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Errar es humano por Aphrodita

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"Cuando todo esta mal, cuando las cosas me salen mal, me siento y me pongo a escribir... A veces surgen cosas que ni yo comprendo, a veces surgen cosas que no comprendes... Pero no importa, yo solo necesito sentarme y escribir..."



 


Errar es humano



 


Aphrodita



 


llllll


 


Otanjoubi Omedetou Seiya-Kun!!! (Feliz cumpleaños pequeño Seiya!!!). Fic en conmemoración por su fecha n_n 1/12...


 


ññññññ



 


One Shoot / Lemon / Rape:


 


Como Seiya había ido a vivir al Santuario, los Santos de Bronce mas allegados a él debieron viajar a Grecia para saludarlo por su cumpleaños, no disponían de mucho tiempo pero por lo menos pasarían cuatro días en aquel lugar.


Doble fiesta de cumpleaños ya que Aioros cumplía justo un día antes y a pesar de que el Pegasus había insistido en una sola fiesta para los dos, Sagitario quiso que su pequeño amor tuviera su propia fiesta, pues el griego sabía lo mucho que le gustaban al joven teniendo en cuenta que en el Santuario no solían ocurrir demasiadas cosas interesantes, un cumpleaños era una excusa perfecta para aprovechar y hacer un poco de bullicio entre amigos... Si, a veces el Santuario era muy aburrido salvo en esas fechas donde el Patriarca permitía todo, hasta que circulara el alcohol libremente con el riesgo de encontrarse con algún Santo borracho dormido en las escalinatas rumbo a algún Templo.


En dicha fiesta, mientras Seiya cargaba su vaso con mas cerveza algo en su interior le dijo que ese cumpleaños en particular no se lo olvidaría nunca, a su lado, como siempre estaba el hombre que amaba y admiraba Aioros, dialogando tranquilamente con Saga y Milo. Había gente por doquier y más de uno se le acercaba para dialogar o comentarle algo, si bien eran tranquilos y más que escuchar música, dialogar y beber alcohol no hacían, a veces la bebida puede hacerte pasar una muy, pero muy mala jugada.


Callado como se encontraba y bebiendo alcohol fue cuando los ojos del Pegasus se cruzaron con esa mirada felina... Una mirada que lo venia siguiendo desde hacia mas de tres años cuando Seiya comenzó "algo" con Sagitario. Un par de sonrisas que Aioria le dedico y un par de sonrisas que el Pegasus correspondió... ¡Dioses! De no haber sido por el alcohol él no estaría coqueteando con su cuñado. Pero los dos estaban en las mismas condiciones, los ojos rojos del león confirmaron que Seiya no era el único "alegre" gracias al alcohol en esa fiesta.


Una mano lo sacó de aquel ensoñador mundo de miradas lujuriosas, era Aioros quien con sutileza tomo la mano de su pequeño por debajo de la mesa evitando que todos vieran ese cálido gesto, como si no supieran los verdaderos motivos del Pegasus viviendo en el Santuario, específicamente en el Templo de Sagitario y en su cama. Aioros se percato de que su niño estaba muy callado y temió haberlo abandonado o dejado de lado, pero de lo que no se dio cuenta fue que Seiya estaba muy entretenido correspondiendo las sonrisas de Aioria. Bien, para jugar un rato ya estaba... O sea, era lindo coquetear con Leo pero todo tiene un limite, pues el Pegasus amaba a su hombre y no lo lastimaría de aquella forma, menos con su otouto. Se distrajo completamente de Aioria cuando Shun se acerco a él para dialogar un rato, luego llegó Shiryu, y por ultimo Hyoga e Ikki que habían desaparecido un buen rato.


Pasadas las horas una mano juguetona en la entrepierna de Sagitario le indicó a este que era tiempo de mandar a dormir a su pequeño, pues cuando Seiya bebía demás se ponía un tanto... Cariñoso, libidinoso con quien se le acercara... En otras palabras era un peligro andante el Pegasus ebrio.


--Vamos Seiya... Es hora de que te acuestes... –Dijo Aioros con extrema paciencia.


--Seee... No se siento muy bien... –El Pegasus arrastraba las palabras.


Sagitario tomo a su niño de un brazo y lo llevó hasta la cama, le quito los zapatos mientras Seiya luchaba con su pantalón y su remera, antes de irse Aioros inquirió:


--¿Te sientes bien? ¿No quieres que te acompañe al baño antes de irme?


--No, gracias... Así estoy bien... –Luego de decir eso, el japonés se quitó lo único que tenia puesto, la ropa interior mientras el griego sonrió cómplice de su juego.


Al ver esa sonrisa, el Santo de Bronce atrajo de un brazo a su hombre para que se acostara junto a él, el Dorado notó las intenciones pecaminosas de su niño y por eso reprochó:


--No Seiya... Están todos, ahora no... Mas tarde...


Con una sonrisa pícara Seiya abrió sus piernas para dejar que su amante se situara entre ellas:


--¿Me vas a decir que nadie sabe o siquiera sospecha que nosotros dos hacemos esto todos los días?... –Objetó el Pegasus desabrochando el pantalón de Aioros para liberar su miembro semi erecto.


--Estas muy borracho Seiya... –Reconoció Sagitario divertido dándole un beso en sus labios y mirando con nerviosismo la puerta.


--Y tu estas muy excitado Aioros... –Se burlo el japonés masturbando ese tibio pedazo entre sus mano para endurecerlo aun más.


--¿Para que no lo este?... –Se quejó el griego entrecerrando sus ojos a causa de esa caricia –Si te pones borracho y te vuelves muy... Muy... Fácil... –Dijo el griego finalmente al no encontrar otras palabras.


El Santo de Bronce rió fuerte ante este cierto comentario.


--¿No quieres invitar a alguno de tus amigos?... –Susurro Seiya en el oído de su hombre.


--¿Y tu a quien quieres invitar?... –El Santo Dorado supo que aquellas palabras libidinosas eran a causa del alcohol en el pequeño. Sin darse cuenta su niño lo estaba desvistiendo.


--Ya sabes... Saga por mi esta bien... –Propuso el Pegasus intentando incorporarse en la cama.


--Bueno... –Respondió Aioros sonriendo y muy excitado –Será cuestión de preguntarle, no creo que diga que no... ¿Quién no quisiera gozarte a ti pequeño degenerado?...


Sagitario ahogo un gemido al sentir la boca de su niño atrapando su miembro, intento no hacer demasiado escándalo pues aun seguían todos en la fiesta.


--Ven aquí... Te quiero gozar... –Dijo el griego tomándolo por los hombros para acostarlo en la cama y situarse entre sus piernas...


--Estas muy excitado ¿No?... –Pregunto el japonés divertido.


--¿Cómo para que no lo este? Con todas las cosas que me dices y con las cosas que haces... Me vuelves loco pendejo... –Sin mas el Santo Dorado embistió a su pequeño hombre irrumpiendo su intimidad ya acostumbrada a las estocadas firmes y seguras que le daba todas las noches.


El Santo de Bronce no le importo tres cuarto la presencia de gente en ese lugar, sin restricciones gimió y se retorció, maldiciendo y exclamando cosas sucias que a su hombre lo volvían loco de placer... No lo aguanto mas y aferrándose al cuerpo de su niño acabo en cantidad llenando su intimidad, luego bajó hasta la entrepierna de Seiya y engullo su pedazo que pronto también largo su semen caliente y viscoso que dio a para a su garganta. Una figura que había presenciado y escuchado todo lo ocurrido se esfumo rápidamente. Cuando Aioros levantó su cabeza para decirle algo a su pequeño hombre, este se encontraba profundamente dormido, Sagitario sonrió y negó con su cabeza... Siempre era lo mismo con el Pegasus cuando se emborrachaba, nunca se ponía tan sucio y tan fácil en la cama como cuando bebía de más. El griego lo tapó con dulzura, le deposito un beso en sus sonrojadas mejillas y salió de aquel cuarto para ir al baño, asearse y volver a la fiesta... Aun debía hacer de anfitrión ya que era muy temprano todavía.


 


zzzzzz



 


En medio de la obscuridad y la soledad de la noche Seiya despertó a causa de un débil contacto... De fondo pudo escuchar la música y las risas de los que aun permanecían allí en ese Templo. Nuevamente el Pegasus sintió ese contacto, que en esta oportunidad fue mas nítido, una mano recorrió su pierna acariciándolo suavemente... Sonrió, pues en su interior creyó que era su hombre en busca de mas, pero... Por algún extraño motivo no se sintió cómodo con esa caricia, reconociendo que no era la mano de su amante ni su toque, el japonés volteo confundido, pero la supuesta persona ya no se encontraba allí... Aun seguía turbado gracias al alcohol, a pesar de no estar tan ebrio como en un principio. ¿Quién era aquella persona? En su interior el Santo de Bronce lo supuso... Pero su desordenada cabeza pidió por tranquilidad y sueño, así que sin dificultades volvió a quedarse dormido.


En la comodidad de aquella cama, con los sentidos aun alborotados, Seiya volvió a despertar, esta vez la persona en cuestión aprovechando su desnudes acaricio con pasión sus glúteos redondeados y firmes de un joven en crecimiento. Era un tanto brusco y descuidado, pues sin contemplaciones introdujo un dedo ahogando un gemido ronco. ¡Dioses! Y el alcohol en sus venas que no lo dejaba actuar con rapidez, sin embargo el detonante fue la tibies de un miembro en su entrada, luchando por abrirse camino. El Pegasus quiso voltear pero una mano detuvo todos sus movimientos, intento hablar, decir algo, pero esa mano tapó su boca mientras ese pedazo comenzaba a introducirse en su interior. El japonés logro quitar esa mano de su boca y gritó lo único que tenia en su mente:


--¡¡¡AIOROS!!!...


El agresor lo soltó un poco asustado al escuchar ese nombre permitiéndole ver al Santo de Bronce que no era otro que Aioria. El León con el terror y la culpa pintados en su rostro se alejo rápidamente del lugar... Seiya se aferro de su vientre y comenzó a llorar de asco, impotencia y hasta un poco de culpa, porque de no haber correspondido sus sonrisas y sus miradas en el transcurso de la fiesta, quizás eso no hubiera pasado.


Sagitario, alertado por Saga quien entre medio de todo el bullicio escucho ese llamado, fue rápidamente al encuentro de su niño... Encontrándolo boca abajo, desnudo, aferrado a las sabanas y ocultando su rostro:


--¿Qué sucede Seiya?... –Pregunto Aioros preocupado --¿Por qué lloras?


--No estoy llorando... –Se defendió el Pegasus sollozando.


--Sí, estas llorando ¿Qué paso?... –El griego se sentó a su lado y lo tomo entre sus brazos para acariciarlo.


--No... No estoy llorando... –Era terco y orgulloso el japonés.


--Bueno, esta bien, no estas llorando... –Concedió el Santo Dorado cansado –Pero dime ¿Qué paso? ¿Por qué me llamaste?...


El Santo de Bronce supo que algo debía decirle, pues no lo dejaría en paz, además necesitaba contárselo pues la culpa iba a matarlo, sin embargo reconoció que no era ni el mejor lugar, ni el mejor momento.


--¿Qué hora es?... –Pregunto el Santo de Bronce desviando la contestación.


--Va a amanecer... Ya se están yendo todos...


--Cuando todos se vayan... Yo te cuento... Pero por favor no insistas ahora... –Suplico el pequeño con la angustia en sus aguados ojos.


Aioros, aun mas preocupado por esas palabras, no le hizo caso y empezó a investigar, pero Seiya fue firme en su postura, mas tarde le contaría. Sin mas opciones Sagitario lo dejo en paz y camino hasta la sala de su Templo para despedir al resto de los Santos que ya estaban partiendo... Afuera comenzaba a ser de día.



zzzzzz


 


Cuando Aioros volvió a su cuarto, Seiya se encontraba sentado en la cama y si bien no lloraba, su mirada estaba perdida, analizando los hechos... El sol se coló por la ventana iluminando tenuemente el rostro del Pegasus.


--Ya se fueron todos... –Pronuncio Sagitario quitándose los pantalones para acostarse a su lado --¿Me dirás que paso?... –Fue mas una imposición que una pregunta.


El Pegasus en respuesta se puso de pie y caminó desnudo hasta el baño para darse una buena ducha... Cuando volvió al cuarto, el griego lo estaba esperando aun despierto y con cierto enojo repitió su pregunta:


--Ya Seiya... Me preocupas... ¿Me dirás que demonios paso en esta habitación?


--Te vas a enojar si te cuento... –Pronuncio el japonés débilmente acostándose sobre su pecho.


--Tomaste mucho anoche... ¿Qué paso?... –Pregunto el Santo Dorado suponiendo un engaño y no un intento de violación.


El pequeño entre sus brazos comenzó a llorar, Aioros notó la humedad sobre su pecho y levantando su barbilla intento ser mas dulce con una cálida sonrisa.


--Ayer, en la noche... Sentí una mano acariciando mis piernas... Pense que eras tu...


--Yo vine varias veces en la noche para ver como estabas... –Aclaró Aioros.


--Sí... Pero esa mano no era la tuya... Tus caricias las reconozco y no eran las tuyas... –Corrigió Seiya ocultando su rostro.


Aioros no intento acotar nada, espero pacientemente a que su muchacho continuara hablando por su cuenta, y así lo hizo:


--No pude ver quien era... Sin embargo volvió... –Ahora si el Pegasus oculto a causa de la vergüenza su rostro –Me empezó a tocar... Y yo quise voltear pero me agarro fuerte los brazos... Quise gritar pero me tapo la boca con una mano mientras que su pedazo estaba entre mis nalgas y... ¡Dioses!... Lo empezó a meter poco a poco...


El japonés hizo una breve pausa para ver las reacciones de su hombre, sin embargo Sagitario estaba demasiado turbado escuchando la confesión, el Santo de Bronce continuo con su relato temiendo lo peor cuando le dijese quien era:


--En un determinado momento pude quitar esa mano de mi boca y alcance a llamarte... Parece que se asusto, porque se fue muy rápido...


--¿Pudiste ver quien era?... –Pregunto el griego con enojo pero no hacia su niño, sino hacia el agresor.


--Si... –Respondió Seiya casi en un susurro –Era Aioria...


Un silencio sobrevino en aquel iluminado cuarto. En su interior el Dorado supuso quien era, siendo conocedor de los coqueteos constantes que su otouto y su pequeño tuvieron durante todo ese tiempo... Y a pesar de que le sorprendió ver hasta que extremo llego su querido hermano menor, era de esperarse con la cantidad de alcohol que el León había ingerido en esa noche... Tampoco lo justificaba, ya que su niño estaba dolido y eso no podía perdonarlo, pero sin embargo como dice el dicho: "La culpa no es del chancho sino del que le da de comer" Aioros intento encontrar una solución al embrollo.


Seiya por su lado temió que su hombre se enojara con él, en su corazón no pudo evitar sentir una mezcla extraña de culpa y remordimiento.


--¿Estas enojado conmigo?... –Preguntó el Pegasus con un inocente puchero.


--No... ¿Cómo me voy a enojar contigo?... –Respondió Sagitario conteniendo la furia –Algo debemos hacer... No podemos dejar las cosas así...


--No... –Exclamo el japonés un poco asustado –No quiero verlo... No es que le tenga miedo.. –Mintió el pequeño –Es que... No puedo verlo a los ojos... No después de lo que pasó...


--No te preocupes... No dejare que te haga daño... Pero entiéndeme... Necesito escucharlo, es mi otouto...—En las palabras del griego se pudo ver el profundo dolor que la situación le causaba.


Sin embargo el Santo de Bronce si tuvo un poco de miedo en su interior... Y aquella pregunta que taladraba la cabeza de los dos: "¿Qué hubiese pasado de haber estado solos?" O sea, en el caso hipotético de que en aquel Templo no se celebrase una fiesta, de que no haya habido personas y que Seiya se hubiese visto a solas con Aioria. ¿Lo habría violado? Quizás sí, y eso era lo que los atormentaba a los dos.


 


zzzzzz


 


Los días pasaron y los Santos de Bronce se volvieron a Japón, en el Santuario reinaba aparentemente la calma, los demás Santos se mantuvieron ajenos al creciente distanciamiento que tuvieron la pareja mas popular del lugar con el Dorado Aioria. Por supuesto que el León supo los motivos y eso lo entristeció notablemente, había cometido un grave error, y no pudo echarle toda la culpa al alcohol o a las miradas y sonrisas lujuriosas que Seiya le correspondió esa noche y desde hacia algún tiempo. Tal vez fue por eso que salió al encuentro de su niisan cuando sintió su presencia atravesar el Templo de Leo, tal vez por eso no le importó recibir algún golpe o la compañía de Aioros, pues Saga iba a su lado... Ambos se encaminaban al pueblo.


Cuando Sagitario vio a su otouto tuvo una mezcla de sensaciones extrañas, por un lado la necesidad de encontrarle una explicación a todo y por el otro la necesidad de golpearlo... Géminis no comprendió la postura rígida que ambos hermanos habían adoptado cuando sus miradas se cruzaron...


--Niisan...


--No Aioria... No me hables en este momento... –Pidió Aioros entre dientes y apretando sus puños fuertemente.


--Sé que estuve mal, pero necesito que me escuches... Yo... Yo lo siento... –Leo realizó una breve pausa para bajar su vista dolida al suelo –No puedo echarle la culpa al alcohol, ni siquiera a Seiya... –Ambos supieron de lo que estaban hablando.


Saga se mantuvo ajeno a este dialogo, extrañado comenzaba a comprender un poco.


--No puedo hablar ahora... –Volvió a repetir Sagitario –Aun es muy reciente... Paso hace dos semanas pero para mí aun esta latente... Seiya esta sufriendo por tu culpa y sé que no es ningún santo pero... Le dolió lo que hiciste, porque después de mi... Eres la segunda persona en la que confía en este lugar y traicionaste su confianza esa noche...


Aioros freno sus palabras para tomar aire e intento caminar, en su interior tuvo que aceptar que su otouto estaba haciendo todo lo posible por conseguir el perdón, ya que sin importarle la presencia de Saga hablo sin vueltas aun corriendo el riego de recibir no una golpiza, sino dos. Géminis turbado por lo que acababa de presenciar y oír, caminó al lado de su amigo... Leo no acotó nada pero se quedo de pie unos cuantos minutos, conteniendo la angustia en un tonto orgullo por evitar llorar.


En el camino Sagitario no tuvo mas opciones que narrarle lo ocurrido a Saga, a pesar de que Seiya le había pedido expresamente que no se lo contara a nadie. Géminis respetó a su amigo guardando silencio, sin embargo escucho asombrado el relato que llegó como una secreta confesión.


 


zzzzzz


 


Seiya se encontraba aburrido a la espera de que su hombre volviera sentado en las afueras del Templo, vio a lo lejos como Saga comenzaba a acercarse con paso lento, lo suficientemente cerca pronunció:


--Hola peque... Por lo que veo Aioros no esta...


--No... Tuvo una reunión con el Patriarca... Le diré que viniste...


Saga se sentó al lado del niño y suspirando en señal de cansancio guardo silencios unos segundos hasta que comenzó a hablar:


--Aioros me contó lo que paso con Aioria...


--¡Dioses! Y eso que le pedí que no contara nada... –Se indigno el Pegasus golpeando con sus puños el suelo.


--…l no me hubiese contado de no haber sido por la circunstancia... –Géminis observo al japonés y comenzó a relatarle lo ocurrido entre los hermanos, cada palabra, cada gesto...


Cuando Saga se fue dejándole dicho que le avisara a su amigo de su visita, una sensación extraña, la misma que sintió Aioros desde ese dialogo con Leo, inundo al Santo de Bronce... Pero ¿Por qué Géminis le relató lo ocurrido? Quizás por que había notado lo mismo que Sagitario en los ojos de Aioria: Un profundo arrepentimiento y dolor que taladraba profundo en el alma... ¿Quien sabe?. Seiya se quedo en esas escalinatas hasta que su amante llegó y se puso de pie para increparle su silencio, pues no le había contado de ese dialogo... Ni siquiera el mismo griego supo los motivos de dicho silencio.


 


zzzzzz


 


A pesar de que había pasado casi un mes de lo ocurrido, Aioros intento convencer a su niño de reunirse con todos para celebrar el año nuevo, pero Seiya se mantuvo firme, aun no podía verlo a los ojos, pues cuando tan solo escuchaba su nombre una mezcla de odio, culpa y asco lo embargaba.


Tuvo su lado negativo guardar silencio, a pesar de que Saga fue conocedor de los hechos el resto de los Santos no, y sin comprender el distanciamiento de los sagitarianos, Aioria disfrutaba plenamente de las fiestas y reuniones entre ellos... El japonés no se pudo quejar ya que él era quien tuvo problemas con Leo, en parte eso también lo enojaba... La impunidad de ese hombre, mientras que el Santo de Bronce tenia que privarse de sus amigos, O mejor dicho privar a Aioros de sus amigos, Aioria disfrutaba de ellos sin remordimientos, aparentemente sin remordimientos por que en verdad el Santo de Leo lo hubiese dejado todo por recuperar lo perdido: La confianza.


Sagitario no tuvo la culpa de lo ocurrido y por estar junto a su pequeño inevitablemente se distancio de todos.


Sin embargo un día de enero Saga fue con la noticia de que para el cumpleaños de Shura, Aioria no iría ya que tenia encomendada una misión para esas fechas... Con la emoción de poder volver a disfrutar de sus amigos, la pareja acepto ir sin mas... Seiya realmente se sintió feliz de poder volver a ver a su hombre junto a sus amigos, ya que Sagitario prácticamente había perdido todas sus amistades.


La fecha de cumpleaños llegó y ambos caminaron tranquilos rumbo al Templo de Capricornio sin sospechar que dicha misión encomendada a Leo había sido cancelada... ¡Dioses! La furia que domino a Seiya se noto en sus ojos cuando vio a Aioria muy tranquilamente sentado en el sillón y riendo sin preocupaciones. Aioros notó el cambio de emociones en su niño, intento frenarle sin éxito... El Pegasus se le fue al humo y una vez que llego frente a Leo con todo su enojo contenido en ese tiempo le propino una patada que dio a parar en su barbilla causando un pequeño sangrado.


Echo una furia, el japonés comenzó a caminar con lagrimas en sus ojos rumbo a Sagitario otra vez, detrás de él lo siguió Sagitario y más atrás... Aioria, dejando a un puñado de Santos desconcertados, menos a uno... A Saga.


Aioros le dio alcance a su pequeño hombre y tomándolo entre sus brazos buscó consolarlo... Aioria llego e intento hablar, Sagitario no lo frenó:


--Seiya por favor, perdóname... –Suplicó Leo con el dolor en su pecho.


--¡Vete!... ¡Déjame en paz!... –Exigió el Santo de Bronce sin despegar su rostro del pecho de Aioros.


--Por favor Seiya, te lo pido... Perdóname... –Volvió a pedir Aioria conteniendo sus lagrimas, su voz fue un desgarro, un lamento.


--Vete de aquí... No quiero verte... –Sin embargo Seiya levanto su vista asombrado al ver que sin culpas Leo lloraba abiertamente ahogándose el orgullo.


--Por favor Seiya... Te quiero demasiado... No puedo mas... Perdóname... –Ahora si Aioria soltó lagrimas sin contener ninguna, su rostro pura pena. –No quiero perder tu amistad... Para mí es muy importante... No quiero perder tu confianza... No quise lastimarte...


Aioros que se había mantenido ajeno hasta ese momento decidió hablar:


--Esta bien Aioria... Después hablaremos los tres al respecto, pero ahora tengo que llevarlo al Templo de Sagitario... –En sus palabras no hubo enojo ni reproche, en parte Sagitario terminaría de perdonar a su otouto sí su niño lo hacia primero.


--Dejen... Vuelvan a Capricornio si quieren... Yo, me iré a mi Templo... –Dijo Leo con la voz quebrada partiendo de ese lugar.


--Aioria... –Llamó el Pegasus la atención.


Aquellas palabras de Aioria llegaron muy profundo, repercutiendo en el japonés, pues necesitaba perdonarlo y que todo vuelva a ser como antes, los tres reunidos en alguno de los dos Templos riendo por pavadas, el Santo de Bronce también comprendió que el único que necesitaba perdonar en ese lugar, era él... Por eso, cuando Leo volteo con su vista baja le dijo con una sonrisa:


--¿No quieres venir al templo? Digo... Ya que ninguno de los tres iremos a la fiesta de Shura... Podríamos charlar como en los viejos tiempos...


Aioros sonrió al ver el esfuerzo que esos dos estaban haciendo por salvar su amistad y en parte también la "familia", pues ellos tres eran familia. Aioria levantó su mirada y la deposito en su niisan, necesitó también el perdón de él, necesito escuchar sus palabras.


--Si... Podríamos hacer algo de comer... –Propuso Sagitario finalmente uniendo los lazos quebrados.


Leo sonriente camino al lado de su niisan y cuñado rumbo al Templo de Sagitario... Costó al principio ser un poco naturales, pero con el correr de las horas volvieron a ser los mismos de antes, tanto que Aioria insistió en ir a su Templo en busca de algunas películas para ver junto a ellos, momento que Aioros y Seiya aprovecharon para dialogar una vez solos.


--¿Y... Te sientes cómodo?... –Intento averiguar Sagitario.


--Sí... ¿Sabes?... Ahora que paso todo y miro hacia atrás... No fue algo tan grave... O sea, si fue serio pero... Creo que hice demasiado escándalo al respecto... –Admitió el Pegasus sentado en el sillón junto al griego.


--Quizás lo que te perturbo fue que haya sido él... Si hubiese sido otro no te hubiera importado tanto... –Pronuncio el Santo Dorado pasando un brazo sobre el hombro del japonés, quien asintió reiteradas veces aceptando esa verdad.


--Además yo... –Seiya bajó su vista sintiendo extremadamente culpable... Aioros supo lo que le iba a decir y por eso le tomo la barbilla para depositar un beso en sus labios.


--Si Seiya... Lo sé... No eres ningún santo...


--Me siento culpable... No pienses que yo tengo deseos de engañarte, jamas me entregaría a otro hombre sino es en tu presencia... –Aseguro el Pegasus rodeando el cuello de su hombre para afirmar el abrazo.


--El tema seria encontrar a alguien que quisiera... –Comento Sagitario entre besos, pues le daba vergüenza ir con Saga y ofrecerle a su niño sin mas, y era el único que supo tenia lo mismos gustos por los de su mismo genero.


--Si... A mí me encantaría que me vieras gozar con otro, que vieras como otro me goza... –Acotó el japonés acariciando sutilmente la entrepierna de su hombre.


El Santo de Bronce supo que aquello excitaba de sobre manera al griego, además un gemido ronco de su boca y la dureza de su miembro le indico a Seiya que había dado justo en la tecla.


--Pero ¿Quien podría ser?... –Volvió a inquirir el Santo Dorado aferrando con sus manos los glúteos redondeados y firmes de su pequeño.


--No... Lo... Sé... –Respondió el Pegasus con la voz ronca.


--¡Aquí están las películas!... –Exclamó Aioria entrando alegremente a la sala con dichas películas agitándolas en su mano, fue llamado por los pensamientos pecaminosos de la pareja. Viendo la situación se disculpó --¡Oh! Lo siento... No quise interrumpir...


Una sonrisa lujuriosa se instaló en el rostro de los dos hombres que se acariciaban con pasión en ese sillón... Tanto escándalo por lo ocurrido hacia un mes que con un solo pensamiento compartido y miradas de complicidad entre Aioros y el japonés, terminaron en la cama los tres juntos.


 


xxx FIN xxx


 


Muchas gracias por leer, sé que no es la gran historia y tenia pensado terminarlo con un final triste, pero no sé... Ultimamente me dio el "síndrome rosa" (Que no es lo mismo que la enfermedad rosa n_n Aunque eso no es gracioso). Preferí darle un final mas alegre ya que alguna vez tengo que ser buena con los personajes ¿No?. Espero sus comentarios, nos vemos con un fic en conmemoración por mi primer añito torturando gente jajajaja! XD... Espero poder publicar ese fic para el 2/12.


La parte de "Pero ¿Quién podría ser?" Me hizo recordar al Chapulin Colorado jajajajaja! XDDDD "¡Y Ahora! ¿¡Quién podrá rescatarnos!?".


Nuevamente postergo el fic de Tatsumi y su pelada a lo Vin Diesel XD.


 


Rosas! http://miarroba.com/foros/ver.php?id=856757


 


1/12/2005 – 21:24 Hs. – Argentina.


 


Exclamaciondeathena@hotmail.com


 


"A veces soy solo una espectadora mas, mi lugar lo conozco y lo respeto. Nunca te pedí nada a cambio, quizás algún que otro comentario, pero te he dado algo, me has quitado algo, solo pido a cambio... Un poco de vos. Trato de darte algo sin pedir mucho a cambio, no te conozco, no me conoces, no nos debemos nada... Solo te pido, solo exijo aunque sea tu compañía..."


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