Pov Kai
Hoy es el día en el que conoceré al hijo de la novia de mi padre. Al parecer tiene un año más que yo, es responsable, listo y todos los adjetivos que sean lo contrario a mí. Entonces será feo ¿no? Intenté deducir.
-¡Jongin, baja, tenemos que pasar por su casa! - gritó mi padre desde la puerta.
-Ya voy- dije saliendo al pasillo.
-¿Estás nervioso? - me pregunto con los nervios a flor de piel.
-No, ¿por qué lo estaría? - pregunté indiferente y rodó los ojos.
Estuvimos un largo trayecto en el coche hasta que aparcó en una casa.
-Llegamos, sal y luego siéntate atrás- dijo amablemente y bufé – Jongin… esto es muy importante para mí, por favor compórtate, ¿me lo prometes?
-Si - dije de mala gana saliendo del coche. Ahora ni siquiera tengo mi asiento.
Mi padre tocó la puerta con un ramo de flores, es demasiado cursi... definitivamente no salí a él. Una mujer más o menos de la edad de mi padre abrió la puerta y sonrió dándole un beso en la mejilla y un abrazo, me miró y sonrió eufórica.
-Debes de ser Jongin, ¡que guapo eres! - dijo mientras me abrazaba - Salió a ti - dijo mirando a mi padre y bufé con asco, ganando varias risitas, eso no era un cumplido.
Escuché una risa melódica que llamó mi atención proveniente de dentro de la casa. Al instante apareció detrás de la mujer un chico bajito con ojos saltones y una sonrisa tímida plasmada en su pequeño rostro. Tiene el pelo moreno y le cae liso y perfecto por su frente, a diferencia del mío que está alborotado, aunque a mí me gusta así. Se veía pequeño y delicado es ¿Kyungsoo? ¿Su hijo? En realidad tienen un gran parecido pero ¿en serio es mi hyung? Le estrechó la mano a mi padre.
-Soy Do Kyungsoo, un placer - se presentó.
-Kim Minyeon - contestó mi padre sonriente. Posó la mirada en mí y noté como se abrían sus grandes ojos, se había sorprendido. Pero no entiendo por qué, no tardó en desviar la mirada y presentarse.
-Kyungsoo - murmuró.
-Jongin - contesté incómodo. Lo que me faltaba un rarito. Joder con el enano.
-Soo, cariño, con lo hablador que eres - dijo tocándole la mejilla como si tratara con un niño pequeño y Kyungsoo la fulminó con la mirada avergonzado. Niño de mama.
Nos dirigimos al coche y Kyungsoo se puso atrás junto a mí. Nuestros padres hablaban sobre anécdotas y cosas triviales pero los dos estábamos ajenos a su conversación. El se removía incómodo en su asiento mientras jugaba con sus dedos. ¿Tan tímido es? Me dedique a mirar por la ventana y por el reflejo del cristal lo notaba dándome miraditas todo el camino. Cada vez que me giraba y lo encaraba abría los ojos y miraba a otro lado. Estoy al tanto de mi físico y mi perfecto color canela, el es muy blanquito en comparación, pero lo entendería si fuese una chica. ¿Qué coño le pasa?
Estábamos cenando y en realidad la madre me cayó bien. Es bastante simpática al que no comprendo es a Kyungsoo.
-Soo, cariño, ¿por qué no hablas? - preguntó la señora Do preocupada.
-No sé sobre que hablar - dijo sacudiendo los hombros.
-Tu madre me ha dicho que tus notas son espléndidas, algún día tendrás que ayudar a mi hijo, no da ni una... - sugirió y lo miré mal, no necesito la ayuda de un empollón.
-Claro - dijo bebiendo un poco de agua y estaba vez lo miré mal a él pero me ignoró completamente. ¿Qué se cree?
-No necesito ayuda - dije cortante. La mirada de Kyungsoo se posó en mí, como si me analizara mentalmente, pero como casi siempre en cuanto lo miró la desvía.
-Jongin, no empieces - dijo mi padre y me respaldé en la silla para respirar hondo.
Las cenas en "familia" para que nos conociéramos más a fondo siguieron durante cinco meses y planearon la boda. ¿El problema? Que la casa del ojón es más grande por lo que nos mudaremos. Mmm ¿otro problema? que compartiré el puto cuarto con él. ¿Seguimos añadiendo? Me cambio de instituto. Venga ya, me están pidiendo a gritos que le parta la cara. Bueno sé que no es su culpa pero realmente no creo que pueda aguantar con él en la misma habitación.
El enano no me cae mal, tampoco es que me ha haya hecho algo. Pero no soporto tanta perfección y por alguna razón me hace querer hacerlo enfadar. Eso parece no afectarle lo más mínimo y eso me toca los huevos de una forma que no sabría explicar. Nunca podría ser amigo de este chico, somos de mundos diferentes. Da igual lo mucho que lo joda, no me la devuelve y eso es aburrido.
Aún quedaban unas semanas para la boda pero primero querían vivir juntos para "mejorar” el ambiente familiar.
-Soo, muéstrale a Jongin la habitación - dijo la señora Do.
-Ok, sígueme – dijo haciendo un gesto con la mano. Subí unas escaleras y abrió la puerta. Di un paso al frente y se me cayó la mandíbula al suelo. La habitación era enorme y rectangular a mi izquierda había un escritorio con numerosas estanterías repletas de libros. Dios, ¿Cómo tiene tantos? Ni que le pusiera leer, bufé sin ocultar lo que pensé.
A unos metros del escritorio había un armario enorme, encajado perfectamente en la pared, sin dañar el perfecto rectángulo en el que me hallaba. En frente de ese armario, es decir, en la otra pared, había otro similar. En cada esquina del fondo había una cama con sus respectivas mesitas de noche y entre ellas una ventana realmente grande. La mesita de la derecha estaba vacía, así que supuse que esa sería mi cama.
-¿Esa es mi cama? - pregunté señalando la de la derecha.
-Sí.
Me están dando escalofríos de lo simétrica que es esta habitación, ambos lados son iguales. La miré con el ceño fruncido ante la atenta mirada del ojón que estaba apoyado en el marco de la puerta. En el centro había una mesa con varios sofás, o al menos una especie de sofás porque eran unas sillas realmente cómodas. La única diferencia entre una parte y la otra eran las sábanas y que a mi derecha en vez de haber otro escritorio había una puerta.
-Ese es el baño - respondió como si me leyera la mente. Joder… ¿tenía baño propio? ¿Tenía toda esta habitación solo para él antes? Seguro me debe de odiar. Yo sin duda lo odiaría.
-Entonces mi armario es el de la derecha ¿no?
-Si - se limitó a responder. Sin duda un hombre de pocas palabras. Me acerqué al armario y lo abrí, era bastante hondo había numerosas percha y cajones.
-¿Cómo hicisteis los armarios? - pregunté curioso.
-Mi madre diseñó la casa y le pareció bonito que los armarios fuesen así.
-Entonces… ¿tenías dos? - pregunte asombrado.
-Sí, pero el tuyo lo usaba para guardar cosas más bien, ahora están en el sótano.
-Oh - No jodas ¿también tienen sótano?
-mm Jongin - me llamó.
-Dime - dije dejando mis cosas.
-Esto no te va a gustar, pero yo soy ordenado - dijo cruzándose de brazos. Ya viene la mierda, tíramela, estoy preparado.- por lo que no quiero ver tu ropa tirada por el suelo ni nada extraño también nos turnaremos para limpiar.
-Nunca he limpiado una habitación- dije seriamente. Una cara de asco se apoderó de Kyungsoo y sacudió la cabeza.
-Por Dios que asco, voy a ignorar ese comentario- me asombre ante esa actitud. Nunca habla así, el es de callarse las cosas y no protestar.
-Tu ocúpate de tu lado que yo lo haré del mío - dije molesto.
-Ni hablar, quiero este cuarto limpio - dijo enfadado y de mi boca salió una gran carcajada.
-Ok, "hyung" - dije tocándole la parte superior de la cabeza burlándome de su altura- se intentará pero no te prometo nada.
Comencé el instituto y la verdad es que encajé a la perfección. Kyungsoo está en el último año, pero estamos en el mismo bloque. Cuando nos cruzamos ni siquiera nos miramos a la cara, como si fuésemos extraños, pero la verdad, eso era lo mejor. A ninguno le caía bien el otro así que con fingir con nuestros padres ya estaba bien. En realidad, a veces pensaba que nos llevábamos bien pero en cuanto eso pasaba, lo hería con algún comentario sarcástico.
El día de la boda llegó y nuestros padres se fueron de luna de miel durante una semana. Una jodida semana con el ojón y sus normas. Encima no me dieron dinero así que si quiero le debo pedir al enano y no pienso hacerlo.
-¿Sabes cocinar? - preguntó Kyungsoo.
-No.
-Me lo imaginé, ¿Qué quieres de comer? - dijo sentándose en frente de mi.
-¿Me vas a hacer la comida? - dije con el ceño fruncido. ¿De qué va?
-Bueno ya que haré para mi, puedo hacer para ti - dijo apoyando sus codos en la mesa y la barbilla en sus manos sonriendo. Tan inocente… da igual cuánto daño le haga sigue intentado que nos llevemos bien.
En realidad es guapo, el chico tiene su punto pero no parece ser popular. Ni un poco, bueno es un nerd total ¿no?
Por mucho que me meta con él, sigue actuando igual, da igual cuanto le joda. Si yo fuera él dejaría que muriera de hambre. Sinceramente me lo merezco. Pero bueno ya que tengo la oportunidad, me aprovecho de la situación, ¿no?
-Pues si puedo elegir, quiero pollo - dije sonriendo.
-¿Pollo? ¿Para cenar? - me preguntó sorprendido.
-Si
-Mejor haré otra cosa sinceramente no tengo ganas de hacer eso ahora - me respondió. ¿Entonces para que coño pregunta? Uff Kai respira, que te quedas sin comer una semana y no tienes dinero.
-Ok.
-¿Que tal te va? - preguntó casualmente. Ya empezamos con los intentos.
-No te interesa.
-¿No puedes hacer un esfuerzo? - me preguntó con el ceño fruncido.
-No.
-Ok - dijo enfadado. ¿Desde cuándo se enfada por un comentario mío? Lo agarre del brazo para evitar que se diera la vuelta.
-¿Desde cuándo te ofendes fácilmente? - dije sonriendo.
Si, sonriendo falsamente al fin y al cabo, pero en serio quiero comer. Kyungsoo apartó delicadamente mi agarre.
-Sé que te caigo mal - dijo mirándome fijamente- y yo te soporto porque es lo que me ha tocado, ¿entendido? - uohh, no me esperé esa respuesta. Estábamos muy cerca y al no contestar, desvió la mirada nervioso y comenzó a hacer la cena.
-Ojón, ¿por qué te pusiste nervioso?
-No me llames ojón. No estoy nervioso - dijo entre dientes y me reí.
-Pero eres un ojón y un enano, no puedo ir en contra de la realidad y si lo estás, lo que no entiendo es por qué.
-Creo que hoy no te apetece cenar ¿verdad? - dijo irónico.
-Uohh, ¿estás amenazándome con dejarme sin querer? - dije sonriente - esto es nuevo.
-Mira, ahora mismo no hay nadie que me impida decirte lo mierda y plasta que eres- dijo señalándome con la cuchara y la verdad me sorprendió mucho su comentario. Pensé que era como un angelito tímido. ¿Una mosquita muerta en realidad? sí, eso parece.- Así que si quieres comer cierra la boca y si no, lárgate.- sonreí.
Me gusta. Esto será divertido.
***
-¿Puedo pasar?
-Sí, pero llegará en cualquier momento... - dijo Kyungsoo por si acaso.
-¿Está en el equipo de fútbol no? Tiene práctica hasta muy tarde.
-¿Seguro?
-Segurísimo. ¿Entonces...? - sugirió.
-Pasa - dijo Kyungsoo riendo- toma ¿quieres un jugo?
-Gracias, por cierto, Soo, ¿Qué opinas de él? Está llamando mucho la atención.
-Lo sé, pero es idiota - dijo Kyungsoo sentándose en el sofá tras beberse el zumo acción que imitó su invitado.
-Venga ya, está buenísimo, es completamente tu tipo.
-¡No lo es!
-D.O, ¿Tanto años y piensas que puedes engañarme? seguro que si no es tu hermanastro te lo hubieras tirado ya.
-¡No es verdad! - gritó Kyungsoo haciéndose el indignado.
-¿Cómo que no? jajaj seguro que has tenido alguna que otra fantasía, una vez te pille embobado mirándolo. No lo niegues.
-Pillado - dijo Kyungsoo riendo - si, es mi tipo, pero es un imbécil, tiene una actitud de mierda, creo que me puede pegar la estupidez o algo así - dijo poniendo cara de asco.
-Pero seguro que es hetero de todas formas. Creo que ya se ha acostado con alguna que otra. Lástima- dijo haciendo un puchero.
-¿Te lo quieres tirar? - preguntó Kyungsoo con los ojos abiertos como platos.
-¡No! Bueno si y no - dijo riendo - sabes que soy activo y ese no tiene pinta de dejar que se la metan. Me gustan los pasivos - dijo apoyando la cabeza en el hombro de Kyungsoo, el cual se rió.- ¡Desde que llegó no me has llamado ni una vez! ¡Estás descuidando a tu amigo! - dijo quitando su cabeza bruscamente haciéndose el enfadado.
-¡Sabes que hemos quedado muchas veces! - dijo defendiéndose, aunque en realidad sabía a lo que se refería.
-Sabes a lo que me refiero - dijo sonriendo.
Kyungsoo rodó los ojos para luego mirarlo fijamente. Lo analizó con la mirada de abajo a arriba, sin perder una sola parte del cuerpo del chico por el camino.
-¿Crees que si solo íbamos a hablar te hubiese dicho que Jongin no tardaría en llegar? - dijo Kyungsoo cuando llegó a sus ojos. Apoyó una mano en el reposabrazos del sofá con una ceja alzada ganándose una sonrisa por parte del chico - además viniste sabiendo que su práctica acabaría tarde, ¿me equivoco? - dijo sonriendo con superioridad.
-No te equivocas, supongo que nos conocemos demasiado ¿no? - sentenció el muchacho riendo.
-El único que descuida a su amigo eres tú. Que morro tienes - le reprochó haciendo que el chico estallara en carcajadas.
-Jajaja mis intenciones al venir pudieron no ser puras. Pero las tuyas tampoco - dijo riendo y Kyungsoo correspondió su risa contagiosa un poco ruborizado.
-¿A qué esperamos entonces? - añadió Kyungsoo.
-Ha pasado mucho - dijo acercándose a Soo.
-Solo dos semanas - rodó los ojos.
**
Pov Kai.
Al final la práctica terminó mucho antes de lo previsto. Todos se fueron al karaoke pero prefiero ir a casa a ducharme.
El ojón me hace la comida y la verdad hace muchas más tareas del hogar que yo y no se queja, o al menos no mucho. Le hago la vida imposible, pero en mucha menor medida que los primeros días ya que ahora, lo sé, soy un interesado, pero quiero mis tres comidas diarias.
Si veo su cara de niño inocente, solo me entran ganas de hacerlo enfadar. Desde que hemos empezado a convivir juntos, parece mostrar un carácter diferente al que muestra en el "ambiente familiar". Antes, cualquier cosa que le decía se la guardaba y ni se inmutaba. Ahora, si me burlo de él parece que quiere partirme la cara, ¿pequeño pero matón? No, que va, se acojona en cuanto me hago el cabreado. Por alguna razón se pone nervioso cuando me tiene cerca y eso lo hace rabiar más. Yo me divierto con ello.
-Mierda, dejé las llaves en el cuarto - murmuré para mí.
No voy a tocar la puerta y decir "si, se me olvidaron las llaves" porque eso es lo que me va a decir con su mirada de "a mí nunca se me han olvidado" o algo así vete a saber... Me niego a tocar.
Escalé la verja del jardín y fui por la puerta de atrás, la de la cocina que por alguna razón siempre está abierta. Comencé a caminar por la cocina y paré en seco al escuchar unos "sonidos" provenientes del salón. No jodas... pensé aguantando la risa. ¿Qué está haciendo el correcto Kyungsoo?
-Sii - gimió Kyungsoo. Me tapé la boca para no reírme. En la mesa de la cocina había dos vasos de jugo sin acabar.
¿Kyungsoo está con una chica? Vaya... por un momento pensé que se estaba haciendo una paja en el salón. ¿El correcto y espléndido Kyungsoo trajo una chica a casa y se la está follando en el salón? Esto hay que verlo para creerlo.
-Me encanta como te mueves… - escuché en un gruñido y la sonrisa se me cayó. Me quedé estático.
¿Un hombre? ¿Esa voz era de hombre? Me acerqué más y escuché gemidos, uno detrás de otro y no solo de Kyungsoo. Tragué saliva y salí de la cocina. Lo que vi me dejó congelado.
-¿Pero qué coño...? - dejé escapar con los ojos tan abiertos como mi mandíbula.
En el sofá había un chico sentado y el ojón estaba encima de él. El chico le sujetaba las caderas a Kyungsoo mientras este subía y bajaba una y otra vez y se robaban algún que otro fogoso beso que tapaba algunos gemidos que amenazaban con salir.
En cuanto me escucharon Kyungsoo saltó al lado del muchacho y me miró con una cara indescifrable. El chico abrochó su pantalón, que aún conservaba puesto, y Kyungsoo se tiró al suelo a por los suyos tragándose el poco orgullo que le quedaba.
-Joder... - soltó el muchacho incómodo - ¿no tenía práctica? - gruñó para sí.
-Mejor vete - dijo Kyungsoo incómodo.
-Ok… luego hablamos - murmuró y salió corriendo por la puerta tras mirarme de arriba abajo.
Kyungsoo se quedó de pie y se removía inquieto, tenía los nervios a flor de piel y yo seguía un poco impactado. De todas las cosas que me podría haber esperado. Tragué saliva y miré a Kyungsoo.
-¿Eres bisexual? - pregunté incómodo. Kyungsoo negó, joder… no pude evitar mirarlo con un poco de asco. No soy homofóbico ni mucho menos, pero esto es raro - ¿homo? - pregunté intentado sonar indiferente. Asintió e inevitablemente comencé a reír.
-Lo siento, pensé que tenías práctica y…
-Y aprovechaste para tirarte a tu novio - terminé divertido.
-No es mi novio - cortó.
-¿Ah no? - dije alzando una ceja - encima el perfecto Kyungsoo tiene relaciones sexuales esporádicas. Te estás llevando el premio gordo ¿me vas a sorprender con algo más? - pregunté sonriente. Kyungsoo agachó la cabeza deseando que la tierra lo tragase de una vez por todas - el perfecto Soo, es tan correcto y magnífico - ironicé. Me miró mal y se le contrajo la nariz.
-No quiero sonar engreído pero ser gay no es ser defectuoso - consiguió decir.
-No lo decía por eso - sonreí - lo digo porque un chico tan correcto, como tú le haces pensar a tu madre que eres, se trae a chicos cuando sabe que no hay nadie para tirárselos. Bueno, en realidad ellos son los que… - iba a continuar pero me calló con la mirada. Cambié de tema sonriente - supongo que tu madre no lo sabe, ¿qué me das por mi silencio?
-¿Qué? ¿No puedes guardar el secreto? - dijo asustado. Una sonora carcajada salió de mi garganta.
-No, yo no soy amable como tú, a mi me cuesta - aclaré.
-¿Qué es lo que quieres? - preguntó con miedo en su mirada.
-Serás mi esclavo - dije después de meditar lo suficiente.
-¿Tú qué? - preguntó incrédulo. Una sonrisa decoró mi cara, definitivamente esto será divertido hyung.
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