Al finalizar la guerra, nuestros héroes se transformaron en aurores.
Ron y Hermione terminaron casándose en una pequeña cabaña junto al mar. Fue una boda muy hermosa, lleno de las personas más valientes de gran Bretaña y por su puesto el gran Harry Potter se encontraba entre ellos. Había sido el principal testigo del gran amor que se tenían, tubo el gran privilegio de ser el padrino.
Los años fueron pasando y con él la gran amistad de trió dorado no fue menguando sino todo lo contrario, eras más unidos que antes.
Harry había llegado a la sima, era el ministro en persona pero se sentía solo; si bien tenia a sus dos mejores amigo siempre con él, le faltaba un compañero.
POV Marcus
Marcus Flint era un hombre solitario que se encargaba de las finanzas de su familia. Era un muy poderoso pero también era un ex mortifago. A pesar de ser uno de los primeros en aceptar como ministro a Potter, su pasado lo condenaba.
El poseía un secreto muy bien guardado, su corazón tenía un dueño.
Desde hacía varios años ya, toda su atención le pertenece, ni más ni menos que al gran héroe, Harry Potter.
POV Harry
Como ministro una de mis funciones es mantener el orden en la comunidad mágica, la verdad es que quizás no debí haber aceptado este puesto; solo me aburre, no hay acción. Lo único bueno es que puedo ver debes en cuando a Marcus Flint; unas de mis fantasías de adolecente, era acurrucarme en sus grandes brazos y olvidar que el mundo existe. Con los años fui olvidándome de aquello, pero cuando lo volví a ver después de tanto tiempo algo en mi volvió a recuperar ese anhelo.
Marcus generalmente no hablaba mucho, era muy reservado, el pertenecía a una de las familias más antiguas y respetables de la sociedad. Debes en cuando me tenía que reunir con él, para hablar sobre las nuevas leyes; si lo convencía de que era un avance para nuestra comunidad, esa ley sería aprobada.
A veces cuando hablábamos nos desviábamos mucho del tema a tratar y terminábamos conversando de cualquier cosa menos de eso. Tiene un carácter muy fuerte y además de ser muy divertido; el siempre decía que tendría que haber sido una serpiente y no un león; creo que tiene razón, si hubiera sido así, habría podido estar más tiempo con él.
En medio de la tempestad mi corazón no aguanto su estatus de soledad…
POV Marcus
Una tormenta se estaba manifestando en la cuidad, gracias al cielo logre llegar antes de quedar totalmente en papado.
Mientras me acomodaba, me informan que el ministro acaba de llegar. No me acordaba que hoy tuviéramos una cita; de igual forma lo hago pasar.
Al entrar su presencia, no se pudo dejar de notar. Si el supiera lo hermoso que es, no andaría solo; los años lo habían favorecido demasiado, ni Malfoy era tan divino. Se había transformado en un hombre alto con una piel blanca inmaculada y unos ojos verdes que lograban traspasar hasta la abarrera más alta.
Cuando me di cuenta ya habían pasado varios minutos y el todavía seguía de pie.
-Señor ministro, por favor tome asiento, no me acordaba que hoy tuviéramos una cita-
- Señor Flint, siento haberlo interrumpido, no hoy no teníamos una cita-
-Pero por favor ministro no es ningún incovenite-
Si el supiera que su visita me hace más que feliz...
POV Harry
Mi león había salido a flote, hoy luchare por ti Marcus, con esta decisión comencé mi discurso:
-Espero que no le moleste que le diga Marcus, por favor no me conteste, quiero terminar de hablar primero. Desde que tengo 11 años eh deseado su atención, quiero que entienda que usted no está obligado a responderme, en este momento. Marcus eh estado solo toda mi vida, desde que nos volvimos a encontrar me eh dado cuenta de que estoy irremediablemente enamorado de usted-
Antes de que el siquiera contestara, me fui, un cobarde…
POV Macus
No podía creer lo que estaba pasando, el hombre más sexy del mundo me amaba, pero estaba huyendo, oh no señor Potter usted no se va. Alce las barreras de mi hogar, no permitiéndote escapar y te respondí:
- Potter, Potter, escúchame bien jamás te dejare ir, a partir de ahora eres mío-
Así fue como mi boca busco desesperada la suya y cuando nuestras lenguas se encontraron fue una explosión, nuestra magia salió disparada. Fue un acontecimiento hermoso, claro está para el observador ya que nuestros dos protagonistas estaban demasiado ocupados amándose.