Al día siguiente que ocurrieron aquellos terribles hechos, Stiles decidido fue a buscar a Derek para hablar, aunque no sabía lo que diría, quería hacerlo, quería pedirle perdón, quizás no sabía porque quería hacerlo, pero después recordaba la cara que puso cuando sus miradas se encontraron y miles de escalofríos recorren por todo su cuerpo y paralizan su corazón, estrujándolo hasta que no es nada, solo pequeños pedazos; no es nada agradable, al igual que no fue nada agradable que Derek lo haya encontrado con aquel chico, si, lo acepta, fue un completa idiota pero si o si lo remediara de cualquiera manera.
Pero sus planes dieron un giro inesperado al llegar al Loft.
-¿Derek? -logro abrir la puerta corrediza y se adentro al departamento, mirando a todos lados, en aquel momento se sentía un lugar más frio, más de lo usual.- ¿Derek?
Sus pies lo llevaron más adentro del lugar, recorriendo primero la cocina pero sin mucho éxito en lo que buscaba, después fue a la habitación de Derek y de igual forma todo estaba en paz, la cama estaba hecha y sin tocada por bastante tiempo, o al menos eso parecía, pero lo comprobó al sentarse sobre el borde de esta, con la intención de esperarlo y al momento que paso más de media y se canso, terminando recostándose en ella, se dio cuenta que en efecto, nadie estuvo ahí durante unas buenas horas ya que al igual que el lugar, la cama estaba fría.
Se levanto de prisa al captar algo que su cerebro no había captado hasta ese punto, corrió al único mueble con algunos cajones que había ahí y empezó abrirlos uno por uno, sin molestarse en volverlos a cerrar, desesperado por encontrar algo que no iba a encontrar.
No iba a encontrar a Derek.
Se ha marchado.
Los ojos de Stiles de inmediato se inundaron, dándole un golpe con su puño a lo plano de aquel mueble, doliéndole, pero no se iba a quejar por ello, tenia cosas más importantes que hacer como buscar a Derek y tratar de calmar ese dolor en el pecho que era más grande que cualquiera y esa sensación de culpa que lo empezó a embriagar.
Con una mano, tomo el teléfono de su bolsillo trasero, y al tenerlo a la vista con los dedos temblorosos marco un número que ya se sabía de memoria.
-Scott...-intento que su voz no sonara tan quebrada y que no se notara que estaba al punto del llanto, pero joder, tenía a Derek desaparecido por su culpa, es imposible querer hacer como si nada hacia su próximo ataque de pánico, así que respiro profundo e intento calmarse, escuchando la voz de Scott a través del teléfono, preguntándole que pasaba, que si estaba bien entre otras cosas- Scott, ¿puedes venir al departamento de Derek? Por favor, no preguntes, solo trae aquí tu trasero que me urge que hagas algo por mí, por favor, apúrate, por favor.
Y con un "voy para allá" de parte de Scott se corto la llamada.
El ataque de pánico cada vez se hacía más grande e imposible de parar o al menos con el ahí solo, las lagrimas seguían inundando sus ojos peor que un rio, y su visión se fue borrando con ellas. La imagen de Derek se repetía una y otra vez, la imagen donde lo vio con otro chico, verlo ahí todo sonrisas para después verlo todo amargado. Y todo por su culpa.
Se acerco a la cama, inclinando el cuerpo sobre esta y apoyándose con las palmas en las manos, mientras mantenía la boca abierta intentando agarrar grandes bocanadas de aire intento que aquel aire llegase a sus pulmones, pero no, no funcionaba.
Se subió a la cama gateando hacia la cabecera, con el cuerpo tembloroso, sollozando y aun con falta de oxigeno en su cuerpo, quizás pronto perdería la conciencia, pero al menos lo haría en un lugar donde el aroma de Derek a pesar de todo inundaba sus fosas nasales, logrando calmarlo al menos un poco.
Llego hacia donde estaban las almohadas, tomando una de ellas, llevándosela a su pecho y lo abraza con fuerza, escondiendo su rostro en ella, aspirando con fuerza el aroma que aun seguía ahí, queriendo que su aroma quedara muy muy grabado en lo más dentro de su cerebro.
-Amigo, ¿cada vez que te encuentre estarás en un ataque de pánico? –Mientras hablaba, sin perder el tiempo, Scott se acerco a su amigo para envolverlo entre sus brazos, Stiles ya no tenía el ataque de pánico, el dulce aroma de Derek que percibía lo ayudo en aquello, pero también ayudo a que las lagrimas no dejaran de salir ni un momento.- Hey…
Stiles levanto el rostro, sabía que no le debía de dar pena que su mejor amigo lo viera así, porque últimamente es la manera en que se lo encontraba y lo agradecía, porque también ayudaba a consolarlo.
-Se…Se… -Su voz sonaba temblorosa, tan rota, pero con los sollozos no podía ni hablar, aquellos sollozos no dejaban de salir de sus ojos con cada lagrima que se resbalaba por sus mejillas.- Scott.
-Primero. –Hizo una pequeña pausa, mirando a los ojos rojos de su amigo por tanto llorar.- Cálmate, ¿sí?
Pero recibió solo una negación de cabeza por el castaño.
-¡No puedo! –Y ni él mismo sabe de dónde saco aquellas fuerzas para gritarle.- Scott, se fue, se fue por mi culpa, soy un maldito estúpido, ¿Por qué le hice caso a Zack? Debí de rechazarlo, pero después de que pasara lo de Derek, yo me sentía tan… tan necesitado de amor, quería a alguien que me quisiera y ahí estaba el idiota de Zack, y yo me dije, ¿Por qué no intentarlo? Pero yo… yo…no sabía que Derek se pondría así, yo no quería que nada de esto pasara.-Stiles volteo a mirar a su mejor amigo aun con los ojos cristalinos y llevo una mano a la camisa negra de Scott, haciéndola puño y ahogo un sollozo para seguir hablando, mientras se refugiaba en su pecho.- Yo... yo no quería.
Y así siguió con la frase “yo no quería” saliendo una y otra vez de los labios de Stiles, mientras seguía refugiado en los brazos de su mejor amigo, mientras este intentaba que el cuerpo tembloroso del castaño dejara de estarlo y aunque sentía su camisa empapada por sus lagrimas no dijo nada y lo dejo ser.
-Lo encontraremos. –Scott no aguanto que el único sonido que inundara la habitación fuesen los sollozos y el llanto de su mejor amigo, así que decidió romper aquel silencio hablando lo más suave posible.
Stiles alzo la mirada hacia Scott, soltando la camisa de su mejor amigo la cual se había aferrado durante todo el tiempo que transcurrió.
-¿Me lo prometes? –La voz de Stiles era tan baja que si no fueran por los poderes de hombre lobo y sus sentidos súper desarrollados Scott ni lo hubiera escuchado.
El castaño se limpio las lágrimas con el dorso de su mano y parpadeo un par de veces intento quitar los restos de agua que quedaron en sus pestañas.
-Te lo prometo.
Y la seguridad de sus palabras hizo sacarle una media sonrisa a su mejor amigo, que a pesar de tener el rostro rojo volvió a ser el Stiles de antes en pocos segundos o al menos intentaba serlo.
-Vamos Scotty, tenemos cosas que hacer.- Y volvió a tomar la almohada que había soltado para abrazar a Scott, deseando que el aroma salado de sus lagrimas no hubiese arruinado el aroma dulce y varonil de Derek.- ¿Puedes oler algo de Derek aquí?
Scott tomo la almohada que su amigo le ofrecía con mucho pesar y la olfateo profundamente y asintió con la cabeza para después ver a su mejor amigo, viendo como el rostro se iluminaba de esperanzas y en ese momento se prometió a su mismo que haría cualquier cosa para ver feliz a Stiles y si encontrar a Derek lo hacía feliz, lo haría.
-¡Vamos! –Stiles volvió agarrar la camisa de Scott de un puño mientras lo arrastraba fuera del loft pero al llegar a la puerta se detuvo y se giro pero sin soltarlo. – ¿Podrías llamar a los demás? Más narices son mejores que una.
Scott alzo una ceja muy al estilo Derek y al verlo, algo se removió en el interior de Stiles regresándole las ganas que tenia de llorar mientras se mordía el labio inferior evitando volver a romperse, tenía que encontrarlo y perdería mucho tiempo si se ponía a llorar ahora.
-Solo llámalos.
Scott obedeció llamando primero a Isaac para después llamar a Erika que últimamente se la pasa con Boyd así que solo necesito hacer dos llamadas.
Pasaron 20 minutos para que los hombres lobos faltantes llegaran y durante ese tiempo Stiles no dejo de moverse, si permanecía parado, caminaba de un lado a otro y si permanecía sentado movía ya sea su pierna o su jugueteaba con sus manos.
-Acabo de llevar y ya me mareaste.-Dijo Isaac dirigiéndose a Stiles, el cual se puso de pie de golpe, mientras que Boyd y Erika terminaban de entrar. -¿Cuál es la urgencia?
Scott les conto lo de la desaparición de Derek y durante todo ese tiempo Stiles mantuvo la mirada gacha, como si el piso o sus pies fueran muy interesantes y aunque Scott omitió el porqué Derek se marcho supo que cualquiera que hubiese estado presente en los acontecimientos ocurridos anteriormente con la pareja que en si no eran pareja, sabía que Stiles era el culpable de todo, pero nadie dijo nada, solamente Erika se acerco y le susurro al oído:
-Lo encontraremos.
Y ahí es cuando Stiles levanto el rostro dedicándole a la rubia el segundo intento de sonrisa del día y le correspondió el abrazo.
Los hombres lobos recorrieron el loft en busca de algo que tuviera el aroma a Derek impregnado en el y así poder rastrearlo.
Pero lo que encontraban, su olor si estaba ahí, pero no era suficiente.
-Le diré a mi papá si puede mandar a una patrulla, al menos en los rededores de Beacon Hills. –Dijo Stiles derrotado y la esperanza que una vez pudo tener cayó todo abajo y ahora no queda nada, quizás nunca lo encuentre.
-No. –Scott lo volteo a mirar mientras hablaba, es el Alpha, tiene que tomar enserio su papel.- Lo buscaremos nosotros, chicos, tomen cualquier cosa, cualquier pista, cualquier olor fuerte o leve, pero vamos a buscar a Derek.
Los hombres lobo solo asintieron con la cabeza y con al menos un poco del olor de Derek metido en su nariz salieron del loft a empezar su rescate.
Stiles se fue en su jeep, no tenía muy bien pensado lo que tenía que hacer o donde buscar pero algo tenía que hacer, tampoco se podía quedar ahí sin hacer nada, no con la ansiedad que siente por encontrarlo y por la angustia de no saber si está bien o mal.
Pasaron las horas, quien sabe cuántas, pero al momento que terminaron su búsqueda el cielo estaba completamente a oscuras con la luz de la luna iluminándoles un poco, aunque no servía de mucha ayuda.
-Stiles.- Y de repente Scott apareció la ventana del coche de Stiles después de tomar una pequeña pausa para descansar ya que manejo toda la tarde y parte de la noche y resulta que esa aparecion de la nada hizo asustar al castaño y lo hizo dar un brinco en su propio asiento.
-¡Por el amor de Dios, Scott! –le reclamo Stiles, llevándose una mano al pecho justo donde está su corazón el cual siente latir muchísimo más rápido gracias al susto que se llevo pero poco a poco se fue calmando, listo para preguntar si hubo algo de suerte.- ¿Y?
Hubo un silencio, no fue necesario que Scott dijera alguna palabra ya que Stiles lo entendió a la perfección, trago saliva pero lo que quería tragar era aquel nudo que se había formado en su garganta.
-Pero mañana será otro día y seguiremos buscando. –Stiles solo atino a asentir con la cabeza, encendiendo el auto y despidiéndose solamente con un gesto de mano puso el auto en marcha en dirección a su casa.
Al llegar no vio la patrulla y por las horas que eran supuso que su padre aun seguiría en la comisaria.
Camino hacia su habitación y al llegar a esta se dio una ducha que le resulto demasiado relajante pero a la vez le sirvió para desahogarse haciendo que sus lágrimas se mezclaran con el agua de la duda. Salió después de un rato y con su pijama se tiro boca abajo sobre la cama, mirando hacia la ventana y se quedo mirando fijamente de ella perdiéndose poco a poco en los recuerdos que se empezaban a formar en su cabeza como la vez que Derek se metió a su habitación cuando era un fugitivo de la justicia por su culpa y por la de Scott más las miles de veces que volvió a entrar ahí de la misma forma aunque ya fuera por cosas insignificantes.
Se levanto de la cama para abrir la ventana, pensando que en cualquier momento Derek podría entrar de nuevo y se la haría fácil, necesitaba verse, no podían perder tiempo valioso y si entraba él estaría despierto, aunque le llevara toda la noche.
Volvió a la cama y se recostó de nuevo en la cama en la misma posición que anteriormente se había puesto mirando aun en dirección de la ventana, rehusándose a cerrar los ojos porque estaba seguro que Derek entraría en cualquier momento o al menos eso creía pensar, pero pasaban las horas y nada pasaba, solo el sueño aumentaba más y más hasta sin darse cuenta se quedo dormido amaneciendo al día siguiente con la almohada empapada de lagrimas después de tener la peor pesadilla de su vida donde a Derek le pasaban cosas horribles, donde le gritaba porqué, porqué le hizo eso, porqué lo engaño así, era un milagro que solo llorase entre sueños y no amaneciera gritando como veces anteriores.
Y después de aquella noche Stiles no pensó que cada vez que se acostara soñaría constantemente el mismo sueño y que se despertaría llorando, día tras día, noche tras noche.