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Una Vida Juntas por harukatenou

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Notas del fanfic:

Un nuevo proyecto, de Haruka y Michiru, pero tambien incluira al resto de chicas...

 

Aclaratoria: El suo de los personajes de Sailoor Moon, es netamente recreativo, no me pertenecen, son propiedad de Naoko Takeuchi.

 

Notas del capitulo:

Empieza la aventura, justo despues del incidente de la catedral marina...

Una vida juntas

Capítulo 1: Acercamiento

Habíamos logrado sobrevivir al asalto en la catedral marina, pero Haruka aún estaba callada, retraída y aunque no fuese capaz de decirme nada, estaba adolorida, ambas lo estábamos.

Aquel ataque de balas infligido con total crueldad había dejado secuelas, agradezco internamente como nuestros trajes de sailor protegieron hasta donde fue posible nuestra integridad física, pero a pesar de ello, lo moretones y algunos rasguños, marcaban nuestra piel.

-Haruka...-la llame desde la entrada de nuestra alcoba, estaba nuevamente sentaba en el borde de la ventana mirando la noche- ven conmigo, te ayudare a bañar y nos iremos juntas a la cama...- propuse mientras ubicándome a su lado, acariciaba sus mejillas.

 

-No me siento bien Michiru -reconoció aferrándose a mi cintura- estoy aún mareada y adolorida...-confeso en un susurro apenas audible.

-Lo sé -acaricie con ternura su espalda- me cuesta mucho mantenerme en pie, por eso te pido que vengas conmigo, necesito tu apoyo, tus manos, tus brazos, todo de ti...-suplique besando su cabeza, ella asintió y se levantó, la ayude a desvestirse para ir juntas al cuarto de baño.

Mientras me ayudaba galantemente a entrar a la bañera, sus ojos recorrieron despacio todo mi cuerpo, la sentí tensarse y su rostro enfurecerse, tenía gran parte del dorso amoratado, una herida en un costado de la espalda, que comenzaba a sanar y múltiples rasguños, era inevitable, después de todo había recibido prácticamente tres rondas de balas en mi intento de ayudarle antes de que quedara totalmente inconsciente.

-Perdóname...-susurro afectada bajando el rostro- debí protegerte Michiru, debí estar más alerta pero no, no pude, casi mueres al tratar de protegerme, de verdad yo no...-sentí sus lágrimas caer en la tina, me estremecí de temor, Haruka no solía llorar, menos delante de nadie, el que se desmoronara así delante de mí, era indicio de su estado emocional quebrantado y ahogado.

-Haruka -sostuve su rostro obligándola a mirarme- no te culpes de esa manera, nos emboscaron y la situación se salió de control, no quería perderte, por eso fui imprudente al querer atacar estando débil y herida, te expuse a ver cómo era atacada sin pensar en lo que sentiste, te pido perdón por ello, ambas nos equivocamos, por favor no llores, olvidemos ese incidente y sigamos adelante -limpie con amor sus lágrimas- tenemos una oportunidad nueva para seguir con nuestras vidas y para estar juntas. ¿Quieres compartirla conmigo?-interrogue mirándola con intensidad.

-Eres todo para mi Michiru, nunca antes había sentido tanto miedo como hoy, el verte allí en el altar crucificada e inconsciente, sentir que te perdía, no quiero volver a pasar por algo como eso, deseo vivir contigo en esta vida y todas las siguientes…-. Expreso sin un ápice de dudas, tomando mis manos para besarlas y mirándome con un amor y una ternura infinitos.

Me perdí en sus ojos, que brillaban con intensidad, adoraba aquel verde de sus pupilas, su rostro perfilado, sus manos, todo de ella. Sonriendo ante su afirmación la ayude a entrar a la tina, para besarla con vehemencia, calmado, despacio, disfrutando sus labios como si no hubiese un mañana, mordí su labio inferior incitándola a profundizar la caricia, me tomo de las caderas con posesión, con miedo, sostuve sus manos para transmitirle tranquilidad, para asegurarle que nunca me perdería y que solo a ella le pertenecía.

Nos perdimos en la intensidad de aquel pasional, amoroso y deseado beso, minutos mas tardes nos separamos por la falta de aire, pegando su frente a la mía, me susurro que me amaba, Haruka no solía ser tan expresiva, por eso me encantaba y embelesaba oírla mostrar o decir una frase de amor para conmigo.

-Tendremos que limpiarte esas heridas Michiru…- musito mientras deslizaba con delicadeza una esponja para limpiar mi cuerpo.

-También las tuyas…-. Concilie al notar un corte en su hombro que parecía profundo, y dos hematomas en el costado de su espalda.

Fue una larga y relajante ducha, casi me quedo dormida en los brazos de Haruka en la bañera, ayudándome a caminar, me llevo a nuestra habitación, tomando el botiquín se hizo cargo de mis heridas, era doloroso e incómodo, segundos después de vendar mi brazo, se levantó para salir a la cocina, regreso con unas compresas de gel frio, las coloco en los hematomas más grandes y me coloco una bata de dormir, para arroparme.

-Haruka, aun debo hacerme cargo de…-. Intente protestar, no había curado sus heridas y me preocupaba su hombro, era el mismo que fue herido en la torre de Tokio en la pelea contra la bailarina de cristal.

-Estoy cansada Michiru, vamos a dormir, estoy bien, mañana te haces cargo…-. Balbuceo visiblemente agotada, estaba haciendo un verdadero esfuerzo por mantenerse despierta y en pie.

            -De acuerdo, ven – le llame a mi lado- mañana te revisare minuciosamente…-. Susurre sensual, haciéndola sonrojar y ocultar su rostro en mi cuello.

-Hasta mañana sirena…-. Susurro rodeando mi cintura con sus manos.

-Hasta mañana mi huracán…-. Sonreí ante su abrazo, quedándome dormida.

A la mañana siguiente Michiru no pudo levantarse de la cama, todo el cansancio, el dolor y su cuerpo comenzando a sanar, la azotaron como un huracán violento, con un poco de fiebre y el aliento entrecortado, se mantenía en cama, donde una Haruka visiblemente preocupada le colocaba compresas frías en la frente, mientras chequeaba su temperatura en el termómetro.

-Estas aún muy caliente…- susurro angustiada- tengo que ir a la farmacia, necesito unos analgésicos y algo de suero para ti…-. Informo para levantarse, colocarse una camisa y unos jean desgastados.

-Ten cuidado…- le advirtió la peli aguamarina- sé que estas agotada, por favor vuelve pronto…-. Pidió con la mayor calma que pudo, sosteniendo la mano de su compañera.

-Lo tendré, regreso enseguida…-. Besando fugaz aquellos labios, salió del apartamento para encaminarse al centro comercial más cercano.

Haruka no podía negar que sí, estaba muy cansada, no había logrado dormir, Michiru estaba muy adolorida y se sentía culpable por su estado, golpeando el volante frustrada, se quejó al sentir su hombro resentirse por el golpe, suspiro para calmarse, bajo del auto y se adentró en la farmacia, recorriendo los pasillos para tomar algunas vendas, suero fisiológico, agua oxigenada, analgésicos, prácticamente tomo todo lo que pensó podría necesitar, junto a unos antipiréticos también.

-Buenos días guapo…- saludo con coquetería la cajera- ¿Estas enfermo? Llevas de todo en la cesta de compras…-. Expreso seguidamente mientras facturaba los productos.

-No, son para mi novia, está enferma y la estoy cuidando…-. Expreso en tono burlón, casi pudo oír el corazón de la chica delante de ella quebrarse ante sus palabras.

-Qué envidia…- fue la respuesta- tener un novio así te atento y dedicado es todo un privilegio, que te cuide bien, de lo contrario puede arrepentirse…-. Guiñándole un ojo a la rubia, le indicaba el total a cancelar.

-No tiene de que preocuparse, no me perderá nunca…- expreso con seguridad, antes de entregarle el dinero correspondiente para luego salir al área del supermercado.

Mientras tanto una joven alta de cabellera verde, entraba seguida de una más baja pelo corto azul, habían visto el auto de Haruka y aunque no podrían decir que fuesen amigas, querían saber cómo se encontraba después del combate.

Tratando de enfocarse y recordar lo que solía comprar con Michiru, Haruka recorrió los pasillos del pequeño supermercado, cereales, yogurt, leche, algo de carne, frutas, verduras, algunas galletas.

-Creo que con esto bastara…- hablo para sí misma- tengo que prestar más atención cuando vengo con Michiru de compras, estoy tan cansada…-. Llevándose la mano al hombro herido, se quejó de un calambre repentino.

-¿Duele mucho?- interrogo alguien a sus espaldas, se giró extrañada encontrando a Litha y a Amy.

-Chicas…-. Se sorprendió de verlas y más aun de que le hablaran después del enfrentamiento.

-Te ves horrible…-. Expreso Litha al notar las ojeras y el aspecto cansado de su compañera de batalla.

-También me alegra verte…-. Expreso sarcástica.

-Por favor no discutan chicas –intervino Amy- hola Haruka –san ¿Cómo te encuentras? Vimos tu coche y quisimos saber cómo estaban…-. Agrego  en tono amable.

-Mejor de lo que podríamos, dado lo que ocurrió Amy…-. Agrego sincera, esa chica le inspiraba tanta amabilidad y confianza.

-Lo siento Haruka, fue una broma de mal gusto –se disculpó Litha mirando alrededor- ¿Y Michiru?-.interrogo curiosa, era extraño no verlas juntas.

Sintiéndose incomoda la rubia no sabía que responder, después de todo no eran amigas, odiaba sentirse vulnerable ante los demás.

            -Puedes confiar en nosotras…- hablo Amy- sé que nuestro comienzo no fue el idóneo, pero ahora todas compartimos un destino, somos guerreras, no tenemos por qué odiarnos Haruka…-. Puntualizo seria.

-La verdad…- dudo meditando sus palabras- esta aun adolorida, la deje en cama descansando…- acoto sin dar muchos detalles.

-Tú también te ves cansada y adolorida –intervino Litha, había notado cuando la chica se sostenía el hombro- ¿Aceptarías que te ayudáramos? Podríamos acompañarte, Amy puede revisar a Michiru o puedes llevarla al hospital para que su madre la chequee, mientras yo puedo hacerles algo ligero de comer…-. Ofreció amable.

-La verdad no estoy seg…-. El sonido del móvil la interrumpió, respondió con rapidez al ver que se trataba de su sirena.

-Haruka...- susurro sofocada- ¿Dónde estás?-. Agrego seguidamente.

-Michiru, en el supermercado, ya termino y voy a casa… ¿Qué ocurre?-. Interrogo con cautela.

-Por favor no tardes, me siento mareada...-. Confeso sintiéndose bastante mal.

-Voy de inmediato, respira profundo y enfócate, estaré en 5 minutos…-. Expreso atropelladamente colgando, Litha y Amy la miraron con preocupación.

-Debo irme…- soltó de golpe la rubia, dándose la vuelta, dejando de lado el carrito con las compras.

-Espera Haruka…-. La sostuvo Litha, con tan mal proceder que le agarro del hombro herido, la chica se quejó con fuerza y tambaleo ante la ráfaga de dolor que la recorrió de golpe.

-L-lo siento Haruka…- la soltó de golpe Litha, ayudándola a mantenerse en pie.

-Nos vamos contigo, Litha lleva el carrito a la caja para pagar las cosas, Haruka vamos al auto, te ayudare a tratar a Michiru y te revisare también, por favor no te niegues…-. Exigió Amy cambiando su tono amable.

-Llama a las demás, quizás necesitemos ayuda…-. Susurro a Litha, antes de caminar con Haruka al convertible, estaba tan cansada y adolorida que no pudo negarse.

Litha cancelo los artículos lo más rápido que pudo, salió del supermercado, después de avisarle a Rei lo que pasaba, Mina estaba con ella, así que cuando supieran la dirección, irían a apoyar a las chicas.

-No creo que sea lo mejor que conduzcas así…-. Se quejó Amy al ver que Haruka no entregaba las llaves del auto.

-Primero muerta que dejarlas que conduzcan mi auto…-. Expreso burlona, tomando la carretera al pequeño apartamento que compartía con Michiru.

El trayecto fue corto, deteniéndose en el umbral de la puerta, se sostuvo del marco para permitirles pasar. Dándoles la bienvenida, subió las escaleras a la habitación de Michiru, la chica estaba dormida o eso parecía, pero bastante sofocada y con la respiración entrecortada.

-Trame unas toallas Haruka y algo de agua tibia, Litha saca de las bolsas los medicamentos…- tomo el control de la situación, ambas chicas acataron las ordenes, después de comprobar lo alto de la fiebre, tomo indicaciones y llamo a su madre, la adulta le indico como proceder.

Haruka se mantuvo al margen, era extraño, pero permitió que atendieran a Michiru, Amy sabía lo que hacía.

-Estará bien ahora, la fiebre ira cediendo poco a poco, ahora siéntate tú, tengo que chequearte ese hombro… ¿Dónde más estas herida?-.  Expreso a la rubia, quien había permanecido parada en el marco de la puerta.

-¿Haruka?-. Interrogo Litha ante el silencio de la chica – Haruka, te estamos hablando…-. La estremeció con cuidado, la chica tenía una mirada perdida en algún punto de la pared.

-Ayúdame a recostarla en el sofá –pidió Amy de repente, ante la cara de confusión de Litha- está dormida o inconsciente…-. Aclaro, pasando un brazo por debajo del hombro de la rubia.

-¿Estas de broma? Pero si tiene los ojos abiertos…- cuestiono pasando su mano por delante del rostro de la chica, sin obtener ni un pestañeo.

Como si fuese un muñeco, la rescataron en el sofá cercano, retirando la camisa de la chica con un sonrojo pronunciado, tomo lo necesario para limpiar la herida del hombro, estaba infectándose, habría preferido suturar pero no podía a esas alturas, después de limpiarla y colocarle un antiséptico, la vendo, giro con cuidado la espalda de la chica para comprobar si tenía más heridas y suspiro al ver los hematomas, dándole instrucciones a Litha, la recostaron boca abajo para colocarle un pomada antiinflamatoria y unas compresas de hielo.

-No pensé que estuviesen tan mal heridas…-confeso la más alta, secando el sudor de su frente y entregándole a Amy una soda.

-Pudieron haberlas matado en ese ataque, tenemos que monitorearlas y hacer que coman algo, estoy segura que no lo han hecho y a eso se debe también su debilidad…-. Dando un sorbo a la bebida, la chica prodigio suspiraba.

-Voy a la cocina a hacerles algo de comer, Rei y Mina vienen en camino, no he podido localizar a Darién ni a Serena…-. Comunico antes de bajar las escaleras.

Par de horas más tarde, en el salón Rei, Mina, Litha esperaban que Amy bajara las escaleras para informar el estado de las chicas, estaba por anochecer y ninguna de las dos reaccionaba.

-Darién vendrá dentro de poco, se ofreció a quedarse a cuidarlas de ser necesario, yo tengo que regresar al templo, Nikolas y mi abuelo aun no regresan…- explico Rei, dando un sorbo a la taza de Té en sus manos.

-Vendré mañana temprano, espero que no se nieguen a recibir ayuda, están muy vulnerables.- acoto Mina, sirviendo dos tazones de ramen, para colocarlos en una bandeja y entregárselos a Litha quien empezó a subir las escaleras, necesitaba darles algo de comer a las chicas, debían reponer fuerzas.

-Gracias Amy…-. Se escuchó la voz de Michiru, cuando la joven terminaba de revisarla, su temperatura había bajado considerablemente, los analgésicos comenzaba a menguar el dolor y la chica hacia unos minutos que había despertado.

-Están todas aquí para ayudar –explico- bueno menos Serena, quien viene con Darién dentro de poco, él quiere quedarse a acompañarlas en la noche, por si necesitan algo…-. Comunico, antes de indicarle a Litha que entrara.

-Hola Michiru –saludo sonriendo- te traje algo de comer, también a Haruka, aunque me preocupa ver que aún no despierta…-. Agrego mientras le pasaba a la oji turquesa la bandeja con su porción de comida, para permitirle comer en calma.

-Está muy cansada –explico luego del primer bocado- se mantuvo toda la noche despierta, cuidándome, aparte de que su cuerpo está agotado y al hacerse la fuerte para luchar contra el dolor, la debilitaron, probablemente no despierte hasta mañana.-. suspiro preocupada, mientras Amy revisaba a la rubia, sobre todo su hombro, estaba muy preocupada por esa herida, colocando nuevas compresas de gel en la espalda, la arropaba nuevamente después de chequear sus signos vitales, estaba profundamente dormida.

-Está dormida –comunico Amy- está estable, me gustaría que mi madre le revisara el hombro, limpie la herida, pero tiene una fuerte inflamación y el tejido no se regenera, debería estar en proceso de sanación desde hace días…-. Mirando a Michiru seria, esperaba que la chica lo permitiera.

-Mañana cuando despierte conversare con ella, no le gustan los hospitales, pero si lo crees necesario la convenceré de un modo u otro para llevarla a que la revisen mejor…-. Concilio terminado la comida, estaba realmente deliciosa y le cayó de maravilla.

-¡Michiru! ¡Haruka! –se escuchó un estruendoso grito, antes de que la joven de cabello rubio y mirada agobiada, irrumpiera en la habitación con el rostro preocupada.

-Hola Serena –sonrió Michiru ante la escena de la chica entrando a la alcoba, con lágrimas a punto de salir y un rostro de preocupación auténticos –estamos mejor, gracias por tu preocupación-. Agrego amablemente.

-Discúlpenla por favor –entro Darién tras ella- cuando se enteró de que estaban mal, se sintió muy triste y preocupada- acoto el joven rascándose la cabeza incómodo.

-¿De verdad estas bien?-se arrodillo junto a la cama de Michiru y le sostuvo las manos –Te ves muy cansada...-. Limpiándose los ojos como un niño pequeño, miraba a Haruka en el sofá cercano.

-Me siento mucho mejor, Amy me administro medicamentos y Litha me dio una deliciosa comida, no llore princesa…-. Pidió con amabilidad, tras ver el rostro de Serena.

-¿Y Haruka?-.interrogo segundos después- ¿Amy que le pasa?-. Balbuceo de nuevo, al ver a la rubia inconsciente, se sentía muy preocupada por las chicas, les tenia aprecio.

-Está dormida, aun no despierta por el excesivo cansancio, mañana la llevaremos al hospital para que mi madre verifique la herida de su hombro, de resto está estable Serena, no te angusties más de la cuenta por favor...-. Intento tranquilizarla la joven doctora.

-Podríamos llevarla ahora mismo Amy –intervino Darién- si consideras que la herida es delicada, tengo el auto estacionado frente al edificio, puedo cargarla para que la llevemos a urgencias, la mantendrán en observación y según evolucione, estaremos al pendiente…-. Expuso concienzudamente.

- Les prometo que me hare cargo mañana –interrumpió Michiru- Sé que están preocupados, lo agradezco, pero conozco a Haruka, necesita su espacio y su tiempo para asimilar y aceptar las cosas, es muy terca…-. Murmuro al grupo.

 Los presentes asienten comprensivos, pasados unos minutos todos se marcharon, Michiru medito sobre aquello, si bien no se siente agobiada ni que invadieran su privacidad, sigue sorprendida por cómo han recibido aquella ayuda y apoyo, sonriendo ante lo que deslumbra como una posible amistad, se levanta de la cama, para acariciar el rostro dormido de Haruka.

-Gracias mi huracán….-. Murmura besándola con ternura, antes de regresar a la cama, tenía que descansar Para poder atender a la chica a la mañana siguiente.

-Eso fue muy raro…-. Rompió el silencio Mina –es decir, hace poco las considerábamos nuestras enemigas, hoy venimos a ayudarlas y atender sus heridas, es bastante extraño…-. Comenta confundida.

-No son malas chicas –habla Litha- Haruka es admirable y Michiru tan sofisticada, tenían una misión que cumplir, solo teníamos puntos distintos, pero ahora podríamos unir fuerzas…-. Expreso pensativa.

-Creo que lo mejor será darles su espacio, así asimilan lo que ha pasado, decidirán juntas si nos permiten formar parte de su mundo…-. Hablo sabiamente Rei.

-Lo harán –esbozo una sonrisa Serena- Sé que ahora que hemos limado asperezas, serán no solo las guardianas del sistema solar exterior, también nuestras amigas- tomando la mano de Darién, evocaba el milenio de plata, deseaba de corazón que todas fuesen un solo equipo y algo le decía que así seria.

 

 

Notas finales:

Espero sus comentarios y/o Sugerencias....

Gracias por leer


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