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Adagio enamorado por Tsundere Chisamu-chan

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Notas del fanfic:

ho-ho hola!!!! buaaaa estoy más nerviosa que nunca al publicar algo y les contaré porque. 

Este fanfic es mi bebé, lo he escrito, re-escrito, modificado, adaptado y aún así no me he podido dar por vencida con él. lo empecé a escribir hace muchos años y talvez se note, (aunque le he cambiado infinidad de partes), ya que tiene mucho de mi pasado como escritora y esas cosas. Empezó como un fanfic original así que es probable que mas de uno de ustedes lo haya vito antes. Así que les suplico que sean condescendientes conmigo y me comprendan. jaja ok no odienme todo lo que quieran, destruyanme con sus críticas, y humillenme en caso de que me lo merezca. (se me salió el lado masoquista)

Ok sobre el Fanfic es creo que el más complejo que he imaginado y por eso a veces mi cabeza no da pa tanto... 

No está en orden cronologico.

El pasado está narrado en protagonista y el prensente en narrador omnisciente. (hace muchísimo que no escribo en narrador onmisiente así que me disculpo de antemano por las faltas).

y.... ah ok como es de una facultad de música agregaré un glosario. 

Disclaimer: Los personajes de esta historia no me pertenecen. 

Notas del capitulo:

Nada más que decir. Saludos!!!

Capítulo I

"Maraña de recuerdos"

30/mayo/2012

Se encontraba recostado allí sobre el césped, se podía ver el movimiento sutil y constante cuando su inmóvil cuerpo inhalaba y exhalaba oxígeno, ignorando todo lo que ocurría a su alrededor. Su postura era relajada sin temor a ensuciarse o sufrir un ataque de alergia por la delicadeza de su piel. No dormía, pero mantenía sus hermosos de ojos color dorados; cerrados y ocultos tras sus lentes de sol, el día sería largo y había empezado desde muy temprano.

Ese chico llamado Kouyou, Takashima Kouyou, de unos aproximados 19 años, era el joven más destacado y conocido en la facultad de música de su universidad, conocido por su gran habilidad para el violonchelo, además de un extraño aire imperturbable y misterioso que arrastraba todo el tiempo consigo. Un joven tímido pero de actitud solemne, belleza casi sublime que sonreía de forma escasa y se ocultaba tras su enorme cabellera castaña.

Eran justo las 8 de la mañana -tal vez faltaban unos minutos- y aún se podían ver personas caminando por el campus dirigiéndose a sus cursos a paso veloz, evitando a toda costa llegar tarde. Sin embargo esto no parecía importarle a “Shima” -como lo llamaban sus amigos-, a pesar de que su clase estaba a punto de comenzar. Desafiando el tiempo siguió inmóvil con los audífonos bien colocados sobre sus oídos, mantenía un trance mientras en su reproductor de música sonaba la "Sinfonía Pastoral" de Beethoven, tarareando de forma casi imperceptible la melodía que recorría su cuerpo con un hormigueo exquisito.

Probablemente ni siquiera se había percatado de la hora, porque cuando la música sonaba en su cabeza y estremecía su cuerpo, el resto del mundo se desvanecía. Kouyou era un joven distraído que le encantaba aprender; la música era su vida y ya que la estudiaba desde que tenía 4 años, resultaba que era excepcionalmente bueno en ello. Su madre, ya fallecida había sido una de las cantantes más cotizadas, y toda su vida había sido alrededor de la música.

—ahhh —suspiró en un intento de normalizar su respiración, que sin darse cuenta había retenido desde unos segundos atrás, escuchando emocionado el final que aquella obra. Abrió los ojos intentando no lastimarlos con la incandescente luz solar y miró su reloj, daban exactamente las 8:10 min, alarmado pegó un salto levantándose y tomó su salveque. Casi corriendo. Salió disparado hacia el aula correspondiente, caminaba dejando detrás de sí mismo un rastro de césped, hierba y otras partículas que iban pegadas en su ropa, ya que ni siquiera se había sacudido. Jadeó cuando estuvo frente a la puerta y con una gran sensación de vergüenza, golpeó tres veces. No era que le gustase llegar tarde, lo detestaba de hecho, pero su mente divagaba tan rápidamente que rara vez lograba estar completamente atento al reloj.

 

Cuando la puerta se abrió, un hombre de unos aproximados 35 años, portador de la cabellera roja más sexy que podía verse en todo el mundo, sonrió de forma radiante frente a él y lo saludó.

 

—Buenos días Takashima-kun —. El mencionado le devolvió una sonrisa tímida y avergonzada mientras el hombre se apartó de la puerta y lo dejó entrar, aquel ambiente cansado y desvelado se esparcía por el aire entre los estudiantes que maquinaban mentalmente aquel problema armónico escrito en la pizarra. Kouyou caminó hacia su asiento y se acomodó ahí, su camisa blanca y de botones estaba arrugada y sucia. Sacó apresuradamente su cuaderno y lápiz y empezó a realizar aquel ejercicio a una velocidad envidiable por cualquiera.

 

—ppsss.. pss Shima!!! —interrumpió aquella familiar voz detrás de su cabeza y Kouyou se giró para mirar al propietario de esta. Suzuki Akira, su compañero de travesía universitaria, tal vez al único que realmente apreciaba le miraba con la cabeza baja mientras sonreía de forma traviesa.

 

—¿por qué llegaste tarde holgazán?—. Kouyou soltó una risa nerviosa y se enderezó a su postura anterior, como si no hubiese escuchado la pregunta de su compañero, 

 

—¡Shima!, ¡no me ignores! —susurró en forma de reclamo, ignorando que el volumen de su voz era más fuerte de lo que imaginaba. Kouyou se encogió en su asiento al ver que la atención del profesor se colocaba sobre ambos, —Hey Shima —repitió su llamado, mientras los ojos del mencionado se llenaban poco a poco de pánico, y entonces la grave voz del profesor retumbó en la estancia,

 

—Le agradezco el silencio señor Suzuki, ya que está interrumpiendo imagino que habrá terminado —dijo con una sonrisa cargada de cinismo, su voz fuerte alertó a todos los demás que estaban sumidos en sus cuadernos,

 

—Disculpe sensei —respondió el chico de cabello falsamente rubio, alarmado mientras sus compañeros lo acompañaban con una ola de silbidos y abucheos. Kouyou por su lado, solamente se enrojecía a más no poder. Unos minutos después, el silencio volvió a reinar permitiéndoles mayor concentración.

 

—necesito hablarte sobre algo importante —. Volvió a susurrar Akira, esta vez apenas audible; seguro de que nadie que no fuera su amigo que se encontraba al frente, lo escuchara, Kouyou lo miró sorprendido sin abrir la boca, con sus ojos llenos de incertidumbre y curiosidad, pero justo en ese momento el profesor empezó a hablar.

 

—Luego te digo.... — agregó ahora imposibilitado para seguir conversando, y dejando al joven Takashima con el estómago en su garganta. Alargando todavía más la aburrida clase, torturando por dos horas al distraído Kouyou quien se olvidó de prestar atención al profesor por intentar descifrar aquello que su compañero necesitaba decirle. De vez en cuando volteaba a ver a su compañero Akira; ojos enormes casi negros y mirada inocente, cabello teñido de amarillo, peinado hacia todas la direcciones, y aquella peculiar bandita que atravesaba su rostro, ocultando su nariz, no se veía muy diferente a todos los días, su apariencia ni su actitud, actuaba normalmente, prestaba atención al profesor y sonreía a la curiosa mirada de Kouyou.

 

Seguramente se estaba preocupando en vano y era alguna de sus estupideces habituales, necesitaba contarle que había encontrado por fin el delineador eterno o que abrieron un nuevo restaurante de tacos cerca de su casa. No sería la primera vez que el joven Akira saltaba de alegría por esa clase de nimiedades.

 

Así que intentó tranquilizarse de la mejor forma y aprovechar lo que quedaba de clase para recuperar el contenido abarcado. Hasta que por fin acabó la clase, todos se levantaron, conversando, bromeando, varias chicas se acercaban a coquetear con el profesor tomando como excusa cualquier tontería, algunos se quedaban en su sitio sin moverse, otros por el contrario salían corriendo del salón dirigiéndose a otros cursos.

 

Kouyou que se dirigía al ensayo de la orquesta, pasó velozmente por la bodega recogiendo lo violonchelo y rápidamente se dirigió al salón de ensayo. El director de la orquesta era temible en cuanto a la exigencia de puntualidad, especialmente con quienes desempeñaban los roles principales, como él. Pero antes de poder salir del pasillo principal, escuchó a alguien que lo llamaba por su nombre a sus espaldas. 

 

—Shima —. Corría Akira tras él, sobre su espalda traía puesto su estuche de violín, — espérame... —dijo cuando estaba más cerca, —necesito hablarte...—. Se detuvo en frente suyo, intentando recuperar el aliento, 

—Pues... ¿de qué? —respondió fingiendo desinterés, el otro se acercó más a él, susurrando algo que aparentemente no debía ser publicado, 

—escuche rumores... —respondió apenas audible. 

—¿Sobre qué?

—Llegará un nuevo director

—¿ehh? de verdad —.Siguieron caminando juntos, al parecer la noticia en realidad era menos impactante de lo esperado,  

—Si he escuchado de él, llegará hoy, su nombre es Shiroyama Yuu...

Kouyou detuvo su caminar reaccionando ante aquel nombre. Shiroyama Yuu… retumbó en lo más profundo de sus oídos, algo le decía que lo conocía, sus sentidos colapsaron provocándole un mareo instantáneo, se sostuvo de la pared y cerró los ojos,

Desgraciadamente su pérdida de memoria no le permitía recordarlo.

¿Estás bien, Shima?

Notas finales:

Glosario:

 

Violonchelo: Instrumento musical de la familia del violín, mayor que la viola y menor que el contrabajo, de cuatro cuerdas y registro grave, que se toca con arco.

Sinfonía Eroica: La Sinfonía n.° 3 en Mi bemol mayor Op. 55 de Ludwig van Beethoven, conocida como Eroica (Heroica en italiano), inicialmente dedicada a Napoleón Bonaparte.

Lectura musical: también llamada solfeo, y se define como  la Técnica de leer correctamente los textos musicales y estudios que se realizan para adquirirla.

Armonía: subdisciplina que estudia el encadenamiento de diversas notas superpuestas; es decir: la organización de los acordes.

Orquesta: Es un conjunto formado por músicos que tocan diversos instrumentos, principalmente de cuerda, viento y percusión.

Principales: en una orquesta los principales son los encargados de una sección específicamente, se sientan al frente y deben guiar, dirigir su sección además de imponer el estilo.

Director orquestal: es el sujeto que se dedica a coordinar los diversos instrumentos que componen una orquesta. 

 

Por fis. no se les olvide comentar!


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