Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

No se llamaría Amor si no doliera. por Beitha KangChoi

[Reviews - 345]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Emmett habla con Rosalie, pero sólo termina dandose cuenta de algo muy importante; fue un capricho todos estos años.

Paul se suma a la ayuda que encesita Seth, a quien le tiene un indiscutible respeto y apoyo; Jacob por su lado hace más acercamientos con Edward teniendo como tema de conversación los amigos del vampiro y los trabajos de la escuela. No hay una Bella que los tenga en guerra.

Quizás sea hora de alargar esa tregua entre ambos.

CAPÍTULO TRECE: Sólo era un capricho y es momento de hacer amigos.


Para Jacob los días se le estaban haciendo terriblemente eternos, sobre todo en las noches, Seth sufría y lo reflejaba en los gritos que daba cada noche y en los cuales siempre quería calmar, pero parecía que todo lo que hacía no funcionaba en lo absoluto. Estaba cansado, más que el resto de los demás chicos de la manada, Paul se integro para cuidar también de Seth, por algún motivo el lobo con carácter de sobra sólo justifico diciendo que “Seth es un buen niño y no quiero que sufra por alguien que no vale la pena. Lo veo como un hermano, después de todo, los de la manada lo somos.” Jacob no se convenció, pero en ese momento era ayuda lo que más necesitaban para poder controlar los constantes gritos de Seth en las noches, Jacob descansaba un poco más pero no era lo suficiente. Nunca lo era.


En esos días, Edward comenzó a aparecer más seguido por donde Jacob patrullaba en las noches o días, a pesar de que no quisiera admitirlo, el vampiro había resultado de ayuda a Jacob para que este no se quedara dormido parado o terminara recostado en alguna parte del bosque. Intentaba pensar en todo menos en Seth, ya no quería darle más información sobre lo que estaría sufriendo su pequeño hermano. En lugar de eso, pensaba en los trabajos que tenía que presentar y que aún ni si quiera había presentado a falta de tiempo con todo; a veces deseaba ya no estudiar y solo concentrarse en Seth, su familia y la manada, pero le era imposible. Entonces esa irritante voz y ese olor que no le parecía nada cómodo hizo presencia.


–Yo te podría ayudar en esos cursos, solo si me dices como está Seth. – Jacob sacudió la cabeza para quitar el cansancio que traía encima y de paso intentar quitar esa odiosa voz que se instalaban en sus oídos.


“Eso no es problema, tengo una semana para hacer todo, chupasangre.” El sueño le estaba comenzando a vencer, por lo que lo reflejó abriendo su hocico en forma de un bostezo, mostrando aquellos colmillos que podrían destrozar de un mordisco a un vampiro sin piedad alguna; para eso estaban diseñados los lobos.


–Pero el sueño nunca te dejará terminar. Déjame ayudarte a cambio de lo que te pido. –


“Preferiría reprobar.”


–Jacob no seas necio, te estoy ofreciendo ayuda. Si aceptas, todos esos trabajos pendientes los tendrás hechos en máximo seis días, lo prometo y podrás cuidar de Seth mejor y dormir más sin ningún tipo de preocupación de por medio. Seré un chupasangre, como dices, pero tengo mucho tiempo libre para poderte ayudar. Acepta. – Jacob terminó deteniendo su andar ya que estaba a punto de quedarse dormido y porque necesitaba silencio en ese instante y no la insistente voz contraria.


Un bostezo nuevo se hizo presente más un movimiento de cabeza y parpadear de ojos cansados.


“Con la condición de que ya te calles y no menciones al idiota de tu hermano junto a la rubia.” La expresión de Edward era la de una sonrisa, una que quizás nunca haya mostrado al mundo, pero era una sonrisa después de todo. Había decidió hace un par de días que quería dejar esa tonta rivalidad que tenía con Jacob; ya no había Bella por la cual pelear ni crear discusiones absurdas, ahora podían ser amigos, aunque fuera totalmente contra todo lo natural de las especies, él quería ser amigo de aquel lobo que estaba por quedarse dormido en cualquier momento.


–Acepto. – habló terminando por sellar aquel contrato verbal, un nuevo bostezo dio el lobo, casi como queriendo sellar a su forma ese contrato.


“Te dejaré todos los trabajos y libros a medio kilometro al este partiendo desde aquí.” El lobo corrió queriendo ya estar en su cama por lo menos una hora antes de ir a la casa de Seth y cuidar de él, si no se equivocaba, Leah lo estaría cuidando, y a las 3:00AM Paul llegaría para relevar a Jacob en aquel trabajo.


–No se suponía que terminaría de esta forma…– habló Edward; el truco para su plan era que Jacob estuviera presente cuando se realizara todos esos trabajos que le dejaban en la Reserva. No que él hiciera todo y luego se lo diera al lobo para que lo presentara como si nada de un día para él otro. Al vampiro no le quedaba de otra que esperar hasta el día siguiente y llegar antes para poder aclarar aquel punto con Jacob y que se comenzara a forma una amistad o por lo menos algo parecido a ello. Atrás las peleas. Eso era lo que había decidido.


***


Gritos.


Gritos tan fuertes que parecieran que estuvieran asesinando aquel ser que se retorcía en la cama, las mantas y demás que utilizaba para cubrirse, estaban enredadas en las piernas y cuerpo del menor, el cual ya comenzaba con aquellas lágrimas que se desbordaban de aquellos ojos cafés oscuros. Se notaba que le dolía, era casi como si lo estuvieran partiendo a la mitad, comenzando por su corazón. Seth se sujetaba de la manta con fuerza, casi como queriendo apaciguar su propio dolor. Y hasta casi se podía escuchar como si algo realmente se rompiera en el menor.


Unos pasos apresurados se podían escuchar subir las escaleras de aquella casa, Paul corría luego de terminar de hablar con Jacob y de que este se fuera a casa a descansar un poco. Cuando Paul llegó hasta su destino veía nuevamente aquella escena que se le hacía ya más que conocida; Seth, llorando, gritando y retorciéndose de dolor. Era un estado de Seth que le dolía ver. Nunca había visto tal escena y era doloroso no poder hacer anda. Aquel niño era como su hermano, todos los de la manada lo eran, pero Seth era de aquellas personas en las cuales confías y dan ganas de cuidar a toda costa.


Su movimiento fue rápido y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba sentado en la cama de Seth despertándolo de aquella funesta pesadilla que siempre interrumpía sus sueños. Esos llamados tan lejanos para Seth se hacían cada vez más y más cercanos y por fin despertaba; sus ojos con lágrimas le hacían distinguir y era Paul en esa oportunidad quien le despertaba. Terminaba llorando en brazos de Paul, soltando ligeros gritos que su garganta le dejaba dar; después de tantas noches en aquel estado, su garganta estaba estropeada y casi ya no podía hablar, sólo llorar su mala suerte.


–Ya, Seth. Todo estará bien. Ya no hay más pesadillas. – Paul tenía esas ganas de llorar que nunca había tenido en su vida, era esa impotencia de ver a un niño bueno que sufriera de esa forma y no pudieras hacer nada para poderlo evitar.


–M-me duele… n-no puedo… d-duele mu-ucho… – Y más lágrimas en medio de aquel hablar corto y ronco de Seth. Paul lo abrazó más fuerte queriendo de esa forma tranquilizar ese dolor invisible que lo mataba cada día más. Tenía muy en claro que era lo que le ocasionaba ese dolor y de esa magnitud, sólo era una cosa.


Una vez que Seth logró tranquilizar su llanto y quedarse nuevamente dormido, Paul se quedó en la misma posición con su espalda recargada en la cabecera de la cama del menor mientras éste dormía a su lado envuelto en una delgada manta; el mayor giró la cabeza para mirar a Seth. Y una de sus manos pasó por los cabellos ajenos.


“Eres muy valiente Seth, estoy seguro que muchos ya estarían intentando auto-eliminarse para no sentir ese tipo de dolor tan profundo como el que estas sintiendo tu. Eres muy fuerte como para poderlo afrontar de esa forma. Desde que te enfrentaste a mí, tienes mi respeto y mi apoyo, y haré, al igual que Jacob y Leah, todo para poderte cuidar. Sólo resiste un poco más, sólo un poco más y dejarás de sentir dolor como también dejaras la manada, sólo… un poco más Seth.”


Cuando Paul comenzaba a quedarse dormido en ese momento, nuevamente sentía como alguien a su lado se movía, casi como queriendo tranquilizar su dolor teniendo las sabanas entre sus manos y de la nada, un nuevo grito que lo despertó de inmediato. No era novedad que a cada hora o quizás un poco más, Seth despertaba en medio de gritos y lágrimas. Todo eso se repetía desde la hora en la cual hacia cambio con Jacob o Leah para poder cuidarlo, noche tras noche era lo mismo y ya comenzaba a impacientarse de que tardara tanto el que terminara todo. “Es casi como si Seth peleara por querer tenerlo a su lado a toda costa, no importándole el dolor, no importándole que podría morir en cualquier momento a causa de ese dolor infernal que lo acompañaba cada noche. Seth siempre pelea cada noche. Si realmente no quieres perder, entonces Pelea Seth, no te rindas.”


***


Jasper intentaba darle algo de tranquilidad a Emmett luego de aquel primer dolor repentino que le dio, en un principio creyó que todo estaba en la mente del contrario, pero luego, después de oír ese sonido de roca crispándose por dentro hacia afuera, lo convenció de que algo le estaba sucediendo. Jasper pensó que solo era a causa de que Emmett estaba dejando de alimentarse poco a poco, era casi si se quisiera morir de alguna forma y estaba eligiendo el hambre como único medio que le quedaba para lograr hacerlo, esos ojos una vez dorados, se estaban convirtiendo en un dorado oscuro, casi negro. A pesar de los constantes reclamos que recibía de parte de Rosalie de que se alimentara, Emmett solo hacia caso omiso, y cada noche sentía ese rompimiento interno, ese sonido de roca comenzando a partirse pero por dentro era inconfundible.


Era preocupante, no habría que pasarlo por desapercibido, pero Emmett deseaba tomarlo como un castigo por todo lo que había ocasionado en la vida de un niño con un futuro prometedor. Se lo merecía, según él. Cada quiebre en su interior se lo merecía.


Por mentir.


Por hacer que ese niño se convierta en lo que nunca quiso.


Por prometerle algo que nunca cumplió.


Y quizás nunca se perdonaría por decirlo, pero también por salvarlo ese día en el bosque y enredarse tanto con él.


Lo merecía y dolía el solo pensar en eso.


Cada vez que podía, Emmett intentaba ver más allá del lugar donde siempre se encontraban para conversar de cosas de importancia para ambos, después de todo el incidente, el vampiro fue sólo una única vez y miró como ese lugar una vez vivo de tanta naturaleza, como le gustaba a Seth, se hallaba seco y casi muerto, no había sobrevivido ni una sola planta del lugar y eso a Emmett le entristeció tanto, no podía creer lo que estaba viendo que terminó apoyándose en el tronco de árbol muerto donde Seth siempre se sentaba, tenía una vista periférica del lugar y era casi lamentable ver como ese lugar que fue testigo de risas, lágrimas y sonrisas, hoy estuviera tan seco de felicidad. El vampiro desordenó su cabello y tiró de este en forma de impotencia por no poder hacer nada, esas imágenes donde Rosalie lo intentaba asesinar y de cómo intentó también con Seth se metían en su mente casi como un recordatorio de que él era un peligro para su niño.


Emmett un peligro para Seth.


Desde un inicio lo fue, pero Emmett decidió arriesgarse y poner a prueba su suerte con relación a ese niño de encantadora sonrisa y de ojos rasgados junto a un cabello negro lacio y sedoso. Arriesgó todo y terminó perdiendo totalmente lo único que le hacía sentir vivo.


Perdió a Seth.


Ese recuerdo y nuevamente todo se volvía oscuro para Emmett, no teniendo ganas de vivir o por lo menos no queriendo vivir su inmortalidad de esa forma.


– ¿Por qué… por qué con un niño, Emmett? Lo hubiera aceptado de cierta forma si hubiera sido una chica, una humana normal. Pero es un niño… – Las palabras de Rosalie resonaron en su mente, sabiendo que se encontraba tras de él en aquella habitación que habían compartido desde que habían llegado a Forks; pero que se hizo tan vacía desde que supo que amaba a Seth.


–Emmett, necesito que respondas, necesito entender que te llevó a… esto. A que terminaras amando a un niño como él. – Emmett no se movió en lo absoluto de suposición, ni si quiera cuando Jasper lo estuvo acompañando y que no supo en qué momento terminó retirándose, quizás solo se cansó de estar parado y tratando de insistir de que se alimentara como debiera.


–No lo entenderías. – mencionó mirando al bosque junto a su reflejo del vidrio que separaba de la intemperie. –No comprenderías nada, Rose. –


–Entonces dímelo, quiero entender. – aquella voz de la rubia casi como si se le estuviera rasgando la garganta como si estuviera en pleno llanto. – ¿Desde cuándo?– Emmett nunca quiso que llegara ese momento. Ese momento en el cual debía de explicar a Rosalie sobre sus actos. – ¡Emmett respóndeme!–


–Un tiempo antes de que todos se fueran de Forks. – eso le dolió. A la rubia le dolió, hubiera creído que todo había comenzado luego de que se habían ido de Forks y tuviera mayor libertad para que hiciera todo lo que tuviera pensado hacer. Rosalie terminó sentándose en una de las sillas pensando un poco más todo el asunto, le enojaba tanto el hecho de que fuera un niño quien terminara engatusando a su esposo.


–Emmett piensa bien todo. Estas hablando de un mocoso, podrían demandarte, es un menor de edad… podría ser tu hijo…– Eso era lo que siempre pensaba Emmett, que lo amaba con un amor de padre, pero nunca fue de esa forma, siempre lo amo con corazón de hombre, como cuando un hombre termina enamorándose de alguien maravilloso, nunca fue un amor de padre, nunca lo fue. De cierta forma, sabía que el hecho de que Seth fuera o no un niño afectara en algo, lo que si afectaba era que Seth era un hombre lobo, que pertenecía a una manada que esperaba a que cometiera un solo error para ir por su cabeza. El tabú de humanos era más que aceptado en una sociedad de vampiros, pero el tabú de los propios vampiros no.


–Tú no puedes… decir que lo… amas. Tú me amas a mí. Estamos casados. – Es solo un papel que lo demuestra, y las demás solo fueron por diversión. –Cada noche que pasamos, todas aquellas en las que hicimos el amor. – Y todas aquellas noches Emmett desearía cambiarlas por solo un día al lado de Seth, por uno más. –En las que me decías cuanto me amabas. – Y las dijo de verdad, pero el vampiro solo deseaba decírselo solo a Seth, deseaba poder besar una vez más aquellos labios y decirle las veces que fueran necesarias cuanto lo amaba.


No se percató que la rubia estaba tras del fortachón, a quien abrazó por la cintura, escondiendo su bello rostro en uno de los hombros del vampiro. –Recuérdalo, tú sólo me amas a mí, a nadie más, eres mío. – Emmett no se movió de su posición, podía ver su reflejo, pero no hacia movimiento alguno, no sabía el por qué, pero sólo deseaba estar sólo, y pensar, pensar tanto hasta que por fin Seth deseara perdonarlo, tenía toda una eternidad para esperarlo.


Con Rosalie es un “Sólo eres mío, tú me amas”, pero con Seth era un “Tu me amas y yo te amo, nos pertenecemos mutuamente”–Su nombre es Seth, y tiene 14 años, estudia en la escuela de la Reservación, Rosalie. Y desde hace más de siete meses, lo amo.  Nunca voy a olvidar el tiempo a tu lado, y el haberme dado una nueva oportunidad de vida luego del ataque de aquel oso, por haberme dado amor, por amarme durante tantos años. Gracias. Pero no supe cuando terminé sintiendo ese sentimiento tan extraño hacia un joven como él. En un principio creí que sólo me confundía, pero luego, lo conocí mejor y… supe que era él, que era quien me daba un aliento de vida, que me hacía sentir vivo con cada palabra que decía. Rosalie, mi Rose, yo amo a Seth todo lo que soy, yo me lo digo siempre. – Rosalie se mordía el labio de la impotencia de escuchar aquellas palabras de su aún esposo, no quería que nada cambiara en la vida de ambos y sólo basto que un niño se acercar a él y perdiera la cabeza por éste.


–N-no. Tienes que entrar en razón, sólo me amas a mí, no a ese mocoso, Emmett. Por favor. No puedes amar a un niño, a un chico. No es normal y menos que él sea un pulgoso perro. Emmett, por favor entra en razón, esa absurda relación nunca se podría dar, ellos nunca te dejaran estar con él. Y es mejor así, él sólo ingreso luego de que yo me había ido, es solo una piedra que podremos superarla juntos. – Cuanta razón había en aquellas palabras que a Emmett por un solo segundo pensó en terminar con su esperanza de estar con Seth y volver a su vida con Rosalie. Pero se repetía que amaba a Seth.


–Te quiero Rosalie, y siempre lo haré porque eres una persona especial en mi vida pasada y presente, eres una mujer maravillosa y hermosa en todo sentido, pero a Seth lo amo, y él me corresponde, lo sé bien, sólo…. Ocurrió esto. Sé que estaré con él de aquí a algún tiempo, tarde o temprano… se que…–


–No. – Interrumpió la rubia de inmediato mientras deshacía aquel abrazo tan enojada que creyó que buscaría a ese mocoso para terminar lo que había iniciado hace semanas. –Yo sé que me amas, Emmett, pero te estás confundiendo más. No lo amas, podremos superar esto juntos, ese niño no se meterá entre nosotros. No dejaré que eso pase. –


–Rosalie. Él ya está en medio y lo elijo a él. Yo elijo a Seth para que sea mi compañero de vida. –


–No… Y te lo demostraré, te demostraré cuanto me amas y cuanto te confundes. – después de eso solo se pudo escuchar como la puerta terminaba cerrándose de un fuerte portazo, Emmett veía su reflejo en el vidrio, era casi deplorable verse en aquel estado. Le intentó dejar todo claro a Rosalie, pero nada salió como espero, el vampiro creyó que Rosalie aceptaría ya que solo desearía su felicidad por el solo hecho que lo ama. Pero eso le demostró que quizás él solo era un capricho concedido a Rosalie por Carlisle.


Sólo un capricho.


Y para que un niño deje de ser caprichoso con algo, se le tiene que demostrar que no todo lo puede tener en la vida, de alguna y otra forma el niño se le condicionara para eso. Y tendrá un mejor comportamiento, saber que si desea algo, lo tendrá que conseguir con trabajo puro.


Quizás una vaga comparación con lo que realmente está sucediendo con ambos vampiros, pero quizás era la más cercana a la que Emmett podría pensar en ese momento. Su mente no daba para más y nuevamente sus oídos le jugaron sucio, casi escuchando un grito a lo lejos, que era uno de ayuda, de dolor por que lo calmaran, Emmett apretó sus manos mientras por dentro nuevamente escuchaba ese “¡Crack!” que se podía describir como la roca quebrándose poco a poco, y que tarde o temprano terminaría por romperse y morir, en el caso de Emmett. Lejos de que el vampiro cerrara los ojos por aquel inexplicable dolor, sonrió con amargura, sentía que merecía por todo lo que había pasado.


“Seth… te necesito a mi lado, necesito estar a tu lado. Tenemos que estar juntos, siento que terminaré por ir donde los Vulturi para que por fin me den un descanso de todo esto que siento por ti… todas las noches deseo estar a tu lado, intento llamarte pero nunca contestas mis llamadas, pero he descubierto una mejor forma de tenerte a mi lado; y sólo es cerrar los ojos y pensar en ti, es casi como soñar… y solo sueño cuando te di ese beso, sólo ese instante, no antes ni después, sólo ese momento…”


Su frente cayó sobre el vidrio en el cual se reflejaba su rostro mientras sus ojos se cerraban.


“Místico Tiempo, deseo que tu andar sea más rápido para poder tener cerca a la única persona que ha mi inerte corazón le da vida. Cada uno de tus días sin él son verdaderos calvarios, compadécete de este ser sin alma y que está condenado; dame la oportunidad de tener cerca a la persona que amo… quizás solo unos segundos que duren un para siempre o si eres comprensivo unos minutos que duren un infinito, no pido más que eso… por favor…”


***


Después de casi 3 semanas, las cosas se sentían con una especie de neblina que todos deseaban quitar; Seth al paso de los días estaba muriendo, poco a poco, pero lo hacía y a todos les dolía ver a ese niño alegre en esas circunstancias, casi como si su cuerpo estuviera ahí, pero algo dentro de él se estuviera extinguiendo con el pasar del tiempo, Jacob sabía que no sólo su hermanito necesita de alimento para su cuerpo, su alma le exigía otro tipo de alimento y era alimento de imprimación, pasar tiempo con esa persona. Sentirla cerca. Su alma, ese lado lobuno se lo exigía siempre pero Jacob sólo haría algo para el bien de Seth, quizás nunca se lo perdonaría, pero ya no podría dejarlo en ese estado.


Su mente divagaba mientras su visión se aclaraba viendo frente a sus ojos su libro de ciencias sobre su regazo.


–Jacob… ¡Jacob! No podre ayudarte en esto si no me prestas atención y si continuas pensando en tantas cosas a la vez, haces que me maree. – Después de la segunda semana, esa voz algo irritante para él, terminó por acostumbrarse poco a poco, no es su totalidad, pero era un avance que ambos estén en un solo sitio sin estar amenazándose o intentando matarse.


– ¿Qué? ¡Ah, sí! Estábamos en… – pensó por un momento y leyó la primera línea de su texto no comprendió nada por lo que dijo lo primero que se le vino a la mente. –El monopolio en Estado Unidos. – Jacob llevó su vista hasta la persona que estaba sentada frente a él, si, ese vampiro se había ofrecido a ayudarle con sus materias, pero no contaba con el hecho de que éste le hiciera quedarse y terminara por hacer todos esos deberes de escuela juntos. Según el vampiro, se vería muy raro de que la noche para la mañana presentara todos los trabajos y que si algunos de sus profesores preguntara con relación a algún tema y no contestara, eso se vería aún más raro. Quizás un punto que no pensó, pero que había mucha razón, por lo cual tuvo que aceptar, esa primera semana terminaron gritando y demás, a la segunda todo se tranquilizó poco a poco, pero sin dejar de lado la forma como se trataban aunque el vampiro intentaba que todo saliera bien, Jacob aún no confiaba en él. Esa tercera semana estaba más ido por el solo hecho de tener en mente a Seth y su solución para que dejara de estar en esa situación.


–Y yo pensando que estábamos en Ciencias, no en Historia. – El vampiro habló con algo de burla en su voz, pero al notar el rostro de Jacob totalmente indiferente, se preocupó de cierta forma. – ¿Qué te sucede, Jacob?– intentó averiguarlo por su propia cuenta, pero sólo pudo recibir una descarga total de pensamientos sin ningún tipo de orden en especial, por lo cual terminó frustrado y no quedaba más que preguntar.


–Ya no se qué hacer con Seth. Su mamá y su hermana están desesperadas, ya no saben que más hacer para que él este mejor y yo… sólo tengo una opción… quizás él termine odiándome si lo hago o él solo termine odiándose por lo que hará. – Jake pasó sus dedos por su cabello oscuro mientras cerraba los ojos, era una situación que ciertamente le causaba verdaderos dolores de cabeza sin exagerar en algún punto.


–Creí que todo ya se había calmado con el niño, veo que no. – Jake elevó la mirada fijándola sin interés alguno en el vampiro.


–Hay muchas cosas que los vampiros no saben de los lobos con relación al amor. Y déjame decirte que no es nada fácil. Para un lobo… ese caso es muy difícil de tratar si no se lo hace de forma delicada. – Edward no comprendió bien a qué se refería, tenía que admitir que no sabía mucho de hombres lobo ya que no era usual que un vampiro y uno sean amigos. Cuando llegase a casa averiguaría un poco más, quizás esa sería su distracción por algunas semanas.


–Entonces si aceptas que Seth está muy enamorado de Emmett y viceversa. – No sabía si era un buen comentario o malo ya que el lobo no demostraba signos de nada. Era un típico poker face. Y era exasperante. – ¿Cuál es tu plan?– una mejor idea era cambiar el rumbo de la conversación y volver a terreno seguro.


–Cullen, lo único que aceptaré será que el chupasangre de tu hermano aún siguen en mi lista. Mi idea no te incumbe de cierta forma, pero… sólo diré que haré que Seth ya no sienta más dolor y tampoco amor. Es un precio muy alto. – dejó su  texto a un lado mientras pasaba ambas manos por su rostro intentado calmar todo el tema en su mente.


–Entonces no lo hagas, siempre hay mas formas de poder solucionarlo. No le quites ese primer amor a Seth, eso te convertiría en alguien que no es su amigo de verdad, que no desea su felicidad. –


–Esa felicidad está vetada por la propia naturaleza, Cullen. Yo no soy el malo aquí. ¿Y me hablas de amigos? Tu quien solo conoces a su familia y a los lobos de la reserva. – Jacob soltó un bufido de forma ladina por su propio comentario, deseaba poder mofarse del vampiro en ese momento y lo había logrado sin ningún tipo de esfuerzo de por medio.


–Mi condición no me permite de hacer amigos. –


–Uno mismo es quien no se permite nada y uno mismo es el que si lo hace. A veces es bueno arriesgarse, Cullen. No seas un vampiro de 100 años amargado, tienes la apariencia de uno de 18 años, entonces actúa como tal. Haz más amigos o por lo menos que ellos crean eso. – Edward pensó un poco en lo que había dicho el chico frente a sí, por lo que solo terminó asintiendo con la cabeza sonriendo de forma torcida a dicho comentario, el ser un vampiro y relacionarse con humano de forma tan libre era peligroso, tanto ambos, si ellos se enteraban de su condición, entonces habría que eliminarlos, y si esos humanos terminaban por contárselo de forma rápida a alguien más, los Vulturi vendrían por su cabeza por osar desafiar sus leyes.


–Seguiré tu consejo y tu sigue el mío, no le quites a Seth algo por lo cual sufrió tanto para poder tenerlo, no importase que fueran solo segundos, Seth lo hizo con esfuerzo y obtuvo el corazón de Emmett, no se lo quites tan fácil. – luego de aquellas palabras, Jacob no quiso volver a comentar sobre aquello por lo que cogió su libro de ciencias y continuó en lo que se había quedado, sólo restaba una semana para unos exámenes y con eso terminaba la ayuda de Cullen.


El lobo tuvo que admitir que la ayuda que le brindó el vampiro fue bastante buena ya que sus trabajos pendientes se resolvieron rápido pero de igual forma explotaría a Cullen un poco mas hasta los exámenes donde podría por fin descansar y retomar su vida habitual; donde no se encontraba un vampiro en su vida ni camino.


La conversación con Edward le hizo pensar mucho en lo que Seth había tenido que pasar solo para poder estar con ese asqueroso vampiro, sabía que no podría quitarle eso a Seth. Nunca se perdonaría quitarle su primer amor junto a un primer beso, borrar esas emociones de él de forma tan fácil sería algo que… no se podría explicar con simples palabras. Sería casi jugar a ser Dios. Mientras ingresaba a la habitación de Seth esa madrugada para suplir a Paul, pensó bien en lo que haría, aunque odiara si quiera pensarlo y más aún decirlo, le daría una oportunidad única y valiosa a aquel vampiro. Sus ojos se quedaron mirando el rostro de Seth, totalmente dormido mientras él decidía a jugar a ser Dios dando y quitando oportunidades a los individuos que estaban envueltos en algo doloroso como lo es el amor. Sus dedos pasaron por el cabello de Seth y notó como esa carita infantil se transformaba con el pasar del tiempo, pero queda aún algo de ese niño soñador, de ese niño que no sabía lo que era maldad en su vida.


–Sólo una última oportunidad, Seth, sólo una le daré y espero que ese vampiro sepa sacarle toda la oportunidad que tenga o si que terminaré matándolo o quizás mentándome a mi por la idea que tuve. Sólo quiero verte feliz y aunque me duela reconocerlo ese chupasangre te da toda la felicidad que puedas necesitar. – Seth frunció el ceño en medio del sueño y se removió un poco, acercándose más a Jacob, quien gustoso sonrió por ese acto, pasaran 5, 10 o 40 años, Seth nunca quitaría de si mismo esa hermosa aura de inocencia, y ahora más ya que nunca llegaría a la apariencia de uno.


Jacob soltó un suspiro mientras cerraba los ojos, en la mañana sería el día de suerte de Emmett Cullen.


Los gritos de Seth se hicieron presentes una vez más en esa noche, y Jacob nuevamente estuvo ahí para cuidar de sus sueños, aquel hermano mayor estaba más que preocupado por el hecho de que Seth casi no tenía voz, y si gritaba una noche más sus cuerdas vocales terminarían por destruirse completas a causa del empeño que pone en soltar su dolor en esos gritos que a cualquiera llegaría al alma. Aunque el menor no deseara ir a un doctor, lo haría, más por el hecho de ver esas cuerdas vocales, que le asustaba tanto al punto de pensar que Seth de tanto gritar terminaria por quedarse sin voz alguna, ya que había dañado de forma permanente sus cuerdas vocales.


Una nota mental para Jacob; Era el día de suerte de Emmett McCarthy o Emmett Cullen y quizás no el día de suerte de Seth Clearwater quien tenía que ir a ver esas cuerdas vocales a un dodctor, esa garganta en mal estado después de tantos gritos.


“Sólo unas horas más, Seth, sólo unas más para ver si lo que haré es buena idea o es solo una total estupidez y termines odiandome por elresto de tu vida. Sólo espero que ese vampiro no termine hechandolo a perder por que juró que terminaré matandolo a él y luego a mi por mi idea. Sólo unas horas más, Seth, hasta ese entonces, duerme, un poco más, refugiate en ese lugar donde ni la imprimación ni nada te esté dañando. Hazlo por unas horas más.”

Notas finales:

¡Hola! :3 aedasdasdasdasd

Lo sé, me perdí por no se cuanto tiempo ;;; y lo siento mucho, he leido cada uno de sus reviews :D y me encantaron cada uno de ellos, los respondere cuando antes :D asdasdsa actualice hoy ya que terminé tooooodo lo que la Universidad me hechó a la espalda :D junto a mi congreso internacional :3

Y porque recien acabo de mirar el primer cap de JunJou Romantica :3 -le salen corazones del cuerpo(?)- adasda ;;; Sólo quiero ver a la pareja Terrorista y muero. -Se pone gey!-

Gracias por leerme a esos lectores fantasmitas y a quienes me dejan un hermoso review! Los amo a todos :3 asdasdsa

Para las personitas que querían un poquito mas de Edcob/Jakeward -nunca sabré quien muerde la almohada en ellos dos(?) :v-

ESPERO MUCHOS REVIEWS PARA PUBLICAR PRONTO

¡Panditerroristas al Poder!

¡TSC al Poder!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).