Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una vida, un final por celicgr02

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Los personajes de esta historia no me pertenecen, sino a su respectivo autor o autores.

Notas del capitulo: Bueno, originalmente iba a ser un one shot, pero al notar como se iba extendiendo la historia decidí partirla en tres.

Es mi primer fic de este anime, así que cualquier critica es recibida, y empecemos.

Te quiero contar mi historia, una historia llena de odio, rencor, venganza, destrucción...sobre todo destrucción, a donde quiera que vaya, lugar donde mis pies se asienten, me veo involucrado, en ese remolino de acciones y emociones, aunque decir que me veo involucrado está mal dicho. Yo soy quien las causa, hasta a la persona que más ame.

 

Desde que tengo memoria, desperté en una inmensa soledad, aislado, siempre lo he estado; aunque me gustaría saber de dónde provengo, ya que me niego a creer que toda mi vida he estado solo.

 

El primer recuerdo que tengo es lo que llamo mi despertar, era sólo un niño, aunque no sé cuántos años tenía. Desperté a causa de un gran calor que sentí. Al abrir los ojos me vi rodeado de la nada, sustentada por un suelo irregular de arena cubierta por un sol calcinante en el cielo.

 

Vagué por días hasta que llegó un milagro, una pareja de ancianos me encontró tirado en la calle, a punto de desfallecer, y me adoptaron bajo su cuidado. Me gustaría decir que fueron días felices, sin embargo, no es que haya sido una estadía larga, diría más bien, pasajera.

 

En un día, ya me encontraba como nuevo, lo cual les sorprendió, ya que nadie sana tan rápido, pero bueno, no es que sea alguien normal. Recuerdo que era una tarde más calurosa de lo normal, a pesar de que en calle había varias personas usando chamarra,  tenía calor, un calor que me quemaba por dentro. Recuerdo que entro la dulce anciana diciéndome que tenía fiebre y me extendió un vaso con agua y muchos hielos, observé el vaso y cuando lo agarré, éste al tacto se volvió líquido, y el líquido en mis manos se evaporó.

 

De ahí, recuerdo el rojo, un rojo violento que danzaba a mi alrededor, que me envolvió y se dispersó todo a mis alrededores, y todo se volvió a consumir, el pueblo donde me encontraron, la casa donde me acogieron, las personas que me levantaron. Cada cosa, cada persona se envolvió en el mismo rojo que yo, solo que ellos se convirtieron en cenizas, y estas el viento se las llevó; volviéndome a quedar solo.

 

Pensé en esos dulces ancianos que me cuidaron, creo que por tres días o cuatro, y descubrieron mi verdadera naturaleza. Un ser que destruye todo lo que toca, el 3° rey, el rey rojo.

 

Con un dolor en el pecho me encamine en busca de un nuevo lugar, volviéndome a encontrar solo, en un desierto de arena gris, que se alzaba bailando por los aires. Al poco tiempo de encaminar de nuevo mi paso me di cuenta de lo esencial en mi vida, estoy destinado a estar solo.

 

Tome un ritmo rápido, aunque a la vez lento, después de pasar por el cálido desierto, llegue a encontrar valles donde llegaba  quedarme por no más de un día, me volvía a abastecer de alimentos y partía volviéndome a integrar en la obscuridad, a la infinita soledad.

 

Habían pasado ya varios años, mi cuerpo de niño fue desapareciendo, todas mis extremidades se alargaron, mi cabello creció casi llegándome a la cintura y mi poderes, parece que los había aprendido a controlar, ya no estallaban a cada momento, y lo puedo canalizar a un punto más en específico, pero no lo suficiente como para poder convivir con más personas.

 

El tiempo siguió pasando, siempre intente quedarme lo más lejos posible de toda persona, pero hubo alguien que capto mi completa atención, era un niño, mucho más joven que yo, su pelota se le había caído a un barranco y no podía tomarla, y a pesar de ser solo un niño, todos sus rasgos me cautivaron, unos ojos violetas en combinación con su cabello negro azulado que le llega hasta las cintura, una piel pálida que adorna su esbelto y frágil cuerpo.

 

-¿Por qué lloras?-me le acerque con un poco de miedo, pero al momento de verlo, con sus ojos vidrioso y sonrojado por el esfuerzo me hicieron querer nunca separarme de él.

 

-Mi pelota se cayó-me respondió con una voz algo temerosa, llena de infantilismo.

 

Sin dejarme tiempo para pensar me asome al barranco y brinque hasta alcanzarla, afortunadamente todo este tiempo solo me había dotado de una buena condición física, y si no, había aprendido a manipular un poco el fuego para poder utilizarlo como soporte para impulsarme, pero no lo pensaba usar cerca de ese niño.

 

En poco tiempo estuve de nuevo arriba con la pelota de nuevo en manos de su dueño. Me sonrió tan hermoso que no pude evitar desearlo, aunque tal vez en algunos años más.

 

-Muchas gracias-susurra en un tono dulce acompañado por una tierna sonrisa.

 

Iba a responderle, pero empecé a escuchar voces a lo lejos, por lo que sabía que esa era mi señal de salida. Me di media vuelta dispuesto a irme y olvidarme de todo, pero su dulce mano me detuvo de la manga de la camiseta.

 

-¿Ya te vas?

 

-Me tengo que ir-le respondí sin si quiera voltearme, porque sabía que si lo hacía no querría despegarme nunca.

 

-¿Volveré a verte?

 

-Esperó que no.

 

-Reisi.

 

-¿Disculpa?

 

-Ese es mi nombre, y espero volverte a ver.

 

-No sabes lo que dices-me suelto de su agarre y emprendo una carrera lo más lejos que puedo.

 

Aun siento su cálida mano deteniéndome, recuerdo el tenue matiz violeta de su mirada, el rubor de sus mejillas, lo tersa de su piel...pero solo en eso se puede quedar, en un recuerdo.

Continué con mi viaje sin ningún destino y aferrándome al recuerdo de unos hermosos ojos violáceos, todas las noches recordaba el agarre de su mano y su inocente voz hablándome con ternura, de una manera que nadie jamás había hecho, porque por un instante, me volví a sentir humano; y así continúo el tiempo.

 

~*10 años después*~

 

-¡Ah, sí! Más fuerte, más fuerte Mikoto-sama.

 

Escucho el sonoro jadeo del niño que tengo sentado en mis piernas cabalgándome frenético, yo lo tomo de la cintura para volver más certeras mis penetraciones mientras vuelve a inundar la habitación con sus sonoros gemidos. Poco a poco siento como su cuerpo comienza a contraerse mostrando que está por venirse, por lo que acelero mis estocadas hasta que el orgasmo nos lleva a ambos.

 

Salgo de su interior cuando se acerca a besarme, yo se lo permito, ya que sabe que no puede conseguir muchas cosas de mí, pero sigue con la ilusión de que estaremos juntos por siempre. Al notar mi falta de entusiasmo se pone de lado y se recarga sobre mi pecho y lo siento suspirar. Sé que tiene grandes esperanzas de mi parte, pero yo le dije desde el principio que jamás esperara algo de mí. Se rinde y empieza a vestirse, veo como se arregla un poco el cabello y toma la cámara  que se encuentra sobre la mesa.

 

-¿A dónde vas, Tatara?

 

-Al tejado, posiblemente obtenga muy buenas tomas.

 

Chasqueo la lengua en señal de fastidio, ya que cambia de pasatiempo a cada momento, pero la fotografía ha sido lo que más le ha durado. Termino de cambiarme y bajo camino al bar donde Izumo y los demás miembros de HOMBRA me están esperando.

 

¿Cómo termine aquí? Se han de estar preguntando, bueno, después de mi encuentro con Reisi pasó mucho tiempo, y su imagen me asaltaba a cada momento por lo que no tarde en volver a la ciudad donde una vez lo vi, claro que no esperaba acercarme mucho, solo quería volver a verlo. Caminando por el pueblo me topé con una organización llamada SCEPTER 4, que por lo que oía de las personas eran las que controlaban el pueblo y no solo eso, sino que es una organización que protege a las personas si un rey se sale de control, en lo personal, eso me lleno de curiosidad, ya que ya era un rey, pero nunca me había topado con alguno de ellos, así que decidí quedarme más de lo esperado en el pueblo para conocer al cuarto rey, al rey azul.

 

Un día caminaba por el mercado cuando escuche un gran alboroto por parte de las personas, y rápidamente vi porque, una serie de personas en un pulcro uniforme azul estaba pasado, por lo que solo necesite sumar 2+2 para saber que se trataba del clan Azul, y entonces lo vi, había crecido, pero su cuerpo seguía siendo frágil y un aura de inocencia lo envolvía, iba caminando al lado de un señor de edad avanzada que destacaba por el largo de abrigo, al igual que el largo de su espada. Se acercaron cerca de donde yo estaba y una señora que vendía fruta inmediatamente le hizo una reverencia.

 

-Jin-sama, que honor que se pasee por la calles, también es un honor tener aquí presente a Reisi-sama.

 

Al escuchar su nombre no puedo evitar alzar la vista para verlo de cerca, y por un momento nuestras miradas se cruzan, sus ojos se abrieron de manera alarmante como sus labios queriendo decir algo, aunque ninguna palabra brota de su boca. Todo fue cuestión de milésimas de segundo, pero esa acción lo significo todo para mí, porque aún con su silencio supe que todo este tiempo no fui el único que había esperado éste encuentro. Siguió su camino como si nada, lo cual me alegro, ya que no tenía nada más por lo cual seguir, lo había visto, había vuelto a ver esa mirada que me quita el aliento y me roba los sueños, no necesitaba nada más.

 

Lo voltee a ver una última vez y me dirigí a una pequeña cabaña donde me había quedado hace mucho tiempo y volví a ocupar en mi regreso. Meto mis pocas pertenencias para partir, pero antes pase a un último lugar, el lugar de nuestro primer encuentro.

 

Llego al valle donde pareciera que el tiempo se estancó, los árboles, las flores, hasta el canto de los pájaros parecía el mismo, camino hasta llegar al barranco y ahora son mis ojos los que se abren del asombro, ahí adelante con su traje azul, una espada a la cintura y su cabello, el cual lo lleva ahora a los hombros. Dudo gran tiempo en si salir o no de atrás de los arbustos, y justo antes de que me de la media vuelta para macharme, escuche su voz.

 

-Mi pelota se cayó, ¿me ayudarías? – su voz ahora era más grave, pero seguía con un tono de ternura, por lo que no tuve duda, me tenía que acercar a él, volver a hablar con él y tratar de volver a sentir la calidez de su mano.

 

-¿Y dónde cayó?

 

-Sabía que iba a volver a verte, aunque no pensé que te tardaras tanto – me dice con una noble sonrisa.

 

-Sí, de hecho ya me iba – me doy la media vuelta queriéndolo volver a dejar todo atrás.

 

-Espera, no te vayas – me dice mientras me vuelve a tomar de la manga con su cálida mano - ¿podrías al menos decirme esta vez cómo te llamas?

 

-¿Solo quieres saber eso? - me mira con una cara de no entender nada, pero sigue manteniendo un firme agarre que me hace no querer despegar para seguir sintiendo la suavidad y el calor de piel - ¿Has esperado todo este tiempo solo por saber mi nombre?

 

Me suelta bruscamente por lo que decido avanzar mi camino para ya no voltear atrás, venir fue un error, pero el saber que todo este tiempo me mantuvo es su pensamientos hace que se me acelere el corazón.

 

-Es que nunca he sabido a quien le tengo que agradecer.

 

-¿¡Qué?!

 

-Lo que oíste. No sé por qué, es solo que desde que apareciste ese día he creído en que te volvería a ver para agradecerte, y no solo eso, tú me ayudaste sin siquiera dudarlo, pero algo en tu mirada y tu voz me decían que debía de permanecer contigo.

 

Me quedo pasmado ante sus palabras, ¿cómo  puede este niño decir tales palabras?, solo fue un encuentro, y marco nuestras vidas.

 

-Mikoto, Mikoto Suoh.

 

-Bueno, muchas gracias por haber sido mi héroe Mikoto-san.

 

Tras esa dulce sonrisa me voy dando vuelta, cuando siento la presencia de varias personas a nuestro alrededor, al principio no entiendo el porqué de todo el alboroto, hasta que nos vemos rodeados de ocho personas, todos con una especie de cuchillo en mano, y una mirada bastante peligrosa.

 

-Pero miren quien tenemos aquí - empieza a narran el que parece ser el líder del grupo - pero si es el querido Reisi-sama, ¿qué trae al príncipe aquí?

 

-¿Príncipe?

 

-Oh - me voltea a ver con un aire de superioridad, como se nota que no sabe a quién se enfrenta - parece que su alteza también se junta con plebeyos.

 

El tono burlón que usa me molesta, por lo que aviento mis cosas poniéndome en posición de ataque, rayos, ¿acaso cada que venga a este lugar tendré que ser el héroe?, bueno la verdad es que no me importa si es defendiéndolo. Quitando todo esos pensamientos los presentes se lanzan hacía nosotros con el cuchillo en manos, rápidamente los esquivo y llamo al fuego que envuelve mis manos y con gran fuerza lanza a cuatro de ellos por los aires. Me doy cuenta y cuando voy por los otros cuatro estos ya están lanzando un ataque conjunto, pero no llegan a tocar ni un solo cabello de Reisi, ya que este, con una velocidad descomunal desenvaina su espada y les hace un corte lateral a todos que los deja sangrando en el suelo sin fuerza para continuar.

 

-Creo que no necesitabas de mi ayuda, bueno, hasta nunca Reisi.

 

-Espera, no te vayas porfavor. - Me vuelve a para con su mano, justo como el primer día, tan igual que unos pasos se acerca, quiero soltarme y huir, pero al voltear veo esos delicados ojos y mi respiración se corta por unos segundos dejándome inmóvil, suficiente como para que vengan cuatro personas con un uniforme azul parecido al de las personas que vi en la plaza antes.

 

-Reisi-sama, ¿se encuentra bien?

 

-¿Reisi-sama?

 

-Hey tú, aléjate de Reisi-sama.

 

Todos desenvainan su espada y me ven como si fuera una posible amenaza. No tardan en querer lazarse al ataque, pero Reisi también desenvaina su espada, lo que provoca que todos den un paso atrás.

-Alto todos. – Dice con una voz imponente, nada comparado a la voz que tenía de niño.-…l me salvo, así que no tienen por qué apuntarlo con ningún arma. - Todos bajan sus armas.

 

-Te quiero agradecer por haberme ayudado, así que porfavor acepta una invitación a comer en mi hogar.

 

-Pero, yo ya me iba.

 

Digo tratando de quedarme menos tiempo con él, pero uno de sus guardias aparece con mi bolso, así que no me queda otra más que seguirlos donde quiera que vayamos. Conforme avanzamos nos acercamos a un hermoso y antiguo castillo. Al llegar al inmenso portón  se abre y anuncian nuestra llegada. Me quedo impactado, pero ahora entiendo por qué lo llamaron príncipe hace unos momentos y por qué no dejan de llamarlo con el sufijo sama.

 

Cuando me veo en un salón principal adornado con varios tapices en tonos azul, que al parecer es el color que predomina por aquí encuentro al señor que estaba a su lado en el mercado sentando en un cómodo sillón, al entrar veo como varios se arrodillan, aunque yo permanezco en el mismo lugar.

 

-Padre, déjame presentar a Mikoto Suoh, él me salvó hace unos momentos. - Reisi se levanta y observo como el viejo se me queda mirando de una forma intrigante ¿quién es él exactamente?

 

-¿Estás seguro que se llama de esa manera?

 

-Eso fue lo que me dijo.

 

-Acércate muchacho.

 

Me acerco tratando de mantener mi distancia hasta que veo como se para y me alcanza hasta tenerme a escasos centímetros de su cara, me toma con una mano su barbilla y siento como sus ojos me recorren de arriba abajo.

 

-Bueno, sin duda se nota que tienes los genes.

 

-Perdone señor, pero no sé de qué me hablas.

 

-No me digas que no sabes lo que eres.

 

Se sienta de nuevo en su trono, en ese momento descubrí mi verdadera identidad, claro que sospechaba que algo andaba mal conmigo desde antes, pero nunca nadie me había dicho lo que era, un rey, el 3er rey. Y también me contó que el asesino a mi padre, por así decirlo.

 

Nos movimos al comedor, y me empezó a narrar de que el asesino a mi “padre”, ya que el poder del rey no es algo que se transmita de padre a hijo, más bien es algo que es escogido por el poder mismo, sólo que el anterior rey se salió de control y entre todas las personas del mundo, el poder me escogió a mí. También entendí que Reisi era el heredero de su poder, que se supone que cada rey tiene que localizar y enseñar a su descendiente a usar su poder hasta que este sea capaz de controlarlo, que es cuando el poder se le cede, sólo que en mi caso, nuca pude tener eso, por lo mismo mi poder se salía de control, de hecho yo debería de estar muerto, ya que no consideraban posible que sobreviviera sin poder controlarlo, pero de alguna manera lo hice, aunque claro, eso también se explicaba el rastro de destrucción que me seguía.

 

Después de terminar la conversación es pasada la media noche por lo cual me disponen de una habitación para que pase la noche, tomo un baño y me pongo una yukata que me prestaron para dormir. Salgo al balcón para tomar un poco de aire fresco y al regresar me vuelvo a encontrar a Reisi en mi habitación vistiendo una yukata morada, similar a la que vestía cuando lo vi por primera vez, se encuentra sentado en una mesa para dos persona que hay en la habitación, con las piernas cruzadas dejando ver sus piernas bien formadas que me provocan que se me seque la boca, intento pasarlo desapercibido y me siento frente a él que me sirve un poco de té.

 

-Reisi, gracias por tú hospitalidad.

 

-No  hay de que, me salvaste, así que la hubiera tenido contigo, así no fueras un rey – me sonríe de manera encantadora, como la primera vez que nos conocimos, todo es exactamente igual, pero hay tanta cosas que quiero saber.

 

-¿Y cómo es que sabe quién va a ser el siguiente?

 

-Bueno, eso no sabría decirlo con exactitud, se supone que uno lo siente, dice Jin-sama, que es como si tu poder se drenara de tu cuerpo, y por un momento observas a la persona que será tu sucesor.

 

-¿Y luego, van por ti y te separa de tus padres? – Escucho como la taza tiembla, así que eso es lo que sucede – lo siento.

 

-No hay porque, yo seré el 4to rey en algún futuro. Tanto tú como yo, tendremos que hacerlo en algún momento.

 

Noto un aire de tristeza en sus ojos, por lo que quiero cambiar de tema, pero nunca he sido muy bueno conversando con las personas, por lo que decido que es mejor mantenernos en silencio. Con el paso de los minutos me encuentro observando cada gesto que hace, como sus ojos se cierran, lo largo de sus pestañas, la curva que tiene su nariz, lo delicada de sus manos que mantienen una firme postura cada que toma la taza de té y como al dar un sorbo sus labios se curvan y se mojan ligeramente. No sé como pero de un momento a otro me acerque y lo bese, al darme cuento me intente separa, pero sus labios me aceptaron. Fui profundizando el beso, saque un poco la lengua para lamer sus labios y este los abrió dejándome paso a su lengua, roce un poco su lengua con la mía para empezar a recorrer su boca en busca de una compañera y poder saborear el embriagante dulzor de su saliva, él me corresponde aunque con algo de timidez. Al poco rato tenemos que separarnos por falta de aire y noto como sus mejillas están sonrojadas.

 

-Perdón, yo no quería.

 

-No, está bien. Me gusto.

Con ese gesto lo acerco más a mi cuerpo, la distancia es casi inapreciable y vuelvo a tomar su boca de una manera más demandante, busco su lengua que con timidez se acopla al ritmo de la mía. Nuestra saliva se mezcla y su sabor explota en mi boca queriendo que nada termine, lo amo, en verdad, lo amo…pero no podemos estar juntos.

 

Y con ese pensamiento lo separo de cuerpo y me mira queriendo entender por qué paro, pero no tengo una explicación.

 

-Lo siento, pero no me voy a controlar si esto sigue así.

 

-No te controles entonces.

 

Sus palabras me asombran, ya que estoy seguro que no sabe lo que quiere decir, lo que me hace querer hacer. Lo tomo de atrás de su nunca, inconscientemente cierra sus ojos y le tiemblan un poco sus piernas, sonrío sin que lo note y le aparto unos mechones que le atraviesan la cara para besarle su frente. No, no voy a hacer esto, no todavía.

 

-Mikoto-san, porfavor.

 

-Reisi, mi Reisi, eso será después.

 

Después de eso sale de mi habitación algo enojado, aunque parece más bien el berrinche de un niño pequeño al cual le acaban de negar un juguete, me acuesto un rato en la cama pensando en que ya no puedo seguir en ese lugar, por lo que tomo mis cosas y salgo sin mirar atrás,  para no volverlo a ver.

 

Notas finales: Bueno, ¿qué tal? Espero que la historia sea de su agrado y sen libres de dejar todos los reviews que quieran, ya que me motivaran a actualizar más rápido.

Besos

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).