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Si precisas una mano por golddie

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Notas del fanfic:

Disclaimer: B.A.P. no me pertence, ni a ninguna de sus fans, son almas libres (hasta lo que TSEntertainment permita, creo, ojalá que ganen la demanda)

Advertencias importantes: (Obviamente) menciones explícitas de pornografía, tipos de ella, e intentos de humor fallidos. 

* El título viene del proverbio "Si precisas una mano, recuerda que yo tengo dos." que va excelente con el tema del fic, es decir, por un lado está el sentido de ayudar a aquien lo necesite y el otro es, claramente, el de la connotación sexual.

Para ser completamente justos, Daehyun no lo veía como un problema. Era un hombre, después de todo. Un hombre con necesidades físicas que no podía satisfacer con alguna chica (o chico, para qué engañarse a sí mismo). Sin embargo, no fue algo normal para Yongguk enterarse de lo que su amigo hacía a diario, en reiteradas ocasiones. No había sido algo que fuera fácil de escuchar a pesar de que su amistad había sobrevivido a cosas peores (como peleas por apuestas sin sentido o discusiones verbales por no compartir un punto de vista), así que Yongguk se había ido algo preocupado.

Él estaba convencido que Daehyun estaba racionalizando su problema, y no quería aceptar que era un adicto al porno.

Daehyun le había contado todo: la clase de videos que veía y lo que usualmente hacía al verlos. Es decir, masturbarse, lo cual había dejado a Yongguk algo perplejo.

“¿Lo haces por cada video?”, inquirió él, cuando recuperó la voz.

Su amigo había sonreído algo avergonzado.

“La mayoría de las veces”, respondió lentamente.

“… ¿Y no te duele?”, preguntó Yongguk luego, algo sorprendido por la respuesta. Él también veía porno de vez en cuando (Yongguk estaba seguro que todo el mundo lo hacía, y no tenía vergüenza en admitirlo si se lo preguntaban de frente), pero su máximo había sido venirse dos veces en un día, y ya de esa forma su cuerpo se había sentido extraño. Era llanamente raro para él pensar en alguien que pudiera tener de ocho a diez orgasmos por días sin que sufriera alguna lesión ahí abajo.

Daehyun rió ante su pregunta.

“Por supuesto que no”, afirmó, luego miró hacia otro lado.

Yongguk se sintió un poco raro luego de eso, así que decidió que era una buena idea cambiar de tema en la conversación.

Pero, en la noche, intentando dormir en su propia cama, lo que Daehyun le había contado seguía haciendo eco en su mente. Por lo que, al día siguiente, lo primero que hizo fue localizar a Himchan en la entrada de la Facultad.

“Tengo que hablar contigo”, estableció el ligeramente mayor. Himchan frunció el ceño porque él era el tipo de persona a la que las sorpresas no le caen bien, pero Yongguk tenía un problema mucho mayor. “Es urgente”, agregó luego, haciendo un gesto con el borde de sus labios.

Himchan le siguió hasta un costado del edificio donde se estaba llevando a cabo la clase a la que estaban faltando, sin importarle mucho ese detalle cuando Yongguk comenzó a contarle su problema. Bueno, más bien el de Daehyun, pero Daehyun también era en parte su problema; era como si su hermanito le hubiera contado que mojó la cama y él, como hermano mayor, tenía que ayudarle a cambiar las sábanas antes que sus padres se enterasen.

Claro que en esa analogía Daehyun no mojaba su cama con orina, precisamente.

“No se me hace difícil de creer”, soltó Himchan, como a quien lo le sorprende nada porque tiene muchas experiencias de vida, pero Yongguk sabía que en realidad el muchacho decía lo contrario a lo que pensaba en momentos así para quedar bien. “Muchos tienen ese problema cuando están solteros, ¿lo sabías?”, preguntó con una sonrisita que, por lo visto, quería implicar algo, pero Yongguk no quería esforzarse en entender a qué iba.

“¿Qué hago?”, inquirió el mayor, algo exasperado.

Himchan alzó una ceja y le mandó una mirada escéptica.

“¿Y esto es tu problema porque…?”, musitó.

Yongguk quiso golpearse mentalmente por haber recurrido a Himchan, pero en el fondo su mejor amigo era al único que podría contarle todo sin ser juzgado realmente. El problema era la actitud de sabelotodo que Himchan ponía cuando Yongguk le contaba algo que le acomplejaba, pero finalmente el muchacho era de ayuda: la gran mayoría de las veces terminaba aconsejándolo de la forma en que podría resolver su problema o al menos dejarlo más tranquilo y con una mirada más positiva hacia la vida.

Bueno, no tan así, pero realmente Yongguk solo quería contarle sus cosas a alguien y Himchan siempre estaba ahí.

En su defensa, era una de las utilidades de tener un amigo que no pasara mucho tiempo con su otro grupo de amigos.

“Es mi amigo”, dijo el mayor, como si se lo estuviera recordando. “Y tengo que verlo a la cara todos los días”, aclaró después.

“Y tienes miedo de verlo a la cara y pensar en sus manos tocándose la entrepierna, entiendo”, soltó el otro con voz divertida.

Yongguk se sonrojó suavemente, sin embargo, asintió.

Himchan le sonrió.

“Descuida, creo que sé qué hacer”, afirmó, “he leído algo del tema en internet por razones que no entraré en detalle: las soluciones más viables son encontrarle pareja o cortarle el internet”, explicó.

El otro puso una expresión de sorpresa.

“¿No es recomendable darle un tratamiento con un Psicólogo?”

Himchan bufó.

“¿Quieres hacer esto de la manera aburrida? En serio que necesitas salir más”, dijo con voz indignada, “Daehyun es algo guapo, estoy seguro que puedo arreglarle una cita a ciegas con alguno de mis amigos: ¿es hetero, no?”, preguntó sutilmente mientras buscaba su celular en su chaqueta.

“Creo que le gustan ambos”, musitó Yongguk, recordando que Daehyun le había contado que veía todo tipo de films, incluyendo los videos que iban dirigidos a la población homosexual, por lo tanto, Yongguk podía deducir que a Daehyun realmente no le molestaría si le arreglaban una cita con un chico lindo. (Aunque podría estar equivocado, tendría que preguntarle de forma directa eventualmente.)

Himchan asintió.

“Tengo al chico preciso”, soltó, “es lindo, del tipo intelectual, pero que es capaz de irse a la casa de su cita si juega bien sus cartas”, explicó, presionando la pantalla de su teléfono celular.

A Yongguk se le ocurrió que quizás no era una buena idea, pero desechó la misma cuando lo dicho por Himchan hizo ruido.

No quería hacer eso de la forma aburrida.

“Aquí tengo una foto de él”, anunció, poniéndose a su lado y enseñándole lo que decía.

Yongguk pensó de la manera más heterosexual posible que ese chico era, de hecho, bastante lindo. Tenía una apariencia tierna en la fotografía, bastante angelical, si se lo preguntaban. Lo cual, le llevó a pensar, nuevamente, en si sería una buena idea dejar a Daehyun a solas con alguien así.

“No te preocupes”, le dijo Himchan, notando la tensión en el rostro de su amigo. “Es capaz de manejar lo que sea. Lo he visto”, agregó tratando de hacer que Yongguk se relajara, pero realmente solo consiguió que el mismo se preguntara en qué cosas sucias estaba metido Himchan.

Pero, si lo pensaba bien, no quería saberlo. Suficiente tenía con el secreto que Daehyun hizo explotar en su cara cual bomba.

Notas finales:

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Lo más probable es que haya porn pero no quiero incluír el tag de 'lemon' hasta que lo escriba porque no quiero llamar al publico indebido(?). Va a ser un fic con capitulos cortitos como este y lo más seguro es que no tenga más de 5 capitulos. Comenten si les ha gustado la idea y si tienen alguna sugerencia para incluirla en el fic, ya que llevo poquito escrito así que aún estan a tiempo para ayudarme a sazonar el plot. Quizás me inspire de más y termine la historia más rápido de lo normal, pero quien sabe quien sabe quien sabe- hue, eso es todo. nos leemos<33

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{He dejado una pequeña notita en el último capitulo de "Donde caben cinco", si diera la casualidad de que alguno/a lo lee, y le interesa saber qué onda con el fic, puede ir a leerlo, sino, pasen de este comentario, huehue}

 


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