Abrí mis ojos y recordé que día era hoy, ya han pasado dos años desde entonces.
22 de marzo del 2015, hace dos años habíamos anunciado la renuncia oficial de My Chemical Romance pero los problemas venían desde mucho antes, desde que terminamos de grabar Convertional Weapons teníamos más proyectos pero las ideas de todos diferían mucho, todos querían tocar cosas diferentes pero también querían tiempo para sí mismos, yo quería tiempo para mis propios proyectos y para mi familia, después de 11 años estando en la banda realmente llegue a amar a todos los chicos y no queríamos seguir el ejemplo de otras bandas en las que se separan por peleas y problemas así que simplemente renunciamos y ya.
En la actualidad cada quien está trabajando en sus propios proyectos pero no es lo mismo, el ambiente es diferente, extraño esos momentos en las giras en las que teníamos que dormir amontonados en trailers, bañarnos con mangueras y comer comida chatarra.
Extraño ver el extraño ritual de Ray con su cabello antes de las presentaciones, extraño ver la cara sin sentimientos de Mikey, pero lo que más extraño es el tiempo que solía pasar con Gerard.
Sin importar mi estado de ánimo él siempre estuvo allí para animarme, era mi amigo, más que eso era mi amante, pero desde que habíamos decidido darle fin a la banda todo eso había acabado, las veces que nos veíamos eran muy pocas, sentía que cada vez que lo veía apenas éramos unos conocidos, las cosas habían cambiado y después de dos años ya lo había asimilado, o almenos eso era lo que creía.
Ayer en la tarde me llamo, me sorprendi al escuchar su voz, me pregunto si tenía planes para este día y le dije no, no es como si realmente los tuviera, entonces me dijo que quería que fuéramos a Nueva York, eso me sonó extraño, pero luego me explico que era por los viejos tiempos, quería hacer un viaje con Ray y Mikey por estos 2 años desde el fin de My Chemical Romance, no me pude negar así que acepte inmediatamente.
El pasaría por mí en su auto a las 9:00 am, debía apresurarme si quería salir a tiempo, tome una ducha rápida e introduje una muda de ropa en un bolso, tome mi billetera y salí, no sin antes despedirme de Jamia, Cherry, Lily y Miles. Cuando salí de mi casa allí estaban los chicos, sentí un nudo en la garganta ya que no recordaba la última vez que nos habíamos reunido, sabía que lo próximos dos días serían geniales.
Después de dejar mi maleta en el maletero entre al auto, Gerard conducía y yo era el copiloto; el viaje fue de lo mejor del mundo, hablamos de cosas muy banales pero también de importantes proyectos, reímos y escuchamos música, ni siquiera tenía ganas de llegar a Nueva York, sentía que si por alguna razón moría no me importaría, a pesar de que apenas había empezado este era por el momento uno de los mejores días de toda mi vida.
Llegamos a eso de la 1:00 pm y buscamos un restaurante para almorzar, creo que todo estábamos hambrientos así que cualquier cosa estaría bien.
-No puedo creer que tu cabello luzca exactamente que la primera vez que nos vimos Raymond, ¿acaso hiciste algún tipo de pacto con algún demonio para que se viera asi? -le dije a Ray mientras mordía mi hamburguesa, los hermanos Way no podían dejar de reír.
-¿Acaso tienes celos enano? -Ray sonaba algo molesto, pero ocultaba una sonrisa en sus labios.
-Todos siempre hablan del cabello de Ray pero nadie nunca se fija en todo lo que hago para que el mío que se vea así -Gerard hablaba con un tono se superioridad mientras se acariciaba sus rubios cabellos, aunque me parece que el color que más le favorecía era el rojo.
-Mi cabello es mil veces mejor que el tuyo Gerard, no uso tintes y aun así se ve genial.
-¿Quieres hacer una competencia Raymond Toro? Obviamente mi cabello es más lindo.
El resto del almuerzo fue acerca de quien tenía el mejor cabello, no comprendía muy bien a que se debía todo esto pero era bastante divertido oír discutir a Gerard y a Ray.
-Caballeros nuestro siguiente destino es Broadway, muchas veces tocamos allí pero ahora iremos como observadores- Gerard hacía varias maromas con sus manos mientras hablaba
-Estamos del otro lado de la ciudad, ¿Realmente quieres llevarnos allí?
-Aquí preparan las mejores hamburguesas del mundo y hace mucho que no las comía, además tengo boletos para los 4
-No tenemos nada que perder
Todos entramos al auto, Gerard arranco el auto y nos dirigimos a nuestro destino, siempre que había ido a Broadway era con la intención de tocar, pero esta vez seriamos parte del público, me preguntaba exactamente cuáles eran las intenciones de Gerard, no es que fuera una mala persona que siempre quiere algo a cambio, pero no es algo que solía hacer normalmente.
Después de buscar un lugar para estacionar el auto fuimos al Teatro Imperial, me sentía realmente extraño entre tanta gente ya que la mayoría tenia trajes y ropas elegantes mientras que yo usaba un Jean, unos tenis algo viejos y ni hablar de mi camisa con la frase “Fuck The World”; la situación de los demás no era muy distinta de la mía, veríamos la obra “Les Miserables”, creía que había escuchado ese nombre antes en algún sitio pero no es como si importara realmente.
Entramos y nos sentamos, Mikey estaba al lado del pasillo, a su lado estaba Ray, luego yo y por ultimo Gerard, después de unos 10 minutos después de entrar la obra comenzó.
Seguía sin entender las intenciones de Gerard para que todos viéramos esto, voltee a mi lado derecho y Mikey estaba profundamente dormido mientras que Ray trataba de contener sus lágrimas, a mi lado izquierdo estaba Gerard, la expresión de su cara era imperturbable, su mirada estaba fija en el escenario mientras una pequeña sonrisa se dibujaba en sus labios, me maldecía a mí mismo por no prestarle atención a la obra y no poder entender por qué los chicos reaccionaban de esa manera.
Cuanto termino la obra todos fuimos al hotel en donde habíamos hecho las reservaciones, fue un largo camino ya que nadie se atrevía a mencionar ni una sola palabra, me sentía realmente desconcertado ante tal situación.
Al llegar al hotel todos nos dirigimos a una sola habitación, donde estuvimos charlando y bebiendo hasta las 1:30 am, creí que compartiría esta habitación con Ray pero entonces Gerard tomo mi brazo y me saco de allí.
Cuando entramos a la habitación descargue mis cosas sobre la cama, pero entonces me sorprendí cuando sentí que Gerard poso sus brazos sobre mi cuerpo, me estaba abrazando y luego me empezó a besar la oreja derecha.
-Al fin estamos solos enano.
-¿Qué crees que haces Gerard?
-No es como si fueras un niño, sabes cual han sido mis intenciones durante todo el día.
Gerard me dio la vuelta y me beso, fue algo intenso pero al mismo tiempo fugaz, creí que la única relación que existía entre los 2 era algo parecido a ser excompañeros de trabajo.
-Realmente no sabes la falta que me has hecho, es muy irresponsable de tu parte el no visitarme a menudo.
-Gerard las cosas ya no son las mismas de antes, ahora estamos casados y tenemos hijos, no podemos simplemente escapar de nuestras vidas y dejarlo todo así.
Odiaba ser la voz de la razón, realmente quería a Gerard, más que eso lo amaba, pero no era lo mismo las cosas como las estaban ahora a hace unos 8 o 9 años, cuando no estábamos casados y nuestra relación era más fácil.
-No te hagas el difícil Frank, una vez después casados no nos detuvimos para hacer nuestras cosas, entonces ¿Qué te pasa ahora?
-No sé ni cuándo fue la última vez que te vi, supongo que las cosas ya no pueden ser como antes.
-Frank, por estos dos días imagina que son así, imagina que estamos en una gira, que compartimos una habitación, que no tenemos familias, ¿Sabes cuantas veces he soñado con esto? Simplemente no podemos acabar con esto de la nada.
-Gerard yo…
No pude terminar mi frase ya que Gerard me estaba besando de nuevo, pero esta vez era diferente, sus besos eran más salvajes que nunca, mordía mis labios y yo dejaba que este lo hiciera, no podía negarme, realmente quería estar con él, maldición de nuevo había caído ante sus encantos.
Gerard comenzó a besar la parte derecha de mi cuello, allí estaba mi tatuaje del escorpión, creo que besarme allí lo ponía cachondo o algo similar, una ligera sonrisa salió de mis labios como diciendo “Ya no hay marcha atrás” simplemente me deje caer ante el deseo.
Introduje mi mano el pantalón de Gerard, no podía creer que ya estaba así de húmedo solo por besarme, aunque mi situación actual era bastante similar; desabroche su pantalón y baje su ropa interior para que así su erección pudiera liberarse, luego la tome con mi mano, pero entonces Gerard aparto mi mano, yo estaba algo perplejo
-La noche es joven Frank, déjame disfrutar el hecho de estar a tu lado un poco más.
Gerard me quito la camisa, luego me recostó sobre la cama y empezó a besar mi cuerpo, estaba bastante excitado por el simple hecho de ver a Gerard haciendo tales cosas, cuando me di cuenta el había recorrido todo mi pecho y vientre, ahora sus labios se encontraban sobre mi jean.
-¿Qué debería hacer enano?
-Lo que se te venga en gana.
-¿Podrías intentar ser algo mas romántico?
-Vete al carajo Way.
Gerard sonrió, luego se quitó la camisa y me desabrocho el pantalón, en cierto modo estaba desesperado por la condición en la que estaba, Gerard estaba sobre, tan solo usando unos boxers negros, me tenía a su completa merced y era como si yo no tuviera manera alguna de hacer algo.
-Ya que no quieres decirme nada coherente, “hare lo que se me venga en gana”
Gerard comenzó a besarme de nuevo el pecho y el vientre, esta vez se detuvo en una de mis tetillas mientras con una de sus manos acariciaba la otra, trataba de no hacer ninguna ruido, tanto así que coloque mis manos sobre mi boca, no me incomodaba que Gerard me escuchara pero debía ser realmente molesto para las personas de los cuartos continuos.
-Déjame oírte Frank, no seas cruel conmigo.
-¿Qué mierda te pasa? Tu propio hermano está al lado, no quiero que nos oigan.
-Las bebidas que compre no fueron en vano.
No sabía que cara había puesto en ese preciso momento pero Gerard comenzó a reír, después de esto puso sus labios sobre mi ropa interior y empezó a besarme, bajo mi ropa interior y mi miembro salió disparado, Gerard me miro e introdujo mi miembro en su boca, maldición sus labios sabían realmente lo que hacían ya que me era muy difícil contener mis ahogados gemidos, Gerard se detuvo por un momento y se acercó a mi cara para besarme.
-Frank, se un buen chico y haz lo que te diga.
Gerard introdujo sus dedos en mi boca, empecé a lamerlos de una manera muy lenta quería disfrutar ver su cara, lo quería todo para mí.
Después de esto, empezó a besar mi cuello dejando marcas visibles, ya no me importaba si la gente lo veía era mejor para mí, quería que estos supieran que Gerard había sido mío la noche anterior, bajo lentamente hasta llegar hasta mi entrepierna, su lengua me volvía loco, la vista que tenía era de las mejores del mundo, Gerard estaba engullendo mi pene como si de un gran banquete se tratara, estaba inmerso en el placer, tanto así que sentí una gran impresión cuando Gerard introdujo uno de sus dedos en mí.
-Ah, Gerard espera, mas... hazlo más lento…
-¿No te lo dije hace un rato? Te dije que fuera un buen chico y que hicieras lo que te dijera.
Sin previo aviso introdujo el segundo de sus dedos, una corriente eléctrica atravesó todo mi cuerpo, arquee mi espalda por la mezcla de dolor y placer que Gerard me estaba haciendo sentir, ya no era consiente de mí mismo, ya no cubría mi boca para tratar de ahogar los gemidos, maldito cabron de Gerard todo era por su culpa.
-¿Qué pasa Frankie? Te noto algo tenso.
-Mmm, Cállate… ah… ¡Cállate idiota!
-No creo que realmente quieras que me calle
Gerard seguia con su labor, pero entonces se detuvo de la nada.
-Es suficiente Frank.
-¿Eh?
-Quiero que me montes, ya sabes como en los viejos tiempos
Sabía que mi cara estaba roja, no tenía relación alguna con el alcohol estaba avergonzado con las palabras de Gerard, este se levantó y saco un condón del bolsillo de su pantalón se quitó el bóxer y luego se incorporó de nuevo en la cama, mientras se ponía el preservativo me dedicaba una miraba muy picara, solo que esta vez me tomo entre sus brazos y me puso sobre él, posicione mi entrada sobre su erecto miembro para que así este pudiera entrar, el principio lo estaba haciendo muy lento, pero me tomo de las caderas e hizo que entrara todo de una sola vez, me dolió, no sentía nada de placer por el contrario sentía que si seguía así podría hacerme daño
-Antes tenía dudas pero ahora me doy cuenta de la verdad, ¡Gerard Arthur Way, eres un completo cabron!
-Lo siento, actué sin pensarlo, pero sé que al final me disculparas.
-¡Vete a la mierda!
Algunas lágrimas brotaron de mis ojos, no eran por el dolor, me sentía humillado, la rabia me invadía y tenía ganas de salir corriendo de este lugar, Gerard lo noto y empezó a besarme suavemente, no se movía ni hacia nada, simplemente espero a que estuviera listo.
-Eres un idiota.
-Lo sé, pero almenos soy tu idiota
La sonrisa de Gerard me reconfortaba, el dolor que hace un momento invadía todo mi cuerpo se había transformado lentamente en una sensación de placer, empecé a moverme lentamente de atrás hacia adelante, tenía mis ojos cerrados así que no podía ver las expresiones de Gerard, pero con el simple hecho de saber que estaba dentro de mí me bastaba.
-Frank, se siente estupendo estar dentro de ti.
-Ca...llate y déjame hacer lo mio.
Seguí moviéndome cada vez más rápido, mis gemidos resonaban por todo el cuarto, Gerard tomo mi miembro de nuevo y lo empezó a masturbar, si seguía así no podría soportar mucho más tiempo.
-Gerard, ah, detente.
-Solo hazlo, sé que no aguantaras mucho más.
-Umm, Te amo
Entonces mi vine, creí que todo había terminado pero entonces de estar sobre Gerard ahora estaba debajo de él, mi mirada demostraba mucha incertidumbre.
-Puede que tu hayas acabado pero yo aun no lo he hecho ¿Puedes aguantar un poco más por mí?
Gerard comenzó a embestirme, cada embestida era más rápida que la anterior, todo rastro de dolor que había en mí se hizo invisible ente todo el placer que estaba sintiendo en este momento, mis brazos abrazan la espalda de Gerard, con mis uñas le deje varias marcas pero no fueron intencionales, mis piernas rodeaban su espalda como pidiéndole que fuera cada vez más rápido y profundo, ¿me pregunto si alguien nos había escuchado? no importaba, en este momento nada importaba.
-Frank, te amo, nunca te alejes de mi lado
Ambos terminamos al tiempo, Gerard se dejó caer sobre mí, nuestras respiraciones estaban muy agitadas, su cuerpo era pesado pero me gustaba tenerlo sobre mí, lo abrace y lo bese, quería que esta noche durara para siempre, no quería separarme de su lado.
-Increíble como siempre enano.
-Y tú siempre diciendo cosas innecesarias.
-Es mi forma de ser, acéptala y amala
Gerard beso mi frente y luego se acomodó para irse a dormir, ¿cuándo había pasado desde la última vez que estuvimos así?
No lo quería creer pero era verdad, a la mañana siguiente toda mi felicidad acabaría.