-¡Deja de hacerme correr, maldición! ¡Izaya!- Diablos, ¿Qué pasa con él? Haciendo que lo persiga como en una escena de manga shoujo. Y estos cambios de humor repentinos… ¡¿Acaso cree que somos pareja?!- ¡Izaya! ¡Maldito bastardo! ¡Detente!- ¿Por qué no me contesta? Él… ¿En serio está enfadado por eso? ¿Estos son celos? Maldito Izaya, más vale que te detengas a explicármelo… Dios, ¿Por qué me importa?
-¡Suéltame, Shizuo!- Uso mi nombre. Más aún. Uso mi nombre sin sarcasmo en su voz… Realmente esto es serio.
-¡No! No hasta que me digas que está pasando. ¿Estas… estas llorando? ¿Izaya?- Si esta es otra de sus estúpidas trampas juro que lo mataré aquí y ahora.
-Eres un idiota, Shizuo.- ¡¿Yo?!
-Tú estás llorando pero yo soy el idiota. No sé qué te hizo ponerte así pero… no es normal, así que explícamelo.-
-No puedes odiar a nadie más que a mí.- Definitivamente entendí mal…
-¿Qué? No te he oído.-
-¿Odias más a ese idiota que a mí? ¡¿Lo prefieres antes que a mí, Shizuo?! ¡No quiero!- ¡Esto no está pasando!
-Siempre hemos peleado, ¿Cuál es la diferencia?-
-¡Era la única manera de llamar tu atención! ¡Siempre vienes a mi cuando me ves! ¡¿Qué importa cuál sea el motivo, si vienes a mí?!... No te quedes callado. – No puedo responder. Sus lágrimas parecían de fantasía. Si alguien me hubiese dicho que tendría a Izaya llorando en mis brazos diciendo algo como esto, probablemente lo habría golpeado con el poste más cercano hasta hacerlo entrar en razón.
-Eso… suena como una confesión.
-Todo este tiempo, solo quería ser el primero para ti. Aunque sea el que más odies, estaría sobre otra persona. Pero aparece un idiota y tú le diriges tu odio a él. ¡¿No soy suficiente?! Es por eso que eres un idiota.-
-Después de todo este tiempo… Solo sé que te perseguiría donde fueras. A ti.-
Después de eso, nos besamos. Sí, es cliché, pero ¿Qué tiene de malo? No me había dado cuenta de las ganas de besarlo que tenía hasta que tuve sus labios entre los míos. Eran tan suaves. Siempre me he despreciado, pero de la nada, la persona a la que más odie en mi vida me acepta. ¿Qué harían ustedes? Yo solo pude besarlo. Esto seguramente signifique un cambio total en nuestras vidas, pero los cambios no son malos, solo llegan cuando tienen que llegar.
-Oye, Shizu-chan, ¿Qué somos ahora? Nuestros espectadores quieren saber…-
-¿Espectadores?- Mierda. No había notado que está lleno de gente. Se las que las peleas que tengo con Izaya llama la atención de toda la ciudad. Pero a esta hora pensé que nadie vendría.
-Así que… ¿Qué somos?- Esa mirada… ¿Por qué siento que se hace el inocente?
-¡Izaya! Tú ya los habías visto. ¿Por qué no me dijiste? ¡Lo tenías todo planeado!-
-Tranquilo, Shizu-chan. Si salgo con alguien todos tienen que saber que esa persona es mía. Solo lo estaba dejando en claro para todos. Los rumores corren realmente rápido por aquí.- Bastardo… ¡¿No estaba llorando hace unos minutos?!
Y así es como empezó la relación de Shizuo e Izaya. Todos en Ikebukuro estaban realmente sorprendidos.
En el sitio web de los Dollars todos hablaban de eso. Una tal Setton estaba realmente feliz por la noticia. Aunque no pudo disfrutar mucho ya que fue llamada a dormir por un pervertido doctor enamorado. Bakyura lamentaba la suerte de Shizuo sin dejar de comentar el mal gusto que tenía. Taro esperaba saber que pensaba Kanra al respecto, pero este no se dejaba ver… sorprendentemente estaba muy inactivo.
Se armó tanto revuelo que las noticias llegaron a los oídos de los productores de Yuuhei Hanejima, los cuales los coronaron como “La mejor pareja de Ikebukuro”.
Mientras tanto, en algún lugar de Tokio, dos jóvenes rivales disfrutaban de la compañía ajena recompensando el tiempo perdido, haciendo realidad sus fantasías y dejando atrás su odio.
Para darle paso al amor…
-¿Has oído?
-¿Sobre “La mejor pareja de Ikebukuro”? Sí…
-¡Increíble! Nunca pensé que seriamos tan famosos, Shizuo-chan!
-¡Muérete! Todo es tu culpa.
-Ya, ya. Deja de agradecerme…
Esta es la historia de cómo Shizuo e Izaya se convirtieron en “La mejor pareja de Ikebukuro”, muy a pesar de Shizuo…