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No se llamaría Amor si no doliera. por Beitha KangChoi

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Notas del capitulo:

Rosalie descubrió ese algo de Emmett  cada día que lo veía, pero Seth lo descubrió en la primera.

Emmett se da cuenta de lo detallista que es el niño y le gusta.

Un niño totalmente distinto, un primer encuentro que removerá un corazón frío,

 

 

 

 

Hola a todos :3 Seh~ Volví! Espero que els guste mucho el cap.

Enyoy!

CAPITULO TRES: Un descubrimiento removedor de corazones.

 

Aquella noche después de que sus hermanos y padres se fueran de Forks, Emmett se sintió extrañamente libre de poder hacer lo que quisiese sin tener a nadie vigilándole; en este caso sería que se alegraba de no tener a Alice o Jasper detrás de él diciéndole que se alejara de aquel niño. Si lo deseaba se podría acercar, y quizás solo tentarse a sí mismo a morderlo y controlarse de inmediato, y ver que tan resistente podría ser en realidad.

 

Esa noche cuidó de Bella tal como lo había prometido, mas no le impactó que uno de los lobos fuera al rescate de ésta cuando se hallaba perdida en medio del bosque y si él intervenía, se tendría que verdaderamente alejar de Forks sin que él lo quisiera de verdad. Regresó a su hogar pero manteniendo las luces apagadas, cada una de éstas, no quería llamar la atención de ningún tipo y así es como lo haría. Entró en su habitación ya que el ventanal estaba abierto, se podía sentir una brisa que calmaba los nervios de cualquiera. Inmediatamente se tumbó en la cama que compartía con su esposa, y sonrió de lado, ahora seria libre en poder pensar lo que quisiese, decir cualquier cosa sin que nadie se diera cuenta de nada.

 

─ Si que soy un completo mentiroso patán, engañar a mi familia y a Rosalie para poderme quedar al cuidado de Seth. ─ Y Emmett notó que el nombre del menor era aún mejor dicho que pensarlo en cada oportunidad que tenía. Cerró los ojos aun teniendo esa sonrisa de satisfacción en los labios, mientras que en su mente vagaban tantas posibilidades de poderse encontrar nuevamente con aquel niño y esta vez sin que nadie le hiciese algo, hablar, y a la vez controlarse como vampiro adulto que era.

 

“Hubiera querido tener un niño como él con Rosalie, valiente, de buena presencia, de buen corazón…”

 

Sus labios dejaron de sonreír poco a poco mientras abría los ojos y se quedó mirando el pulcro techo en el cual estaban las sombras de las hojas y ramas de los árboles que estaban tan cerca de aquella habitación.

 

“Nadie me obligó a quedarme, fui yo quien lo decidió de esa forma. Los engañé a todos para poder quedarme un poco más a su lado. Esa es la razón”

 

Su cabeza estaba hecho un completo lio por lo que estaba pensando en ese momento.

 

“Basta. Es suficiente de interrogarte de esa forma. Lo hiciste ahora da tu segundo paso.”

 

Entonces recordó algo que hasta ese momento no se había puesto a pensar. El niño estaba cerca del límite que se había pactado hace años, entonces vivía en La Push, por ende… era uno de ellos, tenía el cabello largo, eso claramente lo identificaba como uno de la reserva. Aquello hizo meditar aun más a Emmett, no sólo era un niño que estaba en el bosque, tiene la protección de la manada de animales que estaban en Forks, tendría que irse con cuidado de que no lo descubrieran o todo se iría a la borda.

 

─ Y a mí que me encantan los retos. ─  murmuró mientras abría los ojos y se ponía a pensar en las miles de alternativas que podría tener si habla con ese niño. Lo podría cuidar como ese hijo que nunca pudo tener y que… nunca tendrá. ─ Sólo… quiero cuidar de él. ─ se convenció a sí mismo de lo que dijo. Mientras durante toda la noche, para no aburrirse, pensó en el día siguiente, donde sabría que lo conocería un poco más. Y donde lo tendría cerca sin que el niño este medio muerto y en sus brazos.

 

***

 

Temprano cerca de las 7:45AM para Seth, se levantó de su cama aún algo adolorido por aquellos golpes, tenía una camiseta ligera y suelta junto con unos pantalones de igual forma. Siempre decía que la comodidad era lo primero y ello lo demostraba en cada cosa que podía vestir. La ropa formal la dejaba para ocasiones especiales, si no lo era entonces allí estaban sus zapatillas esperándole junto con unos pantalones gastado y una camiseta y su sudadera abierta encima. Fue al baño y se miró en el espejo, su aspecto por lo menos no estaba tan mal, el labio partido y la ceja de igual forma pero no era para tanto, podría vivir después de todo y lo agradecía. Sus manos se posaron en los costados del lavamanos mientras se quedó pensativo.

 

“Ese chico…”

 

A pesar de haber estado con la cabeza agachas y con un fuerte dolor pudo escuchar completamente todo lo que decía, no sabía de donde habría salido dicho chico pero siempre le agradecería el haberle ayudado de esa forma. Por un momento recordó creer que era alguien peor que esos tontos, que le haría cosas peores hasta violarlo, pero todo lo contrario fue cuando le ayudó, espantando a esos idiotas. No supo bien como lo habría hecho, sólo había escuchado un fuerte golpe que también le asustó.

 

Seth miró su reflejo y miró sus ojos.

 

“Sus ojos… eran… tan oscuros que… daban miedo.”

 

Esos ojos oscuros que lo miraban como reprimiéndose, como queriendo hacer algo y conteniéndose con toda la fuerza de voluntad que pudiera tener. Entonces ese recuerdo se le vino a la mente casi como un golpe, cuando cayó sobre su hombro a falta de fuerza, casi pudo sentir que estaba muy frío.

 

“El clima estaba muy frío a decir verdad.”

 

Y cuando lo levantó, ni si quiera un ligero quejido de que pesara.

 

“Ayudó el hecho de que soy pequeño y él estuviera en forma. ¿Levantaría pesas? Quizás si para tener esa fortaleza”

 

Pero confió en él de inmediato, porque sentía una rara comodidad con él, y sobretodo agradecimiento de que le hubiese ayudado en ese momento tan difícil y desastroso. Seth miró su mano y recordó como le sujetó con fuerza de la manga de su sudadera para que no se fuera, entonces si era de verdad, lo pudo agarrar, no era su imaginación creando algo a lo cual aferrarse por el miedo que le embargaba en ese momento.

 

“Todo fue… ¿Real?”

 

 Se cuestionó a si mismo mientras lavaba su rostro teniendo cuidado de los cortes que tenía y que estaban en proceso de sanación, trataba de controlar sus cabellos rebeldes al levantarse para bajar a desayunar con su familia. A cada escalón una ligera punzada daba en su abdomen que le dolía aún.

 

─ Buenos días, cariño, ¿Amaneciste bien? ─ Dijo Sue mientras colocaba algunas tostadas en la mesa.

 

─ Buenos días a todos, si ya me siento un poco mejor a comparación de ayer.─ dijo simplemente mientras tomaba haciendo frente a su hermana Leah, su padre revolvió sus cabello en forma de saludo estando a su izquierda en la cabeza de la mesa como siempre lo había hecho y su madre al otro extremo, agradecía que tuvieran esa mesa lo suficientemente normal para los cuatro y no de esas grandes y extravagantes, odiaba lo extravagante y sobretodo ostentoso, lo pequeño y que le hiciera feliz estaba muy bien.

 

En el desayuno hubo comentarios con relación al día anterior y que los niños que lo molestaban habían sido expulsados de su escuela. Seth miró algo atónito a su padre con lo que había escuchado. Deseaba no causar problemas y era lo primero que hacía. Suspiró suave mientras llevaba ese vaso de leche a su boca y debía un poco para luego darle una mordía a su pan tostado, estaba pensativo, bastante y eso lo notaron todos lo que estaban en la mesa. Seth quería preguntar sobre la persona que lo dejó en el Hospital, pero no sabía si hacerlo.

 

─ M-mamá… ¿Quién me llevó al hospital?─ la mencionada frunció un poco el seño ya que pensó que su hijo recordaría al menos un poco de lo sucedido ese día y sobretodo el nombre de la persona.

 

─ Nunca nos dijeron el nombre, sólo que era un joven, no más de 22 años.─ Dijo dejando tu taza de té frente a ella después de haberle dado un sorbo.

 

“Entonces si es verdad. No fue un tipo de alucinación creada por mi cabeza, alguien más lo vio, es real.”

 

─ Me gustaría agradecer lo que hizo por mí. Me salvó de ellos y de que muriera. ─

 

─Sería bueno encontrarle, pero nadie sabe nada de ese chico, Seth, será mejor olvidarlo, quizás dentro de algunos años logres hablar con él, cuando de la nada se encuentren. ─ Pero el pequeño no quería esperar a lo que decía su hermana, quería realmente verificar que fuera real y no algo que inventó. Estar 100% seguro de que podría volver a verlo y agradecerle como era debido y no estando medio muerto y aterrado como el día anterior.

 

El desayuno luego de ello se basó más en cosas diarias de casa, preguntas sobre la salud de Seth, sobre su amigo Jacob y su familia, sobre la reserva en pocas palabras. Una vez terminado todo, Leah junto a su madre recogieron todos los trastes y lo llevaron al lavaplatos. Seth subió a su habitación para cambiarse de ropa y comenzar a hacer sus deberes de la escuela, aunque después de lo sucedido, el doctor les dijo que aunque fuera un milagro que Seth se estuviera recuperando tan pronto, sería mejor que descansara por lo menos una semana en casa, luego de ello podría volver a la escuela y continuar todo con total normalidad. Sue había hablado con una de las madres de sus compañeros y quedó en que Leah iría por los deberes de Seth a casa de la mujer para que su hijo no perdiera la corriente de lo que estaban haciendo en clases.

 

Seth se había colocado sus pantalones gastados y una camiseta ya que en casa no hacía tanto frío como fuera de esta, tuvo cuidado de no tocar la venda que rodeaba todo su tórax. Peinó sus cabellos y los ató en una cola alta luego de ello se dispuso a hacer sus deberes, le apasionaba a historia, era una de sus materias favoritas, hizo primero ésta y siguieron más demás. No se había percatado de la hora cuando miró su reloj despertador que daban ya las 11:31PM. Echó un vistazo a la ventana de su habitación y miró que el cielo estaba nublado, no le sorprendió en nada y continuó con sus labores.

 

Su padre no estaba, había salido a hablar con alguno de sus amigos de la reserva al parecer, y su hermana estaba de igual forma fuera de casa, solo estaban Sue y el pequeño.

 

Suspiró recostando la mitad del cuerpo sobre su escritorio mientras cerraba los ojos, estaba cansado y decidió darse un pequeño descanso a todo lo que estaba haciendo. Pero irremediablemente no dejaba de pensar en aquel chico… ¿De dónde había salido? Era obvio que vivía cerca, y que no era de la reserva o lo hubiera reconocido de inmediato.

 

“Quiero agradecerle ¿Y si está en el bosque?”

 

Los labios de Seth estaban en forma de pequeñas muecas típicas de niños de su edad, pensativo sobretodo.

 

Se levantó de su asiento con un poco de dolor en el abdomen, pero continuó hasta su closet y sacó una casaca que le pudiera abrigar con todo el viento que estaba corriendo por esa temporada. Bajó hasta la cocina y encontró a su madre haciendo el almuerzo con un ánimo que solo Sue podría tener.

 

─ Mamá… saldré un momento a caminar, ya terminé mi tarea, me aburro en mi habitación. ─ manifestó el menor de la familia mirando a su mamá quien solo le pidió que se cuidara y que regresara para el almuerzo, haría su comida favorita en esa ocasión. El menor solo asintió sonriendo y se dirigió a la puerta de salida y una vez afuera soltó un gran suspiro mientras caminaba por aquel sendero de arboles que rodeaban su casa.

 

“Si está ahí… ¿Qué le diré? Hola soy Seth, soy el tonto niño al cual golpeaban esa vez que me salvaste. No. Eso sonó muy tonto.”

 

En la cabeza de Seth había interminables ideas de cómo debería presentarse a aquel sujeto, pero para el niño ninguna era nueva.

 

“Emmett… su nombre era Emmett”

 

Aun en vagos recuerdos podía escuchar que le decía su nombre y ese era Emmett.

 

Se quedó estático una vez estaba un paso para ingresar a ese bosque que realmente le causaba cierto temor por lo basto que era y que ciertamente se podría perder con total facilidad. Tomó aire y comenzó a caminar, no queriendo agitarse, ya que le comenzaría a faltar el aire y le doliera el pecho y abdomen, cosa que no quería. Sus manos estaban dentro de los bolsillos de su abrigo el cual era un tanto largo que le llegaba a la mitad del muslo, su padre se la había dado ya que sabría que la usaría hasta que fuera mayor y creciera un poco más.

 

Paró en seco cuando reconoció el lugar.

 

Ahí era donde lo habían golpeado y donde Emmett le había ayudado. Caminó un poco más y se sentó en uno de los troncos viejos del lugar mientras aguardaba a que se presentara, a que por casualidad se lo encontrara ahí, elevó su vista y notó algo extraño en el tronco vivo que estaba a su lado, se levantó con cuidado y llevó su mano derecha al gran agujero que había en éste, se sorprendió bastante ya que era bastante profundo como para que alguien pudiera hacerlo de un solo golpe. Sus dedos se pasearon por el borde de este como queriendo adivinar quién lo hizo, entonces pensó que quizás eso había sido el gran ruido que se había escuchado y el porqué los tres cobardes habían huido de esa forma.

 

─ Yo me quebraría la mano si hago esto. ─ murmuró para sí mismo sin dejar de mirar aquel agujero en el tronco del árbol.

 

─ Y será mejor que no lo intentes nunca o terminaras con todos los huesos fracturados­.─ Aquella voz hizo que Seth intentara retroceder, pero al recordar que estaba en el tronco viejo de aquel árbol, sabía que podría caer y lastimarse más de lo que ya estaba. Se sujeto de la corteza que colgaba del hoyo en éste. Seth se hallaba estático mientras tenía en frente a aquel chico que le había ayudado con sus abusadores. Había practicado tantas formas de saludo y ahora ninguna le salía de la garganta, y el pequeño pudo notar como el mayor sonreía mientras se cruzaba de brazos y se apoyaba en otra base de otro árbol.

 

─ ¿Te acuerdas de mí?─ Seth solo pudo asentir con la cabeza a la dicho mientras no le dejaba de mirar. ─Recuerdas que te dije mi nombre.─

 

─Emmett.─ dijo un tanto bajo mientras seguía parado en aquel lugar. Parecía peor que un niño de kínder que no quería separarse de su madre el primer día.

 

─ ¿Cuál es tu nombre? No tengo el placer el conocerlo. No creo que te guste que te diga “niño” todo el tiempo.─ Emmett sonreía ya que estaba casi teniendo una conversación normal con Seth. Aun podía ver ese corte en su labio y ceja, le habían dado con tan brutalidad y él estaba ahí parado como si no hubiera pasado nada. Emmett admiraba eso de él, era una persona fuerte en muchos sentidos.

 

─Seth, Seth Clearwater. ¿Y tu apellido?─ el niño preguntó queriéndose ver nada nervioso a la situación, pero aun se mantenía un tanto nervioso. Emmett meditó un tiempo lo que diría, si los lobos estaban al cuidado de Seth y toda la reserva, no le podía decir que era un Cullen, eso le delataría de inmediato, nunca creyó volver a utilizar su apellido original nuevamente.

 

─MCarthy, Emmett MCarthy. Es un gusto conocerte, Seth y…─ intentó decir algo más para que al conversación continuara amena y que el niño no le tuviera miedo en lo absoluto. Iba a dar un paso y continuar hablando cuando le interrumpió.

 

─Quiero darte las gracias, Emmett, por salvarse ayer. No sé cómo podría compensártelo, mi familia también te está muy agradecida aunque no te conozcan.─ Seth soltó una ligera sonrisa mientras miraba en dirección a Emmett y este solo se dedicó a mirarle como nunca lo había hecho en una persona, caminó un poco más para estar más cerca, no notó ningún tipo de incomodidad por parte de Seth, por lo que terminó sentado en el tronco en el cual Seth estaba parado.

 

─Lo podrías hacer si no les dices quien soy, me gusta ayudar sin recibir nada a cambio. Ese es el mejor premio. Pero me alegro de que estés mejor, y me parece algo extraño de que salieras tan rápido de un hospital al haber entrado en un caso bastante crítico.─ Emmett interrogó para crear una conversación, y se sorprendió por un minuto que sus instintos de caza estuvieran bajo control, aunque la sangre de Seth estuviera yendo a toda velocidad por su cuerpo hacia su corazón sus latidos estaban rápidos, notando que aun estaba algo nervioso.

 

─Los doctores dijeron que de milagro me estoy recuperando más rápido y que solo debo guardar descanso por unos días y luego podré volver a la escuela de forma normal. No cumpliste con quedarte.─ aunque lo último haya sido en un susurro, Emmett pudo escucharlo con claridad y desvió un poco su mirar, era verdad le había prometido que ahí estaría, y no lo hizo.

 

─ Lo siento, Seth, pero había algo que me impedía quedarme. Pero lo bueno es que estas bien, y de que te estarás recuperando de a poco. ─ dijo y sonrió sentándose de lado para poder ver al niño de un mejor ángulo y que este también pudiera verlo. Miró que Seth estaba ya un poco cansado de estar parado ya que recargaba en un pie su peso y pasados unos minutos lo volvía a hacer pero con el otro pie.

 

─Lo prometiste, y no lo cumpliste. ¡Q-que diga! Gracias por llevarme hasta el Hospital, no era tu obligación quedarte de igual forma.─ Seth se corrigió rápidamente ya que estaba tomando mucha confianza con el mayor sin si quiera conocerlo bien aun.

 

─Se nota que quieres sentarte. ¿Te ayudo?─ interrogó Emmett ya que deseaba verlo tranquilo y obvio las palabras anteriores para no poner incómodo al menor ante lo que había dicho. Seth no quería verse aun como que necesitaba ayuda por lo que intentó encogerse para sentarse más ello le causó un gran dolor en la zona abdominal que hizo que se aferrara mas al tronco del aquel árbol soltando un ligero sonido lastimero. Emmett se alarmó y le miró, se colocó de pie y pasó sus brazos por detrás de las rodillas del menor y tras su espalda, mientras claramente podía sentir la sangre acumularse en sus mejillas. Emmett rogaba por que no corriera viento en ese momento o terminaría haciendo algo mal. Seth se atrevió a levantar la vista y fijarse en los ojos ajenos a pesar de la vergüenza que sentía en ese momento por ser nuevamente ayudado por el mayor,

 

Emmett sintió la mirada de Seth sobre si y solo sonrió ante lo encantador que podía ser ese niño.

 

─Eran negros…─ cuestión el menor una vez se hallaba sentado en aquel tronco seco con los pies colgando hacia el suelo del bosque. ─A pesar de estar prácticamente inconsciente, noté que tenías los ojos negros, y hora los tienes…─ pensó un poco en el color que quería decir más solo hizo otra pregunta más. ─ ¿Usas de esos lentes de contacto que te cambian el color?─ Emmett no creía cuan inocente podría ser ese niño que ahora le miraba casi frente a frente, ya que se encontraba a su lado mirando en su dirección. El vampiro solo asintió con la cabeza sonriendo a lo dicho.

 

─Me gusta usarlos.─

 

─Esos cuestan muy caros.─ dijo haciendo una pequeña mueca mientras colocaba sus manos sobre sus muslos. ─ ¿En que trabajas?─ volvió a cuestionar cada vez más interesado por saber más de su ahora salvador.

 

─ ¿En qué crees que trabajo?─ dijo Emmett mientras se colocaba de pie y se colocaba frente al niño mientras caminaba de un lado a otro para que pudiera adivinar y de paso hacerlo divertido. Seth soltó una ligera risa haciendo que sus ojos rasgados se hiciesen más pequeños y se notara una fila de dientes blancos en el acto.

 

─ ¿Levantador de pesas?─ dijo bromeando un poco a lo que Emmett soltó una carcajada sonora ya que el muchacho era gracioso.

 

─Esos son los domingos, cerca pero no.─ volvió a bromear y esta vez Seth pensó en serio en que podría trabajar el joven que estaba frente a él sonriendo de forma amplia mientras se volvía a cruzar de brazos.

 

─No creo que estés en el instituto de Forks, debes ser… quizás aun universitario.─ dijo mientras la cabeza de Seth se inclinaba un poco hacia un lado como queriendo saber si había atinado o no a lo dicho.

 

Emmett contemplo un poco al menor y sonrió de lado mientras sus manos se dirigían a los bolsillos de su pantalón, realmente era un niño muy inocente y muy tierno, no conocía aún el dolor de manera formal y se encargaría de que aun no lo hiciera, de que por lo menos pudiera disfrutar más de esa inocencia que le gustaba a cada minuto más conocer y poder cuidar con todo su corazón.

 

“Hubiera sido ese hijo ideal con Rosalie.” Pensaba mientras miraba el rostro del menor, y le gustaba esos grandes ojos rasgados, tenía esa típica mirada inocente que hacía que quisiera cuidarlo de todo. “Totalmente hermoso.”

 

─ ¿Emmett? Hola, ¿Sigues ahí? ─ cuando despertó de su trance pudo vislumbrar una fina sonrisa del niño que le enterneció el  corazón de forma alarmante.

 

─S-si, lo siento. ¿Ya sabes en donde podría trabajar?─ dijo Emmett y Seth volvió a pensar muy enserio lo que diría. ─No te haré sufrir tanto, Seth; aún sigo en el instituto de Forks aunque no lo creas.─ el menor le prestó atención y se mordió inconscientemente el labio ya que había pensado que el chico frente suyo estaría ya en la universidad.

 

─Parecías hasta profesor.─ murmuró ya que no quería admitir con mucho orgullo lo que había pensado en un inicio. Seth quería preguntarle tantas cosas pero no quería incomodar al contrario con tantas preguntas que quizás algunas serían totalmente innecesarias y fuera de lugar, hasta ridículas y lo menos que quería era quedar como esos niños que preguntaban hasta por los codos. No, Seth quería verse como un muchacho ya centrado en las cosas que quería y que podría conseguir con perseverancia. El porte que tenía Emmett lo hacía sentir pequeño y no físicamente, sino más bien como es que se comportaba, totalmente imponente.

 

─No soy tan viejo como crees.─ dijo viéndose un tanto ofendido, pero Seth sabía que bromeaba por la sonrisa que se mostraba en el rostro del vampiro.

 

─ ¿Qué edad tienes?─ Seth miraba en todo momento al contrario y sentía que podía confiar en él como lo hacía con Jacob, su mejor amigo e inspiración en el futuro. Notó como el contrario pensaba muy bien lo que diría y entonces Seth sintió que quizás todo lo que le decía era falso, así como también notó que pensó de más al decir su apellido.

 

─Veinte años y ni uno más. ¿Y tú? No creo que tengas más de 14 años.─ el menor se sintió tan niño que por un instante sintió una punzada y no era precisamente en su abdomen por los golpes, era algo más profundo que lo superficial de la piel, no supo qué, pero de alguna forma dolió.

 

─Trece años para ser exactos.─ dijo un tanto bajo y Emmett sintió haber hecho algo un poco mal, mejor dicho, algo más que mal, quiso remediarlo pero no supo cómo, no todos los días él trataba con niños de esa edad, y sobre todo con niños como Seth, tan sensibles a cualquier comentario que le fueran a hacer.

 

─ ¿C-cuál es tu pasatiempo favorito? A mí me gusta ir a cazar, y tengo una fascinación por los osos.─ dijo para continuar con aquella conversación y no perderla, alargarla lo más que pudiera, por que hablar con ese niño le hacía más humano de alguna forma. Y el menor notó algo muy peculiar en Emmett, esos hoyuelos que se formaban cada vez que sonreía, y eso hizo a Seth sonreí de igual forma y se le fuera el humor triste y cabizbajo.

 

─Supongo que pasear por la playa, es muy relajante y sobretodo te ayuda a pensar mejor, resuelves problemas sin que te des cuenta. Y la naturaleza, el sentirla es único, conectarte con tus raíces.─ A Seth extrañamente se le iluminaban los ojos cuando hablaba de la naturaleza, y era que le gustaba porque se sentía a gusto, pero le temía cuando hacía tanto frío como en ese momento, todo lo contrario era cuando era primavera y había un brillante sol que iluminaba todo. ─ ¿ibas de casería cuando me encontraste aquí?─ preguntó mientras colocaba sus manos dentro de los bolsillos de su gran abrigo ya que sentía un poco de frío y el viento comenzaba a soplar de forma un tanto fuerte removiéndole sus cabellos negros.

 

─Así es.─

 

“Su olor... No de nuevo”

 

Tensó su mandíbula cuando sintió le chocó de forma violenta ese dulce olor, inocente y suave, tan cándido que miró a Seth con ojos de presa y el un verdadero cazador en ese momento.

 

─ ¿Sabes qué hora es?─ preguntó como si nada mientras el fortachón miraba como los largos cabellos ajenos danzaban con ritmo provocado por el viento. Miró su reloj de mano.

 

─Las 12:48PM ¿Tienes que ir a algún sitio en particular?─ “Aún no se puede ir, falta que hablemos de muchas cosas más.”

 

─Oh, creo que dentro de poco tengo que irme, mamá me está esperando en casa, insistió que vaya temprano ya que hará mi comida favorita en esta oportunidad.─ comentó el niño un tanto apenado.

 

─ ¿Cuántos son en tu familia? Deben de ser muchos.─ lo menos que quería era parecer un maldito acosador sabiendo todo sobre el niño y que este se asustara y nunca más fuerana hablar como lo hacían en ese momento.

 

─No, solo somos mi hermana mayor Leah, mi papá Harry y mi mamá Sue. Y aunque no sea de la familia, también está Jacob.─ Emmett notó como Seth sonrió al mencionar aquel nombre del amigo de Bella, ese chico era mayor para ser amigo de Seth, no está bien que este con un chico como ese. No le gustaba en nada Jacob y esa cercanía con Seth, no era normal. ─Le admiro mucho, es como mi hermano mayor ese que siempre quise tener a parte de mi hermana, en quien puedo confiar. Me agrada cuando me quedo a dormir en su casa, es muy divertido.─ eso último hizo que un raro instinto de protección creciera en Emmett y pensó que quizás era por eso que Jacob ese día tenía el olor de Seth muy grabado en su ropa y el vampiro no quisiera, en su piel, sentía que cometería un asesinato. Y Seth notó eso ya que el ceño del vampiro estaba medio fruncido.

 

─ ¿Y qué hay de tu familia? Si deben de ser muchos. ─ comentó el menor mientras balanceaba sus pies en el aire ya que estaba a una buena altura del suelo.

 

“Deja ese instinto de padre protector por el momento. Tienes que verte normal y no extraño. Normal no extraño”

 

─No, yo soy hijo único, a mi padre también le gusta cazar, eso heredé de él.─

 

─Y de tu madre tus…─ Seth llevó no muy decidido uno de sus dedos hacia un lado de su mejilla justo donde se formaban unos hoyos al momento de sonreír. ─…hoyuelos.─ Emmett se quedó mirándole. Solo Rosalie había notado eso en él y según dijo fue lo que la enamoró a primera vista de él, y ahora era ese niño el que le decía lo mismo. Dos personas en el mundo se lo decían. Seth se lo decía.

 

─Si.─ dijo mirándole con una tenue sonrisa y entonces se dio cuenta de algo que no había pensado en un momento determinado. Solo era encantador y dulce con Rosalie, no importase quien, solo lo era con Rosalie, pero ese niño había sacado más un Emmett tierno y comprensivo. Hubo un silencio muy prolongado en ese momento mientras Emmett pensaba mirando al niño que tenía frente a sí. Y por su lado Seth no se sentía incómodo en ese momento, todo lo contrario disfrutaba de ese silencio que le había poder escuchar los ruidos de la naturaleza y cerró los ojos para poder escuchar mejor todos esos sonidos que le relajaban y podía preservar en su memoria para momentos en los cuales estaría triste. Eso le alegraría. Sus manos sin notarlo estaban en la corteza del árbol en el cual estaba sentado, sintiendo cada textura que tenía éste.

 

“Es el silencio más cómodo que puede haber. Y le gusta mucho, nunca he podido sentir tal tranquilidad, excepto cuando estoy con Jacob en su casa y disfrutamos de escuchar todo a nuestro alrededor como pequeños cachorros descubriendo el mundo.”

 

─Creo que es hora de irme, mamá me debe estar esperando. ─ Intentó bajarse por su cuenta y ya no molestar a Emmett pero cuando elevó la vista ya tenía al mencionado cargándole para que no hiciera tanto esfuerzo y lastimarse, entonces notó la gran diferencia de estatura, el niño ni si quiera le llegaba al hombro y eso le hizo sentir pequeño, no se movió de esa cercanía y eso si le hizo sentir incómodo tanto que sus latidos se intensificaron a una velocidad que crecía sufriría de una taquicardia, se mordió todo el labio inferior y no se atrevía a elevar la vista y mirarle a la cara, eso ya sería más que incómodo para él. Retrocedió un paso y comenzó a caminar de esa forma mientras poco a poco elevaba la vista para mirar a Emmett quien no le había quitado la vista de encima en ningún momento, estaba muy metido en sus pensamientos. ─Fue un placer haberte encontrado aquí y poder hablar de forma más tranquila, espero poder encontrarte nuevamente y poder hablar un poco más… o… lo que sea.─ sonrió un tanto pensativo por lo que fuera a decir el mayor, pero recibió una respuesta igual de nerviosa.

 

─También me gustaría hablar más contigo, fue divertido hacerlo. Si necesitas algo, aquí voy a estar, no lo dudes, Seth, hasta pronto.─ dijo sonriendo nuevamente y mostrando esos hoyuelos que el niño había descubierto por su cuenta y que aun le sorprendía de gran forma. Se había percatado de algo no muy a la vista de muchos, ya que sonreía siempre de lado y no tan abiertamente como lo había hecho en esta ocasión.

 

El niño solo asintió con la cabeza sonriendo mientras giraba y esto provocó que su cabello oleara de igual forma mientras desaparecía entre el bosque de regreso hasta su casa. Emmett se sentía inmensamente feliz por dos simples razones primordiales.

 

La primera: No perdió el control de si mismo sobre aquella dulce sangre que le llamaba cada cinco segundos a degustarla, la sentía como si acariciara su rostro y se acercara de forma casi pecaminosa a sus labios y nariz.

 

Y la segunda: Pudo hablar con Seth y conocer un poco más de aquel encantador niño que tanta atención le llamaba y que era totalmente inocente; tal inocencia le hacía querer cuidarlo más, día a día.

 

“Se percató de algo que muchos lo pasan por largo. Se dio cuenta de algo que solo Rosalie notó y siempre nota cada vez que sonrío de forma sincera. Cada vez más me interesa cuidar a Seth, es un niño tan dulce y encantador que cuando anhelo que sea mío, que sea mi hijo. Quitaré ese miedo de sus ojos, y enriqueceré ese amor y confiabilidad que tiene con las personas que recién conoce. Sé que es solo un niño, pero es un niño único. Es mi niño.”

Notas finales:

;3; a poco no estuvo cute caray xD

ya saben, reviews jujuju a montones y publico más rápido ya tengo doa caps que quiero publicar cuando antes jujuju~~~

Y con relación a Edcob Jakeward

Pues el puntaje va de la siguiente manera:

II

I


Aún pueden votar! go go go.!!

Los quiero!

Panditerroristas al poder!


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