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No fuiste tras de mi por niky-cham

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Notas del fanfic:

bueno como ya saben, es algo que he querido escribir hace mucho, esta inspirado en el capitulo 6 de la segunda temporada en junjou romantica :)

Espero que les guste mucho.

Notas del capitulo:

Aqui les va el primero de tres capitulos espero sea de su agrado :3

No fuiste tras de mi

Parte I: Soledad.

Nuevamente tenía la cabeza metida en el inodoro, el profesor Miyagi se había hincado junto a el y proporcionaba suaves y delicadas caricias a su espalda, mientras su cuerpo era convulso por las potentes arcadas hasta finalmente caer rendido en el borde del W.C, skin importarle encontrarse en un baño prácticamente público.

-¿Te encuentras mejor Kamijou?- La voz del profesor cruzo sus oídos como un susurro lejano, seguro hablaba en voz baja, como si fuera consciente del intenso dolor de cabeza que comenzaba a atacarle.

No fue capaz de responder más que un lastimero gemido, intento levantar la cabeza pero todo a su alrededor parecía dar vueltas y se vio obligado a apoyar el rostro nuevamente en el escusado.

-No te esfuerces- Índico el profesor con voz que aparentaba ser calma.

-No, no, ya me siento mucho mejor- Hiroki cerraba sus ojos con fuerza y apoyaba sus manos en el escusado intentando incorporarse y recobrar un poco el equilibrio.

-Eres un obstinado- Soltó de pronto con tono molesto, extendió sus brazos y dio apoyo a su subordinado, que parecía a punto de desfallecer- ¿Ya cuánto va que estas enfermo? ¿Te has dignado siquiera a ir con un médico?- Pregunto molesto, habían tenido esa discusión cientos de veces.

-Sabe que no tengo tiempo para eso- Soltó el castaño con voz severa, a pesar de que tenía su garganta rasposa y estrujada por el reciente suceso.

-Te doy el día libre- Ofreció de inmediato Miyagi, sin embargo el castaño volvió a negar con la cabeza, se soltó de los brazos de Miyagi y camino tres pasos para apoyarse en el lavamanos, tembloroso llevo sus manos al chorro de agua y limpio su boca como le fue posible, Miyagi molesto volvió a sostenerle y le dio algo de ayuda.

-Gracias- Musito el castaño.

-Si realmente quieres agradecerme ve a un médico y recupérate pronto- Externo con firmeza, Hiroki solo se encogió de hombros y continuo caminando, apoyado del profesor.

Era lógico que Miyagi estuviera molesto, finalmente él era el único que había sufrido todos sus extraños síntomas, Hiroki lo comprendía, sin embargo no deseaba visitar a un médico, en realidad no deseaba más que estar en el trabajo.

La primera vez había ocurrido hacia unos tres meses, tal vez un poco más, se levantó enfermo, le dolía la cabeza y sentía el estómago  revuelto, se saltó el desayuno pensando que eso ayudaría y se preparó para trabajar como cada mañana, mientras preparaban el material para sus respectivas clases había sido atacado por las náuseas, corrió al baño y vomito incluso lo que no había comido, el profesor Miyagi había encontrado extraño su comportamiento, más en esa oportunidad no le siguió, Minutos más tarde Hiroki volvió destrozado a la oficina, solo dio dos pasos dentro y cayo desmayado en el medio de la estancia, desde entonces los malestares no habían menguado, día tras día Miyagi corría tras de él y le apoyaba mientras el no hacía más que expulsar todo lo que comía, incluso había perdido peso y se sentía constantemente cansado.

¿Nowaki? El joven médico no estaba para sus problemas, si era atacado por los malestares en casa simplemente debía aguantarlos en soledad, arrastrarse hasta su cama cuando no era capaz de levantarse para llegar desde el baño a su habitación, las veces en el ojiazul llegaba a casa Hiroki solo intentaba aparentar que todo iba de maravillas, sonreía y veía como su amante se quedaba dormido en el suelo de la sala.

-Esta es mi vida- Suspiro sin ser oído por el profesor Miyagi.

En el pasado habían quedado esos tiempos donde el joven estudiante de pediatría le perseguía por toda la casa, repitiendo una y otra vez “Hiro-san”, buscando abrazos y besos en cada esquina del hogar, atrás habían quedado las flores y los chocolates, también eran parte de sus recuerdos aquellos encuentros carnales que le arrastraban junto al “tifón”, todo era parte del pasado, de sus nostalgias y sus memorias, hacía meses que no tenía sexo con Nowaki, pero dudaba que el pelinegro tuviera consciencia de eso.

-¿Te sientes muy mal Kamijou?- sus pensamientos fueron interrumpidos por la mirada preocupada del profesor Miyagi.

-¿Ah?- no entendía a que se refería el profesor, por supuesto se sentía mal, pero no se iba a morir, no estaba tan mal como para recibir dicha mirada de preocupación.

-Tu expresión- Aclaro Miyagi- Parece como que estuvieras a punto de llorar ¿Te duele algo? ¿Quieres irte a la enfermería? o… ¿Preferirías irte a casa?

De la nada la suave y cantarina carcajada del castaño lleno la habitación, Miyagi abrió sus ojos sorprendido, casi nunca veía a Hiroki reír, de hecho la verdad solo recordaba en su rostro el ceño fruncido y una expresión de suma seriedad.

-¡Miyagi-sensei se preocupa demasiado! Yo ya estoy bien, solo me duele un poco la cabeza- Aclaro tranquilo- tomare algún desinflamatorio, descansare un poco y luego me iré a dar mi clase, tengo el material listo, todo está bien- relajo.

El profesor le miraba no muy convencido, pero feliz de haberle oído reír, vio como la palma del mayor toco su rostro y dejo en la mejilla una tersa caricia.

-Deja de asustarme tanto y mejora pronto- Miyagi también sonreía- Muy bien, te dejare aquí, se me hace tarde para mi clase, por favor Kamijou, no te sobre esfuerces- Añadió.

Hiroki solo asintió a sus palabras y observo como el profesor tomaba sus cosas y dejaba la oficina, el en esos momento se encontraba tendido en el pequeño sofá de la estancia.

Una vez que el profesor se hubo retirado su mente volvió a concentrarse en una sola persona, Nowaki, sin dudas estaba orgulloso de él, hacía tiempo le había dicho que no hacía falta que estuviera a su altura, sin embargo veía como el menor se entregaba día a día a su labor en el hospital, a veces pasaba semanas incluso en el recinto hospitalario, por supuesto extrañaba sus caricias, sus atenciones, incluso las penosas citas en el modesto restorán familiar, pero por mucho que extrañara todas esas pequeñas cosas, no era capaz de sentirse molesto con el pelinegro, el también en un tiempo había puesto su trabajo en primer lugar, y de alguna u otra forma sabía que ser interno de medicina era mucho más pesado que ser un simple profesor de universidad, tal vez ahora era el quien se quedaba atrás, mientras Nowaki continuaba avanzando…

Finalmente no hubo dolor de cabeza, ni nauseas, ni mareo que le alejaran de su propia labor, termino todas sus clases del día y se fue a la hora correspondiente de la universidad, luego de haber revisado una buena cantidad de exámenes, todos ellos con calificaciones horrorosas.

Al llegar a casa esperaba la rutina de siempre, un tarro de fideos instantáneos, pues estaba muy cansado como para cocinarse algo, una larga ducha que prometía ser reponedora, cuando en realidad solo conseguía darle más sueño, y luego de eso caer tendido sobre la cama con el cabellos aun humedecido y de esa forma dormir toda la noche, rogando no coger un resfriado.

Pero no fue así…

-Nowaki- Soltó en la entrada de su hogar.

Allí estaba el joven interno, tal como le había visto los meses anteriores, se encontraba durmiendo en el piso de la sala, con  la cabeza apoyada en el sofá, llevaba la misma ropa con la cual le había visto hace tres dias.

-No puedo creer como atendiendo a miles de niños por día sin siquiera cambiarse la camiseta- Soltó con desgano, al parecer su rutina seria reemplazada por una agitada noche.

Suspiro y dejo su bolso en la entrada, así mismo quito sus zapatos y camino solo en calcetines hasta el pelinegro, tenía ojeras y de sus labios colgaba un hilo de saliva, parecía dormir profundamente.

-No entiendo ¿Qué tanto trabajo le costaba llegar hasta la habitación y ponerse pijama?- Hiroki estaba molesto, pretendía coger una manta y lanzársela encima, sin embargo dormir en el piso sin dudas seria pésimo, y no solo eso, sino que además necesitaba un cambio de ropas.

Resignado entonces, haciendo uso de todo su esfuerzo cargo a Nowaki hasta la habitación y le dejo tendido en la cama, tan cansado estaba que ni siquiera noto todo el ajetreo que implicaba moverle y no fue solo eso, una vez tendido en la cama Hiroki comenzó su forzosa labor de sacarle las usadas prendas y dejar en su lugar el limpio y suave pijama.

Terminado eso, el mismo fue hasta la cocina y decidió servirse un poco de la cena de hacia tras dias, comió arroz recalentado, con pollo asado y unas arvejas, comida que había comprado en una tienda de almuerzos, llevaba las cucharadas de alimento con desgano hasta su boca.

Observo el baño, pero no sintió el mas mínimo animo de darse una ducha, por el contrario camino lentamente hasta su habitación y se cambió de ropa, observo su cama vacía y frita ¿Hace cuánto que no dormía con Nowaki?

Como si hiciera una travesura, camino de puntitas hasta la habitación del menor y se coló entre sus sabanas, aspirando el varonil aroma a “Nowaki”.

No fue consciente del momento en que el pelinegro había despertado, solo sintió su corazón estremecerse al ser rodeado por los brazos de su amado, se dejó hacer cuando Nowaki le había besado y se sonrojo profusamente cuando el menor comenzó a recorrer su cuerpo con las manos.

-¿Nowaki que?- Pretendía preguntar, pero fue acallado por un beso.

-Hiro-san…- Esa voz le volvía loco y una vez más se dejaba arrastrar pos esas manos, esos ojos, esa voz…

Hacia tanto tiempo que no hacían el amor, y sin embargo en esos momentos sentía como si su cuerpo jamás pudiera olvidar el roce de Nowaki, su piel perlada en sudor, las cariñosas palabras de amor, todo parecía un dulce sueño, una fantasía creada por su imaginación, por su falta de Nowaki.

Lamentablemente supo que nada de eso fue una fantasía…

“Buenos dias Hiro-san, hubo una emergencia en el hospital, tengo el turno nocturno, nos vemos mañana”…

La cama se encontraba nuevamente vacía y fría, la misiva no tenía tan siquiera un poco de todo el amor que había recibido la noche anterior, arrugo el papel entre sus manos y hundió la cabeza entre las rodillas.

¿Cuándo seria Hiroki lo más importante para Nowaki? ¿Cuándo seria él una prioridad?

 

 

Notas finales:

Bueno cariños mios, esto fue todo, nos vemos la otra semana con la segunda parte o.<

Si les gusto dejenme su comentario.

Aclaraciones: Este capitulo se ha visto basado en el capitulo 6 de la segunda temporada, pero antes del capitulo, la semana siguiente veremos el capitulo en si y lo que pasara lurgo de que Hiroki escapa :)


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