Shikamaru Nara, podía ser calificado de muchas cosas, perezoso, apático, carente de ambiciones, conformista, aburrido, pero no de tener mal corazón o ser un tonto, algo que todos los que trabajaban a su lado se daban cuenta, el hombre era un genio, pero no tenía la presuntuosa inteligencia de un joven que se vanagloria de sí mismo, sino la reflexiva y calmada de un anciano, algo que noto de inmediato Fugaku Uchiha cuando lo contrato y el motivo del porqué, luego de sólo tres años de trabajar en la empresa, se volvió el encargado en jefe de recursos y sistemas de la compañía y también (de manera extra oficial) uno de los miembros de la junta directiva… y el primero que había rechazado el puesto, aduciendo que era muy complicado y no quería meterse en problemas, fueron sus propios compañeros de cartas, ajedrez y Shogi ( hombres que le doblaban la edad y tenían más de veinte años trabajando para la empresa ) que lo convencieron para aceptar el trabajo, cosa que hizo a regañadientes.
Cuando el presidente de la empresa, lo ascendio a su nuevo puesto le pregunto la razón por la que había rechazado el ascenso anteriormente y el porqué no quería tomar una oficina para sí mismo, la respuesta del genio perezoso (qué en el fondo era un bromista de corazón) fué, “Es muy problemático estar en una oficina, el ser humano es envidioso y de seguro alguno de mis colegas se enfadara al ver la posición que ocupo, así que no quiero perder de vista la cafetera, no deseo tomar un café con sabor a moco o cera de oído” lo dijo de una manera tan apática y sonaba tan convincente, que cuando el joven se marcho de la oficina presidencial, el jefe de la compañia vació su taza de café en una de las plantas que adornaban su oficina e hizo una llamada para que colocaran maquinas de capuchino tanto en su despacho como en el de su hijo, el motivo real por el cual que el Nara no quería una oficina, es que le parecía muy fastidioso estar encerrado entre cuatro paredes, uno de los beneficios de ser un trabajador de la corporación Uchiha, era la sala de descanso, lugar donde él se acostaba durante algunos minutos para ver pasar las nubes, algo que como empleado de mayor rango ya no podría hacer, además perdería a sus amigos de juego.
Contra todo lo que demás pensaban, también era un hombre muy observador, aunque en realidad era imposible no notar al rubio de deslumbrante sonrisa que entro al sobrio, vetusto e impersonal edificio que eran la sede principal de la corporación Uchiha, sobre todo cuando se paro frente a su cubículo y se presento de ésta manera “me llamo Naruto Uzumaki, somos los más jóvenes aquí, seamos amigos” al principio había dudado en estrechar la mano algo tosca, presintiendo que ese chico le traería más problemas de los que quería a su ya planificada vida, pero era imposible rechazar aquellos brillantes ojos azules, aun más azules que el cielo que le gustaba contemplar, como temió su tranquila existencia se volvió un terremoto, el otro hombre era un huracán siempre hiperactivo siempre en movimiento ¿Pero que más se podía esperar del área de creatividad y relaciones públicas?
Era un misterio de donde conocía Sarutobi Hiruzen (el muy anciano y a punto de retirarse actual jefe de la sección) a su energético ayudante, pero no es uno que él se molestaría en resolver disfrutaba la presencia de la rubia y todos los empleados parecían gozar con la alegría contagiosa del pequeño “sol”, como empezaron a apodarlo los trabajadores de mayor edad, fue un día de esos a la hora del almuerzo, cuando encontró al chico sentado en su banca favorita y cansado de escucharlo hablar hasta por los codos, que reclino su cabeza en el cálido regazo del joven causando que éste se quedara mudo de la sorpresa, entonces pensó que su intención de tener un trabajo mediocre, una casa, una esposa promedio, ni guapa ni fea, dos hijos y pasar su vejez recibiendo su jubilación y jugando en el parque juegos de mesa con otros ancianos, ya no parecía tan tentadora.
Los seis meses posteriores pasaron volando, a lo largo de ellos se estableció una cómoda rutina, entre el trabajo e ir los fines de semana, al restaurante de su mejor amigo Chouji, para comer y jugar Shogi con sus compañeros de labores y pasar la hora del almuerzo en el regazo de Naruto, ya fuera hablando o en su actividad favorita, dormir, antes de regresar a trabajar, fue en esa banca que el ojos azules le revelo que era gay, el alivio que se dibujo en la mirada del muchacho, cuando en lugar de levantarse y retirarse como si estuviera apestado su compañero de trabajo, le dijo en ese tono displicente suyo, acomodando su cabeza mejor en su regazo “ ¿Y eso debe molestarme, por algún motivo?” Era evidente, pero como siempre todo lo bueno tiene que terminar y su placentera vida se vio interrumpida por una circunstancia imprevista e inesperada, representada por el vice-presidente de la corporación Sharingan, Sasuke Uchiha.
Sasuke Uchiha era el epitome del hombre al que todos los varones (excluyéndolo) aspiraban a llegar a ser, guapo, exitoso, rico y según se decía con una gran serrallo de hermosas mujeres que a la menor llamada suya corrían a su encuentro dispuestas complacerlo en todas sus fantasías, él había tenido la oportunidad de ver a una de ellas, Sakura, los gemidos de la chica de cabellos color rosa hubieran sido audibles para cualquiera que hubiera sido lo suficientemente “ valiente” o estúpido, para escuchar detrás de la puerta de la oficina del vice- presidente cuando ella se encontraba de visita, sin embargo esto no parecía ser suficiente para el alto ejecutivo que había posado los ojos en su vibrante y despistado subordinado.
Al principio nada indicaba que había nacido una relación entre el Uchiha y Naruto, ya que los dos no podían ser más disímiles, donde uno se comportaba con frialdad el otro actuaba con candor y emoción, mientras uno procedía con astucia y sagacidad el otro era honesto hasta el punto de causar dolor, el rubio inteligente y astuto en su trabajo, pero inocente para otras cosas, lo menos que deseaba el chico era decepcionar su “ abuelo” como llamaba al señor Sarutobi teniendo un romance de oficina con un superior … pero sucedió, fue una fortuna qué el no tan venerable anciano ( éste perdió parte del respeto del genio perezoso, después que Naruto le conto que tuvo una hemorragia nasal, cuando le mostro el poster, bastante provocativo por cierto, de una de las modelos que trabaja para la nueva campaña publicitaria de la compañía)se había retirado antes de que estallara el escándalo.
No sucedió de improviso, es más podía asegurar que tomo por lo menos tres o cuatro meses, sin embargo cuando ocurrió le dio una punzada en el corazón y se le revolvió el estomago, sintiéndose mal por su rubio amigo, cuando las llamadas solicitando su presencia en la oficina vice-presidencial empezaron a llegar con frecuencia al cubículo de éste, mientras las visitas de las “ amigas” del cuervo, se hicieron casi nulas, haciéndolo sentir enfermo la idea de lo trataran como una de ellas, el joven tenía unos altos valores y uno de sus grandes deseos era tener una familia y casarse, resignándose cuando descubrió su sexualidad a que nunca tendría hijos propios, pero negándose a olvidar el sueño de tener una numerosa familia, el estar reducido al amante secreto de su jefe ( y el Nara estaba seguro de eso) no es lo que merecía.
Quiso intervenir en algunas ocasiones, lo intento dos veces, pero desistió en cuanto las cosas empezaron a ir justamente cómo lo había predicho en su panorama mental, el ojos azules amaba con todas sus fuerzas y se entregaba totalmente cuando se trataba de amar, negándose a darse cuenta de lo que sucedía a su alrededor, obligando a Shikamaru a rogar que estuviera equivocado y que las cosas permanecieran bien entre la pareja, no quería recoger los pedazos destrozados del corazón de la persona de la que estaba enamorado, fue un alivio a la vez que un dolor cuando un demasiado entusiasta amigo, empezó a contarle que las cosas habían empezado a marchar mejor entre él y Sasuke hasta el punto que éste le pidió que vivieran juntos, indicando que al parecer el frío corazón del Uchiha se había derretido ante la calidez del rubio, cayendo rendido a sus pies.
Un año después de eso, la tragedia estallo, no hay nada que guarde más cólera y sea más imprevisible que el corazón de una mujer despechada y Sakura Haruno no era la excepción, al principio tomo la presencia del rubio como nada más que una molestia, un juguete que sería tirado a la basura luego que su amante se hubiera cansado de “experimentar” regresando como siempre lo hacía con ella, cuando después de varios meses, se dio cuenta que el entusiasmo de éste no parecía disminuir, empezó a preocuparse, ofendiéndose sobremanera cuando el cuervo la rechazo, cuando se presento de improviso en su oficina, el colmo fue cuando se entero de que el homosexual se había mudado al apartamento de su amado Sasuke, corrompiendo la mente de su por otra parte masculina y recta pareja, rabiando porque el muchacho consiguió tan pronto, algo que ella (a pesar de haber sido la favorita del peli-negro) no logro en varios años, fue llena rumiando su ira con el patriarca de los Uchiha.
Fugaku Uchiha era un líder natural, un hombre muy inteligente, un empresario exitoso de visión aguda…pero también era un padre severo, extremadamente conservador y terriblemente homofóbico, que no tomo a bien los comentarios de la mujerzuela de pelo rosa, la idea de que su hijo cometiera semejante aberración lo enfermaba, todo ocurrió tan rápido y en silencio que el propio genio perezoso no se hubiera enterado de nada, de no ser porque descubrió al rubio con un aire de devastado en la banca que compartían tan asiduamente hace apenas año y medio, acercándose le tendió una taza de ramen y le dijo.
— Dicen que las penas con pan son menos, esperemos que las penas con ramen hagan igual efecto en tu caso—El rubio tomo agradecido la taza y sorbió los fideos calientes luego de un rato de verlo comer en silencio se aventuro a preguntar— ¿Qué sucedió?
El dolor fue tan evidente en los ojos de su amigo, que no necesito la respuesta que siguió a continuación— El padre de Sasuke nos descubrió, fue a nuestro apartamento por lo mañana hace dos días y me vio ¡Dios nunca me sentí más humillado, nunca pensé que volvería a pasar por esto! La frialdad con que me miro y la forma tan despectiva con la que dijo, ignorándome y dirigiéndose a Sasuke “así que es verdad que estás viviendo con un marica, pensé que era una mentira de esa mujerzuela tuya, pero veo que mi hijo a caído tan bajo como para metérsela a otro hombre”— con un estremecimiento Shikamaru escucho el resto, sorprendiéndose de la forma tan peyorativa, en que el hombre normalmente ecuánime y estoico trato al joven, escuchando pensativo lo que éste le expuso— ¡Luego amenazo con desheredar a Sasuke si insistía en permanecer conmigo, dijo que se encargaría de que no nos dieran trabajo en ningún lugar y que nos iba a hacer la vida imposible! ¡Yo estaba tan furioso que le grite que sólo estaba mirando a Sasuke como una posesión, sin importarle sus sentimientos o lo que él deseaba, que lo veía sólo un objeto para cumplir con sus ambiciones que mi preferencia sexual no me hacia una peor persona!... Le dije que probablemente yo con mi supuesta aberración era mejor persona que él…y me despidió Shikamaru, sin aviso, sin salario y sin goce de sueldo, también me dio el ultimátum que a más tardar hoy debía salir de la vivienda que compartíamos Sasuke y yo ¿Qué voy a hacer? Vendí mi pequeño apartamento a instancias de Sasuke cuando me mude con él, no tengo a donde ir… voy a tener que dormir en un albergue, por un tiempo.
Levantándose de la banca y mirando al cielo, él ojos negros indago — ¿Qué hizo tu novio?
Dejando caer los hombros derrotado Naruto contesto con la palabra más desoladora en cualquier idioma, cuando se necesita desesperadamente ayuda— Nada.
— ¿Sabes porque?
— Posiblemente éste asustado.
— ¿Asustado? Sasuke Uchiha difícilmente parece ser alguien que se asuste con algo, además es un varón adulto no un niño en edad escolar.
Mordiéndose los labios y mirando al suelo, el hombre joven pregunto— ¿Me prometes que no se lo dirás a nadie?
—Ya me conoces, no me meto en los asuntos de los demás es muy aburrido y problemático y todo parece indicar qué esa historia que me vas a contar es una de esas.
El rubio rio suavemente, conocía bien a su amigo, siempre decía que jamás lo llamaran cuando necesitaran a ayuda y qué no lo involucraran en los dificultades de otros, porque no deseaba complicaciones innecesarias, pero siempre se podía contar con su secreta mano amiga de ser necesario, a él nunca se le hubiera ocurrido regalarle la nueva Icha Icha edición de lujo, a su antiguo profesor de la universidad, enmascarada con la portada de un horriblemente aburrido y difícil libro de trigonometría decimal avanzada, fue a la vez una venganza y un obsequio, aunque Shika se negó a saber la expresión que tenía el hombre de cuarenta cuanto recibió como regalo un libro de la materia que más odiaba en la vida, suspirando ante el recuerdo de momentos más divertidos y agradables le comento.
— Cuando Sasuke me conto que su padre es un hombre realmente despiadado yo no le creí en un principio , porqué como soy huerfano y no conoci a los míos siempre pensé que los padres amán a sus hijos no importan lo qué hagan, hasta que vi la forma en que se comporto y me di cuenta que no estaba exagerando, …Sasuke tiene un hermano mayor se llama Itachi, Itachi Uchiha, parece que fue el anterior vice-presidente y el orgullo del señor Fugaku— Shikamaru hizo una mueca, aún después de la forma en que fue vejado, Naruto seguía tratando con respeto al presidente de la compañía— sus esperanzas, sus ilusiones, sus aspiraciones y toda su atención estaban sobre los hombros de su primogénito y el cumplió con creces cada una de sus expectativas, hasta que se enamoro de alguien que al modo de ver de los Uchiha era indigna, por ser pobre, la chica era un genio por si misma talentosa, bella, dulce, pero pobre y el señor Fugaku ya había concertado un acuerdo matrimonial para su hijo mayor, con la hija de otro rico empresario amigo suyo… para resumirlo Itachi se negó a casarse con su novia arreglada y entonces su padre dijo que lo desheredaría, si se atrevía a desobedecerlo y lo hizo, cuando se entero que se casaron en secreto, se enfureció y hablo con todas las compañías donde podría buscar trabajo y les prohibió contratarlo, así que tuvieron que marcharse al extranjero, Sasuke me conto que tanto él como su madre, se mantienen en secreto en contacto con Itachi, el hombre no es un genio por nada tenía algunas inversiones por aparte de las que nadie estaba informado y las ocupo para fundar su propio negocio en otro país, donde vive con su esposa y sus dos hijos
— Me parece que Sasuke podía haber hecho algo igual.
— El señor Fugaku congelo todas las cuentas bancarias e inversiones de Sasuke, me entere porque así se lo señalo, dijo que no iba a cometer el mismo error que con Itachi, no permitiría que el único hijo que le quedaba manchara el nombre de la familia, además afirmo que lo que hizo su hijo mayor fue menos vergonzoso por lo menos el busco una mujer, no un repugnante marica—mirando con tristeza sus manos, el rubio levanto de improviso la cabeza y con una dolorosa sonrisa añadió— supongo que todo termino entre Sasuke y yo, me di cuenta por la forma en que me miraba, creo que la presión es mucha para él, es el heredero de una gran familia, de todos modos al parecer nuestro amor, no es tan fuerte como el de su hermano.
—Deja de ser tan problemático y no te esfuerces por parecer alegre que lastimas mi corazón, veremos qué podemos hacer, en cuanto al problema de la vivienda toma— Replicó el peli-negro escribiendo algo en una hoja de papel— es la dirección de mi casa, estoy seguro que el espacio no es tan grande como el que tenías donde tu ex -novio pero podemos acomodarnos y olvídate de que serás un arrimado, la dueña es una arpía que cobra caro por sus supuestos “ 15 metros cuadrados más de espacio” así que me ayudaras a pagar la renta. Ahora te dejo tengo que resolver algunas cosas—suspiro pesadamente dirigiéndose a la puerta, deteniéndose repentinamente en el umbral—…por favor no vayas a decirle a la casera que la llame una arpía, o me subirá el alquiler.
La risa genuina del chico fue todo lo que necesito para retirarse más tranquilo, luego con andar parsimonioso y cansino se dirigió al elevador y fue a los pisos superiores dirigiéndose a la oficina presidencial, espero fuera de ella media hora antes de ser recibido por Fugaku, que lo observaba con curiosidad, su empleado más brillante no acudía a sus oficinas sin ser llamado, con costo asistía a la reuniones, así que era una novedad el tenerlo allí por voluntad propia, la sonrisa cordial se perdió en cuanto supo el motivo de su presencia, con indignación exclamo.
— ¿Así que tu presencia aquí se debe a que vienes a interceder por ese homosexual? Por lo visto no es sólo a mi hijo al que corrompió con sus perversiones.
— Eso no es cierto, ambos sabemos que usted se hacía de la vista gorda con Sakura y las otras “amigas “que visitaban a su hijo… así que quién pervirtió a quién ésta entre dicho, en cuanto a lo otro me presento aquí como amigo de Naruto y nada más, se que ésta furioso pero yo pensaría primero en la imagen de la empresa antes que en un rencor personal.
— ¿Me amenazas, chico?
—No, lejos de eso, sólo estoy exponiendo una idea sobre la cual estaba pensando, imagine que despide a Naruto sin salarió y ninguna de las prestaciones a las que tienes derecho y lo acusa de lo que tiene planeado, pasa un tiempo y él desesperado cuenta todo y llama la atención de un periodista el cual publica su historia, o simplemente como todo hombre honesto indignado por ser tratado injustamente se queja con un abogado y la prensa se entera de su caso, en estos tiempos en los cuales ésta más extendida la tolerancia, hacia la preferencia sexual de cada persona ¿Se imagina la reacción de la opinión pública al enterarse que la corporación Sharingan despidió uno de sus empleados por ser gay? Su hijo también saldría involucrado en el escándalo porque la prensa empezaría a investigar y todo lo que ésta haciendo ahora por evitarlo sería en vano, creo que me entiende, aún si eso tardara varios años la imagen de la empresa se deterioraría y no digamos de la reputación de la familia Uchiha.
El hombre mayor se reclino en su asiento estudiando al joven delante de él— ¿Entonces que me propone muchacho? No puedo tolerar la idea, de qué… tu amigo trabaje junto a mi hijo, no deseo que tenga una recaída al tenerlo cerca.
— Ser gay no es una enfermedad señor, así que eso de recaída es inapropiado, pero si tiene tal inconveniente, mi propuesta es, páguele a Naruto todo lo que por derecho le corresponde, sus prestaciones incluidas y dele una carta de recomendación, firmada por usted mismo para poder añadirla en su curriculun y que le sea fácil encontrar trabajo en otra empresa, entre más rápido encuentre trabajo, menos se interpondrá en su camino.
— Tienes agallas niño te lo concedo, nunca pensé que alguien como tú las tendría, te concederé lo qué pides, pero comprenderás que después de semejante desacato a mi autoridad me veré a forzado a despedirte tarde o temprano.
— Es un riesgo que ya tenía evaluado y valió la pena correrlo.
— Te voy a hacer una pregunta.
— ¿Cuál señor?
— Creí que una de tus aspiraciones era casarte y tener dos hijos, pero lo que has hecho hoy, no es lo que alguien haría por sólo un amigo.
— Sabe, todo lo que yo ansiaba era vivir una vida tranquila y sin emociones, tener un trabajo no muy exigente donde ganara lo suficiente para mantener una familia, pero no demasiado para despertar envidias, una casa y como usted dijo una esposa dos hijos, para cuando envejeciera retirarme al parque a jugar Shogi hasta morir de viejo, no aspiro una gran fortuna que me quite el sueño en las noches, por temor a perderla ¿De qué me sirve una gran cantidad de dinero, si sólo puedo dormir en una cama a la vez? ¿Para tener mujeres? Las mujeres son muy problemáticas, mi mamá es una y me llama todos los fines de semana para regañarme ¿Tener varias casas, para qué? Paso suficientes dificultades con levantarme para limpiar en la que vivo ahora… pero hay cosas por las que vale la pena arriesgarse y Naruto es uno de ellas.
— Siendo tan joven piensas como un anciano que no tiene nada qué perder, es una lástima, una mente tan aguda como esa desperdiciarla de tal modo.
— Bueno es su apreciación ¿Puedo retirarme?
—Como gustes, cuando salgas dile a ese… amigo tuyo, que será retirado de su puesto dentro de una semana y que guarde la mayor discreción sobre el motivo de su despido con los otros empleados, o no obtendrá nada de mí.
— Por Naruto no se preocupe él sólo quiere que todo esto termine ¿Pero qué tal su hijo?
— De mi hijo me encargo yo.
—Entonces no hay ningún inconveniente…Señor usted dijo que pienso como un viejo, entonces quiero hacerle una pregunta ¿Si usted fuera un anciano cree, que todo el poder fama y riqueza, vale lo suficiente para perder el amor de su hijos y vivir en soledad?
El patriarca de los Uchiha miro salir al Nara, con el ceño fruncido no entendía esa pregunta, la vida no valía nada, si no se poseían esas tres cosas, sus hijos agradecerían y comprenderían con el tiempo qué todo lo que hacía era por su bien, miro el teléfono era hora de hacer una llamada a un amigo suyo.
Shikamaru entre tanto cerró la puerta, soltando un suspiro de alivio, no sabía que se le había metido para decirle tal cosa a su jefe, no era su asunto suyo lo que éste hiciera con su vida ni con la de sus hijos, lo qué si era de su incumbencia era comunicarle al rubio, al acuerdo al que había llegado con Fugaku.
En la noche más aliviado con lo que respectaba a su situación laboral, aunque destrozado en lo sentimental los dos hombres jóvenes empezaron la mudanza, el ojos azules había aprovechado que Sasuke aún estaba en el trabajo para sacar sus pertenencias, que eran tan pocas que alcanzaban en tres cajas, cuando entraron a su nuevo apartamento éste contuvo un grito de sorpresa, el lugar era más pequeño pero parecía grandísimo…por la total y absoluta falta de muebles, una mesa un sofá y un televisor, correspondía el moblaje de la sala, la cocina tenía una decoración igual de espartana, un refrigerador una licuadora un horno ( los dos últimos parecían no haber sido ocupados nunca) eran todos los electrodomésticos, la habitación no estaba más amueblada, miro con incredulidad, la cama, la mesa de noche, el escritorio con la computadora y el armario que se alzaba solitario en una esquina, en la por otra parte vacio cuarto, volteándose a ver al genio perezoso pregunto.
— ¿Bromeas verdad, solo tienes esto?
— No necesito más, soy soltero y la sola idea de pasarme el día sacudiendo muebles, es muy cansada.
— ¿Por lo menos tienes sillas verdad?
— Haya— replico el hombre señalando apáticamente, las dos únicas de la casa colocada en un rincón para que no estorbaran.
— ¡Hombre, como has sobrevivido todo éste tiempo! ¡Ahora pienso, que tú invitación no fue acto de buena voluntad…fue el desesperado grito de auxilio de la casa! ¡Necesitas un compañero con urgencia!... Temo preguntar ¿Pero en tu nevera hay algo aparte que medio limón y alguna comida que ha adquirido vida propia?
—No sé, nunca lo he abierto, no cómo en casa.
— ¡Dios!—Lanzo un aullido dolor el rubio ¡El hombre no sabía cuidar bien de sí mismo, con razón estaba tan delgado y se veía la mayor parte del tiempo desaliñado! Eso lo animo un poco, no sería un advenedizo ni un estorbo aquí, sabía cocinar y como huérfano que había tenido que apañárselas para estirar sus recursos toda su vida, conocía un par de buenos trucos para añadir un par de muebles más a la vivienda sin costo alguno, o por un precio módico.
Dos años pasaron iniciándose una relación bastante cómoda y agradable para ambos, una de las primeras personas que le presento Shikamaru a Naruto fue Chouji, con el que hizo rápidamente buenas migas, luego le presento a sus otros amigos causándole una gran sorpresa al darse cuenta que la mayoría eran señores ya mayores, Ino era la excepción, más de una vez el oji azul se sintió tentando a exclamar al igual que su amigo que las mujeres eran muy problemáticas, al tener que tratar con temperamental y explosiva chica, también se entero de cosas dolorosas, como el casamiento de Sasuke, cuando ni siquiera habían pasado tres meses después que fueron forzados a separarse, aunque dolido rogaba que el hombre que amaba pudiera ser feliz ya que todo ese desastre no era su culpa…también descubrió algunas cosas inesperadas, una de ellas su amigo saliendo del baño en nada más que una toalla, se cayó de espaldas la primera vez que vio el cuerpo delgado de músculos magros pero bien definidos, mientras el pelo, libre por fin del peinado de piña, caía sobre los hombros anchos, dándose cuenta que parecía un enclenque sólo en apariencias…y que nunca antes noto lo atractivo que era.
El verano revelo muchos otros secretos ocultos bajo la ropa de su amigo, que empezaron a inquietarlo, después de todo era demasiado pedir que dos hombres solteros metidos en un departamento caliente y solo ayudados por un abanico soportaran permanecer con la ropa empapada de sudor, el calor sofocante los forzó a buscar el frescor en el piso cubiertos solo por sus bóxer, fue inevitable que se diera cuenta qué, tal vez no al extremo del Uchiha, pero el ojos negros era bastante impresionante, logrando que el recuerdo de un casado Sasuke cuya esposa esperaba su primer hijo se hiciera menos doloroso y más lejano.
Ambos habían encontrado buenos empleos, mente prodigiosa del Nara le abrió muchas puertas, mientras el don extraño del Uzumaki para hacerse amigo de cualquiera, su elocuencia y esa alegría desbordante, le abrió otras por igual, carta de recomendación de Fugaku fue muy útil para facilitar más las cosas, pero a pesar de ganar bien el ojos azules no había planteado la posibilidad de mudarse, el genio perezoso necesitaba que cuidaran de él y… no podía negarlo disfrutaba hacerlo, la sola idea de dejarlo solo aunque fuera por un día le hacía estremecerse, además vivir con él era fácil, el hombre odiaba discutir, no significaba que no podía ser intransigente y obstinado con algunas cosas, pero era bastante flexible en otras lo qué les hacía llevarse bien.
El tercer año fue el más decisivo y extraño de todos, padres de Shikamaru se presentaron un día sin avisar y por alguna razón para consternación de Naruto, la madre de éste supuso que eran novios, no hubo aclaración que valiera, ni siquiera pudo abrir la boca, permaneció en shock mientras la mujer regañaba a su hijo por no avisarle que tenía pareja, no pudo evitar ruborizarse (aunque no estaba muy convencido si sentirse halagado o insultado) cuando Shikaku mencionó que por lo menos era bastante más atractivo de lo que esperaba que su indolente hijo consiguiera, cuando le dio las gracias al hombre mayor le brillaron los ojos y dijo “ y bastante amable, creo que mi hijo no hizo mal negocio” dos horas después cuando vieron partir a los señores Nara ambos hundieron agotados en el sofá, las últimas palabras que escucho de su compañero de cuarto (antes de que ambos cayeran dormidos de puro agotamiento) fueron.
— Te dije que cuando mi madre empieza hablar, no hay manera de detenerla.
Tal vez esa aceptación, extraña y carente de prejuicios, fue lo que impulso todo, eso y la resignación a que Sasuke nunca pertenecería jamás a su vida (una certeza que nació en cuanto supo que éste se convirtió en padre) o tal vez simplemente porque debía ocurrir, quizá no fue tan repentino como muchos pensarían, insistencia del ojos azules de sacarlo a tomar aire por lo menos una vez a la semana, se parecían más a una cita que a una salida de amigos, siempre terminaban con él contemplando las nubes con el pelinegro dormido en su regazo o observándolo jugar Shogi con sus ex -compañeros de trabajo en el restaurante de Chouji, mientras él se entretenía con el chef hablando de comida y probando uno que otra deliciosa creación culinaria (totalmente gratis) o viendo alguna película en el cine.
Fue accidental como un choque de trenes, luego de venir de una larga jornada de trabajo y después de tomar una relajante ducha encontró a Shikamaru tendido en la cama mojando el colchón sin importarle en lo más mínimo que estaba empapando las sabanas fue su intento inútil de levantar el peso muerto y fosilizado, para obligarlo a ponerse un pijama, lo que desencadeno los eventos, un resbalón en el piso mojado, la inevitable caída de la toalla, la necesidad imperiosa e instintiva de aferrarse a algo y un mal cálculo sobre la verdadera fuerza de su amigo, lo llevo a caer desnudo sobre él mientras éste lo sostenía fuertemente por la cintura, en seguida azul se encontró con negro y la danza comenzó.
Puestas en común de sus cuerpos no fue algo que había experimentado antes, sus caricias eran lentas suaves no carentes de pasión si no destinadas a dar placer, su lengua exploro su boca con lentitud extrayendo todos y cada uno de los sabores mientras sus manos pellizcaban su pecho, lentamente la boca empezó a bajar por cuello concentrando en aquellos puntos sensibles haciéndolo gemir, lloro de desesperación cuando finalmente descendió a su virilidad y coloco un cuidadoso beso en ella, hace mucho que estaba duro y a punto de explotar, ritmo del hombre era el mejor para los juegos previos lento y torturantemente sensual, era inevitable que compara a su actual amante, con Sasuke.
E l Uchiha era duro áspero un amante posesivo y exigente, nunca se lo menciono pero sentía que perdía un poco de su dignidad cada vez que entraba en su oficina para verlo, esas sesiones de ponerse de rodillas cuando entraba y practicarle el sexo oral o reclinarse en el escritorio mientras el otro empujaba inmisericordemente su potente virilidad en su interior, mientras hablaba por teléfono lo hacían sentir menos como un amante y más como…una prostituta, todo mejoro cuando empezaron a vivir juntos, teniendo noches de verdadera pasión llenas de a amor y sexo, pero costó mucho, tuvo que ganarse la confianza del cuervo duro e impenetrable… y todo termino muy pronto, soltó una lagrima…era tan diferente con Shikamaru.
Amor y cuidado estaban presentes en cada toque, como si lo mereciera desde un principio y no fuera algo que tuviera que ganarse, los besos en la cara interna de sus muslos le avisaron lo que venía a continuación y no quería esperar más no necesitaba preparación, lo necesitaba en su interior, que borrara definitivamente a Sasuke de sus entrañas y de sus recuerdos y así lo expreso.
—¡Maldición Shikamaru, no puedo esperar más te quiero dentro de mí!
— No seas impaciente Naruto si lo hago de otra forma te lastimaras.
— ¡No me importa lo quiero adentro! ¡Ahora!
— Pero que problemático eres ¡Esta bien se hará como quieres pero no te quejes si resultas lastimado! ¡Dios que mandón eres!
La estocada de dolor y placer que lo penetro en profundidad le hizo emitir un grito, las embestidas profundas y rápidas que rozaban implacablemente su próstata, le hicieron olvidar todo, fue esa capacidad de alternarse entre un movimiento lento y sensual a otro más veloz y agresivo, lo que lo dejaron reducido a un montón tembloroso de carne sudorosa y jadeante, mirando con asombro al animal en que se había convertido su generalmente calmado y apático amigo, ahora convertido en amante, sin embargo lo que lo dejo en un completo estupor fue cuando el otro hombre comento.
— Creo que para ser la primera vez, lo hice bien, creo que puedo acostumbrarme a que lo hagamos con frecuencia.
— ¿Te refieres a la primera vez conmigo verdad?
— No a primera vez, es muy molesto tratar de entablar una relación con una persona que no conoces, hay que charlar, llevarlos de compras, invitarlo a comer y tener cuidado con lo que dices, es muy complicado, no vale la pena el esfuerzo… si quieres otra ronda tu tendrás que estar arriba me encuentro demasiado cansado, para estar nuevamente en la parte superior, el día de hoy.
Rubor de Naruto subió hasta las orejas, al darse cuenta de lo que quiso decir, curiosamente no sonaba tan descabellado que el otro fuera virgen con esa personalidad suya… por eso es que los señores Nara estaban dispuesto a aceptarlo sin problemas, estaban desesperados… y después estaba ese ofrecimiento, su ex –novio nunca le hubiera permitido alternar posiciones demasiado dominante y orgulloso para eso, tal vez si hubieran pasado más tiempo juntos, pero eso era algo que jamás sabría y para ser sinceros en estos momentos ya no le importaba, el varón en él se había hecho cargo, con presura antes de decidir qué hacer pregunto.
— ¿Shikamaru que somos, nosotros?
— Pareja ¿No es evidente?— replico el otro entornando los ojos como si la pregunta más tonta del mundo— Desde qué vivimos juntos, haces el aseo, cocinas, me obligas a levantarme temprano por las mañanas, me riñes, haces que te ayude a lavar los platos y te empeñas que te saque de paseo lo fines de semana, creo que esto es lo último que faltaba para hacerlo oficial.
Soltó una carcajada, visto de esa manera parecían un viejo matrimonio, observo el cuerpo desnudo, era bastante atractivo delgado firme y elegante como el de un ciervo…podía tomar el ofrecimiento ahora mismo…pero no, en otro momento, se acurruco en el pecho de su amante, esta fue su primera vez juntos quería disfrutar la sensación de estar en los brazos de otra persona de nuevo, ya más adelante tendrían tiempo para hacer travesuras, además apenas hace unos minutos se acaba de enterar que era un suke y si a su novio no le importaba serlo tampoco ¿Quién era él para negar esa faceta suya, recién descubierta? Cerró los ojos mientras una cálida sonrisa ilumino sus labios, conociéndolo no se sorprendería que éste ya hubiera elaborado todo un panorama mental de su vida futura, incluyendo los hijos y todo, Shikamaru Nara era un hombre bastante sorprendente a veces.