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No se llamaría Amor si no doliera. por Beitha KangChoi

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Notas del capitulo:

Seth llega a Brasil muy entusiasmado ya que es la primera vez que viaja tan lejos de su familia y de su lugar de nacimiento. Sin emabrgo esta vez lo hace estando casado con el hombre que ama, con su imprimación.

Emmett planea tener una noche tranquila junto con su pequeño cachorro, sin embargo la luna llena tiene otros planes.

CAPÍTULO TREINTA Y DOS: Por la luz de la luna.

 

Quizás Liam tuvo razón, cuando le preguntó a su madre por las cosas que faltaban transportar, le dijo que ya todo estaba en orden que no hacía falta preocuparse, sin embargó preguntó también por su VISA a Alice y ella le informó que ya estaba todo listo y fue cuando le entregó ésta en sus manos.

Todo estaba listo y no había de que preocuparse en realidad.

Todo le pareció rápido; su mamá y hermana se habían despedido de él como si fuera la última vez que lo fueran a ver, aunque técnicamente eso sucedería ya que ahora tenía una familia también, y era cuestión de la pareja decidir donde vivirían, si se irían de ciudad o fuera del país para tener un nuevo comienzo. Leah por el contrario solo le dijo que lo amaba y que esperaba llamara por lo menos un par de veces, se sentiría algo sola sin si pequeño hermanito a quien molestar.

Leah se acercó hasta Emmett solo para decirle una sola cosa: “Espero que cuides bien de mi hermano… Cullen. Ser su imprimación te da inmunidad, sin embargo si algo le pasa a Seth, la pierdes.”

La hermosa Leah nunca se andaba con rodeos y eso le encantaba a su hermano sin embargo no a todos le agradaba.

Cuando Seth se dio cuenta ya estaba en la pista de aterrizaje de aquel avión privado de la familia Cullen, hasta ese momento no sabía con exactitud cuánto era la fortuna total de ellos, casi pareciera que no tuviera un número, y de cierta forma le incomodaba, él provenía de una familia pequeña y humilde, el dinero era algo que no le daba mucho valor Seth, pero que impedía gastárselo ya que su familia lo necesitaba; su guardarropa cambió gracias a Alice quien se dedicó a regalarle prenda tras prenda hasta tener lo ultimo y lo más sofisticado. Ser parte ahora de esa familia tenía sus consecuencias, pero se divertía.

Al bajar del avión la noche fresca le llegó a la piel haciéndole sonreír.

Brasil.

No se lo hubiera imaginado, pero lo intuyo cuando su mamá le dijo que no llevara nada de abrigos, una camiseta le bastaba y no se equivocaba. Agradecía que su atuendo solo fuera una camisa blanca con las mangas hasta los codos, pantalón jean negro rasgado en rodillas y muslos junto con sus inseparables convers, pero éstas ya le estaban incomodando por todo el trayecto del viaje.

Inhaló el fresco aire y lo exhaló cuando sintió un brazo rodeándole la cintura.

– ¿Te gusta el lugar?– preguntó Emmett tras darle un beso en la mejilla a Seth para luego empezar a caminar hacia el auto que les esperaba para transportarlos hasta la mitad de su destino.

–No puedo creer que estemos en Brasil. ¿En enserio? – Seth se mostraba emocionado, nunca había salido de Forks, y cuando era nunca, es nunca. –Realmente me encanta, las luces son… enigmáticas. – Tras terminar de hablar subió al auto junto a su esposo quien no tardó en rodearlo por los hombros atrayéndolo a su cuerpo, el menor no tardó el recostarse en su hombro mientras sonreía, ¿Así se sentía estar lleno de felicidad? Le gustaba mucho.

–Y eso que no has visto toda la ciudad. – La puerta se cerró para después el chofer arrancar el auto y dar inicio a su recorrido, Seth no dejaba de mirar por la ventaba del auto, observando cada detalle de aquella ciudad, le gustaba que todos fueran alegres, había visto a niños jugando con una pelota de futbol vieja pero su alegría no se opacaba por eso. Por el contrario, Emmett solo observaba a Seth, cada una de esas pequeñas muecas que ponía, sus expresiones faciales le encantaba, y su mirada sin querer iba hasta la mano izquierda de su cachorro justo en su dedo anular en el cual brillaba un anillo de bodas y en la derecha y mismo dedo, su anillo de compromiso, Seth había decidido tener ambos, y a Emmett no le molestaba por el contrario, le encantaba que su niño se luciera con ambos anillos. Seth abrió más grande los ojos y su sonrisa se ensanchó.

– ¡Emmett mira!– el menor apuntó hacia donde quería que el vampiro mirara y cuando lo hizo, él solo vio al parecer una especie de fiesta en plena calle, todos bailaban, reían y se divertían, hizo al conductor parar mientras bajaba el vidrio del auto y después salió, tomando de la mano a Seth para que fuera con él, pronto se mezclaron entre tanta gente que estaba con todo el ánimo de no querer terminar aquella fiesta.

El vampiro jaló más cerca a Seth para que colocara sus puños sobre los pectorales de éste mientras le tomaba de la cintura mirándole a los ojos; Emmett estaba comenzando a gustarle el verle siempre a los ojos, disfrutar de aquel color que le enamoró, de aquella inocencia que perduraba en ese niño a pesar de todo lo que había ocurrido. Las palabras de Liam le llegaron de un momento a otro pero no dejó de sonreírle a su cachorro. Temía lastimar a Seth cuando llegase la hora, no quería que algo sucediera con la única persona que amaba y menos a causa de sí mismo. Si por él fuera no llegaría a nada sexual con Seth pero sus bajos instintos habían estado saliendo cada vez más cuando su cachorro salía de fase y se encontraba desnudo a sus ojos, pero antes de ver más piel que sus brazos y torso le cubría con una manta y lo abrazaba intentando borrar lo que en su mente se estaba creando; él y Seth en una cama amándose con pura pasión, amor y lujuria dura.

Se prometía a sí mismo no tocar a Seth, pero a cada minuto se le hacía más difícil.

La canción parecía no tener fin en sí, pero a ambos les importaba poco aquel detalle, las personas a su alrededor los observaban y sólo sonreían y se dedicaban a soltar gritos de alegría por aquella improvisada fiesta que estaban teniendo.

Pronto Seth terminó algo cansado por todo el baile, y nuevamente cuando pensó que nada podía arruinarlo su espalda se curvó terminando agarrando la camisa de su esposo en sus puños mientras cerraba los ojos, nuevamente aquella sensación, la misma que experimentó un día antes de su boda le invadió; aunque no quisiera admitirlo, Seth sabía que algo estaba sucediendo con él pero eso no arruinaría nada.

Emmett paró aquel improvisado baile y observó a su cachorro nuevamente con el mismo semblante ya conocido.

Tomó el mentón del menor para mirarle mejor a la cara y al observar los ojos de su pareja los vio casi negros en su totalidad, el que sus pupilas estuvieran dilatadas era poco decir.

¿Qué le estaba pasando a Seth?

Pronto el menor comenzó a pestañear y aquellos ojos negros de luna llena desaparecieron y el agarré de la camisa en sus puños también. Volvieron al auto sin decir mucho aunque Emmett siempre le dedicaba sonrisas y le daba uno que otro beso en la mejilla o labios, Seth olvidó lo ocurrido hace pocos minutos y sólo se dedicó a disfrutar de ese hermoso viaje, no sabía cuánto tiempo estarían ahí pero cada día lo pasaría lo mejor posible. Era su luna de miel y no sería él quien la arruinaría.

El auto se detuvo y ambos bajaron, a Seth le extrañó estar en un pequeño puerto con un yate esperándolos.

–Creí que nos quedaríamos en la ciudad. – El conductor junto con Emmett se encargaron de subir todo el equipaje al vehículo acuático.

–Iremos a un lugar mucho mejor, donde ambos podamos disfrutar del sol sin problema alguno. –

– ¿Queda muy lejos?– luego de preguntar se acercó para subir al nuevo transporte sentándose al lado del vampiro observando cómo lo encendía y ponía en marcha.

–En realidad no; es el regalo de bodas de Esme y Carlisle. –

– ¿Te refieres al viaje? –

–Nos prestaron un acogedor lugar donde pasar toda la luna de miel. Carlisle cuando hace detalles, siempre termina siendo muy generoso, Esme tuvo la amabilidad de darnos su… isla. – Seth giró la cabeza tras lo escuchado, mientras el viento removía sus cabellos.

– ¿Qué? ¿Su isla?–

–Isla Esme, un regalo de Carlisle. –

Seth se quedó pensativo tras lo escuchado, terminó sonriendo de forma extraña ya que aquel era un regalo muy… “extravagante” de parte de Carlisle, pero suponía que de esa forma quería demostrar el amor que sentía por la mujer. El amor te hace hacer miles de cosas.

Cuando llegaron, Seth no pudo más que quitarse las convers y llevarlas en la mano, sintiendo la arena fría entrar en contacto con su piel, fue como un respiro. Observó la gran casa con las luces encendidas, la casa de los Cullen parecía pequeña en comparación a la que tenía enfrente, ¿o era su imaginación por lo cansado del viaje? Continuó caminando hasta la entrada en la cual se balanceó en sus propios pies mirando el interior de la casa sin haber ingresado, todo era muy amplio; al ingresar no pudo más que sonreír, todo se veía tan pulcro y sobretodo sofisticado. En un abrir y cerrar de ojos tuvo a Emmett dándole la espalda y como éste se agachaba solo un poco para tener pronto los brazos enrollados en su cuello, dejando caer sus convers a un lado y sus piernas a la cintura del vampiro.

–Tiene que ser una entrada muy a nuestro estilo. – habló mientras caminaba cruzando aquella gran sala para dar hasta la habitación principal. El menor bajó de su espalda y observó el lugar, dio unos cuantos pasos hasta culminar en uno de los doseles de la cama, tocando la sábana blanca con la yema de sus dedos, estaba fría y eso hizo que por su columna recorriera una descarga eléctrica, crispando sus nervios.

Sin decir nada, Emmett le regaló una sonrisa para después caminar hacia la puerta doble que daba vista hacia el mar, la playa que había a escasos metros, el lobo observó como el vampiro iba poco a poco desabotonándose la camisa mientras caminaba y se perdía de su visión.

Seth miró en toda dirección fijándose que sus maletas estaban frente suyo, no sabía cómo habían llegado ahí pero supuso que Emmett las había traído consigo cuando le había cargado.

Se abalanzó sobre esta y tras encontrar lo necesario se fue hasta el baño quedándose un momento observándose al espejo, los nervios le recorrían a cada segundo el cuerpo pero tenía que controlarse, ya no había mamá en la cual refugiarse ni hermana a quien preguntarle sus dudas. Era un hombre casado ahora.

Se aseó para dar una apariencia más presentable ya que sabía que debía de verse muy mal por el cambio de horario y clima.

Se colocó unas bermudas y tras estar guardando todo lo demás observó una pequeña maleta en el fondo, al sacarla y abrirla se percató de que ropa y ropa interior bastante extraña, ¿Aquellos eran unos bóxers rojos o unos shorts muy cortos?

–Alice…– mencionó a la vampira sabiendo que de seguro era idea de ella. Guardó todo sabiendo que aquello no lo utilizaría, ni en sueños. Se incorporó y dejó la maleta a un lado una vez fuera del baño. Tras contar hasta diez salió de la casa dirigiéndose a la playa, vio claramente al vampiro en medio del mar observando la gran luna llena que se había formado aquella noche, a un lado notó la ropa de Emmett y volvió su vista a su esposo, una vez listo se internó en el mar sintiendo lo fría que estaba pero no le dio importancia debido a su alta temperatura. A paso lento llegó a estar frente al vampiro, este giró el rostro para observarle directamente a los ojos quedándose un momento más en aquella posición.

Emmett llevó su mano derecha hasta el brazo del menor subiendo poco a poco hasta llegar a aquel tatuaje que poseía. –Cada vez que miro este tatuaje me doy cuenta que no eres un niño, Seth, que sabes cuidarte pero que el bienestar de otros va primero que el tuyo, ¿no?– el mencionado bajó la cabeza sonriendo. –Sin embargo a mis ojos eres la persona más valiente, amorosa e inocente de esta vida. Tu aroma no ha cambiado en nada desde que te vi por primera vez, aunque quizás un poco. Ahora es un aroma más… exótico. Un tipo de droga que con tan solo mirarla y olerla te vuelve loco por ella. – Seth elevó la cabeza y se acercó más al mayor terminando con aquella distancia.

–Eso no ayuda a que me sienta menos nervioso. – mencionó y no esperó que de un momento a otro el vampiro estampara sus labios contra los del menor, Seth llevó ambas manos a las mejillas del frío profundizando aquel beso, sintiendo las frías manos de su ahora esposo y compañero acercarle más; la lengua de ambos empezaron a jugar dentro de la cavidad del menor, era una excitante sensación que empezaba a gustarle demasiado, quizás más que eso. Sus piernas de un momento a otro quedaron enrolladas en la cadera de Emmett mientras éste le sostenía sin problema alguno. Ninguno de los dos notó como los ojos de Seth estaban llenos de un lujurioso negro tal como la luna en esa noche, ni como la temperatura de éste había incrementado hasta secar su piel cuando Emmett le sacó del mar. Estaba literalmente ardiendo.

El cuerpo de Seth se había activado esa noche para no volver a apagarse.

***

La espalda de Seth chocó contra las frías sabanas, rebotando ligeramente sin dejar de besar los labios del vampiro en ningún momento, no le importaba que casi se estaba quedando sin aire en ese mismo momento; sus sentidos se estaban viendo nublados por una extraña sensación, y esa sensación le invadía por completo, había comenzado precisamente por los lugares que ahora estaba tocando el vampiro que era su cintura, sus muslos y tórax; las yemas de sus dedos recorrían cada parte de la piel de Seth con deleite, casi viendo el vapor salir por el contacto de ambos cuerpos; en ese mismo instante le estaban demostrando a la ciencia algo imposible; El fuego y hielo se estaban uniendo y ninguno de los dos estaba matando al otro.

Seth comenzó a soltar ligeros jadeos al sentir los labios de su esposo en su cuello mientras el fuerte brazo del vampiro le rodeo la cintura atrayéndolo completamente, sus piernas rodearon su cintura sin pudor alguno, sintiendo claramente el frío en medio de sus piernas sabiendo bien que se trataba de Emmett, pero ¿en qué momento se había quitado la bermuda? Estaba desnudo y entregándose al hombre que amaba.

– ¡A-ah!– cerró los ojos con tanta fuerza que sintió su pene elevarse sin vergüenza alguna casi tocando el fuerte y marcado abdomen de Emmett, sus brazos le rodearon el cuello y sus dedos comenzaron a jugar con el cabello de la nuca del mismo, Seth estaba cegado por el disparo de sensaciones que tenía, era algo de lo que pensó tener miedo sin embargo lo estaba disfrutando, y solo quería más. Fue casi nuevo para él cuando Emmett ingresó su lengua en la cavidad bucal de Seth, queriendo sentir más del menor, Seth se dejó llevar, teniendo en mente que deseaba hacerlo bien, y no quedar como un niño en su noche de bodas; Emmett bajó sus manos pasándola por su cintura, bajando por sus caderas hasta llegar a los muslos del menor, acariciándolos mientras no dejaba de besar de forma hambrienta a su cachorro, sintiendo como la sangre se acumulaba en estos, las ganas de morder lo estaba matando en verdad, casi podía saborear la tibia sangre de Seth, por lo que casi soltando un gruñido animal se dirigió a su cuello, succionando con ganas mientras bajaba por su pecho hasta quedar a la altura de uno de sus pezones, los lamió y besó haciendo que Seth se retorciera por el frío contacto. Su mano se dirigió hasta su propio pene no aguantando más, deseaba tanto poder acariciarlo para terminar con todo el calor que se había dirigido a aquella zona, sin embargo la mano de Emmett le detuvo y fue él quien lo tocó haciendo que Seth gimiera cerrando los ojos; la fría mano de Emmett y su caliente pene, que buena combinación hacían, algo que hizo estremecer al menor.

Emmett comenzó a subir y bajar la mano por la extensión, no sabía en realidad donde había quedado aquel niño tierno e inocente que conoció, sin embargo tampoco se quejaba de esta nueva faceta de Seth, todo él gritaba “Caliente”; continuó bombeando hasta hacerlo más rápido haciendo que Seth se sujetara de los fuertes brazos de su esposo, mordiéndose los labios sin querer hasta sangrar y fue cuando Emmett sintió ese delicioso olor, su pene estaba ya bien erecto y deseoso de entrar en Seth, sin embargo en un momento de lucidez temió lastimarlo en verdad, debía de admitir que su pene era más que dotado y sería la primera vez que tendría sexo con un hombre, no, tendría sexo con un niño al cual veía aún pequeño.

Seth se acercó besando el cuello de Emmett, dando ligeras mordidas mientras soltaba jadeos.

–Por favor… Emmett, hazlo. – Seth mordió el lóbulo de la oreja del vampiro haciendo que su momento de lucidez terminara y sujetara con fuerza los bordes de la cabecera de la cama, Seth comenzó a mover su pelvis para sentir la fricción con el pene del vampiro junto con el suyo; el Emmett no resistió y besó a Seth de forma feroz mientras sentía la sangre de este en sus labios, lo cual le excitó aun más. Su mano derecha sujetó la cabecera de la cama con fuerza haciendo que esta se destrozara, la izquierda, por el contrario, fue desde el cuello del menor; Emmett observó como aquellos ojos seguían estando negros y los dueños de estos continuaba moviendo su pelvis para sentir al vampiro. Su mano continuó descendiendo por su pecho y abdomen, observando por primera vez la desnudez de su cachorro, era en verdad lo más erótico que nunca había apreciado, pasó por su ombligo degustándose con la vista, sin embargo acarició su vientre, amando que estuviera tan plano y liso, quizás había comenzado un fetiche con el cuerpo de su lobo, le gustaba de sobremanera ese espacio. Pasó toda la ponzoña que se había acumulado en su garganta, casi quemándole por desear probar la sangre de su chico.

Dirigió su mirada hambrienta hacia los ojos de su esposo mientras su mano descendía por sus muslos internos, terminando en un lugar que hizo estremecer al lobo, dos de sus dedos terminaron justo en plena entrada al paraíso, y no pensándolo dos veces fue internando estos, viendo cada una de las expresiones de ese hermoso y sensual niños, sintió como las piernas de este se aferraban cada vez más a su cintura; estaba tan caliente, un espacio reducido que sabía le haría sentir miles de cosas en solo minutos. Continuó moviendo sus dedos, hasta que sin pensarlo ni planearlo tocó una zona que hizo gemir a su esposo, teniéndolo con la espalda curvada hacia atrás mientras cerraba los ojos. Si así sentí sus dedos, no imagina como se sentiría cuando tuviera su miembro enterrado hasta perderlo de vista.

Sus dedos salían y entraban mientras Emmett se dedicaba a besar los labios del menor o su cuello, inhalando su aroma. De un segundo a otro quitó sus dedos y dejándose guiar por la misma lujuria; sostuvo en su mano su erección y guió la punta hacia la pequeña entrada del menor, los brazos de este rodearon el cuello de este mientras sentía como poco a poco Emmett se abría paso por aquel caliente lugar, Emmett sentía que no podía resistir el embestir hasta entrar por completo y luego saciarse, después de todo era difícil que un vampiro se cansara; Seth sonrió al sentirlo, ignoraba el dolor que sintió en un inició, parecía que su cuerpo hubiera producido anestesia para ese solo instante, sus dedos se clavaron en la espalda de Cullen mientras jadeaba, no podía esperar más por lo que moviendo su cadera, sintió entrar por completo a Emmett lo que hizo que sus uñas terminaran clavadas con fuerza en la espalda del mismo.

–Seth…–

–Por favor… te necesito…–

Pocas palabras hicieron que Emmett diera la primera embestida, logrando sacar un gemido alto al menor; las embestidas poco a poco comenzaron a ser más frecuentes, y Emmett luchaba por no hacerlo tan bruto, sin embargo al sentir como las uñas del menor se deslizaban por su espalda a cada embestida que le daba, causando que las marcas que dejaba en la espalda del vampiro semejaran la de una tiza en una pizarra, acompañadas de pequeñas rajaduras a estas, los dedos de Seth se internaron unos pocos milímetros en la dura espalda de su esposo; fue lo más erótico que había sentido por lo que olvidándose de su control, comenzó a embestir con fuerza el cuerpo del menor, entrando y saliendo en medio de jadeos.

El dolor para Seth fue inhibido por completo, solo sentía como su propio cuerpo recibía con deleite todo el pene del vampiro, cada embestida, como cada vez que apretaba el miembro de este, su deleite se intensificaba por mil haciéndole gemir sin tener el pudor de controlarse en algún momento, el raciocinio lo abandonó solo disfrutando por completo del cuerpo que tenía en medio de las piernas, el cual le estaba brindando el mejor de los momentos, llenos de cientos de sensaciones que no podía describir.

– ¡De nuevo…! ¡Ahí!– jadeó mientras se incorporaba a besar los labios del vampiro, mordiéndolos como siempre había querido hacerlo pero no comprendía porque nunca lo hizo. El vampiro terminó rozando una parte sensible en el cuerpo de Seth por lo que comenzó a penetrarlo y dando solo en aquel lugar que había brindado tanto placer a su cachorro ene se solo instante. El menor se desvivía en medio de gemidos y fuertes apretones en su anillo de músculos escuchando como en ocasiones Emmett terminaba diciendo alguna maldición por todo lo que estaba sintiendo, claramente el cuerpo de Seth comenzaba a perlarse por el sudor que emanaba de su cuerpo por aquella actividad, sus ojos continuaban negros por el placer y eso no hizo que el vampiro se detuviera, sino que aumento las embestidas, tomando de las caderas a Seth para lograr entrar más de lo que ya estaba, se sentía envuelto en el mismo fuego por el cuerpo de su cachorro.

Sus dedos se hundieron en la caliente carne del menor atrayéndolo más a su cuerpo sin dejar de embestirlo, adorando cada sonido que salía de aquellos finos labios.

Con la fuerza que poseía, Seth se incorporó empujando al vampiro hacia atrás colocando las palmas de sus manos sobre los fuertes pectorales de este, mirando directamente a los ojos de su imprimación, se fue sentando sobre su miembro, abriéndose nuevamente paso por el interior del menor, las muecas de placer y de ligero dolor se hicieron presentes en su rostro y Emmett solo pudo deleitarse con todo ello, adoraba a su pequeño lobo; el vampiro le tomó de las caderas haciendo que descendiera rápido  y que Seth soltara un gemido y, pronto este cabalgara sobre su esposo, la sensación era mucho mejor; comenzó dando pequeño brincos apoyando sus manos en los fuertes abdominales del vampiro, gimiendo por lo que estaba sintiendo, si de esa forma se sentía estar con tu imprimación en una cama, entonces lo haría siempre.

–Mas… rápido ¡Ahg!– Seth cerró los ojos con fuerza intentando controlar que su voz saliera decente, sin embargo no logró mucho. Emmett ante aquella petición comenzó a mover sus caderas sosteniendo las de su chico con fuerza; nunca había probado aquella posición, sin embargo se deleitaba con ver todo el rostro y cuerpo del menor con gotas de sudor bajando por su cuello hasta su pecho y algunas por su espalda, era una maldita visión lo que tenía enfrente. Su pelvis la movió con fuerza hacia arriba haciendo delirar al menor, veía con claridad como el miembro de este comenzaba a gotear por lo que llegó a hasta este para comenzar a estimularlo al ritmo de las mismas embestidas que estaba impartiendo.

Los ojos del menor se abrieron y se enfocaron hacia enfrente emitiendo un sonido parecido a un gruñido desde el fondo de su garganta, sin embargo no dejó de moverse, aquello no pasó desapercibido por el vampiro quien se incorporó para besar con hambre al menor haciendo que olvidara por completo lo que había pasado hace segundos. Los brazos del menor se enrollaron en el cuello del vampiro  atrayéndolo a su cuerpo, sintiendo como este estaba masturbando su miembro. Sus gemidos volvieron de un momento a otro cerca al cuello de su imprimación sintiendo que algo bajaba justo hacia el sur, sintiendo que iba a terminar, que llegaría a la cima de algo nuevo.

– ¡Emmett…! – el vampiro continuó con su tarea hasta que al sentir como su cachorro lo apretaba más terminó cerrando los ojos emitiendo un gemido pasando nuevamente la ponzoña que se le había acumulado, el menor apretó más fuerte haciendo que  sin previo aviso terminara dentro del mismo y que el menor lo hiciera casi seguido del mayor en medio de un fuerte gemido con el nombre del vampiro y un sincero Te amo. La mano de Emmett terminó llena del semen de Seth, quien se abrazó con fuerza mientras intentaba recuperarse de aquel clímax, el primero de toda su vida y la pasó al lado de su imprimación, sentía claramente que lo mismo sucedió con el ya mencionado  ya que sentía una ligera incomodidad dentro de su cuerpo, particularmente en su ano, muy en el fondo; su corazón taladraba su pecho el cual estaba pegado al del vampiro, y Emmett no pudo evitar sentirse el ser más afortunado del maldito planeta. Hubiera pensado que Seth se iba a detener ahí tras estar agotado por hacer el amor con tal fuerza, sin embargo aquellos ojos negros le decían lo contrario, y claramente no se iban a detener hasta que el sol saliera y quizás hasta que nuevamente se ocultara.

Su cachorro había descubierto el placer de la mejor forma y sabía que no lo dejaría tan fácil.

***

Un suspiro salió de sus labios haciendo que se despertara de a poco, sintió como las olas del mar hacían su peculiar sonido, aves cantando y tranquilidad, Seth emitió una pequeña sonrisa al saber donde estaba y con quien, sintió como algo pequeño y suave caía en su espalda, al estar bajo abajo lo primero que vio al abrir los ojos fue una almohada de plumas destrozada a su lado, la toco e hizo que algunas del relleno volaran y cayeran en su mano, las tocó y disfrutó de la suavidad, giró la cabeza hacia la derecha y observó una pequeña nota sobre el buro: “Fui a cazar, estaré contigo apenas despiertes. Emmett, tu esposo.”

–Te demoraste, vampiro. – murmuró suave mientras los ojos se le volvían a cerrar pero con toda fuerza de voluntad los volvió a abrir y se incorporó notando que casi toda la habitación estaba hecha añicos, ¿Acaso hubo una pelea con neófitos en su habitación? Y ni que decir de la cama la cual estaba en pésimas condiciones, intentó girarse para poder apreciar mejor pero apenas hizo un pequeño movimiento un jadeo salió de sus labios, su cadera le estaba doliendo y ni que decir de sus piernas parecían de gelatina. Al sentarse fue aún peor por lo que se incorporó rápidamente, tomó una de las batas de baño que habían y se lo colocó mientras caminaba por el pasillo hasta el baño, y fue directo hacia el lavado donde abrió la llave y se lavó el rostro para quitarse todo el sueño que poseía, al incorporarse tomó una toalla y se secó para después observarse a sí mismo en el espejo, sentía que no era aquel chico el que se reflejaba ahí.

Dirigió su mano hacia sus labios mientras cerraba los ojos y un flash de lo que sucedió en la noche le llegó haciéndole sonreír de forma inconsciente, de alguna forma cada parte de su cuerpo fue tocada y besada por Emmett, sentía sus labios en su cuello y luego en sus muslos, en su abdomen y en sus labios; hacer el amor con tu imprimación era algo que nunca logró imaginar.

Al abrir los ojos se topó con la mirada casi culpable que Emmett emitía, el menor no supo él porque, por lo que se giró y sonrió ligeramente a su vampiro pero este solo se acercó y bajó la cabeza juntándola con al del cachorro.

–Perdóname, Seth. En verdad lo siento. – el menor no comprendió nada por lo que tomándole del rostro le miró a los ojos y le sonrió.

–No entiendo porqué te disculpas, no hiciste nada malo, fue todo lo contrario. –

El vampiro le miró a los ojos y le giró haciendo que el menor y Emmett se miraran al espejo que tenían enfrente el cual era de buen tamaño, el vampiro no dudó en abrir el nudo de la bata que utilizaba su pequeño e hizo notar lo primero que casi dejó en shock a Seth, una marca morada en su hombro, casi podía parecer que se unía con la que tenía en su cuello, el vampiro alejó un poco al menor para que viera lo que había en su cadera, marcas de dedos se formaban claramente, junto con las de manos, Emmett tomó sus manos haciendo que las levantara y notó como sus muñecas estaban de igual forma o peor, estaba mucho más morado y ligeramente rojo, pero lo que hizo que Seth comenzara a boquear casi en busca de oxigeno fue cuando Emmett bajó la baja y le mostró su tórax, a la altura de sus costillas habían grandes moretones , casi como si algo lo hubiese golpeado con brutalidad, quizás ahora comprendía las disculpas de Emmett, sus costillas era lo más delicado que poseía, su punto débil en realidad y esa zona estaba dañada pero por lo que veía solo de forma superficial.

El vampiro no pudo continuar viendo por lo que se alejó y Seth solo pudo volver a cubrirse casi con vergüenza.

–No debió de haber pasado. –

–Estoy bien, Emmett, solo… desaparecerá en unas pocas horas. – habló Seth mientras observaba caminar al vampiro como un león enjaulado en la pequeña sala que estaba a la par de su habitación.

– ¿Horas?– Emmett emitió una risa casi de miedo. –Esos moretones los tienes casi dos días, Seth. Debí detenerme cuando amaneció pero… no pude, no fui fuerte. –

– ¿Qué? – Seth no comprendía lo que el vampiro había comentado. – ¿Dormí dos días?–

–Hubiera sido mucho mejor que solo durmieras, Seth pero estuvimos haciendo el amor por dos días, dos días en los cuales solo te lastimé y casi te mato. Para que tarden tanto en sanar debía de haberte roto algo en verdad, te lastimé. – el menor no creía lo que estaba escuchando por lo que colocándose frente al vampiro le miró a los ojos.

–Claro que no, fueron… los mejores dos días de toda mi vida y como ya te dije sanaran en pocas horas, es lo bueno de mi condición. Acaso… ¿No te gustó y te arrepientes?– Emmett sonrió ligeramente mientras sostuvo las manos del menor para besarlas ambas.

– ¿Crees que estoy molesto solo porque no lo disfruté? Fueron dos días en los que me sentí vivo, en los que me diste un corazón que martillaba en mi pecho y pulmones que necesitaban oxigeno para continuar amándote. Sin embargo te lastimé, deberías estar odiándome. –

–Y eso es lo único que importa, estoy bien y vivo, Emmett, se que nunca me harías daño, solo… solo son unos pocos moretones, nada más que eso, mi cuerpo sanará en pocas horas, y sé que te molestarás por lo que voy a decir pero no cambiaría esos dos días por nada del mundo, y tampoco sus consecuencias; estoy muy feliz. – Emmett solo pudo llevar sus labios hacia la frente del menor y rodearlo con sus brazos mientras agradecía tenerlo respirando en ese momento, si algo hubiera pasado nunca se lo hubiera perdonado, Seth era su único motivo para continuar viviendo. Pero por lo menos ahora sabía que la libido de su esposo era alta y que de alguna forma utilizaba esa fuerza de licántropo en su persona para también someterlo y tener lo que ansiaba que era una buena noche de sexo; esos dos días se lo demostró, dos días en las que en verdad no pararon para nada, y Emmett no se preocupó por las consecuencias, solo deseaba tener a su cachorro de esa forma tan candente e inocente a la vez. El vampiro abrazó de forma protectora al menor una vez más mientras que este lo hacía rodeando su cintura pegando su rostro lo más que podía al pecho de su esposo. Claramente lo que más le asustó ver aquel gran moretón en su tórax, en la zona de sus costillas. Sin embargo sabía que Emmett nunca lo lastimaría.

“La única vez donde sentí tanto miedo fue al ver a Seth en manos de aquel neófito, sin embargo ver que yo había provocado todos esos golpes en su cuerpo me asustó más. Casi lo tomé por muerto cuando Seth cayó en mis brazos aquella última noche, pero me tranquilizó ver que su respiración era lenta ya que se había quedado dormido, no noté como aquellos moretones aparecían en su cuerpo, no noté nada, sin embargo tengo que alejarme sexualmente de Seth, sé que esto no nos llevará a nada bueno, sin embargo será muy difícil de hacerlo ahora que sé cual apetecible puede llegar a ser el cuerpo de ese sexy chico, cada parte de él es totalmente sexual. Que irónico que me encante tener sexo pero ahora me ponga yo mismo a dieta.”

 

Notas finales:

¡HOLA A TODOS MIS LECTORES!

En verdad pido miles de disculpas por no subir el capítulo ;;; pero la universidad literalmente me sucuestró y pues mi mamá estuvo mal de salud :c anduve de enfermera y viviendo un tiempito en el hospital. Muchas gracias por todos sus reviews preguntandose donde se había ido esta escritora, estoy muy bien, solo con estrés y en apuros por decorar la casa para Navidad :v y hacer el Pavo :v ¡No se que haré! xD yo quemo el agua. jjajaaja

A todos les deseo una Feliz Navidad, pasenla excelente y muy bonito con sus familias; y como es Navidad, ESTE MES HABRÁ CAPÍTULO DOBLE, Dentro de una semanita ya lo estoy subiendo así que no se preocuapen :3

¡Haré una encuenta para que voten si quieren o no que haya mpreg en el fic! Todo será por mi página oficial en FACEBOOK: "BlissHat Fanfics".

Sin más, les deseo a todos una bonita Navidad, coman mucho pavo :v y mucho recalentao' jajjaja, ¡Un mega saludo a México, Perú, España, Bolivia y Chile! Y si me olvido de alguno me avisan.

¡ESPERO MUCHOS REVIEWS!

¡TSC AL PODER!

¡PANDITERRORISTAS AL PODER!

 


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