Luna de Miel. [Drabble]
KaiSoo.
Se besaban apasionadamente en aquella hermosa y bien decorada habitación de hotel. Estaban en la isla Jeju, celebrando su luna de miel. No hace mucho que se habían casado, unos tres meses recién cumplidos. Solo que estaban esperando el momento adecuado para tomar su año sabático y poder tener la más larga luna de miel, pues el mes pasado habían estado en Las Vegas, así que, querían tener algo más propio, querían sentirse en casa, así que optaron por Jeju.
La entrada del mayor ya estaba dilatada y el miembro del moreno palpitaba dolorosamente, queriendo entrar en KyungSoo, el cual lo incitaba a hacerlo con la mirada; y sin esperar más tiempo lo penetro de una estocada, escuchando el grito de placer de su esposo. Soltó un bufido de excitación cuando salió y volvió a entrar en aquella estrecha cavidad.
Los gemidos cada vez aumentaban más de tono. KyungSoo volvió a gemir con fuerza, sintiendo como el miembro del menor chocaba contra su próstata de una manera deliciosa. Tomó a JongIn por el cuello y lo acercó a su boca salvajemente, devorándola casi al instante de sentirla sobre la suya. Bajó sus manos por la espalda del contrario, clavándole las uñas en el recorrido. Dejó de besarlo cuando sintió como el pelinegro disminuía la velocidad y las penetraciones se hacían tan lentas que le costaba no mover sus caderas en busca de más.
Sintió la respiración entrecortada del moreno en su oreja, al igual que escuchaba los leves jadeos roncos que soltaba al momento de penetrarlo completamente. Se estaba volviendo de loco. Con un poco de fuerza, invirtió las posiciones, quedando él encima del menor, auto penetrándose. Se mordió el labio inferior cuando se sintió completamente lleno por el miembro de Kai, el cual lo tomó de la cintura y lo obligó a penetrarse con dureza.
KyungSoo tomó las riendas y dejó de moverse a pesar de querer hacerlo salvajemente. Sabía que debía controlarse, por su bien. Se agachó lo suficiente como para poder besar el cuello del moreno y morderlo respectivamente.
— Muévete, maldita sea… —susurró el moreno, bajando su mano hasta la intimidad del mayor y apretándosela con fuerza.
— JongIn… —gimió casi en un grito, comenzando a mover la cadera.
El menor también dio de su parte y comenzó a moverse, penetrándolo con fuerza y rapidez. No podía negar que el sexo con KyungSoo era una de las cosas que más amaba hacer con él. Simplemente le encantaba. Volvió a cambiar de posiciones, está vez posicionando al mayor de lado mientras ponía una de sus piernas en su hombro, dándole apoyo. Las embestidas variaban de velocidades, haciendo que ambos disfrutaran al máximo.
Cuando las embestidas comenzaban a ser más bestiales, y ambos sentían que pronto se vendrían, Kai tomó el miembro del menor para comenzar a masturbarlo con rapidez, queriendo que ambos se viniesen juntos, como siempre. Otra embestida, de nuevo en la próstata, y un fuerte gemido por parte de KyungSoo lo alarmó, no era el típico gemido que él solía soltar en esa ocasión.
— JongIn… —susurró, llamándole la atención —. Ten cuidado…
— Lo siento, Soo… ¿Te dolió? —le preguntó preocupado, ganándose un asentimiento por parte del menor, quién sonrió después para tranquilizarlo.
— Sí, pero no te preocupes —le besó levemente en los labios —. Sólo hazlo más suave…
Se miraron a los ojos, y siguieron con las embestidas, suavemente, mientras compartían gemidos y sus respiraciones se mezclaban por la cercanía que ambos tenían. Nuevamente sintieron aquel típico cosquilleo en su vientre bajo, advirtiéndoles que pronto se correrían. Kai tomó el miembro de D.O y comenzó a masajearlo con lentitud, provocándole un fuerte espasmo, y por consiguiente, que eyaculara.
— JongIn… —gimió, sintiendo como aún lo penetraba —. Estoy embarazado…
Y el menor, sin poder evitarlo, también eyaculó, dentro de su esposo.
— ¿Qué? —preguntó sorprendido, con su respiración entrecortada y aun sintiendo los espasmos del orgasmo.
Se sentía asombrado, impactado. Simplemente no podía creer lo que el mayor de había dicho.
Quizás haya oído mal.
Sí, seguramente fue eso.
— Estoy embarazado —repitió, esta vez más fuerte, sonriéndole al moreno, el cual lo miró con un brillo en los ojos para luego besarlo apasionadamente.
— Te amo, KyungSoo, te amo —le susurró encima de sus labios, los cuales estaban casi rozándose.
D.O suspiró, dándole un último beso.
— También te amo, JongIn, también te amo.
FIN.