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Mi amor encerrado en su torre. por Layonenth4

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Notas del fanfic:

Sinceramente, nunca vean películas con sus pequeñas sobrinas mientras buscan inspiracion para un fic xD

Parejas:

 Harco

 

Y leve mencion de:

TomxJames

LuciusxRemus

SeverusxSirius.

  

Para todas las edades pero mencino de MPREG y en universo AU. 

Este fic esta inspirado en "Barbie como Rapunzel", y con los miembros de los personajes del fandom "Harry Potter", más sin embargo ni la trama y dicho fandom me pertenecen. Esta historia es de fans para fans sin fines de lucros y lo unico de mi autoria es el desarrollor de la misma. 

 

 

 

Notas del capitulo:

La trama es de la compañia de Mattel/Barbie y yo solo la tome como ejemplo, sin fines de lucro o sabotaje. LA historia verdadera es de "Los hermanos Grim".

Harry Potter y su mundo no es de mi propiedad, sino de J.K. Rowling. Igualmente, yo solo tengo fantasía homosexiales :3

PROLOGO.

“Infinito como las estrellas del cielo

Nuestro amor por ti es duradero”

 

De colores anaranjados y rojos se adornaba el cielo, el sol despidiéndose tras las orillas del mundo, mientras daba sus últimas luces al castillo sobre la colina. Una gran despedida daba el sol y dentro de la recamara que daba a la terraza con la vista más bella, tres hombres se encontraban platicando mientras esperaban al cuarto anfitrión.

— Muy bonito Remus, en verdad muy bonito. — un castaño de buena cuna y encanto atractivo sostenía una caja de plata pura leyendo su inscripción una y otra vez encariñado con la frase.

En realidad era un estuche y adentro sabía, se hallaba reposando una varita aun más hermosa, en espera de que su futuro dueño sea digno de obtenerla. Para un James Gaunt Potter, quien era difícil de impresionar (pregúntenselo a su marido) se quedo enamorado del singular obsequio. Estaba pensando seriamente en hacer un puchero a su marido y padre de su hijo para obtener un presente igual de bonito, pero un rubio de porte digno de su realeza y fastidio distinguible le corto su plan.

— ¿Es en serio Potter? — el hombre lo miraba fastidiado y absteniéndose de decir alguna de sus tonterías. Que Tom no estuviera presente no significaba que no temiese si ofendía a su pequeño consorte — Esperemos que cuando crezca, a mi hijo de verdad le siga gustando.

— ¡Oh, cállate Lucius! — el nombrado rodo los ojos exasperado mientras recibía el leve golpe de su compañero y amor, su castañito de ojos miel. Un castañito de ojos miel verdaderamente ofendido — ¡Es tradición familiar que yo le escoja el regalo a mi hija o doncel! ¡Tú se lo escogiste a mi Cissy solo porque nació primero!

— Cissy es mi heredera y por lo tanto, mi derecho. — No, el rostro de Remus no cambio y James soltaba risitas apenas contenidas. Lucius sabias que estaba en verdaderos problemas pero frente a Potter no quería admitir nada — Adamas…

— Lucios, mejor cállate porque contra él nunca ganas. — las puertas abiertas con rapidez por los guardias, un elegante hombre alto y de buena vista entro con toda el aura que lo caracterizaba como lo que era: Rey.

El matrimonio rubio hizo una reverencia con formalidad, el castaño hizo ademan de inclinarse como su educación  le dictaba pero como siempre, su esposo y rey le tomaba del mentón y sonreía un micro momento. Siempre han sido esos detalles que mantenían a James enamorado.

Cuando Tom regreso el saludo como debía ante otro monarca, todos tomaron asiento y las formalidades se esfumaron. Eran amigos dentro de una sola habitación, ¿a quién coños le importaba las reglas de etiqueta?

— Tom, quiero un hijo doncel o una hija. — James hablo tan emocionado y con rapidez como un niño. El azabache de ojos verdes simplemente elevo una ceja y miro a sus amigos frente a él buscando una explicación.

Que observará la caja que James tenía en manos y sabiendo que ese era el regalo de Remus para su hijo doncel le dio una idea en menos de medio minuto. Obviamente, no quería aceptar pensando que con tener un heredero le era más que suficiente, miro con neutralidad a su mimada pareja

— Te pediré un perro y harás lo que quieras con él, ¿sí? — pero su resultado fue la sonrisa que significaba “si no tengo lo que quiero, quedas en abstinencia” y después James siguió mirando la cajita con adoración. Tom trago grueso y se sentía entre la espada y la pared.

No queriendo admitir que si volvía a tener un bebe, esta resultaría niña o doncel y sabiendo que sería tan bella la criatura como su James… ¡No, en absoluto! Sí cuando nació Harry soltó suspiros inagotables de alivio, no estaba preparado para otro pre-ataque cardiaco.

Su mente buscaba y buscaba soluciones, incluso decidiéndose en rogarle a Lucios que le regalara uno de sus dragones a su consorte para olvidar el tema. Pero su amigo como ninguno otro le leyó su mente a simple vista y sonrió malicioso.

— Tom, mejor cállate porque contra él nunca ganas.

Tom siseo algo en su lengua materna, el Parsel, pero aunque sonó amenazador los otros tres terminaron estallando en risas.

Frente a ustedes se presentan cuatro grandes magos, dos grandes reyes, dos grandes familias.

Los cuatro reinos mágicos del mundo eran Slytherin, Hufflepuff, Gryffindor y Ravenclaw. Fundados por los primero magos y en su honor teniendo sus nombres formales, estos reinos en su principio estaban oscurecidos entre guerras y ambiciones y a punto de exterminar la magia. Hasta que un buen tiempo, un nuevo gran mago reconocido como Merlín puso paz entre los cuatro y tomando a un hijo del hombre más noble ante sus ojos, Arturo Pendragon lo hizo mago y dejo el mundo en sus manos y en la de sus herederos.

Thomas Salazar Gaunt  IX era el rey absoluto de los dominios de Slytherin y protector del poder antiguo de su fundador, Salazar el “astuto”. Era un monarca importante, así como la historia de su pueblo y ancestros, pero frente a él tenía a su mejor amigo y gran aliado, Pendragon Lucios Malfoy.

 Soberano de las montañas de los dragones y del pueblo más poderoso que llegase a existir; nombrado así en la era de Merlín por el mismo y siendo escogida la familia Mala fe por Arturo Pendragon, por milenios los Malfoy han sido los principales guardianes de la magia.

Pero olvidando a la historia, olvidando sus deberes y raíces, hay solo estaban cuatro personas, dos parejas y una verdadera relación familiar.

— Entonces el pequeño Draco en doncelito. — James por fin le regreso la caja a Remus y tomo lugar a su lado en otro sofá, y de un momento a otro su sonrisa traviesa volvió a surgir — Mi Harry al contrario, es heredero y por ende, necesitara esposa o consorte.

Lucios quedo pálido y Tom generaba su sonrisa vengativa, en cambio Remus y James tenían un brillo sin igual en sus ojos y la emoción brotaba de sus poros. ¡Tan genial les resultaba la idea! Hasta comenzaron a imaginar boda completa entre sus dos retoños.

— Que se te borren esas ideas de la cabeza, Potter. — el aguafiestas de Lucius los bajo de las nubes

— ¡Hey! — grito el matrimonio de Slytherin. James pensó por un momento que su esposo lo defendería y aceptaba la idea, pero un reservado Tom aclaro otra cosa con verdadera autoridad. — Ya no es Potter, ahora es Gaunt.

— ¡Gracias por el apoyo mi amor! — James se dejo caer en el sofá con ambos brazos cruzados y la mirada de Tom denotaba el desacuerdo con su idea

— ¿Por qué no Lucius? ¡Seria agradable y beneficioso para el reino! — Lucius negó y Remus ya tenía carita de perro apaleado, pero esta vez Lucius no cedía. — Piénsalo, Cissy ya esta prometida para el hijo de Severus y Sirius y reinara en Cameloth, ¡pero Draco podría estar casado y reinar en Slytherin!

— Lo único que quieres es ser consuegro de James, como lo eres de Sirius. — acuso Lucius con reproche, pero a su esposo poco le vino a importar su mueca de disgusto

— ¡También! — exclamaron James y Remus aun entusiasmados, con la idea de casar a sus niños metida entre ceja y ceja.

— Yo solo aceptare si Draco resulta un buen prospecto, y si no saco la cara de Lucius. — informo Tom, quien a pesar de su sonrisa irónica, recibió miradas feas de sus amigos. Su esposo le aventó un almohadón y Tom elevo sus hombros despreocupado — ¿Qué? Mis nietos deben tener buenos genes.

— ¡No eres de ayuda para nadie, ¿sabías?! — exclamo James aguantando las ganas de aventarle otro.

Pero leves toques a la puerta y con autorización del rey del lugar, entro una criada sin importancia

— Señor, ya es hora de la reunión. Lord Severus y su esposo les esperan.

— Genial, interrumpen nuestro acuerdo. — el castaño se paro enfurruñado y fue seguido por los otros, aunque Lucius le alcanzo y casi le quería estrangularlo

— ¡No hay acuerdo Potter! — grito el rubio, pero antes de que su contrincante le gritara, fue el marido quien llamo la atención.

— ¡Es Gaunt! — aclaro Tom, pero nuevamente recibió miradas reprobatorias de todos

— ¡A nadie le importa! — gritaron los tres. Fue la llegada de dos sirvientas más al despacho que les interrumpió el gritadero.

Una de ellas cargaba con una mano a una hermosa niña de caireles rubios y labios y mejillas sonrojadas, muy hiperactiva y risueña. Ya en brazos la misma sirvienta cargaba a un pequeño azabache de dos años a lo mucho cuyos gigantes ojos verdes brillaban de felicidad teniendo de cerca a sus padres.

La otra joven al contrario, cargaba a un bebe más pequeño pero demostrando (más que nada a Tom) que llegaría a ser envidiado por cualquiera, pues ya de por si siendo bebe llamaba la atención con su palidez, sus lacios mechones rubios platinados  y pestañitas rubias dorado, ocultando mientras dormía sus dos piezas de plata que era sus ojos.

A Tom realmente le encantaría presumirlo como su yerno, pero de eso nadie se enteraría nunca.

— Primero me despediré de mi bebe y luego, daremos nuestro convenio por terminado. — aseguro el consorte de Slytherin con seguridad e ímpetu natural mientras cargaba a su pequeño Harry

— ¿Seguro que estarán bien vigilados? — Remus que también tomo con cuidado a su bebé en brazos, miro con verdadera preocupación a su amigo doncel. Este miro a su esposo sin entender y Tom que tomo lugar al lado de Lucius pregunto con severidad

— ¿Aún tienen problemas?

— Hace dos semanas quisieron secuestrar a Narcisa.

La respuesta fue como agua fría para los presentes, las nanas y presentes rumoreaban entre curiosas y asustadas, sin pensar que alguien quería hacerle daño a tremenda princesa.

— Si para ti es más seguro, que se queden al cuidado de Naguini. — la serpiente siseo y solo su amo le entendió, pero ella se comenzó a dirigir junto al pequeño Harry quien ansiaba jugar con la serpiente de su padre.

Pero James negó fuertemente con la cabeza y por primera vez en su mirada se notaba la madurez que debía mostrar como príncipe consorte que era. Sabía bien que como descendiente de Salazar, cada sucesor nacía con una serpiente destinada a compartir alma y corazón como uno, obvio, no se debían separar o seria fácil atacarlos y matar a uno si el otro era asesinado. Harry tenia la propia, pero esta seguía siendo bebe igual que su hijo y estaba oculta.

— Yo estaré menos preocupado si Naguini no se separa de ti nunca. — la serpiente y el amo rodaron los ojos, pero ninguno replico nada. Entonces regreso su mirada con hacia su amigo quien junto a su hija, no dejaba de mirar entre preocupado e hipnotizado a su bebé  — Remus, estamos en el castillo. Aquí estos niños son de oro inalcanzable, descuida.

— Yo cuidade a Hady  y mi manito, papi. — dijo en su idioma infantil la péquela Narcisa de cuatro años, denotando sonrisas en sus progenitores. Remus le acaricio la mejilla y Lucius le sonrió como a ninguna otra criatura femenina le sonreiría nunca.

— Así habla una reina, Cissy — aplaudió el castaño de ojos chocolate y su ahijada (a ruego de Remus) salto de alegría sin saber por qué. El papá volteo a mirar a su hijo quien reía por la payasada de la niña — Y tu Harry, se buen niño y cuida de tu prometido, ¿sí?

El niño sin saber nada solo asintió seguro y se quedo mirando al bebé con otra sonrisa más grande. Cissy empezó a canturrear “boda” y “vestidos bonitos” entre tantas sandeces, mientras el único infeliz con todo eso era Lucius.

— Pongan esto en su cuna y — Remus demando con amabilidad y beso en la frente a su gran tesoro. En verdad amaba a su hijo. — Nos veremos pronto, mi dragón.

 

“Nos veremos pronto, mi dragón”

Promesa que nunca se llevo a cabo, una promesa que solo quedo en ese castillo entre una tormenta en sus costas, anunciando el mal augurio.

Naguini le aviso a su reír apenas entrando a la propiedad, que algo definitivamente andaba mal; olía a sangre.

Ni lentos ni perezosos, sin esperar explicación alguna de la servidumbre apurada y aterrada, los adultos ingresaron a la habitación infantil, resulto que se encontraron con una escena de terror y angustia.

Los guardias que lo custodiaban estaban muertos al igual que las criadas y la nana desangradas. Toda la habitación era un desastre y las puertas no dejaban de azotar por el viento; Narcisa sangraba de alguna parte de su cabeza mientras petrificada y en shock abrazaba sus piernitas en una esquina lejana. Harry por otro lado sangraba de su frente y era obvia una cicatriz en forma de rayo demasiado fea para su edad, pero el niño entre sueños se aferraba fuertemente a la varita que guardaba la desaparecida caja de Remus y balbuceaba incoherencias.

Tom se movilizo como rayo e histérico ordenando y gritando a toda su guardia, tachándolos de incompetentes, y el mismo se maldecía por no hacer caso a su instinto, por no defender a su hijo y  a sus sobrinos postizos. Naguini abrazaba y protegía a Harry con su cuerpo enrollado en el del niño esperando al médico, Lucius intentando apretar sus lagrimas intentaba hacer reaccionar a su pequeña niña pero realmente ni siquiera él sabía que hacía o como debía reaccionar. Estaba perdido en sus miedos y temores.

Por otro lado, triste y siendo abrazado por un débil James que intentaba no romper a llorar, Remus imploraba entre el llanto a su bebe; no decía ninguna otra cosa, no pedía nada mas a cambio y entregaría lo que pudiese por tenerlo de vuelta. A un pequeño Draco que nadie sabía dónde estaría, como o con quien.; Remus solo le quedaba pedir que tuvieran piedad de un ser indefenso y se lo regresaran, que se lo regresaran a como diera lugar.

Pero eso fue todo, pedir.

Durante años de búsquedas negativas y falsas esperanzas, se perdió toda fe y pensamiento positivo entre los cinco reinos. A pero claro, a nadie se le ocurría que un niño fue creciendo encerrado en la torre más alta oculta entre bosque y Fidelius, en el mismo reino donde desapareció, esperando tal vez el momento de regresar con lo que pertenecía.

Tal vez una mañana 19 años después, el sol brillase con alegría y entusiasmos, mostrando a un joven de belleza sin igual despertando ante sus destellos mostrando su iris plata e inigualable cabellera rubia.

Tal vez y solo tal vez, ese joven lograría regresar con lo que llamaba su corazón. 

Notas finales:

Esta historia no tendra más alla de 6 capítulos (espero) y no demorare en publicarlos todos. Lo más posible es que sea miercoles y sábado, ya vere.

Los invito igualmente a ver mi otro fic: "Ceidwar Nerid: guerrero sin corazón", que ya esta poniendoce bueno jeje.

¡Muchas gracias por leer ^-^!


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