Capitulo 2: Una fuerte ventisca ****************************
Al despertar vió que Haru no estaba a su lado. Despacio se intentó levantar pero una fuerte punzada llegó desde su espalda baja haciendo que suelte un grito de dolor.
Haru quien subía con el desayuno en manos corrió hasta él dejando la bandeja en el suelo. Al entrar en la habitación pudo observar algo avergonzado a su amado peliazul tratando de apaciguar el dolor de su espalda baja.
-¿Estás bien? -preguntó mientras se acercaba a él.
-Ahh... -se puso nervioso- ham... Sí, sólo que me duele un poco la espalda baja- Respondió.
-Eso es normal -se sentó en la cama y acarició la espalda de Rei como si tratara de darle un masaje sólo que trataba de no hacer presión en esa parte del lugar.
- E-Estoy bien ¿sabes?-
-Será mejor que te prepare la tina para que se te quite un poco el dolor de la espalda-
- S-Sí, Haruka-sempai...-
- Rei, ya no me digas Haruka-sempai, dime Haru, se supone que somos novios oficialmente ¿no?-
- No-Contestó algo serio.
-¿Ah? Pero...-
-No recuerdo que me hayas pedido ser tu novio- Lo miró serio pero muy sonrojado, hecho tomate.
-De acuerdo- Se arrodilló frente a él- Rei Ryugazaki ¿Me harías él honor de ser mí novio?-Le cuestionó.
-C-Claro que sí- Respondió apenado pero feliz -No hay nada que me haga más feliz -sonrió levemente.
-A mi tampoco- Haru le contestó.
-Bien, regresaré por tu desayuno y mientras tú desayunas yo iré a preparar la tina ¿de acuerdo?-
-De acuerdo Haru- respondió el peliazul.
El susodicho pelinegro salió de la habitación y regresó a las escaleras donde había dejado el desayuno. Lo tomó y regresó a la habitación, Rei agarró la bandeja y la asentó en sus piernas mientras encendía el televisor y Haru iba al baño para preparar la tina.
-¿Qué demonios? -preguntó al ver que en la televisión decían sobre un supuesto cambio climático que traería una ventisca extrema en esa zona y se pedía precaución al salir.
Haru entró a la habitación en ese momento y vió lo preocupado que estaba Rei con respecto a las noticias.
-Hey, ¿Qué pasa?-
- Mi mamá vuelve hoy y no sabe sobre el cambio climático, me preocupa que de camino aquí le vaya a pasar algo- Mencionó preocupado.
-Tranquilo, ella va a estar bien -se sentó en la cama y lo abrazó- después de que te duches si quieres le hablamos ¿De acuerdo?-
-Sí, supongo que eso será lo mejor- Aceptó por fin el chico de lentes.
-Bien pues el agua de la tina ya está caliente así que vamos, te tienes que aliviar ese dolor- Dijo Haru lo más amable posible.
Lo cargó estilo princesa y caminó hasta el baño, Rei se quitó la ropa y aunque quiso quedarse con su bóxer Haru no lo dejó, luego lo metió en él agua más bien tibia un poco más caliente para que el dolor se le quitará.
Después de cierto tiempo que el peliazul estuvo en la tina para aliviar el dolor de espalda Haru lo ayudó a salir y comenzó a secarse.
Ya podía caminar más y eso le alegraba. Cuando llegaron a la habitación se recostó en la cama mientras se escuchaba la fuerte lluvia pegar con los vidrios de la casa y el viento creando sonidos aterradores. Tomó su celular y llamó a su madre para avisarle lo que sucedía en esa zona se Japón.
Después de la llamada Haru se acostó a su lado para ver televisión.
-Haru...esto...llevamos tres meses saliendo pero.... No te has presentado a mi madre y yo quería...bueno...- habló nervioso el peliazul.
-Entiendo, deberíamos arreglar una cita con tu mamá para que me conozca- Acompletó el moreno de ojos azules mirando directo al chico de ojos violeta.
-No quiero que te presiones a hacer algo que no quieres, solo quería que lo tengas en cuenta- Aclaró de forma rápida.
-De acuerdo- Respondió Haruka esbozando una leve sonrisa.
Después de eso se la pasaron el resto del día hablando de la natación, de algunas películas que verían y sobre cosas banales (de menos importancia) hasta que cayó la noche.