La chica misteriosa
--------------------------Londres, Inglaterra siglo XIX----------------------------
El pequeño Conde Ciel Phantomhive, de cabellos negros-azulados, piel tan blanca como la nieve, ojos zafiros, a simple vista un ángel caído del cielo, pero si vemos su personalidad es un muchacho orgulloso, de un porte ejemplar y la cabeza de la familia Phantomhive. Este ilustre personaje también es conocido como “El Perro Guardián de la Reina”.
Era un nuevo día para el conde Phantomhive.
-Bocchan es hora de despertar- decía el singular mayordomo personal del conde, Sebastian Michaelis, se llamaba. Cabello negro como la noche, piel blanca y unos ojos color escarlata como las llamas del infierno mismo. Él no era un humano, sino un demonio el cual había hecho un contrato con Ciel. A cambio del alma de joven este le ayudaría a encontrar a los responsables de la muerte de sus padres y a quien lo humilló.
-mmm cinco minutos más, Sebastian- se retorcía bajo las sábanas de satín.
-Bocchan, realmente es un niño… y eso me gusta- lo último lo dijo más en un susurro para el mismo
-¡¿A quién le dices niño, estúpido demonio?!
-Ve, ya se levantó-
-Tsk- Sebastian prosiguió a vestirlo. Mientras tanto el azulino se quedaba embelesado al mirar al demonio, sin querer un pequeño sonrojo cursó sus mejillas
-Listo, aquí tiene su desayuno el cual consiste en un poco de fruta picada, té Earl Grey (?) y unos sándwiches de aguacate.- comenzó a degustar el desayuno preparado por su mayordomo. Una vez terminado el demonio recogió los platos sucios.-
-Estaré en mi estudio-
-Sí, Bocchan- Ciel salió de su cuarto y se dirigió a su estudio a terminar sus tareas. A las 3 horas había terminado y no tenía ninguna otra tarea, se puso a vagar un rato en sus pensamientos.- “Sebastian, Sebastian.”- aquel nombre inundaba sus pensamientos- “¿podrías corresponder a estos sentimientos que tengo hacia tu persona? No, no podrías después de todo los demonios… No tienen sentimientos.”
Mientras tanto el mayordomo hacia los preparativos para la comida, pero la verdad no estaba concentrado debido a cierto azulino que se encontraba en su despacho-“Ciel, Ciel, Ciel ¿qué es lo que me has hecho? Tanto tiempo estar junto a ti, conocer todos tus lados y aun así sorprenderme, has hecho que crezca algo dentro de mí, no sé qué es pero creo que es lo que llaman amor, espera, ¿amor? Imposible los demonios no podemos tener sentimientos tan puros como el amor o ¿sí? ¿Qué idioteces digo? Realmente enamorarme de un humano sería lo más bajo que me podría hacer”- paso por su oficina y al estar frente a la puerta recordó a Ciel, sus expresiones, sus gestos cuando él lo llama niño, todo y algo que creía muerto volvió a latir-“Bocchan ¿yo le amo?”
----------------------En otro lugar---------------
-Princesa, es hora de irnos-
-Sí, ya voy!
-Hoy se le ve más animada
-Es que me di cuenta de que no puedo estar siempre triste, tengo un reino que dirigir
-Ya que se ha apurado en sus deberes reales ¿qué le parece si vamos por un helado y después al mar?
-¿En serio?
-Sí
-Sí! Vamos! No puedo aguantar más.- un singular personaje con capa negra observaba a ambas chicas.
-Este será tu último día…Princesa
------------------------Londres--------------------
Había llegado, Ciel, a la conclusión de que tenía que confesarle sus sentimientos al demonio de lo contrario no sabría qué es lo que siente por él.
-Sebastian, ven- llamó el conde listo para confesarse
-¿me llamo Bocchan?
-Sí, hay algo que deseo decirte
-Yo también Bocchan
-Yo primero…Verás Sebastian yo… yo a ti…
-¿Bocchan?
-Verás yo a ti… a ti… a ti te a…- fue interrumpido
-------------En otro lugar---------------
-Princesa-
-Sí?
-se le ve calmada
-Enserio?
-Sí-
-Puede que sienta que algo me pasará- la “princesa” caminó al mar quitando sé los zapatos y mojándose los pies- Eh?- sintió como algo la jalaba
-Adiós princesita- aquel singular personaje trono los dedos.
-Princesa!-
-Ahhhhhhhhhhh!!- cadenas de agua la tomaron de los tobillos y muñecas, siendo arrastrada por la corriente y llevada al fondo del mar, chocó contra algo dejándola inconsciente. Pero antes de caer inconsciente pensó-“alguien sálveme… Lu…ka”
------------------Londres---------------
-Yo a ti te a…
-Bocchan!
-Qué sucede?
-Finny encontró a una chica en los jardines -
-Eh? ¡¿Dónde está?!- MeyRin se puso nerviosa
-En la sala
-Vamos, Sebastian- todos bajaron rápido- Explíquenme!- ordenó
-Bocchan, estaba en el jardín cuidando las rosas cuando vi a alguien en el suelo. Les avise a MeyRin y Bard, y la chica no ha despertado-
-Bocchan parece que esta inconsciente- Ciel se acercó a mirar a la chica y vestía un ropa extraña. Era un vestido blanco de tirantes pegado a la cintura para después expandirse, dejando a la vista mucha piel, venía descalza y su cabello era negro-azulado. Su fleco tapaba sus ojos. Era una chica muy linda y ante esto Ciel se sonrojó y no pasó desapercibido por Sebastian.
-Mmm- la chica parecía despertar y se removió un poco-
-Está despertando- Ciel se acercó y tomo su mano. La chica abrió sus ojos dando a conocer un hermoso azul zafiro-“¿por qué siento que la conozco de hace mucho?”
-¿dónde estoy?
-Estas en mi mansión, ¿quién eres?
-Yo soy…- miró como Ciel tenía agarrado su mano- ¡Aléjate de mí!
-Tranquila
-¡No! ¡Déjenme ir!
-Señorita tranquila- la chica miró hacia Sebastian
-Se…
-¿Se?- todos repitieron
-¡¿Selena?!
-¿Selena?
-¡Selena! ¿Qué te pasó?- la chica se le acercó a Sebastian tomándolo de las manos poniendo a Ciel enojado
-Perdón señorita mi nombre es Sebastian Michaelis
-¿Michaelis? ¿De puro casualidad eres pariente de Selena Michaelis?
-No…no la conozco-titubeo-“¿cómo conoce a Selena?”
-Ya veo
-Esto disculpa ¿quién eres?- preguntó Ciel
-Eh? Yo soy…-
-“Espero que disfrutes de tu muerte segura. No nos veremos de nuevo…princesa”- la chica escuchó eso y se asustó, se tambaleo hacia atrás y se desmayó.
-¡Oye!- Ciel fue hacia ella causando celos en Sebastian. La notó un poco sonrojada y también con la respiración entrecortada-¡Está ardiendo en fiebre, Sebastian! ¡Trae algo para calmar la fiebre! ¡Ahora! ¡Y ustedes súbanla a mi recámara y cámbienle las ropas!-
-Yes, My Lord!- todos comenzaron a hacer lo ordenado. Subieron a la chica a la habitación de Ciel y le pusieron un camisón, con toallas húmedas le pudieron bajar la fiebre. Ciel se quedó junto a la joven apreciándola detenidamente.
-Bocchan...- Sebastian había entrado pero no termino de decir por ver a Ciel tomando la mano de la muchacha al igual que acariciaba su mejilla. Sebastian decidió dejarlo. Momentos después de que se fuera Ciel se despertó-
-Per…dón- dijo en un susurro la chica, una lágrima recorrió su mejilla, Ciel la limpio, tomo unas cobijas y se acomodó en el sillón que tenía a su disposición.
Horas después la chica despertó, se levantó sigilosamente de la cama para dirigirse a la salida.
-Es muy tarde para estar despierta ¿no cree?- la chica se detuvo
-Tú… eres un demonio ¿no es así?
-¿De qué cosas habla? Yo sólo soy un…-
-“demonio de mayordomo”
-Eh?- la chica se volteó pero su fleco cubría sus ojos-
-Acerté- se le dibujó una sonrisa en el rostro-
-¿Quién es usted?
-Eso... no te incumbe jaja- salió corriendo por los pasillos y salió por la puerta principal. Corría a gran velocidad pero Sebastian le pisaba los talones, la chica tropezó y cayó golpeándose.-duele
-¿Vaya ya te rendiste?
-Tsk- se paró y siguió corriendo. Llegó a lo que parecía la ciudad y carruajes pasaban, las personas la veían extraña
-Muévete- alguien la había empujado
-Pobrecita
-“Eh? ¿Dónde estoy? no entiendo”- la chica comenzó a asustarse, veía muchas caras, oía demasiadas voces-AHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!- se tapó los oídos y salió corriendo. Sebastian la vio correr nuevamente y la siguió, pero la perdió de vista
-¿en dónde se metió?-escucho como algo saltaba hacia él y logro esquivarlo apenas, era una chica de cabello negro azulado y se va degradando hasta hacerse blanco, llevaba un short color negro medias arriba de la rodilla, botas estilo militar, guantes cortados de los dedos de cuero. En la parte de arriba un top abajo del busto dejando al descubierto su abdomen, el top tenía una gorra la cual estaba puesta ocultando la mitad de su cara, todo su conjunto era negro. Pero lo que sobresalía más eran unas alas como de un ángel solo que negras.- ¿quién eres?
-Regrésame…-la chica cerró el puño- ¡regrésamelo!- corrió hacia Sebastian con una hoz en forma de murciélago. Sebastian le dio una patada en su abdomen y giro el pie haciendo que escupiera sangre-Enserio eres estúpido…-escupió sangre- si crees que algo como eso me haría daño ¡Suéltame!- lo tomo de la pierna y lo mando a volar, dándole tiempo a la chica de escapar
-Tsk, tengo que encontrar a la chica- paso por una cascada y encontró a la chica inconsciente, la cargo de forma nupcial. La miró por unos segundos y era hermosa, la vio y le recordó a Ciel-¿quién eres?