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Comenzando por el final por Broken Kiara

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Notas del capitulo:

Aqui esta el nuevo capítulo!!

Como el título indica habra sorpresas, tanto buenas como malas...

Es un capitulo importante aunque no tenga recuerdos por que desencadenara muchas cosas para los siguentes que si tendran recuerdos, ademas de los importantes :)

Espero que os guste!! No os distraigo más.

SORPRESAS

-          ¡El edificio va a explotar, debemos iros! – escucha decir a sus espaldas - ¡Vamos Zoro!

-          ¿irnos? – pregunta sin dar crédito a sus palabras – ¡Él sigue dentro! – grita furioso.

-          ¡No hay tiempo! Si seguimos aquí la explosión nos dará. Si no ha salido ya…

-          ¡No! – interrumpe no queriendo oír la frase entera - ¡No voy a abandonarle!

Echa a correr tan rápido como le dan las piernas, llevándolas al límite. Oye las voces a su espalda gritando su nombre, pidiéndole que vuelva. Pero él las ignora, tiene que llegar a tiempo. 

-          Aun no es demasiado tarde - se dice sin dejar de correr, a pocos metros del edificio -Aun puedo... 

Una explosión. El hilo de sus pensamientos se corta. Una llamarada. Sus piernas no se detienen. Una onda. Su cuerpo choca violentamente contra el suelo. Calor. Las voces le llaman con más fuerza. Humo. Los cristales perforan su piel. Y el edificio derrumbándose ante él. 

-          No, no… - la tos y el dolor le dificultan el habla, siente como va perdiendo el conocimiento - ¡No! ¡SA…!

 

Sacó la llave del contacto apagando el motor. El movimiento tras él le indicó que Sanji había bajado de la moto y Zoro le imitó antes de quitarse el casco.

-          Odio ir en moto – escuchó decir al rubio.

-          Sabes que es imposible aparcar un coche en el centro.

Sanji bufó. Le tendió el casco a Zoro y esperó a que este los guardara, viendo como después ponía las cadenas en las ruedas. El peli verde tenía razón, si hubieran cogido el coche habrían aparcado bastante lejos y tardarían bastante en aparcar. Con la moto podían dejarla casi en la puerta y aunque Zoro condujera, Sanji podía indicarle fácilmente.

-          ¿Qué estás haciendo? – preguntó el espadachín curioso, pues Sanji no dejaba de pasarse los dedos por el pelo.

-          El maldito casco me deja el pelo fatal – respondió recolocándose el flequillo.

-          Eres una nenaza – se carcajeó sin poder evitarlo, comenzado a andar.

-          ¿A quién llamas nenaza? – sin dejarle responder continuó – Claro, como tú tienes la cabeza de alga te da igual, estúpido marimo.

-          Cállate cejas de diana.

Siguieron andando, insultándose mutuamente por el camino, sin dejar de picarse el uno al otro. En algún momento uno de los dos había estirado su mano hasta entrelazarla con la contraria y desde entonces estaban así. Detalle que no frenó los insultos y ninguno paró a darle importancia.

-          ¡Zoro, Sanji! – gritó Luffy nada más divisarles y lanzarse sobre ellos sin importarle que estuvieran discutiendo.

-          Luffy – saludaron ambos, dándole una palmadita en la espada – Ya, suelta.

-          ¡Nami-swan! ¿Me has echado de menos mi linda dama? – saludó Sanji con corazones tras librarse de Luffy.

-          Hola Sanji-kun – dijo ignorando la pregunta del otro.

Estuvieron hablando un buen rato en la puerta del restaurante esperando a que llegaran Brook, Robin y Franky, ya que eran los únicos que faltaban. Sanji se dedico a hablar y alabar a Kaya y Nami. Zoro hablaba con Usopp y Chopper mientras ignoraban las quejas de Luffy, que se moría de hambre para variar.

-          Chicos, ya estamos aquí – dijo Franky quien llegaba en ese momento con Robin abrazada a él  – Sentimos el retraso.

-          Por fin chicos – dijo Luffy siendo el primero en saludar – Entremos, me muero de hambre.

Habían sido los últimos en llegar ya que Brook hacía rato estaba allí.

-          ¡Robin-chuan! Estás tan preciosa como siempre – dijo Sanji canturreando mientras entraban.

 

Con los años cualquiera pensaría que Luffy habría mejorado sus modales en la mesa. Pero aquello era una vil mentira. Los que le conocían dirían que había madurado, incluso era algo menos inocente, pero su actitud seguía siendo la misma. Por eso habían pedido con antelación una mesa reservada en una esquina y prevenir al restaurante de la cantidad de comida, para no asustar a los clientes ni meseros y evitar que les echaran como solía pasar. Todo gracias a los contactos de Sanji en el mundo gastronómico.

Comieron entre risas y gritos por parte de los chicos y Nami, discusiones de Sanji y Zoro, las ficticias o reales historias de Usopp y mientras todos intentaban que Luffy no les robara comida.

-          ¡Está todo delicioso! – dijo Luffy al acabar un plato, habiendo pedido otro con antelación – Sanji tenias razón, ¡la carne de aquí es deliciosa! – dijo al rubio sentado frente a él.

-          Te dije que te iba a encantar – respondió con una sonrisa.

-          Pero aun así tu comida es la mejor – desvió la mirada al espadachín – Tienes mucha suerte Zoro, tu puedes comer sus platos todos los días – dijo haciendo un puchero.

-          Tampoco es para tanto – masculló el peli verde sin dejar de comer.

-          ¿Se puede saber que dices marimo? – preguntó molesto Sanji a su lado.

-          ¿Tienes algún problema cocinero de pacotilla?

Robin vio como los dos iban a comenzar una de sus típicas peleas y decidió hablar antes de que ocurriera.

-          Chicos – dijo con su voz calmada – Franky y yo tenemos algo que contaros.

Esperó a tener la atención de todos para seguir hablando. Miró de forma significativa a su pareja y por respuesta Franky entrelazo sus manos sobre la mesa sonriendo. Con eso todos les miraron curiosos.

-          Queríamos esperar a estar todos justos para decirlo – empezó a hablar el peli azul – Por eso os llamamos para cenar – miró a Robin para que ella continuara.

-          Estoy embarazada – dijo la morena sonriendo – De dos meses.

La mesa se llenó de felicitaciones y preguntas a la pareja. Nami sentada al lado de Robin no dejaba de abrazarla y preguntarle miles de cosas sobre el bebe sin dejar de sonreír y Robin riendo suave intentaba responderle.

Sanji miraba a sus dos damas favoritas sonriendo. El cocinero se emocionaba con facilidad. Giró para ver a Zoro al sentir sus ojos sobre su nuca. Le sonrió apoyando la mano en el muslo del espadachín bajo la mesa y este automáticamente la entrelazó con la suya. Zoro se perdió en el brillo azul que emanaba su ojo visible, ahora fijo sobre su ojo miel. Y cuando quiso darse cuenta ya estaba a centímetros de los labios del rubio.

Fue Sanji quien cortó la distancia entre ellos y Zoro sintió como su pecho vibraba mientras inconscientemente cerraba los ojos. Sanji movió sus labios sobre los de Zoro y su mano libre se deslizó sola hasta la mejilla contraria. Sus labios se tocaban de forma superficial, danzando lentamente sin dientes ni lenguas de por medio, mientras paseaban su pulgar suavemente por la mano unida. Zoro suspiró levemente en su boca y el rubio no pudo evitar estremecerse, cerrando los ojos con fuerza. Ignorando todo a su alrededor.

Se separaron abriendo los ojos lentamente, ambos sonriendo. No acostumbraban a actuar así en público mas no lograron frenarse y se habían dejado llevar. Nadie parecía prestarles atención, aunque la sonrisa de Robin se había ensanchado.

 

Salieron del restaurante, luego de que Franky y Robin se ofrecieran a pagar la mitad de la cuenta, dejando sorprendidos a todos. Menos mal que el peli azul tenía el mejor taller del país y ganaba bastante dinero.

Luffy y Zoro iban encabezando al grupo en contra de todo pronóstico, aunque era peor cuando caminaban los últimos ya que siempre desaparecían. Además el grupo no llevaban una dirección clara.

-          Sanji – llamó Usopp al rubio quien conversaba con sus damas.

-          Dime.

El tirador le hizo un ademan con la cabeza, para andar algo alejados del resto y tener una conversación privada.

-          ¿Qué pasa? – dijo sacando un cigarrillo.

-          ¿Cómo está Zoro? -  preguntó directo.

-          ¿El marimo? – la pregunta le pillo por sorpresa, además Usopp podía ver a Zoro desde donde estaba.

-          Quiero decir…  - el narizón pareció dudar unos instantes – En la última misión juntos Zoro no paraba de tener pesadillas, más bien parecía ser siempre la misma – meditó – Me preguntaba si las seguía teniendo.

-          La verdad es que si – dio una calada – Hoy mismo ha vuelto a tener una, pero no ha querido contarme nada – miró de reojo a su amigo - ¿A ti no te ha contado nada?

-          No – respondió algo decepcionado.

-          Maldito tercó – dijo mirando a su pareja delante de él.

 

Zoro  escuchaba como Luffy le contaba su última aventura en barco con Nami y como deseaba volver al mar cuanto antes.

-          … Y Nami se enfado porque no quedamos sin provisiones para el resto de la semana – decía el peli negro entonces – ¡Pero no era mi culpa! Es que tenía mucha hambre – Zoro rió – Entonces me dio una caña de pescar y me dijo…

-          ¿Zoro? – dijo una voz interrumpiendo el relato.

El peli verde se paró levando su vista al frente, hacia la persona parada frente a él. Pues ninguno de sus amigos le había llamado ya que todos estaban detrás y la voz no pertenecía a ninguno de ellos. Aunque le resultaba vagamente familiar.

-          ¡Zoro! – la voz volvió a hablar, esta vez más animada y segura - ¡Dios, Zoro! ¡Eres tú!

Y antes de que el mencionado fuera consciente, unos brazos le habían rodeado y unos labios hacían presión sobre los suyos. Zoro se quedo inmóvil sin reaccionar. El resto de sus acompañantes se habían parado y habían dejado de hablar.

Sanji vio toda la escena perplejo. No entendía nada, no sabía quién era ese hombre ni de que conocía a su pareja. Era bastante obvio que se conocían, a juzgar por el tono familiar. Pero el rubio apenas tuvo unos segundos para pensar en esos detalles cuanto el beso se produjo.

El cocinero esperó paciente a que Zoro le apartara. No era la primera vez que alguien se acercaba a su pareja de forma insinuante, sin embargo el peli verde las alejaba al segundo de forma poco educaba ya fuera hombre o mujer. Pero si era la primera vez que alguien le besaba con tanta confianza y Zoro no le quitaba al instante.

Cuando el peli verde reaccionó se deshizo del beso y del abrazo aunque lo hizo suavemente. Con eso Sanji respiró más tranquilo.

-          ¿Zoro? – preguntó desconcertado el chico - ¿No me reconoces? Soy…

-          Saga – concluyó la frase el propio espadachín.

La euforia recorrió el cuerpo de Zoro y fue él quien rodeó al chico con sus brazos, siendo correspondido al instante por el otro.

-          ¡Saga! – dijo alegre contra el cuello contrario – ¡Estás vivo!

La anterior tranquilidad en el rubio se quebró dando lugar a un extraño vacio. Hace unos minutos era él quien besaba alegre los labios del alga. Antes de que esos sentimientos le dominaran se dejo llevar por la furia, avanzando hacia su pareja y el bastardo que estaba abrazando.

-          ¿Qué coño haces Zoro? – dijo enfadado - ¿Y quién es este bastardo?

El peli verde abrió su único ojo y se separó rápidamente del abrazo. Recordó donde estaba y vio como sus amigos se habían quedado quietos mirándoles, algunos con la boca abierta. Fijo su vista en Sanji quien le miraba furioso.

-          Cook… - susurró sin saber bien que decir – Saga, este es Sanji – decidió presentarlos antes de nada – Él es mi pareja…

-          ¡Vaya, lo siento! – dijo Saga interrumpiéndole – No sabía que Zoro tenía pareja, perdona por el beso – habló dirigiéndose al rubio – Soy Saga, el ex novio de Zoro, encantado. Zoro, me tengo que ir ya, me están esperando. Toma, en mi tarjeta esta mi número, llámame – le dio la tarjeta aun desconcertado espadachín y se fue.

El silencio volvió a reinar entre los presentes. Zoro miraba a su pareja deseando que dijera algo, mientras el resto permanecían atentos ante la escena.

-          Sanji yo… - intentó hablar pero la mirada fulminante de Sanji le impidió continuar.

El cocinero echó a andar en dirección a la moto sin decir nada, alejándose del resto. Y el peli verde no supo si seguirle o no.

-          Zoro… - finalmente Luffy rompió el silencio, serio.

-          Luffy…

-          Arréglalo – ordenó directo, sin dar lugar a replicas.

Zoro asintió y corrió detrás de su marido.

Notas finales:

Hasta aqui el capitulo... Supongo que quereis matarme. 

Tened en cuenta que todo lo que ocurre es necesario para los proximos! En el siguiente veremos la reaccion de Sanji ante la aparicion del ex novio del marimo y mas sopresas. 

Aviso que no sera muy alegre que digamos...

Para quienes no lo sepan, Saga es un personaje de la quinta pelicula de One Piece y es un compañero espadachin de Zoro y demas... Si quereias saber mas podeis verla, aunque sinceramente a mi no me gusto mucho.

Como siempre espero vuestros comentarios y opiniones! me ayudan a seguir escribiendo :)

Y gracias por leer ^^


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