – Dios por su valentía y la leyenda en la que se había convertido, mientras Shura se sumergía cada vez mas en el alcohol y la angustia de ser catalogado “El asesino de Aioros”... Ya no mas el traidor Aioros, si no el valiente, el aguerrido, el leal... Y el lo había matado con sus propias manos.
Todo era revuelo por la presencia de Sagitario en el Santuario, todo era festejo, mientras que en el Décimo Templo del Santuario era angustia y puro remordimiento... ¿Alguien noto esto? ¿O a alguien le importo?... Si, Camus había notado el mutismo y el encierro de su amigo... ¿Pero que podía hacer por él, sino lograba comprender que no fue su culpa, que ya no importaba por que Aioros estaba con vida?... Eran hombres, ya adultos, debían hablar como tal, pero ¿Cómo conseguirlo si Shura se negaba a aceptar siquiera visitas y echaba a todo aquel que ingresaba sin permiso arrojando vasos vacíos o algún que otro objeto contundente?... Sin embargo una de las visitas fue distintas, fue una visita de la que Capricornio no se pudo deshacer porque se había quedado sin palabras.

--¡Vete! ¡No quiero visitas!—Gritó Shura enérgicamente al sentir un Cosmos en su Templo.
--Lo siento... No quise... Incomodarte... –Dijo una voz con extremo nerviosismo, una voz que Capricornio no reconoció de inmediato pero que sin embargo lo dejo sin palabras.
--¡¿Qué quieres?!... –Pregunto con cierto fastidio.
--Tan solo vine a... Hola... —Saludo Aioros torpemente saliendo a la luz... Ahora si, Shura se quedo inmóvil en su sillón aun con el vaso de licor en la mano y los ojos enrojecidos observando a aquel ser.
Al ver que Capricornio se quedó en aquel estado pasivo, Sagitario opto por seguir hablando:
--He venido a preguntarte si... Digo... Este... Harán un banquete... Y pensaba en que... Solo faltas tu... Vine a eso...
Shura interrumpió el torpe balbuceo de su compañero y antigua víctima de manera brusca:
--No me interesa... No me gustan las fiestas.

Aioros bajo su vista dolido y dio la media vuelta para salir caminando lentamente, a la espera de un arrepentimiento a ultimo momento en su compañero de armas, pero ese arrepentimiento nunca llegó. Sagitario quiso decir algo, volteo con la intención de insistir, pero al ver como Capricornio terminaba de un trago su vaso para servirse mas del aquel amarillento liquido desistió en su intento y se encamino rumbo a su Templo donde se llevaría a cabo dicho banquete en su honor.
Al llegar, un curioso acuariano lo intercedió intentando averiguar si lo había conseguido, pero el rostro de Aioros lo dijo todo:

--No pude Camus... En pocas palabras me echo...
--¡Dioses! Sigue insistiendo Aioros... –Dijo Acuario con su típica voz tranquila –El se siente culpable por tu muerte.
--Pero eso es cosa del pasado... Ahora somos hombre y...
--Eso... Tu, yo y el resto lo sabemos... El que aun no se enteró es él... –Camus vio como iban llegando el resto que faltaba de sus compañeros y propuso –Vamos a comer, luego hablaremos de esto en privado.

El banquete dio comienzo pero el agasajado se encontraba ido, perdido completamente en su mente, sumergido en sus pensamientos... Ideando alguna forma de acercarse al hombre que estimaba y a quien recordaba siempre con una sonrisa cuando los juegos y bromas de la infancia junto a él aparecían en su cabeza...


ƒƒƒƒƒƒ


Los días en el Santuario transcurrieron con agonía, morían sin mas... De vez en cuando Aioros echaba vistazos cuesta arriba hacia el Templo vecino de Capricornio, con una mirada de infinita tristeza... ¿Por qué Shura lo odiaba de aquella forma? ¿Por qué a pesar de saberse que no era un traidor aun seguía anidando en Capricornio ese sentimiento de furia? ¿Por qué lo rechazaba? Tanto que lo extrañaba... Aioros vio a lo lejos como su otouto se acercaba con paso lento y una sonrisa en sus labios. Leo estaba mas que feliz de tenerlo a su niisan con vida, de poder verlo nuevamente, de poder escucharlo, de poder tenerlo... Y Sagitario... Bueno, Sagitario estaba feliz de ver a su otouto convertido no solo en un hombre orgulloso, sino en un Santo leal de Athena respetado por sus compañeros... Pero aun así, los ojos de Aioros representaban la soledad y la angustia.
Un breve saludo entre hermanos que expreso todos esos años de ausencia y cariño, un saludo quizás frío a los ojos de cualquiera pero que para los involucrados supo a reencuentro.
Aun parados en Sagitario no advirtieron unos pasos que se acercaban y luego se detuvieron para seguir avanzando nuevamente... ¿Quién era aquel que dudaba en seguir su paso? Por supuesto que Shura, sin mas opciones que pasar por Sagitario para llegar a su Templo. Capricornio levantó su vista y luego la dejo caer derrotado... En sus brazos llevaba una bolsa repleta de botellas, por lo visto venia de comprar en el pueblo.
Penso en saludar, solo por cortesía, solo porque estaba atravesando un Templo ajeno y como mínimo debía saludar a su dueño... Pero lo que realmente llevo a Shura a dirigirle la palabra a Aioros, fue la mirada de este ultimo, una mirada que lo dijo todo, que pedía a gritos ser tomado en cuenta... Un sencillo saludo, quizás solo por compromiso:

--Buenos días Aioros... Con tu permiso... –La voz de Capricornio sonó fría y parca.
Sagitario algo iba a responder, emocionado por escuchar su voz sin ninguna amenaza en su tono, pero su otouto se le adelanto con la furia en sus pupilas.
--No le dirijas la palabra... Asesino... —¿Aun Aioria no pudo perdonar? Que hipócrita... Por que el también creyó a su hermano un traidor.
--Aioria... —Reprocho el hermano mayor y quiso decirle algo al supuesto asesino pero este con un gesto despreocupado de su mano se alejo sin más.
--No tolero que te dirija la palabra... —Se defendió Leo.
--Pero otouto... ¿Por qué dices eso? …l... ---¡Dioses! Ahí iba de nuevo con aquella típica frase que siempre estaba ligada a Capricornio: --Solo cumplía ordenes...
--Lo sé niisan... —Dijo Aioros para sorpresa del otro –Lo sé...
--Entonces... ¿Por qué?...
--Porque... –Interrumpió Leo bajando su vista –No soporto ver como te hace sufrir... No soporto ver como tu estas pendiente cada día de ver si consigues arrancarle una palabra, un saludo, no soporto que se maneje de esa forma... –Realizo una pausa para tomar coraje y decirle de una buena vez todo lo que pensaba desde su resurrección --Seria lógico pensar que al tenerte con vida fuera el primero en festejar contigo, el primero en saludarte con alegría por verte de nuevo... pero no, parece que en su interior prefiere tenerte muerto...
--Aioria... —Intento hablar Sagitario pero su otouto no se lo permitió, no en ese momento tan decisivo para él.
--No lo llame asesino porque realmente lo sea, aunque lo fue... Lo llame asesino, porque te esta matando en vida... –Aioria levanto su vista y clavo sus pupilas, sus ojos expresaban determinación y quizás dolor --Y créeme, no solo me duele eso... Si no que soy incapaz de poder arrancarte una sonrisa sincera como la que le dedicaste tu cuando tan solo te saludo de compromiso...—Aioria no soporto su derrota y su dolor, sin agregar nada mas y sin esperar una contestación de su niisan comenzó a caminar... Pero Aioros no pudo dejar las cosas así:
--¡Aioria! Espera... —Lo freno y el aludido volteo –El lugar que tu ocupas en mi vida, no es el mismo que el de... Shura...
--Lo se... –Respondió Leo con voz tranquila y una sonrisa en sus labios de comprensión.
--Tu eres mi otouto y ese lugar nadie te lo va a quitar...
--Ya lo se niisan... Solo deseo que seas feliz...

Ahora si, Leo se alejó a su Templo con la seguridad en su corazón de que su niisan había entendido sus palabras, pues Aioria no le reprocho el cariño, sino su hipocresía... Por querer a Capricornio y no hacer nada al respecto, por engañarse y mentirse haciendo de cuenta que todo estaba bien, cuando en realidad lo que quiso hacer desde su resurrección era hablar con Shura en son de amistad.
Aioros se vio en su Templo solo en compañía de sus pensamientos, en las palabras de su otouto... Giro su vista y la deposito cuesta arriba, hacia donde cada mañana cuando despertaba la depositaba... Soltó un suspiro y agradeció interiormente a su otouto, por haberle demostrado con crudas y reales palabras aquello a lo que él se negaba a ver con sus propios ojos: Que extrañaba a Shura, que moría por hablar con el, que mataría por estar con el... Una vez mas, como hacia diez años... Por eso tomo la determinación de ir hasta su Templo a afrontar las consecuencias, o un vaso mejor dicho, estrellado contra él.


ƒƒƒƒƒƒ


Shura volvió a cargar su vaso con mas licor... Su brazo temblaba aferrando la botella en un esfuerzo para que no se le caiga... Parte del liquido se volcó en su ropa ya oliente a alcohol. Se recostó nuevamente sobre el sillón, dejando descansar su adormecido cuerpo, llevando el vaso a sus labios y cerrando sus ojos dio un sorbo... Solo tenia ganas de beber hasta el cansancio, hasta quedarse completamente dormido en ese sillón, en pleno estado de inconsciencia... Inconsciencia para dejar de pensar una maldita vez en lo acontecido a la tarde... Para que el dolor por el desprecio que, supuso Capricornio, le tuvieron todos durante ese tiempo desapareciera por completo. ¡Dioses! No necesitaba que Aioria le recordara nuevamente que era un asesino, ya suficiente tenia con despertar todos los días y sentir eso en el alma.
Por la entrada de su Templo alguien se acercaba, había aprendido a reconocer su Cosmos, de echo era algo de lo que no se podía olvidar por mas esfuerzo que hiciera.

--¿Qué quieres?... –Pregunto Shura con cierto fastidio.
El aludido no supo que contestar, en realidad no supo a ciencia cierta que hacia en ese Templo.
--Vine a... Ver como estabas...
--Bien... Ya puedes irte... –Ofreció Capricornio de manera hosca.
--A mi no me parece... –Dijo Aioros con tono tranquilo y sin medir las consecuencias se acerco lo suficiente para quitarle el vaso de la mano.
--¡¿Qué demonios haces?!... –Pregunto Shura con cierto grado de alcohol.
--Quitándote el vaso... –Respondió Sagitario con naturalidad y siendo muy obvio.
--¡Eso ya lo sé!... ¡Devuélvemelo!
--No... No dejare que sigas bebiendo...
--¡No eres mi madre!... –Exclamo Capricornio y viendo la botella la tomo... Al fin y al cabo el vaso no era tan necesario.
--No... Pero si tu amigo... –Aioros se tomo la libertad de quitarle con facilidad la botella.
Shura se puso súbitamente de pie enfrentándolo, se tambaleo un poco pero logro el equilibrio.
--¿Qué harás Shura?—Pregunto Sagitario desafiante --No puedes ni mantenerte en pie...
Eso era tan cierto que Capricornio se dejo caer sentado en el sillón.
--¿Qué quieres? ¿Vienes a recordarme tu también que soy un asesino?...—Pregunto Shura con furia y siendo muy gestual.
--No Shura... Vine a ver como estaba mi amigo... No mi asesino... Porque no vamos a negar lo que paso... Así también como que eras un niño, que estabas cumpliendo ordenes, que...
--Bla, bla, bla... –Ironizo Shura --¿Ya terminaste tu discurso? Puedes irte...
Aioros exploto en ese momento, ya no soporto mas esa tediosa situación:
--¡Dime que demonios te sucede conmigo! ¡¿Cuál es tu problema?! ¡¿Que yo exista?! ¡¿Que yo este con vida?!—Logro tranquilizarse un poco –¿Tanto te molesta que yo este vivo, tanto deseas que este muerto?... –Susurro a lo ultimo bajando su vista dolido.

En respuesta, Capricornio se puso de pie y encaro a su antiguo amigo, tal vez el alcohol en sus venas fue un factor decisivo para su reacción... Pero sorprendiendo a Aioros, lo tomo por los hombros y le estampo en los labios un furioso beso con sabor a licor, a dulce licor... Introdujo su lengua agresivamente sin pedir permiso y finalizo mordiendo su labio y causando un pequeño sangrado.

--Eso... Mi buen amigo... –Dijo Shura con falsa solemnidad y hasta un poco de burla –Eso es lo que “me pasa contigo”... Ahora por favor... Devuélveme mi botella.
Aioros, quien se había quedado con los ojos abiertos a causa de la impresión observo dicha botella que aun tenia en su mano.
--No te la devolveré... No me gusta verte así...
--Devuélvemela... —Capricornio volvió a acorralar a su amigo.
--No... —Sagitario fue firme en su decisión.

Shura llego a destino y comenzó un pequeño forcejeo, un tonto y hasta quizás gracioso forcejeo si se toma en cuenta el estado de embriaguez en Capricornio quien al ver que le costaba recuperar la botella opto por aprisionar uno de los glúteos de Sagitario con una mano.

--¡¿Qué haces?!... –Increpo Aioros sintiéndose mas que incomodo.
--Dame la botella... O tomo esto... —Dijo Shura con seguridad en su mirada y aferrando mas su mano –Tu eliges o me das la botella o me das tu culo...
--Shura... Estas borracho... —Lo cual era muy cierto y el aludido lo acepto sin remordimientos.
--Si... Lo se... Por eso... Puedo hacer algo de lo que quizás después me arrepienta... —Y acercando su boca, Capricornio volvió a besar aquellos labios, pero el griego lo echo con un brazo.
--Déjame... No vaya a ser cosa que después te arrepientas...
--Oh no... –Dijo el español con seguridad en sus palabras –De eso nunca me voy a arrepentir... Pero si no me devuelves la botella tomare tu culo a la fuerza y quizás mañana cuando despierte y recuerde que te viole me arrepienta... —Había que reconocer que realmente estaba borracho.
--Eres patético Shura...
--Si... Eso también lo se... Y un asesino... No nos olvidemos de eso... —Shura se echo a reír sin motivo aparente.

Aioros comenzó a negar con su cabeza al ver el estado en el que se encontraba su amigo... Así no podría hablar, así no podía esperar una contestación coherente... Además, aquel trato tan libidinoso logró ponerlo mas que incomodo. Viendo que el problema era la botella, la destapo y volteándola dejo que su contenido se desparramara en el suelo, el estado alegre de Shura vario rápidamente a uno de enojo.

--¡Hey! ¡Que no me lo regalaron!
--¿Cuánto costo? ¿Yo te lo pago?...—Dijo Aioros rápidamente y con suma bronca, se acerco hasta el sillón donde segundos antes su amigo se había desplomado abatido y le arrojo un billete en la cara... Dioses... Estaba realmente molesto con Capricornio.
--No quiero tu dinero... –Dijo Shura con dolor en su mirada.
--Déjalo ahí, en el suelo... Yo me voy... —El griego intento irse pero la voz de su amigo lo hizo volver, volver sus pasos y voltear su mirada.
--Aioros... No me dejes solo, por favor...

Unas lagrimas afloraron en los ojos del español, quien tenia su cabeza recostada en el brazo del sillón. Aioros se acerco a él y se sentó a su lado, levanto una de sus manos y acaricio sutilmente su mejilla para secar unas lagrimas...

--Si, soy patético...—Dijo Shura al verse en esa situación.
--No... Estas borracho y no sabes ni lo que dices...
--No me odies... –Pidió con una voz desgarradora y una mirada de infinita tristeza –Por favor no me odies...
--¿Cómo podría odiarte Shura?... Tu no te odies...—Pidió Sagitario al comprender un poco el dolor en su amigo.
--No puedo evitarlo... —Dijo con la voz quebrada. --¿Me perdonas Aioros?... Perdóname por no haberte escuchado, por no haberte oído aquella vez... Por haberte matado...
--Por supuesto... No puedo reprocharte absolutamente nada por que... ¡Dioses!... ¿Por qué si yo lo entiendo tu no puedes?...—Aioros llevo sus manos a su rostro, ya estaba cansado de lo mismo, observando el estado deplorable de su amigo reconoció que era en vano hablar de ello en ese momento –Estas completamente borracho, mejor descansa y mañana hablamos...

Sagitario intento ponerse de pie, pero el español lo tomo violentamente de un brazo y lo tumbo sobre él para aprisionarlo y besar nuevamente su boca... El griego lucho para evitar eso, pero su buen amigo lo tenia fuertemente agarrado de sus nalgas... Pudo notar la erección de Shura a pesar de su estado alcohólico.
En un hábil movimiento Capricornio consiguió situarse sobre Aioros sin dejar de besar su boca, recorrió con su lengua el cuello de Sagitario, mientras sus manos buscaban desvestirlo. Para el griego no le era difícil quitárselo de encima, pero aquel calor que comenzaba a sentir en su interior lo debilito por completo.

--Shura... No sabes lo que haces... –Se quejo Aioros entre jadeos.
--Si... Tengo muy en claro lo que hago y lo que quiero... –Objeto el español como su agitada voz se lo permitió... Volvió a introducir furtivamente su lengua quitándole el aire a su amigo.

Las manos de Shura desvistieron rápidamente a Sagitario, lo mismo hizo con sus prendas dejando a la vista, sentado sobre el vientre del griego para evitar su huida, una potente erección... Un miembro de considerable tamaño, surcado de venas, palpitante y con un brillo en la punta, un liquido transparente y brillante. Capricornio tomo su miembro y lo sacudió masturbándose unos segundos mientras se arqueaba para besar los labios de Aioros. Acerco su pedazo a la boca de Sagitario instándolo a que se lo tragara... El griego ladeo su cabeza pero el español lo tomo por los cabellos y le coloco de manera violenta el pedazo en su boca, Aioros sin mas opciones la abrió aceptando de lleno ese miembro salado y duro... Succiono con real hambre, como si quisiese hacerlo desde un principio. Aquello nubló los sentidos de ambos... Por su parte, Shura dejo que un gemido escapara de su boca entrecerrando sus ojos a causa del placer, mientras que Sagitario degusto ese pedazo tomando las nalgas de Capricornio para conseguir de alguna manera que su miembro se adentrara mas, como si fuese posible que atravesara su garganta, pero el deseo de tenerlo lo mas adentro posible llevo al griego a empujar a su amigo desde su trasero.
Completamente enloquecido por descubrir lo mucho que le gustaba a Aioros tragarlo, el español se descargo con abundante semen, tanto que parte del liquido se escapo por la comisura de los labios de Sagitario dando a parar hasta su cuello.
Shura se recostó sobre el griego para besar sus labios y disfrutar del sabor de aquel néctar y deleitarse con el aroma masculino... A pesar de no estar en el interior de Aioros, ni este dentro de él, Capricornio movió sus caderas frotando ambos pedazos... Gemidos de ambos se hizo escuchar con cada roce... Sin saber que hacer para apagar el fuego de su interior, el español bajo hasta la entrepierna de Sagitario para engullirse su enhiesto miembro que en pocos segundo largo su semen también abundante... Entonces el griego recordó porque era tan bella la vida. Cerro sus ojos pero los abrió de inmediato cuando sintió un dedo en su interior, abriéndose paso a través de él, desgarrándolo en parte. Luego sintió una lengua, cálida y húmeda que fue un alivio para aquel ardor, pero nuevamente un dedo se introdujo, cada vez mas profundo, poco a poco el dolor comenzó a ceder y cuando Aioros quiso darse cuenta se encontraba con una pierna sobre el respaldo del sillón, la otra en el suelo y sus manos abriendo su propio trasero para que otro dedo entrara haciéndolo delirar de placer.

--Te gusta ¿Verdad?...—Pregunto Shura con la voz cargada de lujuria, su amigo solo asintió con la cabeza relamiendo sus labios –Te lo voy a meter... –Aseguró y rápidamente se colocó sobre Sagitario.

El roce de aquel pedazo en su trasero le causo nerviosismo, en un actoreflejo el griego se contrajo pero Capricornio guió su pedazo nuevamente hacia la entrada apoyando la punta, por poco mas se derrama en ese momento, pero logro contenerse y tomando las caderas de Aioros, hundiendo sus dedos en su piel comenzó a empujar. La punta esponjosa de su miembro abrió camino, adentrándose cada vez mas... No pudo reprimir un sonoro gemido cuando ya estuvo adentro, el español se quedo quieto disfrutando de ese momento, de esa cavidad, mientras Sagitario buscó acostumbrarse a aquella dureza en su trasero. Shura quito sus manos de las caderas de Aioros y las llevo hasta su rostro para tomarlo y besar sus labios, justo en ese momento comenzó a moverse, sacando y metiendo, consiguiendo en Sagitario gemidos apagados por los besos.
El griego se aferro a las nalgas de quien lo estaba penetrando, separo mas sus piernas para luego enlazarlas, aferrándose con ellas a la espalda de Capricornio y levantando un poco sus caderas, momento que el español aprovecho para pasar su mano y tomar de sus glúteos y levantarlo aun mas penetrándolo casi en el aire, en otro hábil movimiento, lo jalo consiguiendo que ambos terminaran incorporados: Shura sentado y Aioros sobre su pedazo. Ahora los dos, desesperados buscaban mover sus caderas para hacer mas violenta la penetración. Sagitario mantuvo sus ojos fuertemente cerrados y su boca abierta intentando atrapar el aire que escaseaba, Capricornio hundió su rostro en el cuello del griego para morderlo y de esa manera acabar furiosamente en su interior... Un gemido largo y poderoso, muy masculino que retumbo en el Templo. Cuando Aioros sintió esas palpitaciones en su trasero, cuando sintió el miembro del español descargarse en su interior, no pudo evitarlo y su pedazo también escupió el semen que termino ensuciando el abdomen de ambos.
Se desplomaron cansados en el sillón, pero a los pocos segundos Shura tomo a su ¿Amigos? Y lo arrastro hasta la cama dándole claramente a entender que ahora era el, quien quería un pedazo adentro, moviéndose furtivamente en su interior.
Así fue, y cuando Sagitario se descargó, automáticamente Capricornio se quedo dormido, quizás por el alcohol en su cuerpo, aunque gran parte de esa borrachera se había ido por sus poros a causa del sexo, o bien al cansancio por el mismo acto sexual... El punto es que prácticamente el español se desmayo, su amigo no tardo demasiado en sucumbir, sobre su pecho también se quedo dormido, aun desnudos los dos.


ƒƒƒƒƒƒ


El primero en despertar, por culpa del sol que alumbraba de manera desubicada su rostro, fue Shura... Con una reseca y un dolor de cabeza antológico... Reseca y dolor que últimamente eran crónicos... Separo delicadamente a su amigo y sin hacer ruido para no despertarlo se alejo de su cuarto y se metió a la ducha, dándose un buen baño de agua helada que fue una cura para su acalorada cabeza y sus sentidos nublados. La jaqueca comenzaba a ceder bajo el chorro de agua fría.
Termino de ducharse y se seco con un toalla para luego caminar hasta su cuarto completamente desnudo, se sentó en la cama y contempló a su amigo que comenzaba a despertar iluminado también por un rayo de sol.

--¿Qué sucede?... –Pregunto Capricornio al ver que Aioros se levantó rápidamente de la cama buscando sus prendas, nada contestó y por eso el español lo siguió detrás hasta el sillón donde Sagitario encontró sus ropas y donde había comenzado todo.
--¿Aioros?... –Volvió a llamar la atención.
--Lo siento yo... Dioses... Mejor me voy...
--No, espera... –Dijo Shura tomándolo por los hombros.
--Supongo que estarás arrepentido y créeme te entiendo... Es que... —El griego no pudo explicar que le había ocurrido, su amigo completamente ebrio y el tuvo sexo estando completamente sobrio.
--¿Quién dice que estoy arrepentido? Aioros, si lo estuviese te hubiese echado a patadas... Espera... —Pidió nuevamente quitando de las manos de su amigo la ropa –Hey... Yo era el borracho y tu el sobrio... ¿Y tu eres el que se arrepiente?... –Pregunto Shura algo incredulo y divertido.
--Yo no estoy arrepentido...
--Entonces ¿Por que huyes?...
Sagitario dejo de intentar irse y deposito su vista confundida en la de su amigo:
--Yo ayer... Había venido a hablar y termine teniendo sexo...
--Bueno, hablemos... –Propuso Capricornio y sonriendo pícaramente acotó –Aunque si quieres... Podemos hacer algo mas interesante...
--Shura... Dioses... ¿Qué sucedió? ... Tuvimos sexo –Se pregunto y se contesto el griego.
--No... Yo no tuve sexo contigo... Yo ayer te hice el amor... –Corrigió el español besando los labios de su amigo de manera cálida y suave.—No te vistas... –Pidió Shura arrestando a Aioros rumbo al cuarto, quien nuevamente no se pudo negar.
Fue tan intenso y tan fogoso como a la noche anterior... Solo que tal vez, mas suave y romántico. En un momento de calma Shura habló quebrando el silencio:

--Gracias...
--¿Por qué?... ¿Por acostarme contigo?... –Bromeo Aioros.
--Por perdonarme... —Corrigió Capricornio besando el cuello de su hombre.
--El punto es... –Comenzó Sagitario a hablar pausadamente –Es que tu te perdones...
--¿Cómo quieres que me perdone? Ponte en mi lugar... Para mi me es imperdonable... Haber acabado con tu vida, y haber perdido todos estos años junto a ti.
--Pero si gracias a ti yo volví a vivir... —Reprocho el griego con extrema dulzura --Me habrás matado, pero por ti vivo... –Finalizo al ver que jamas podría convencer al español.

Shura se quedo helado con esa contestación, sus pupilas las clavo en los ojos de Aioros y una sonrisa surco sus labios.
Quizás Capricornio no se perdonase nunca, quizás nunca comprendiese lo que todos en su momento entendieron, pero de lo que estaba seguro era de que aprendería de la vida y de cómo vivirla junto a aquel hombre, pagando en parte su asesinato... Devolviendo así un poco de lo que le había quitado.
Errar es humano, perdonar es divino, amar es sublime... Con un beso sellaron su amor, un amor que ni el destino, ni el tiempo, ni la muerte misma pudo “matar”.


®®® FIN ®®®


Mil gracias por leer, espero sus comentarios sobre este mediocre fic. Nos leeremos en la continuación de “En las garras de un depravado”.


Rosas...


07/11/2005 03:36 a.m.


Argentina, Buenos Aires, Monte Grande.


Exclamaciondeathena@hotmail.com

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