1.
Severus Snape, un Slytherin inteligente, huraño y de mal carácter, anti social y de pelo grasiento, o por lo menos así lo describían cierto grupo de Griffyndors que se hacían llamar los "Merodeadores", el profesor Slughorn alzo su varita saludando en esa mañana a sus alumnos, con un movimiento ágil la tiza se alzo y comenzó a escribir por si sola el nombre de la poción que iban a realizar aquel día y algunas precauciones para sus alumnos de sexto año.
-muy bien jóvenes, hoy vamos hacer una pócima en verdad peligrosa, no quiero nada de bromas, esta poción a quien la consuma le daba un tiempo en el que su consciencia escapara de su cuerpo, la verdad muy pocos lo han logrado correctamente, pero aun así no quiero errores ya que pueden haber consecuencias...-advirtió el maestro mientras se paseaba por el salón- en la pagina 128 de su libro esta lo que deben hacer.
El bullicio comenzó en el aula de clases, algunos apenas comenzaban cuando Severus ya tenia la pócima casi lista, solo le faltaban un par de ingredientes y podría asegurar de forma altanera que incluso la había mejorado, recibió unas felicitaciones por parte del profesor y su rostro siempre serio esbozo una sonrisa leve.
- mira a Snivellus siempre adelantándose, se cree mejor que nosotros! -exclamo Sirius frustrado, ni Merlín sabia porque siempre se ensañaba con el pelinegro pero ya le era habito de hace mucho tiempo.
- es mejor que ustedes...-respondió Remus sin apartar la vista de su libro de pociones, claro que se excluyo ya que en ese ámbito no se encontraba tan ignorante como James y Sirius, en especial cuando este ultimo siempre le pedía que si le podía copiar la tarea.
-Lunatico no seas malo~ -dijo el perro haciendo un puchero, fruncio el ceño cuando James le codeo en el estomago- que?
-mira, el murciélago se alejo del caldero...que te parece si~ le hacemos unas modificaciones a la mezcla?~ -ambos amigos compartieron miradas cómplices y poniéndose de hasta ir a la mesa donde el Slytherin trabajaba.
-que tal si...ups! Dejamos caer esto! -exclamaba Sirius vertiendo mas dosis de ingredientes.
-y si toma un mejor color con...esto!-reía el de lentes mientras ambos dejaban en la mezcla diferentes ingredientes, viendo como esta cambiaba de color.
-fuera de aquí inútiles!!! -les grito el de cabello grasiento atrás de los dos leones, estos solo voltearon con una sonrisa felina en sus rostros, sentía la varita quemar en el bolsillo de Snape llamando a lanzarles una maldición a esos dos que siempre han hecho su vida un calvario en el colegio que se suponía debía ser su refugio.
- un momento Snivellus, ¿TU nos estas dando ordenes a NOSOTROS? creo que se te olvido el lugar que ocupas aquí! - bramó Black.
-ow~ Snivellus no nos vengas alzar la voz~ -rió James apoyando a su amigo.
El Slytherin cansado siempre ser blanco de burlas de aquellos "valientes y honorables Gryffindor" tomo a Sirius por el cuello de la camisa y lo atrajo hacia si mirándolo amenazante a los ojos, este solo sonrió ladino.
- Dejen de fastidiarme!! Porque te juro que un día de estos!!
-¿que? ¿que vas hacerme? No eres nadie! Ni Lily te quería como amigo! Que bueno que reacciono-río al ver la expresión dolida en los ojos del contrario- oh~ se me había olvidado que a ti te gustaba ella~ pues mira que James le pidió que salieran juntos y al fin aceptó...perdiste murciélago!
-CALLATE!! -grito enojado sacando su varita y apuntándole al cuello, cuantas maldiciones deseo lanzarle en aquel momento, el tema de Lily era complicado y aun mas porque esta se le alejaba cada vez que buscaba perdón, pronto el profesor como James estuvieron al tanto de la situación.
-jóvenes! Dejen eso! Esta no es la clase de duelo-trato de apaciguar la ira de sus alumnos pero ambos estaban sumergidos en sus pelea de miradas.
La ira de ambos estudiantes aumentaba al igual que la temperatura en el caldero de Snape, comenzaron a gritarse palabras hirientes mientras este comenzaba a chorrear de su liquido a punto de explotar.
-BLACK! SNAPE! -exclamo el profesor sin saber como controlar aquello, pero al fin llamando la atención de ambos estudiantes muy cabreados.
-¿¡QUE!? -exclamaron al unisono mirando al profesor y luego un sonido sordo, miraron el caldero para dar con que estallaba frente a ellos... Todo paso de un resplandor blanco a uno negro y luego...silencio.