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Don't you Remember? [GOT7] por Dara17

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Notas del fanfic:

He regresado luego de mil años, este es un regalo para Lord, ella me pidió la continuación de Remembering y pues ¡aquí está!

Espero que les agrade y disfruten leerlo :*

Notas del capitulo:

¡A Leer!

Don’t you remember?

 

 

Jackson conducía con rapidez, se le había hecho tarde. No quería que Mark llegara antes que él. No. Era necesario evitar que su mejor amigo y el novio que le había robado estuvieran solos en casa. Estacionó como pudo y bajó del auto, sus zapatos se llenaron de agua al terminar aquella acción, abrió la puerta y puso las bolsas de compras completamente mojadas en la cocina. La casa estaba en silencio. Caminó con miedo hacia la sala y luego pegó un salto cuando Jin Young se le pegó sin querer soltarlo.

 

—Me has asustado —suspiró el chino y abrazó a su novio.

 

—Creo que tu mejor amigo siente un fuerte desprecio hacia mí —confesó Jin Young al soltarlo. Le dolía que Mark lo tratase de tal forma, no sabía por qué, pero su corazón se apretujaba con cada mirada esquivada o cada vez que lo evitaba.

 

—¿P-por qué lo dices? —balbuceó.

 

—Yo… siento que es así —frunció los labios—, le pregunté si le gust…

 

—Siempre te he dicho que no le hables si no estoy yo, ¡¿por qué lo hiciste?! —exclamó Jackson.

 

—¡¿Acaso no ves cómo nos mira?! ¡Hay algo que ambos esconden! —casi gritó el pelinegro—. ¡Él me odia! ¡Lo sé!

 

—Debes creerme cuando te digo que no es así —respondió Jackson frustrado—. No quiero contin… —el sonido de su teléfono móvil le impidió seguir con sus mentiras.

 

Bufó, no quería responder aquella llamada.

 

—¿Necesitas algo? —contestó bruscamente—. Por supuesto que no, no iré —gruñó a punto de colgar el teléfono mientras Jin Young le miraba intrigado—. ¡Ya para mamá! No puedes obl… ¡¿Es una amenaza?! —Junior comenzó a desesperarse al no saber nada de lo que estaba haciendo enojar de tal forma a su novio.

 

—Tranquilízate —le susurró a Jackson sugiriendo que tomara un poco de aire.

 

—¿Si voy lo aceptarás? ¿Aceptarás a Jin Young? —el mencionado se sintió incómodo. Meses después de que perdiera la memoria había querido saber algo sobre los padres de su novio, pero al contrario de él, aquellos nunca quisieron que él fuese algo de su hijo. Además, el único día que había podido conocer a la madre de Jackson, ésta le había proferido una fría mirada y un “sólo causarás daño a quién te ama” mientras salía, no sin antes abrazar a Mark y besar su frente.

 

Jin Young siempre pensó en aquella frase, ¿podría él hacerle daño a Jackson? No lo creía, era imposible, él lo amaba. Jackson siempre lo recalcaba cada noche “sólo me has amado a mí”. Al principio se sentía raro, pero con el tiempo aquellas palabras se sembraron en su cabeza, suponía amarlo, eso lo repetía su cerebro en cada momento. Salió de su ensoñación y cayó en cuenta de que Jackson lo miraba con el ceño fruncido.

 

—¿Sucede algo? —preguntó al ver que su novio no hablaba.

 

—Debo regresar a Hong Kong por un par de días —suspiró el chino mientras agarraba el puente de su nariz, sus ojeras aumentaron en un par de minutos.

 

—¿Necesitas ayuda con tus maletas? —inquirió el pelinegro.

 

—No, lo haré yo mismo —le besó y se dirigió a las escaleras pero se detuvo al instante—. Por cierto, tu madre llamó horas antes y preguntó si podías ir a visitarla pasado mañana —explicó Jackson quitándose la gorra y los zapatos mojados.

 

—No quiero.

 

—Desde el accidente ella no ha podido verte —argumentó su novio.

 

—¿Cómo pretendes que llame mamá a alguien que no recuerdo? —expuso exasperado.

 

—Es igual a que llames novio a Jackson, no lo recuerdas, sin embargo afirmas que lo es —dijo Mark bajando las escaleras con lentitud y sin mirar a los presentes—. ¡Oh, lo siento! No debí entrometerme en una conversación ajena, iré a la cocina rápidamente y regresaré a mi cuarto —sonrió con ironía apurando el paso.

 

—¡¿Qué dijiste?! —gritó Jin Young enojado, volvía Mark a demostrarle su desprecio, y su corazón a estriparse.

 

—Cálmate, él sólo quiere molestarte —exhaló Jackson—. Antes se llevaban bien, sólo… no prestes atención a sus comentarios.

 

—Debo interrumpir de nuevo —habló Mark regresando de la cocina—, obstruyen mi paso.

 

—Espera —casi suplicó Jackson. No quería hacerlo, se estaba arriesgando demasiado.

 

—¿Ah? —el pelirrojo introdujo sus manos en los bolsillos de la chaqueta recién cambiada.

 

—Debo ir a Hong Kong por un par de días —dirigió su mirada a Jin Young, que frunció el ceño y luego miró a Mark.

 

Había sido una difícil decisión, sus padres le estaban obligando regresar para el matrimonio de su hermana mayor. El problema recaía en que ellos no estaban de acuerdo con su relación con Junior. Su familia sabía que él había sido el novio de Mark y reconocían el bajo comportamiento de su hijo al arrebatárselo. No era justo, no cuando Mark Tuan lo había tratado como un hermano más, y de la misma forma, los padres de Jackson consideraban a Mark como un hijo, y les dolía también saber lo mucho que este joven sufría por no tener a Jin Young.

 

—¿Necesitas que los lleve al aeropuerto? —sonrió el mayor con falsedad.

 

—Sólo necesito que te encargues de Jin Young durante esos días —la sonrisa de Mark se esfumó y los ojos del mencionado se abrieron como platos.

 

—No soy un niño… —Jr fue interrumpido.

 

—¡Lo sé! Sólo necesito que no le causes problemas a Mark —«sólo aléjate de él», pensó posando su mirada en el pelirrojo.

 

—No quiero —expresó Mark.

 

—Estoy totalmente de acuerdo con él —mintió Jin Young, realmente se sentía feliz porque compartiría un par de días con Mark, no podía explicárselo, pero no le molestaba la ausencia de su novio.

 

—Por favor Jin Young, sólo serán cuatro días —suplicó—, el fin de semana podrás ir a la casa de tu madre y no tendrás que aguantarlo —aquellas palabras hirieron a Mark.

 

—Como quieras, realmente no sé qué es peor —alegó Jin Young subiendo las escaleras sin mirar atrás. Mark esperó un par de segundos y luego escuchó la puerta de la habitación de la pareja cerrarse y se acercó amenazante a su mejor amigo.

 

—Deja de joderme —lo tomó de la camisa mojada por algunas gotas de lluvia.

 

—¿Crees que no temo lo que pueda suceder? —expresó entre dientes.

 

—No soy como tú y tampoco puedo obligar a alguien a amarme cuando lo único que sabe hacer es querer cada parte de ti —su voz se quebró un tanto, haciéndolo tomar aire y botarlo con rapidez. No podía llorar, los hombres no lloraban, eso se lo dijo un día el padre de Jackson.

 

—Vale, entonces confío en ti —sonrió—. Sólo no te acerques mucho y los días pasarán volando —se soltó y subió las escaleras con la espalda algo encorvada.

 

Mark quería destrozar todo, golpear a alguien, golpear a su mejor amigo, se lo merecía, llevaba muchos meses haciéndolo llorar, refregándole que tenía algo que le pertenecía, algo que le había robado; también quería golpearse porque al igual tenía la culpa, no había luchado por Jin Young, había permitido que le fuese arrebatado lo único que amaba a morir.

 

 

***

Bebió un sorbo de leche sin ganas, no tenía hambre, sólo sentía su estómago revolverse como si estuviera a punto de vomitarse en el impecable piso de madera de la cocina. Saber que Jin Young estaría solo con él, que Jackson sería separado de éste por miles de kilómetros, le asustaba. ¿Y si no lograba contenerse? ¿Si no se aguantaba y se colaba en su cuarto a media noche? Negó con la cabeza y prácticamente la estrelló contra la nevera.

 

—Entrégame la leche si no vas a usarla —escuchó la voz de su tormento, que de repente apareció frente a él.

 

—¿Puedes ser más amable, Jin Young? —gruñó Mark entregándole el cartón de leche y dándole la espalda para esconder su cara de malestar.

 

El menor no dijo nada más y se dedicó a desayunar. Mark sintió la cocina encogerse y empujarlo más al lado de Jr, lo que lo hizo salir corriendo y esconderse en su cuarto.

 

—No podré con esto —susurró tumbándose en la cama y tapándose la cara con ambas manos.

 

Se sentía ansioso, las horas estaban pasando con lentitud y se ahogaba poco a poco dentro de aquella habitación. De un instante a otro se quedó dormido,  cuando abrió los ojos de nuevo el sol estaba poniéndose, no quería dormir más y además le dolía la espalda. Se levantó con un movimiento brusco, salió de la habitación y pasó al baño rezando por no toparse con Jin Young. Sus plegarias fueron escuchadas al igual que cuando regresó al cuarto, se arregló y tomó su auto para dirigirse a un lugar no planeado.

 

 

 

***

Eran las 4:30 am, no recordaba nada, sin embargo su cuerpo dolía a creces. Estaba dentro del auto. Frunció los ojos intentando que algo llegara a su cabeza, pocas imágenes comenzaron a aparecer: él saliendo de casa, dirigiéndose a un bar solo, tomando hasta sentir nauseas, luego bailando con una chica extraña que lo invitaba a ir con ella a otro lugar, su cuerpo tembló porque hasta allí llegaron las imágenes.

 

—Mierda, mierda —olió su ropa, revisó su camisa encontrándose con lo que no quería. Loción de mujer y restos de labial en ella—. Aghh —gruñó y golpeó su cabeza con el volante, sentía que había engañado a Jin Young, a pesar de que no fuesen nada.

 

Buscó su manojo de llaves en los bolsillos hallándolas satisfactoriamente, pero un dolor en su cabeza le impidió sacarlas y encender el auto. Inhaló, exhaló y de nuevo las imágenes llegaron. Se negó a continuar siguiendo a la chica, pero ésta siguió insistiendo en la pista de baile hasta que le besó y allí comenzó la pelea, el novio de la chica lo golpeaba mientras alguien más lo sujetaba, los dueños del lugar detuvieron todo y al final lo dejaron dentro de su auto, maltratado y sin ganas de moverse. El dolor de cabeza se detuvo y aprovechó para insertar las llaves y manejar como loco hasta casa, no sabía si aún continuaba borracho, sólo sabía que quería refugiarse en Jin Young, quería abrazarlo, besarlo y quejarse de lo mal que la estaba pasando sin él.

 

Logró estacionarse, aunque realmente el auto estaba remontado en el jardín que él tanto había cuidado. No supo si hizo mucho ruido, pero cuando cruzó la sala se encontró a Jin Young con su cabello desmarañado y los ojos saliéndose de sus orbes.

 

—No te preocupes —gritó Mark creyendo que estaba susurrando—. Entraré lentamente para que Jackson no se despierte —argumentó.

 

—Jackson se marchó ayer… no, antier en la noche —balbuceó Jin Young sin dejar de mirar los labios rotos y el cardenal que se formaba en la mejilla derecha, casi perdiéndose en el ojo del mayor.

 

—Es un tonto, no dijo adiós —alegó Mark intentando acercarse a las escaleras, tambaleándose.

 

El cuerpo de Jin Young quiso correr y ayudarlo, pero el susto y el orgullo se lo impidieron. Como pudo, el mayor terminó subiendo las escaleras una a una, no sin poner una mueca de dolor en cada paso que daba. El menor continuó con su vista clavada en Mark, que por fin finalizaba su travesía por las escaleras y apuraba sus pasos hacia la habitación.

 

—Sólo debo ayudarle —Junior se dijo a sí mismo y corrió escaleras arriba sintiendo cierto descanso al ver que el pelirrojo no había cerrado la puerta.

 

Entró justo cuando su ex-novio-olvidado se quitaba la camisa y le dejaba ver el conjunto de moretones superficiales que adornaban su estómago.

 

—R-realmente necesitas un hospital —espetó bastante asustado y Mark le miró sin comprender. Estaba cansado, sólo quería dormir y dejar de verlo de una vez.

 

—Necesito dormir —sonrió logrando que todo dentro de Jin Young se removiera.

 

—Yo… —se mordió el labio—, entonces voy a curarte —salió corriendo de la habitación en busca del botiquín y luego regresó encontrando a Mark a punto de fundirse en la cama.

 

—Sólo déjame —susurró a punto de dormir, el dolor de cabeza había regresado.

 

—Cállate —gruñó el pelinegro limpiando cada herida con manos temblorosas.

 

«Tal vez Mark y Jackson tuvieron algo antes de que yo los conociera», meditó al escuchar la respiración del mayor volverse lenta y tranquila. «Debido a eso él me odia», apretó los labios llenándose de falsas hipótesis. «Posiblemente está esperando el momento indicado para separarme de Jackson», se sintió tan tranquilo, casi como si no le importara, pero se asustó al final. «Y puede lograrlo» examinó el cuerpo que antes —y sin recordarlo— conocía a la perfección. «Tiene bonito rostro, buen… cuerpo», tragó con fuerza al pasar su mirada por los músculos en formación del otro. «Y una hermosa sonrisa», se maldijo al pensar en lo perfecto que podía ser Mark.

 

Terminó con su proceso de curación —si así podría llamarse— y comenzó a pasar su vista por toda la habitación, nunca había entrado, era bastante organizada, sin embargo le faltaba vida. En frente de la cama de Mark se encontraba una pared de color azul eléctrico, con un montón de clavos en los que posiblemente iban cuadros, pero que sin razón alguna ya no estaban, sólo se veía lo vacío y triste que era aquel muro sin las imágenes o fotografías que en algún momento lo decoraron.

 

La intriga salió a flote, sintió la necesidad de saber qué había decorado aquella pared tiempo atrás y por qué ya no estaba. Algo le decía que hacía referencia al pasado de Jackson y Mark, además, esto afirmaría todo lo que en ese tiempo le habían negado. Miró bajo la cama y se encontró con un par de cajas, sonrió, sin embargo allí no halló nada. Maldijo y volvió a poner las cajas en su punto, buscó en diferentes compartimientos del armario hasta que uno no abrió, tenía llave, allí estaba todo, lo sabía y lo descubriría aunque en aquel momento decidió dejarlo para después, necesitaba descansar y buscar la llave como fuese al día siguiente.

 

 

***

Mark se estiró y tuvo que encogerse al instante, el cuerpo le dolía, lo sucedido el día anterior llegó a su mente haciéndolo sonreír. Aún sentía las manos de Jin Young curándolo, eran tan suaves como siempre, deseaba continuar sintiendo la misma calidez que emanaba su ex novio, sentirlo de nuevo y ver esos ojos que querían sanarlo, pero volvió a la realidad, eso no volvería a repetirse, él ya era prohibido, algo robado.

 

Se levantó de la cama como pudo y fue en busca de algo para ¿desayunar? ¿Almorzar? No sabía qué hora era exactamente, sólo buscaba comida. Su nariz disfrutó del aroma que emanaba de la cocina y el estómago le rugió, aceleró el paso encontrando a Junior cocinando mientras movía su cabeza al ritmo de una canción Hip Hop vieja. Se sintió mal, aquella comida no sería para él, y el hambre y las pocas ganas de cocinar aumentaron, abrió la nevera y Jin Young posó su mirada sobre él al escucharlo buscar en ésta.

 

—Sólo… siéntate —propuso—, en cinco minutos la cena estará lista —finalizó.

 

Miró hacia el reloj de pared, eran las 5:15 pm, aún era temprano para cenar, sin embargo no se atrevió a preguntarle por qué tenía ya todo listo.

 

 Jin Young sirvió la comida algo aliviado, estaba pensando en cómo despertaría a Mark y le diría que debía comer. No deseaba que él notara que estaba preocupado por su alimentación o estado, eran enemigos, ¿no? Ambos amaban a la misma persona, o eso era lo que creía.

 

—Gracias —susurró Mark tomando la cuchara—, no sólo por la comida, si no por lo de…—fue interrumpido.

 

—No debes agradecer, sólo come en silencio, no me gusta hablar mientras disfruto la comida —gruñó y el pelirrojo asintió.

 

Mark lavó los platos y subió de nuevo a la habitación para tomar una ducha y bajar de nuevo, pero esta vez al salón principal, quería ver una película, y tal vez invitar a Jin Young a que se uniera con la excusa de que estaba agradeciéndole por todo, aunque volviese a responderle de la misma manera.

 

Encendió la tele y puso la película favorita de Jin Young o mejor dicho la película favorita de Jin Young antes del accidente, ahora ni se interesaba por nada de eso, sólo estudiaba, le sonreía a Jackson y continuaba estudiando, se veía tan vacío y diferente que dolía.

 

Jin Young no apareció por el lugar en los primeros quince minutos, y Mark ya estaba aburriéndose, por lo que se quedó dormido a pesar de ya haber dormido más de la cuenta. Justo en el momento en que el mayor cerró sus ojos, Jin Young bajó las escaleras y tomó las llaves que éste siempre dejaba en una vasija al lado de la entrada. Su colección de llaves era casi infinita, no sabía por qué guardaba tantas, volvió a subir las escalares y se fundió en la habitación de Mark. Era en ese momento o nunca, encontraría bastantes respuestas dentro de aquel cajón, estaba ciento por ciento seguro de eso.

 

Llevaba media hora usando las llaves, creía que lo había intentado con la misma más de cinco veces, pues tanta cantidad lo confundía. Bufó y tomó un marcador borrable del escritorio de Mark, comenzando de nuevo y marcando cada llave ya utilizada hasta que llegó a la correcta. Sí, la correcta.

 

—Victoria —susurró mientras sus ojos brillaban, pero se detuvo debido a que su corazón comenzó a doler, o era tal vez un dolor imaginario, una advertencia.

 

No lo hagas. Su subconsciente gritó.

 

—Tal vez encontraré fotos que me herirán más de la cuenta —volvió a ponerle llave al cajón—, sin embargo debo saberlo ahora, y si es así, alejar a Jackson lo más que pueda de Mark —mordió su labio—, pero yo no quiero alejarme de él —negó con la cabeza y se apresuró a abrir de nuevo el compartimiento.

 

—¿Qué estás haciendo? —la fría voz de Mark le asustó hasta paralizarlo por completo—. ¡Sal ahora mismo! —esta vez gritó confirmándole a Jin Young que escondía algo de lo que él no podía enterarse. Apretó sus puños y frunció sus labios acercándose a la puerta, mientras el pelirrojo le daba paso con su rostro tan rojo como su cabello.

 

—Pelearemos cuando aquellos motivos aumenten mi ira —habló rápidamente, logrando que Mark no entendiera aquellas palabras, hasta que sintió al menor colocando una mano en su estómago y empujándolo fuera de la habitación. Gritó debido al dolor y cayó de nalgas fuera del lugar que le pertenecía, vio la puerta cerrarse con la misma rapidez con la que él había salido, todo su cuerpo tembló y el dolor pasó a ser miedo.

 

—¡Jin Young, abre la puerta ahora mismo! —golpeó sin ser escuchado— ¡Jin Young, por favor, no lo hagas! —rogó pero la respuesta fue la misma.

 

Del otro lado, el menor se mordía el labio mientras se acercaba al cajón paso por paso. Tal vez cuando saliese Mark lo golpearía, sí que lo haría, pues se vengaría de él por haberle quitado a Jackson. Cuando llegó por fin, metió la mano y sacó lo primero que agarró:

 

JB me dio una gran reprimenda de nuevo, no sé por qué aún no ha superado el encontrarnos en el baño, tal vez sea porque Young Jae quedó un tanto traumatizado luego de eso. Te espero al final de tu clase y si Jackson leyó esto dile que voy a golpearlo cuando lo vea.     

Jr.

 

Frunció el ceño y releyó la nota mientras los golpes en la puerta disminuían.

 

—¿Fui yo quien lo escribió? —no entendía el hecho de que Jackson no pudiese leer la nota. ¿Él le había escrito eso a Mark? ¿Por qué estaban en el baño y quiénes eran JB y Young Jae?

 

Sacó otro papel nuevo y lo abrió sintiendo una leve punzada en su cabeza:

 

Jackson dijo que odia entregarte mis notas todos los días, pero no le queda de otra, su facultad es más cercana a la tuya que la mía, ¿por qué nuestra universidad es tan grande? Aún no es hora de que nos encontremos en el café y ya estoy ansioso por ello. Quiero verte. Creo que estoy enfermo por tu culpa o de cierto modo estoy enloqueciendo, ¿éstas son las consecuencias de amarte tanto? Aun así me gusta enfrentarlas y si me enfermo o me vuelvo loco tú vas a estar ahí para mi ¿no es así, joven Mark? Creo que esta nota se convirtió en una carta de confesión, pero es divertido escribirlas mientras el maestro de Geofísica explica lo mismo por quinta vez, creo que es justo que se jubile, ya está muy anciano para esto. Pararé aquí, prometo terminar mi examen a tiempo y llegar incluso antes que tú. Te amo, Mark Tuan, y llega también puntual.

Jin Young.

 

Se quedó en blanco, sin embargo, sus manos se movieron con rapidez y comenzaron a sacar lo que había dentro, haciendo que se regara por todo el suelo empeorando la situación. Había fotografías de él y Mark, abrazados, sonriendo, siendo felices. En ninguna estaba Jackson, todas eran de ellos dos y se exageraban en cantidad. Se sentó en el suelo mientras posaba su campo de visión en algunas y tomaba temblando una de ellas. Se veían tan felices, no sabía cuál de los dos podría estarlo más pero sentía envidia, miró el reverso de la fotos encontrándose con un “Jin Young te ama”. Las lágrimas bajaron por sus mejillas, de repente la puerta se abrió.

 

Mark sintió su cuerpo enfriarse y cayó de rodillas al suelo. ¿Qué debía hacer? ¿Qué debía decir? No sabía cómo actuar, ya estaba temblando y todo empeoró al ver los ojos rojos de Junior clavándose sobre él.

 

—Jin… —de repente el mayor sintió los labios de su ex novio, extrañaba tanto esos besos.

 

Jin Young no sabía por qué había reaccionado de tal forma, aun así se sentía bien, era diferente. Su memoria había perdido todo tipo de información pero su cuerpo aún lo recordaba todo, y le pedía a gritos que continuara. Se detuvo y rebuscó información en la mirada acuosa de Mark, que en ese momento había olvidado cómo se hablaba. Respiró y volvió a tomar aquellos labios disfrutando la diferencia entre besar al pelirrojo y besar a su actual novio —sin saber ya por qué lo era—.

 

Mark lo empujó sin fuerza y tapó su cara para que Jin Young no le viera llorando. Debía estar soñando, no podía sentirse feliz porque todo acabaría. Jr quitó aquellas manos y volvió a besarlo, se había vuelto adicto a esos labios y a la vez buscaba el por qué se sentía tan bien al hacerlo, pero de nuevo Mark lo detuvo.

 

—Basta Jin, deja de hacerlo —sollozó sintiéndose patético—. Te lo suplico.

 

—No sé qué está sucediendo, pero no puedo detenerme —necesitaba más, su cuerpo estaba seguro de lo que pedía, y su confundida cabeza decía que no estaba mal, aunque una parte de ella susurraba el nombre de su novio.

 

—No sabes qué estás haciendo, Jackson es… —el menor atacó su cuello dejándole sin habla.

 

Mark perdió el control de sí mismo. Cuando menos pensó ya se encontraba en la cama, encima de Jin Young que gemía con cada toque. Quitó la camisa del menor y succionó su torso y estómago, los papeles se invirtieron y Jin Young hizo lo mismo deteniéndose en el estómago lleno de cardenales del mayor, debía doler, por lo que besó con suavidad sin dejar de sonreír. Kuego bajó sin pensar los pantalones y bóxer del pelirrojo, pasando así a besar las piernas y dejando libre el miembro casi erecto del otro. No esperó nada, sólo abrió su boca y comenzó a chupar aquel trozo de carne logrando que el cuerpo de Mark se arqueara de satisfacción y a la vez dolor por apretar cada músculo ya mallugado de su cuerpo por la pelea pasada.

 

Mark se sentía bien, no quería que el menor parara, así que lo tomó con cuidado del cabello y le empujó para que profundizara en ello. No tardó mucho en derramar todo y sonrojarse por no alcanzar a avisarle al otro. Jin Young no se preocupó por lo que acababa de tragar y se lanzó a besarle de nuevo. El mayor aceptó aquel beso y posó sus manos en las caderas de su ex novio para comenzar a deshacerse de lo que restaba de la ropa, que con suerte bajó con exagerada facilidad, y luego se posicionó sobre él.

 

El corazón le latía tan rápido que podría salirse de su pecho, estaba renovándose en aquel momento, llenándose de todo lo que le había faltado en los últimos meses. Todo iba muy rápido y Mark no quería apurarse tanto, pero su cuerpo sentía aquella necesidad y miedo de que Jin Young desapareciera en cualquier momento. Volvió a posicionarse encima de Jin Young y lo besó desde la cabeza hasta la cintura, pero se detuvo al recordar algo.

 

—No tengo lubricante —expresó con cierto pesar en la voz.

 

—Sólo hazlo, idiota —mandó Jin Young abriendo sus piernas sin pensar en el dolor que le sería infringido.

 

Mark lo miró indeciso, sin embargo, comenzó a introducirse sin prepararlo en absoluto, el otro gimió de dolor y al final de todo terminó haciéndolo por placer. El pelirrojo comenzó a moverse sin dificultad provocando sensaciones y gritos que tal vez los vecinos escucharían. Junior fue el primero en derramar su semilla, seguido al momento por Mark que salió del menor y se arrojó a su lado. Todo había sido tan rápido y desesperado. Algo dentro de Mark rogó porque no fuera un sueño.

 

—Te amo —necesitaba decirlo, soltarlo, gritarlo, pero luego pensó en que había sido estúpido decirlo al ver los ojos llenos de lágrimas del menor. Sabía que estaba sintiéndose culpable, él se había aprovechado de la situación y su ex novio robado lo odiaría más de lo que ya lo hacía.

 

—Yo… lo siento —Mark ya esperaba aquellas palabras “lo siento, fue un error”, lo veía venir.

 

—El que lo siente soy yo —se sentó en la cama—, no debí dejarme llevar por la situación, sé que ya amas a Jackson, él es tu presente, yo… ni si quiera me recuerdas, así que de nuevo olvida todo por favor —pidió evitando llorar.

 

—¿Realmente quieres que lo haga? No amo a Jackson, él me dice que lo hago pero no lo siento así, esto… ha sido diferente, no puedo recordarte pero me siento completo —soltó haciendo que Mark lo mirara sin entenderlo.

 

—Él es tu novio.

 

—¡¿Quieres parar?! —gritó Jin Young sentándose en la cama—. Ahora sólo quiero saberlo todo. ¿Por qué me siento así? ¿Por qué dicen que Jackson es mi novio cuando realmente he leído notas en las que te decía te amo? ¿Ah? ¿Puedes explicarlo? ¡Dejen de mentirme maldita sea! ¿O quieres que llame ahora mismo a Jackson para que me lo explique todo?

 

—Sin Jackson no puedo decir nada.

 

—No me importa —Jr le retó con la mirada—, entonces voy a llamarle —tomó su ropa interior y se la puso mientras intentaba caminar fuera de la habitación, Mark hizo lo mismo y le detuvo en el umbral de la puerta.

 

—Te lo voy a explicar, sólo dame tiempo —imploró el pelirrojo.

 

—Tiempo es el que he perdido intentando recordarlo todo, habla ahora —gruñó entre dientes.

 

—Siéntate —exhaló Mark pensando por dónde comenzar y soltó todo lo sucedido.

 

Al final de la confesión, Jin Young se había quedado en blanco, odiaba a Jackson y quería golpear a Mark. ¿Cómo habían podido mentirle?

 

—¡Eres un idiota! —le gritó mientras empujaba su cabeza y comenzaba a sollozar.

 

—Ya no podía hacer nada —se dejó golpear bajando la mirada.

 

—¿No decías amarme? ¿Por qué me dejaste ir así? ¡¿Por qué?! —Jin Young consiguió empujarle, ignorando si lo lastimaba o no, estaba enojado consigo mismo por no recordar nada, y con Mark por dejarlo estar con alguien que no quería.

 

—Yo escapé… anduve por diferentes lugares pensando en cómo no hacerle daño a Jackson, imaginando la forma de recuperarte sin herir a ninguno de los dos, y cuando regresé te veías muy bien con él, yo ya era el mal tercio así que decidí quedarme callado y evitarlos.

 

—No debiste hacerlo.

 

—¡Lo sé! ¡Lo sé! Pero tú sí amas a Jackson, te he escuchado decirlo —soltó casi resignado.

 

—Estaba convenciéndome de que lo hacía, él aseguraba que mi vida era como él me la contaba —profirió mirándolo a los ojos.

 

—¿Qué te hace pensar que no soy yo el que está mintiendo? Además, celabas a Jackson conmigo. Estás actuando precipitadamente, no me recuerdas, es casi lo mismo como que no me conocieras, Jackson te ama, tú ya llevabas un vida normal a su lad… —Jin Young estampó su mano contra la mejilla del pelirrojo.

 

—Todo es por tu culpa, nada hubiese sucedido si no te hubieses quedado mudo, sólo te dedicaste a fingir que eras una pared más de esta casa, ¡pude saberlo todo pero lo ocultaste! —sollozó.

 

Mark no soportó aquella situación y lo besó, estaba luchando contra la realidad. ¿Realmente estaba sucediendo? Se negó a continuar creyendo que era un sueño y decidió volverse egoísta, así como su mejor amigo lo había sido cuando Jin Young había perdido la memoria, al final de cuentas, él siempre fue suyo y Jackson lo había robado descaradamente.

 

—Ahora hazte cargo de todo, demuéstrame que sí me amas porque al parecer yo siempre lo he hecho a pesar de no recordarlo —encaró Jr.

 

 

 

***

Había amanecido, no entendía en qué momento se había quedado dormido, pero sintió ganas de sonreír al ver a Mark aun durmiendo a su lado. Debía recordar, forzarse a hacerlo, pero antes necesitaba aclarar cierta situación. Bajó de la cama y fue a su habitación en busca del teléfono móvil, no dudó en marcar el número Jackson, el cual a la quinta vez respondió la llamada.

 

Hola cariño, estaba recibiendo mi maleta, en treinta minutos llegaré a casa —respondió Jackson sin dejarle hablar.

 

—Jack… —fue interrumpido.

 

Me escapé en bien el cura declaró que mi hermana y su esposo eran una pareja felizmente casada, ya podrás dejar de sentirte agobiado por estar sólo con Mark —expresó.

 

—Ya cállate de una vez y déjame hablar —casi susurró—, no regreses, ya lo sé todo y en realidad no quiero verte —soltó como si nada.

 

¿R-recuperaste la memoria? —aquella voz temerosa y nada común en Jackson le confirmó lo que ya tenía noventa y nueve por cierto seguro.

 

—No lo hice —aclaró sin saber si había sido escuchado ya que la línea se había cortado.

 

No volvió a insistir, creyó que Jackson ya había tenido todo claro, posiblemente Mark se enojaría, él no entendía cómo podía tenerle tanto aprecio después de todo lo que había hecho. Dejó de tomarle importancia a la situación y se fue a  tomar una ducha.

 

 

Jackson batió la puerta de la entrada principal haciendo más ruido del necesario, su cuerpo sudaba, además su respiración era agitada por haber corrido hasta su hogar. Estaba furioso, subió las escaleras de dos en dos y fue directamente hasta la habitación de Mark que tenía la puerta abierta. Se detuvo a encontrar las fotografías regadas por el suelo, además de la ropa de su novio y la de Mark esparcida por toda la habitación.

 

—Prometiste no decir nada —habló lo suficientemente fuerte como para despertar a su mejor amigo.

 

Mark abrió los ojos con lentitud y luego se sentó en la cama al ver a Jackson en un estado tan deplorable, pasó su mirada al lado izquierdo de su cama buscando el cuerpo de Jin Young, pero no le encontró allí. De un momento a otro y sin esperarlo, Jackson se encontraba apretando su cuello sin querer soltarlo.

 

—J…ack —intentó decir el pelirrojo tratando de zafar la mano del menor.

 

—¿Te haces llamar amigo? ¿De verdad? —escupió egoístamente—.  Esperaste a que me largara para soltarlo todo —Jackson empuñó su mano y la estampó contra el rostro del mayor.

 

Jin Young salió de la habitación al reconocer los alaridos de Jackson, casi gritó al ver a Jackson sobre Mark, golpeándolo. No lo pensó dos veces y jaló al joven haciendo que lo soltara. El pelirrojo, que ya tenía el rostro morado, se incorporó tratando de tomar todo el aire que podía, mientras que Jackson se encontraba en el suelo mirándolo con el mismo enojo.

 

—Vete Jackson —pidió Jin Young sin mirarlo y ventilando a Mark—, desaparece, ya has causado daño suficiente. Aléjate de Mark, él no merece tener como amigo a alguien como tú.

 

Aquellas palabras se clavaron en el corazón del chino.

 

—Jin… yo —el otro no le dejó continuar.

 

—¡¿No escuchaste?! ¡Qué te vayas, maldita sea! —chilló, clavando sus ojos en él—. Casi lo matas, has llegado muy lejos por tu egoísmo. ¡No todo puede ser para ti!

 

—¡No es egoísmo! —Jackson se puso de pie—. Sólo lucho por lo que quiero —comenzó a acercarse a Jr.

 

—No te acerques —advirtió Jin Young.

 

—Jack —un graznido salió de la boca de Mark.

 

—Tú no hables —le amenazó Jin Young—. Me enteré por mí mismo de todo, no fue culpa de Mark así que vete, no te vuelvas a acercar —Mark apretó la mano de Jin Young suplicando porque no continuara—. ¿Qué estás esperando? ¡Empaca tus cosas!

 

Jackson no pudo hacer más, apretó sus puños y salió de la habitación sin mirar a Mark, el cual se paró para seguirlo pero Jr no se lo permitió.

 

—Tú te quedas aquí, ¿no tuviste con todo lo que te hizo? ¿Quieres más? —Mark negó con la cabeza y se fundió en sus pensamientos.

 

Conocía a Jackson desde que tenía uso de razón, fueron vecinos y luego quisieron demostrar lo responsables que podían ser yéndose a vivir juntos a Corea. Creyó que envejecería al lado de su amigo, que nunca se separarían y se ayudarían tanto en las buenas como en las malas, él nunca le dejó sólo, sin embargo, Jackson no pensaba igual, siempre vivía para él mismo, quería sobresalir ante todos y opacarlo. Tal vez nunca fueron amigos, sólo un par de conocidos y uno de ellos quería competir sin haberle dado inicio a la carrera.

 

Salió de sus ensoñaciones cuando Jin Young lo besó. Esos labios llenaron el vacío y desesperación que sintió cuando Jackson cruzó la puerta. Debía aprender a vivir sin él y si realmente Jackson le consideraba su mejor amigo, regresaría y pediría disculpas, arreglarían todo y él olvidaría lo sucedido, porque a pesar de todo siempre tendría las puertas abiertas para su mejor amigo. Por otro lado Jin Young había dejado de besarlo, pero sin quitar la mirada de su rostro. Era desesperante no recordar nada, quería hacerlo, recuperar aquellos momentos tan felices que había vivido con aquel joven.

 

—¿Qué pasa si nunca recuerdo? —inquirió dándole un suave beso en la mandíbula de Mark.

 

—Nada. Crearemos nuevas historias para que puedas mantenerlas en tu cabeza —expresó el pelirrojo con voz suave y una sonrisa perfecta.

 

Jin Young sonrió y se recostó en el pecho de Mark. Por fin se sentía lleno y no lo invadía aquella sensación que le advertía que lo que hacía no era lo que realmente quería. Mark también sonreía, por fin volvía a tener a Jin Young a su lado a pesar de que de nuevo, había perdido a alguien.

 

Fin.

Notas finales:

Es tan ghei ¿no? una vez una apreciada lectora nos dijo que Lord escribía Amarillo y yo escribía gris, pero definitivamente este one shot se pasa de amarillo XDDDD no puedo con esto. Recuerden que desde Bang I&U los adoro y no saben cuánto he extrañado sus reviews ¡Muchos besos y abrazos!

¡LOS ADORO

 

Lord T_T, ¿te he dicho que te aprecio mucho? por eso siempre quiero que estés bien :'( SIEMPRE, SIEMPRE BIEN :)


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