Game
Aomine Daiki x Kise Ryouta
“Te amo” o lo que sea.
Es una estrategia en el juego del amor.
Quien caiga primero en él, pierde.
-Spice! Vocaloid/Kagamine Len
Las manos ansiosas le recorren el cuerpo. Su cuello se vuelve húmedo a causa de los besos y su respiración se agita.
-A-ah-gime.
Las manos le recorren cada centímetro de piel. La camiseta sube y las manos bajan. Sus dedos tocan la entrepierna del otro, casi fingiendo inocencia.
-A-Aomi-ne-chii-murmura entre jadeos-A-Ahí
La sonrisa del moreno solo se ensancha.
-Shh-pone un dedo sobre la boca del otro-Quién está jugando ahora, soy yo.
El rubio cierra los ojos por una fracción de segundo y luego los abre, para solo asentir. Las manos morenas siguen con su trabajo.
Una recorre su pecho entero mientras la otra toca con ya experiencia su entre pierna. Sus labios besan cada rincón de su cuello. Chupetones por aquí y por allá. Gemidos por toda la habitación y el ruido sordo de su piel chocando entre sí.
-Y-ya, y-yo…-intenta advertir, pero de nada sirve. Acaba en la mano del moreno, quién solo la lame, casi divertido.
La sonrisa del otro le demuestra que esto aún no acaba, mientras los afilados ojos azules se dirigen a su rostro. La boca le ataca ahora el pecho y empieza a restregar su notoria erección contra su entre pierna. Los gemidos una vez más inundan el lugar.
-D-detente-pide el rubio en un susurro. El de cabellos azules hace caso omiso y sigue con su labor.-Basta-vuelve a pedir, pero otra vez es ignorado.
-Y-ya te dije-responde al cabo de unos minutos-Quién está jugando ahora, soy yo-murmura sonriendo con superioridad.
Los ojos ámbar se cristalizan y dejan escapar unas cuantas lágrimas. Aún le parece dolorosa la situación.
-Bien, entonces hagamos un trato-
El moreno se había encontrado con Kise una tarde mientras jugaba en una cancha publica. El rubio había ido entrenar también y le había hablado de su frustración sobre aún ser incapaz de vencerle, por lo que al final terminó proponiéndole.
-¿Un trato?-repitió sin entender nada
-Si, es como un juego-pareció pensar un segundo-Un uno contra uno, pero no en basketball
-¿Cuáles son las reglas? ¿Cómo se juega?-preguntó curioso. La sonrisa contraria se ensanchó
-Solo hay una regla-levantó un dedo-El que cae en amor, pierde.
-Para, hay al-go q-que debo decir…-murmura nuevamente. El moreno intenta otra vez ignorar, pero se detiene y se sienta en el borde de la cama.
-Tsk-chasquea la lengua-Que sea rápido. Sigo con el calentón-dice de forma brusca. El rubio se sienta junto a el arreglándose la camiseta-¿Y?
-Ya no puedo seguir jugando contigo, Aomine-chii-responde mirando al piso. El moreno alza una ceja, un poco molesto.
-¿Se puede saber por qué no puedes?-pregunta nuevamente de forma brusca. Kise suelta una risa falsa e irónica.
-Eso es fácil-levanta la mirada y sus ojos ambarinos se posan sobre los ojos azules del otro-Porque perdí.-la confusión nuevamente embarga al otro.
-¿Perdiste?-pregunta sin entender. Kise asiente y sonríe de una manera tan amarga que Aomine podría jurar que es hasta doloroso.
-Sí, perdí.-responde-Rompí la primera y única regla. Caí en amor, Aomine-chii-murmura con las lagrimas ya cayendo.
Los ojos azules solo se abren, sorprendidos.