Mi corazón late cada vez que te veo tocar, mi respiración se corta cuando tus labios pequeños y suaves, se mueven al son de tu risa y mi inteligencia se pierde en el instante que me das el placer de probarte completo.
He estado a tu lado desde el inicio de tu sueño, de nuestro sueño, y hoy por fin podré decir que estoy muy enamorado de ti… nuestro décimo aniversario será el mejor que hayas pasado.
-¡hey Uru!- ensayábamos en la gigante e iluminada sala, cuando te vi entrar por aquella puerta, dándome el placer de deleitarme con tu sutil belleza
-hola- me saludaste con una hermosa sonrisa en tus labios, casi me derrito. Pero morí cuando sentí como juntabas tus labios con los míos-mi aperitivo de cada día- pensaba, cada que me dabas el placer de rosarte con mis manos, abrasarte como un tierno pato de peluche y respirar tu aroma hipnotizante, que de por sí ya me embriagaba-¿cómo amaneciste?-siempre tu dulce alma, se preocupaba de mi poco cuidado cuerpo
-mejor ahora que te veo-reíste, ¡o por dios! Verte reír simplemente podría hacer que cualquier mala energía escapara huyendo de mi cuerpo
-¿enserio? Te extrañe ¿Dónde estuviste toda esta semana? ¿Pensé que ya me habías olvidado?-
-¿olvidarte?… ¡¡santo cielo olvidarte!!-su semblante fue uno más serio. Cuando te pones así, tu frente se arruga un poco, es casi inmutable y tu mirada cambia a una más cortante. El chico que más hermoso se ve cuando se enoja, siempre rió a mis adentros cuando te pongo en ese estado
-sí, olvidarme-
-olvidarte sería la mayor tortura que mi corazón puede ponerme. No vuelvas a pensar eso-atravesé con delicadeza tus finas y masculinas caderas, logrando atraerte más a mí. Tu cuerpo contra el mío se sentía maravilloso
-entonces responde ¿Dónde estuviste toda esta semana Aoi?-estabas firme en no corresponderme ninguna muestra de cariño, lo pude notar en tu tono de regaño
-estuve donde mi hermana-
-¿Dónde tú hermana?-
-sí, necesitaba un consejo-
-no es justo-cruzaste tus brazos y transformaste tus labios en un hermoso y tierno puchero-soy tu mejor consejero-
-reí, verte en ese estado era demasiado para mi cordura-pero si te pedía consejo a ti, se dañaba la sorpresa-
-¿sorpresa?- las brillantes perlas de tu boca se mostraron a mí, como el puente al cielo y creí que eras un ángel cuando, sentí tus brazos pasar alrededor de mi cuello-¿y eso?-
-no me sacaras nada-desvié mi vista hacia otro lado antes de que me aflojará con la tuya
-¡Pero Aoi!-
-todas mis sorpresas son solo para ti. Nunca lo olvides-besé tus labios, delicada y tiernamente, pensaba aumentar el tono pero la puerta se abrió
-ya, ya, ya por favor su melosería me cansa, en serio-Ruki, entraba tapándose los ojos con su pequeña mano y tocando el aire con la otra seguro para no caerse o toparse con algo
-déjalos Ruki, están enamorados- ahora hablaba Kai, que entraba con un centellar de papeles en sus manos
-además…-Reita, entraba buscando a Ruki, se puso detrás de él y con un abrazo por la espalda impidió que siguiera con su camino-cuando hacemos lo mismo, ellos no dicen nada, acéptalo- Ruki, aún seguía de espaldas con sus ojos tapados. Reita aprovecho y beso su cuello
-no abriré mis ojos hasta que ellos se separen. Aki nosotros no somos tan tan-
-¿qué no?-
-no-alegó Ruki. Deje de prestarles atención, y se la devolví a Uru
-decías Aoi-me repetiste
-esta noche, ponte más guapo de lo normal-nos besamos por última vez y seguimos en nuestro trabajo.
La jornada avanzaba y con ello nuestro cansancio. Tu cuerpo brillaba con bellas perlas de sudor cayendo por tu rostro y pecho. Tus dedos danzaban como Dioses en su día de fiesta y las contorciones que hacías, sintiendo la música en toda su plenitud, me provocaba ir, robarte y hacerte mío.
Narra Uruha
En todo este tiempo con Aoi, me he dado cuenta de cuan voluble puede llegar a ser mi corazón, a veces parezco colegiala buscando sus mimos, en los momentos en el que está ocupado por el trabajo; o puma buscándolo cuando siento que está lejos. Toda la semana se extravió, lo busque por cielo y tierra, pero había dejado su celular en mi casa y la computadora estaba olvidada en el estudio. Estallé en ira, arremetí contra cada uno del grupo, quienes con palabras consoladoramente extrañas trataban de calmarme.
Cuando supe que había vuelto, pensaba entrar como fiera y reclamarle por todo, gritarle hasta de que se iba a morir y decirle en la cara las mil y una maldiciones que se me ocurrieran, pero… cuando entré y te vi de espaldas, saludando a los del staff, mi corazón se hablando, se hizo mantequilla con solo pensar en que te tenía a solo metros. Tus cabellos se encontraban casi perfectamente recogidos en una coleta, sujetando aquellos cerdas negras que me hipnotizaron desde un inicio, tu espalda perfectamente derecha, mostraba cuan imponente podías llegar a hacer, que junto con el movimiento sutil y suave de tus manos, revelaba cuan amable y tierno llegas a ser. Giraste un poco dejándome ver tu perfil, un nítido rayo de sol ilumino la sonrisa que cubren tus gruesos y deliciosos labios. Esa sonrisa matadora, que perforo mi corazón y cautivo mi mente.
Aún me aferraba al picaporte de la puerta, deseando que en verdad ese fueras tú, note tu aura un poco más alegre y tus pies moviéndose de arriba abajo me decían que estabas nervioso. Espere a que todos los del staff se fueran y deje que el sonido de la puerta avisará mi llegada.
Gritaste mi nombre con tal alegría, que todo mi malhumor se esfumó, traté de reclamarte pero por tus expresiones solo lograba divertirte. Decidí rendirme ante tus inconscientes encantos. Cuando empezamos a tocar, mi mundo se nublo éramos la guitarra y yo, pero al escuchar tú solo en Cassis, mi corazón se paró, dejé de tocar y mi mente empezó a describir tú todo: soltaste tu cabello, tu cuerpo perlado de sudor, hacía que mi mente volara a las mejores noches en cama contigo, tus manos ¡oh tus manos! Se movían con tal experiencia, que me provocaba correr hacia ti y comerte con chocolate. ¿¡Cuando carajos fue que me enamore!?
Fin narración Uruha
Por fin la noche había gobernado la penetrante luz del día. Corrí de aquí para allá arreglando los últimos detalles del espectáculo.
-¿Dónde estás?-llamé a mi novio a su celular
-estoy en camino-
-¿demorarás?-
-para nada –
-se supone que ya deberías estar aquí Takashima-
-sí, pero la autopista esta congestionada, no es mí culpa-
-maldito embotellamiento, te necesito aquí-
-y yo necesito ¡que este estúpido conductor se mueva!-
-cálmate Uru-
-pero es que…-
-ya me quitaste el malhumor-
-siempre lo hago-
-te espero-
-te amo-
-y yo a ti-
Llegaste algo agitado al mirador, tenías tus manos cubiertas por los bolsillos de tu chamarra negra, mirabas al suelo donde posaban tus pies envueltos en los zapatos en forma de botín deportivo, quitaste algo de polvo de tu pantalón ajustado blanco. Me volvías loco, tu esencia podía olerla en mi sitio, fuerte pero dulce, como tú personalidad. Camine hacía a ti y diste un salto de susto
-solo soy yo-
-me asustaste-
-lo sé, mi belleza asusta-reí
-lo que digas-me besó…oh… me besó
-feliz aniversario-le dije
-feliz aniversario-repitió. Silbé un poco y volviste a saltar de susto-cálmate-
-entonces no me asustes-sonreí, tome tu mano y de un lugar del mirador salió el violinista que había contratado para este momento, tocando tu canción favorita-Yuu…-dijiste en un suspiro y pude notar como tus ojos brillaban
-y aún falta más- te jale unos cuantos metros para poder encender la decoración.
Narra Uruha
Cuando presionaste aquel interruptor, las luces blancas y azules, sublimes y nítidas, se encendieron iluminando todo el lugar de manera muy hermosa. Te miré y noté que te habías sonrojado. Me acerqué lentamente y besé tu mejilla
-gracias-te dije al oído
-solo es para ti-tu miraba apuntaba al suelo y sonreías, era común cuando estabas nervioso, tus rodillas se movían demostrándome cuanto habías preparado esto
-¿ahora qué sigue?-pregunté, siempre tenía que darte un pequeño empujoncito en momentos tan especiales como estos, si no lo hacía podías desmayarte de los nervios. Pensar en eso solo me provocaba cargarte y llevarte a la cama…inconsciente, sería demasiado divertido, podría ser considerado violación pero sé cuánto te gustaría
-ir allí- me respondiste, señalando el barandal que limitaba aquel lugar
-entonces llévame-en todo el momento el violinista no seguía dándole un perfecto ambiente. Cuando llegamos al borde del lugar, me soltaste y te aferraste al barandal mientras mirabas al estrellado cielo
-Takashima Kauyo- sonreíste
-dime Shiroyama Yuu-
-¿cómo y cuándo fue qué? –Suspiraste-¿te convertiste en mi todo?-reí ante el comentario, ¿su todo? Eso era demasiado-¿dije algo gracioso?-me miraste sorprendido
-exageras-
-no exagero-
-si lo haces. Es imposible que yo sea tu todo-
-no lo es-
-¿y la música?-
-también estas incluido ahí-
-¿tu familia?-
-ustedes prácticamente son mi familia, así que también estas incluido ahí-
-¿y qué me dices del aire?-
-lo comparto contigo, incluso…-te acercaste lo suficiente, para que nuestros rostros estuvieran a milímetros de distancia-a veces respiro el mismo-mi corazón se aceleró, me ponías nervioso con esa clase de actos
-sigue siendo imposible-sonreí en un vano intento de ocultar mis emociones
-esta frio-
-¿eh?-
-el frio te gusta ¿verdad?-
-si…-
-¿qué tanto?-
-es mi cosa favorita, me inspira- te separaste solo unos centímetros, que desee que no existieran y sacaste una pequeña caja de tu bolsillo
-lo mismo me pasa contigo, la diferencia es…-abriste la caja y pude ver un par de collares en forma de corchea-que en mí no es el frio, sino tú-miraba la caja, miraba a Aoi ¿qué quería decirme?-esto… quiero que esto…simbolice nuestro amor, que dure eternamente Shima-esta vez, tu mirada era firme, sostenía la mía y yo…bueno yo…quería devorarte
Fin narración Uruha
-¿acaso me estas pidiendo matrimonio Aoi?-la comisura de tus labios se levantó hacia un lado, creo que no te lo podías creer. La cosa era que mis palabras eran pocas para describir como Uruha me hacía sentir, de repente como un rayo, se convirtió en mi todo, aunque él no lo creyera
-para nada, no me creas tan marica-reí hasta más no poder y saqué uno de los collares
-¿entonces?-
-entiende el mensaje Shima-me acerqué- solo quiero que esto demuestre que soy tuyo y supongo que tu mío ¿verdad? Será nuestro símbolo, una forma de sellar nuestra relación-bese tus labios-¿qué dices?-
-Shiroyama si me estás jugando una broma…-dijiste jocosamente
-¿qué clase de mala broma sería esta?-
-una en la que me prometes algo que tal vez no se cumpla. La eternidad es mucho tiempo, no sabemos que nos trae el futuro Aoi-sí que podías ponerte paranoico, incluso en momentos como este
-si eso pasa… será un hermoso recuerdo. Pero ten claro que haré hasta los demonios para que esto no acabe nunca ¿entendiste?-
-entendí-luego de ponerte tu collar y que me colocaras el mío, entrelazaste nuestras manos regalándome la más hermosa sonrisa que había visto. Tu fuerte mirada estaba dirigida solo a la mía, no me resistí y me acerqué lo suficiente para besarte. Un beso tierno, apasionado y sensual… que cautivo en todo su terreno a mi frágil corazón-tampoco creas que yo me rendiré tan fácil ¿entendiste?-
-entendí-
Te hice una promesa tan grande que creí que no se cumpliría, pero mientras los años pasaban me daba cuenta de que ni la mismísima afrodita sería capaz de cautivarme como lo hiciste tú. Años en los cuales, crecimos, la banda llegó a su fin, cada uno pudo realizar su vida y nos volvimos viejos. Años en los que nunca te separaste de mí y en los que mejor viví. Años en los que hasta la muerte nos llegamos a amar…
FIN