Estoy en mi última clase, sentado hasta el final del aula y tratando de prestar atención al profesor. Su clase es bastante tediosa y anhelo salir rápido para ir a mi casa y dormir hasta el día siguiente. No es muy tarde, por lo que la afirmación es algo ridícula, me cuesta mucho dormir con la luz del día. Aún faltan quince largos minutos, e imploro a todos los dioses que el profesor se apiade de nosotros y nos deje salir temprano hoy, sé que no pasara pero vale la pena solo pensarlo. Un cosquilleo en mi pierna me indica que mi celular acaba de vibrar, así que con discreción lo saco, pues no tengo permitido usarlo durante las clases. Es un mensaje, por lo que puedo leerlo mientras el profesor sigue hablando.
Necesito verte, ven pronto. Por favor no tardes mucho.
A pesar de lo que pueda parecer, el mensaje no es de ninguna chica. Ni siquiera indica lo que muchos podrían pensar, que alguien me extraña tanto o que habrá una noche de sexo. El mensaje es de mi mejor amigo, Hayden Bennett, y al parecer, acaba de terminar con su novia tonta.
Necesito explicar algunas cosas. Primero, Hayden es mi amigo desde que estábamos en la escuela primaria, fuimos vecinos por muchos años antes de que él se mudara a unas calles de mi casa. Jugamos con muñecos de acción y fuimos superhéroes, dormimos más de una vez en la misma cama en fiestas de pijama y técnicamente su mamá es como mi otra madre, así como la mía es la suya. Sabemos todo del otro, desde nuestros gustos hasta en qué lugares tenemos pecas. Vale, eso último sueña extraño, pero después de tantos años de conocernos, no es raro. Hayden tiene 21 años, yo 22. Hayden es pelirrojo, tiene ojos azules, y un montón de pecas en las mejillas y la nariz. Yo soy castaño, mis ojos son verdes y mi piel es más pálida que la de Hayden. Desde que tenemos edad para salir con otras personas, Hayden y yo tenemos una especie de tradición; como nos contamos absolutamente todo, cada que terminamos alguna relación nos reunimos para “desahogar nuestras penas”, aunque lo que hacemos es beber sodas, comer pizza y muchos dulces. Eso nos lleva al segundo punto. Hayden termino con su novia actual, una chica de la cual no recuerdo el nombre, y ese mensaje es para que vaya a su casa. El tercer punto, es que estoy enamorado de Hayden.
Iré en cuando termine mi clase. Llevo las sodas.
Tecleo mientras observo que el profesor no me vea. Hayden sabe que me gustan los chicos, y nunca le molesto. Pero no sabe que me gusta, nunca se lo he dicho. ¿Qué cómo paso? No lo sé. Tampoco me desperté un día y decidí que me gustaba.
Salí con muchas chicas antes, siguiendo a mis amigos y todo eso, pero en realidad nunca sentí gran cosa. Cuando tenía diecisiete termine de alguna forma con un chico, y eso sí que fue intenso. Desde entonces salgo con chicos. Me di cuenta de que me gustaba Hayden cuando por más que salía con otras personas no podía dejar de pensar en él para todo, a Hayden le gusta esto, Hayden prefiere aquello, Hayden, Hayden, Hayden… me terminaron más de una vez por eso, por supuesto, nadie sabe que es Hayden quien me gusta, o al menos eso creo. Últimamente, me estoy cansando de esto, de estar así con Hayden por más tiempo. Estoy seguro que no es bueno para mí.
Cuando por fin salgo de la clase, camino hacia mi auto. Tengo un auto desde que cumplí la mayoría de edad. No es un auto último modelo, pero sigue siendo un auto. Me dirijo al primer supermercado que recuerdo está de paso a la casa de los padres de Hayden. Entro al estacionamiento y suspiro mientras me dirijo a los refrigeradores que tienen las sodas. No se cómo estará Hayden, por lo que tomo dos sodas de cada sabor que veo. Hayden aún vive con sus padres y dos hermanos menores en la casa a la que se mudaron cuando tenía diez años. Yo vivo en un departamento solo. Me mude porque la universidad queda más cerca de ese lugar y porque mi hermana se divorció y está viviendo con mis padres y su hija, junto a otro de mis hermanos y su esposa. Demasiadas personas en una casa. Soy el hijo menor de cuatro hermanos, tres hombres y una mujer. Mi hermana es la mayor. Y a ninguno le importo mucho que me mudara, ni que me gusten los chicos. A pesar de vivir por mi cuenta, paso mucho tiempo en casa con ellos.
Estaciono en el lugar de siempre cuando voy a casa de Hayden y toco la puerta, esperando.
.- ¿Ryan? Que gusto verte.-
.- igualmente señora Bennett.- la madre de Hayden abre la puerta y como siempre, me saluda efusivamente. Va bien vestida y con su bolso, por lo que deduzco que va a salir.- se ve muy bien.-
.- gracias, cielo.- hay cosas que nunca cambian.- pasa, Hayden está en su habitación. Me tengo que ir, pero sabes que estás en tu casa.-
.- muchas gracias. Que le vaya bien.- ella me besa la mejilla y se marcha. Yo cierro la puerta. Escucho un alboroto en la cocina, y luego un par de gritos y me veo envuelto en un fuerte abrazo.
.- ¡Ryan!-
.- Lucien, Dennis.- ellos son los hermanos de Hayden, gemelos idénticos. Reluciente cabello negro, cara de ángel y ojos azules, lo único similar que tienen con Hayden. Tienen doce años, y envidio mucho a Hayden por ellos. Adoro los niños, y ellos son realmente adorables, al menos para mí. De verdad me gustan, pero mi cariño por ellos es fraternal, son como mis hermanos pequeños. Si no fuera así, y si me gustaran los chicos menores, de verdad consideraría salir con alguno, pero sé que sería incapaz, además yo no podría elegir solo a uno. Este es uno de los pensamientos que me hace preguntarme ¿Qué tan malo puedo ser?
.- Ryan ¿nos trajiste algo?-
.- claro, siempre les traigo algo ¿no?-
.- si, es solo que…-
.-…ya no habías venido, y estábamos tristes.- me encanta cuando hacen eso, que uno habla y el otro termina. A muchas personas no les gusta, yo lo considero lo más encantador que he visto. Ellos lo saben. No son tan inocentes como parecen, son manipuladores y muy aprovechados. Hoy ambos aun llevan su uniforme escolar, usualmente no visten la misma ropa el mismo día excepto cuando quieren hacer alguna travesura. Sonrió mientras saco dos barras grandes de chocolate.
.- no le digan a nadie que yo se las di.-
.- jamás.- dicen a la vez mientras las toman. Ambos ríen y se marchan. Me quedo viéndolos y luego me dirijo a la habitación de Hayden. No toco cuando entro, tenemos años que no lo hacemos. Y ahí está él, tendido en la cama, mirando al techo. Su cabello rojo enredado en la almohada.- hey.-
.- pasa.-
.- te vez ridículo.-
.- calla y dame eso.-
.- claro.- suspiro mientras me siento a su lado y le extiendo la bolsa.
.- eres un tacaño, son muy pocas.-
.- me hubieras dicho algo más que ven pronto. Vine lo más pronto posible y para hacer eso tuve que dejar cosas.-
.- umm.-
.- ¿quieres comenzar?- esa pregunta se debe a que siempre que hacemos esto, el que hace la cita tiene que hablar sobre lo que paso. Usualmente solo nos quejamos. A mí me terminaron hace cuatro días, pero no se lo dije a Hayden. Ni siquiera le dije que estaba saliendo con alguien. Como lo dije antes, me he cansado un poco de la situación con Hayden. Él siempre me cuenta todo de sus novias, de cuanto las quiere, de sus citas. Yo solo doy algunos detalles importantes. Durante mucho tiempo espere que Hayden se diera cuenta de que me gustaba, pero nunca lo hizo. Últimamente me estoy haciendo más egoísta, por eso no le he dicho nada a Hayden. Ah ¿Qué tan malo puedo ser?
.- ella estaba saliendo con otro.- comienza, mientras abre una lata.
.- ¿en serio?- murmuro, aburrido. Eso era bastante obvio, yo lo supe desde que la vi y eso que no la conocía, pero tampoco le dije nada. Quería se Hayden sufriera un poco. Vaya, ¿Qué tan malo puedo ser?
.- hizo una apuesta…- esa maldita… trato de no sonreír. Hizo una cosa horrible, tal vez debí haber advertido a Hayden. Naa, me gusta esa expresión de tristeza en Hayden.
.- tienes una suerte horrible. Deberías ver mejor con quien sales.-
.- calla. A ti también te dejan.-
.- pero nunca han salido conmigo por una apuesta.- no puedo evitar reír. Hayden frunce el ceño.
.- se supone que tienes que darme apoyo.-
.- lo siento, esto es algo como de película. ¿Usualmente no es al revés?-
.- ¡Ryan!-
.- ya… ¿al menos gano la apuesta?-
.- ¡Ryan!-
.- perdón, trata de verle el lado positivo, al menos ya no sales con ella.-
.- Ryan… ¿crees que soy patético?-
.- ahora, solo un poco. Es patético que te pongas así por alguien como ella.-
.- ¿tú lo crees?-
.- si ella hizo eso contigo, no merece que estés así por ella.- bien, tal vez no soy tan malo. No puedo dejar a Hayden así.
.- tienes razón.-
.- claro que la tengo, yo siempre tengo razón.- Hayden sonríe por primera vez. Toma otro refresco y comienza a contarme lo que paso. Yo no le pongo mucha atención pues no me interesa. Logro entender que la descubrió cuando iba a llevar un recado para uno de los profesores y se hizo un pequeño escándalo en el pasillo y algunas personas se burlaron de él. Eso suena a tan cosa de niña, que niego con la cabeza. De verdad esa chica es más tonta de lo que pensé. No es la primera que trata de aprovecharse de Hayden, pues Hayden es una buena persona y bastante inocente, sé que jamás lastimaría a alguien intencionalmente.
.- Ryan quiero salir.-
.- ¿A dónde?-
.- vamos a tu casa.-
.- ¿a mi casa?- pregunto algo perplejo.
.- sí. Vamos, te lo digo de camino.-
.- me despediré de tus hermanos.- Hayden se levanta mientras salgo y voy con los gemelos. Ya se han comido el chocolate, y seguramente armaran un gran alboroto mientras estén solos, no les dan muchos dulces pues el azúcar los… inquieta.- lucían, Dennis, ya me voy. Me llevare a Hayden.-
.- ¿volverás a venir?-
.- tratare.-
.- le diremos a mama que Hayden está contigo.- ambos agitan su mano. Hayden ha salido de la habitación y lleva las bolsas con él.
.- vamos.- lo sigo hasta mi auto.- mira, por esto quiero ir a tu casa.- Hayden saco de las bolsas una botella de whisky.
.- Hayden… tú no bebes alcohol.-
.- quiero hacerlo ¿tú no? No quería hacerlo en casa, con los gemelos.- suspiro, mientras conduzco a mi departamento. Yo había bebido varias veces antes y el alcohol no me caía para nada bien. Según hasta donde sabia, Hayden jamás había bebido alcohol.
.- como quieras. Solo no vomites mi casa o te hare limpiar todo.-
.- no lo hare, no seas tan quejoso.-haden me hace un gesto desdeñoso con la mano. De alguna manera siento que esto no acabara bien. Me detengo de nuevo en el centro comercial y vamos por más bebidas. Por costumbre tomo algunos paquetes de pequeños dulces de sabores. Me encantan, siempre los he comido, excepto los de limón. Hayden parece emocionado por lo que hará, porque yo no pienso beber. No le pregunto tampoco de donde saco el whisky. Mi departamento esta ordenado, como siempre lo dejo. Hayden entra y se deja caer en el sofá mientras dejo las cosas en la mesa.- ¿Cómo crees que debamos beberlo?-
.- ni idea.-
.- bueno, supongo que podemos improvisar.- suspiro mientras abro una lata de soda y me siento. Pasan ya de las seis de la tarde, y Hayden comienza a beber conmigo sodas. Platicamos un rato sobre las cosas que hemos estado haciendo. En realidad es solo repetir conversaciones, pues no hemos perdido nunca el contacto.- Ryan, me estas ignorando.-
.- estoy pensando.-
.- ¿Qué estás pensando?-
.- en que ambos somos un caso perdido.-
.- ¿tú lo crees?-
.- si.- su nariz se frunce.
.-no estamos tan mal.-
.- me terminaron hace unos días.-
.- no me dijiste que salías con alguien.-
.- lo olvide.-
.- no olvidas que sales con alguien.- comienzo a reír. Esperaba que Hayden no lo notara.
.- no era importante, creí que no duraríamos mucho, y quería esperar.-
.- aun así me lo hubieras dicho.-
.- te lo diré la próxima vez.-
.- hazlo, pásame eso.- le paso la botella. Parece verdaderamente ansioso por eso. Al final voy un por vasos mientras lo dejo luchando contra la tapa. Solo para despistar llevo dos vasos, y Hayden llena los dos cuando regreso. Por supuesto, he pedido pizza y también enciendo la televisión. Hayden comienza a beber y yo veo la televisión. Cuando llega la pizza soy el primero el comerla.
.- deberías comer poco, ya te dije que si vomitas limpiaras tú.- Hayden asiente mientras muerde una rebana de pizza.
No son ni las ocho cuando ya me he arrepentido de hacer esto. La botella aún tiene tres cuartas partes de su contenido. Hayden no está ebrio, pero tampoco está muy sobrio que digamos, pero Hayden desinhibido por el alcohol es una molestia.
.- Ryan… Ryan… no me ignores Ryan…-
.- no te estoy ignorando.- en realidad si lo hago, pero eso no lo tiene que saber.
.- Ryan… a mí me gustaba… yo la quería…-
.- lo sé, lo se.-
.- pero Ryan… ella es mala.-
.- también lo se.-
.- ¿Por qué hizo eso?-
.- …-
.- ¿no le gusto?- es tan cansado escuchar su cantaleta de borracho, que solo dejo que hable. Tampoco es que quiera oírlo hablar de su ex.- ¿soy una mala persona?-
.- no lo eres.- ¿Qué tan malo puedo ser yo? Es la pregunta aquí.
.- ¿hice algo mal?-
.- salir con ella para iniciar.- en realidad hablo más para mí que para Hayden. Tiene mucho rato parloteando y no me deja ver televisión, y espero que se quede dormido aunque Hayden se ve muy despierto. Tal vez si hago que beba más alcohol se quede dormido… ah, dios, ¿Qué tan malo puedo ser?
.- ¿no debí salir con ella?-
.- no dije eso.-
.- ¿no?-
.- no.-
.- ¿quieres más?-
.- mi vaso está lleno ¿ves?-
.- ah, cierto.- Hayden se sirve más, pero no bebe. Mi vaso está lleno desde la primera vez que Hayden me sirvió.- Ryan…-
.- ¿Qué?- apago el televisor, no tiene caso que siga encendido pues no entiendo nada de lo que dicen y Hayden no se calla. Comienzo a comerme mis dulces, pues no hay nada mejor que hacer.
.- ¿porque elegimos mal a las personas con las que salimos?-
.- no lo sé. Tal vez ellos no son los que están mal.-
.- ¿estamos mal? entonces… ¿Qué hago mal?-
.- no lo sé.-
.- Ryan ¿y si beso mal?-
.- ¿Qué?-
.- tal vez beso mal.- definitivamente Hayden ha bebido mucho. ¿En qué momento llego a esa conclusión? Es más torpe de lo que creía.
.- Hayden, deja ya eso, mejor duérmete o te llevo a casa.-
.- no quiero ir a casa.-
.- bueno, solo….-
.- pero Ryan, si beso mal, esto pasara otra vez, y no quiero que pase otra vez.-
.- ah, por dios, Hayden…-
.- ¡ya se! Ryan, bésame.-
.-….- no, no, no, no…. No puedo hacer eso. Estoy en shock. No sé qué hacer es esa situación, nunca espere que Hayden me pidiera eso.
.- Ryan… bésame.- Hayden no parece consiente de lo que me está pidiendo. Llevo mucho tiempo deseando hacerlo, besar a Hayden. Sí Hayden supiera lo que pienso, no me pediría eso a mí. Pero no puedo hacerlo, no así. Hayden está ebrio, y no sabe lo que pide. Sé que si lo hago, no podre detenerme…
.- Hayden, basta.-
.- ¿también tú? Tú tampoco me quieres…- parece que Hayden va a llorar. No he visto esa expresión en su rostro adulto.
.- maldición Hayden…- murmuro. Y sé que, en realidad, ya todo está perdido. Porque a pesar de que sé que Hayden está un poco ebrio, quiero hacerlo, quiero besarlo. No tendré otra oportunidad como esta, lo sé. Hay oportunidades que solo se presentan una vez en la vida, y yo no pienso dejarla pasar. Sí, me lo pregunto de nuevo ¿Qué tan malo puedo ser?
Hayden no está muy lejos de mí, por lo que me siento en el suelo, donde Hayden esta, y lo jalo hacia mí. El pierde el equilibrio y cae contra mí, cosa que aprovecho para besarlo…. Es increíble, mucho mejor de lo que siempre imagine. Hayden no hace nada para evitarlo, así que yo sigo, hasta que ya no puedo respirar. Ambos respiramos agitados, muy cerca uno del otro. Sé que es probable que la haya jodido, que haya acabado con mi amistad con Hayden, pero no me importa… ese beso lo vale, si, ¿Qué tan malo puedo ser?
.- Ryan…-lo atraigo hacia mí de nuevo, tomándolo de la mejilla, no lo dejo hablar. La verdad, ahora no me interesa lo que me quiera decir. Hayden corresponde, su boca tiene sabor a alcohol. El ruido del cristal golpeando el suelo nos hace pegar un brinco. Hayden ha tirado la botella con su pie. Ambos nos levantamos. Hayden está completamente sonrojado, y aun tiene una expresión aturdida. Veo su intención de irse, pero no, yo no lo permitiré. ¿Es lo más malo que puedo ser? Creo que no.
Vuelvo a besar a Hayden, ahora de pie. Mis manos resuelven su cabello. Su lengua se siente torpe cuando trata de corresponder. Me separo, suspirando, pero no lo suelto. Al contrario, bajo mis manos por su espalda hasta su cadera, mientras hundo mi cara en su cuello, respirando su aroma. Le beso el cuello, suspirando. Otro suspiro escapa de Hayden. Sonrió mientras sigo besando su cuello y su hombro. Porque soy malo, hago una marca en su cuello. Ah, ¿Qué tan malo puedo ser?
.- ¿Hayden?...- pregunto, cuando me toca el brazo. Aun esta sonrojado.
.- ¿beso mal?- suelto una risita mientras lo beso de nuevo. Sé que aún está un poco ebrio.
.- no.- lo guio hacia mi habitación, pasando mis manos bajo su camisa, tocando. Su piel es suave, y esta fría. Chocamos contra la puerta, y aprovecho para sacarle la camisa. Lo beso de nuevo, intensamente. Hayden se deja hacer. Dejo de besarlo pero solo para besarle de nuevo el cuello, los hombros, todo lo que esté a mi alcance. Hayden solo suspira, es posible que el alcohol no le deje pensar con claridad lo que está pasando, y yo… yo… Hayden me podría odiar solo por esto, y si Hayden me odiara por esto, da igual si me odia si llego hasta el final… oh, sí porque ¿Qué tan malo puedo ser?
Mi mano bajo hacia su trasero, ocasionando que Hayden jadeara. Es curioso ver su cara roja, hace que su rostro tenga un tono monocromático con su cabello. Recorrí con mis manos el borde de su pantalón. A pesar de todo lo que estaba haciendo, aun quería que Hayden se negara, si el me dijera algo, una pequeña palabra, consideraría dejarlo. Solo lo consideraría.
Logro abrir la puerta de mi habitación, todo esto es mucho mejor de cualquier cosa que hubiera pensado antes. Empujo a Hayden hacia dentro, pues hoy yo tengo el control de esto. Hoy no me importara lo que pase, hoy seré egoísta, hoy Hayden será mío, hoy me pregunto ¿Qué tan malo puedo ser?
.- R-Ryan…. Q-que ¿Qué estas…? Ah... ¿Qué estás haciendo?- la voz de Hayden suena algo quebrada, como si se esforzara mucho por hablar.
.- shh… solo cállate.- murmuro contra sus labios. No quiero explicar lo que está pasando, pues solo sé que estoy a punto de tener sexo con Hayden. Hago que Hayden tropiece contra la cama, y caigo encima de él. Lo beso de nuevo. Cada que lo beso, Hayden corresponde torpemente. Bajo de nuevo, besando y marcando cada pedazo de piel que tengo ante mí. Mis manos tocan el botón de su pantalón, y ahí parece ser consciente de lo que está pasando, pues trata de impedir que lo desabroche. Muerdo sus dedos con suavidad y cuando los quita, desabrocho el dichoso pantalón. O, si, soy malo y ¿Qué mal puedo yo hacer?
Me quito mi camisa, mientras Hayden respira agitado. Esta casi desnudo bajo de mí, solo tiene los bóxer color azul que mi madre le regalo en su cumpleaños. Mis manos recorren su pecho, con suavidad. Me inclino para besarlo, me gusta mucho hacerlo y eso que solo llevo algunos minutos haciéndolo.
.- ry… Ryan… sabes dulce.- murmura. Wow, eso para nada es lo que esperaba que dijera, no cuando estoy a punto de desnudarlo. Solo hace que quiera más, y más. Me quito también mi pantalón, Hayden me mira fijamente, perdido. Ah, mi querido Hayden, siempre tan despistado. Cuando comienzo a bajar el bóxer, también aprovecho para acariciar sus piernas. Es el único lugar que no tiene marcas, pero eso se soluciona con facilidad. Cuando muerdo, Hayden emite un gemido. Levanto la vista, bastante complacido. Hayden no es indiferente a lo que estoy haciendo. Nunca había visto la expresión de placer de Hayden, y me complace saber que soy yo quien la está provocando. La vista de Hayden desnudo en mi cama es… ah, demonios, es muy erótico. Seguro ni siquiera él sabe lo bien que puede lucir así. Hayden, Hayden, Hayden… dime ¿Qué tan malo puedo ser? Porque esta noche, la recordaras por mas ebrio que estés.
Abro los ojos con pesadez. Mi brazo esta entumecido, pero no puedo moverlo. Hayden está durmiendo junto a mí, de hecho, lo estoy abrazando. No hemos dormido así desde que teníamos siete años y nos daban miedo las tormentas por las noches. Ambos estamos desnudos aun, cubiertos solo por la sabana que tome por la noche, después de que lo hiciéramos. El reloj marca las 8:45 de la mañana, y casi grito de espanto. Me levanto con cuidado, pero Hayden sigue durmiendo. Es viernes, y justo hoy tengo exámenes finales y ya voy tarde… quería quedarme con Hayden hasta que despertara, pero no podré hacerlo. Me baño con rapidez y tomo la primera ropa que encuentro en los cajones…. Sé que Hayden me odiara después de esto, pero no puedo permitirme reprobar materias. Le garabateo una nota, pero no explico nada más que a donde fui y porque. Tuve que rogar al profesor para que me dejara pasar y presentar el examen, y solo porque soy muy listo, puedo responder correctamente a pesar de estar pensando en Hayden, en su rostro lloroso, en su voz erótica… y mejor me detengo.
Han pasado ya tres días, tres días desde que durmiera con Hayden. Hayden no dejo ninguna nota, no me ha enviado ningún mensaje, ni me ha llamado. Yo tampoco he hecho el intento de ponerme en contacto con él, no estoy particularmente interesado en que me reclame. Me siento solo un poco mal por esto, por perder de esta forma su amistad, pero esa noche, para mí, valió la pena. He pasado el fin de semana con mi familia, y por supuesto, no le conté a nadie lo que paso, tampoco quiero que me digan lo malo que soy, pues eso ya lo sé. Como mis clases prácticamente han terminado, solo estoy con mis amigos vagueando en las aulas. Lo único que me molesta de lo que paso, es que Hayden seguro piensa que solo estuve jugando con él. Suspiro, he perdido la cuenta de cuantas veces lo he hecho. Estos tres días han sido el tiempo más largo que he pasado sin hablar con Hayden por algún medio, y no puedo negar que me entristece un poco. Mi teléfono suena, pues no le he quitado el sonido.
Ven por mí a la universidad.
Mi pulso se acelera cuando veo que el mensaje es de Hayden. Tan escueto que no parece él. Sé que el sale un par de horas más tarde, así que solo le confirmo. Seguramente quiere hablar sobre lo que paso, aunque no sé si quiero hacerlo. Me quedo un poco más, pero al final mi ansiedad es demasiada y me despido, sabiendo que aún falta un poco para que Hayden salga. Él no está en la misma universidad que yo, por eso yo vivo en otro lugar y no en casa de mis padres. Estaciono frente al campus de Hayden, esperando. Pasados unos minutos, distingo a Hayden entre las personas. Es muy fácil hacerlo debido al color de su cabello. Esta serio, y viene solo. Me ve y se dirige hacia mí. Lleva una bufanda que me hace sonreír discretamente, pues se porque la lleva a pesar de que no hace mucho frio. Hayden sube al auto, sin decir nada.
.- Hayden…-
.- vamos.-
.- ¿A dónde?-
.- solo conduce.- si, Hayden puede ser muy terco. Enciendo el auto y conduzco, tampoco digo nada, pues sé que Hayden hablara. Durante unos minutos, no dice nada tampoco.
.- bonita bufanda.- no puedo evitar el comentario.
.- ¡no es gracioso!-
.- ¿no?-
.- Ryan ¿Qué demonios fue lo que paso?-
.- ¿Qué alague tu bufanda?-
.- eso no, tonto. ¿Qué demonios paso en tu casa?-
.- pues… ¿lo olvidaste?-
.- ¡no!-
.- entonces porque…-
.- ¡Ryan, deja de hacerte el tonto!- la verdad no quiero hablar sobre eso, y mucho menos conduciendo.
.- no me hago el tonto. Solo quiero saber que sabes tú.-
.- dormimos juntos, ya se.-
.- estabas ebrio.-
.- si lo sabes ¿porque te aprovechaste de eso?-
.- porque no estabas tan ebrio ¿no?- estoy comenzando a molestarme. Hayden no tiene idea de cómo pasaron las cosas y me esta reclamando.
.- ¡no es el punto! se supone que somos amigos.- mis manos aprietan con fuerza el volante, mientras aprieto los labios.
.- ¿y?-
.- los amigos no se hacen esas cosas.-
.- Hayden…-
.- ¿Por qué lo hiciste? Ryan… Ryan ¡maldición, Ryan! ¿Por qué demonios me hiciste eso?-
.- ¡porque me gustas!- giro el volante con brusquedad para estacionar en el primer espacio que veo, no veo si puedo parar ahí, solo paro.- ¡me has gustado desde hace mucho! y tú me pediste que te besara ¡a mí! por dios…- salgo del auto, agitado por lo que acabo de hacer. Me detuve en un pequeño parque, y no veo a nadie cerca. Me reclino en una jardinera, cubriendo mis ojos. No puedo creer que le haya gritado eso a Hayden. Él no debía saberlo, no así.
.- Ryan…-
.-….-
.- Ryan… yo no lo sabía…-
.- claro que no, eres torpe.-
.- ah… pero…-
.- no voy a disculparme por lo que hice.-
.-…. No lo esperaba que lo hicieras, solo… ¿desde cuando?
.- ¿importa?- la verdad, creo que eso es lo de menos aquí.
.- ¡ah! Si, porque yo te dije todas esas cosas sobre mis novias…y tú…- Hayden pone una cara de pánico, seguramente cayendo en cuenta de lo que acaba de decir. Parece también que su enojo se ha ido. Ah, si esta tan torpe.
.- Hayden, solo olvídalo.- suspiro.
.- Ryan, a mi me gustan las chicas…-
.- lo se, no te estoy pidiendo nada.-
.- ¡pero si eso es lo que no entiendo!-
.- Hayden ¿podrías dejar de gritar? En verdad, solo terminemos con esto…-
.- ¿terminar? ¿Solo así?-
.- ¿quieres continuar siendo mi amigo?- pregunto. El no dice nada, pues ambos sabemos que no podemos seguir siendo amigos sin lastimarnos. Yo no puedo volver a ver a Hayden igual, y mucho menos verlo con alguien mas, y se que Hayden se sentirá mal cada que salga con alguien pensando en no herirme… si, nos conocemos bien, y por la cara que pone Hayden puedo saber que esta pensando lo mismo que yo. Y yo no veo otra opción.- vamos, te llevare a tu casa.- camino de regreso al auto, pues para mi no había nada mas que decir. Hayden también subió y no dijo nada.
Después de dejar a Hayden en su casa, fui a mi departamento. Aun tenía cosas que hacer, y necesitaba distraerme. En otra ocasión hubiera llamado a Hayden para jugar videojuegos, pero ahora ya no podría. Ah, que complicado era enamorarse de mi mejor amigo. Y para nada me quejo, pues insisto en que esa noche bien lo vale. Aun es temprano, mi casa esta completamente ordenada, y no tengo nada más que hacer, así que apago mi teléfono, y enciendo el televisor que esta en mi habitación, hoy dormiré temprano.
Por la mañana voy a casa de mis padres, ya que tengo la mañana libre. Al final he terminado con mi familia hasta la tarde, pues hemos ido de compras y me he quedado a comer. Cuando regreso a casa, enciendo la radio del auto. Bajo del auto, tarareando aun la última canción que escuche, aunque no dura mucho. Calló abruptamente al ver al alguien en la entrada de mi departamento. Bueno, no alguien, pues yo reconocería a Hayden donde fuera.
.- ¿Hayden?- tiene la cabeza agachada, por lo que tengo que llamarlo.- ¿Qué haces aquí?-
.- Ryan… ah, estaba esperándote.- lo miro extrañado mientras abro la puerta.- te he llamado y dejando un montón de mensajes.-
.- ¿en serio?- pregunto, pues mi teléfono no ha sonado en todo el día. Ah, parece que olvide encenderlo en la mañana. Estoy nervioso, lo admito. No esperaba que Hayden volviera aquí.
.- D… ¿Dónde estabas…?- espera… ¿Hayden se ha sonrojado?
.- en mi casa.-
.- ah…-
.- Hayden… ¿Qué…?
.- quiero hablar.- lo miro, esperando que continúe.- yo… ah, esto es… Ryan, tu sabes que no soy gay…-
.- si, lo se.- murmuro.
.- espera, aun no termino. Yo nunca me había visto en una situación… como esa, y no entiendo aun por que hiciste eso…- ¡ah! ¿En serio Hayden es tan torpe?- sabes que nunca me ha molestado que salgas con chicos, pero no quería vivir una experiencia gay…-
.- ¿experiencia gay?-
.- no se como expresarlo.- se ha puesto mas rojo.- el caso es que si lo hubiera hecho con alguien más, yo lo hubiera odiado por hacer eso cuando yo estaba ebrio.-
.- no entiendo.- ahora es mi turno para poner una expresión de duda, no porque no entienda en si las palabras, si no que no asimilo el mensaje de lo que dice.- estas diciendo ¿Qué no me odias?-
.-n-no puedo… no puedo odiarte Ryan.-
.-de verdad eres muy torpe.- sonrió.
.- me sentí mal al pensar que me estabas evitando.-
.- Hayden, tu tendrías que estar evitándome.-
.- lo se, eres un mal amigo.- comienzo a reír. He estado preguntándome eso desde hace unos días, torpe Hayden.
.- lo soy. Porque ya no quiero ser tu amigo.- Hayden agacha la cabeza.- entiendo porque estas aquí, a mi también me es extraño hacer algo sin ti, pero sinceramente no podemos seguir así.-
.- no.-
.- ¿lo ves?
.- Ryan… aun… si… yo…. No. Yo no odie… tampoco… lo que paso.-
.- ¿Qué?- no he entendido nada, pues Hayden ha murmurado con la cabeza agachada.
.- que no odie lo que pasó.-
.- ¿Lo que…?- me quedo callado cuando entiendo lo que implican sus palabras. Hayden me mira, sonrojado, y con los ojos llorosos.
.- ¡yo quería odiarte! Pero no puedo… no he dejado de pensar en ti desde ese día… y cada que me veo lo recuerdo y….he soñado contigo mas de una vez desde entonces y mi cuerpo se siente extraño…- doy un par de pasos hacia atrás, en shock. ¿No es mi imaginación? ¿En serio Hayden esta aquí, diciéndome que le gusto tener sexo conmigo? Hayden me mira, avergonzado. Y porque soy malo, comienzo a reír. Es un ataque de risa que no puedo detener. Me dejo caer en el sofá, tratando de respirar y reír al mismo tiempo. Hayden ha dejado de estar sonrojado, y me mira molesto.- Ryan, no es gracioso.- oh, pero claro que lo es. ¿Quién diría que Hayden se ha sentido atraído por mi? Ciertamente, yo no.
Hayden… ah, Hayden.
.- espera.- le digo, respirando profundamente. El se cruza de brazos, mientras yo me recupero de mi ataque de risa.
.- ¿y bien?-
.- Hayden.- le digo, serio, mientras me paro y camino hacia él.- Hayden.- repito, negando con la cabeza y apoyando mi mano en su hombro.- ¿tienes idea de lo que estas diciendo?-
.- ¿eh? ¿Lo que estoy…?- no dejo que termine, pues aprovechando que lo he tomado del hombro, me inclino hacia el para besarlo. Hayden ahora no esta ebrio, y siento como se pone tenso, pero aun así, no se aparta e incluso, lentamente, abre su boca. Y, yo, como todo buen villano, profundizo el beso. Lo he abrazado, pegándolo a mí.
.- ¿ni siquiera te has dado cuenta que me has dicho que te gusto?-
.- pero… yo no soy gay…-
.- no dije eso. Por mi, que te sigan gustando las chicas, pero no salgas con ellas.-
.- eso suena mal.-
.- claro que no.-
.- Ryan…
.- ¿quieres salir conmigo?-
.- ¡¿q-que?!-
.- ¿tengo que conseguirme otro novio?-
.- N-no…-
.- Hayden, me gustas.- le repito, esta vez sin gritarle. El me mira, y me sonríe, asintiendo. Por que ya no podemos ser amigos, esta es la única manera que podemos seguir estando juntos. Me he preguntado muchas veces ¿Qué tan malo puedo ser?, pues parece que nunca lo suficientemente malo, pues a pesar de que he tenido sexo con mi amigo ebrio, he terminado nuestra amistad y casi lo he hecho gay, pienso, mientras lo llevo de vuelta a mi habitación entre besos y caricias. Nunca lo suficientemente malo porque me he vuelto a preguntar ¿Qué tan malo puedo ser?