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Doncel por RedParadiseYaoi

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Notas del fanfic:

Todos los personajes de la historía pertenecen al manga-anime NARUTO de Kashimoto

Creo que ya hay algún fanfic con ese título pero me arriesgo, enviar.

Notas del capitulo:

Me he inventado muchas cosas :v 

Todos los personajes de la historía pertenecen al manga-anime NARUTO de Kishimoto Nunca-me-acuerdo-de-su-nombre

ONE-SHOT  NS

 

 

               Sasuke acariciaba su barriga mientras se balanceaba en su mecedora, le habían dicho que pronto tendría que ir al hospital para tener a su hijo. Había escuchado mucho sobre los donceles que se volvían locos cuando tenían un hijo, aquello se debía a las altas temperaturas que llegaba a alcanzar el cuerpo del doncel, afectaba a la parte racional del cerebro y con eso muchas veces le llegaban a tener confusiones de lo que estaban haciendo, por eso si el doncel era soltero muchas veces se le quitaba el hijo si no pasaba el test posparto. Aunque no solo podía afectar a la parte racional, también podía hacer que afectara a los nervios y que no se pudiera mover o dejarlo en estado vegetal en otros casos. En cualquiera de las opciones le aterraba. Tenía un miedo atroz, pero no pensaba ponerse nervioso, él iba a ir a un hospital especializado, con la gran doctora Tsunade, abuela postiza de su gran amor, Naruto. Estaba seguro que ellos le ayudarían todo. Solo eran los nervios por acercarse la fecha próxima.

                Acabado de leer el libro de cuentos infantiles que se intentaba memorizar para su hijo se para, con dificultad, y lo pone en la estantería luego agarra la libreta donde iba apuntando su día a día de su embarazo, su niño acababa de darle una patada, era increíble ver como se movía. Tenía que irse a dormir pronto por lo que tendría que apuntarlo antes de salir de la habitación de su futuro retoño. Esperaba que se pareciera a su padre donante, él era más alegre y cariñoso que él, solo cuando estuvo embarazado se dio cuenta que muy pocas veces le dijo “te quiero” y ahora se lo decía siempre. Podría ser una tontería pero le tranquilizaba que él lo supiera. Apuntaba las últimas palabras en aquella libreta pequeña y la vuelve a colocar en la estantería.

               

                Cuando al fin pudo encontrar la postura perfecta para dormir se comenzó a encontrar mal, su vástago se movía demasiado, la parte de su pelvis era una zona mortal. Llamó a su pareja, que hacía papeleo en la habitación de al lado.

                — ¡Sasuke! —nada más oír como hacía esos gritos.

                — ¡¡Ya viene!! —gritaba mientras se cogía la parte baja de su barriga.

                Naruto respiro profundo tranquilizándose, cogió el bolso preparado para el parto con las cosas que necesitarían y se lo colgó en su hombro, enseguida cogió su teléfono y llamó a su abuela para que vaya preparando una sala, Sasuke intentaba regularizar su respiración.

                — Muy bien, lo haces muy bien Sasuke, ya están preparando la sala —le ayuda a bajar las  escaleras que, intentando que el vientre no se mueva mucho para no producirle mucho dolor. Al bajar a la planta se dirigió al garaje, Sasuke sudaba mientras intentaba regular su respiración.  Intentó conducir con precaución y a la vez de prisa, sabía que se tenía que concentrar su pareja iba a dar a luz a su primer hijo, al llegar al hospital se pondría nervioso.

 

                En la entrada del hospital estaba la ayudante de Tsunade, Sakura con la que ya habían hablado antes y dijo que sería quien ayudaría a su abuela con el parto, llevaba una silla de ruedas con ella. Naruto le puso en la silla y Sakura le pidió que le siguiera. Al llegar al ala de cirugía vio a su abuela con las manos enguantadas.

                — Quédate aquí, Naruto, ahora continuamos nosotras. Lo has hecho muy bien —la respiración de Sasuke se irregularizó. Comenzó a pensar en que él tendría que estar ahí dentro ayudante, sujetando la mano. Pero ya habían hablado de eso semanas antes. En la que todos le dieron negativas diciendo que si se ponía nervioso Sasuke también se pondría nervioso.

                Intentó a volver a regularizar su respiración pero no lo conseguía se sentía demasiado preocupado. Se recostó en la pared que estaba enfrente de la puerta, estaba demasiado tenso para sentarse.

                Las horas pasaban, ¿Cuánto tardaba un parto? Naruto había leído un montón de libros en los que decía que podía durar desde media hora hasta medio día. Esperaba que no durara más, sus nervios estaban a flor de piel. Cuando volvía a dar otra vuelta por el pasillo, Sakura salió de habitación.

                — ¿Cómo están? —le preguntó nada más verla. Ella no se sorprendió de verlo de esa manera tan preocupada.

                — Ambos están bien. Sasuke está cansado ahora así que después le harán el test y ambos podéis ver a la criatura—ella sabía que habían pedido ver a su hijo a la vez.

                — ¿No puedo ver a Sasuke?

                — Ya sabes que tienes que esperar al test, no queremos que pueda confundirse con alguna ayuda externa anterior al test. Tranquilo solo son cinco minutos y el análisis es inmediato —le tranquilizaba la mujer.

                Naruto suspiró, ya esperó lo suficiente no sabía si podría ahora esperar unos minutos más.

                — Le están llevando a la habitación 107. En el ala de maternidad. Espéralo en la habitación —Naruto solo asintió con la cabeza. Antes de marcharse.

                Estaba feliz porque todo había salido bien, no había ningún problema. Arreglaría la habitación meticulosamente  cómo su pareja lo quería, sin decoraciones solo lo necesario, se irían enseguida y a disfrutar de los futuros llantos del bebé.

                Mientras arreglaba en el armario los pañales y el paquete que les había dado el hospital, con pañales para recién nacido y leche que le darían porque Sasuke aún no podía dar el pecho hasta pasado al menos un día desde el parto, Sasuke ingresaba en la habitación individual en una camilla. Pudo verlo, estaba con los ojos cerrados, parecía muy cansado, seguro que debió de haber sido muy duro. Cuando acabaron de arreglar en la cama le indicaron cómo funcionaban los mandos.

                Se fue la enfermera y al fin pudo estar a solas con Sasuke, le dijeron que enseguida que traerían a su hijo y estaba contento, no cabía en sí.

                — Lo has hecho muy bien, Sasuke —acaricia la cabeza de Sasuke. Vio como unas cuantas lágrimas salían de Sasuke— ya está, todo salió bien. Ahora van a traer a nuestro pequeño. Vamos a ver a Menma, ¿vale? Los dos juntos —le daba besos en la frente mientras le quitaba las lágrimas.

                — Con permiso —se hoyó la voz de Sakura— traigo al nuevo integrante de vuestra familia —la muchacha sonreía— Déjame revisarte Sasuke, la enfermera que vino antes era nueva y no conozco cómo hace las cosas prefiero saber que todo está bien— se fijó en el gotero que estaba inyectado en Sasuke, si había algún defecto o algo mínimo— parece que lo hizo bien, menos mal —se gira para ver que Naruto no se había acercado al niño a pesar de que lo había puesto a su lado— Que esperáis para ver al querubín —se acerca dónde estaba la pequeña criatura y le enseña a Naruto como agarrarlo— tienes que coger con cuidado su cabeza, él aun no mantiene su cabeza, ¿vale? —Naruto asintió.

                Naruto estaba sorprendido, el niño aún era pequeño para decir a quien de los dos se parecía pero los pequeños cabellos negros en su cabecita le decían que tenía características de Sasuke.

                — Mira Sasuke es nuestro pequeño —se acerca con cuidado a Sasuke.

                — ¡No! —Soltó de repente el moreno— ¡Ese no es mi hijo! —decía mientras intentaba retroceder.

                — Espera Naruto. —se pone entre Naruto y Sasuke— Tranquilo Sasuke, no pasa nada todo está bien, no pasa nada. Tu hijo y tu novio están bien. Solo estás confundido.

                — No… yo… —miró a Naruto detrás de la mujer. Enseguida bajó la mirada— ¿Qué me está pasando?

                Sakura suspiró mientras se dirigía a la parte baja de la cama— en el informe pone que sí que has superado el test y que no te pasa nada, pero hay una observación: “volver a revisar”. Posiblemente solo sea el cansancio.

                Naruto aún estaba preocupado y mantenía al niño en su pecho y eso Sakura lo notó.

                — Adelante Naruto, está bien. Me quedaré aquí si algo pasa —El rubio la miró y después comenzó a caminar de nuevo hacia Sasuke.

                — Sasuke, es nuestro pequeño —ponía al niño en el pecho de Sasuke. El moreno, comenzó a acariciar al niño delicadamente.

                — Es precioso, mira tiene el pelo negro. Es tan pequeñito, ahí dentro parecía más grande —Sasuke lo miraba de arriba abajo al recién nacido.

                Sakura se acercó a la caja que le había dado el hospital y comenzó a preparar la leche del niño mientras ocurría el primer encuentro con el niño.

                — Naruto, mira tienes que echar solo esta cantidad dentro del biberón. Tiene que comer de 8 a 12 veces al día, tendrás que despertarlo en algunas ocasiones. No dejes que comience a llorar para dárselo, eso es el último recurso de los bebés cuando tienen hambre. —Naruto había estudiado todo aquello pero asintió con la cabeza dándole a entender que la escuchaba— Bien, os dejo solos.

               

                Naruto estaba rellenando el documento para registrar a su hijo, su pareja y el niño dormían en su respectiva cama y cuna. Le daba gracia ver a su hijo ya que la ropa le venía grande, su abuela le dijo que los niños crecían por días y que enseguida le vendría pequeño.

 

                Ya habían pasado 4 días desde que el pequeño vino al mundo y después de volver a hacer el test a Sasuke, que salió de nuevo en observación, le dieron de alta y podía volver a casa pero tendrían que contratar a una asistente hasta que estuvieran cien por cien seguros de que Sasuke no le pasaba nada. Por esa parte se puso triste pero lo aceptaba. Sasuke no dijo nada al respecto.

                Sasuke no podía volver a su trabajo por lo que tenía que pasar los días en casa, había días que sufría de dolor de cabeza pero no decía nada ya que procuraba no hablar hasta que se le pasara el dolor. Naruto muchas veces se quedaba con él mientras amamantaba al pequeño, ya se podía ver con todo el esplendor los rasgos del infante. Ojos azules al igual que su padre donante y cabellera oscura al igual que su padre de concepción. Esos momentos eran relajantes y tranquilos.

               

                Llegó el quinto mes de vida del pequeño y Sasuke no daba señales de recuperarse, muchas decía que ese no era su hijo o simplemente se aislaba dejando de lado al pequeño. La enfermera tenía que informar de todo lo que sucedía. En cambio también había ocasiones en las que si eran hermosas. La vez que su niño intentó hablar, sus risitas que hacían sonreír a Sasuke, sus intentos de caminatas que acaban en huidas a gatas.

               Tsunade les mandó a una especialista para hacerle el test, ese día iba a ser la cuarta vez que iba.

                — al habla Naruto, ¿Con quién hablo?

                — Soy yo, Sasori, ¿Sabes si Sasuke está de camino a la consulta? —el muchacho al otro lado del aparato estaba algo preocupado.

                — Sí, salió hace una hora. La señora Taka no pudo quedarse hoy así que dijo que me quedará con Menma mientras él iba, que el camino era muy corto. ¿No ha llegado? Solo está a 20 minutos. No…

                — Tranquilízate Naruto, a lo mejor solo se distrajo de camino —notó como la voz de Naruto comenzaba a sonar alterada

                — Iré a ver, él no suele ser impuntual —colgó el teléfono antes de que el otro le pudiera decir alguna cosa.

                Menma, tenía que poner a Menma en el carrito. Fue a la habitación del pequeño y lo colocó en el sillín del carrito. Intentaba no ponerse nervioso. Temía por Sasuke, temía por él, temía por Menma, temía por su futuro. El pequeño notó que le movían y comenzó a llorar.

                — Venga pequeño, venga… vamos a buscar a papi, ¿vale? —le mecía entre sus brazos, eso ayudó a volverle a dormir. Le puso mantitas para abrigarle. Al bajar a la primera planta de la casa le colocó en la base del carrito y salió de casa.  Mierda… no sabía por dónde comenzar a buscar.

                Decidió ir hacía la consulta y ver si por algún lugar de camino se había distraído, como dijo Sasori. Su pequeño estaba tranquilo en su carro, le gustaba que el caminara con algo de prisa, se podía ver en sus pequeñas risitas cuando el carro paraba de repente en un paso de cebra.

                — Menma, te encanta pero no le digas nada a tu papi cuando le encontremos, ¿vale? —se lo dijo viendo como le miraba y sonriente. Ese niño era de sonrisa fácil y eso era lo que enamoraba a todas las personas que lo veían— Ya llegamos a la consulta de la abuela Chiyo. Seguro que ya ha llegado.

                Con esas esperanzas Naruto continuó caminando cuando el semáforo se puso en verde para el peatón. Ya veía la consulta donde iba Sasuke para los test y no lo había visto por ninguna parte de camino.

                — ¡Naruto! —Sasori se sorprendió de verlo entrar en la consulta.

                — ¿Él está? —preguntó rápido. El pelirrojo se mordió el labio inferior y negó con la cabeza sin mirarle a los ojos.

                Naruto solo se dejó caer en una de las sillas más cercanas, no podía llamar a la policía sin haber pasado un día, mil cosas le pasaban en su mente, sabía que su amor era fuerte pero  ¿En que estaría pensando para irse y alejarse de su niño?, ¿Se encontraba bien?, ¿Dónde estaba?

                — Naruto, venga, tienes un hijo. Tienes que ser fuerte. Estoy seguro que lo encontraremos.

                Escuchaba la voz de la chico lejana como si solo fuera un eco, no podía más el amor de su vida estaba desaparecido, se negaba a llamarlo  enfermo mental pero temía lo que le sucediera. Le había hablado bien cuando se fue. Su pequeño, ¿Qué le diría a él cuando creciese?

                — Naruto…

                Comenzó a respirar fuerte. Todo se llenaba en su vida, desde que nació su hijo prácticamente lo cuidaba él, Sasuke no se acercaba por su propia cuenta al pequeño. En el trabajo no paraba de pedir salir antes para estar cuando la enfermera se fuera. No quería pensar así de Sasuke, no quería pensar que él pudiera hacer algo a Menma pero el miedo estaba. Las ojeras por atender al pequeño a altas horas de la madrugada le distraían en el trabajo. Sólo le tranquilizaba que Sasuke siempre estuviera a su lado, incluso la noche anterior cuando se escuchó el llanto del bebé le despertó para que fueran juntos. Pero ahora no estaba, ¿lo había dejado? Solo con aquel pensamiento el mundo se volvió negro para él.

                — Naruto, respira profundo, piensa en positivo. No supongas cosas que no son —el chico cayó en el suelo con la mano en el pecho— ¡Abuela! —Sasori se puso a su lado.

 

 

                La búsqueda continuó, Naruto durante el periodo de tiempo que duraba la búsqueda nunca quiso aceptar que Sasuke se fue por voluntad, era inimaginable para él. El amor se du vida no se podía haber ido por tener un hijo. Los exámenes decían que estaba bien, aunque le hubiera afectado el parto a la mente.

 

                — Papá… — un pequeño niño de no más de 4 años se subía a su regazo mostrándole un libro— ¿léemelo?

                — Claro —el libro se trataba de seres mitológicos, no los leía todos, sabía cuál quería su hijo. Al zorro de nueve colas. El pequeño llevaba consigo un peluche del mismo— Vamos, tienes que estar en la cama para que te lo lea.

                — ¡Sí! — el pequeño salió corriendo a su habitación.

                Todo ese tiempo sin saber nada de Sasuke le hizo sentir mal pero el hecho de que Menma estuviera con él lo aliviaba. Su actitud se parecía a la suya misma pero el pelo azabache le decía que Sasuke contribuyó a la creación de ese pequeño ser. Y su inteligencia también, para ser pequeño le gustaba muchos los libros eso le recordaba a su espeso.

                Con una sonrisa triste se dirige al cuarto del pequeño para leerle su cuento.

 

 

 

 

 

                — Despierta Menma, es hora de ir al cole —el rubio lo movía aunque sabía que ya estaba despierto. El pequeño lo mira debajo de su manta riendo porque su padre le comenzó a hacer cosquillas.

                Ambos desayunaban en la mesa. El pequeño desde su vaso, con una pajita que venía incorporada al vaso, bebía leche caliente con unas galletas y su padre una taza de té con unas tostadas.

                — Recuerda que la abuela irá a recogerte… o a lo mejor manda a Sakura, le tendré que decir a tu profesora. Bueno, tienes que portarte bien en la consulta, ¿De acuerdo? Papá irá después a recogerte.

                El pequeño asintió con la cabeza mientras acababa de tomar su leche levantándolo de la mesa.

 

                A Naruto siempre le preocupo el cómo criaría a Menma el solo, sin Sasuke, a pesar de los 3 años y medio que pasó desde su desaparición no lo pudo aceptar el que se haya  ido, sabía que había alguna explicación, alguna…

                Antes de subirse de nuevo a su coche para ir a trabajar vio cómo su pequeño se dirigía hacía su profesora y se despedía de el con la mano.

 

 

                El timbre del colegio sonó y Menma esperaba en una fila a que su abuela o Sakura viniera a recogerlo pero para su sorpresa en la puerta del colegio estaba su papá de concepción.

                — ¡Papi! —Gritó emocionado— había visto muchas imágenes de él en el despacho de su papá. Su papá de pelo rubio siempre le decía que algún día volvería su otro papi y le pediría perdón por no haber estado con él todo ese tiempo y que él debía de perdonarlo.

                El pequeño saliéndose de la línea se fue hacía la persona que estaba en la puerta, a la otra persona solo le dio tiempo a abrir sus brazos.

                — Tranquilo —el mayor acarició al pequeño que sonreía y lloraba a la vez, este levantó los brazos para que le cogiera. Lo hizo y pudo ver mejor el rosto del pequeño— eres muy mono —el niño solo sonreía.

                — Papá me dijo que algún día volverías a casa y que me harías esa ensalada de tomate que él no soportaba pero que por ti lo comía.

                La persona que lo tenía en brazos le acarició las mejillas para quitarle las lágrimas— ¿Naruto?

                — Sí, papá Naruto. Él se ha portado muy bien conmigo. Ya sé, vamos a casa. Él llegará dentro de una hora por eso no pudo recogerme— ambos continuaban en el mismo lugar— por esa calle —señaló el pequeño.

                Ambos se fueron por donde indicó el pequeño.

 

 

 

                — ¿Qué pasa, Sakura? No te pude llamar antes, pero ya he acabado con la reunión antes-

                — Lo siento, Naruto. Lo siento de verdad —la mujer al otro lado del aparato se encontraba con la voz algo ronca— yo fui pero

                — Explícate Sakura, tranquila, no te entiendo —no se quería alterar sin motivo, a lo mejor solo se hizo daño el pequeño…

                — No está… la maestra dijo que salió corriendo gritando papi, cómo algunos de los niños y lo perdió de vista. Enseguida te llamé pero no contestabas… Naruto, lo siento.

                — Iré a por una foto a mi casa y la llevaré a la policía —su voz no mostraba ninguna emoción lo que hizo llorar más a la mujer y él colgó.

                Ya había reportado la desaparición de un ser que amaba con toda su alma y sabía el hecho de perder los estribos no le serviría para mucho. Sin darse cuenta comenzó a acelerar por las calles hasta que vio cómo un semáforo se ponía en rojo y paró. Se intentó tranquilizar respirando fuerte sin abrir la boca. Se estaba asfixiando.

               Aparcó cerca de casa, no se veía con valor de conducir más. Comenzó a correr para poder liberar un poco de la energía. Al llegar a casa se tomó un respiro antes de introducir sus llaves dentro de casa. Algo más calmado se dirige a la sala y agarra una foto que le hizo hace relativamente poco.

               Antes de salir del apartamento escucha un ruido en la planta de arriba. Eso le sorprendió. Sin hacer ruido se acerca al lugar del sonido, venía de la habitación de su hijo, se escuchaba el chirrido de la silla mecedora que compró cuando Sasuke estaba embarazado. Su hijo no pudo moverlo desde su despacho.

                Agarra una de las figuras que adornaban el pasillo para defenderse si fuera necesario, se acerca a la puerta con cuidado, enseguida pudo ver la figura de una persona con el cabello moreno meciéndose con su hijo encima mientras leía un roído libro de cuentos

                — ¿Sasuke?

                — Ssh

Notas finales:

Ya lo sé, no se alteren, es un final abierto (como las piernas de una personita de compañia)

Pero si alguien se queda como  (Eing, q'ha pasao'?) puedo darle dos pistas de como acaba la historía.

A tu elección lo dejo. 

  1. VERSIÓN TRISTE: Podría decir que es un final triste porque solo digo que el niño está durmiendo y no si está respirando. (Ni que sasuke esté curado)
  2. VERSIÓN ALEGRE: Por otra parte puede ser un final feliz porque Sasuke a regresado y Menma de verdad está dormido en su regazo.

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