CAPÍTULO VIENTIDOS: Puntos claro y ciegos
Ese día, Jacob decidió ponerle un alto a Bella, estaba comenzando a fastidiarle que la humana le llamara a cada media hora preguntándole como estaba, y si era de día, ya le estaba preguntando cómo es que había amanecido y si ya había desayunado, y si ese no era el caso ella le invitaba a desayunar a su casa o mejor aún ella podía ir a la casa de los Black y cocinar algo para ellos. Eso fue lo último que Jake pudo soportar y fue cuando decidió dar un paseo con Bella. Ese día en la tarde decidieron dar un paseo, o por lo menos fue el lobo quien le dijo que saliera pero no era para algo lo que Bella estaba pensando.
–Es bello aquí. – dijo mientras caminaba por aquel sendero junto a Jacob quien solo caminaba a su lado, vestía una sencilla camiseta negra junto a unos pantalones jean gastados y unos zapatos negros. Jacob se limitó a asentir con la cabeza mientras continuaban caminando. Había un enorme lago por donde caminaban, el clima lo hacía aún más hermoso. –Oye supe que Alice dará la fiesta de graduación y tu estas invitado según pude saber por parte de Jessica y Angela. – Jacob hizo una pequeña mueca, él lo sabía, desde hace unos días que se encontró con la pequeña vampira mientras ambos cuidaron de Bella y Seth una de esas noches se lo dijo y él aceptó por la insistencia de la pequeña mujer quien le dio un abrazo sin importarle su olor. –Así que sabías. – dijo por último la humana mostrándose algo triste ya que Jake no se lo había contado.
– ¿Qué?– dijo Jacob intentando saber lo último que dijo Bella ya que no le había escuchado muy bien. Soltó un suspiro, las cosas no estaban yendo muy bien, quería ponerle el alto de una forma que no hiera sus sentimientos pero era difícil. –Quería hacer esto de una forma diferente, más simple, pero ya no tengo tiempo. –
– ¿Para qué?–
–Tienes que escucharme claro, Isabella. Darte cuenta de lo que estás haciendo en este momento con tu “elección”. – la humana iba a replicar pero Jacob continuó hablando por lo que Isabella dejó pasar esa falta por esa vez. Pero Bella decidió hablar.
–Estoy enamorada de ti Jake. – el mencionado se quedó quieto sin saber bien que hacer por lo que solo asintió soltando un suspiro.
–Creí que entendías que estoy empezando una rara y tabú amistad con Cullen, y sinceramente no quisiera perderla. Desde que te fuiste han pasado muchas cosas, Bella. – la mencionada sonrió bajando la cabeza.
–No lo puedo creer. – soltó mirando con una sonrisa desencajada todo lo que su amigo le había dicho.
– ¿No crees qué? Han pasado muchas cosas que me han demostrado que… solo te veo como una amiga, solo eso, si quizás… te hubieras quedado en Forks las cosas hubieran sido diferentes, así lo siento. –
–Tú sabes que sietes algo más por mí, desde que éramos niños lo fue. Solo que ahora no quieres admitirlo a causa de esa ridícula amistad que tienes con Edward. No me rendiré voy… a pelear por ti Jake, sé que me amas… eso… eso no lo puedes negar. Una vez me dijiste que pelearías por mí hasta que mi corazón dejara de latir, nunca supe de donde sacaste eso o quien te lo dijo pero hoy te digo que mi corazón es tuvo y no descansaré hasta que tú lo recibas. Sé que cambiaras de opinión con todo esto. –
–No no lo haré. – sentenció Jacob algo cansado de pelear con Bella sin si quiera haber llegado a un punto claro. –Se bien claro lo que quiero y lo que te estoy diciendo. –
– ¿Y tu manada sabe que tienes una amistad con Edward? Lo suponía, Jake es casi como estuvieras escogiendo entre él y yo, y sé que conmigo no tendrías que escoger, nunca seré un vampiro, estaré a tu lado siempre por que te amo, viviría esa vida normal que se que siempre quisiste para mí. – Bella cogió la mano de Jacob y la llevó a su pecho donde estaba su corazón y le miró a los ojos mientras que el lobo se sentía algo incómodo en esa posición. –Nunca seré como ellos Jake, siente, carne, hueso, calor humano. Soy humana y quiero estar a tu lado. – Jacob giró en dirección a la humana y esta aprovecho para coger de las mejillas al licántropo y acercarle para darle un beso, la diferencia de estaturas era notable pero aún así Bella continuó con el beso a lo que Jacob en un inicio pensó que le podría seguir aquel movimiento pero no pudo y terminó alejando el rostro pero la humana fue insistente y continuó y Jacob no terminó midiendo su fuerza al sujetarle de una de la manos para detenerla y se escuchó un claro sonido de huesos rompiéndose, la humana ahogó el dolor mordiéndose el labios y Jacob no tuvo más que ayudarla a subir a la camioneta sin decir mucho mientras Bella se tocaba la mano y en ocasiones la escondía casi como queriendo mitigar el dolor. el lobo solo envolvió su mano en una venda que tenía en el botiquín de aquella camioneta, había aprendido algunas cosas de su padre y el vendaje sirvió para que los huesos volvieran a su lugar pero el dolor estaba ahí.
Jacob nunca se sintió tan tonto por lo que había hecho, había olvidado que Bella no era un vampiro o un lobo y terminó usando más fuerza de lo que un humano pudiera soportar, el camino hacia la casa de la humana fue muy silencioso y Jacob solo soltó una disculpa y como respuesta solo obtuvo un “Si Emily recibió las garras de un lobo, yo puedo con esto.”
Cuando llegaron a la casa de Bella, Jacob se dispuso a bajar, él solo pensaba en dejarla en su casa y luego ir se a su hogar para continuar cuidando de sus tierras junto a su manada, pero luego vio una camioneta acercarse y supo que era el vampiro por lo que tiró la puerta de la camioneta de su padre cerrándola, algo le decía que el vampiro creía que fue él quien la besó, cosa que no era verdad, en esa oportunidad era Jacob la víctima.
– ¡Si la vuelves a besar te juro que…!– Edward sostuvo con fuerza el brazo del lobo girándolo para que lo mirara a los ojos, notándose ese negro profundo.
– ¡Yo no la besé!–
– ¡Basta no hagan esto frente a mi casa!– Bella se sentía preocupada, pero de alguna forma también feliz, era como volver a lo mismo de tiempo atrás, donde dos chicos muy atractivos peleaban por una chica que se consideraba fea, tonta y que era muy torpe, todas las ridículas características que tiene toda pareja de un ser mitológico como un vampiro o un lobo. Unas tontas características.
– ¡… esta vez no responderé!– concluyó Edward ignorando a Isabella.
– ¡Ya te dije que yo no la besé, solo está confundida, ella no sabe lo que quiere!– ambos se miraban a los ojos de forma molesta, Edward no sabía bien si se sentía molesto porque ella lo hubiera besado o porque fue Jacob quien no la detuvo a tiempo, quizás su enojo lo estaba desquitando con la persona errónea.
– ¡Hey! ¡Oigan Oigan, tranquilos muchachos! Tómenlo con calma. – Billy salió rápidamente al oír los gritos y observó a Edward afuera cosa que le alarmó más. Separó de inmediato a ambos parándose en medio de los jóvenes. – ¿Oyeron?– Charlie miró a su hija quien solo se mordía el labio y se mantenía al lado de Jacob, cosa que no ayudaba tanto al chico si es que quería defenderse que fue Bella quien lo había besado. – ¿Qué ocurre?– preguntó para saber algo más del tema y querer ayudar ambos para llegar a un punto medio donde todos podrían salir ganando.
–Yo… uhm… besé a Jacob, papá. –la humana habló haciendo que su propio padre se quedara pensativo con la noticia que acababa de recibir, miró a su hija y se quedó pensando en que decir. Charlie lo veía como si su hija quisiera algo con Jacob pero que al parecer a Edward no le agrada la idea ya que siente algo aún por su hija. Algo tenía de cierto y algo de falso. –Y… me rompí la mano… cuando Jacob intentó detenerme para que dejara de hacerlo. Fue… un mal entendido, papá. – todo se quedó en silencio y lo único que se podía oír era el sonido de grillos a su alrededor, Jacob miró hacia otro lado no queriendo sentir la mirada de Edward encima suyo cuando Isabella comenzó a relatar lo que había sucedido para que los tres terminaran en esa pelea verbal.
–Le coloqué un vendaje, solo… parece ser una torcedura que sanará rápido, supongo que… tuvo suerte y me disculpo, Charlie. – el mencionado no sabía que decir, técnicamente fue su hija quien tuvo la culpa y quizás un poco Jacob al defenderse. El sheriff pidió que todos se retiraran, Bella entró en la casa sin mirar a ninguno de los dos, y Charlie esperó a que Edward se fuera primero, una vez vio que desapareció por completo recién dejó ir a Jacob quien nuevamente pidió disculpas por lo sucedido, Charlie solo asintió mientras entraba a su casa rascándose la nuca. Cada día los jóvenes estaban locos.
Jacob se sentía mal por haber utilizado su fuerza en Bella sin proponerse pero ya era demasiado el hecho de que lo besara sin su consentimiento, pero también rondaba en su mente que eso era lo que quiso siempre pero lo rechazó diciendo que lo hacía porque Edward era su amigo. Vaya que debía estar un poco mal de la cabeza como para arruinar una excelente oportunidad con la chica que amó una vez.
Y fue por Cullen que no seguí… por ese vampiro con complejo de diamante rechacé a Bella.
Jacob frenó cuando vio la camioneta de Edward aparcada a un lado, estaba fuera de esta con los brazos cruzados, el lobo soltó un suspiro mientras apagaba el motor y salió del vehículo aun sin saber lo que le esperaría, quizás ese vampiro aun sentía algo por la humana y Jacob había desperdiciado la oportunidad de su vida junto a Bella.
–Lo diré una última vez, ¿Por qué la besaste?– Jacob chasqueó la lengua girando la cabeza hacia otro lado sin comprender porque el vampiro se enfrascaba en esa única alternativa.
– ¿Acaso no escuchaste a la propia Isabella lo que dijo? ¡Ella fue la que me besó a mí!– elevó la voz para desear sentirse escuchado y ya no ignorado. – ¡Ya entiéndelo! Te dije bien claro que pretendo arruinar esta extraña amistad, te considero mi amigo y… Bella quedó para mí en el pasado. Solo es una amiga de la infancia, nada más, Edward. –
–No quiero que la beses… no quiero que ella te bese… no me gusta, cuando supe de eso… solo… ¡ah!– soltó un sonido de querer parar con todo en su vida.
–Quizás… aun sientas algo por ella… quizás aun sigues enamorado de ella por ello fuiste y armaste toda una escena de celos. –
–No te confundes en eso… arme toda una escena de celos pero… sé que no estoy enamorado de ella, ya no y quizás nunca lo estuve. – el vampiro se incorporó de aquel auto y dio algunos pasos hacia el lobo quien le miraba confundido, no sabía que pensar.
–Aun cuando creo poder comprender a los vampiros, sé que no, nunca voy a poder comprenderlos por tener complejo de diamante. – dijo sin pensar en que Edward sonriera a lo dicho y se acercara aún más.
–Solo… pido tu perdón por mi actuar, se que fue totalmente fuera de contexto, aún escuchando que Isabella lo había hecho. – Jacob le miró como si no hubiera entendido nada, lo que más odiaba era esa forma de hablar, tan propia que hacía que sintiera que hablaba con los del siglo XVIII.
–Aceptaré las disculpas solo si dejas de hablar de esa forma, sabes que no me gusta que lo digas con tanta propiedad, me haces sentir “en tus tiempos”. – el vampiro asintió manteniendo aquella sonrisa avergonzada. –Guarda tus celos cuando sean necesarios, ahora Charlie debe de pensar que aún amas a su hija y por eso te exaltaste. –
–Yo… me disculpo en todo caso. – fue en ese momento que un pensamiento por parte de Jacob se escapó hacia el lector de mentes: “Y fue por Cullen que no seguí… por ese vampiro con complejo de diamante rechacé a Bella.” Edward le miró algo sorprendido por lo escuchado en su mente, se paró lo suficientemente cerca como para mirar el rostro ahora más tranquilo del Beta de la manada. – ¿Rechazaste a Isabella por mi?– preguntó sin dejar de mirarle a los ojos, Jake por su parte solo pasó saliva haciendo que su manzana de Adán se moviera de una forma muy sensual, ese movimiento era tan excitante que fue entonces cuando Edward se percató que había estado con el lobo todo ese tiempo y casi no se incomodaba por el olor de este.
–Te dije que… no lo arruinaría si es que teníamos una amistad y cumplí con mi parte del trato, ahora tú procura no arruinarlo. – el vampiro retrocedió un paso desviando la mirada.
–Lo prometo no arruinarlo, por lo menos en un futuro pero no ahora, ahora quiero arruinarlo como se debe. Como escuché, “tomar el tren equivocado y perderme.” – Jacob frunció un poco el ceño sin comprender a que se refería el vampiro, y con un rápido y ágil movimiento había tomado la nuca del lobo acercándole lo suficiente para posar sus labios encima de los del lobo, este solo se mantuvo quieto con los ojos abiertos, intentando procesar lo que el frío estaba haciendo y antes de que Jacob terminara hecho un lobo totalmente enojado, Edward se separó y a un velocidad propia de un vampiro ya estaba dentro de su camioneta, encendiendo el motor y dirigiéndose a su hogar, él no era de tener impulsos como esos, simplemente algo en su interior le había dictado que lo hiciera y así lo hizo, sentía una increíble adrenalina correrle el cuerpo y sonrió como idiota recordando ese momento, tocándose de vez en cuando los labios mientras conducía.
Los lobos tenían una temperatura bastante alta y Edward pudo averiguarlo con un solo beso. Aunque sabía que quizás Jacob nunca más le volviera a hablar luego de su arranque de adrenalina.
Era un precio que podía pagar.
***
Los gritos y gemidos de dolor por parte de humanos siendo la comida de neófitos se escuchaba por todo el lugar, Riley estaba más que enojado por la actitud incontrolable de los “recién nacidos”. Eran totalmente insaciables y no se limitaban en nada. Por otro lado, desde lo alto de un edificio, se observaba a los cuatro vampiros que eran los favoritos de los tres Vulturi, todos como siempre vestidos de negros haciendo resaltar aquella blancura en la piel y esos ojos rojos junto a un brillante colgante con la letra “V” en este. Jane, Alec, Felix y Demetri observaban a los neófitos alimentarse con tanto ímpetu y como es que aquel vampiro Riley se le agotaba la paciencia con estos.
–Ya han llamado demasiado la atención. – mencionó con voz sepulcral Demetri.
–Igual que nuestra inacción. – Alec giró a ver a Félix quien había hablado hasta ese entonces mostrando su disconformidad con todo lo que estaba pasando. –Temo que pueda cuestionarse la efectividad de los Vulturi. –
–Déjalos. – Habló la única mujer del grupo, aquello fue lo que no le agradó al vampiro más alto de todos, Félix, quien apretó los labios para luego girarse y caminar algunos pasos dando la espalda a todos y fue cuando volvió a hablar deteniéndose.
–Deberíamos consultar con Aro. –
De un momento a otro Jane giró sin ningún tipo de expresión en el rostro y fue cuando el vampiro alto se quebró de un momento a otro, jane estaba ejerciendo su don en él, la pequeña mujer odiaba que le cuestionaran, todos sabían que si Aro no estaba, entonces era Jane la de las decisiones. Félix solo pudo aguantar ese dolor que le estaba partiendo a la mitad.
–Sus decisiones han sido vistas. – se refirió a que Alice ya había visto lo que Aro estaba por hacer. Dejó de ejercer su don y el vampiro terminó en el suelo de golpe. –Yo voy a decidir. – no era extraño que Jane ambicionaba ser alguna vez parte de los tres grandes vampiro que estaban en lo alto de todos los inmortales en la faz de la tierra, deseaba poder sentir todo ese poder, tal y como Aro, su mentor y lo consideraba como su padre.
–Decide entonces. – habló su hermano Alec colocando una mano sobre su hombro, aquel gesto mostraba que solo la pequeña mujer confiaba en su hermano y en Aro, eran los únicos. –Ya es hora. –
–Así es. – se giró colocando sus manos encima de aquel ras del balcón que funcionaba como barandilla. Miró a todos esos neófitos que aún se alimentaban sin reparo alguno. –Podemos dejas que hagan lo que se supone que harían o los acabamos. – Ella estaba segura que Aro deseaba tener a Edward y a Alice como uno más de sus tesoros dentro de la guardia de los Vulturi, pero no solo a ambos, ambiciona ver en que se convertiría Jacob cuando lo transformaran, como es que su don se desarrollaría y también quería saber del hermano menor de éste, Seth, necesitaba saber si es que ese niño tenía para desarrollar algún don, siendo hermanos era un hecho que si, según la lógica de Aro. De alguna forma y aunque la misma Jane no lo quisiera, tenía que obedecer a los placeres de su amo y señor Aro Vulturi. –Decisiones, decisiones. –
***
Ese día era la graduación, los hermanos Cullen nuevamente se graduarían. Los Cullen se prepararon, Los tres hermanos se colocaron sus trajes por debajo de aquella toga color anaranjado, cada uno de ellos se les veía totalmente atractivos a la vista de las estudiantes que ya andaban tristes porque sería el último día que verían a los hermanos Cullen. Así como también por parte de las mujeres, solo Alice llevaría esa toga, Rosalie se negó a hacerlo y prefirió quedarse en casa hasta que toda la fiesta de graduación iniciara y de ahí ella se iría a cazar y a pasar el momento, no quería estar cerca de humanos y menos sabiendo que Alice había invitado a Jacob y que este traería al pequeño de la manada.
Todos estaban aún parados hablando con sus familiares y amigos que habían asistido para la ceremonia. Esme y Carlisle estaban emocionado de cierta forma porque sus hijos habían vuelto a graduarse con éxito, era lo único normal que podían experimentar en ese momento; sus hijos graduándose, a cualquier padre llenaría de orgullo ello, pero por las innumerables veces que ellos lo habían visto, era casi como el anterior y el anterior y el anterior después de ese.
En pocos minutos la ceremonia dio inicio y fue turno de Jessica quien daría el discurso de ese día tan especial.
–A los cinco años nos preguntaron que queríamos hacer al crecer, respondíamos cosas como astronauta, presidente o en mi caso una princesa. – los presentes soltaron algunas risas por lo escuchado. –A los diez años preguntaron otra vez, respondíamos rockero o vaquero, o en mi caso ganadora de una medalla de oro. – nuevamente las risas se hicieron escuchar y fue cuando la humana continuó sabiendo que llegaba el clímax de su discurso. –Pero ahora hemos crecido, quieren una respuesta seria, bueno, que tal esta “Quien diablos sabe”. – el púbico en especial los jóvenes estallaron en ovaciones por lo dicho. – Este no es el momento de tomar decisiones duras, sino el de cometer errores, tomar el tren equivocado y perderte en algún lado, enamorarnos… mucho. – Emmett soltó una sonrisa por ello observando sus manos pensando en su querido Seth. –Estudiar filosofía con lo que no se puede tener una carrera. Cambiar de idea y cambiar otra vez porque nada es permanente, cometamos todos los errores posibles, así cuando nos pregunten qué queremos ser no tendremos que adivinar, lo sabremos. – el publico estalló en aplausos por aquel gran discurso, Edward tenía que reconocer que en esa oportunidad la humana se había lucido con aquello. Luego de la entrega de diplomas y las respectivas fotos, todos los invitados comenzaron a dirigirse en sus autos hacia la casa de los Cullen donde sería la tan afamada fiesta de graduación.
Emmett se quitó aquella toga infectada con la fiebre amarilla, según él, y se fue rápidamente a la casa, esperaba que Jacob trajera consigo a su cachorro, necesitaba verlo, habían sido algunos días desde que lo vio y estuvo a su lado. Casi sentía la ansiedad corriéndole por todo el cuerpo sobre la piel. La fiesta comenzó y todos los jóvenes estaban felices por todo aquello, de alguna forma su sueño de conocer el lugar donde vivían los chicos más populares del instituto de Forks se había hecho realidad, era como conocer Disneyland.
Emmett se alejó de todos quedándose en uno de los balcones de aquella casa mirando hacia el bosque, si el niño no iba hacia aquella fiesta, entonces ambos podrían encontrarse en el límite del tratado de lobos y vampiros, las ansias lo estaban matando lentamente, y agradecía no tener a Rosalie tras suyo molestándole aún más. Apoyó los antebrazos en la barandilla de madera mientras se despeinaba un poco por las ansiedad que tenía.
Isabella llegó a la fiesta vestida solo con unos jeans y una camisa con las mangas tres cuartos, odiaba y seguiría odiando los vestidos. Se encontró con Jessica y Angela con las cuales conversó un poco y hasta bailaron a pesar de la incomodidad que sentía ya que sentía la mirada de Edward sobre ella, pero Bella olvidó ello cuando giró el rostro y observó a Jacob entrar junto con Seth, Embry yQuil. Los tres chicos últimos dieron su espacio cuando la humana se acercó y sonrió a chico mordiéndose los labios y solo susurró un “Lo siento por todo”. La humana intentó abrazarlo pero fue cuando por encima de la cabeza de esta, Jacob vio la mirada fulminante de Edward sobre Bella y decidió alejarse por auto reflejo, desviando la mirada del vampiro, aún no sacaba una conclusión de porque el vampiro había hecho todo aquello esa noche luego de dejar a Bella en su casa.
Por su parte Seth se mantuvo en medio de ambos chicos hasta que un par de chicas se acercaron a Embry y Quil para bailar a lo que ambos accedieron ya que no querían estar llenos de problemas, ellos solo querían divertirse si quiera por esa noche, pero seguían manteniéndose alerta. El menor de todo se quedó ahí sin hacer nada mientras dio cortos pasos caminando en medio de la gente quien en oportunidades le empujaba terminando en un lado de aquella casa algo mas despejada sin tanto jóvenes bebiendo y bailando pero la música aún se escuchaba; Seth vio a quien no pensó ver ya que no había sentido la presencia de la rubia. Emmett estaba frente a él a unos 5 metros de distancia vistiendo una camisa azul remangada hasta los antebrazos con una corbata negra delgada no tan anudada haciendo juego junto a un chaleco de sastre claro y unos jeans oscuros haciendo un excelente juego de colores y junto a aquel cabello desordenado y sonrisa ladina que poseía.
El vampiro no esperó más y se acercó a grandes pasos hacia el menor rodeándole por la cintura haciendo que el niño colocara sus brazos alrededor de aquel formado cuello masculino, escondiendo su rostro en este, sus pies ya no estaban en el suelo mientras era sujetado por el vampiro.
–No tienes idea de cuánto es que te extrañé, Seth. – murmuró el vampiro solo para ambos y fue cuando se alejó de aquel cuello que desprendía un exquisito olor que le tentaba a pecar, miró el rostro del niño y solo se acercó a darle un beso, juntando sus labios y moviéndolo en ocasiones, no quería incomodar a su cachorro, no quería apresurar las cosas aunque su cuerpo le pidiera otra cosa.
–Alguien pudo haber visto que… me… besaste. –
–Ahora eso es lo que menos me importa, solo… quiero estar contigo, a tu lado, abrazarte hasta que Jacob venga por ti y te lleve a casa, solo te tendré por un par de horas y no quiero desperdiciarlas. – Emmett volvió a posar sus labios sobre los del niño sintiendo su respiración tan cerca y su corazón latiendo con fuerza lo que hacía que su sangre fuera más rápido hacia su corazón, la velocidad se hacía más violenta; a pesar de haber pasado ya bastante tiempo Emmett no se acostumbraba a ese delicioso olor que el menor presentaba cuando estaba con él, quizás todos los vampiros podían sentirlo pero solo era MCarthy el afortunado de tenerlo tan cerca y solo para él.
Pasaron ese momento entre abrazos y pequeños besos.
–No pienses que te he perdonado, aun tengo en claro lo que pienso hacer, Emmett. Esto… no cambia mi decisión. – dijo el niño mientras colocaba sus antebrazos sobre el barandal mirando hacia los arboles que estaban frente a él y como el viento los movía de forma armónica mientras Seth solo sentía cada movimiento de forma clara y tranquila, era lo que le encantaba de poder ser un lobo, todos esos sonidos que podía escuchar de la naturaleza.
–Se que fui un completo idiota, Seth, lo sé y lo sé bien, pero como ya te dije, solo quiero una última oportunidad. Esta vez solo seremos tu y yo, juro que ni si quiera tu manada tendrá que meterse o mi familia. Solo… te pido una oportunidad. – giró al niño tomándolo de los hombros. Y mirándole a los ojos.
–Aunque te diga que si… no me gusta faltar a mi palabra. Y menos cuando prometo algo. – murmuró el niño desviando la mirada. Cerró los ojos y solo rodeo con sus brazos el torso de su imprimación abrazándolo lo más fuerte que podía. Estaba convencido de que realmente lo amaba, de que no quería estar lejos de él nunca más pero tenía que cumplir con su palabra, no podía fallar y quedar como un cobarde frente a Rosalie. –Sólo… prometo que después de que termine… todo estará mejor, Emmett. – eso al vampiro casi le sonó a despedida, quiso protestar pero Jacob los interrumpió pidiendo que ambos fueran con él, ya que habían noticias por parte de Alice que debía de informar a todos.
Los dos chicos se separaron y caminaron hasta un lugar más alejado de la casa de donde se concentraba la fiesta de graduación. Cuando ingresó junto a Emmett, vio al Dr. Cullen, Alice, Jasper, Jacob Embry, Quil, Edward y por último Isabella que se había sentado al lado del médico de la familia. Seth observó a los presentes y por último se colocó al lado de Emmett quien se mostraba serio; no siempre estaba su familia reunida a menos que sea algo de total importancia.
Fue cuando Alice comenzó a hablar.
–Hace unos minutos tuve una visión. Y… la decisión se ha tomado, ellos no piensan ir a Seattle, ellos vendrán hacia acá. – habló la pequeña mujer atenta a todos los que estaban presentes. –Llegarán en cuatro días. –finalizó Alice.
Carlisle estaba preocupado por la situación, no quería a nadie de su familia lastimado y ello contaba a Seth, y aunque quisiera obviar, también a Isabella. Su caminar era de un lado hacia otro pero terminó por decir algunas pocas palabras. –Esto será un baño de sangre. –
– ¿Quién planeó esto?– preguntó Edward hacia su hermana queriendo saber el porqué de toda esa situación.
–En mi visión no reconocí a nadie, tal vez a uno. – mencionó lo ultimo un poco dubitativa y fue suficiente para que Edward pudiera ver de quien se trataba. Lo había visto cuando se encontró con Jacob en el lugar de trabajo del señor Swan.
–Conozco su cara, es de aquí. Riley Biers. Él no empezó esto. –
–Quien haya sido se mantiene alejado. – dedujo de forma hábil Alice elevando un poco el mentón al pronunciar las palabras.
–Está jugando con los puntos ciegos de tu visión. – Carlisle era un vampiro que sabía lo suficiente -gracias a los Vulturis- como para darse cuentas de muchas cosas, en esa ocasión era que aquel muchacho estaba informado con relación a los dones de cada uno de sus hijos.
–De cualquier forma un ejército viene y no somos lo suficientes para defender la ciudad. – Jacob pasaba la mirada por cada uno de los que había hablado sin comprender bien de lo que estaban hablando, era casi como si los estuvieran excluyendo a cada uno de los lobos.
–Esperen… ¿De qué ejército hablan? – preguntó Seth para querer enterarse de una buena vez de lo que estaban hablando todos en aquel lugar, las cosas que habían dicho los vampiros de aquella casa lo habían confundido bastante, tenía entendido que algunos de la familia Cullen tenían dones pero… ¿Un ejército de vampiros estaba en camino a Forks? ¿A qué ejercito se referían?
–Neófitos. – le respondió el líder del clan Cullen. –De los nuestros. –
– ¿Qué es lo que buscan?– intervino Embry.
–Pasaron algo para olfatear a Seth, un pedazo de chaqueta, se notaba rasgada, casi como si… –
–… Lo hubieran hecho rápido. – concluyó Seth al pensamiento que tenía Alice en ese momento.
– ¿Buscan a Seth?– preguntó Jacob preocupado de que ahora todo un grupo de vampiros recién nacidos quisieran herir a su pequeño hermano. – ¿Cuál es su propósito?–
–Es una pelea muy fea. – Carlisle elevó su mirada al momento de hablar hacia el beta de la manada de forma casi derrotada por toda la situación. –Se perderán vidas. – Jacob pasó saliva mirando hacia el vampiro quien casi intentaba ser razonable para que en ese momento dijeran algo como que esconderían a Seth y a Bella mientras la familia Cullen terminaba con aquellos neófitos y con quien estuviera detrás de todo aquello.
Jacob giró el rostro hacia Embry y Quil quienes soltaron un suspiro y asintieron de forma leve con la cabeza, ambos sabían que la decisión de Sam sería la de dar pelea contra algunos cuentos vampiros, ya que nunca cederían su terreno a tales criaturas. Luego fue hacia Seth quien le miró casi suplicante para que se negara, haciendo ligeros movimientos de cabeza en forma negativa. Jacob sentía que se la debía y nunca terminaría de pagarle a Seth por no estar a su lado cuando aquellos brabucones lo golpearon hasta dejarlo casi muerto, gracias a eso fue que conoció a Emmett, su imprimación; si tan solo hubiera estado para él, quizás, solo quizás… Seth no hubiera imprimado tan joven o quizás nunca lo hubiera hecho. –De acuerdo. – giró la cabeza hacia el doctor de la familia observándole al dar su respuesta. –Nos apuntamos. –
–No. Los matarían a todos, no… no quiero. –dijo de un momento a otro la única humana de aquella reunión negando fervientemente con la cabeza, se acercó hasta el hombre lobo y le tomó del brazo, pero este solo atinó a ignorarla; Edward observaba todo aquello sin estar tan seguro de que fuera bueno para Bella estar tan cerca de Jacob, tenía en mente que había besado a aquel lobo y que este no mostraba inquietud alguna, pero su mente le había bloqueado de alguna forma el acceso, mostraba miles de imágenes a una gran velocidad por lo que terminaba de frustrarle, deseaba saber que era lo que estaba pensando en ese momento pero no podía.
–Yo no te pedí permiso. – dijo casi de forma molesta Jacob elevando un poco la mirada para observar al vampiro de cabello color cobrizo sonreír de forma tenue a tal comentario.
–Seth…– Isabella quiso ayudarse de la única persona que podría hacerle entrar en razón en ese momento, pero el niño estaba mirando hacia el piso muy concentrado en su imaginación, viéndose a si mismo muerto en manos de vampiros o quizás parte de la familia de su imprimación muerta por su culpa, o peor aún… su imprimación muerta por su culpa.
Emmett observó al mismo tiempo que Jacob a la humana de una forma no muy amigable.
–Si es así… entonces yo también tendré que ir con mi manada. – habló el pequeño de la manada algo asustado por las decisiones que se estaban tomando y Jacob estaba en todo su derecho de aceptar, era el Beta.
–No, no irás. – habló Emmett mirándole de forma dura, nunca arriesgaría de esa forma a su cachorro, antes muerto.
–La prioridad es que no encuentren a Seth… y a Isabella. – habló Jacob con algo de enojo en sus palabras. –Aún sin su ayuda somos bastantes como para apoyar, Liam lo podrá sustituir sin ningún problema. – terminó con su monólogo para los demás que estaban presentes.
Emmett aquello le sorprendió, nunca pensó que aquel muchacho fuera un hombre lobo, ni si quiera le sintió el olor que tenía un licántropo, casi lo sintió… conocido, muy familiar.
–Es más protección para ti. – terminó por decir Emmett sujetándole de la mano con fuerza, pero el menor se deshizo del agarre susurrando “No necesito de tu permiso.”
–Jacob, ¿Crees que Sam accedería a un acuerdo? – de brazos cruzados y con ojos preocupados, Carlisle le preguntó deseando querer una afirmación ante ello, ya que les ayudaría bastante.
–Si así podemos matar a algunos vampiros. – la mirada del beta fue hasta la de Edward quien soltó una misma sonrisa casi sarcástica por ello, Edward ahora sabía que Jake no estaba tan contento de recibir aquel beso que le dio de forma sorpresiva. Sabía que ahora su amistad se había ido por el drenaje gracias a sus impulsos.
–Jasper. – mencionó el doctor a su hijo y este le miró.
–Aumentará nuestro número. Los neófitos no saben que existen, será una ventaja. – concluyó el ex militar de forma imponente, Jasper se sintió casi extrañamente familiarizado con todo eso, y sabía que todo terminaría mal si no hacían la cosas como debían de ser.
–Necesito coordinarlo. – se levantó Carlisle soltando un suspiro a aquello mientras dejaba de cruzar los brazos pero fue cuando Isabella se le colocó enfrente para parar con todo aquello.
–Carlisle, es arriesgado. –
–Debemos entrenarnos. – el líder del clan ignoró casi olímpicamente al comentario de la humana, en esa oportunidad ya no se trataba solo de ella, sino también de Seth, y era algo que tenía más prioridad porque uno de sus hijos era la imprimación de aquel niño, y si se había informado bien sobre el tema, si la imprimación moría… el lobo también lo haría, o de forma viceversa. –Jasper sabe lo que se requiere para pelear con neófitos, pueden acompañarnos. – habló mirando hacia Jacob quien asintió para después acercarse un paso hacia el médico.
–Bien, digan donde y cuando. – su forma de hablar era serena y hasta casi burlesca por la situación, pero en el fondo temía por lo que fuera a suceder. Todo su pueblo terminaría perjudicado si no defendían bien como manada que era.
–Jake, no saben en lo que se están involucrando. – habló Bella sujetándole del brazo y mirando hacia su rostro. Jacob bajó la mirada hacia la humana y le miró a los ojos.
–Bella… Esto es lo que hacemos. Deberías estar feliz, míranos… trabajando juntos, ¿Recuerdas que tú querías que todos nos lleváramos bien? – soltó una sonrisa burlesca mientras retrocedía unos pasos y junto a los otros dos lobos se dirigieron a la puerta de aquella habitación, no sin antes decirle a Seth que le daba algunos minutos para despedirse e irse con ellos ya que su madre lo estaría esperando. El menor solo asintió. El resto de la familia salió de aquel lugar dándole un momento a solas a aquella pareja, Seth solo quería despedirse e irse en ese momento, sabía que Emmett andaba de mal humor por cómo había reaccionado a lo que dijo, y no quería pelear en ese instante.
––Es hora de que me vaya. –
–Seth, tienes que comprender que solo quiero lo mejor para ti, lo mejor para los dos. –
–Ese es el problema… no soy solo yo… está mi manada, ¡Mi hermana estará ahí peleando contra vampiros nuevos! ¡Ella nunca ha peleado contra esas cosas… y no creo que la manada lo haya hecho antes! ¡No quiero perderla como a papá!– las lagrimas que había contenido Seth, se desbordaron en ese mismo momento mientras jadeaba de forma rápida, casi sentía que entraría en fase en ese momento, por lo cual se limpió las lágrimas y soltó un suspiro. –Hay cosas que simplemente tengo que hacer porque es mi obligación. No puedes pedirme que no lo haga cuando se también que tu estarás ahí… tampoco quiero perderte, eso si me mataría. –
–Seth, mi amor, lo siento… pero no se dé que otra forma cuidarte. – el vampiro intentó abrazar al niño pero este retrocedió un paso con la mirada en el piso.
–Hay cosas para las que no estamos hechos los dos… la imprimación… es el problema pero… pronto acabará. – Seth no pudo más y terminó saliendo de aquel lugar mientras caminaba por en medio de toda aquella muchedumbre bailando y bebiendo, Seth solo intentaba esquivar a todo el mundo y casi empujando a otros mientras se dirigía escaleras debajo de forma rápida; ahora las dudas nuevamente estaban carcomiéndole por dentro. Nuevamente esas dudas estaban queriendo florecer sin su consentimiento. Y solo tenía miedo.
***
Esa mañana Seth dejó los estudios de lado para al final terminar yendo con su manada, pero fue Sam quien pidió que todos fueran en fase, ya que no conocía de forma profunda el porqué los Cullen los querían ver, sabía poco gracias a Jacob y esa noche hablaría con el doctor Cullen.
Cuando todos los de la manada entraron en fase, Sam esperó a Liam quien era el que faltaba, pronto escucharon unos pasos y por lo que podían escuchar el sonido no de dos pies corriendo sino de cuatro, por lo cual el nuevo de la manada estaba ya en fase. Seth esperaba verlo, realmente tenía curiosidad de cómo era su lobo. Fue cuando lo vio, un gran lobo con un pelaje color chocolate claro con aquellos ojos verdes que solo Liam podía poseer. Seth se le quedó mirando, era bastante grande, casi del tamaño de Jacob pero no pasando al tamaño de Sam, definitivamente era pariente del alpha.
De un ligero movimiento de cabeza y rugido por parte de Sam, todos comenzaron a correr rumbo al territorio donde los Cullen se encontrarían.
“Es interesante verte como un lobo.”
“No pensé que hasta siento un imponente hombre lobo, fueras el más pequeño de tu manada.” Seth le miró y le dio un ligero empujón con su cuerpo por aquel comentario.
“Tú eres lo contrario a mí, Liam, se ve muy bien que eres pariente de Sam por tu estatura. Antes de que te enteraras que yo era parte de la manada sentía que tenía que cuidarte y demás, ahora siento que siempre vas a terminar cuidándome a mí, eso si no me parece justo.”
“Según me dijo Sam, iremos a territorio de vampiros, procuraré que ellos no intenten meterte diente, son criaturas peligrosas; supongo que ahí es donde entra esa frase de ‘Para cada Jin siempre habrá Jang’. Ahí entramos nosotros.” Seth le miró mientras caminaban ya que se habían retrasado quedando hasta el último; por palabras de Liam, notaba que Sam no le había contado muchas cosas y quería suponer que no lo había hecho por tiempo. ¿Cómo le diría a su amigo que estaba imprimado de un chico que es parte de aquel clan de vampiros?
Ahora las cosas se ponían más complicadas con que Liam sea parte temporal de la manada, si tenía ese mismo instinto en no confiar en ningún frío, entonces odiaría la sola idea de que estuviera con un vampiro y aun más si es que este es mi imprimación, admito que tengo miedo; si pierdo a Liam a causa de esto… sería casi como perder parte de lo que soy. Solo espero que las cosas no salgan tan mal como creo que podría pasar.