Escribo para ti la ultima carta de mi amor, de este amor que me unió a ti y tuvo el fruto mas bello y pleno que puede dar... Un hijo.
Se que probablemente no lo entiendas, que no quieras entender el porque de estas circunstancias, pero, así es la vida.
La vida que me llevo a ti de una manera rara pero al fin y al cabo hermosa. Te amo, no odies la vida, ella depara para cada uno de nosotros algo especial.
Mi camino por esta vida ya no debe estar conectado al tuyo, no entristezcas, te dejo lo mas valioso para mi.
El amor que salio de mi hecho un ser vivo, me duele dejarle, pero las cosas así deben ser.
Desearía darte un ultimo beso antes de partir, pero no es para mi ese hecho.
Besa y abraza a nuestro hijo por mi, amale el doble, amalo todo lo que yo ya no podre amarle. Hablale siempre de mi, dile que le ame como nadie y aunque pasen los años nunca dejare de amarle.
Siempre soñare con que sea igual a ti.
Lo se, tu preferirías lo contrario, pero no, yo deseo que sea igual a ti, igual de fuerte, igual de amoroso y protector, igual que a ti, el hombre que amo.
Nunca me llores con tristeza, recuerdame como fui y vive; enamorate de esta vida, piensame sin dolor y seré feliz.
Te amo, te amo como nunca ame y nunca amare a nadie; pero, en nombre de este amor que te tengo te lo pido, vuelvete a enamorar, encuentra alguien que te ame no guardes en mi mas que hermosos recuerdos.
Quiero que seas feliz, que nuestro hijo sea feliz, yo sonreíre por cada logro alcanzado, por cada cosa buena y nueva en sus vidas.
Los amare por siempre
Kiryuu Zero
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Termino de leer de nuevo aquella carta que su padre guardaba secretamente en su estudio y suspiro.
Su papá había sido un hombre amoroso y guapo según decía su padre. Él no le conoció, nunca pudo conocerle.
Beso aquella carta y la guardo con sumo cuidado; salio del estudio.
Ahora el era un hombre y había crecido según lo que su padre dictaminaba.
Ahora, ya un hombre, supo la verdad y amo como nunca a su papá y a su madre; y aunque había perdonado a su padre, no dejaba de guardarle rencor.
Su papá, Kiryuu Zero, había vivido en sufrimiento y murió así, teniendo que dejar para otros lo que amaba, su padre de cabellos plata como rayo de luna amaba tanto que prefería sufrir a ver sufrir a los que amaba.
Y así nació él. De un amor herido, de un hombre cobarde y de un hombre valiente.
Yuki, la mujer que amo como hermana, ahora era la esposa de su padre Kaname, el hombre cobarde al que amo.
-primo?
Dirigió su mirada a donde provenía esa voz y sonrió.
Su primo, tan parecido a su papá, el único que era parecido a su papá de toda la familia.
A veces, observaba a su padre ido viéndole con añoranza.
-Zero
Le abrazo y vio aquellos ojos tan parecidos a los suyos mirarle molesto tras el peliplata. Su padre...
Ha! La vida si era una maravilla como había dicho su papá en aquella carta.
Su padre, Kaname Kuran, veía a su sobrino como a "su Zero" ... Lo sabia, siempre lo noto.
Se separo un poco de su primo. Que ironía! Se llamaba Zero igual a su papá, sonrió un poco ladino, aquello seguro era una forma de su tío para castigar al gran Kaname Kuran por haber abandonado a su gemelo de aquella forma.(1)
-tío!
Regreso a la realidad cuando su pequeño saludo a su padre. Pero no le solto.
Dos pares de ojos borgoña se vieron desafiantes y solo el dueño de unos pudo sonreír.
Porque aunque a Kuran Kaname le doliera, este Zero era suyo, suyo y de nadie mas.
El alma rencarnada de Kiryuu Zero le pertenecía a él, Zev Kuran Kiryuu (2), el hijo "bastardo"... La oveja amada y odiada.
Porque la vida regresa a cada uno lo que da.