Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Retazos por Stig Al-sayf

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

“Tú me sacas la verdad
sin mirarme a los ojos.”

 

¡Publico! *una planta rodante aplaude euforica en el fondo* como que me voy a ir de año en año, en fin vuelvo aqui otra vez para esta increible fecha como lo es el 16 de Enero ademas no es solo esta increible fecha lo que hoy nos trae en reunion, si no que tambien la pequeña continuacion de mi primer y amada historia en esta cuenta que fue Cada una de tus cosas.

aclaro que no es obligatorio que leer el fic anterior para leer retazos, abra cosas que no se entenderan bien pero escribi esta continuacion de una forma en que cualquier lector pueda con este texto.

igual si quieren leer Cada una de tus cosas pueden con toda confianza.

 

 

 

Notas del capitulo:

Bueno antes que nada gritemos: ¡Feliz Día Del FugaMina!

y ahora solo les digo que antes que todo vayan donde mi querida ItaDei_SasuNaru fan y lean esa increible historia llamada Brazos de sol porque sere sincera fue lo primero que hice al entrar a Internet.

 

tambien quiero dar Agradecimientos por comentar el año pasado: reyselpat, Hebi007, Uzuna, Kyo y claro esta a mi tejedora de retazos ItaDei_SasuNaru fan.

 

Como siempre Naruto no es mio, ya que no le hubiera dado tal final XD

 

En fin a Leer!!

La mañana comenzaba tarde, El viento había adquirido la pereza del domingo. De los arboles comenzaban a caer las hojas y en otros las pequeñas flores blancas se abrían de a poco al mundo. A lo lejos en las montañas se veía una espesa niebla, el invierno se acercaba pero el clima aún era lo suficientemente aceptable para salir sin abrigo, pero una sombrilla nunca estaba de más ante las lluvias repentinas.

Por los alrededores no había mucho ruido, la gente había escogido aquel día para relajarse. Además el lugar era tranquilo, habían planeado terminar en aquella casa después de dos mudanzas pero pese a los cambios aquel lugar iba de acuerdo a la etapa que ahora Vivian. Y pese a que el lugar cambiaba, la decoración siempre hacia posible encontrar la casa que era, ya que la pintura naranja y azul abundaba en la familia.

Para el murmullo del viento no era difícil escurrirse por el amplio patio mientras las cortinas se movían a su paso, permitiendo que una tenue luz se adentrara y se posara en las dos tazas de café olvidadas en la mesa, para luego volver a irse por las cortinas que volvían a su lugar para sumergir otra vez aquellas paredes en una semioscuridad que se iba posando en los abrigos y ropa tirada en el sofá. Todo esto no se centraba en el típico desorden por pereza, estaba cimentado en una convivencia de años que aún seguía siendo extrañamente reciente para aquellos dos hombres que dormían juntos en un abrazo a veces; posesivo, a veces de refugio y la mayoría de veces de vicio y placer.

Ese día no había que trabajar, no había que despertarse temprano. Lo cual era merecido porque  habían caído rendidos la noche anterior ya que toda la semana había sido agotadora, mucho café poca cama y claro también pocas horas de sueño.

La noche anterior

Así que el último en llegar encontró a su pareja, dormido en la mitad de la cama sin haber quitado las sabanas y sin quitarse la ropa de trabajo.

—Uchiha Fugaku al fin vencido por algo y lastimosamente no soy el causante.

Aquel rubio de ojos azules, piel blanca y con una renovadora sonrisa.  Dejo caer  al suelo su corbata, mando a volar sus zapatos junto con su restrictivo cinturón  y con un suspiro de alivio saco su camisa de los pantalones y la desabrocho.

—mañana cuando despiertes solo diré, que si tú te tomaste la libertad de acostarte con la ropa de trabajo, yo utilice mi derecho de quitarme la mía sin importar donde terminara.

Tan lógicas palabras eran aceptables y aplaudidas por todo el fuero interno del rubio. Pero cuando delicadamente comenzó a quitarle los zapatos, calcetines y demás ropa al Uchiha cada prenda fue depositada en el lugar correspondiente, a pesar del cansancio hacer aquello deleitaba a Minato.

Nadie lo creería y Fugaku lo negaría pero el Uchiha era algo cosquilloso y mientras Minato le quitaba la camisa y sus manos pasaban por los costados veía con una pícara sonrisa como su pareja gruñía y fruncía el ceño.

La camisa llena de virutas, polvo y sudor tardo un poco en ser depositada en la cesta de ropa sucia. Minato había adquirido el pequeño fetiche de oler la ropa de Fugaku, era una mescla embriagante y excitante llenar su olfato del olor de la madera con el aroma natural del Uchiha. Que luego quisiera masturbarse era un valor agregado y si contaba con suerte justo antes de llegar a su orgasmo, unos ojos fieros de pasión le ordenarían que se detuviera mientras la manos callosas le abrían más las piernas y la boca de Fugaku se tragaba su polla y Minato aspiraba con mas fuerza la camisa.

Pero aquella noche estaba agotado, exprimido y Fugaku dormía.

—con solo entra una vez a tu taller me volví adicto y de todas la cosas a las que fui adicto, tú eres lo único que me conduce a lo que tanto busque, me das la tranquilidad sin tener que hundirme en la oscuridad  dañina—con cuidado Minato doblo la camisa  y la deposito en la canasta de ropa sucia—han sido casi tres años…

Minato tomo asiento en el borde de la cama, por un momento el tiempo se posó en su alma. El cuerpo lo vivía asimilando pero el alma era terca en aceptar las horas pasadas; Tres años y un poco más y la mayoría de veces parecía la primera semana, Fugaku aun seguía sin tolerar muy bien la presencia de Minato mientras trabajaba, por lo tanto el rubio aun ocupaba su tiempo libre en barrer, quitar el polvo y hacer de un poco orientando mensajero. Sin mencionar que la mayoría de veces era el que cocinaba y su especialidad seguía siendo huevos revueltos con arroz y algo que parecía carne y había sido un triunfo personal hacer admitir a Fugaku que aquella era su comida favorita sobre la faz de la tierra, solo si la preparaba Minato.

Claro todo no había sido triunfos hubo un tiempo en que el taller de carpintería creció mucho, por lo tanto el trabajo de Fugaku también y ni hablar del de Minato, aquello represento una distancia que se fue formando de a poco, el Uchiha seguía con sus demonios que no le daban mayor tregua y los de Minato solo esperaban un tropiezo. Para cuando Minato se dio cuenta de que un frasco de calmantes desaparecía en sus manos día por medio dijo basta y ante el temor de terminar otra vez adicto alguna droga, se internó casi un mes en un centro de rehabilitación.

—aun no entiendo porque estás aquí, me haces una falta terrible.

Le dijo Fugaku con un semblante de irritación, desesperación, agotamiento y miedo. Las pesadillas le estaban consumiendo y solo Minato podía calmarle o al menos eso creía el Uchiha.

—no quiero recaer más de lo que estoy en este momento.

—igualmente te repito que tu pasado no me importa, no soy tu juez Minato.

Suspirando Minato sonrió un poco y acaricio el rostro de Fugaku

— ¿hace cuánto no duermes?

—sabes que casi no duermo

—entonces ¿hace cuánto fue tu última crisis?

Alejándose de la mano del rubio, Fugaku se llevó las manos a la cabeza y luego las convirtió en puños que fueron a parar con violencia contra la pared.

—vivo de crisis en crisis últimamente…te necesito Minato.

Ambos se abrazaron, los pequeños sollozos se consumían entre sus cuerpos, estaban al límite. El amor no podía solo contra el miedo y una sola persona no podía luchar contra el fuego cruzado que representaba la vida de ambos.

—hemos hablado de nuestros demonios mas no lo hemos exorcizado y puede que nunca lo hagamos, pero debemos admitir que estamos en una crisis y lo que menos quiero es que esto siga afectando nuestra relación.

—los dos solos lo hemos hecho bien hasta ahora.

Minato frunció el ceño, no lo hacía de forma tan sexy como lo hacía el Uchiha pero aquel gesto a los ojos de Fugaku era entrañable un poco gracioso.

—la mayoría de veces el temor me consume cuando tienes una crisis, puede que te ayude a calmarte pero no siempre soy suficiente.

Ahora era turno de Fugaku para fruncir el ceño cosa que logro Minato le diera un rápido beso.

—venga Uchiha deja de ponerme en un altar, que soy de todo menos un santo milagroso.

—en el caso hipotético de que haga tal cosa, te diría que es muy difícil no pensar en que tú eres mi medicina aun que he de admitir de que no soy la tuya, por mi culpa recurriste a los calmantes.

Minato rodo los ojos y empujo al Uchiha hacia el asiento más cercano y cuando estuvo sentado, tomo lugar en su posición favorita en las piernas del Uchiha, rodeándolo con las piernas mientras sus manos se aferraban al cuello y unas manos grandes se posaban en su trasero.

—no fue tu culpa, fue culpa del trabajo ¿ya no te lo repetí un montón de veces?

—bueno si pero…

—aja eres un terco, tu opinión dominara el mundo y la única forma de lograr  de que aceptes algo es que te amarre de pies a cabeza—Fugaku no pudo evitar cierta corriente de energía al sentir como Minato le apretaba con fuerzas los testículos y miembro—y te presione.

— ¿soy el hombre que va bien sobre presión?

Entrecerrando sus ojos azules Minato quiso decir que estaba hablando muy seriamente pero habían pasado casi dos semanas con escaso contacto, por lo tanto era inevitable que los ánimos terminaran girando en torno al sexo, además Fugaku Uchiha al lado de Minato Nakamize bueno  no podían con tan ilógica e irresistible atracción.

—ok Uchiha, entonces volvamos al principio, quiero que hagas un trabajo

— ¿huh?

—bueno más bien será un trabajo en pareja, ambos iremos a un psicólogo

—No estoy loco.

Y ese fue a penas el principio de converse al Uchiha, para Minato no fue fácil luchar contra el prototipo de Macho que Fugaku se cargaba y que salía a relucir cuando ciertas cosas chocaban contra su forma de crianza y el loquero como le llamaba Fugaku era una de ellas. Para cuando acepto, vino el descubrimiento de que Madara había recomendado el loquero y se libró otra batalla donde Naruto junto con Luna y los gemelos tuvieron que intervenir.

Una sonrisa de Luna para su querido padrino y unas palabras de ánimo de Naruto hacia su padre más los gemelos corriendo de un lado a otro, evitaron muchas peleas y para cuando Fugaku tuvo su primera cita, Minato ya había salido del centro de rehabilitación mucho mejor. había dejado de ser editor en jefe y se convertido en una especie de independiente y no muy lejos estaba el Uchiha reduciendo su carga de trabajo tomando la decisión de que el dinero por muy necesario fuera no le iba a brindar la felicidad deseada, así que el taller se volvió a reducir.

Al final el loquero estaba más loco que una cabra, raro como él solo; de cabello verde, ojos amarillos, piel extremadamente blanca al menos la mitad y la otra… bueno al menos la primera vez fueron los dos y cada uno retuvo al otro para evitar correr. Pero pese a todo lo anterior, Zetsu fue un buen loquero y pese a que era muy idílico decir que todo mejoro, al menos se podía decir Fugaku amaba a Minato y este a su vez aún seguía creyendo fuertemente en una vida entera de amor dedicada a vivir junto al Uchiha.

– te ríes, sonríes, haces esa sonrisa de medio lado o simplemente una pequeña sombra de una sonrisa te acompaña y juro que enamoro otro poco más—los zapatos fueron colocados en el closet—sí, suena raro porque en estos años se diría que llegamos al tope de estos sentimientos,  pero por ejemplo cuando jugabas hace algunos días con Luna y reías despreocupado tratando de calmarla  mientras se refugiaba enojada en tus brazos por haber probado por primera vez algo picante. Yo estaba al otro lado como idiota temblando de pies a cabeza, como si hubiera viajado al pasado y mi corazón latiera como en aquellos primeros días donde compartir un café contigo me enamoraba.

Minato suspiro y volvió asentarse al lado de un semidesnudo Uchiha

— ¿sabes? te diré esto mañana, quiero ver cómo te sonrojas porque eres muy sexy…—un leve ronquido irrumpió las palabras del rubio quien se llevó una mano a la boca para ahogar una sonora risa—vale incluso cuando roncas eres un sex simbol, pero eso no lo diré porque entonces se te sube el ego a la cabeza y aun me faltan muchos años para encontrar la paciencia suficiente para ese ego marca Uchiha.

El pantalón no fue complicado, porque había que ser sinceros quitarle el pantalón al otro nunca fue difícil. Desvestido el Uchiha, Minato apago las luces solo dejo una lámpara encendida de su lado y termino por quitarse la poca ropa que le quedaba  y procedió a empujar a Fugaku para que le diera algo de espacio y de un momento a otro como un resorte el Uchiha se despertó aun con la mirada perdida respirando algo agitado.

—solo aplícale una capa de barniz.

—mmm súper

Dijo Minato entre sorprendido y divertido aun que agradecido de ver de que no era un pesadilla.

Parpadeando varias veces y poco a poco relajando su postura Fugaku por fin supo dónde estaba y un ligero sonrojo le invadió, mientras caía bruscamente a la cama con un gruñido.

— ¿hace mucho llegaste Minato?

— ¿acaso importa tal cosa?

—bueno recuerdo que me acosté con ropa y ahora solo estoy desnudo

—quien te manda a no ponerte ropa interior

—tú

Aquella palabra el Uchiha no lo dijo en tono de reproche, aquello ya llevaba un tono natural, algo que ya estaba fijado. Tal cosa hacia a Minato muy feliz.

—en fin ahora dime ¿a que rayos le aplico una capa de barniz? el suspenso me mata.

Esquivando hábilmente una almohada pero dejando uno de sus brazos desprotegidos, Minato fue hecho prisionero en su lugar favorito entre los cálidos y fuertes brazos de Fugaku.

 —no te castigo como se debe porque me está costando horrores mantenerme despierto.

—anda duerme, por mí no hay problema ya te tenia desnudo y el plan original era aprovechar que estabas dormido jajajaja ¡auch! ¡¿No que no tenías fuerzas?!

Dijo Minato sobándose la cabeza

—te amo rubio así loquito, lleno de malos chistes, glotón y pervertido.

El Uchiha no tardo en volver a quedarse dormido abrazado a Minato quien con  práctica y experiencia estiro su brazo y apago la lámpara sin desacomodarse de aquel calorcito para luego quedar dormido al instante.

—también te amo Fugaku

Alcanzo a susurrar Minato.

***

No eran mas de la diez de la mañana cuando la casa fue recorrida por la primera sombra de uno de sus ocupantes, el cual se encontraba en la cocina preparando café mientras el ruido de un empaque de galletas hacia eco al ser abierto para ser comidas con voracidad y pese a que el café no le faltaba mucho, la sombra se traslado hacia la sala para ir de un lado a otro mientras se recogía un poco el desorden de la ropa tirada y la tazas sucias del comedor. Algún día abría  que sacudir, barrer y trapear pero ese día no era aquel domingo, tal vez si el ánimo era el adecuado se haría un buen almuerzo.

Minato no era el rey absoluto de la cocina como todo el mundo creía, Fugaku había aprendido con el tiempo una que otra receta rápida que Jiraiya le había enseñado y que había puesto en practica junto con Nauro, quien pese a su facilidad para olvidar los ingredientes era un buen acompañante en la cocina, No como el idiota de su padre que solo quería distraerlo a punta de besos y risas maliciosas, lo cual no era molesto cuando no había una olla de por medio con riesgo de quemarse.

— ¿ya esta listo el café?

Solo era cosa de que Fugaku pensara en Minato y este aparecía arrastrando la luz, haciendo que el viento detuviera su curso y que el aire abandonara de golpe los pulmones del Uchiha al ver como cada pedacito de piel brillaba a contra luz, mientras el azul profundo de aquellos ojos le atraían y esos labios se transformaban en una sonrisa a la vez que sorbían un poco del café que apresuradamente Fugaku le había servido y tendido con absoluta reverencia.

—es una buena mañana.

— ¿tanto como para andar desnudo?

—tú fuiste quien no se puso ropa y yo solo me levante para perseguir tu trasero Uchiha.

La tasa de café fue puesta de lado mientras las sonrisas se comían a besos.

—hace cosquillas.

Susurro Minato reprimiendo el escalofrío que le provocaban los dedos callosos que le recorrían los muslos, sus besos  absorbieron mas aire, las lenguas se entretejieron en gemidos ahogados para luego descender por la piel del cuello degustando la piel salada del Uchiha, quien a su vez con voracidad mordía el hombro de Minato coloreando aquella blanca piel en tono rojizo marcando, presumiendo un poquito hasta donde podía llegar a dejar su huella en Minato.

Y enfrentados en duelo estaban cuerpo a cuerpo, moliendo las ganas, besándose con placer, Pasando las manos por el cabello de otro. Y luego de unos segundos Minato se permitiría gemir en voz alta mientras sus pezones eran triturados, retorcidos y acariciados rápidamente por las yemas de los dedos experimentados en hacerle gemir.

Reduciendo los besos a suaves caricias en los mordidos y sensibles labios del rubio, Fugaku paso la punta de su nariz por el cuello aspirando aquel olor embriagador que parecía contener un poco de todo; en especial ese olor a hogar, paraíso, purgatorio, lujuria. Esa clase de lujuria concentrada en una inhalación  entre aquella mata de pelo rubio mientras que al lado de su mejilla palpitaba la carne dura de la polla de Minato y arriba en lo alto el azul, el amarillo dorado, el rojo carmín en las mejillas y en los labios solo había corrientes de aire caliente que se convertida en gemidos.

—te amo tanto Fugaku.

Un beso en el suave vientre y un camino de saliva hasta la llorosa punta, el sabor de Minato en su boca, la succión  en sube y baja, la textura de los testículos, el sobresalto de las caricias fugaces al perineo mientras dos dedos dibujaban pequeños círculos en el estrecho agujero. Arriba Minato se mordía los labios entre suspiros, un sollozo de ansiado placer lograba sobrepasar los labios.

Cada trocito de piel vibraba y en su cadera donde una firme mano se apoyaba se concentraba el calor y no muy lejos la humedad abrazadora, el roce caliente de la lengua de Fugaku saboreando cada gota transparente, la punta roja del pene de Minato fue mordida levemente y una mirada de lujuria y posesiva le hacia gritar aquel nombre de consonancia perfecta.

— ¡Fugaku!  

Sonriendo de lado y tomando un poco de distancia del cuerpo del rubio, Fugaku soplo un poco sobre la sensible y llorosa punta del miembro de Minato, Quien  se sobresalto a medida que la piel de gallina se intensificaba por sus brazos  y sus manos se volvían blancas por la presión, que buscaban un soporte en la mesa de la cocina. La luz del sol se fue mermando de a poco, las nubes grises se movieron en el intenso cielo azul.

— ¿te gusta lo que soy?

Pregunto Fugaku aun de rodillas, era una pregunta sin trampa, solo era una pregunta al azar y  aun que la razón de Minato quiso detallar parte por parte de aquella pregunta, una sonrisa sofoco toda razón y el instinto se hizo cargo haciendo que Minato se pusiera de rodillas para abrazar a su Uchiha mientras un beso se hacia cargo de la situación y entre pequeños susurros Minato hablo:

—la pregunta correcta Fugaku es ¿te gusta lo que somos los dos, después de tanto tiempo?

Fugaku No quiso perder un Segundo en la respuesta

—definitivamente si

Ambos sonrieron y volvieron a besarse. No eran nuevos hombres, no habían vuelto a nacer, eran los mismos hombres rotos que extrañaban y lloraban a sus muertos pero que habían aprendido a surcar juntos aquella vida, vivir por vivir para tomarse de las manos, sonreír entre silencios y golpes y besarse  solo porque si, aquel amor era la prueba de Fugaku Y Minato de querer vivir sintiendo cada trocito de una vida dura pero compartida.

Una leve llovizna se precipito sin mayores pretensiones, cada gota se unía a la siguiente y caían por las ventanas deslizándose en el exterior ajenas  aun interior de cuerpos calientes entre sabanas estrujadas, revueltas entre los gemidos en movimiento chocando contra la piel mojada por el sudor, bañada de placer.

—voy a entrar.

Minato asintió aferrándose al cuello de Fugaku, aspiro y voto el aire entrecortadamente a medida que era penetrado lentamente y pese aquella primera vez donde las marcas de dolor y placer les hicieron unirse rápidamente. Ambos disfrutaban de las pausas, de alargar el momento, de observar como sus cuerpos reaccionaban, se unían, chocaban, gritaban por más para luego suspirar ante el ritmo lento y hundirse cada vez mas  hasta olvidar que alguna vez estuvieron separados. Para cuando llegaba el orgasmo, era tanto el golpe de placer que sus gargantas dejaban pasar gritos, gruñidos, sollozos y palabras ásperas que eran absorbidas por una oscuridad reconfortante entre abrazos.

Animo de hacer comida no hubo pero por suerte era domingo y era uno de esos días en que Hanabi y Naruto tenían un día libre por lo tanto un poco antes del medio día la invitación a comer no tardo en llegar, en el fondo de la llamada Luna y los gemelos gritaban a todo pulmón que querían que su abuelo y padrino les llevaran Dulces, un caballo de Madera prometido hace un tiempo y un paseo obligatorio al parque de juegos.

—lo que se traduce que mientras pasamos una horas fuera con los niños, les daremos a los tortolos tiempo a solas.

Ante las palabras del Uchiha que terminaba de ponerse el abrigo, Minato rio.

—Naruto no seria mi hijo si no aprovechara cada minuto a solas con su pareja.

Fugaku resoplo a la vez que tomaba una bolsa con las cosas para Luna y los gemelos mientras Minato salía a la calle con un paraguas y miraba las montañas completamente cubiertas de nubes grises.

—vale la pena dejar la moto y caminar un poco.

El Uchiha asintió y tomo la mano de Minato quien hace mucho se había adueñado de la vieja chaqueta de cuero de Fugaku, la cual le quedaba un poco grande pero sexy, sobretodo si el rubio solo llevaba puesto aquello y nada más. Aquellos pensamientos fueron rápidamente sofocados por el Uchiha porque sabía que si seguía pensando en eso, Minato le dirigía aquella mirada de “eres un libro abierto para mi Uchiha.” Justo como ahora.

“mierda”

—venga hombre sigue pensando lo que tenias en mente hace unos segundos, sabes que puedo complacerte mas tarde.

Frunciendo el ceño y volteando el rostro para que no fuera tan notoria su vergüenza  Fugaku gruño.

—y la tierna fierecilla soy yo.

—deja de buscarme pelea rubio.

— ¿pelea? Naa yo solo quiero llamar tu atención.

—siempre has sido dueño de toda mi atención.

Sonriendo Minato se adelanto un poco y luego se puso frente su pareja.

—No importa el tiempo o lugar siempre me asegurare de llamar tu atención.

—no creo que sea tu mayor problema era un experto en tal cosa.

—tuvimos una semana ocupada entre el trabajo y el final de la terapia.—Fugaku asintió entre menos palabras  gastara en comunicarse era mejor, afortunadamente Minato le comprendía y sabia que significado tenia la mayoría de sus gestos.—espero que esta semana todo sea mas calmado, en cierta forma me alegra no tener que ver a Zetsu, al menos no como nuestro terapeuta y repasando la lista de nuestras personas favoritas;  Jiraiya y Orochimaru seguirán por su viaje en el extranjero.—el Uchiha frunció el ceño mientras miraba a Minato.—si, lo se. parece que no se cansan de viajar  y por otra parte Iruka y Kakashi anda proponiendo una noche películas en su casa—una mirada de disgusto se poso en los ojos de Fugaku—Cariño por ultima vez no podemos excluir a Kakashi en su propia casa—gruñido—increíble que aun no superes tu disgusto.

Fugaku se encogió de hombros y Minato no pudo evitar poner los ojos en blanco. Volviendo a caminar de la mano, ambos se sumieron en un silencio de tantos que compartían en absoluta calma hasta salir de aquellas calles solitarias y ver no muy lejos aquel comino empedrado mojado por la lluvia y que a lo lejos mostraba el ir y venir de otras personas.

—pero bueno ya hemos superado muchas cosas en estos últimos años

Minato sonrió ante las palabras de su pareja.

—yo aun no logro superar este amor que tengo por ti Fugaku.

Un poco de carmín se poso en las mejillas de ambos, Sonriendo de lado y pasando la mano por el cuello del rubio para acercarle el Uchiha beso a Minato.

—hay cosas que no se superan, mucho menos se les puede colocar un final.

—esos somos nosotros.

—Definitivamente somos Tú y yo.

Notas finales:

*Sonrisa*

No soy de finales, esta historia no es mas que un relato de realidad.

yo solo se que soy Stig.


un lado positvo y espero que le haya gusto fue el lemmon.

 

gracias por otro año, por leer y por quien se anime acomentar.

 

feliz 16 y espero que apesar de la fecha para cada persona que lea esto, el dia le sea mejor porque lo que soy yo te deseo mucha felicidad.

...

¿sera que los chicos dentro de algunos años me dejarian seguir contando que fue de su vida? esperemos que si.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).