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Sueño... por barahime

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Notas del fanfic:

Yo se que no tengo derecho a publicar más cosas, porque tengo más fics que terminar, pero u.u la inspiración no me llega, ya saben cómo soy XD

 

Notas del capitulo:

Ultimamente a mi me cuesta dormir u.u

La uni se pone cada vez más ruda y por eso no he podido actualizar, a parte mis compromisos de novia no me dejan mucho tiempo XD

Espero les guste y si no pos me mato, por que es lo unico que he escrito desde puffff (ya no me acuerdo).

 

Sueño…

 

Últimamente he dormido más de lo normal, hay veces en que puedo pasar todo el día durmiendo, y no importa, no tengo nada más que hacer.

 

A veces me pregunto si no estaré enfermo, si acaso no habrá algo mal en mí… pero de pronto me gana el sueño y ya nada importa; sigo durmiendo.

 

 

Kouyou llega todos los días a las once de la noche, a veces cuando llega yo ya estoy dormido por lo que si mi sueño no es tan pesado siento cuando ocupa su lugar junto a mi, siento como la suave superficie se hunde ante su peso y su calor de pronto llena mi cuerpo. Si no, ni lo siento…

 

—Buenas noches— susurra despacito como no queriéndome despertar, besa mi frente y si es que acaso mi cabello está muy enmarañado lo alisa un poco, suavemente, como si me arrullara.

—Buenas noches— llego a susurrar si es que estoy ya despierto, lo miro con una sonrisa que poco a poco desaparece con el sueño que me invade de nuevo.

 

Kouyou no dice mas, solo se acomoda a mi lado y pasa lentamente sus brazos alrededor de mi cuerpo. Siento su respiración algunos minutos hasta que del mundo ya no se nada.

 

A veces he pensado en ponerme a trabajar, o seguir tocando la guitarra como antes lo hacia, pero Kou dice que no es necesario, que con lo que él gana en su trabajo es suficiente, que si quiero seguir con la guitarra que lo haga; pero cuando llega la tarde y me apetece tocar, el sueño me invade y me da pereza ir a buscar la guitarra al desván. No hago nada en todo el día, en ocasiones leo un poco sin embargo poco a poco el sueño me atrapa hasta dejarme caminando adormilado hasta la cama, o en el sofá, incluso la alfombra… donde me agarre Morfeo me dejo caer.

 

Hay días en los que amanezco tan adolorido que no puedo ni abrir los ojos, de pronto los abro y él ya no esta, tan solo una nota nueva cada día en la cómoda de la cama. Hay días en los que extraño mucho a Kou.

 

Kouyou llega todos los días a las once de la noche, normalmente siempre duermo a esa hora, pero hoy me hice a la tarea necesaria de no dormir. Cuando él llegó me miró sorprendido y me regaló una sonrisa, de esas que me contagian y termino riendo como tonto. Tomo su abrigo y lo dejo en el perchero mientras el entra a la salita y deja su maletín en el sofá café que tanto le gusta. Luego lentamente me rodea de la cintura y me besa dulcemente en la frente, en los ojos, las mejillas hasta llegar a la boca. Hasta llegar a la  cama.

 

Kou a veces llega tomado a la casa y no me importa, porque como hoy besa mis labios con premura, como si quisiera comérselos, a veces el sabor del alcohol es tanto que siento embriagarme hasta tener nauseas, pero con unos cuantos besos más y caricias se me pasa. Me gusta sentir sus labios húmedos,  el cómo me besa tan fuerte e intenso que el alcohol en mis labios arde, cómo sus dientes aprietan los míos hasta desgarrarlos un poco, y entonces la sangre y el wiski que toma se mezclan en mi boca. Sentir sus manos, sus dedos, su respiración agitada junto a la mía que parece querer unirse a la suya, son lo mejor de estos días en los que el desvelo no importa.

 

Las caricias de Kou son rudas, a veces termino con más de un hematoma en la piel, pero no importa… porque así me gusta que él sea; normalmente mis gemidos tardan unos minutitos en salir de mi boca, pero hoy la excitación es tan fuerte que los sonidos salen sin permiso robándole más de una sonrisa, una mirada coqueta…

 

—Te extrañé tanto Yuu…— me susurra al oído mientras me libera poco a poco de las prendas con las que suelo dormir. No soy quisquilloso como él, siempre termino en la cama con lo primero que veo.

—También te extrañé— contesto a sus palabras con las mejillas rosadas y la frente de repente bañándose en sudor.

 

Sus habilidosas manos se deshacen de mi ropa y la suya tan rápido como su respiración parece comerse a la mía, siento su lengua delinear mis labios, jugar entre mis dientes y danzar sabrosamente junto a mi lengua, hasta que parece que casi quiere tocar mi garganta. La saliva sale de nuestras bocas y brilla en nuestros labios con la luz tenue de la habitación, todo es tan excitante que me encanta y lo quiero dentro.

 

Kouyou tiene la manía de lamer casi cada parte de mi cuerpo antes de hacerse en mí, gozo tanto esa acción que exploto una o dos veces antes de tenerlo, pero hoy, cuando en verdad lo necesito aquella labor se torna tan lenta que necesito jalar de sus cabellos castaños para que su lengua suba un poco mas arriba de mis muslos, para que el gustito del calor de su lengua se trague mi esencia como si fuera agua. Y lo hace, con una sonrisa en sus labios, con esa mirada lasciva y tan coqueta que me hace delirar.

 

—Kou…— gimo de repente cuando siento la pequeña punta sobre la mía, tan lenta, tan tortuosa. Aprisa como si me corretearan quiero cambiar el ritmo de sus acciones pero no me deja, me toma por las caderas con tanta fuerza que sé que así como hoy, también mañana dolerá.

 

Cierro los ojos esperando con paciencia casi sufriente a que el momento de sentirlo dentro llegue, y llega, así de repente y tan de la nada que grito y abro los ojos grandemente para ver su sonrisita sádica. Siento sus labios de nuevo sobre los míos, ahora el licor se siente tan tenue que casi ya no parece estar ahí, en nuestras bocas que se comen hambrientas.

 

Sus manos recorren cada parte de mi cuerpo, lo rasguñan y apretujan con fuerza, con pasión, con esa lujuria que desborda de nosotros como todo el sudor que de nuestros cuerpos emana. Mis uñas se entierran en la suave piel de sus hombros, de su espalda, de sus fuertes brazos que me mantienen aprisionado. Bajo lentamente y aprieto sus nalgas, pegándolo más a mí, porque lo quiero más al fondo, mas adentro.  Kou sonríe y sonrío, nos besamos y amamos el momento, a nosotros, nos amamos. Porque Kouyou y yo somos amantes, amantes de esos que pasan los días alejados pero cuando se puede se unen tanto que parecen no querer separarse. Hoy creo… ya se cumplen tres años… de esos que se pasan tan rápido. Y entonces lo miro y el me mira, y amo sentir sus manos, sus dedos, sus caricias, su piel sobre la mía… sus labios, sus besos, su sabor… amo sus ojos, su mirada y cuando en ella me reflejo, me gusta su olor, me gusta cada parte de él, me gusta él y entonces lo amo.

 

Tal vez por eso me he mantenido despierto, tal vez por eso me besa y me da con tantas ganas…

 

Cuando los pequeños espasmos que me invaden se van haciendo cada vez mas fuertes cierro los ojos y Kou sabe lo que pasa, acelera el ritmo, me besa con mas ahínco, me muerde y araña hasta que de repente mi vientre se moja tanto que temo resbalar, hasta que mi interior esta tan mojado y lleno que siento que podría vomitar; cuando eso pasa Kou cae rendido sobre mi, sin importarle que se llene de mi vida, de todo eso que tenia guardado desde hace no sé cuándo fue la ultima vez que lo esperé despierto.

 

No sé cuántos “te amo” salieron de nuestras bocas en ese momento, no sé cuántos besos y rasguños recibieron nuestros cuerpos. Solo sé que de repente me siento muy cansado… pero soy un cansado muy feliz.

 

Lentamente se quita de encima y me besa la frente, creo que él ama darme besos en la frente, me sonríe y repite que me ama así como yo lo repito. Caminamos hacia el baño tomados de la mano y lavamos las pruebas de nuestro amor.

 

Cuando estamos de nuevo en la cama me abraza y me besa…

 

—Feliz aniversario— me dice colocando un pequeño anillo plateado que no sé de dónde ha sacado, yo lo miro embelesado y sonrío, siento que las lágrimas pueden caer de mis ojos en cualquier momento pero no lo hacen, en cambio me paro a prisa y saco del tocador, del tercer cajón una pequeña caja, con otro anillo plateado. Por casualidad el mío dice Kouyou y el que le he dado dice Yuu…

—Feliz aniversario— le digo con una sonrisa boba, con las mejillas acaloradas y los ojos vidriosos, tanto o mas que él.

 

Y nos besamos y abrazamos, la cama huele a nuestro amor y placer.

 

Y poco a poco cerramos nuestros ojos, hasta que el cansancio y el sueño nos matan.

 

Kouyou se va todos los días a las siete de la mañana, yo me despierto a veces por muy temprano al medio día. Cuando despierto estoy solo, siento entonces el frio de su ausencia, quisiera no dormir tanto, poder levantarme y darle los buenos días, poder prepararle el desayuno y decirle “ten un buen día”, pero no puedo.

 

Últimamente me siento muy cansado que duermo casi todo el día, y es que dormir me gusta, me gusta mucho, porque cuando duermo, sueño.

 

Y yo amo soñar con él…

 

 

Notas finales:

Bueno como lo ven fue cortito, no tuvo mucha historia ni siquiera chiste, pero desde hace un tiempo lo queria escribir.

Si me dejan un rew ya saben que me haran la extraterrestre mas feliz del universo.

Perdon por no haber actualizado los otros fics, ya no les prometo para cuando, pero espero sea pronto (es que no tengo compu en casa) y como hoy no tuve clase, estoy en la biblio haciendo esto de a rapidin.

Los amo y gracias por leer.

 

Espero en verdad sus rewsitos OuO

 

Sayo~

 

Kira...


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