Posiblemente esta sería la cuarta vez que cambiaba de escuela, mis padres y Armin no tenían que pasar por esto, por eso les juré que esta vez sería diferente, aunque eso significará ocultar una de las cosas que considero más preciadas, mi sexualidad, aun así quiero demasiado a mi familia y esto no sería algo muy duro de soportar.
El nuevo instituto parecía ser diferente de los demás comenzando por su nombre, ¿A quién se le habrá ocurrido ponerle el nombre "instituto Sweet Amoris"? siguiendo por eso, la mayoría de las personas en este lugar son muy amigables, bueno a excepción de ese chico pelirrojo, las clases no son muy duras, aunque la directora se enfada por todo. Este es mi nuevo comienzo, mi nueva vida, mi nuevo yo...
-Alexy, ¿me estas escuchando?
-Por supuesto Suu – Sucrette; para ser precisos, es una chica de mi nuevo instituto, es muy amable conmigo y siempre está sonriendo.
-¿Entonces que te dije?
-Me estabas hablando sobre el concierto que se hará en el sótano.
-¿Estas improvisando o realmente si me escuchadas?
-Yo siempre te estoy escuchando Suu -Las mejillas de Sucrette estaban ligeramente sonrojadas. Ella es una chica realmente linda y encantadora, es de las pocas personas que saben acerca de mi sexualidad, ella simplemente lo tomo con una sonrisa y luego empezó a bromear acerca de porque me encantaba la clase de educación física.
-¿Entonces a la salida me acompañas a comprar el amplificador para Castiel?
-Siempre estás hablando de Castiel, creo que te gusta.
-Por supuesto que no me gusta, es demasiado arrogante para mí.
-Eso dices tú, pero tus actos demuestran lo contrario.
*Sonido del timbre*
-Más bien, regresemos a clases.
-Si señorita de Castiel.
-¡QUE TE CALLES!
Realmente sabía que a Sucrette no le gustaba Castiel, aun así me encantaba molestarla, por el contrario siempre sospeche que le gustaba Nathaniel, no continúe bromeando con ella y la seguí al salón de clases.
No tenía ganas realmente de estudiar, últimamente mi mente estaba por las nubes, esperando a que algo o alguien me sacará de estas, era mucho pedir para mi situación actual.
La clase finalizó sin ningún problema, almorcé con Armin, aunque realmente no sé si almorzar con él significa que te ignore durante todo el rato por estar jugando con su PSP, a pesar de eso Armin era mi hermano y siempre había estado allí en mis momentos más bajos, siempre trataba de recordar esos errores que había cometido para no yo no los cometiera de nuevo.
-Entonces caballero hoy saldré con Suu.
-Alexy, a pesar de que eres gay sales más con chicas de lo que yo lo hago.
-Si dejarás las consolas de lado por un momento, la mitad de las chicas del instituto estarían detrás de ti.
-Incluso algunos chicos.
-Cuando actúas así, parece ser que el homo aquí es otro.
-Solo bromeó, por cierto allí está Suu, ahora que lo pienso esta con un chico que no conozco.
Al lado de Suu...
Al lado de Suu estaba un chico que ciertamente no conocía, era deslumbrante, bien fornido y su sonrisa era realmente encantadora, su cabello castaño, sus ojos verdes ¿quién era este misterioso chico? ¿Qué hacía Suu a su lado? ¿Existía realmente el llamado "amor a primera vista"? porque yo creía estarlo experimentando en este momento, mi corazón no dejaba de latir, no podía dejar de mirarlo, estaba deslumbrado, me encontraba realmente encantado.
-¿Alexy, me estas escuchando?
-Armin... Yo...
-Tierra llamando a Alexy, parece ser que los aliens tomaron tu cerebro.
-Estoy bien.
-¿No vas a ir dónde Suu?
-No, quedamos de encontrarnos a la salida en el parque.
-De acuerdo, tenemos 2 clases más y salimos.
¿Qué estaba haciendo?
¿Qué estaba diciendo?
Por supuesto que quería ir a donde estaba Sucrette, quería saber más acerca de ese misterioso chico, pero no lo hice, no me lo permití, no quería que se repitiera la misma historia, no quería que me hicieron llorar una vez más.
Mi mente estaba en las nubes, no es que fuera algo anormal, yo deseaba salir de esa nube, pero ahora tenía incluso más razones para estar en esta, no quería recordar cosas malas, solo quería un nuevo inicio, ¿Aún puedo empezar desde cero?
La clase transcurrió más rápido de lo normal, cuando me di cuenta Armin y yo éramos los únicos en el salón de clases, Armin estaba tratando de llamarme la atención, pero era como si yo simplemente no reaccionara.
-Alexy ¡Por favor!, quiero ir a casa, mueve tu trasero de ese asiento.
-Armin
-¿Ah?
-¿Cuánto tiempo estuviste pidiéndome que me levantara?
-No lo sé, unos 5 minutos, últimamente estas así, por las nubes, ¿Estas bien?, ¿Sucede algo malo?
-No te preocupes, es solo que el concierto me tiene pensando muchas cosas.
-Espero que solo sea el concierto lo que te tiene así, sabes, puedes confiar en mí.
-Lo sé muy bien, eres mi hermano, posiblemente sepas más cosas de mi mismo que yo.
-Entonces, podemos irnos, Dijiste que Suu te estaría esperando en el parque.
-¡Maldición!, lo había olvidado, corre Armin, ¡CORRE!
-Sabes que yo no corro, por eso siempre evito las clases de educación física.
-Como sea, nos vemos en casa esta noche, dile a mamá que estaré con Suu.
-Definitivamente no tienes remedio.
Salí corriendo lo más rápido que pude, debía dejar de divagar tanto, incluso estaba olvidando las cosas importantes, Suu debía estar esperándome desde hace ya un buen rato.
-Auch, ten cuidado por donde caminas perdedor.
-No tengo tiempo para pelear Amber, aléjate.
-El niñito tiene prisa.
Amber ciertamente me sacaba de quicio, como una persona así podía tener amigos, esa bruja.
-15 minutos tarde.
-Lo... lo siento - Maldición, corrí tan rápido que casi no podía pronunciar bien las palabras- La clase termino algo tarde y luego me encontré con Amber.
-Con el solo hecho de que menciones el nombre de esa bruja ya entiendo por qué tardaste tanto.
-Entonces, ¿Quieres ir caminando, o prefieres tomar el autobús?
-Siempre he disfrutado el poder hablar contigo, además la tienda de música no queda muy lejos de aquí, y por si fuera poco gaste todo el dinero que tenia en lo que faltaba para el amplificador.
-Entonces iremos caminando, no te preocupes, te invitare a comer algo después.
-Gracias, ¿Desde cuándo tan amable?
-¿Estas tratando de decirme que soy un hombre tacaño?
-Yo nunca dije eso.
-Pero lo pensaste.
Ciertamente la tienda de música estaba cerca de la escuela, nos tardaría unos 15 minutos llegar caminando. Hablar con Suu nunca fue aburrido, pero ahora no podía dejar de pensar en ese chico que estaba a su lado hace tan solo unas horas, mi cabeza estaba llena de muchos pensamientos diferentes ¿De dónde se conocen? ¿Acaso son novios? Si es así, ¿Por qué Suu nunca me ha dicho nada sobre él?
Quería preguntarle, me moría por hacerlo. La curiosidad mato al gato, pero pues, ¿almenaos murió sabiendo no?, me calle para mí mismo todos esos pensamientos, simplemente trate de no darles importancia, no podía dejar que mis sentimientos se apoderaran de mi cabeza. Debía pensar firme y claro.
Así transcurrió toda mi tarde. Compramos el estúpido amplificador para Castiel y luego fuimos a comer pasteles con café, realmente me encantan los pasteles y más si son de chocolate.
-¿Siempre que sales le llevas algo a Armin?
-Sipi, es más una costumbre.
-¿El hace lo mismo cuando sale?
-Sí, pero la mayoría de las veces que Armin sale es a mi lado, por lo tanto él siempre es el más beneficiado.
-Debe ser lindo tener hermanos.
-Siempre tendrás a alguien a tu lado, alguien con quien hablar, pero esa persona también será la que más rabias te saque.
-Supongo, así son todos los hermanos.
-Aunque siento lastima por Nathaniel.
-Jajaja, si él te escuchara se pondría furioso.
-Pues, los únicos que lo sabemos somos tu y yo, y bueno, ya sé a quién culpar si él se entera.
-Bien, llegue a mi casa, supongo que esto será todo por hoy.
-Te dejare con el amplificador, quizás quieras escribirle un mensaje de amor al pelirrojo.
-¡ALEXY! TE VOY A MATAR!
Salí corriendo apenas Suu grito mi nombre, me encantaba verla cuando de esa forma.
Al llegar a mi casa no había ninguna novedad, papá ya había terminado de hacer la cena y mamá estaba preparando el comedor, mientras tanto Armin estaba jugando, ¿Podía pensar en algo más que no fuera eso? Por eso a mamá y a mí nos encanta bromear con que moriría virgen, ciertamente nunca había tenido una novia ni salido con ninguna mujer, pero dudo mucho que fuera el chico gamer para toda su vida.
-Armin, te traje un pastel de mora.
-¡Alexy!, ¿Ya te dije cuanto te amo?
-No te voy a dar nada hasta que no cenes.
-Eres cruel, quizás el dulce me abra el apetito.
-O quizás te lo cierre y no comas nada al final.
-Eres cruel, en un principio no debiste decir que me trajiste pastel.
-Te equivocas, soy tan bueno que te traje un pastel para que te lo comas todo.
-No tengo cinco años.
-¡Pero comes más dulces que comida sana! ¡Vas a engordar!
-Para eso tengo la Wii, me mantiene en forma.
-Chicos, dejen de discutir y vengan a comer- mamá grito desde el comedor- Si tardan mucho me voy a comer su postre.
-No es como si realmente hubiera un postre - Grito Armin, su tono de voz demostraba que estaba algo molesto.
-Armin, no debes gritar en la casa, ve y siéntate en el comedor - Dijo papá mirándolo fijamente a los ojos, trataba de ser una figura de autoridad, pero sé que ni Armin ni yo podíamos verlo de esa manera, no si usaba un delantal lleno de patitos.
-Sí, sí…
La cena transcurrió sin ninguna anormalidad, papá había hecho pasta, su comina ciertamente sabia mejor que la de mamá, pero Armin y yo no nos atrevíamos a decirle eso, no queríamos que su ira se desatara sobre todos nosotros.
Después de comer y hacer mis deberes, me dirigí hacia mi cama, compartía la habitación con Armin, pero cada uno tenía su espacio vital, me sentía muy cansado, solo quería dormir y despejar mi mente, quería que llegara el siguiente día, quería ir al instituto, yo realmente quería verlo…