Luego de la batalla de los vengadores en Nueva York, el director principal de la asociación llamada por sus iniciales, S.H.I.E.L.L.D, decreto que estos “héroes” eran demasiado peligrosos como para mantenerlos sueltos por las calles del mundo sin que alguien saliera herido, pero también recapacito en que eran muy importantes como para aislarlos de la sociedad sin ningún percance en el intento.
Pasaron semanas meditando sobre el asunto, y al final decidieron que lo más prudente seria dejar a estos individuos en la torre Stark, el ostentoso hogar del multimillonario Anthony Edward Stark, ya que si se encontraban todos reunidos en un mismo punto, podrían contenerse a sí mismos sin causar mayor alboroto.
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-Ni lo piense! mi preciosa torre no es un Hotel cualquiera en el cual se pueda meter cualquiera con un mugroso pase de identificación!- la voz de Tony sonaba estrepitosa por toda la sala, negándose rotundamente ante la idea de que todos esos “fenómenos” se mudaran junto a él. – a mi no me metan en sus problemas, además ya tengo suficiente con una empresa mundialmente aclamada, como para preocuparme por estos *héroes*- lo ultimo dicho con un deje de burla en su voz.
Todo el mundo en esa sala de conferencias observaba los berrinches de aquel hombre, todos menos Los Vengadores, si así es, estos mismos habían sido llamados para ser informados sobre la situación (si es que a eso se lo podía llamar “situación”)
Thor, Clint, Brus y Natasha no prestaban mucha atención a lo que sucedía a su alrededor, esta ultima mirándose las uñas, como si fuesen lo más interesante del mundo, Brus leyendo unos papeles sobre una anterior investigación (que claro, era mucho mas interesante e importante que Tony haciendo berrinches), Clint mirando de reojo esos mismos papeles sin entender nada (como de costumbre ñ.ñ) y Thor… bueno, el no hacía nada.
pero había otro individuo sumamente concentrado en los movimientos del millonario, Steve Rogers, que a veces se preguntaba como ese hombre podía dirigir una de las empresas armamentistas más grandes del mundo, no estaba nada contento con lo que le proponían, es decir… ¿Cómo podría estarlo? Si le proponían vivir con semejante berrinchudo! Sin contar que el ya tenia su propio departamento, “acogedor” según el y el hecho de que Tony lo ponía sumamente incomodo cada minuto en el que se encontraban en la misma habitación, ¡¿Cómo es que ese hombre le podía causar tanta incomodidad a alguien tan solo con su presencia!?
- a mí también me parece una mala idea- argumentaba el capitán Rogers- ¿que tal si algo se sale de control? Y si alguien sale herido?- lo ultimo dicho con un toque de preocupación en su voz.
-Si, eso! Que tal si alguien sale herido?- repitió Tony con esperanza de que no le jodieran mas el día –yo no pienso hacer de niñera, y mucho menos de enfermera!- “aunque no me vería nada mal de blanco” pensó el Playboy
- tranquilícese capitán, es esa la misma razón por la cual queremos que convivan juntos- decía Nick Fury mientras volteaba a mirar al excéntrico millonario- pese a que no te guste la idea Tony no hay de otra, nos debes muchos favores, sin contar que eres el único capas de contenerlos a todos sin destruir la ciudad.
- a mi me parece bien, mientras allá comida estaré tranquilo- interrumpía Clint en la conversación con una sonrisa de oreja a oreja.
-entonces compartiré hogar con mis compañeros de batalla? ¡genial!- Thor por fin entendía algo de la plática… claro después de oír al arquero mencionar la palabra Comida.
Natasha miraba desde una esquina al capitán, se veía demasiado tenso cada vez que Tony hablaba, sin contar que pudo percibir un leve sonrojo en cuanto el millonario le sonrió por compartir su opinión –que extraño – pensó
-Yo los vigilare bien señor, no se preocupe- todos voltearon hacia la viuda negra que comenzaba a tomar parte de la conversación, claro que no sabían que sus verdaderas intenciones eran vigilar a Steve porque desde hacia unas semanas este se comportaba algo extraño cada que aparecía el niño caprichoso del equipo “Tony”- en tanto estén controlados nadie sufrirá las consecuencias- Steve pareció notar algo de maldad en esa mirada y un escalofrió surco su espalda.
-Bien, entonces todo esta arreglado, mañana por la mañana estarán todos instalados en la torre Stark, confió en que tendrás todo bajo control agente Romanof- el que antes estaba haciendo berrinches ahora estaba matando con la mirada a Nick quien simplemente se retiro de la sala, sin meditar alguna otra palabra.
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La tarde paso rápida y con ella llego la noche, todos durmieron perfectamente bien a excepción de Tony quien no acostumbraba dormir en colchones tan finos, salvo el, todos soñaban felices, intentando olvidar el hecho de que, en unas horas estarían en su nuevo hogar. Si, un par de días juntos sería divertido, pero… tener que convivir juntos por meses no sería nada fácil! Recordando que no duraron ni dos días en el Elicarrier de S.H.I.E.L.L.D sin intentar matarse…
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Al día siguiente un Jet, que según Tony valía mas que todos ellos juntos, los llevo asía el gran monumento al inmenso ego de Anthony Edward Stark, seh la torre Stark
Cuando entraron no cabían de la impresión, bueno mejor dicho Steve no cabía de la impresión… el simplemente nunca se enteraba de nada (al igual que Clint) miraba todo como si estuviera en otro planeta, ¿Qué digo? ¡otro universo!, es como si todo lo que no entendía de ese mundo estuviera junto en un Pent-house de quien sabe cuántos millones de dólares.
Uno, todos los destrozos que habían quedado de la batalla habían sido reparados. Dos, los aparatos electrónicos estaban por cada centímetro de ese inmenso lugar, lo que suponía que, en su estancia en la torre tendría que aprender a usarlos… ¿pero cómo? Tres, en tan solo trece horas Tony había hecho que organizaran cada una de sus habitaciones a su preferencia, y no solo eso sino que, también ropa *demasiada para su gusto* y un gimnasio muy bien equipado – lo cual lo puso muy feliz- Cuatro, una sala enorme, con un televisor muy enorme también, decorada sutilmente –lo cual, conociendo al millonario, le sorprendió- Cinco, demasiadas lucecitas color neón y pantallas que salían de la nada. Seis, la más importante… una voz mecánica que lo izo saltar en cuanto la escucho, era sorprendente, pero más sorprendente aun, como Brus entablaba una conversación con esta máquina, preguntándole donde estaba el laboratorio –okay demasiado para la cabeza de Steve, y en tan solo unos 10 minutos-
En cambio nuestro querido Barton se encontraba ya tirado en un sillón viendo Tv como un niño embobado ¿Qué hay de malo? Estaba en el paraíso según el
Uno -televisión
Dos -comida
Tres -televisión
(N/A: seehhh este Clint es un poco básico en cuanto a comodidades ñ.ñ)
Nat, ella camino con calma hasta su habitación y se dispuso a desempacar lo poco que traía, que en realidad era un solo bolso negro con un poco de ropa, armas (infaltables) y cosas de chicas… ¿ya se compraría mas cosa a cuenta de Tony, no?
Cada uno se dirigió a sus respectiva habitaciones – excepto Brus quien estaba ya en el laboratorio- desempacaron y se pusieron a charlar animadamente sobre trivialidades de la vida.
-Hey! eso no es un juguete!- replico Tony cuando Thor y Clint jugaban a lanzarse una pequeña bola de metal, que resplandecía en cuanto llegaba a manos de cada uno –es una esfera electromagnética que sirve para dar energía a cosas insignificantes!-como sus cerebros, pensó-
-Anda Stark, no es para tanto! Por lo menos no tomamos aquel jarrón de la esquina ¿no?- el arquero no parecía querer dejar de molestar a Tony, quien en de un momento a otro se encerró en su habitación sin antes pedirle a Jarvis que los mantuviera bajo vigilancia a todos!
Steve como siempre observaba en silencio sin entender nada ¿Cómo podía ser tan lento ese hombre?
-no creo que deberían jugar con eso, además ya tenemos suficientes problemas con Tony enojado como para que destrocen algo- el capitán hablaba de manera pausada y tranquila mientras sostenía su cuaderno de dibujo en una mano y en la otra un pequeño lápiz
-claro Tu siempre defendiéndolo! Ya hasta pareces su novio!- Barton realmente sabia escoger bien sus palabras para dejar fuera de combate al rubio, puesto que este se levanto indignado “un poco rojo pensó Nat” y se dirigió a su habitación, que por mera casualidad se encontraba junto a la del millonario-
-Ya chicos, tranquilos- dijo Natasha con ese semblante reprobativo que tienen los profesores de química cuando están enojados, fijo su vista en Clint y luego en Thor esperando a que se detuvieran, y así fue- vamos a comer algo o qué? Tengo hambre.
-pediré comida china y algo de pizza!- grito Clint, corriendo asía el celular.
Y así transcurrió la primera noche en la torre, entre gritos, protestas y algún que otro jarrón roto.
A la mañana siguiente Steve se levanto un tanto optimista sobre su primer día, y camino en dirección a la cocina, encontrando a Tony sentado en un sillón tomando un café, aun se preguntaba como ese hombre podía cambiar de humor tan rápidamente, de un instante a otro podía mostrar mas emociones que una mujer embarazada! Es verdad! Si en un momento se encontraba feliz al otro podía estar molesto o quien sabe que. Siguió mirando desde su rostro hasta su pecho y sus manos y se dio cuenta de que se veía realmente pacifico leyendo un diario… -tan pacifico que transmite calma- pensó. estaba tan absorto en sus pensamientos sobre el multimillonario que ni se percato cuando este lo descubrió espiándolo.
-ya sé que soy guapo, pero no es para tanto!- decía Stark mirando al rubio que comenzaba a enrojecer- que te trae por aquí capi-paleta?
- Em… yo… - estaba tan avergonzado que ya ni recordaba porque estaba allí- bueno… yo estaba…
-Dios tengo tanto hambre!- interrumpió Clint, lo cual el capitán agradeció internamente- que hay de desayuno?
-prepáratelo tu mismo, ya estas grande- Stark estaba molesto con el arquero por interrumpir, pero ni siquiera sabía porque- Jarvis, pide el desayuno, que sea uno de ocho personas-
-¿por qué de ocho personas? Si somos solo cinco…- Steve aun no caía en cuenta de que, Thor comía lo que comían tres adultos, y no precisamente tres adultos sanos.
Natasha se levanto seguida de Thor, quien ya reclamaba por comida antes de llegar hasta los demás. El desayuno llego a tiempo, mientras que Tony miraba fijo a un rubio avergonzado, que, ante la insistente mirada se ponía aun mas rojo. Nat quien no había olvidado su misión de vigilar al capitán, se encontraba cómodamente sentada en una silla desayunando hot-kackes (no sé cómo se escribe :c) y mirando el informativo- o eso parecía porque en realidad miraba de reojo a Steve, quien estaba tan avergonzado que solo miraba el piso con la cabeza agachada- ella sabia que algo le pasaba con respecto a Tony, pero no quería insinuar nada sin saber bien lo que sucedía… a sus ojos era obvio que el rubio sentía algo por el moreno y si aun no se daba cuenta es porque realmente era un idiota…
Una vez todos se retiraron y le dejaron paso libre para investigar mejor, la viuda se encamino con los ojos fijos en Steve, pero de repente alguien entro al edificio haciendo que volteara y perdiera su objetivo.
-Anthony Edward Stark!! Eh estado tratando de comunicarme contigo hace mas de dos días y no das ni señal de vida! Te das cuenta de que tienes una empresa que atender verdad? No puedo estar todo el dia pendiente de ti como si fueras un niño!- esa mujer parecía realmente enojada, tanto que Clint dejo de jugar videojuegos, Thor dejo de comer y Steve dejo de dibujar para prestar mas atención a la situación de la sala.
-Pepper, hola! No me di cuenta de que llegaste, toma asiento hay café en la cocina- realmente Tony no parecía haber prestado atención a ninguna de las palabras que la señorita Maria acababa de decir.
La rubia suspiro –Hola Tony, solo venía a decirte que en dos horas tienes una conferencia con el subdirector de industrias *Trask (N/A: si, fan de X-Men presente (*-*)7) y no puedo permitirte faltar otra vez–de repente se notaba que toda esa ira acumulada había desaparecido… y todos volvieron a hacer lo que estaban haciendo, menos Clint quien se había esfumado sin dejar rastro alguno.
-Pep? No puedes encargarte tu? Yo estoy tratando de mantener mi torre en una sola pieza- dijo Tony señalando a Thor quien había roto cuatro platos tratando de alcanzar la salsa de arándanos que se hallaba del otro lado de la mesa
-esta bien…-hiso un largo suspiro y se encamino hacia el ascensor- ah por cierto mucho gusto, soy Maria la asistente ejecutiva de Tony y su niñera- lo ultimo no paso desapercibido por Steve quien la miro con un poco de desconfianza y esto mismo a su vez no paso desapercibido por la espia, quien ya sonreía a sus adentros.
-Mucho gusto- dijo extendiéndole una mano- soy Natasha Romanof, espia de S.H.I.E.L.L.D y niñera de estos muchachos…-a primera impresión Pepper le había caído bien, pero ahora que veía como había controlado a Tony creía que era una mujer excepcional, tal vez podría aprender uno o dos trucos de ella.
-muy bien, me retiro- se subió al ascensor y marco la primera planta –que tengan un buen dia-
En el laboratorio…
-hola doctor! ¿No le molesta que me pase por aquí, verdad?- dijo el arquero con carita de cachorrito, y es que hace mucho tiempo que se había hecho muy buen amigo del científico, y apreciaba mucho pasar un buen rato con el, sabiendo que era una persona muy calmada, el siempre se mantenía al margen de la situación, lo que cautivaba mucho mas al rubio. (N/A: todo seria mas fácil si en el equipo no hubieran tres rubios >.<)
-claro que no Clint, no me molesta en absoluto- “Brus, siempre tan amable y comprensivo” pensaba Clint.
-y… ¿Qué es eso?- pregunto señalando unas pequeñas piezas de metal que estaban cuidadosamente situadas con la forma justa en la que deberían ser ensambladas.
-emm… estas son partes de la armadura de Tony, el quería que refuerce con una aleación de metal mas resistente la parte inferior de las muñecas, para que el propulsor no calentara el metal cuando se elevara mas de cien…- Brus dejo de hablar cuando entro en cuenta de que Clint lo miraba como si no entendiera nada “no les voy a mentir, el no entendió nada en realidad”-lo siento- se disculpo y continuo hablando con una sonrisa en su rostro, que a ojos del rubio, se veía muy tierna- estoy haciendo unas muñequeras mas resistentes para que Tony no se queme cuando alcance grandes alturas-
-Oh, ya entiendo- afirmaba sacudiendo su cabeza- ¿podrías hacer mis flechas de ese mismo material? Digo, si no es un problema- a cada palabra se acercaba mas a la mesa de trabajo, quedando a tan solo unos centímetros del científico.
-S-si… no… no hay ningún problema- se puso realmente tenso al tenerlo tan cerca de su rostro, tomo aire intentando continuar hablando con calma sin sonar incomodo- Primero… necesitaría emm… un, un modelo de tus flechas…-se maldijo internamente por sonar tan estúpido, esperaba que el otro no lo hubiera notado “claro, Clint es un poco lento, pero no tanto como para no notar a alguien nervioso”
-Muy bien, enseguida las traigo- se retiro, sin antes lanzarle una inmensa sonrisa a Brus, quien no supo si era de burla por su reciente nerviosismo, o de agradecimiento por acceder a mejorar sus flechas.
el día paso tranquilo y sin percances, y para sorpresa de Nat, Clint había estado todo el tiempo desaparecido, detrás del doctor Banner, quien por alguna extraña razón de la vida se encontraba completamente rojo – lo que era raro considerando que se debería poner verde- y ni siquiera hacía calor “ya tendría que investigar a esos dos también”. Tony solo se dedico a revisar unos planos que según el eran “de vida o muerte” – eran para la remodelación de su habitación- y Steve dibujaba, lo cual no era extraño, pero ahora lo hacía mucho más concentrado e “inspirado” se podría decir.
Lo que este no supo es que la espía había ojeado las paginas, encontrándose con un lindo dibujo de Tony sentado tomando un café y leyendo el periódico.