Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Memory of Colors por Shana A

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Notas Iniciales: Well well well (?) pos para empezar me quejare, tengo una horrible gripe y me duele todo mi hermoso y sensual cuerpecito ;A; ..... Ahora sobre el fic XD, El fic se divide en 4 arcos (segun lo que tengo planeado), el primer arco se llama.

Arco I: Bienvenido a esta pesadilla llamada Realidad.

En donde  se explicara cosas(?) (Ohh que gran información Shana :O )

Como ya saben las advertencias que vieron en el prologo son respecto a todo el fic (es decir los 4 arcos), más bien me falto poner genero o3oU

Género: Fantasía, romance, drama, acción, comedía, gore, sobrenatural(fantasía ñe :v).

– ¡Atención todos! – la voz del maestro resonó con un tono molesto, aunque es algo obvio ya que casi nadie le presta atención, me incluyo en esto – Así que mi clase no se les hace interesante, pues sepan bien niños que la historia es muy importante, a menos que alguien me diga el motivo de esto a todos les dejare como tarea hacer una monografía sobre la historia de este país – sentencio ganándose varias quejas.

En este momento me hubiera gustado estar prestando más atención a clase, pero realmente la metodología de este profesor es aburrida, siempre redunda y cuenta pequeñas anécdotas de su vida, así que es fácil perder el interés del tema inicial. No quisiera tener que hacer una monografía de un tema tan complicado ya que seguramente pedirá referencias de libros, citas textuales de páginas webs y revistas.

– ¿Aoi? Porque no me sorprende – la voz del maestro me saco de mis pensamientos, vi de reojo al joven de cabello azul, ojos color azul claro, tez blanca, que levantaba el brazo para responder. Él es Fujimoto Aoi, se podría decir que es mi amigo de la infancia, se podría decir, él no suele ser muy expresivo, mejor dicho nada expresivo, aun así parece ser muy popular por ser listo y destacar en deportes, a él le da igual, creo que esa es una de las razones por la que me agrada, a pesar de ser popular no es el típico chico presumido – Vamos, salva a tus compañeros de tener que hacer la monografía de cien páginas – mierda, cien páginas, Aoi por favor sálvame.

– Esto es según mi punto de vista, creo que la historia sirve para enseñarnos nuestros orígenes, como es que estamos en este punto actual, todos los sucesos que pasaron para estar en este presente, además nos ayuda para saber que errores no volver a cometer, de la historia aprendemos a no volver a cometer los mismo errores que cometimos en el pasado – su tranquila voz fue lo único que resonó en el salón.

El profesor saco su libro, se aclaró la garganta antes de hablar – Copien – dicho esto empezó a dictar la importancia de la historia, la cual no era muy distinta al concepto que dio Aoi, pero parece ser más general.

Lo que dijo Aoi me hizo pensar que estaba hablando más de un testimonio personal, lo cual me hacía sentir curioso por esto, pero tampoco podía ir a preguntarle directamente, no solo es poco expresivo es reservado, no trata con muchas personas temas personales.

El timbre indico el cambio de hora, teníamos ahora química, así que debíamos ir al laboratorio. Alistaba mis cosas para irme, aunque una conversación llamo mi atención.

– ¡Aoi que genial tu respuesta! – escuche la voz de una de las chicas.

– Si, mucho mejor de lo que pudo explicar aquel profesorucho – se burló su compañera. Esto no iba a terminar bien, Aoi las iba a desplazar, no creo que ellas lo sepan, pero el padre de Aoi es un profesor de universidad.

– No creo que debas denigrar el trabajo de alguien solo porque su metodología no es correcta, el cumple con su labor asignada, no tienes motivos para hablar así.

No escuche que las chicas dijeran algo, seguramente estaban avergonzadas.

Suspire para acercarme – Aoi – le llame sin mirar a las chicas – ¿Me prestas tus apuntes de química? Me atrase con la última parte de la clase anterior – puse una patética excusa para salvarlas.

– Claro, pero vamos al salón primero – tomo su mochila para salir del salón.

Le seguí sin decir palabra alguna – Sabes deberías ser un poco más…

– No tenías que intervenir, aunque admito que quizás no debí hablarles de esa forma.

– Exacto, aunque ellas seguramente no sabían que tu padre es profesor de universidad.

– Casi nadie lo sabe.

– ¿Ya ha regresado?

– No, no volverá hasta el próximo mes, aunque de cierta manera es un alivio, me ahorro bastantes llamadas a los bomberos – a pesar de que esto también lo dijo con su tono tranquilo me dio gracia.

– Vamos, vamos que no era tan malo – mi tono sin duda sonaba divertido, aunque si lo pienso bien puedo recordar las múltiples veces durante mi niñez en las cuales me despertaba la sirena de los bomberos.

– Acabas de recordar cuando te despertabas por la sirena de los bomberos.

No sé cómo supo que pensaba eso, pero no es la primera vez, siempre sabe lo que estoy pensando, como si fuera un libro abierto para él, eso un tanto molesto a veces, porque yo nunca puedo saber lo que él piensa.

– ¿Cómo supiste que pensaba eso? – pregunto un tanto dudoso mientras le miraba fijamente.

– Es simple, estamos hablando de ese tema, además que sonreías tontamente, así que debiste recordar algo divertido.

– ¿Ton-tontamente? – mierda, tartamudee. Me cubrí la boca con ambas manos.

– Si tontamente, así como ahora – levanto su mano para tocar de mis mechones azabaches, enredando su dedo índice en este por un segundo para luego soltarlo – Tontamente – volvió a repetir.

Ya había quitado mis manos de mi boca, aunque sentía un ligero calor en mis mejillas, no entiendo porque disfruta molestarme, no tiene nada de divertido para mí – El tontamente aquí eres tú – acabo de decir una babosada, más me hubiera defendido callado.

– Claro, soy tan tontamente – no podía asegurarlo, pero estaba seguro que su tono fue de burla.

– Mejor solo vamos al laboratorio – apresure el paso para dejarlo atrás.

El resto de clases pasaron de manera normal, un poco aburridas, pero quizás esto es porque es lunes. Salí del salón una vez terminaron las clases, viendo a dos personas afuera, en plena entrada discutiendo.

– ¿Ahora por qué discuten? – intervino Aoi, deteniendo la discusión de Sachi y Marshall.

Aisaka Sachi es una chica de tez trigueña, cabello corto castaño oscuro, de ojos pardos alegres, estudia en el mismo lugar que yo pero va en un año menor. Evans Marshall es un chico realmente alto, cabello negro, ojos negros, tez  pálida, no entiendo que hace aquí, él ya está en preparatoria.

– No es nada – se cruzó de brazos Sachi – Solo que aquí el estúpido murciélago cometió un error ayer – logre escuchar que dijo eso, Sachi tenía la costumbre de llamar múrciela o chupa sangre a Marshall, debe ser por su aspecto pálido y porque siempre usa ropa oscura.

– ¿Disculpa? – el tono de Marshall sonaba molesto, por algún motivo llegue a pensar que esta vez peleaban por algo serio, ya que normalmente sus peleas se muestras más alegres – La que cometió el error fuiste tú gata idiota – el insulto me hizo tranquilizar, ya que siempre le decía así, ya que Sachi tiene cierto gusto de abrazar o jugar con cualquier gato que ve.

– Silencio – escuche que pedía Aoi – ¿Hicieron lo que les pedí? – su tono sonaba algo molesto, esto era incomodo, estaban justo en la entrada, tenía que pasar por allí para ir a mi casa. Pase cerca de ellos con algo de prisa, no me resultaba grato escuchar conversaciones ajenas.

– No – respondió Sachi – Antes de oír tus quejas escúchanos, no es uno son dos – fue lo último que llegue a escuchar.

Debo admitir que la última frase me dio curiosidad, pero tampoco podía ir a preguntarle a Aoi sobre eso. Para distraerme decidí tomar el camino menos concurrido por las personas, era agradable porque se cruzaba un vecindario que tenía varios árboles y jardines.

– ¿Cuántos dulces piensas comer? – escuche la voz de Luis. Dirigí mi mirada hacia los dos chicos que estaban caminando a menos de veinte pasos frente a mí, Kazehaya y Luis.

Kazami Kazehaya es un chico de cabello negro, ojos color dorado, un poco bajo de estatura, no es de muchas palabras ni expresivo, aun así las pocas veces que he conversado con él me ha dado a entender que es alguien agradable, está en el mismo salón que Sachi, con quien parece tener amistad. Castillo Luis es un chico de cabello turquesa, sus ojos son de un turquesa más fuerte, es de estatura un poco más alta al promedio, él está en mí mismo salón, al igual que Kazehaya no suele hablar mucho ni ser expresivo y las pocas veces que hemos hablado me han pensar que es una buena persona. Si lo pienso bien no es extraño que Kazehaya y Luis sean amigos a pesar de ser de diferentes años, tienen una personalidad similar.

– Todos – respondió Kaze, en realidad su nombre es Kazehaya pero la mayoría le dice Kaze – Después de todo Luis me los dio – respondió con una barra de chocolate en la boca. Esto me dio gracia.

– Te enfermaras si comes muchos dulces.

– Pero son ricos.

– Ese no es el punto.

– Pero son ricos.

– Eso ya lo dijiste.

– Es que son ricos.

La conversación por algún motivo me daba un poco de gracia, me resultaba divertido ver como Luis regañaba a Kaze como si fuera su hermano mayor. La diversión fue remplazada por confusión e incomodidad además de cierta vergüenza al ver la escena siguiente. Luis se había acercado para besar los labios de Kaze, un ligero y corto beso.

– Aun si están ricos no comas tanto – hablaba como si nada hubiera pasado.

– Lo intentare – su respuesta fue también como si nada hubiera pasado, como si estuviera acostumbrado.

Me detuve en mí andar para analizar la situación, aunque no había mucho que analizar, hasta un inexperto en temas románticos como yo entendía lo que sucedía. Ellos dos eran pareja.

– Pareces más idiota de lo común – ese tono lleno de indiferencia era reconocible perfectamente para mí. Me gire para comprobar que era ella, Rikkaru estaba allí, viéndome como si fuera un bicho raro.

Kagawa Rikkaru es una chica que está en primer año de secundaria, en la misma a la que asisto yo. Rikka tiene en cabello largo marrón, suele atárselo en dos coletas, ojos color marrón, es de estatura promedio, delgada, de tez blanca. Por su forma de vestir se le puede comparar con una muñeca victoriana.

– Yo… no.

– No pretendas ser más idiota de lo que eres.

– Al menos podrías dejar de insultarme mientras hablamos – pedí reclamando sin darme cuenta.

– No.

– Ni siquiera debí pedirlo… Que recuerde tu no vas por este camino.

– Si yo quiero voy por este camino, no necesito darte explicaciones.

– Entiendo, entiendo, solo me pareció un poco extraño.

– Deberías irte a tu casa, los niños no deben estar jugando en la calle.

– ¿A quién llamas niño?... Y no estoy jugando en la calle – me queje.

– A ti te llamo niño.

– Soy mayor que tú.

– Aun así sigues siendo un niño por tu personalidad.

– No espera, si hablamos de personalidad, la tuya también es infantil.

– Es normal, yo soy menor.

– ¡Ahh! – golpe mi frente con la palma de mi mano – Contigo no se puede, eres peor que Sachi… no, espera, ella es peor.

– Ella es más jodida.

– ¡Cierto! Pero tú me estas jodiendo ahora, y ni sé porque, que recuerde yo ni te agrado, así que me mejor me voy.

Ahora estaba un poco estresado, al menos cuando Sachi jode me rio, pero es porque ella jode a Marshall, así que esto siente Marshall, se siente horrible, lo recordare antes de reírme de él, para así reírme un poco menos.

Mi mama había salido de la ciudad junto a mi papa hace alrededor de dos días, estarían una semana de vacaciones. Mi hermana menor por dos años, Alicia, estudia en un internado para talentos por su habilidad en el ballet. Lo que significaba que estaría solo por cinco días, cualquiera pensaría que un joven haría una fiesta alocada y destruiría la casa, quizás la mayoría lo haría, pero yo no estoy en esa mayoría, además con los vecinos que tengo son problemas más que suficientes para este vecindario. Cerca de mi casa, a solo dos cuadras a la derecha, hay un complejo de departamentos, en donde curiosamente viven Sachi y Marshall, creo que son vecinos. Tres cuadras a la izquierda de mi casa vive Aoi junto a su hermana menor Sapphire. Paralela a esta calle viven Luis y su media hermana Daniela. En la otra paralela viven Kazehaya y hermana mayor Yukiko. En la esquina de esta calle viven Rikka y su hermana mayor Midori. Si lo pienso bien solo Sachi y Marshall son problemáticos pero arrastran a los demás en sus asuntos.

El resto del día me dedique a terminar con los deberes de la escuela. Oí el sonido del timbre, vi la hora, son aproximadamente las ocho de la noche, me preguntaba quién podría ser a esta hora, aunque tenía una idea.

– Hola – saludo una adorable chica de tierna sonrisa.

– Hola Sapphire – salude con tono amable. Ella es Fujimoto Sapphire, la hermana menor de Aoi por dos años. Tiene el cabello rubio, ojos grandes color zafiro, tez blanca como porcelana y un aspecto quizás demasiado adorable e inocente, eso explicaría el complejo de hermana que yo creo tiene Aoi – Es un poco tarde, ¿a qué se debe tu visita?

– Pues mi hermano me dijo que tus padres habían salido así que pensé en invitarte a cenar – propuso con una sonrisa que solo se puede definir como encantadoramente adorable.

– ¿En serio? – estaba un poco sorprendido, no esperaba que Aoi hablara de mí con su hermana, aunque por algún motivo pienso que lo que le dijo fue: “Hay un tonto de ojos rosas que se muere de hambre porque sus padres se fueron a revivir la pasión de su matrimonio, sería bueno si lo alimentaras, no queremos muertos en el vecindario”, pero siento que ni él podría decir eso, en todo caso no a su hermana.

– Sí, en serio, Aoi dijo que seguramente eras tan inútil que no podrías hacer una comida decente solo, y como no queremos que te mueras vine a invitarte.

– ¡Ese desgraciado! – masculle molesto, por un leve momento incluso dude de que no sería capaz de insultarme, veo que me he equivocado de nuevo – No gracias.

– ¿Por qué?

– Tú hermano solo me jo…  molestara durante la cena.

– Pero Aoi no está.

– ¿Qué?

– Aoi no está, dijo que lo más probable es que te incomodara su presencia así que se fue, además dijo que no deberíamos salir tan tarde es peligroso.

– Suena un poco extraño – susurre esto más para mí. Ese idiota de Aoi solo me molesta, pero supongo que si se preocupa por mí o quizás estoy pensando estupideces. Suspire, negué ligeramente con la cabeza – Está bien, pero me siento mal que me invites a cenar, mejor dicho, ¿Qué te parece si voy a comprar algo dulce para acompañar la cena? – propuse con una sonrisa al pensar en esto.

– Eso suena bien, aunque seguro compraras helado, tu adoras el helado.

– Es delicioso y perfecto como postre, entonces regresa a casa ya es algo tarde, yo iré en media hora.

–Bien, ten cuidado.

Sapphire se despidió con una dulce sonrisa, la vi irse a su hogar y llegar a salvo. Cerré la puerta, busque mis llaves y billetera para salir a comprar algunos dulces, mejor dicho helado, adoro el helado, es mi postre favorito.

El supermercado estaba a una distancia de aproximadamente quince minutos en bus, por suerte no había mucha gente, así que la fila en el cajero fue bastante corta.

Al salir note algo extraño, era más como un mal presentimiento. El ambiente se sentía más frío, más sombrío, las luces de las farolas empezaban a perder brillo, muchas de ellas se apagaban; pero lo que sin duda llamo mi atención fue que no hubiera nadie en la calle, estaba totalmente vacía.

Llegué a la parada de autobuses, en el camino no vi a ninguna persona, empezaba a preocuparme pero decidí dejar esos pensamientos pesimistas a un lado.

El ruido de goteo llamo mi atención, decidí ignorarlo pensando que mi mente me jugaba una mala pasada, pero no fue así, el ruido se escuchaba cada vez más cerca, ahora acompañado por lo que se escuchaba como pasos arrastrándose. Solo es mi imaginación. Me repetí esto una y otra vez.

– Solo es mi imaginación – susurre tratando de controlar mis nervios, aun no pasaba el autobús, era extraño, muy extraño, no pasaba ningún autobús.

Sentí que algo dio un suave golpe a mi pie, pensé que era pelota, al bajar la vista vi una cabeza humana, habían dos cuencas vacías en lugar de sus ojos. Finalmente lo reconocí, era un chofer de la línea de los autobuses que me llevaban. Retrocedí unos pasos por instinto.

El sonido de un pequeño gruñido me hizo girar a ver a la criatura que estaba a unos metros de mí, estaba oculta en las sombras, pero se podía ver sus dos orbes amarillas penetrantes, podía sentir como me examinaba con la mirada, como si en cualquier momento fuera a saltar sobre mí, vi su sonrisa siniestra por como me mostraba sus grande colmillos.

Me quede estático por un segundo, sin pensarlo dos veces solté la bolsa para salir corriendo a todo lo que daban mis piernas. Escuche el gruñido apenas empecé a correr, me encontraba casi seguro de que estaba detrás de mí, pero si volteaba a comprobarlo y era verdad me asustaría tanto que no sería capaz de seguir corriendo, solo por las sombras me guiaba su figura, era el doble de alto de la mía, quizás el triple de ancho, su andar lento era él de un cuadrúpedo. Esa cosa jugaba conmigo, se movía lentamente mientras yo corría por mi vida, mi corazón palpitaba tan rápido que pensé que explotaría, mi respiración es cada vez más agitada, poco a poco empezaba a perder impulso, tarde o temprano me detendría en ese momento esa cosa vendría por mí, solo estaba alargando mi vida por unos segundos.

– Detente – aquella suave y tranquila voz me hizo detener en seco. Es la voz de Aoi. Lo último que me faltaba alucinaba antes de mi muerte – Vaya que eres tonto ¿Qué tengo que hacer para que no salgas de casa durante la noche?

Allí estaba él, detrás de mí, aun si no podía verlo podía sentirlo, sentir el calor de su cuerpo, su respiración sobre mi cuello, su mirada sobre mí, no pude evitar temblar ligeramente – No estoy alucinando – susurre.

– Aun no estás loco no te preocupes – sus brazos me envolvieron en un abrazo. Deje de temblar, era un sentimiento extraño, me sentía protegido de esa manera. Una de sus manos tapo mis ojos – No voltees a ver – susurro a mí oído. Asentí.

Su mano se apartó de mis ojos, bajando en una suave caricia por mi mejilla, el abrazo se terminó, el calor de su cuerpo se alejó. Sus pasos alejándose era lo único que podía escuchar. No entendía nada de lo que pasaba, ¿Qué haría Aoi?, no creía que el pudiera ser capaz de hacer algo contra esa cosa.

A pesar de lo que me dijo voltee para ver qué pasaría. Aquella criatura era como un gran lobo de pelaje color marrón oscuro, sus ojos grandes que demostraban rabia, mostraba aún más sus colmillos, echaba espuma por su gran boca, poseía grande y afiliadas garras amarillentas, sus patas parecían moverse con impaciencia. Aoi usaba una capa color negro, no parecía inmutarse por la presencia del ser.

– Emina – la voz de Aoi sonaba tan calmada como siempre.

Saco una pistola, apuntando al ser sin titubear. La bala salió disparada en un hermoso fuego color azul claro, impacto directamente en la criatura, quedándose estática. El fuego de distintos tipos de color azul cubrió a la criatura por completo.

– Mal-Maldito seas… Crime Scarlet – aquella criatura había hablado, no lo podía creer.

El fuego consumió a aquel ser antes de que pudiera decir algo más, ahora ya no quedaba nada.

El ambiente se comenzó a llenar de ruido, voces, eran las voces de las personas, poco a poco las personas empezaron a aparecer, las luces de las farolas se encendieron iluminando por completo la calle, los autobuses pasaban por la autopista. La calle esta como siempre la había recordado, estudiantes esperando el bus para regresar a casa, hombres y mujeres hablando por teléfono despreocupadamente, personas corriendo, personas riendo, otras escuchando música. Todo es tal y como lo recuerdo, como si no hubiera pasado nada.

– Es un error – susurre.  Acaba de pasar algo que no puedo entender, ni si quiera lo creería si no lo hubiera visto por mis propios ojos. Busque con la mirada a Aoi. Estaba parado frente a mí, ¿Cómo no lo note?, ahora que me doy cuenta como es que nadie lo ve si esta con aquella capa, a cualquiera le llamaría la atención, pero sin embargo nadie lo mira, todos siguen su camino como si no estuviéramos aquí – ¿Qué fue lo que pasó? – mi noto salió tembloroso, me lleve las manos al rostro para cubrir mi boca.

– Cálmate – el tono de Aoi seguía siendo el mismo, aun después de haber matado a aquel ser.

Levanto su mano para poner frente a mí una bolsa, es la bolsa del supermercado que deje tirada cuando salí corriendo.

– Tómala.

Estire mis manos para tomar la bolsa, aun así no podía evitar temblar ligeramente. Aoi poso sus manos sobre las mías, que dejaron de temblar al sentir su tacto.

– Está bien – susurro. Le mire a los ojos – Esta bien tener miedo a lo desconocido… Si pudiera borraría este hecho pero no puedo… Lo siento.

– ¡No es tu culpa! – me sorprendí de haber gritado, él también parecía un poco sorprendido por esto. Tome una bocanada de aire antes de continuar – No es tu culpa… Gracias… Gracias por salvarme – eso era lo que sentía gratitud, si no fuera por Aoi en este momento yo estaría muerto o quizás siendo torturado por esa cosa, pero aun no entendía que había pasado, quería respuestas.

– No tienes que agradecer – su tono y expresión eran las mismas de siempre. Alejo sus manos de las mías – Deberías volver, Sapphire te está esperando con la cena.

Recordé que por eso había venido, para comprar un helado y luego ir a cenar con Sapphire, pero no quería irme, quería por algún motivo seguir junto a Aoi, quería que me diera respuestas, respuestas a preguntas que aún no he formulado, pues era demasiado para procesarlo todo en un momento.

– No.

– ¿Disculpa?

– Yo quiero… quiero saber qué paso.

– ¿Para qué? ¿Qué harás luego de saberlo?

Me quede sin respuesta, qué haría después de saber que había pasado, qué es lo que realmente está pasando en la ciudad, qué podía hacer yo al saber la verdad.

– No puedes hacer nada – la voz de Aoi me saco de mis pensamientos – Solo regresa a casa, olvida que esto paso, no hables con nadie sobre esto.

– Pero…

– Nada de peros – sentencio con voz firme, parecía molesto, realmente molesto, jamás lo había visto así – Solo…regresa a casa – su tono cambio drásticamente, parecía una súplica.

Asentí para seguir caminando, pasándolo de largo, apenas avance unos veinte pasos me voltee para verlo, pero ya no estaba allí. Solo me quedaban demasiadas dudas para decirlas todas, ninguna respuesta y un litro de helado sabor choco chips.

Notas finales:

Notitas finales: Sí lo sé quizas sea poco(?) pero bueno es el inicio XD asdadsad lo sé soy un asco con la narración en primera persona (tengo poca experiencia en eso, por no decir nada o3oU), espero les haya gustado C:

Nos vemos el viernes owó)/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).