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The Ghost Of You por ShuKoi

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Notas del capitulo: Notas: Expando mucho mis horizontes XD. Después de probar suerte en Get Backers y The Prince Of Tennis no podía faltar FullMetal Alchemist. Pues… espero que les guste, es Dramático, Romántico, y un poco de Ciencia/Ficción… más de lo que es en sí FullMetal Alchemist. Aquí desarrollo una historia un poco trágica, luego de la muerte de Hughes. Roy Mustang sentía algo tan grande por aquel hombre, que duda que algún día lo olvide… Sin embargo, aparece una pequeña personita que lo ayuda en su olvido. Edward Elric.

 

The Ghost Of You
 

-dedicada a mi pequeña. Por siempre estar allí y ser tan loca como yo! XD- (Y sí, esto es para ti, Clem-chan… o ¿Debería decir Eiji-chan? n_n  Vivan Ryomo y Moma XD)

+ ~Capítulo 1: N e v e r  C o m i n g  B a c k~ +

Otra lágrima rodó por su rostro marmoleado, y se deslizó por sus facciones hasta caer sobre la tierra del sepulcro. Allí, yacía el cuerpo del hombre que le había ayudado tanto. Allí estaba, bajo esa tierra, el cuerpo sin vida de Maes Hughes.

Ésta vez, regresó a la tumba porque Gracia lo había enviado a llevarle unas flores de parte de ella y su hija. Bajó el rostro, ocultándolo con algunos mechones de cabello, y lloró. Lloró de nuevo, siendo ignorado completamente por el cadete Havoc Jean que hablaba animadamente con unas jovencitas que visitaban la tumba de una de sus amigas.

Se arrodilló ante la lápida, donde se leía perfectamente el nombre de su amigo. Sollozó, y se apoyó levemente de la lápida tallada en mármol, lanzando algunos hipidos por el llanto.

- ¿Por qué, Maes?...- Preguntó, llorando desconsolado y aferrándose a la lápida. Oh, Dios, que le dolía. Le dolía demasiado el que lo hubiera dejado solo… de nuevo. – Serías el que trabajase a mi lado y me llevaría a la cima… pero para eso… ¿Había necesidad de sacrificar tu vida? ¿Tenías que morir…? Acaso… ¿¡TENÍAS QUE IRTE?!- Iracundo, tomó un puñado de tierra, y lo esparció por el sepulcro, temblando.

- Maldita sea…- Sin darse cuenta, se había estado apoyando sobre las flores que Gracia y Elysia le habían mandado a poner sobre la tumba. ¿Y porqué demonios lo enviaban a él? Si de verdad lo amaban tanto, ¿Por qué no iban ellas? ¿Querían hacerlo sufrir más, que se rebajase aún más? Había sido ascendido de rango gracias al sacrificio de Maes… ¿Pero realmente lo merecía? Lo dudaba.

Si debía morir para que lograse llegar a la cima… No merecía la pena.

¿Acaso él era tan importante para Hughes… Que sacrificó su propia vida?

Era ilógico. Estúpido.

- Si lo hiciste por mí, Maes… Eres un imbésil…- Se levantó, besando el mármol de la lápida y repasando el nombre inscrito elegantemente en ella, con los dedos. – te extraño, Maes.- Otra lágrima rodó por su rostro, muriendo en sus labios.

Un fuerte estruendo anunció la lluvia que empezaba a caer sobre la ciudad. Camuflando sus lágrimas entre las gotas. Pero ya no le importaba el que lo vieran llorar, de verdad. Ya no le interesaba nada si no era con él.

- Maldito seas, Maes… ¿Porqué te fuiste…?- Susurró de nuevo, sollozando un poco. –Sin dejarme… sin permitirme confesarte lo que sentía por ti…- Suspiró, secando sus lágrimas y sentándose frente a la lápida sin importarle el clima, acomodando las flores frente a ésta, y sonriendo melancólicamente. Cuánto dolor había soportado, cuántas lágrimas derramadas por él. Jamás había sufrido ni llorado una muerte así, como la de Maes. Tal vez porque nunca había perdido al ser en el cual había confiado tanto… El cual era su amigo… Por el que había sentido tanto…

- No es justo.- Dijo. – Ahora cada vez que respiro, siento tu olor… cada vez que cierro los ojos… te veo frente a mí… sonriendo… Y al saber que sólo es una fantasía… mi corazón late desbocado por la furia… No sabía que dependía de ti, Maes… Sin ti simplemente no puedo…-

Unos pasos algo metálicos bajaron de una carroza, quebrando el silencio que era interrumpido por los truenos y las gotas de agua que chocaban contra el suelo. Edward Elric y su hermano Alphonse se acercaban al teniente Havoc. El rubio le hizo una seña a su hermano para que hablase con el muchacho de cabellos naranjas junto con Winry, y se acercó de forma sigilosa por la espalda del moreno.

- Coronel Mustang… No conocía su lado sensible…- Susurró sentándose a su lado y observando el nombre elegantemente grabado sobre el mármol de la lápida. – muerto en acción… General de Brigada Maes Hughes… Asesinado cruelmente por un desconocido… Y según el general Armstrong, que tuvimos el placer de hablar con él anteriormente… La investigación ha sido suspendida… Es una desgracia…-

- ya sé todo eso, Edward… Y no lo conocías porque no quería que lo conocieras… Sin embargo me duele el que se haya ido y… por mi culpa… todo por mi culpa…-

- ¿Porqué te culpas? – Preguntó. – El asesino es el único culpable…-

- Él quería llevarme a la cima… Quería… pero… por mi culpa… él…- Su voz se quebró de nuevo.

- No es tu culpa. Entiendo cómo te sientes, Mustang.- Una lágrima se desbordó del rostro marmóreo del moreno, siendo seguida por otras, camuflándose entre las gotas. – No llores…- El rubio lo miró, sonriendo melancólicamente. Entendía los sentimientos de Mustang, después de todo, él también se culpaba de la muerte de su madre. – No es tu culpa. Él nunca regresará, tienes razón… pero deje de lamentarse, estoy seguro de que Hughes hubiese preferido que no llorara por él…-

El coronel lo observó.

- Sé que lo quería, Coronel. Pero no puede echarse a morir de ésta manera. La vida sigue, los sentimientos perdurarán para siempre. Sé que nunca lo podrá olvidar, pero imagínese lo que pensaría Hughes si lo que viese dejarse morir de esta forma…-

- Seguramente diría algo como “¡No seas tonto! La vida sigue, aún tienes tiempo de conseguirte una linda esposa…” – El coronel soltó una pequeña risa y miró a  Edward a los ojos. Luego, volteó su mirada a la lápida de mármol y la acarició, observando en su mente el rostro dulce de Maes, de su amigo de toda la vida, del hombre que le había robado el corazón. – te amo – susurró en su mente, apoyando luego una mano sobre la lápida y levantándose del fangoso suelo, que emitió un sonido desagradable ante su peso.

El rubio lo imitó, sonriendo complacido.

- Tal vez deba seguir tu consejo, Edward…- Sonrió levemente, levantando el rostro y observando cómo las nubes grises y oscuras de tormenta se alejaban, dando paso a un cielo azul brillante y lleno de esplendor. Una última lágrima rodó de su ojo derecho, y la limpió con el envés de su mano, bajando de nuevo su vista y acercándose al teniente Havoc, Alphonse y Winry, que no les habían prestado atención alguna. Edward lo imitó. Confiaba en que, ya no sufriría tanto.

Continuará…

¡Espero les haya gustado! Segundo capítulo: A phantom by Alchemy. (¿Or maybe by jealousy?) Un fantasma del pasado asota a Roy, dándole una segunda oportunidad de hablar…


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