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***La pareja de mi padre*** por Lilith_03

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Notas del fanfic:

Hola!!! Jejeje...soy una nueva escritora, principalmente en esta categoría ya que es la primera vez que escribo un fanfic como este. Espero que les guste. ByeBye Lily.

P.D. Quería agradecer a mi amiga, Alois Trancy, quién me obligo a continuar el fic a pesar de ser una persona muy peresoza jejeje. Muchas Gracias por tus torturas.

Notas del capitulo:

Me gustaría que dejen su opinión ya que me interesa saber que es lo que les parece ya que, después de todo, este es mi primer fic desde que inscribi. Jejeje desde ya, gracias.

La obra "Harry Potter" le pertece a su respectiva autora, este fic es sin fines de lucro así que les invito a disfrutarlo a cualquiera que le interese esta pareja.

1_ PLAN DE VENGANZA PLACENTERO

 

POV SCORPIUS

_ ¿Quién es él y qué hace aquí?- le pregunté a mi padre, mientras señalaba despectivamente al hombre enfrente de mí. Lo veía con algo de desconfianza ya que jamás había conocido a alguien que tuviera una cicatriz en forma de rayo era lo que más me había la atención, además de sus hermosos ojos verdes que parecían un bosque en el que uno podría…

_Scorpius- llamó mi padre captando toda mi atención, interrumpiendo mis estúpidos pensamientos sobre este hombre quién no parecía ser mucho mayor que yo- Él es Harry, tiene mi edad y desde hoy va a vivir en esta casa porque él es mi nueva pareja…-ante esa declaración, mis ojos se abrieron en completa sorpresa.

_ Hola, mucho gusto…-extendió su mano algo tímidamente el hombre llamado Harry, la cual yo tomé inmediatamente para no quedar como un maleducado ante él y mi padre.

_ Hola, es un placer conocerte, Harry…-dije con la sonrisa más cortés que pude sacar- Mi nombre es Scorpius, pero como mi padre no me presento puedo suponer que él ya te ha hablado de mí…- pregunté formalmente de manera indirecta a lo que él asintió con una pequeña risilla en el proceso, mientras que mi padre solo ignoraba la conversación seguramente algo avergonzado. Era gracioso ver a alguien tan serio así por unas simples palabras.

_ Sí, él ha hablado mucho de ti- dijo sonriéndome de manera cálida lo que hizo que me sonrojara un poco ya que jamás vi a alguien, además de mi madre, esbozar una sonrisa tan bonita.

_ Bueno, vamos, Harry- dijo mi padre tomando delicadamente la mano de su pareja- Tienes que desempacar- le dijo con una pequeña y suave sonrisa, para luego mirarme- ¿Scorpius has hecho tu tarea?- me preguntó y yo asentí simplemente, para ver a continuación como ellos se dirigían hacia la habitación de mi padre la cual sería ocupada también por mi padrastro.

Suspiré y solo me dirigí a mi habitación. Era casi las diez de la noche y ya me sentía algo confundido por la gran sorpresa de mi padre. Jamás lo vi salir en la noche o en otro momento, ni siquiera sabía que ya había superado la muerte de mi madre. Incluso después de cinco años, a mis diecisiete, no podía olvidar la muerte de Astoria, mi madre y la persona que fue lo más valioso que tuve en mi vida. Comprendía a mi padre, después de todo era un hombre joven de treinta y cuatro años, viudo y con un hijo que necesitaba una pareja con la cual poder estar los años que le restaban de vida. Sin embargo, sentí una pequeña molestia al saber quién era ese hombre ya que muchas veces pude escuchar a mis padres discutir sobre un hombre llamado así, aunque realmente no podía recordar muy bien el contenido de esas peleas ya que era muy pequeño y lo único que se grabó en mi memoria fue ese nombre que se repetía en cada una sin parar.

Deje de comerme la cabeza pensando en aquello y solo me recosté en la cama para tomar una siesta, la cual me era muy necesaria en este momento para asimilar lo que pasaba y lo que pasaría en mi vida de ahora en adelante. Poco a poco, sentí el sueño venir y fui cerrando mis ojos hasta ver todo completamente negro.

“De un momento a otro, me vi en frente de mis padres. Ellos peleaban, gritaban. No entendía absolutamente nada de lo que pasaba, intenté con desesperación llamar a mi madre, pero ella no me escuchaba ni tampoco mi padre. Solo discutían y discutían, sin embargo yo no oía que era exactamente lo que decían hasta que oí un nombre que se me hacía absolutamente conocido.

_…Harry Potter!!- le escuché gritar a mi madre- ¡Con él me engañas, ¿No, Draco?!- preguntó cínicamente- ¡Ja! ¡Crees que no sé qué la amistad que tienes con aquel!! ¡Crees que no te escuché como lo llamabas mientras dormías! ¡Eres un maldito me has…-antes de que pudiera terminar mi padre intentó tomarla de su brazo, pero ella se alejó inmediatamente- ¡NO ME TOQUES!- exclamó con todas sus fuerzas, para luego darle una bofetada a mi padre quién solo la miraba con rabia, pero a la vez con un deje de arrepentimiento en su mirada.

¿Por qué? ¿Qué es lo que pasaba? ¿Mi padre era… ¡NO! ¡NO! No es cierto, él no pudo haberla traicionado, no pudo haber provocado las lágrimas de mi madre solo por un…no. Quise acercarme y abrazarla, pero no podía tocarla. Nunca parecía alcanzar la figura de mi madre, se alejaba cada vez más con esa mirada de sufrimiento en su rostro. Todo fue culpa de él, de Potter, aquel idiota que sedujo a mi padre con sus encantos. Él tiene la culpa de todo su sufrimien…”

_ ¡MADRE!- exclamé desesperado, encontrándome en mi cama con un sudor frío cubriéndome todo el cuerpo- ¿Qué…

_ ¡Scorpius!!- exclamó mi padre preocupado entrando a mi habitación, seguido por aquel maldito que osaba poner una mirada de mosquita muerta en su rostro- ¿Qué ha pasado? ¿Estás bien, hijo?- preguntó “el traidor” como llamaría de ahora en más a este que se hacía llamar mi padre cuando era el causante del sufrimiento de aquella persona tan importante para mí- ¿Scorpius?- volvió a preguntar al saber que yo le ignoraba.

_ Estoy bien- dije, poniendo mi mano en mi cabello tratando de alejar esas hebras rebeldes que impedían que mirara a esos traidores- Gracias, pero… ¿Podrían irse? Quiero dormir, mañana tengo clases y será un día cansado- vi como mi “padre” puso mala cara ante mis palabras tan bruscas, pero, sin embargo, lo aceptó cuando vio la mirada condescendiente de su amante diciéndole que me dejara por ahora.

_ Bien- solo respondió, para luego pasar su brazo por la espalda de Potter para guiarlo caballerosamente a la salida de mi habitación; cerrando la puerta a su salida.

Espere a que los pasos se alejaran para sacar toda mi rabia, golpeando con fuerza la pared hasta que deje mis nudillos sangrando por la fuerza con la que realice esos golpes. Eran unos malditos traidores que engañaron a mi madre, quitándole poco a poco su felicidad. Carcomiéndola hasta matarla. Los odio, debo vengarme…deseo hacerlo. Pero, ¿Cómo? ¿Cuál sería la mejor forma de hacerle sentir a mi padre lo que sentía ahora?

_ Hacer mío a Harry- susurré, sonriendo de inmediato ante mi idea- Que mejor forma de hacerle sentir esa traición…lo conquistaría, sería mío…-pensaba, comenzando por inercia a tocar mis labios con suavidad como cada vez que pensaba seriamente en algo.

Deje de pensar en eso y solo volví a recostar mi cabeza en la almohada, mientras pensaba en lo que haría para acercarme a él. Mientras cerraba mis ojos, unos ojos verdes aparecieron por en mi mente, para luego desaparecer y dejar solo la oscuridad.

AL DÍA SIGUIENTE

Me levanté al otro día, para luego bañarme y tomar el uniforme de mi instituto. Al salir de la ducha, entré a mi cuarto y me quite la toalla de la cintura para comenzar a cambiarme. Me puse la ropa interior y los pantalones cuando...

_Scorpius- dijo Harry entrando, sonrojándose de inmediato al verme medio desnudo. Sonreí al verlo, sin duda esta sería una buena oportunidad.

_ Harry deberías tocar antes de entrar…-murmuré con sonrisa seductora, acercándome a él lentamente- No siempre sabrás si estaré en con pantalones…-declaré y él se sonrojo aún más.

_Lo…lo siento, Scorpius- susurró y sonreí al darme cuanto como disimuladamente miraba mi bien formado abdomen- Mejor me voy…-volvió a decir a punto de irse, pero de inmediato tomé su brazo atrayéndolo hacia mí.

_ ¿Te gusta lo ves, Harry?- susurré en su oído, atrayendo una de sus manos a mi abdomen para que lo tocara, mientras sentía como las pequeñas gotitas seguían descendiendo por mi cuerpo.

_ Y-yo…-la alejo inmediatamente, saliendo del cuarto luego.

_Jajajajaa…que fácil- dije riendo suavemente, volviendo a buscar mi toalla para terminar de secar mi abdomen. Luego de eso, me puse mi camisa- la cual siempre dejaba fuera del pantalón ya que ponerla adentro me parecía algo tremendamente soso y aburrido-  para luego ponerme mi chaqueta verde y plata que correspondía al instituto Slytherin.

Lo único bueno que tenía vivir en esta familia era su posición económica, la cual era muy elevada al ser dueños de unas de las fábricas más antiguas y prestigiosas de Inglaterra. Ser rico y poderoso tenía sus beneficios y uno de estos era el poder estudiar en una de los dos institutos más importante del país. Los cuales eran Slytherin- al que yo asistía- y Gryffindor. La verdad para mí no fue difícil escoger una de las dos ya que la mayoría de mis héroes fueron a Slytherin.

Luego de cambiarme, me mire en el espejo para comprobar mi apariencia. Siempre me gusto verme en el espejo y comprobar que era una persona con una cierta belleza, disfrutaba viendo como cualquiera caía a mis con solo darle una sonrisa entre cortés y seductora. Narcisista, tal vez. Sin embargo, estaba satisfecho con ello. Me di una última mirada y salí de mi habitación para desayunar.

_ Hola, Padre- sonreí falsamente y, luego, miré a Harry con una sonrisa seductora a lo que solo respondió esquivando mi mirada. Amé ver por un momento la vergüenza en su mirada verdosa- Buenos Días, Harry- saludé también y me senté luego de que ellos correspondieran el saludo- Bueno, me voy…-dije mirándoles, luego de comer. Ellos me saludaron y yo tomé mi mochila, para luego irme.

Caminé lentamente disfrutando del bello paisaje ya que había salido temprano de mi casa. Pensé en los horarios de mi padre, él no vendría hasta la noche por lo que tendría mucho tiempo para “pasar” con Harry.

Llegué al insti y solo tiré mi mochila en mi pupitre, para luego sentarme y mirar el paisaje que se encontraba del otro lado de la ventana. No tenía muchos amigos aquí, pero aún así disfrutaba de ver el paisaje al igual que en los recesos cuando me sentaba a leer cerca de un bello manzano que se encontraba en la parte trasera- la cual era la más desolada- Tras escuchar la campana que daba comienzo a las clases, llegó el profesor de historia quién de inmediato empezó con su lecciones.

Esperé a que el primer receso sonara con impaciencia, prestándole mínima atención a las palabras de aquel profesor con una voz tan irritante. Al fin toco el timbre que indicaba que era el momento de salir de aquí con el libro se encontraba de turno para leerlo en aquel árbol como lo hacía todos los días. Ignoré a todos mis compañeros los cuales hablaban entre sí de cualquier banalidad que se les pasara por la cabeza y salí primero de aquel asfixiante salón de clases.

Caminé hasta la parte trasera del colegio e hice exactamente lo pensé hacer desde el principio. Sin embargo, tiré el libro cuando violencia cuando me di cuenta que ni siquiera podía concentrarme en las palabras que en el leía. Esos ojos verdes carcomían mi mente y todos mis sentidos junto con ella.

_ ¿Qué demonios está pasando?- susurré mirando el libro que se encontraba a unos metros de mí.

_Nunca te vi tan nervioso como para tirar tu precioso libro de turno- dijo una voz engreída que reconocí inmediatamente- ¿Se puede saber que te pone tan mal, Malfoy?- preguntó Dylan con una sonrisa de suficiencia, acercándose a mí para tirar el libro en mi regazo- Jajaja es raro ver a alguien como tú así…Mmm, como lo diría, distraído… ¿O tal vez enamorado? ¿Acaso hay alguien en tu cabeza?- preguntó tocando con su molesto dedo mi sien y, respuesta, me paré y lo empujé bruscamente.

_ ¡¿Y tú?! ¡¿Qué demonios haces espiándome?! ¡Mi vida no es asunto tuyo!- le grité, para luego tomar mi libro enojado y largarme, enojándome aún más al escucharlo reír fuertemente.

Maldito idiota, mirándome de esa manera burlona con esos ojos grises que hacían que todas las idiotas cayeran a sus pies. ¿Quién se creía? No lo soportaba la verdad, sin embargo odiaba admitir que lo consideraba un amigo, para mi desgracia. Después de todo, aquel idiota me había ayudado mucho cuando murió mi madre.

_Grr…-gruñí por lo bajo, al sentir su mano en mi hombro- ¿Qué quieres, Dylan?- pregunté mirándole.

_ Jajaja lo siento por lo de antes- dijo con la misma sonrisa despreocupada que le veía desde que lo conocí- Simplemente me parece que enojado te ves más lindo- reí un poco, sin duda el maldito sabía hacerme reír solo con simples payasadas fingiendo ser gay cuando, en realidad, yo sabía perfectamente que tenía una chica de la cual estaba profundamente enamorado.

_Idiota- le sonreí, para luego tomarlo de los hombros y voltearlo al ver a su “amiga” especial viniendo hacia nosotros- Ve con ella- le dije al tonto al que se le estaba a punto de caer la baba, para luego empujarlo- ¡Me voy!- le despedí con una sonrisa y me dirigí a mi casa.

Al llegar, entré y vi a Harry quién se encontraba haciendo el almuerzo con una sonrisa que se desvaneció al verme. Hice volver a aparecer mi expresión seductora en mi rostro, para luego sentarme en la mesa esperando a que él me acercará el plato con la comida.

_Hola…- le dije amigablemente, mirándole de la manera más penetrante que me salía intentando hacer que su nerviosismo saliera a flote. Comprobé que funcionó cuando se tensó estando de espaldas delante de mí.

_H-hola- respondió bastante nervioso a lo que yo reí- ¿De qué te ríes?- me preguntó volteándose dejándome ver sus hermosos ojos verdes, para luego comenzar a acercarse lentamente hacia a mí como si me tuviera… ¿Miedo?

_ De nada- dije con una sonrisa de oreja a oreja, mientras esperaba que se acercase lo suficiente a mí para poner en práctica mi pequeño plan. Al llegar a una cierta distancia, lo tomé por la cintura e hice que se sentará en mi regazo, viéndole como en seguida su rostro se enrojeció- Oye, Harry…-susurré en su oído y sentí como tembló suavemente, sin duda este traidor sabía fingir muy bien su nerviosismo con esa mirada tímida y mejillas sonrojadas seguramente hacía que, cualquier hombre que le mirara, cayera a sus pies ante tan inocente belleza- “¿Pero en qué demonios estoy pensando?”- me dije a mí mismo, mientras comenzaba a acariciar lentamente su mejilla poniendo una sonrisa seductora fingida gracias a estas malditas preguntas que comenzaron a florecer a en mí.

_ ¡¿Q-qué haces?!- gritó Harry, para luego levantarse estrepitosamente de encima de mí haciendo que casi me cayera de la silla lo que realmente me parecía gracioso aunque eso me conllevara a pensar que tal vez mi salud mental peligraba.

_”Aunque eso también me da igual”- medité con una de mis manos en mi mentón.

_ ¡OYE!- exclamo Harry, furiosos- ¡Préstame atención cuando te hablo!- dijo y yo volví a mirarlo con una sonrisa, para luego pararme aguantando una carcajada al ver como de inmediato el retrocedió otro paso. Hice lo mismo de nuevo, obteniendo él mismo gracioso y falso resultado. Odiaba ver su cara de mártir inocente aumentar cada vez que me acercaba a él cuanto que yo sabía que él era solo una maldita zorra que no había tenido piedad de su madre engañarla de manera tan descaraba con el hombre que amaba.

_Deseas mi atención, ¿No?- murmuré a la vez que terminaba de acortar distancias con él dejándole atrapado entre mí cuerpo  y la mesada de mármol negro de la cocina en las cuales apoyé mis manos, encerrándolo completamente- Pues la tendrás si pagas un precio- note la duda en esos ojos verdes que se encontraban gobernando todas y cada una de mis pesadillas, me acerqué lentamente a sus labios. Realmente estaba descontrolado. Aquellos rosas y carnosos labios eran a los deseaba con una ferviente pasión. Lo besé, probando aquel placer prohibido que tanto que me llamaba, que tanto me seducía. Sabía que no debía distraerme de mi objetivo el cual era enamorarlo hasta destrozar completamente su relación con mi padre cuando se enterara que su amante era nada más y nada menos que su adorado hijo.

_Y-ya…-susurró luego de que rompiera el beso, el cual correspondió aunque de manera algo tímida lo que me llamó la atención ya que jamás en mi vida había sentido que alguien se estremeciera en mis brazos con solo un beso de mi parte. Fue algo tierno, pero yo sabía de sobra que aquel hombre fingía. Tanta inocencia a su edad no podía existir.

_Con esto, ahora tienes toda mi atención…-dije separándome de él, para luego sentarme en la silla, sin embargo, al hacerlo, me llevé la sorpresa de mi vida.

Notas finales:

Jejeje...Espero que les haya gustado, ByeBye


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