-¿lo amas?
-claro que sí, es una pregunta estúpida
-¿Cómo puedes estar seguro de ello?
-nunca antes lo había sentido con otra persona, es amor, sino es obsesión… por lo que sé es lo mismo así que no molestes mas
-solo digo… es imposible sentir tanto amor y odio hacia una misma persona… quizás tú lo amas, pero él no a ti
-te equivocas – se paró rápidamente y comenzó pasearse por el lugar como león enjaulado – él me ama… él me ama… pero… no lo sé… quizás no es el mismo amor y solo yo quiero estar con él
-ósea no le tienes confianza, ¿para que estas con él? Es estúpido torturarte y hacer que tu corazón se rompa en miles de pasado como una bomba lanzada por los aires estallando en…
- ¡Zack ya cállate! ¿acaso Loki te hizo algo otra vez que estas aquí atormentando mi vida? – dijo enojado volviendo su mirada al castaño que estaba acostado en la cama de su habitación jugando con Karupin - vete de aquí
-¿Por qué tienes que ser tan apático conmigo? – pregunto dejando el gato en su propio pecho y cerró los ojos – nada de eso, bueno si algo… Loki oficialmente no quiere verme nunca más en su maldita vida, dijo que soy el idiota homosexual más repugnante de la vida
-de segurohiciste algo, él nunca te corrió del hotel ni cuando lo hicieron por primera vez –soltó un suspiro y se sentó en una silla al frente de él - ¿Qué hiciste?
-no hice nada… no te miento Ryoma – comento pasando a sentarse en la cama mirando al otro – Peleamos por una estupideces y Ryoga paso a visitar, luego de un conversación linda, unos tragos y un maldito beso de Ryoga hizo que Loki malinterpretara todo ¿puedes creerlo? Se puso celoso de Ryoga y de mí
-eres un idiota
No hubo más conversación de parte de los dos, Zack siguió jugando con el gato en la cama como si fuera de lo más divertido del mundo y Ryoma se fue a ver a través de la ventana de su habitación, la vista era preciosa, no lo podía negar, pero el clima era un asco y su estado de ánimo era mucho peor.
Con 24 años de edad Ryoma tenía casi todo lo que quería, era un tenista profesional, había ganado una vez Wimbledon, viajaba por los circuitos del mundo del tenis y además tenía un genial novio del cual todo el mundo estaría envidioso, bueno puede decir que lo estarían porque nadie lo sabía, “nadie puede saber que estamos saliendo ni tampoco podemos actuar como pareja en ningún momento de la vida… sí mujeres, envídienme de que estoy con Tezuka Kunimitsu, el tenista cuatro ojos más sexy del maldito mundo Alemán” pensó chocando su frente contra la ventana y cerro con fuerza sus ojos deseando que todo acabara en ese momento, si solo hubiera eliminado sus sentimientos hace años no sería difícil, no estaría torturándose pensando que faltaban solo dos días para San Valentín y que no había visto a su novio desde el 7 de octubre
-¡maldición!
Grito enojado volviendo a pasearse por la habitación molesto, estaba seguro que si su frustración seguía lanzaría por la ventana a su amigo y luego todas las cosas de la habitación sin siquiera pensar en el escándalo que haría, ni que Fuji iría a sacar fotos para poder publicar en la revista semanal de pro tenis “maldito fisgón” volvió a pensar enojado para dirigirse a la cama y tirándose sobre el castaño para comenzar a pelear con este para sacar toda su frustración en cada ataque que le daba al contrario quien trataba de defenderse mientras que Karupin maullaba descontroladamente moviendo su cola de manera juguetona esperando el momento a atacar a ambos chicos.
Después de una hora ambos chicos rasguñados y agotados se quedaron acostados en la cama intentando regular su respiración, ambos tenían los mismos problemas aunque la diferencia era que Ryoma no había visto a su pareja desde Octubre, ninguna llamada ni ningún mail ni nada.
Sentado en la cama Ryoma se quedó pensando un momento, no tenía mucho más que hacer en esa habitación que perfectamente podría estar compartiendo con Tezuka hasta el día de San Valentín en donde podrían tener algo romántico o algo similar “pero no, no podemos tener nada de eso” pensó enojándose aún más ¿Por qué se enojaba más? ¿Por no pasarlo con el mayor u otra cosa? Claro que se enojaba por otra cosa, él, Ryoma Echizen nunca había sido sentimental, nunca había necesitado el recibir amor de nadie, nunca tomo en cuenta el cariño de otra persona ahora mismo estaba babeando y lloriqueando por no ver al castaño cuatro ojos.
Parándose de inmediato intentando borrar cualquier pensamiento de su cabeza y volvió su andar esta vez con un objetivo en mente, su bolso que contenía las raquetas. Tomándolas con decisión se giró para ver al otro chico, aparentemente dormía aunque realmente aquello no le importaba para nada.
-Zack, vamos a jugar un rato, entrenamiento ligero
-estaba esperando eso~ quiero sacar la frustración que siento~
-claro
Ambos preparados salieron de la habitación con Karupin en el bolso de Ryoma y bajaron por el ascensor haciendo vagos comentarios sobre los ciclos de tenis importantes que se estaban llevando a cabo o sobre los representantes nacionales de país para luego ir hacia las canchas del hotel disfrutando de su forma.
Ambos sonrieron al instante y sacaron sus raquetas preferidas para poder comenzar a jugar nada importaba, ni siquiera las reglas que tenía el tenis, lo único que deseaban era desconcentrar su mente golpeando la pelota y no dejar que se quedara en su lado como si los problemas no podrían avasallar sus ánimos.
Después de una hora ambos estaban sudorosos y ni si quiera tenían en mente en qué punto iban, ya sus raquetas golpeaban las cabezas de los seres que solo los martirizaba por lo que se tomaron un tercer receso sentándose en las bancas y poder beber su agua con tranquilidad.
-en dos días es san Valentín Ryoma
-… - se quedó mirando hacia el frente disfrutando del paisaje, aunque aún así tomaba atención a lo que decía el castaño, era solo que su mente estaba atrapada en muchas cosas
-ni tú, ni yo tenemos pareja
-yo si tengo
-hace 5 meses que no lo ves ni tienes sexo, por lo menos yo lo tuve hace 48 horas así que da igual que lo tengas
-cállate
-a lo que voy querido, san Valentín no es solo para parejas y realmente no quiero pensar en Loki todo el día, que mejor que tú para mi cita, es todo lo contrario a lo que me gustaría
-ni te pareces a Kunimitsu
-espera – arreglando su cabello de forma que se parecía a Tezuka busco en su bolso unos lentes de marco negro y gruesos haciendo una pose de presidente estudiantil arrogante- no bajes la guardia Ryoma, el cinturón de castidad aun no puedes quitártelo
-¡cállate ya! Yo nunca seria tu cita… Kuni no es así
-Ryoma ~ te amo pero no te veo porque soy demasiado estoico y respetable buu~~ - comenzó a caricaturizar al mayor soltando algunas pocas risas
-eres demasiado estúpido – soltó una pequeña risa divertida por lo que hacía el contrario y lo empujo - ¿Cuál es tu plan?
-hmm~ mi plan de ser Tezuka Kunimitsu para conquistarte sirvió, debería hacerlo más seguido para las comidas – rio divertido y se volvió a arreglar el cabello y se sacó los lentes guardándolos junto a la raqueta – bueno es hora de que me valla- levantándose se puso el bolso en el hombro y estiro su brazo – nos vemos en dos días
-si lo haces de nuevo te golpeo – sonriendo suave le dio la mano y se despidió del contrario estrechando su mano –es hora de volver Karupin… creo que nuestro 3 día festivo también lo pasaremos sin Kuni…
Con un leve suspiro guardo la raqueta y se puso el bolso esperando a que el gato gordo y viejo se acostara en este para volver a subir al hotel quejándose de lo aburrido que serían sus días.
Los siguientes días los pasó lento y aburrido, sus únicos pensamientos estaban dirigidos completamente a ese japonés nacionalizado en Alemania que ni un mensaje le había mandado, ¿Por qué pensaba en él? ¿Por qué no tenía vida propia? … ¿Por qué lo amaba, deseaba o quizás simplemente necesitaba? No sabía en realidad, siempre el amor fue algo complicado para él, a sus 13 años solo quería estar con el contrario y disfrutar del momento que se les otorgaba para estar juntos, pero nada más… incluso cuando lo dejo no sufrió tanto y sabía que podría vivir un buen tiempo en estados unidos disfrutando de su vida de tenista, para luego estar con la persona amada
“vida feliz, amor feliz, pareja feliz… todo eso es mentira lo sabía desde un principio” pensó mirando a un costado de la habitación, tan solo 13 horas para su cita con el castaño y nada indicaba que algo cambiaria.
-Karupin, después de este 14, después de 14 de febrero… todo terminara, para bien o para mal esta es nuestra última jugada – comento acariciando la cabeza del minino con una mano y con la otra tomo su celular – desea suerte
“si piensas que estará bien también pasar San Valentín separados, por mi está bien… te deseo suerte en el ciclo japonés en el que estas ahora, no hay nada más importante que jugar tenis, eso me lo enseñaste muy bien Kuni…
Atte Ryoma Echizen”
El mensaje le dolía, pero no había nada más que hacer, hacerlo viajar a su lado era algo tan ilógico como el volver a pensar solo en el tenis, aun así debía hacerlo por lo que tomo su raqueta y chaqueta y una pelota de tenis para salir de su habitación y bajar al primer piso, pelotear contra la muralla era un buen tranquilizante en ocasiones y podía darle un relajo extremo. Bueno ese relajo extremo duraría solo 30 minutos antes de que su mente se llenara de pensamientos melosos y románticos “a la mierda el amor, viví 11 años sin el amor de mis padres, mis hermanastros me dejaron y mi pareja me evade hace 5 meses, que me importa a mí si el amor existe o no”
Con el mismo pensamiento golpeo fuertemente la pelota y vio como esta iba disparada contra la muralla para luego rebotar lejos de él, a pesar de todo no había crecido mucho por lo que aunque salto para alcanzarla no lo logro.
Suspirando fue en busca de la pelota aunque al estar todo oscuro se le complicaba un montón encontrar esa cosa pequeña, así que siguió caminando hacia el jardín con la mirada pegada en el suelo intentando encontrarlo, ¿Qué tan difícil podía ser encontrar una pelota de tenis? Se suponía que no lo era tanto, de hecho ni siquiera la necesitaba a él le regalaban pelotas entonces ¿por qué buscaba una? “me recuerda a Kuni y quiero golpearle un poco más” pensó sonriendo con algo de nostalgia pero no le dio más cabida a su sentimiento y siguió buscando hasta dar contra unos zapatos italianos, aparentemente café, muy elegantes. Fue subiendo su mirada y unos pantalones negros de tela sujetados por un cinturón de cuero que daba forma a la figura, la camisa blanca iluminada por la luna le hacía desear un poco el cuerpo, sobretodo esas manos blancas que le daban una pista de quien se encontraba al frente suyo
Sonriendo con diversión y arrogancia subió la mirada por completo para poder toparse con aquella cara de facciones duras, una boca sin sonrisa alguna, nariz puntiaguda y casi fina, ojos de color ¿violeta? Frente a él se encontraba Tokugawa Kazuya notando completamente la confusión del menor por lo que sin pensarlo demostró una sonrisa sutil intentando expresar su diversión además de un saludo formal.
-buenas noches Ryoma
-¿Qué haces aquí Tokugawa? – Pregunto confundido, no le desagradaba el chico, pero tampoco era como si le agradara enormemente verlo - ¿Cómo está tu cuerpo? Imagino que el golpe recibido por Byodoin aún no sana del todo
-me redujo la vida del tenis, todo el mundo lo sabe – dio un suspiro y se acarició el costado como por costumbre – si no hubiera sido por ti de seguro no la contaría
-no agradezcas, después de todo me echaron – su sonrisa arrogante aumento mucho más y se cruzó de brazos “que pensabas, ¿viajara kilómetros solo por ti? Já Ryoma eres el mejor tenista pero no para tanto” – aun así no respondes mi pregunta
-de paseo, vacaciones de mis últimos años de tenistas, el médico me dijo que tenía que saber descansar – se encogió de hombros y mostro la pelota que estaba buscando - ¿necesitas esto?
-sí, la necesitaba – dijo quitándosela y la comenzó a golpear con la raqueta en un intento de poder tranquilizar su mente – vacaciones en un febrero… además en estados unidos, eso me parece realmente raro
-tu estas aquí, quería venir –su sonrisa se volvió divertida y le revolvió el cabello – la verdad tengo otras intenciones
-¿intenciones? No me gusta
-deja que lo diga por lo menos
-vale, pero que sea rápido –con un suspiro lo invito a sentarse en una de las bancas – lástima que no tengamos nada de beber
-te traje algo – de su chaqueta saco una lata de ponta sabor uva y se la entregó al menor para el beber una bebida blanca- me preguntaba si tu querías… si tu querías pasar este san Valentín conmigo, no hubiera venido si no fuera de otra forma
-¿Qué? – tuvo que escupir el trago que dio a su lata y se quedó mirando al contrario - ¿estas bromeando?
-no, no creo que necesite repetirlo Ryoma
-es que yo… Zack me invito a algo ya – dijo medio sonrojado, Tokugawa era bastante atractivo no le cabía duda pero… miro la pelota y arrugo el entrecejo “porque me haces esto Tezuka”
-ya veo, terminaste hace tiempo con él y creí que darte tiempo era lo mejor, pero veo que se me adelantaron – su semblante volvió a ser duro
-para nada te equivocas Tokugawa…
-Kazuya, dime Kazuya – dijo con un suspiro haciendo el intento de pararse pero la mano del menor lo detuvo – no debes sentirte mal, no es tu culpa
-si quieres puedes estar con nosotros- dijo medio sonrojado y una leve sonrisa- ninguno piensa que es una cita de verdad… si tienes tiempo, es un tenista ingles famoso
-¿hablas de Zack Engel? Es el único tenista ingles del que he oído junto a Loki Ziegler que serían dignos para ser recordados por ti
-jajaja si imagino que si… ¿bueno vienes?
-por supuesto, nos vemos mañana entonces
Sin más palabra ambos se dieron la mano en son de despedida y dirigieron su caminar en distintas dirección, quizás Kazuya se quedaba en otro hotel, aunque no le dio demasiada importancia y subió por el ascensor revisando su celular dándose cuenta que ni mensajes ni llamadas tenia así que lo dejo en el olvido y solo se dedicó a ir a su habitación para dormir tranquilo en su cama de dos plazas “perfecta para una pareja recién enamorada”
A la mañana siguiente Ryoma se levantó con un humor mucho peor de lo que esperaba, aunque nuevamente no le dio importancia o pretendió no darle importancia ya que su cabeza era una guerra mundial con la que tenía que lidiar ese día.
Dio un suspiro y se dirigió directamente al baño para darse una tina, es legalmente san Valentín así que por lo menos tenía que estar presentable y que mejor que estar presentable con un rico baño con aromatizantes así que dejando que la tina y se dio uno de los baños que prometían ser de lo más relajante si una llamada de su madre preocupada por su salud no le hubiera dejado de mal humor, ¿Cómo después de dejarlo tanto tiempo solo se atrevía a llamarlo preocupándose de su salud y soledad? “5 meses es mucho, pero no quiere decir que terminamos nosotros dos, no hemos terminado… ¡no aun dios santo!”
Después de su tina frustrante llena de lágrimas y un rico olor a lavanda se fue a vestir con ropa simple, nada llamativo, ni ajustado era como si ya estuviera preparado para cualquier eventual caso en el que los chicos se pusieran a jugar tenis para sacar su frustración.
Con otro suspiro se hizo el ánimo y bajo por el ascensor encontrándose a su amigo ingles junto al japonés hablando de manera tranquila, era como si Zack estuviera intentando cabrear al japonés, pero este siempre una roca no se inmutaba con nada hasta que lo vio a él y le mostro una sonrisa “Tokugawa es buena persona” pensó sonriendo suavemente y negó con la cabeza, no se enamoraría de este japonés así como así, porque si lo pensaba bien aún le gustaba la personalidad fría de Tezuka en ocasiones.
Se acercó a los dos y hablo con ellos un momento hasta que decidieron ir a un restaurante para tomar algo y conversar, iba a ser como una cita con la única diferencia que no iba a hacer nada amoroso, no se darían jugo en la boca sino que Zack diría comentarios estúpidos en los momentos que ambos tomaban para hacerlos escupir el líquido, no se dirían palabras hermosas sino que Ryoma se encargaría de enfatizar las falencias de Zack, no se darían caricias sino que Tokugawa presionaría algunos puntos del castaño para que dejara de ocupar su mano y se callara.
Eran eso simplemente, eran unos niños despechados sin ningún amor que pudieran recibir así que actuar como idiotas descerebrados en un restaurante aparentemente sin nadie era lo mejor que podían hacer ese día, incluso el ánimo de Ryoma había mejorado considerablemente y se dedicaba a sonreír y reír en ocasiones con las estupideces que hacían ambos chicos, a Tokugawa no le había sido difícil aceptar a Zack y obviamente el castaño disfrutaba de hacer tonteras y disfrutar su día.
-realmente creo que es el mejor San Valentín que disfrutaremos – dijo Ryoma alzando su vaso – salud por ello
-salud Ryoma, san Valentín también es entre amigos – dijo zack sonriendo de lado alzando su vaso y chocándola con la del peliverde – vamos Kazuya~ tu puedes unirte, no eres el mejor amigo pero peor es nada~
-está bien – equilibrado como siempre alzo su vaso y la chico con la de los otros chicos esbozando una pequeña sonrisa – felicidades, gracias por invitarme
-yo también quiero ~ chibiske, Zack y ¿Tokugawa? – la voz de Ryoga se hizo sonar y cuando apareció en el campo de visión de dos de los chicos notaron como abrazaba por el cuello a zack – hello~
-tu idiota me ahogas- se quejó el castaño soltándose del agarre y le dio un golpe al contrario – por tu culpa me quede sin pareja para san Valentín
-oye recién decías que no era necesario tener pareja – sonriendo suave le acaricio la mejilla al castaño- yo puedo ser tu pa… ¡Auch!- no pudo terminar ya que lo golpearon
-púdrete, ojalas que te pateen el trasero, que se acaben todas las malditas naranjas del mundo – dijo frustrado para ir a defenderse o abrazarse a Tokugawa – defiéndeme Kazuya, es un acosador
--¿Qué hace el aquí? ¿Cómo lo conocen?
-es mi hermano – dijo Ryoma de lo más tranquilo - ¿Qué haces aquí Ryoga?
-quise enmendar mi error – sin reparo alguno Ryoga se sentó al lado de Tokugawa y le guiño el ojo – no sabía que salieras a disfrutar la vida
-tengo más de 25 años, tengo derecho a disfrutarla, no todo es tenis – con tranquilidad ignoro el coqueteo del otro y siguió bebiendo su jugo –deja de mirarme
-no quiero… que te parece si eres mi siguiente objetivo, vamos a jugar tenis – dijo sonriendo amplio y de su chaqueta saco una naranja para comenzar a comerla
-¿me cambias por Kazuya? Eres un asqueroso jote – se quejó Zack aunque su sonrisa no se quitaba de la cara – no le hagas caso Kazuya, es un idiota en todo sentido
-tu también Zack… te abrazas a cualquiera ¿Cómo te perdono así?
-¡Loki! Yo… mierda no lo malpienses, es san val… ¿Qué haces aquí? – sonriendo se soltó al japonés y se acercó a este picándole el estómago - creí que estabas enojado
-eres de mi responsabilidad, nuestros representantes quieren que termines tus vacaciones ahora – sonrió suave y le revolvió el cabello al castaño para luego mirar al grupo – entenderán que nos vamos, chicos… idiota
-adiós imbécil – Ryoga se despidió y se apoyó en Tokugawa – somos los tres
-solo dos –una voz dura se hizo presente haciendo que todos se giraran y que Ryoma escupiera lo que iba a beber- muévete Echizen
-no iré a ninguna parte “Tezuka”-enfatizo en el nombre y se giró molesto – estoy con mi amigo y… hermano
-pelea de parejas, Kazuya esto será bueno – se acomodó en el asiento apoyando una mano en el hombro del serio – gánale Chibiske
-cállate Ryoga Echizen – Tezuka se acomodó sus lentes y se acercó al menor para agarrar su brazo – nos vamos
-dije que no quiero –alzo su voz y se soltó del otro –no soy tu propiedad y no quiero que solo aparezcas y des ordenes, ¿Quién crees que soy?
-Ryoma – dio un suspiro el castaño y miro a los otros dos – necesito hablar contigo, ahora
-no quiero
-es urgente
-¿ahora? No claro que no, no es urgente, es conveniente… 5 meses en los que ni mensaje me dabas, ¿sabes que sentí en esos 5 meses?-estaba al borde de las lágrimas.
Quería gritarle al mayor, golpearlo, tratarlo como la pelota de tenis que ocupo en la noche, pero ninguno de sus sentimientos salió a la luz debido a un fuerte tirón que sintió en su brazo y posteriormente se vio arrastrado por el pasillo del restaurante y luego la calle.
Ryoma no entendía que pasaba, pero tampoco se negaba a ese contacto “aún tengo esperanza en ti Tezuka, por favor, déjame saber que es verdad esto” pensó cerrando sus ojos y se dejó arrastrar siguiéndole el paso de cerca hasta que llegaron a un parque hermosamente iluminado, estaba lleno de parejas y todo daba un índice de romance, leve privacidad y además un ápice de misterio.
El menor de los dos no entendía para nada lo que estaba ocurriendo, mas tranquilizo su respiración mirando atentamente los ojos de su pareja, dejándose guiar por ellos en búsqueda de sentimientos, mas encontró mucho en ellos incluso vio el sudor del mayor “índice de nerviosismo ante una noticia ¿me va a patear? ¿ya es hora? Bien Ryoma, si lo haces primero no sentirás dolor” pensó respirando hondo preparado para comenzar la pelea.
Abrió la boca, movió su lengua pero ningún sonido salió de sus labios, tenía miedo, desamparo y tristeza en su interior, era obvio que no podía patearlo, sentimientos que llevaba como primer amor no se podían borrar para él, no ahora así que bajo la cabeza y espero la noticia, si el otro lo quería hacer se lo respetaría, si iba a llorar eso estaba claro desde un principio, pero no por ello iba a ser el quien terminara todo.
-Ryoma necesito hablar contigo de algo
-te… escucho – su voz era quebrada y suave, completamente apagada
-te amo Ryoma no te voy a dejar
-pero seguirás manteniendo todo separado… de que me sirve estar a tu lado si no te puedo besar…
- Ryoma yo…
- yo sé que no te he dado todo y no te lo puedo dar – y se fueron todos los ánimos de seguir callado, si lo dejaban pues se enterarían de lo que sentía, porque la vida de un homosexual no era fácil, al menos no para él- somos dos tenistas famosos, todos te aman por ganar Wimbledon, todos esperan que yo sea el mejor tenista de la época, eres tradicionalista y quieres una familia feliz, yo solo te deseo a ti… tú quieres un hijo, ya me lo dijiste muchas veces cuando éramos jóvenes pero no te lo puedo dar – se aferró a la camisa del contrario y comenzó a sollozas- ¡diablos! Cuanto deseo darte un hijo, pero no puedo Tezuka, no sin dejar que me traiciones o no lo sé… eres romántico, lo sé por tu mirar pero no serás romántico conmigo en las calles… no dejaras que piensen que eres gay para deshonrar tu imagen de tenista… aprecio que me ames, pero todo ha sido diferente… mis padre me odia porque soy gay… mi madre me llama cada vez que encuentra una pretendiente… Tezuka no soy feliz… contigo o sin ti es lo mismo- apoyando su frente en el pecho del contrario soltó un suspiro- ya no soy yo y eso me asusta
-yo… - su voz era titubeante y no sabía que decir, no se esperaba escuchar todo esto del chico que siempre andaba de arrogante y presumido en una programa o partido- ¿quieres terminar?
-no lo sé… yo te quiero a ti, pero tú no me quieres a mi
-te equivocas, te amo Ryoma
-¡entonces porque no lo demuestras!- grito alzando la cara y sintiendo el beso demandante pero fresco del mayor, era un sabor salado y además tenía pisca ser amargo, no recordaba esos labios bien, quizás por el tiempo, mas poco a poco volvieron a ser sus preciados labios, esos dulces labios y suaves que le decían que todo iba a estar bien – te amo Tezuka
-Kunimitsu, soy Kunimitsu para ti
-te amo Kuni, más que a nadie
- te tengo una sorpresa- sonriendo suave acaricio ambas mejillas del menor – si quiero tener un hijo, pero no que sea uno de los dos… me dolería saber que te metiste con otra persona, y no creo que la inseminación sea lo adecuado
-¿adoptar dices?
-si… una amiga mía tendrá un bebe, pero tiene altas probabilidades de morir en el parto, no quiere dejar a su bebe solo y sabe de lo nuestro… estos 5 meses estuvimos luchando con el abogado y contra todo… nacerá muy pronto y será nuestro… ella nos lo confía
-pero si no muere ¿Qué... – sintió unos suaves dedos en sus labios y miro confundido al mayor
-no puede cuidarlo, ese hijo fue por parte de una violación de su propio marido en estado de ebriedad, el hombre se marchó luego de saber la noticia y ella no cree poder quererlo como nosotros… si ella vive no quiero negarle verlo, algún día lo amara, pero ese niño no quedara sin familia – dijo cerrando los ojos- tu puedes darme una familia Ryoma
-ja… ¿quieres que ahora me arrodille y saque un anillo? – pregunto irónico mirando como el mayor se arrodillaba – no Tezuka… no sabes lo que haces… soy arrogante y testarudo, solo jugamos tenis y no disfrutamos nada… nunca como familia… le haríamos sufrir y el…
-lo sabremos hacer si estamos juntos... que la gente se entere da igual – con una suave sonrisa saco de su abrigo una caja de terciopelo la cual abrió dejando ver un anillo simple, pero elegante –por favor, hazme feliz y cásate conmigo, eres el único que puede hacerme feliz, amo tus sentimentalismos y arrebatos… lo más importante no es convivir con nuestras similitudes, sino saber vivir con nuestras diferencias… nadie más diferente de mí que tu
-sabes que eres testarudo- dijo sonriendo y secándose las lágrimas- acepto… pero solo si me das un beso y juegas conmigo un partido
-¿aun piensas en tenis?
-te arrodillaste frente a mí, estoy excitado Kuni –su sonrisa aumento y abrazándose al mayor cerro sus ojos – aceptare al niño siempre que quieras, no se cuidar infantes, pero hare todo lo posible
-tenemos que escoger el nombre, tenemos el derecho
-Kunikazu, nada mejor que ese nombre Tezuka… por favor
-tienes razón
Esa noche ambos la pasaron juntos disfrutando de lo que una pareja podía ofrecerte en san Valentín y en cualquier fecha posible, más cuando llego el día domingo y compraron la revista “pro tenis” vieron un artículo interesante, una foto de Tezuka arrodillado al frente de un Ryoma emocionado hasta decir basta, las palabras se dejaban saborear por si solas, el autor había puesto todas sus emociones en aquel artículo para dejar ver que el amor entre dos hombres, tenistas y profesionales no era malo, era mucho mejor porque siempre se intentaban superar y luchar contra todo… al final las palabras ante de la firma hicieron que ambos rodaran los ojos
“los mejores momentos de la vida se tienen que guardar en fotografías, pero si fotografías tienes que compartirlo con el mundo, así todos se regocijaran de la felicidad que cada uno emana
Fuji S.”
-creo que ahora si todos sabrán
-ni me imagino como será nuestra vida de ahora en adelante
-fama absoluta, no te preocupes Kuni, ganare ahora yo Wimbledon y los alimentare a ustedes- sonriendo se sentó encima del mayor
-eso quiero verlo Ryoma yonopuedoestarcalladoysumiso Echizen –acercándose al otro lo beso nuevamente ese día
-hmmp~ te lo demostrare Kunimitsu noimportamibrazosiquedocool Tezuka
Sin mas ambos chicos volvieron a recostarse en la cama para disfrutar de todo el tiempo perdido