Iba a llover toda la maldita semana...
Eso decía el reporte del clima en la television, mientras yo no me decidá entre seguir tecleando en mi arcaica laptop acer atom o al menos parar un poco para entibiar mis ateridos dedos en torno a una taza de café... si no entregaba este reporte escrito para las 6 de la tarde sin duda no podría entrar al curso propedeútico de la universidad a la que quería ir...
"Ojalá que el profesor llegue tarde a casa hoy" desee suspirando mientras me embozaba en mi abrigo y me ponía de pie para encender la cafetera, en eso sonó el télefono de casa... tenía télefono sólo porque venía implicíto en el contrato el internet, que necesitaba desesperadamente para enviar todos mis reportes y trabajos ahora que iba a iniciar la educación superior... es duro para una huerfana cubrir la renta de un departamento miserable en japón y cubrir por si misma todos sus estudios y necesidades... pero que podía hacer, como sacerdotisa había fallado y Kino sama me había lanzado de vuelta a la calle por ser tan rebelde y usar mis poderes para beneficio propio.
-Diga??
-A.. Anna eres tu?
-Hao??- pregunté, había reconocido la voz de mi ex compañero de preparatoria, bueno más que compañero yo lo consideraba un querido amigo, es sólo que desde que nos habíamos graduado no lo había podido contactar (unos 5 meses) debido a que él vive en una vieja y descuidada pensión estilo japonés sin télefono o algun medio de comunicación.
-soy yo... como estas?- su voz se oía aguda y nerviosa... algo falsa.j
-Todo esta bien.. me alegra saludarte... pero tu como vas?- Tenía un extraño don para percibir las emociones de otros, aún por télefono podía saber que mi amigo no se encontraba bien...
-Anna... no... no puedo más!!! yo- la voz se le quebró- recuerdas a mi hermano Yoh
Como olvidarlo... aunque lo había visto solo en un par de fiestas, no había podido quitarme de la mente la hermosa imagen que era el hermano gemelo de mi amigo Hao, apuesto, igual que Hao, pero con un aura tranquila, relajada y en verdad inocente, nadie me había sonreído como él a pesar de que era patente su timidez.
Por otro lado Hao era un gran amigo... y yo para él, su única amiga, nos pareciamos en caracter... pero el tendía más a la melancolia, la pereza y la rebeldía... era pendenciero y arrogante en la escuela, se aislaba de otros...yo al menos sabía que tenía que lidiar con la gente si quería salir adelante... el se cerraba a todo y su mundo eramos yo y su hermano menor, de quien siempre me hablaba pero casi no coincídiamos ya que no asistía a la escuela ya que era más tímido que Hao y a parte no tenía mucha necesidad, ya que a pesar de ser huerfanos como yo, al menos tenían una pequeña fortuna heredada de sus abuelos fallecidos hace pocos años.
Entonces Hao estudiaba para ingresar a la universidad y dar un nombre e historia a su familia, mientras que Yoh andaba de vago jugando en las calles, sembrando flores en su jardín, jugando en el bosque detrás de la pensíon en la que vivían, Hao me conto que YOh tenía miedo de ir a la escuela porque tenía miedo a que lo molestaran.. porque tenía un extraño don, podía ver a los muertos... la verdad es que yo lo entendía... ya que como sacerdotisa se supone tengo esa habilidad... aunque yo jamás he visto uno, pero sé que existen.
Yo casi no podía visitar a Hao porque quedaba lejos de mi departamento y tenía que estudiar duro para conservar la beca... fuera de ello... la verdad es que Hao Asakura me había salvado el trasero económicamente hablando... yo le debía muchas cosas a Hao, entre ellas el haber conocido a su hermano, una luz que aunque había visto pocas veces me hacía tener fe en el futuro.
"Un día me casaré con tu hermano menor y lo cuidaré por tí... ya que tu eres un bastardo insensible" le dije alguna vez a Hao, el sólo se río y me dio las gracias.
-Anna estas ahí?
-S.. si cariño, claro que lo recuerdo.
-E.. esta mal... no sé que es lo que le pasa...
-De que hablas? se encuentra enfermo?
-Si, desde hace unos días ha estado sufriendo desmayos que duran horas... luego despierta como si nada... me tiene muy asustado...
-Ya lo llevaste al doctor?
-Claro, he pagado grandes sumas en médicos y pruebas ... pero no saben que es lo que tiene.. dicen que sus sintomas no los habían visto antes...
-Que síntomas son?
-Anna...
-Si?
-Anna podrías venir a visitarnos? me siento muy cansado.. no puedo pagar a una enfermera porque debo ahorrar al máximo para más pruebas médicas... no he dormido en días... si estás a mi lado al menos podré desahogarme un poco y liberar un poco mi alma presa...
-Hao no puedo, tengo mucho trabajo... el ingreso a la universidad... el trabajo...
-Anna.. por favor, me estoy desmororando... sabes que mi hermano pequeño es lo único que tengo además de tí y se está muriendo...
La voz de Hao se oía débil, suplicante... era la primera vez que lo óía así, me había hablado muchas veces con ternura, otras con enojo... pero nunca con esta angustia miedo... lo tembloroso de su voz terminó por zanjar el asunto.
-Esta bien Hao.. voy para allá.
-Mil gracias Anna.
-Ni lo menciones.
Colgué la bocina... la universidad tenía que esperar, yo no podía negarle el apoyo a mi amigo, ni abandonarlo ahora que sólo pedía compañía además no podía ser cierto que escuchaba que mi luz... nuestra luz... Yoh, estaba a punto de apagarse tenía que ser una mentira.. tampoco podía creer que el dinero de los asakura se estuviera yendo en solamente gastos médicos.
Cerré mi laptop con rudeza y la envolví en dos bolsas de plástico antes de meterla a mi mochila, tenía aún la esperanza de acabar mi reporte aunque tal vez no pudiera enviarlo antes e las seis... todo dependía de que tanto se prolongaba mi visita tome mi impermeable y paraguas, el corazón me latía fuerte... me aferre a mi mochia repleta de lápices... necesitaba un poco de normalidad para poder enfrentarme a la oscura y destartalada pensión a la que me dirigía.
Sin hechar llave al departamento (no tenía nada valioso más allá del computador) baje por el ascensor y me aventuré a la lluvia implacable e afuera.
"Hao... Yoh... en que situación están"...