CAPÍTULO TREINTA Y CUATRO: Miedo.
Aro solo podía esperar pacientemente las noticias sobre Seth Black, anhelaba ver como ese niño, ahora joven, podía defenderse y a su pareja en su estado lupino, adoraría verlo en batalla, siendo lo que realmente es, solo asesino de vampiros, su poder incrementaría si tuviera un hombre lobo bajo su control, y si llegara a tener tal privilegio se aseguraría de que no dejara esa condición nunca, no importaba si lo amaestraba, después de todo en ese estado no es racional.
Un hombre lobo haría temer a sus oponentes pero dos le daría un poder que no dudaría en aprovechar.
En un parpadear observó como Alec y Jane ingresaban al gran salón junto con un hombre de su guardia, cabe mencionar que el hombre solo contaba con un brazo, al parecer Seth fue muy despiadado con cada uno de sus hombres, no le importaba mucho su integridad, después de todo solo eran peones. Aro se incorporó de su silla acercándose hacia los hermanos y el hombre quien se miraba un tanto enojado por no estar “completo”; aquel lobo si era de temer.
– ¡Jane! ¡Alec! Me alegra tanto verlos; deseo saber las noticias que han traído. – Marcus y Caius se mostraban atentos a lo que ambos hermanos le dirían a Aro.
–Señor. – saludaron los tres al unísono con una ligera inclinación de cabeza. El hombre dio un paso hacia adelante tendiéndole el único brazo que tenía. Era casi humillante que solo animal le haya hecho ello, pero agradecía que estuviera aun con vida, todos sus demás compañeros fueron masacrados y quemados, él se libró de eso.
Aro le miraba muy ansioso y solo pudo cogerle la mano entre las suyas mientras cerraba los ojos, en ese instante pudo ver claramente todo; Seth había defendido con todo su ser al vampiro quien estaba siendo atacado por otros cinco vampiros, estaban a punto de matarlo sin embargo fue aquel joven el mismo que se lanzó contra ellos para terminar asesinado a todos y arrancándole un brazo al que ahora tenía enfrente; era sorprendente ver que aquel niño era un fiero lobo, un asesino de vampiro por naturaleza y le agradaba cada vez más, si tan solo uno de ellos hubiera mordido al niño, en ese preciso momento se estaría transformando y sería ideal atacar a Emmett, asesinar al clan Cullen y llevarse a aquel pequeño tesoro, estando aun como neófito podría controlarlo con su sed, le daría todo lo que necesitara hasta saciarse y entonces conseguiría al niño para siempre.
Aro soltó su mano y sonrió macabramente mientras trazaba su plan, y deseaba que todo saliera tal como lo estaba imaginando, no deseaba inconvenientes.
– ¿Los Cullen se enteraron de lo sucedido?–
–Al parecer Alice les advirtió, intentaban verse tranquilos pero no lo suficiente para engañarnos. – Alec mencionó sin apartar la mirada de Aro quien le prestaba atención aun con aquella sonrisa en su rostro.
–Carlisle no podrá cuidarlo por mucho tiempo si ellos siguen en Brasil, ¿Alguna noticia sobre Jacob?– La voz de Aro volvió a tomar interés luego de mencionar al lobo mayor.
–No hemos podido saber mucho sobre él, está pasando mucho tiempo con sus amigos, y no podemos acercarnos lo suficiente para poder seguir sus pasos, señor, lamentamos no informarle más sobre él. – Jane inclinó la cabeza en señal de sumisión sin embargo Aro le tomó del mentón haciendo que le mirara a los ojos sonriéndole.
–No tienen que preocuparse, quien ahora me importa más es Seth y me han brindado la información que necesito para poder tener lo que deseo en poco tiempo. –Aro sonrió un poco más amplio soltando a Jane mientras se giraba hacia sus hermanos.
– ¿Hay algo que debamos de saber sobre tus planes, hermano?– La voz cansada de Marcus se escuchó inclinándose hacia adelante para poder escuchar las noticias que tendría Aro, sin duda el vampiro pensaba que el ya mencionado se estaba obsesionando con los dos jóvenes lobos, y sabía que no solo los quería a ellos dos, sino que deseaba también poder tener a Alice y Edward para sí mismo. –Por lo que he podido oír tus planes han resultado tal como lo has deseado, pero no muestras algún tipo de emoción en ello. –
–Y eso es porque aun no tengo lo que deseo, pero pronto lo haré. Cuando Seth sea un neófito podré tenerlo en esta familia, hermano. Deseo añadir nuevas joyas a esta corona, nuevas armas. – Marcus soltó un suspiro lento mientras volvía a recargarse en su asiento, casi negando con la cabeza por lo que su hermano estaba haciendo.
***
Una nueva mañana para Seth en Brasil –un poco más soleada a comparación de los tres días anteriores a la tormenta- le daba un buenos días al menor mientras se estiraba en la cama, dándose cuenta de que se encontraba solo en esta y con solo una nota que le informaba que Emmett estaba de casería cerca al lugar y que regresaría pronto. Seth volvió a estirarse en la cama para luego incorporarse casi de un salto mientras que con cada paso que daba hacia la cocina, su camiseta sin mangas amplia junto a su short de tela delgada casi a mitad del muslo se iban acomodando hasta quedarle bien, cada día que transcurría el calor para él era demasiado al punto que deseaba dormir desnudo, y los días con fuerte viento era los mejores para él. Cuando llegó a la cocina notó que pronto serían las doce del día por lo que sería tonto desayunar a esa hora y prefirió almorzar de una vez.
–Veamos con que han llenado el refrigerador esta vez. – murmuró para sí mismo mientras abría asomando la cabeza y notó que había pollo junto con carne, algunas verduras que le gustaban. –Supongo que será carne y en la cena pollo. ¿Qué mas hay…?– su vista se pasó hasta donde había un poco de leche e hizo una mueca, Quizás sea buen acompañamiento para la cena, pensó Seth mientras se incorporaba mejor para mirar la parte superior y entonces sonrió mucho más al notar lo que había. – ¡Helado!– Y eran dos envases, uno de litro y el otro de dos litros. Sacó uno mientras comenzaba también a colocar la carne y vegetales en el mesón para comenzar a preparar su almuerzo.
A cada instante colocaba una cuchara de helado en su bota para degustarla, ya sea que cortara los vegetales o comenzara a salpimentar los dos trozos de carne, el helado bien frío de chocochip y galleta le aliviaba un poco el calor que sentía nuevamente, agradecería a Emmett por el helado que seguramente ya terminaría dentro de poco con el de litro. Dejó la carne marinarse un poco junto con el jugo de limón y decidió salir hacia la entrada de la casa y sentarse en uno de los cómodos sillones que había mientras se terminaba el litro de helado.
Cuando por fin se sentó soltó un suspiro mientras llevaba sus piernas hacia su pecho y el helado a su derecha mientras volvía a sacar una buena cucharada para comerla. En los tres días luego de lo sucedido en esa noche de tormenta, Emmett comenzó a alejarse poco a poco de Seth y eso lo notó el menor, cada vez que despertaba el vampiro ya no estaba a su lado y siempre decía que saldría a cazar, no le podía dar un abrazo sin que antes Emmett solo se dispusiera a darle un beso en la mejilla y alejarse. Seth creía que quizás como todo vampiro su olor comenzaba a molestarle en verdad, no lo culparía si eso pasaba, pero le dolía la frialdad con la que a veces Emmett le trataba o con esas miradas que le mostraba cuando Seth comía, eran casi como si estuviera pensando en la solución a algo, como si la respuesta se hallara en el lobo, y cuando Emmett se percataba de que el menor le había descubierto mirándole, solo soltaba un suspiro bajando la mirada o desviándola, y en el peor de los casos salía de la casa y no volvía hasta que Seth estuviera dormido.
El cambio de actitud con Seth fue de un día para el otro y el menor comenzaba a preguntarse qué sucedía, tenía miedo de que haya hecho algo que molestara al vampiro… pero no sabía que era.
Seth giró la cabeza hacia la derecha observando que todo el helado había desaparecido, cerró los ojos inhalando bastante cantidad de aire y los abrió al exhalar, se incorporó dirigiéndose hacia la cocina, suponiendo que el marinado ya estaría listo, tiró a la basura el envase y dejó la cuchara en el lavado mientras se ponía a cocinar la carne teniendo ya listo los vegetales en el plato. Cuando notó que ambos generosos trozos de carne estaban listos los colocó en el plato mientras ya se disponía a comerlos debido a su apetito. En verdad estaba delicioso para él mientras lo combinaba con aquellos vegetales jugosos, tras partir un trozo de carne notó que el resto no estaba cocinada en su totalidad, casi se podría decir que estaba cruda por lo que llevándose ese trozo de carne a la boca junto con más vegetales, elevó el plato para tenerlo a la altura de sus ojos y notó que esa carne no estaba nada cocina a comparación del primer filete que comió, observo cómo había hasta sangre en el contorno y casi dudo en colocar el dedo sobre este pero terminó haciéndolo y al hacerlo notó como salía vapor en cantidad y casi se escuchaba ese peculiar sonido cuando la carne de freía, Seth retiró el dedo y observó como a carne estaba cocinada y hasta quemada en esa sola parte por lo que asustado soltó el plato y retrocedió hasta chocar con el refrigerador.
Emmett escuchó el plato estrellarse contra el suelo por lo que al ingresar a la cocina miró que Seth estaba casi paralizado pero al notar al vampiro parpadeo.
– ¿Estás bien Seth? ¿Qué ocurrió?– Emmett observó el plato con un trozo de carne y pocas verduras en el suelo.
–Lo siento, limpiaré de inmediato. – Emmett intentaba evitar que lo hiciera pero de un momento a otro sintió un potente olor fluir por todo lado y la fuente era el corte que Seth se había hecho en la palma de la mano, el menor de inmediato se incorporó y se cubrió la herida con una servilleta de tela que tenía a la mano. –Es mejor que salgas fuera, estaré bien. – Emmett dio un paso hacia Seth teniendo los ojos en total negro cosa que asustó ligeramente a Seth. –Emmett. Ve afuera, por favor. – la ponzoña acumulada en su garganta la pasó con gran esfuerzo mientras que en un parpadeo el vampiro salía de casa. Seth soltó un suspiro mientras se disponía a limpiar todo aun asustado con lo que acababa de hacer, sabía que eso no era normal, su temperatura en efecto era alta para cualquier ser humano pero el poder casi quemar un trozo de carne con solo tocarlo… eso no era nada normal, ni si quiera para un lobo.
Cuando terminó, se dirigió hacia el segundo piso donde claramente Emmett se encontraba sentado mirando hacia el horizonte, al sentirlo el vampiro giró observando al lobo y le regaló una pequeña sonrisa.
– ¿Me contarás que ha sucedido?– el menor asintió con la cabeza y con algo de dificultad por un tartamudeo a causa de los nervios comenzó a relatarle lo sucedido, claramente se encontraba asustado, nunca le había pasado algo igual y pensaba que solo era el inicio de algo malo, sentía que arruinaba su luna de miel; Seth habló sobre sus miedos, sobre cada uno de ellos y tocó el tema de la lejanía del vampiro el cual se sintió mal cuando observó al lobo limpiar rápidamente una lágrima que salía sin su consentimiento. El vampiro le abrazó sin importarle nada, no quería que su cachorro se sintiera mal por lo estúpido que estaba actuando, durante esos tres días solo ha podido pensar en soluciones para poder calmar ese instinto de Seth, pero no encontraba nada y temía que algo le pasara a su esposo.
–N-no sé que me está p-pasando… tengo miedo. – murmuró Seth mientras lágrimas caía por sus mejillas y abrazaba al vampiro por la cintura. Emmett pensaba que era mejor contarle a Seth lo que estaba ocurriendo, de esa forma el menor por lo menor sabría la fuente de todos sus síntomas.
–Seth, yo… sé porqué te está sucediendo todo esto. – el mencionado se separó el vampiro para mirarle mejor y saber el porqué de todo. Emmett sentó a Seth en una de las sillas para quedar frente a frente. –Luego de lo ocurrido con esos vampiros llamé a casa para dar a conocer que los dos estábamos bien; yo también he notado cambio en ti, Seth, y me preocupan porque según tu madre… mucho de lo que haces sobre todo cuando terminamos haciendo el amor es inconsciente. –
– ¿Qué? No entiendo. –
–Mi amor, tu libido a aumentó antes de que nos casáramos, lo sentí y lo vi. Tus ojos se ponen totalmente negros cuando eso ocurre, y cuando sucede tenemos sexo; y sucedió porque estas sexualmente maduro al igual que yo, tu… lobo te pide copular con tu imprimación y tiene solo un objetivo cuando terminamos en la cama. – Seth casi no parpadeo al escuchar a Emmett hablar, casi le daba miedo preguntar.
– ¿Cuál es?–
–Que agrandes tu manada. Tu lobo te pide descendientes, hijos, los cuales yo no… no puedo darte. – Seth agrandó mas los ojos entreabriendo los labios al escucharle hablar, no hubiera pensado que todo aquello era a causa de procreación, pensó que quizás era por el mismo cima del país al ser demasiado caluroso, pero nunca lo que su esposo le dijo.
–Hijos… ¿Quiero hijos?–
El vampiro solo asintió con la cabeza y ello solo hizo que Seth por primera vez sintiera un frío aire recorrerle todo el cuerpo que en vez de refrescarle le hiciera templar de pies a cabeza. Entonces ¿esa era la idea de tener una imprimación? ¿Agrandar la manada y tener hijos? De cierta forma suena razonable, después de todo su pueblo era protegido por los grandes espíritus que era los lobos, mientras más tenían, se sentían más protegidos contra cualquier amenaza; su propósito era pasar su gen a todos los hijos posibles. ¿Su cuerpo le daría la oportunidad de tenerlos dentro? Ni si quiera sonaba creíble, era un hombre, no podría concebir un hijo con otro hombre y eso de alguna forma le dolía, el no tener ningún hijo con Emmett, sabía que la primera vez que el vampiro se acercó a él era por un instinto de protección como de un padre a un hijo, y ahora que se ponía a pensar, sus ojos era distintos cuando le observaba, antes de conocer sus verdaderos sentimientos.
Aunque Emmett nunca se lo dijera, sabía que quería hijos a los cuales cuidar, pero no podría estando con él… entonces ¿Qué propósito tuvo la imprimación en ambos?
Seth no volvió a decir una palabra en el resto del día, se la pasó pensativo con relación a lo que su esposo le dijo; cerca de las 9 de la noche cuando Seth decidió dormir lo hizo de forma profunda sin embargo despertó a las 2 de la mañana soltando un suspiro cansado y triste, pensando de que quizás durmiendo acabaría esa pesadilla disfrazada de sueño y se encontraría en medio de los brazos de su vampiro como en los primeros días de su llegada a Brasil, pero solo se encontró con una cama vacía donde tendría que estar Emmett junto con la oscuridad que era aplacada por una media luna brillante y el frío viento que daba el mar que de cierta forma le reconfortaba a tanta calor que tenía; Seth se incorporó queriendo ir a la cocina por algo de leche que quizás le ayudaría a dormir de nuevo y calmar, o quizás mejor era helado. Cuando dio un par de pasos se detuvo de golpe pasando saliva mientras giraba quedando hacia un espejo, se observó con el rostro cansado y con el rostro marcado por lágrimas secas, quizás había llorado mientras estaba dormido. Pronto Seth se miró de cuerpo entero pero no vio nada diferente en el exterior, todo estaba bien, sin embargo por solo curiosidad posó una de sus manos bajo su ombligo volviendo a retomar las palabras de Emmett, un hijo.
Seth se alzó un poco la camiseta mientras volvía a colocar ambas manos sobre la misma zona y no pudo evitar soltar algunas lágrimas cerrando los ojos, su lobo le pedía algo que no era posible para él y eso le dolía, ya ni si quiera sabía cuál era el propósito de que él imprimara de un hombre y más de un vampiro si no podría tener hijos, su cuerpo no era apto para poder albergar un niño dentro. Bajó la mirada para observar donde estaba tocando y no pudo evitar soltar más lágrimas mientras quitaba las manos del lugar y al girar observó a Emmett en la amplia entrada que daba hacia la playa.
–Perdón… en verdad lo siento mucho. – Emmett no dudó en ir a abrazar al menor mientras se mordía los labios de la importancia de ver llorar al menor por algo que no podía ofrecerse a sí mismo o a los dos, sin embargo tampoco cambiaría si Seth fuera una mujer, de igual forma quedaría estéril al ser parte de los Quileutes. Esa noche Emmett se quedó toda la noche escuchando llorar a Seth mientras intentaba consolarlo hasta que se quedó dormido y entonces fue tiempo del vampiro de mostrar unas ganas enormes de desear llorar para calmar el dolor que sentía por Seth.
***
Desde esa madrugada en adelante, Emmett estuvo todo el tiempo al lado de Seth sin importar que en oportunidades el menor le saltara encima para besarlo con frenesí notando esos ojos de luna llena en su lugar, hacían el amor con o sin esos ojos de luna de por medio, deseaba poder aplacar la pena que tenía Seth en su alma; pero los síntomas de Seth comenzaban a ser más recurrentes y casi difíciles de soportar, la alta temperatura comenzaba a darle dolor de cabeza y en los huesos, lo sentía de esa forma y su remedio infalible en muchas oportunidades era tener al vampiro cerca o tener sexo con él. Emmett ya no sabía qué hacer por lo que luego de casi dos meses de estar en Brasil decidieron regresar, más que nada porque el vampiro deseaba la ayuda de su familia para poder sobrellevar lo que le sucedía a su esposo.
Estaba a punto de perder la cabeza por los constantes alaridos de dolor que Seth tenía, quejándose por el dolor de cabeza y del cuerpo que ya no le dejaban dormir.
Carlisle argumentó que tendría todo listo para cuando Seth llegara y entonces, primero le suministraría calmantes para el dolor y de ser necesario sedantes para que pudiera dormir ya que no sabía qué tan mal estaría Seth por todo lo que Emmett le contó.
Las maletas comenzaron a empacarse a gran velocidad gracias al vampiro ya que el menor no se sentía con todas las energías como para si quiera caminar unos cuantos pasos, el cuerpo comenzaba a dolerle por la fiebre que tuvo ese día a los primeros rayos de sol. En 30 minutos todo ya estaba listo para volver a Forks, Emmett se notaba más serio que de costumbre, casi como si todo lo estuviese formulando en un mundo paralelo para que Seth no tuviera conocimiento de lo que estuviera sucediendo, aunque fuera tonto debido a que el pequeño lobo estaba más que enterado lo que sucedía. El lobo solo se vistió con lo más cómodo que tenía para el viaje, ya que seguro se la pasaría durmiendo hasta llegar a su casa, la cabeza le estaba matando en verdad y ya no sabía qué hacer contra ello. Hicieron el mismo recorrido hasta llegar al mismo aeropuerto, sin embargo no había ningún avión disponible a esas horas de la noche por lo que Emmett tuvo que pagar una considerable suma de dinero al piloto para que los llevara hasta Seattle lo más rápido posible, Seth dentro del auto observó ello y solo desvió la mirada, verlo era demasiado para él sabiendo bien que era deshonesto el comprar a otra persona y el vampiro lo acababa de hacer solo para llegar rápido a casa y solucionar lo que le estaba sucediendo.
El viaje fue silencioso y en esa oportunidad no hubieron abrazos ni besos de por medio, las sonrisas de esfumaron como si todo quedase en un buen recuerdo. Todo había cambiado en solo dos meses. Y dolía.
***
Jacob fue el primero en enterarse de la llegada de Seth a Forks, y lo esperó ese mismo día que Edward le mencionó, sin embargo al verlo siendo traído en brazos del vampiro, sintió una extraña sensación, Seth se notaba muy cansado y se encontraba dormido pero con una extraña sudoración en el rostro y quizás todo el cuerpo. Carlisle pidió llevarlo a un ala de la casa donde tenía todo lo necesario para atender a Seth, comenzarían por reducir los constantes dolores que le aquejaban, cuando el menor despertó al ser recostado en aquella fría camilla observó a Jacob a su lado a lo cual sonrió ligeramente mientras pasaba algo de saliva.
–Hola, hermano. – saludó Jacob sonriéndole de oreja a oreja para lograr verse tranquilo.
–Hey, Jake, ¿Me veo mal?– el mayor solo negó con la cabeza mientras que con un pañuelo quitaba el sudor de la frente del menor, ¿Qué había sucedido con Seth en ese viaje? –Claro que no, creo que un poco de sol que ha caído bien. –
–Ese es… un mal chiste. – Carlisle comenzó a suministrarle algunos calmantes y luego de que bebiera una considerable cantidad de agua, le dio sedantes para que pudiera dormir por lo menos todo un día y recuperara fuerzas, Jacob se vio obligado a dejarlo descansar en aquella camilla, su aspecto era de un verdadero enfermo a punto de morir.
Al bajar las escaleras hasta la primera planta, observó como todos los vampiros de aquella casa estaban ahí esperando saber más sobre lo que le ocurría a Seth y en verdad necesitaba saber para lograr ayudar de alguna forma, ¿Sue sabrá de esto? Y esa última pregunta le recorrió toda la espalda.
–Con la cantidad de sedante que le he dando por lo menos dormirá unas ocho o doce horas, a menos de que la consuma más rápido; Emmett, ¿Qué sucedió?– Emmett estaba sentado en uno de los sofás teniendo a su lado a Esme quien le colocó una mano sobre la del vampiro para darle fuerza para contestar.
–Supongo que han podido escuchar la conversación que tuve con Sue ese día, todo estaba bien, solo de un momento a otro las cosas empezaron descontrolarse a un punto que ya no podía mantener a Seth sin esos constantes dolores corporales, si intentaba dormir el dolor de cabeza no le dejaba y si comía algo era mínimo; y todo estaría bien si le diera lo que me pide… pero no puedo. – elevó la cabeza tras haber hablado y solo encontró miradas preocupadas por él.
– ¿Y qué se supone que… te pide Seth?– Jacob necesitaba saberlo, la curiosidad le estaba ganando, quizás él podría ayudar en algo y deseaba que así fuera.
–Hijos. Me pide lo más natural de esta vida y no puedo darle eso; Sue mencionó que Seth continuará igual a menos de que logre tener hijos, ese es el propósito de la imprimación al parecer. Le di la opción de que… pudiera estar con una mujer y de esa forma lograr tener un hijo pero Seth se negó y discutimos por eso en el avión. –
–Agrandar la manada. – Mencionó Jake y tras ello recibió la atención de todos. –La idea es que ese hijo sea de su imprimación también, que lleve ambos genes, si Seth aceptara lo que tú le has planteado y llegara a tener un hijo, puede que no lo acepte. –
–Pero él tendría lo que desea. – acotó Esme.
–Sin embargo son sus genes y de alguien desconocido, puede que Seth no lo tome como su hijo en toda la magnitud de la palabra. Es un riesgo muy alto. –
– ¿Qué sucedería con ese bebé?– Rosalie se hizo notar con aquella pregunta y Jacob soltó un suspiro esperando que su hipótesis no sea acertada.
–Ahí está riesgo, Sam lo recibiría si porta el gen lupino, pero le sería indiferente a Seth; para él no existiría ese niño. –
La sala se quedó en silencio tras esas últimas palabras. Y solo se podía escuchar la respiración lenta de Jacob mientras intentaban encontrar una solución para que todo pudiera estar vienen Seth, quizás ahora tenía razón, “mucha calma trae una gran calamidad tras de sí.” Todos se pasaron gran parte de la noche intentando hallar formas de lograr lo imposible. Mentalmente, Emmett estaba destruido y ciertamente echaba de menos dormir para lograr apaciguar todo lo que tenía encima en ese momento.
Con el transcurrir de los días la situación de Seth empeoró al punto que solo se quedaba recostado al lado de Emmett sin abrir los ojos por el cansancio que le daba la fiebre, lo único que lograba entrar en su estómago sin que lo rechazara era agua; la palidez se hizo presente junto con ojeras y la delgadez, los dolores eran recurrentes y los sedantes junto a los calmantes ya no le hacían efecto, pareciera que en cualquier momento Seth dejaría este mundo. La fría temperatura del vampiro en oportunidades le ayudaba a sobrellevar una dura noche.
Rosalie observó como aquel joven poco a poco sucumbía en la agonía, ya no había rastro de ese niño de brillante sonrisa o de piel perfecta, solo una sombra de lo que antes era. En el fondo la rubia empezó a sentir lástima, estaba sufriendo por lo mismo que ella cuando estaba con Emmett, por un hijo, pero el caso de él era más serio, cada día que transcurría era peor, pronto moriría de tanto dolor. Como fuera ayudaría a ese mocoso.
Jacob casi comenzó a quedarse a dormir en aquella casa para lograr cuidar también de Seth, cuando Emmett no se encontraba o casi la mayoría de ellos salían a cazar para volver a tener los ojos puestos en el joven, Jake cuidaba de él en todo momento, e intentaba a la vez no acercarse tanto para no sofocarlo con su propio calor pero intentaba que comiera algo, cualquier cosa para poder llenar su estómago, su delgadez estaba a ser crítica.
Los lobos no preguntaba el porqué de las constantes faltas de Jacob ya que la mayoría de ellos estaban concentrados en su respectiva imprimación, pero fue Liam quien decidió saber el motivo de aquellas faltas, era ya más de dos semanas así, decidió ir a su casa y su padre abrió.
–Liam, es un gusto verte. –
–Igual, Billy, vine a ver a Jacob, me dijo que tenía algo importante que decirme. – mintió.
–Pasa, supongo que llegará para el almuerzo. – dentro se encontraba Charlie junto a Sue quien se veía preocupada.
–Hola, Liam. – saludó el sheriff con una ligera sonrisa.
–Señor Swan, Sue. ¿Sucede algo?–
–Emmett llamó ésta mañana, al parecer alargaran su estadía en Brasil, Seth no se siente bien, se oía muy cansado cuando hablé con él. – Liam frunció el ceño, claramente algo había pasado con el menor pero dudaba que se tratara de algo normal, y sus sospechas solo se agrandaban al notar que Jacob desaparecía mucho y cada uno de sus pensamientos iban indirectamente hacia Seth. Jacob debía de saber algo que quería decir. –Supongo que llamaran luego, serviré la comida, siéntate. – Liam sabía a dónde debía ir para saber más sin embargo cuando se disponía a salir fue interceptado por Billy.
–Liam, por favor…–
–Jacob sabe algo, ¿cierto?– Billy se mostró dubitativo a lo cual eso basto para confirmarle sus sospechas y salió rápidamente de aquella casa para ir rumbo a la casa de los Cullen, ellos deberían de saber bien lo que sucedía con Seth, y no era a causa del cansancio.
Su auto estaba yendo a toda velocidad sin importar mucho la velocidad permitida por esos lugares, deseaba saber que pasaba con Seth.
“Él no está solo enfermo, algo tuvo que hacer ese imbécil vampiro como para que Seth estuviera mal, sé que Sue sabe algo más y omitió detalles debido a que Charlie estaba con ella en ese momento, muchas veces intenté saber porque los pensamiento de Jacob viajaban rápidamente hacia Seth, todo se basaba en él, quizás los otros no se percataron debido a que están tan estúpidamente imprimados; ese vampiro tendrá que decir que le hizo a Seth o lo asesinaré.”