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Bloodline por KRYazmin

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Notas del fanfic:

Puede llegar a ser algo confuso pues la historia va de diferentes puntos de vista.

Collin

-¿E-estas seguro de que esto está bien? –Preguntaba una vocecita tímida a Collin, quien estaba junto a él, a punto de entrar a la fiesta de disfraces a la que habían sido invitados.

-Si está bien, además con estos disfraces nadie nos va a reconocer –Contesto Collin con total confianza –Anímate, todo saldrá bien, y además como nadie nos reconocerá, puedes fingir ser alguien más.

Allen se lo pensó unos momentos. Era cierto que con los disfraces que llevaban quedaban irreconocibles. Collin, su mejor amigo, llevaba un vestido blanco largo y abierto de un costado con los bordes dorados. Era un disfraz al estilo cleopatra, incluso se había maquillado los ojos, se veía perfecto. Por su parte Allen iba disfrazado de ángel, un disfraz que Collin había elegido. Se había puesto unas extensiones que le dejaban el cabello negro por debajo de los hombros, llevaba un short bastante corto, una camisa de manga larga de cuello de tortuga, botas con plataforma, todo el conjunto blanco, y unas alas que completaban el disfraz.

La razón de haberse disfrazado a tal punto de que no fueran reconocidos, es que eran un par que era blanco de insultos por parte de la mayoría de chicos; la razón era que tanto Collin como Allen llamaban demasiado la atención por su apariencia. Ambos tenían una apariencia un tanto femenina. Por no mencionar que Allen de hecho era gay, y muy abierto con su preferencia. Los chicos que no los insultaban estaban detrás de ellos. Las chicas los molestaban por que usualmente Allen terminaba con los chicos más populares. Nadie lo podía culpar, era más hermoso que todas aquellas chicas. Su cabello y ojos oscuros, junto a su piel blanquecina y cuerpo delgado eran envidiados por todas las chicas que conocía.

Collin era diferente a Allen. Él no era precisamente homosexual, no se definía en ninguna de esas etiquetas; sin embargo tanto chicas como chicos le seguían, pero tenía una personalidad no muy acertada lo cual le provocaba problemas con las chicas, más que nada por Allen. Collin sobreprotegía a su amigo.

Él era mucho más llamativo que Allen, su piel era apiñonada y cabello castaño junto con unos ojos inusualmente violetas, que desprendían seriedad y cierto misterio.

El lugar de la fiesta era algo inusual, contaba con una gran división, de un lado estaba un ambiente alocado, lleno de chicos y chicas que bailaban de manera “vulgar”, por describirlo así. Del otro lado era un ambiente más relajado, con una música totalmente divertida y ambientadora. Cada uno se fue a una de las divisiones, Allen al lado alocado y Collin opto por el otro lado.

Tan pronto Collin se adentró al lugar se encontró con un chico; rubio, más alto que él, con ojos oscuros. Parecía estar disfrazado de vampiro, lo adivino por los colmillos que diviso cuando le sonrió y le saludo.

Collin se puso nervioso al verlo.

-¿Ese disfraz no es algo atrevido para un chico? –Le pregunto el rubio.

-¿Tan notorio es que soy un chico? –Le contesto con otra pregunta y una mirada fría.

-No, de hecho realmente pareces chica, pero digamos que mi intuición es muy aguda. –Bromeo.

-Entonces quizá seas una mujer, porque solo ellas tienes ese tipo de intuición. –El chico rubio sonrió divertido ante las palabras rudas de Collin.

-Estoy bastante seguro de que soy hombre. Me llamo William por cierto.

-Umh… Me llamo Collin –Le seguia mirando con frialdad, pero ya un poco más relajado.

-Es un placer conocerte Collin ¿quieres bailar? –Le extendió la mano. Collin dudo en tomarla, sin embargo opto por hacerlo y acercarse a Will.

-No se bailar –Le susurro algo inseguro.

-¿Vienes a una fiesta sin saber bailar? –El castaño le miro con un dejo de enojo. -Algo muy arriesgado, pero no te preocupes yo te guiare.

Will se adentró a la pista con Collin siguiéndole de cerca. Cuando llego al centro comenzó a bailar, unos pasos sencillos que se comenzaron a volver difíciles y llamativos conforme se acostumbraba a la música. Will era un experto en el baile. Años de experiencia viendo el cambio de la música a través de esos años le habían llevado a ser mejor que un profesional en la rama. Además el baile era algo de lo que más le gustaba a Will. Le parecía un arte de lo más interesante y bello, y él siendo un toreador no iba a dejar de aprender un arte de tal belleza.

Collin se quedó observando al rubio al igual que el resto de personas que habían formado un circulo a su alrededor para mirarle. Llamaba mucho la atención. Cuando la música termino comenzó una canción romántica, de esas en las que la mitad de los presentes se sientan para dejar la pista a las parejas enamoradas para que se envuelvan en una burbuja donde todo se vuelve color de rosa y se susurran palabras dulces. Collin iba a salir de la pista formando parte de la mitad que se sentaba para envidiar a las parejas, pero Will lo detuvo tomándolo de la muñeca y atrayéndolo hacia él.

-Hey, ¿a dónde pensabas ir? –Will llevo las manos de Collin alrededor de su cuello, para después rodear a Collin por la cintura. El castaño lo observo con extrañeza. Will era bastante más alto que él, su cabello era largo y dorado, su piel blanquecina, casi tanto como la de su amigo Allen, sus ojos eran de un café oscuro, contrastaba totalmente con todo lo demás. Tenía una sonrisa juguetona, picara, cautivadora, todo él era cautivador y había cautivado a Collin, que en ese momento se encontraba nervioso con el corazón latiéndole de manera irregular. El castaño buscaba algún punto débil del rubio para ponerle nervioso, le parecía injusto ser el único con aquel extraño sentimiento, pero no había nada que pudiera utilizar. Will le miraba igual de fijamente y le sostenía la mirada como nadie antes se la había sostenido, a tal punto que Collin tuvo que bajar la mirada y esconder el rostro ruborizado en el pecho del mayor.

 

Mientras Collin bailaba con Will, Allen se encontraba del otro lado del salón bailando de manera seductiva en el centro de la pista tentando a los chicos que le veían bailar atentamente sin desviar la mirada. Mientras tanto Allen sonreía divertido ante la mirada de los chicos. “Puedes fingir ser alguien más” las palabras de su amigo resonaban en su cabeza, fingir ser alguien más, eso precisamente era lo que hacía, o tal vez no. Se dejaba llevar por su personalidad interior. Aquella personalidad extrovertida, alocada, aquella parte de él que deseaba vivir un sinfín de momentos llenos de placer y diversión. Allen por dentro era totalmente diferente a lo que dejaba ver, y esa noche dejaría que su verdadero yo floreciera.

Se estaba divirtiendo como un niño mientras bailaba con los chicos de manera tan erótica, para después alejarse de ellos e ir por otros tantos, le encantaba hacer ese tipo de cosas. Le parecía divertido tentar a los chicos que usualmente se reían de él. Ellos no sabían que él era aquel chico al que llamaban marica, pero seguia siendo igual de divertido ver que ellos también podían llegar a ser “maricas” si un chico bonito se les insinuaba: “estúpidos” pensaba mientras seguia bailando.

Después de un rato salió de la pista y busco algo de beber mientras se dirigía al otro lado donde estaba su amigo, quería ver qué tal le iba a Collin. Mientras pasaba entre la gran multitud de gente choco con una persona y casi vierte en esa persona el refresco que llevaba en mano. Cuando levanto la vista para disculparse quedo sin habla, el chico con el que había topado tenía una mirada que daba miedo, sus ojos eran claros, pero parecían ensombrecidos por una capa de tristeza y enojo, Allen mejor que nadie conocía ese tipo de mirada.

-Lo-lo siento –Fue lo único que pudo salir de su boca antes de alejarse lo más rápido que pudo escondiéndose entre la multitud, temía que aquel chico se enojara con él y le hiciera algo.

Tan pronto se encontró en la pista de baile vio a su amigo. Estaba bailando con un chico rubio y mantenía su cabeza escondida en el pecho del mayor. “bien echo Collin” Susurro.

-Amiga ¿Quieres bailar? –Un chico se acercó a él y toco su hombro para llamar su atención. Era un chico alto, con la piel si acaso unos dos tonos más oscuros que la suya, cabello negro y corto. Totalmente apuesto.

-Claro, porque no –Tomo al chico de la mano y se unieron a el grupo de parejas que bailaban en la pista. Ignoro completamente el hecho de que le había llamado “amiga”.

 

Cuando la música hubo terminado y le continúo la música electrónica Will y Collin se situaron en un lugar más privado. Un sofá en una esquina del salón, donde la luz apenas llegaba. La música aún era un problema que no dejaba que sus voces se escucharan muy bien, pero si podían hablar amenamente, aunque en momentos tuvieran que gritar lo que decían.

Will reía como hacía mucho tiempo no lo hacía. Despreocupándose por dejar ver su sonrisa. Aquello que siempre ocultaba casi de manera perfecta, en ese momento no le preocupaba. No sabía si era por estar en una fiesta de disfraces y saber que el que le vieran los colmillos que utilizaba para alimentarse no era problema, o porque en realidad estaba olvidando ocultarlo por la compañía de aquel castaño.

-Pero al final es lo que me cuentan, yo no recuerdo nada de aquel día –Relataba Collin entre risas, aquella historia de cuando estuvo borracho en secundaria.

-Me parece una fortuna que no lo recuerdes, debía ser muy vergonzoso y sería un recuerdo no muy agradable. –Will reía junto a él, mientras bebía de la cerveza de su vaso.

-Y que lo digas, pero no es el momento más vergonzoso que he vivido. –Dio un largo trago a su bebida antes de comenzar su historia –Veras en la misma secundaria, en tercero hicimos una obra de teatro en la clase de artística, los papeles se decidieron al azar, tomabas un papelito y ese era tu papel, bueno pues adivina quien fue la protagonista –Will lo miro como diciendo ¿tú? A lo que Collin asintió y rieron al unísono –Lo peor no fue eso, lo peor fue que el día de la presentación fue delante de toda la escuela y bueno a un tipo se le ocurrió pisarme el vestido y rasgo toda la parte trasera del vestido, mi culo quedo al descubierto frente a toda la escuela, si traía unos short, pero eran unos muy ajustados y cortos, fue demasiado vergonzoso, para colmo tropecé al querer huir de la escena.

-Realmente esa es la anécdota más bizarra que he escuchado –Dijo Will entre risas.

-Sí, lo creo. Lo bueno es que ya lo supere y ahora puedo reírme de ese recuerdo.

Las risas se detuvieron después de unos momentos, reino el silencio y las miradas de ambos se encontraron, se miraban fijamente hasta que Collin desvió la mirada hasta los labios delgados de Will. De pronto quiso, no, deseo ser besado por él, deseo probar esos labios y estar entre sus brazos. Una idea que nunca pensó tener. Entonces como si Will pudiera leer su mente se acercó a él, al tiempo que Collin cerraba los ojos esperando aquel beso que nunca llego, pero en cambio sintió esos labios rozarle el cuello, seguido de una leve lamida que le hizo estremecer hasta que sintió una punzada de dolor y placer que recorrió su cuerpo. Se fue debilitando poco a poco, su vista se volvió borrosa y luego le vio. Will estaba frente a él con la boca algo manchada de un líquido rojo y sus ojos fijos en los de él.

-Olvidaras el haberme conocido, no recordaras mi nombre ni mi rostro. –Vio una débil sonrisa en su rostro –Lo siento Collin, eres una belleza y me encanto estar a tu lado, pero no eres mi tipo.

Después de aquellas palabras se desmayó.

Allen se había regresado al otro ambiente cuando termino de bailar con aquel chico que se había alejado de él de un momento a otro, había sido algo extraño, pero aquel chico le había gustado. Era una lástima que se le haya escapado.

-Will ¿cómo se te ocurre venir a este tipo de fiesta? –Le reclamo una voz tan pronto salió de la fiesta.

-¿Cómo me encontraste? –Fue lo único que respondió sin mirarle.

-Cristian me lo dijo y ahora que lo pienso ¿A dónde se fue ese muchacho? –Comenzó a buscarlo con la mirada. Aquel que le reclamaba a Will no era ni más ni menos que el Elder líder del Clan toreador. Su maestro, a quien le debía demasiado. Al que buscaba aquel hombre no era nadie más que a su hijo dhampir. –No pienso entrar a buscarlo y menos dejare que tú vuelvas ahí.

-Y aun que me lo pidieras no entraría a buscar a ese niño.

 -Demonios. Bueno ya regresara a casa, si sabe lo que le conviene. Ahora vamonos William, no entiendo cómo es que se te ocurrió venir a alimentarte a un lugar como este, pudieron atraparte.

-Me ofendes, sabes que soy muy cuidadoso. –Se adelantó, dejando a Lawrence detrás.

Allen encontró a Collin en un sofá dormido o inconsciente. Rogaba porque fuera lo primero. Lo intento despertar con leves zarandeos, pero lo único que consiguió fue darse cuenta de que le habían hecho algo, debido a que Collin despertó dijo su nombre y cayó dormido de nueva cuenta.

-Si aquel chico te drogo juro que… Arg –Se quejó Allen tomando a Collin entre sus brazos para sacarlo de aquella fiesta. Allen era más alto que Collin y también más fuerte, pese a lo que parecía.

Para ese entonces eran cerca de las 3 de la mañana.

Tomaron un taxi para ir a la casa de Allen, no era buena idea dirigirse a la de Collin estando en ese estado, así que Allen opto por ir a su casa. Su madre tenía el sueño pesado no se despertaría al escucharlo llegar. Ya mañana le preguntaría a su amigo que había sucedido.

A la mañana Collin despertó al lado de Allen. No recordaba nada de lo ocurrido en la fiesta a la que se supone había ido y lo poco que recordaba era borroso. Se sentó en la cama y se llevó las manos a la cabeza tratando de hacer memoria y recordar aunque fuera algo, a alguien, pero nada le llegaba a la cabeza; sin embargo tenía el presentimiento de que algo importante le había ocurrido en tal fiesta. Allen se revolvió en la cama y abrió los ojos.

-Collin –dijo estirando la mano para tomar a Collin del brazo y tirarlo en la cama de nueva cuenta, para luego abrazarlo –Vuelve a dormir, quédate aquí un rato más. Oye en la fiesta había alguien contigo ¿Quién era? –Pregunto cerrando los ojos sintiéndose aún adormilado.

-No lo sé, no recuerdo nada de anoche.

-Eso está mal –Se apretujo contra Collin – ¿Qué pasa si te drogo o si te hizo algo?

-No estoy tan idiota como para dejarme drogar por alguien.

-Tal vez, pero aun así me preocupe al verte en aquel sofá desmayado. Bueno al final como dices no creo que alguien te haya hecho algo, sé que lo recordarías, volvamos a dormir.

Collin se quedó pensando un rato más, con los ojos cerrados, en la noche anterior ¿por qué no recordaba nada? Era demasiado extraño el no tener ni un solo recuerdo claro de lo que había sucedido.

Notas finales:

Bueno aqui un nuevo proyecto que no pienso abandonar debido a el enorme cariño que le tengo. Tengo como 10 capítulos de esta historia, pero los subire segun vaya viendo la aceptación de esta.

Espero sus reviews! Con ellos me hacen saber si les gusta


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