CAPÍTULO VEINTITRES: Tierra húmeda.
Jasper sabía que no iba a ser sencilla una pelea con neófitos, ellos estaban como sedientos de muerte y sangre, por lo que el entrenamiento a su familia y lobos sería de mucho cuidado para que todo saliera bien y no hubiera algún tipo de sorpresa al finalizar todo o quizás en medio de toda esa batalla.
Emmett se ofreció a ser el sujeto de práctica para su hermano, tenía que estar más que calificado y preparado para poder cuidar de su cachorro de esos recién nacidos.
No estaba tan concentrado por lo que sin previo aviso Jasper realizó una maniobra que hizo que el vampiro más fuerte del clan terminara volando por los aires, cayendo de espalda por toda la tierra del lugar creando una ligera cortina de polvo; Carlisle y Esme miraban de forma atenta cada uno de los movimientos que ejecutaba Jasper sobre su hermano para lograr saber los puntos débiles de aquellos neófitos; Alice y Rosalie se mantenían un poco más alejadas viendo desde otro ángulo toda la acción, no era fácil para la rubia asimilar que el niño vendría junto a toda su manada para ver a lo que se enfrentarían; Edward se encontraba al lado de Alice sin estar tan al tanto de lo que decía Jasper. Pero confiaba en que después de toda esa batalla, Emmett estaría a su lado para siempre y el niño se alejaría y todo volvería a la normalidad.
Emmett se incorporó algo molesto consigo mismo, tenía que cuidar de su cachorro y de esa manera tan patética nunca lo lograría.
–Otra vez. – el semblante del vampiro estaba serio al pronunciar dichas palabras, se acercó de nuevo hacia su hermano pero cuando iban a comenzar de nuevo divisaron a los lobos salir de en medio de los arbustos y troncos de árboles; como siempre el alpha iba adelante seguido de su beta, Emmett giró la cabeza para lograr ver a su pequeño cachorro pero no lo vio, por un instante se sintió aliviado y pensó que Seth había tomado la decisión correcta al no estar metido en este asunto. Después de algunos segundos más mientras todos los lobos estaban en posiciones fue que vio al menor de la manada acompañado de otro lobo, era bastante grande casi del tamaño de Sam, pero cuando notó aquel olor supo que era aquel amigo de su imprimación. Tensó la mandíbula y apretó los puños con fuerza mirando totalmente serio a los ojos de dicho lobo.
–No tienen la confianza para mostrarse de forma humana. – habló de inmediato Edward acercándose a la cabeza del aquelarre.
–Vinieron, es lo que importa. – Carlisle miraba a cada uno de los lobos, siempre había uno que otro que les mostraba los colmillos y casi soltaban gruñidos en tono bajo. – ¿Puedes traducir?– preguntó a su hijo cuando los lobos se quedaron estáticos mirando hacia los vampiros que había en ese lugar; Liam tenía ese raro presentimiento de que aquel vampiro alto y fornido no le caía del todo bien, pero tampoco es que al licántropo le fuera a importar ello, solo estaba ahí por Sam y Seth, sobre todo por este último.
Seth bajó hasta quedar en suelo firma, dejando a Liam en la cima, observó a Emmett y este solo le sonrió de forma tenue.
–Hola, cachorro. – dijo de forma suave hacia el licántropo y este solo elevó un poco más la cabeza casi como respondiéndole, pero Sam cortó aquel pequeño saludo con un gruñido lo que hizo que Seth bajara las orejas por un instante y retrocediera un poco. En el habiente había esa rara sensación de que algo saldría mal en cualquier momento, había muchos casos en ese momento; el primero de Seth y Rosalie, luego el de Emmett y Liam y por último el de Jacob y Edward, aunque este último se podría solucionar si hablaran de forma civilizada.
Carlisle avanzó algunos pasos hasta quedar casi frente al alpha, siempre respetando el espacio entre ambos. –Bienvenidos. Jasper tiene experiencia con neófitos. – Carlisle señaló de forma rápida a su hijo el cual estaba en una posición que demostraba temple. –Nos dirá como vencerlos. – Sam frunció el entrecejo mirando detenidamente al doctor y luego al hijo de este.
–Quiere saber porque son diferente los neófitos. – tradujo de forma rápida Edward mientras tenía sus manos dentro de sus bolsillos, y de vez en cuando su mirada se posaba en aquel lobo pelirrojo, y cruzaban miradas.
–Son mucho más fuertes que nosotros porque aun hay sangre humana en sus tejidos. Los nuestros siempre serán más poderosos en los primeros meses de vida. – Sam miró directo a los ojos a aquel vampiro rubio, analizando cada una de sus palabras, ante vampiros que amenazaran a los suyos nunca mostraría piedad; las orejas de Sam se movieron de forma rápida hacia adelante, clara forma de que estaba preparado para todo y sobre todo si era para atacar a cualquiera. Carlisle bajó la cabeza mientras le dirigía una mirada a Jasper quien solo asintió con la cabeza mientras se posicionaba en el lugar del doctor, mientras este último se colocaba al lado de su esposa.
–Carlisle tiene razón. – las manos de Jasper se mantuvieron detrás suyo mientras hablaba. –Por eso son creados. Un ejército de neófitos no necesita tantos como un ejército humano. Y no hay ejército humano que pueda contra ellos. – posó su mirada en Paul quien estaba al costado del alpha, y este solo se le quedó mirando a los ojos soltando un ligero gruñido a lo que Jasper se giró con elegancia mientras continuaba hablando. –Las dos cosas más importantes para recordar son: primero, no permitan que los rodee con sus brazos, los aplastaran; segundo, no vayan a intentar las maniobras conocidas, las estarán esperando y ustedes perderán. – Paul, Embry y Quil gruñeron de forma suave mirando al vampiro; sabían en lo que se habían metido desde un inicio, pero aquella fue una forma muy directa de decirles que ellos ganarían si no seguían sus instrucciones.
Sam soltó un gruñido más sonoro mientras el ex militar llamaba a Emmett para continuar con la demostración; él era el alpha y no se dejaría intimidar por ningún vampiro, pero solo en esa ocasión dejaría ser dirigido por uno. Todos sintieron ese profundo odio que Sam profesaba a los vampiros, sus pensamientos estaban en cada uno de los de la manada y giraron a verlo por ello; solo por el contrario Seth se inquietó de que el vampiro llamar a su imprimación.
Avanzaron unos pasos más mientras cada vampiro se coloca a una distancia perfecta casi de uno 7 metros, Jasper sonrió de lado luego de observar la actitud de aquel lobo gris, era tan interesante como sus emociones eran tan vivas y podía asegurar que eran imposibles de controlar. Era un desafío que podría cumplirlo.
–No te contengas. – habló Jasper mirando a su hermano.
–Esa es mi naturaleza. – giró la cabeza hacia el menor de la manda quien ahora estaba acompañado por Liam, pero le mostró una sonrisa ladina a su cachorro para volver a enfocarse en su rival.
Emmett comenzó a correr de forma rápida, propia de un vampiro, por el contrario Jasper no hizo algún movimiento y solo se quedó en el mismo lugar separando los brazos, casi como si estuviera dispuesto a soportar la tacleada que estaba dispuesto a hacer Emmett. Este lo agarró con fuerza mientras era empujado por el grandulón, sus pies estaban creando un surco por como el vampiro estaba empujándolo en ese momento, aprovechando ese momento, Emmett logró tomarlo del torso y brazo para arrojarlo lo bastante lejos, pero para su sorpresa, Jasper cayó en cuclillas lo que le hizo más fácil poder impulsarse a correr contra el vampiro más fuerte de su clan, Emmett no logró tomar tanto impulso pero corrió de igual forma teniendo aquella camiseta con mangas hasta los antebrazos cubierta de tierra húmeda; Emmett lanzó un golpe pero el de cabello miel con ligeras hondas lo esquivó agachándose y cogiéndole del borde de la camiseta le levantó y estampó contra el suelo haciendo que el vampiro no se pueda mover por el aturdimiento del golpe.
–No pierdas tu concentración… – habló de forma casi divertida; Jasper había recordado cuando entrenaba a los neófitos y los trataba de peor forma que esa, estaba siendo piadoso con sus hermanos. Jasper miró al pequeño lobo quien tenía las orejas hacia abajo preocupado por si es que se hubiera lastimado o algo, Seth siempre velaría por aquel vampiro. –… o no podrás cuidarlo como se debe. – Jasper le ofreció la mano a su hermano y este la tomó incorporándose mientras dirigía una mirada hacia aquel niño que soltaba ligeros sonidos lastimeros en su dirección; deshizo el agarre con su hermano y solo movió lo labios para dos palabras, “Estos bien.”
Los siguientes en poder estar bajo el entrenamiento de Jasper fueron Edward y Carlisle; la destreza con la cual el líder se movía era extraordinaria, lo cual sorprendió a Sam quien elevó un poco más la cabeza interesado en la forma de batallar de este, estaba demostrando ese lado de naturaleza vampírica que nunca mostraba ya que intentaba vivir una vida totalmente normal. Siempre guardaría un sincero respeto hacia el vampiro.
Jasper estaba con las manos hacia atrás mirando lo que ambos hacían, lo cual era casi solo medir sus fuerzas en aquel momento, pero Edward fue un poco más rápido y tomándole de chaqueta y estampándole contra el suelo frío, Edward sonrió de forma ligera mientras miraba hacia el lobo pelirrojo quien solo se mantenía viéndole son hacer algún tipo de movimiento.
–Una cosa más. – Edward desvió la mirada y observó a su hermano Jasper hablar cuando de la nada Carlisle le estampó contra el suelo haciendo que este cerrara los ojos por el aturdimiento. –Nunca le des la espalda a tu enemigo. – dijo de forma casi obvia mientras giraba los ojos posicionándose en el lugar donde estuvo Edward para comenzar otra ronda. Sam estaba analizando cada cosa que el vampiro de cabello color miel ligeramente largo y con ondas decía; se notaba que sabía de ellos, era casi como ver a un muy reformado general enseñando a cabos.
Rosalie dio algunos pasos mientras era llamada por Jasper con solo dos dedos; aunque de cierta forma todo se trababa del niño y -solo por agregar- de Bella, también irían por su familia y eso no lo permitiría, odiara a quien odiara, ella también tenía que saber contra lo que se enfrentaría. Aquel entrenamiento fue bastante duro, era casi como si la rubia quisiera matarlo de verdad, soltaba todo su enojo y rabia con aquel que se hacía llamar su hermano en el instituto ya que ambos tenían algunos rasgos parecidos, sobretodo en el cabello.
Seth se separó de su manada mientras caminaba un poco, notaba que estaba Edward sumido en sus pensamientos, solo se colocó a su lado sin hacer nada, el vampiro lo notó y solo le sonrió de lado mientras ambos se pusieron a observar a los demás batallando, mientras los lobos estaban atentos y se habían dispersado para poder apreciar de todas direcciones como matar a un neófito sin salir herido.
–Alguien saldrá lastimado. Y tal vez podría morir por mi culpa. Será cien veces peor que esto, ¿No crees? – Los pensamientos de Seth se hicieron presentes con preocupación.
–Pasará lo que tenga que pasar para cuidarte, Seth. Es satisfactorio que toda tu manada viniera y que mi familia también esté aquí, ese ya es un gran paso. – Edward continuó con sus ojos sobre Esme y Jasper, quienes ahora eran el centro de atención.
–Ten miedo que algo le pase algo a alguien… si esos neófitos sin más fuertes que ustedes, entonces también lo son para nosotros. No quiero perder a nadie importante, siendo vampiro o lobo. No quiero. – Seth bajó la cabeza junto a sus orejas. Edward observó a aquel pequeño lobo y solo pasó sus dedos por el suave pelaje del niño, justo detrás de sus orejas, de forma lenta, notando como este cerraba los ojos como reflejo.
–Te cuidaremos y nos cuidaremos. Solo así estaremos bien. – murmuró el vampiro para quitar de forma lenta su mano del pelaje del niño al notar a aquel lobo de ojos olor verdes acercarse mientras le gruñía cada vez más alto. Seth lo notó y se acercó al lobo, empujándole un poco con su cuerpo para que caminara en sentido contrario y no ocurriera algo que luego sentiría mucho, no sin antes decirle un ‘gracias’ de forma sincera.
Jasper estaba supervisando como es que atacarían a los neófitos, las posiciones de sus manos y también de pies, tenían la posibilidad de ganar si tenían a los lobos de su lado; la sorpresa sería su arma más valiosa en ese momento. Terminó colocándose a un lado mientras continuaba observando pero claramente había notado la presencia de un lobo, y era el mismo que tenía la ira por apellido según Jasper, aquel imponente lobo se colocó como a unos dos metros de distancia. En ese momento el ex militar cayó en cuenta que solo los de su especie habían podido dar practica entre ellos mismos, pero ahora faltaban los lobos, si no se familiarizaban en esa pelea con los vampiro recién nacidos, entonces si habrían problemas, por lo que cuando vio a Alice caer de espaldas a causa de un ágil movimiento de Esme y de que esta le ayudara con una suave sonrisa, se colocó en medio para volver a hablar con voz imponente mientras le daba una mirada rápida al lobo gris quien se detuvo a mirar al vampiro con lo siguiente que iría a decir o a hacer.
–Nuestros visitantes ya han podido observar a lo que nos podríamos enfrentar, pero recuerden que ellos son mucho más ágiles y fuertes que nosotros por lo que sería conveniente que ahora los lobos se enfrenten a los nuestros como modo de práctica, solo necesitaré a dos de ustedes que deseen hacerlo. – antes de que Jasper volviera a decirlo, Paul ya había dado un paso hacia adelante sin inmutarse, por lo que Jasper sonrió de forma ladina ante aquello. Caminó un poco más hasta quedar frente al lobo a varios metros de distancia. Jasper asintió con la cabeza en dirección al lobo el cual rápidamente emprendió la carrera y el vampiro hizo lo mismo, el choque fue brutal y de forma inmediata el vampiro intentó rodearle con sus brazos pero el lobo le jaló de aquella camiseta de mangas largas tirándolo varios metros para que el vampiro cayera de forma elegante y emprendiera nuevamente la carrera hacia el lobo, pero esta vez este no se movió solo esperó por él. El vampiro corrió rápido pero contó con que el lobo hiciera un hábil movimiento sujetándole con los filoso dientes parte de su ropa y le tirara al suelo de un sonido sordo que aturdió al ex militar quedando boca abajo, con una de las patas de Paul sobre su espalda inmovilizándolo ya que estaba colocando más de la mitad de su peso, y el lobo solo atinó a colocó entre sus dientes el cuello del vampiro pero se quedó ahí.
Edward soltó una ligera risa por lo que se dispuso a traducir lo que Paul había dicho.
–Paul dijo que un lobo también tiene trucos bajo sus patas, nunca subestimes a uno y que no dejes expuesta partes primordiales en una pelea como esta. – el vampiro que sentía el aliento del lobo en su cuello junto a sus dientes, giró el cuello intentando mirar al lobo quien podía deshacerse de aquel vampiro con facilidad.
–Le pido me disculpe en todo caso, tomaré su consejo. – habló con propiedad y sintiendo el peso del lobo, aliento y dientes fuera del alcance de su cuello, se incorporó sacudiendo un poco la tierra húmeda de su camiseta, miró al lobo colocarse en la misma posición y lugar antes de comenzar aquella practica con Jasper. –Ahora quiero a un último lobo y terminaremos por hoy. – Liam se acercó hasta el centro esperando por alguno de esos vampiros y no se sorprendió al notar al más fortachón colocarse al lado contrario mirando serio al lobo. Estaba claro que era casi tan alto como Emmett pero no del mismo tamaño.
–Emmett solo estamos aquí para entrenar, recuérdalo. – habló Edward no muy convencido de dejarlo hacerlo con su rival, como Emmett lo consideraba.
–No hagas alguna tontería, Liam, recuerda que solo en esta oportunidad estamos creando una alianza con los vampiros, no lo eches a perder. – el alpha se hizo presente en los pensamientos de su sobrino.
–No prometo nada, si es que él busca pelea, se la daré. No planeo dejarme vencer por un maldito vampiro. – el alpha estaba a punto de prohibirle pero el lobo y el vampiro emprendieron carrera y comenzó un choque de fuerza increíble, claramente se notaba la lucha en ambos, y fue cuando Emmett mandó a volar por los aires al lobo pero este aterrizó en sus cuatro patas gruñéndole y mostrándole los colmillos al vampiro y este solo le miraba con profundo odio. Sam no permitiría que algo más sucediera por lo que de forma rápida se colocó frente a Liam gruñéndole y pidiéndole que se detuviera de una vez antes de que las cosas se pusieran peor. Aún así el joven solo articuló que no le gustaba como es que miraba a Seth y que tenía algo en manos; Sam estaba arto de todo por lo que rápidamente comenzó a hablar pero fue interrumpido por Edward.
–Es normal que le hable o diga de alguna forma en particular, Emmett es la imprimación de Seth, nacieron para estar juntos. Para siempre, Liam. – el lobo negaba con la cabeza mientras exhalaba por la nariz no entendiendo bien a lo que se refería aquel vampiro, fue cuando Liam se desesperó más y se deshizo de Sam para atacar a Emmett pero Jasper se interpuso lanzando al lobo hacia un lado y el alpha pudo dar un fuerte rugido en dirección a su sobrino quien aun estaba tendido en la tierra húmeda totalmente enojado a lo que había escuchado; lo poco que sabía con relación a lo que era la imprimación era que era una especie de amor eterno, que nada ni nada puede separarlos.
– ¡DETENDE LIAM! ¡No es momento de hacer un escándalo con los Cullen!– algunos más de la manda empezaron a escoltar al lobo, específicamente por Paul y Jacob a los lados y los demás por detrás ya que temían que se fuera sobre el vampiro de nuevo.
Seth se quedó mirando todo aquello totalmente avergonzado pero también sorprendido por la actitud que había tomado su amigo. Se acercó hasta Emmett a una distancia normal, ya que la vampira estaba presente y no quería armar algún tipo de pelea, suficiente había sido para ambas especies la de Emmett y Liam. Rosalie salió del lugar dándole la espalda a todo mundo, Sam estaba con Carlisle y Edward hablando sobre lo ocurrido y aunque no quisiera le estaba ofreciendo una disculpa al doctor por aquel inconveniente con su sobrino.
Alice jaló del brazo a Emmett ya que quizás ese no era el momento para que ambos dieran muestras de afecto o de cualquier otro tipo; casi terminaba todo mal. Por su parte Seth miró la casaca gris de Jasper en la tierra húmeda y con mucho cuidado la levanto en medio de sus dientes caminando a paso dudoso hacia el vampiro quien al mirarle sonriendo sin muchas ganas; Jasper sabía que no sería justo molestarse con el niño por algo que otra persona hizo, por lo que cogió aquella casaca y notó la mirada cristalina del pequeño lobo.
–No pasó a mayores, que es lo importante Seth, solo que será mejor que esos dos no estén tan cerca, ¿bien?– pasó sus dedos por el pelaje del niño y este solo soltó un ligero sonido lastimero cerrando los ojos. –Tranquilo. Se supone que Emmett no esperaba que vinieras ya que solo nosotros nos encargaríamos de esto y sé que quieres estar presente pero tú solo olor, tu presencia distraerá a los neófitos, su instinto de caza los abrumara y… los volverá locos. De alguna forma… no podríamos defenderte de tanto a la vez. – el niño soltó un ligero bufido mirándole esta vez a los ojos.
–Pregunta por qué sabes tanto sobre esto. – habló Edward mientras se acercaba a ellos colocando algunas cosas en el jeep que se habían desordenado en todo el camino, básicamente solo eran herramientas que estaban por todo ese lugar. Jasper sonrió de lado dejando aquel toque con su mano y le miró.
–Yo no tuve la misma crianza que tuvieron… mis hermanos adoptivos. – habló mientras dejaba a un lado aquella casaca y dejaba mostrar cicatrices de mordidas a lo largo de sus antebrazos. –Creo que ya te debes de haber dado cuenta de estas marcas la última vez que nos pudimos ver en el bosque. Pero me gusta decirles “cicatrices de guerra”. – Jasper soltó una sonrisa tan confiable que Seth comenzó a tener más curiosidad y sin querer su cola se movió un poco mientras tenía las orejas en alto para escucharle. –El entrenamiento que me dieron los confederados fue inútil contra los neófitos, aún así nunca perdí una pelea. – Jasper le dio una nueva caricia al menor de los lobos y comenzó a caminar, pero la curiosidad de Seth tenía que ser alimentada en ese momento por lo cual avanzó unos pasos y jaló de la camiseta a Jasper haciendo que este girara mirando al niño a los ojos.
–Quiere saber si a lo que te refieres ocurrió en la Guerra Civil, y por lo que puedo enterarme en este momento, es fanático de esa parte de la historia del país. – el vampiro sonrió un poco más amplio y se dispuso a contestar.
–Fui el mayor más joven de la caballería, todo sin ver una sola batalla. – Jasper observó como el lobo le dio un pequeño empujón para que continuara hablando a lo cual se sintió de cierta forma emocionado que alguien quisiera saber de historia, de su historia. –Conocí a cierta inmortal. María. Iba de regreso a Galveston luego de evacuar a grandes y niños, entonces las vi, inmediatamente ofrecí mi ayuda. – el relato continuó y Seth comenzó a tener dudas por lo cual le hizo una pregunta, sabiendo que Edward podría traducirle sin ningún problema
–Dice si es que ella estaba creando un ejército. –
–Eran muy comunes en el sur, habían constantes y brutales batallas territoriales. María las ganó todas, era inteligente, cuidadosa y me tenía a mí. Yo era el segundo al mando, mi habilidad para controlar emociones le sirvió mucho. Entrenaba a sus neófitos, era una ocupación constante ya que ella no los dejaba vivir más de un año. Mi tarea era disponer de ellos; podía sentir todo lo que ellos sentían. – notó como Jasper se le quebró de forma sutil la voz y fue cuando el cachorro bajó las orejas continuando escuchándole, Seth sabía bien lo que se sentía descubrir la verdad de una forma tan dura. –Creí que lo que teníamos María y yo era amor, pero me manipulaba, yo era su títere, no conocía a ninguna otra cosa, pero entonces conocí a Alice, a Carlisle, Esme y a los demás miembros de esta familia, no sé que hubiera sido de mi sin esta familia, pero sé que no tendré que volver a ello. – el lobo se acercó un poco más picándole con su hocico y entonces el vampiro le acarició tras las orejas. –Gracias por escucharle y sobretodo que te guste la historia, serás un buen hermano menor si todo logra salir bien. –
***
Luego de aquel día tan ajetreado, Seth se dispuso a estar en casa ayudando a su madre pero recibió un texto de parte de Liam pidiéndole hablar un momento, ya estaba fuera de su casa; Seth no deseaba hablar con ninguno de los dos, se sentía mal de solo ver a las dos persona que quería peleando como salvajes, cuando el niño salió observó el rostro de su amigo totalmente serio, y niño no sabía cómo comenzar esa conversación.
– ¿Algo que decirme?– habló Liam intentando controlarse, ya que estaba muy enojado. – ¿Es enserio? ¿Un maldito vampiro? ¿Imprimaste de un maldito vampiro?– el mayor por algunos poco meses se revolvió aquel cabello corto para terminar cubriéndose la boca.
–Creí que Sam te diría de ese tema o por lo menor tuvieras algo de conocimiento sobre mi relación con él. –
–Lo único que dijo fue que todos y cada uno de ellos están con pareja, a excepción del vampiro lector de mentes, Edward. Ese maldito vampiro está casado con esa rubia y tu estas imprimado de su esposo. – Seth desvió la mirada, sabía bien de ese tema pero ya casi lo había olvidado hasta que Liam lo volvió a mencionar.
–No tienes… ni si quiera una mínima idea de lo que me destruyó esa noticia, estaba muriendo, Li, cada noche moría poco a poco, Jake, Paul y mi hermana se daban el trabajo extra de cuidarme por las noches ya que tenía horribles pesadillas en las cuales gritaba que hasta mamá se asustada; y Emmett tampoco la estaba pesando bien, le estaba ocurriendo cosas aun peores. Sé que es totalmente raro ver a un lobo y vampiro juntos pero… fue lo que la imprimación hizo conmigo, imprimé de un hombre que está casado y es un vampiro, ¡Lo hice! ¿Acaso no crees que deseo tanto que esto fuera un sueño?– el mayor miró a los ojos a su amigo y como este casi tenía un retroceso de cada uno de los acontecimiento por los que había pasado.
Liam intentó hablar pero Seth le interrumpió a tiempo para continuar hablando. –Hubo un tiempo en el cual Emmett y yo estábamos bien, parecíamos una pareja de verdad, pero… Rosalie siempre se encargaba de demostrarme que mi imprimación era solo de ella y que yo solo era un capricho ya que me veía como aquel hijo que ella nunca le podría dar a Emmett, pero sé que eso no es verdad, se que él me ama. –
–Seth… estas yendo contra toda tu naturaleza al estar con un vampiro. No quiero que algo te suceda, ya suficiente es con esta batalla contra esos vampiros nuevos. Esa pelirroja anda detrás de ti. –
–Ella… ella mató a papá y yo tengo que matarla a ella, lo tengo que hacer y sé que solo así podré sentirme bien. Sentir que puedo cuidar de mi familia. –
–Ese vampiro solo te ha traído puros peligros. Yo… siempre te cuidaría. – Seth pestañeó sin comprender el punto de su amigo. –Seth yo… me gustas… estoy enamorado de ti. – el mencionado se quedó con los labios entreabiertos tratando de asimilar lo que había escuchado por parte de su amigo. –Mamá… me dijo que mi abuelo, hermano de Sam, llegó a imprimar, y desde ese momento siempre quise saber cómo se sentía imprimar de alguien. – una ligera sonrisa se forma en los labios del lobo de ojos verdes mientras relataba a Seth. –Por lo poco que sabía solo podías imprimar de una mujer, pero… nunca se me fue la idea de que quizás pueda haber una posibilidad de imprimar de un hombre, yo… quería imprimar de ti, Seth, sentir que nada ni nadie podría separarnos, sentir que eres mío y yo tuyo. – Liam se acercó mientras tomaba las manos del menor que aún estaba en shock por lo escuchado. –Pensé que una vez pudiera entrar en fase, quizás ya podría imprimar y vine… vine con la decisión de imprimar solo de ti Seth, pero descubro que ya imprimaste y de un maldito vampiro que no te merece y que solo te hace sufrir. –
–Liam… desde que descubrí que yo era un hombre lobo, quise que no pasara porque yo no lo quería así… yo quería una vida normal… pero no se me dio ese gusto; aún reniego de estar imprimado de un vampiro que se que su esposa nunca lo dejara, que mi manada me trata como algo raro solo por estar imprimado de un vampiro. Solo quiero una vida normal y sé que ni Emmett ni tú me la pueden dar. – Liam limpió una de las lágrimas que resbaló por la mejilla del cachorro de la manada, sintiendo aquella suave textura de piel.
–Yo te puedo dar esa normalidad, sé que nunca voy a imprimar de ti, pero… quiero estar contigo. –
–Y dime ¿Qué sucederá cuando imprimes de alguien? ¿Qué sucederá conmigo? ¿Una vez más estaré de segundo en una relación? No, es suficiente con Emmett pero pronto se acabará y podré tener esa vida normal que quiero y que siempre debí tener, volveré a la escuela, iré al instituto, me graduaré, me enamoraré y todo lo demás. Dentro de poco… para mí no existirá la imprimación ni el ser un lobo, nada de eso. – Seth quitó la mano de su amigo de su mejilla. Dejándolo fuera de su casa pensativo. Fue cuando Liam sonrió de lado, “Si se acabará la imprimación para ti, entonces nada te atará a ese vampiro y… podría haber una posibilidad para mí. Ese vampiro quedará fuera del juego.”
Seth cenó muy poco esa noche, perdiendo el apetito luego de hablar con Liam. Las cosas no podrían ser más complicadas, cuando ayudó a Sue a dejar todo ordenado, recién subió a su habitación y escuchó a su celular vibrar sobre su mesa de trabajo por lo cual lo cogió y notó mensajes de parte de Liam.
“Sé que una vez que ese vampiro ya no sea tu imprimación, entonces podrías darme una oportunidad de intentarlo.” Recibido a las 10:45PM
“Seth me gustas, estoy enamorado de ti… solo promete que me darás una oportunidad luego de que termines con él y con todo.” Recibido a las 10:48PM
“Yo puedo darte la normalidad que necesitas. A mi lado siempre estarás con tu familia y los de la Reservación nunca te miraran como alguien menos.” Recibido a las 10:55PM
“Seth… prometo cuidarte. Conmigo podrás ser feliz. A mi lado podrás ser normal. Y a mi lado nada te dañará. Velaré siempre tus sueños.” Recibido a las 11:03PM
Seth ignoró cada uno de esos mensajes mientras se tiraba sobre su cama pensando, mirando hacia el techo hasta que poco a poco se fue quedando dormido; era un sueño muy profundo, pero estaba en aquel mismo lugar donde los lobos y vampiros habían estado entrenando. Y entonces notó como un vampira de ojos rojos muy hermosa le susurraba palabras en español a Jasper quien tenía la mirada fija en el menor de la manada, Seth observó que aquella no era María, sino la pelirroja y terminó por sonreía cuando le pidió asesinar al niño y Jasper solo obedeció; Seth despertó exaltado ligeramente bañado en sudor y con el corazón latiéndole con fuerza en el pecho.
Fue automático el movimiento que tuvo cuando marcó el número de Emmett y esperó a que le contestara, estaba aún en estado de shock por lo que cuando escuchó la voz del vampiro se tranquilizó un poco más pero casi no le salían palabras de la boca.
– ¿Seth? ¿Estás bien?– el vampiro escuchaba solo la respiración del niño. – ¿Qué ocurre?–
–El intruso… el ejército de neófitos, son sus marionetas. La pelirroja… Victoria. – jadeo aún recorriéndole el sudor por la frente y cuello. Emmett no lograba identificar a que se debía todo lo que decía, hasta casi no tenía sentido lo que le estaba diciendo, pareciera que se había despertado por un mal sueño y de inmediato lo había llamado.
–Alice hubiera visto que… quería formar un ejército. –
–No si ella está en las sombras y deja que alguien más decida. – fue cuando Emmett comprendió un poco más cuál era el punto al cual quería llegar Seth. Soltó un sonoro suspiro casi por auto reflejo cuando le dijo al menor que volviera a dormir, que hablaría con los de su familia para ver ese punto que ni si quiera lo había pensado, habló con el menor hasta que este se quedó dormido y Emmett sonrió; era su mayor sueño el verle dormir, el que durmiera en sus brazos y que no hubiera persona alguna que lo separara de él… deseaba tenerlo cerca solo para él mismo.
A la media hora colgó el celular y comenzó a hablar con Jasper lo que Seth le había dicho, y fue cuando cayó en cuenta de lo que estaba pasando; ese pequeño niño logró ver algo que ellos habían obviado mucho y casi no lo habían tomado en cuenta ya que no le encontraban sentido.
Es casi como si la historia se volviera a repetir; nuevamente alguien es marioneta de alguien, pero esta vez se lo que se espera y lo que ellos esperan de nosotros; la prioridad se ha transformado en velar el cuidado de Seth y también el de Isabella pero lo haría con por aquel niño. Había demostrado muchas cosas que solo yo he podido ver. Esta vez le toca a la familia cuidarte, Seth Clearwater, te doy mi palabra como que me llamo Jasper Whitlock Cullen.