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Heaven por UniPandaHamster

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Notas del fanfic:

Realmente amo a estos dos, son tan... la autora debería hacer un especial yaoi con estos dos xD Amo la personalidad seductora, travieza y aniñada de Rosiel. Y Katan es tan adorable, lindo y rebelde cuando quiere, son hermosos como pareja jajajaja. 

 

 

 

Notas del capitulo:

Espero que les guste ^^

Katan:- Rosiel-sama, ¿se encuentra bien?- cruzó el umbral del enorme ventanal y se ubicó unos cuantos pasos detrás de su amo, observándolo con atención.

 Rosiel se apoyó sobre el barandal del balcón y suspiró cerrando los ojos con pesadez. Había estado todo el día con ese humor tan melancólico, sin decir ni una palabra:

Katan:- ¿Rosiel-sama?- se acercó al hermoso ángel con preocupación, porque no podía disimular lo preocupado que lo tenía su amo hoy.

 Inesperadamente, el precioso ángel se abalanzó sobre él, rodeando su cuello con ambos brazos y depositando un suave beso en una de sus mejillas. Katan lo rodeó con ambos brazos por la cintura, aferrándolo contra su cuerpo con cariño:

Rosiel:- Estoy triste… muy triste- se acurrucó en el pecho del contrario.

Katan:- Dígame, ¿por qué?- acarició el largo cabello con ternura, esa ternura y amor que solo él le demostraba.

Rosiel:- He decidido que quiero olvidarme de mi hermana Alexiel, pero… es tan doloroso. Toda mi vida se la dediqué a ella, a buscar su amor y sin embargo, ahora ya no tiene sentido- se separó del chico- Ya no quiero sufrir más por ella- sollozó.

 El ángel menor lo miró conmovido, él sabía todo por lo que Rosiel había pasado en este tiempo y le dolía verlo sufrir, pero sabía que nada de lo que él hiciese por Rosiel alcanzaría…:

Rosiel:- Además-… o al menos eso pensaba- Me di cuenta de que…-

 Atrapó su rostro con ambas manos, cruzando las miradas de forma intensa e intima:

Rosiel:- El único que siempre me amó de verdad fuiste tú, Katan-

 Este se sorprendió y lo dejó entrever en su mirada, provocando una dulce risa en ese rostro hermoso y andrógino que poseía el ángel. Acarició sus mejillas con el pulgar de ambas manos y nuevamente depositó un beso en él, pero esta vez en los labios.

 El menor por un momento se sintió en el paraíso, el verdadero paraíso que siempre se le fue negado:

Rosiel:- ¿Verdad que me amas?- preguntó separándose a escasos centímetros de los labios del contrario.

 Pero no respondió, simplemente volvió a besar a su creador.

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 Rosiel, quien siempre había estado pendiente de lograr que su hermana gemela Alexiel lo aceptara y amara, había ignorado hasta ese momento a la única persona que siempre le fue fiel, su querido Katan. Lo adoraba, de eso no había duda, pero por esa adoración que sentía hacia él, prefería maltratarlo y hacer que este lo odiara, porque no podía corresponder a sus sentimientos. No en ese momento. No cuando su hermana era todo lo que había en sus pensamientos. Pero no más. Estaba cansado de sufrir por algo que era imposible. Había empezado a asumir el hecho de que tal vez nunca lograría siquiera acercarse un poco a ella.

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Katan:- ¿Por qué?- preguntó cuando se separaron del beso por falta de aire- ¿Por qué repentinamente hace esto?-

 Se habían dejado llevar por el momento, terminando con ambos dentro de aquella enorme y lujosa habitación:

Rosiel:- Porque tú eres todo lo que necesito- lo empujó haciendo que cayera hacia atrás sobre la alfombra.

 Se posicionó sobre él colocando ambas piernas al costado de las caderas del menor y se inclinó para besar su frente. El largo cabello cristalino del ángel cayó sobre ambos hombros dándole un aspecto encantador:

Katan:- Rosiel-sama…- pero un dedo índice cubrió sus labios callándolo. Lo miró con intriga, ¿qué planeaba hacer?

Rosiel:- No me digas así, me haces sentir que somos distantes, pero no lo somos ¿verdad?- su rostro nuevamente mostraba preocupación, aflicción, como si necesitara que Katan le confirmara que no estaba solo- Ámame- susurró suplicante cerca del oído del mayor.

Katan:- Siempre lo hice y lo sigo haciendo- lo abrazó fuerte.

Rosiel:- Demuéstramelo entonces- apretó los hombros del ángel con sus manos y se aferró aún más a su cuerpo. Posicionó su rostro frente a frente con el de Katan, con las lágrimas rodando por sus mejillas, y sus ojos mostrando dolor y desamparo- Demuéstrame que me amas, ámame. Hazme el amor, Katan- la voz rasgada por el llanto.

 No podía creer que su amo le estuviese pidiendo aquello. ¿Tocar a semejante ser con su imperfecto cuerpo?, ¿Era aquello real?, ¿En serio ese hermoso ángel tan perfecto, el hijo amado de Dios le estaba pidiendo que lo hiciese suyo?, no podía creerlo. Lo miró incrédulo varios segundos y casi inconscientemente negó con la cabeza.

 No podía negarlo, no era que no quisiese hacerlo. Lo deseaba, lo amaba, anhelaba tener a Rosiel entre sus brazos solo para él. Pero… no podía arrastrarlo a sus deseos impuros, no siendo este el “hijo amado de Dios”:

Katan:- Perdóneme Rosiel-sama, pero no puedo- lo alejó de sí quedando ambos sentados en el piso, uno frente al otro- No puedo tocarlo de esa forma, no a usted-

Rosiel:- ¡Qué dices!- gritó enfurecido sin dejar de llorar- ¿Por qué no?, ¿Es que acaso tampoco me quieres?, ¿Por qué siempre me desobedeces Katan?- lloraba desconsoladamente.

Katan:- No diga eso. Por favor, no me obligue a hacer algo así-

Rosiel:- ¿Acaso… no soy hermoso para ti?- volvió su mirada a él con una sonrisa dolida- ¿Soy hermoso, Katan?- se acercó nuevamente al menor gateando hasta él.

Katan:- Claro que lo es. Es hermoso Rosiel-sama- extendió sus brazos hacia el ángel acariciando las finas facciones de aquel rostro.

Rosiel:- Entonces por favor, obedéceme, solo esta vez Katan. Obedéceme-

 Y cuando sus labios se juntaron de nuevo, Katan lo decidió. Haría el amor con él. Porque así lo quería su amo, así lo deseaba él y no le importaba estar cometiendo un pecado, él no importaba…:

Katan:- ¿Pero usted…?- balbuceó contra el cuello del mayor.

Rosiel:- ¿Yo qué?- lo miró con intriga desde su posición, un poco más arriba del rostro del contrario.

Katan:- ¿Qué pasará… si hace esto conmigo?... ¿Dios qué hará con usted?- cuestionó preocupado.

 Rosiel enredó sus finos dedos en el cabello plateado del menor y lo obligó a que levantara la vista hacia él:

Rosiel:- Escúchame- sentenció con seriedad- Deja de pensar en que pasará. No me importa, que hagan lo que quieran conmigo pero yo te quiero a ti. Estoy harto de pensar en lo que me hace infeliz Katan, por una vez, obedéceme sin cuestionar- frunció el entrecejo- No hagas que me enoje. Por favor…- rodeó su cuello con sus brazos y lo estrechó contra su pecho-… solo ámame y no pienses en nada más. No me importa nada más que tú ahora, mi ángel hermoso-

 Este sintió que su interior se oprimía. Tal vez… tal vez su amo tenía razón, ¿de qué valía pensar en lo que ocurriese después?, mal que mal, él no anhelaba el cielo, y su amo debería pagar por todos los errores cometidos en su vida. Si había algo que ambos tenían ganado era un castigo severo, y si en algún momento debían separarse, al menos lo haría sabiendo que pudo demostrarle todo su amor y devoción. No importaba nada, ya todo estaba perdido para ambos… todo menos sus sentimientos:

Katan:- Entonces… permita que mi alma impura se junte con la suya- tomó el rostro del ángel con ambas manos mirándolo a los ojos. Él otro hizo lo mismo y le dedicó una dulce sonrisa.

Rosiel:- Tómame y haz lo que quieras conmigo, soy tuyo mi Katan. Solo te pido que me ames de la misma forma pura e inocente que lo has hecho siempre. Siempre tan fiel… incluso cuando te he lastimado tanto- cerró los ojos con pena.

Katan:- No hay nada por lo que deba lamentarse, siempre entendí mi lugar y sé que Alexiel es lo más importante en su vida. No pretendo que me ame, solo quiero que usted acepte mi amor-

 Se besaron con necesidad estrechando sus cuerpos. Katan besó a Rosiel como siempre había querido hacerlo y aún con más libertad de la que jamás creyó posible. Ese ángel tan perfecto lucía aún más hermoso cuando el menor lo besaba en el cuello, mostrando en su rostro la excitación que le producía. Exploraron sus cuerpos con intriga y ansiedad, siendo Rosiel el más atrevido de los dos:

Katan:- Rosiel-sama… debo admitir que siempre lo he deseado- Rosiel sonrió con satisfacción colocándose sobre las caderas del ángel.

Rosiel:- Te irás al infierno por eso- rió de forma juguetona pasando su dedo índice por los labios del contrario. Gimió al sentir el miembro erecto del menor rozar sus muslos- Pero te irás al infierno conmigo, Katan-

 Lamió los labios del otro sensualmente y sintió una de las manos recorrer su espalda causándole espasmos:

Rosiel:- Apresúrate, no puedo esperar más- musitó entre gemidos.

 Katan obedeció. Besó a su amado en el cuello varias veces y poco a poco se introdujo en él, poco a poco fundió su alma con la de su hermoso Rosiel.

 Ni él ni Rosiel habían creído que pudiese sentirse tan bien hacer eso que se les estaba prohibido, más a ellos siendo dos ángeles hombres y de clases tan diferentes. Pero más allá del placer, ambos se sentían felices. La felicidad los inundaba al sentirse uno:

Katan:- Rosiel-sama… se ve más hermoso que nunca- dijo entre suspiros admirando el adorable rostro del ángel siendo inundado por el placer.

 Rosiel sonrió tirando su cabeza hacia atrás y aumentando el sonido de sus gemidos al sentir que Katan llegaba tan profundo en él. Se sentía completo, amado como nunca creyó que sería posible:

Rosiel:- Katan… ángel mío, te amo-

 Los ojos del menor se abrieron de par en par por la sorpresa ante esa confesión y rápidamente fue sorprendido por los labios del mayor, que se apoderaron de los suyos con insistencia devolviéndolo a la realidad.

 Pocos minutos más pasaron hasta que ambos llegaron al orgasmo y se echaron rendidos en la alfombra de aquella habitación:

Rosiel:- Sabes…- se recostó sobre el pecho de Katan- No me importa si Dios me destierra, si me voy al infierno o si jamás lograré acercarme a Alexiel, ya nada de eso me importa- levantó la mirada hacia la de su amante que lo veía con atención- Lo único que necesito eres tú, mi Katan- lo abrazó con dulzura y sonrió al cerrar sus ojos- ¿Tú me quieres?-

 Katan lo contempló unos cuantos segundos y sonrió con ternura. Rosiel sabía lo que el ángel sentía por él, sin embargo, siempre necesitaba que se lo recordara:

Katan:- Claro que si, Rosiel-sama. Lo amo-

 Correspondió el abrazo de su hermoso ángel y desde esa noche, ambos estarían destinados a un cruel castigo otorgado por Dios.  

Notas finales:

Gracias por leer :3 


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