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Mi mejor amigo es un chupasangre por pri_sasukelove20

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Notas del fanfic:

Hola mis queridos lectores. Les dejo este pequeño OneShot, la idea flotaba en mi cabeza asíque comencé a escribir. Algo simple para que pasen un buen tiempo :3 espero les guste.

 

(Personajes de Masashi)

 

Era un día ordinario como otros tantos, mucho calor, aburrido en clase sin la menor idea de saber que explicaba su maestro en la pizarra. Compañeros susurrando, riendo entre dientes, bolitas de papel golpeando la espalda o la cabeza de algún otro solo para fastidiarlo. Sí, definitivamente un normal y frustrante día soleado. La vida en sí no era nada interesante, eso pensó Naruto Namikaze, un estudiante del montón de dieciséis años de edad.

Sí, todo era rutinario a excepción de ciertos días “raros”.

—¡Ah!

Como este.

El quejido de dolor provino de una de sus compañeras sentadas en la parte central del aula, el mayor paró de escribir al percatarse de la pequeña herida en el dedo pulgar e índice, las hojas blancas a medio escribir se mancharon de rojo con el goteo de sangre que no cesaba. La chica dejó caer la trincheta manchada sobre la carpeta.

—Sakura, ve a enfermería.

—¿Sensei, puedo acompañarla?

Ino, su amiga más cercana levantó la mano para pedir su autorización.

—De acuerdo, pero no tarden.

—Ah, duele, duele, maldición-se levantó de la silla cubriéndose los dedos con la mano sana, las gotas de sangre comenzaron a hacer un recorrido por donde ella caminaba.

El olor de ese líquido vital no pasó desapercibido por cierto estudiante que hasta hace poco copiaba en sepulcral silencio las siguientes actividades a realizar. El bolígrafo dejó de moverse y resbaló de sus pálidos dedos al suelo dando unas cuantas vueltas hasta chocar contra el pie de su amigo.

 Una mala señal.

—Sasuke, tranquilízate-susurró.

Sakura e Ino se habían retirado y la clase seguía copiando en medio de distracciones y susurros, su extraño comportamiento solo podía notarlo él, su amigo de banco, Naruto.

La respiración se aceleró, comenzó a jadear, el ritmo cardiaco aumentó a mil latidos por minuto, la sangre de Sakura se olía en todo el salón, sus fosas nasales se llenaban de ese aroma tan delicioso. El exquisito perfume del cual él se alimentaba todos los días y desde hace cientos, cientos de años. Sasuke Uchiha se puso de pie de golpe haciendo ruido con el pupitre, sus libros y lápices cayeron y la silla a su espalda acompañó el mismo destino de cara al piso. Los jadeos iban en aumento y no pudiendo controlar más sus instintos, los ojos negros comenzaron a inyectarse de rojo sangre y su rubio compañero pudo notar sorpresivamente los colmillos sobresaliendo de sus labios.

—¿Sucede algo, Sasuke?

Su maestro lo encaró terminando la consigna y todas las miradas se volcaron en él, el pálido muchacho de cabellos azabaches estaba cabizbajo de manera que no podían notar los radicales cambios. Naruto se puso de pie, tomó la muñeca de su mejor amigo y lo jaló junto con él a la salida, Sasuke se dejó guiar sin dificultad y sin levantar la mirada.

—Sensei, saldremos un momento, mi amigo no se está sintiendo bien.

—¿Eh? ¿Otro más?-suspiró—Espera hasta que Sakura e Ino regresen, Naruto.

Tonto Kakashi-sensei, maldijo en su mente.

—No iremos a enfermería, lo acompañaré al baño. Es urgente, sensei, Sasuke no va a aguantar-le miró seriamente.

—¿Con que nauseas, eh?-se lo pensó un momento—Bien, acompáñalo, pero los quiero de regreso en cuanto terminen, Sasuke, si sigues mal, ve a enfermería, pero tú Naruto vuelves a clase-ordenó.

—Ok, ok-suspiro.

Cuando salió del aula, prácticamente corrió con Sasuke a su lado a toda prisa, gracias al cielo que los pasillos estaban vacios y sin interrupciones. Condujo a Sasuke al baño, lo soltó y corroboró que todos los cubículos estuvieran sin alma alguna, sería difícil de explicar aquello si los cachaba alguien. Cerró la puerta, se sentó en un retrete, desde luego con la tapa abajo y se relajó. Sasuke seguía ido con la mirada al suelo y jadeando.

—Ven aquí-le llamó—Sasuke-no recibió respuesta.

Frunció el seño.

—¡Que vengas, bastardo!-levantó un poco la voz molesto.

—No, no, Naruto-negó con la cabeza—No quiero volver a hacerlo, no a ti-se lamentó.

La angustia se reflejaba en su ronca voz, levantó la vista y enfocó sus ojos carmesí en la silueta de su mejor amigo. Su rubio compañero con la camisa desprendida mostrando su hombro y parte de su abdomen al descubierto, las marcas viejas y otras recientes en la parte baja del cuello, en su pecho, en ambos hombros y parte de sus brazos. El uniforme cubría lo suficiente para que nadie sospechara que Naruto era su fuente de alimento.

—Sasuke-susurró en tono compresivo, abrió sus brazos dispuesto a abrazarlo con todas sus fuerzas—Yo quiero que estés bien, además… no dejaré que a nadie más le pongas los colmillos, ¿lo entiendes? Solo bebe de mí, Sasuke-un leve rubor cubrió sus mejillas, el azabache le miró boquiabierto—Ven-hizo amague con sus manos.

Caminó lentamente hacia su dirección. Entró en el pequeño espacio, cerró tras él, ahora ambos estaban a una mínima de distancia con Naruto exponiendo casi todo el torso desnudo.

—Naruto… yo…

—Cállate y abre la boca de una puñetera vez.

No volvió a vacilar. Se inclinó frente a él y eligió la próxima zona que dejaría marcada con sus colmillos, lo cierto era que los orificios ocupaban casi todo el hombro, medio brazo y varias repartidas en el pecho y vientre, no había lugar por marcar. Escogió el cuello, un poco más abajo para que la camisa lo tapara. Dejó expuesto los filosos incisivos y se abalanzó a la tierna carne.

—¡Ah, Sasuke!-dejó escapar un quejido de dolor, debería estar acostumbrado, pero era inevitable el dolor de algo perforar su piel y absorber su esencia.

Los colmillos se clavaron profundamente mientras el resto de sus dientes se aferraban y permanecían quietos, comenzó a chupar con fuerza y no tardó en sentir el liquido espeso con un sabor tan necesitado por él, tan adictivo que imaginó volverse loco. El blondo de ojos azules como el cielo intentó tranquilizarse, respirar hondo y aguantar las punzadas en su cuello. Llevó una mano a la cabellera azabache acariciándola con gentileza, trasmitiéndole a su amigo seguridad y calma.

—Sasuke…-jadeó—Cuentas conmigo para cualquier cosa… no quiero que te guardes nada, si sufres, quiero sufrir contigo entonces. Si lloras, lloraré contigo, si ríes, riamos juntos, si te vas a alguna maldita parte del mundo… llévame contigo.

Se detuvo. Habiendo logrado saciar su sed sacó la lengua limpiando los dos orificios rojos y apartarse de su amigo. Naruto le miró con cariño, Sasuke sintió deseos de llorar, lo sintió pero contuvo el aliento.

—Regresemos a clases, Kakashi-sensei debe estar preguntando por nosotros-se levantó del retrete. Se abrochó los botones y acomodó el cuello de la camisa para tapar su nueva marca.

Sasuke abrió el pequeño cubículo y su blondo amigo avanzó hacia la salida con un silencio muy incomodo por parte del Uchiha. No tuvo mucho tiempo para pensar debido a que cuando intentó abrir la puerta sintió mareos y se vino de espaldas al suelo.

—¡Te tengo!-Sasuke lo tomó de los hombros estando a centímetros de golpear el frio enlosado.—¿Estás bien…?-le miró preocupado.

—Perdón, mi vista se nubló un poco y todo parecía moverse unos segundos… no sé por qué pasó-sonrió.

—Dobe… no trates de encubrirlo. Es mi culpa… debo haber bebido más de la cuenta hoy, no pude controlarme. Estás débil. Te estás poniendo pálido.

—Teme, no te preocupes por mí. Estoy bien, soy fuerte, no me subestimes o me enojaré-hizo amague de levantarse pero los fuertes brazos del pelinegro rodearon su espalda—Sasuke, déjame ponerme de pie. Estamos tardando…

—Un poco más, quiero estar un poco más así… contigo…-hundió su rostro en la curvatura del hombro aspirando su dulce fragancia corporal.

Los latidos de Naruto aumentaron y eso no pasó desapercibido por el azabache quien sonrió internamente. Había llegado el momento, era ahora o nunca, Sasuke Uchiha.

—Tú… eres mi luz, Naruto.

—Para… para, Sasuke-susurró abochornado a más no poder.

—Soy muy feliz, son tan feliz por estar contigo, por tenerte a mi lado apoyándome en la peor de las situaciones… por no abandonarme por ser esta abominación…

—No, no digas eso, no eras nada como eso.

—Ser vampiro, ser un chupasangre es un infierno para mí, pensé que no existía nada más que solo dolor y soledad en mi larga, larga vida, entonces tú apareciste de la nada y teñiste de colores brillantes mi oscura vida. Eres el único en quien confío, el único humano al que le serviré siempre, el único amigo que he tenido, el ser en la tierra que no me discrimina, el único… amor de mi vida.

—Oh… diablos, Sasuke, este… este no es el mejor lugar para… para una confesión-intentó removerse de sus brazos.

—¿Tan vergonzoso es esta escena que te hago?-rió, le miró de lado y se acercó a sus carnosos labios que le incitaban a pecar—Te amo, Naruto, y no creo poder enamorarme de nadie más que tú.

Los colores se le subieron a todo el rostro.

—¡Bastardo! ¡¿Porque en un baño-dattebayo?! ¡No quería una confesión como esa en un baño!-sollozó, lágrimas de alegría, de pura felicidad deslizándose por sus mejillas—Maldito teme… yo… yo también… te amo… hijo de puta… me hiciste  esperar demasiado… ya estaba por rendirme…

—Yo…-estaba sin habla ante la cara llorosa de su rubito—Lo-lo siento, de verdad lo siento.

—¡Ya, ya, estúpido! ¡Bésame ya! ¡Llevo esperándolo dos años ttebayo!-respondió molesto y sonrojado.

—Naruto.

—Sasuke.

Se acomodaron de frente y cerraron sus ojos al aproximarse a su inevitable destino, sus bocas se tocaron y aquella chispa hizo magia en sus cuerpos, ambos jadearon, sus lenguas tuvieron un delicioso encuentro y se saborearon como deberían haberlo hecho hace mucho tiempo. Se aferraron uno al otro, allí, en el piso del baño, sintiendo la creciente necesidad del otro. Su primer y apasionado beso, el primero de muchos.

—Sas-Sasuke… pa-para-

—¿Por qué…?-frunció el seño.

—Debemos volver… ¿idiota, lo olvidaste?

—Tks, maldición.-tomó la cara de su rubio acariciando sus marquitas de nacimiento—Mas tarde… ¿Puedo ir a tu casa…?

—E-está bien-habló sonrojado—Te esperaré ttebayo…

—Naruto-se acercó y hundió su cabeza en el pecho del blondo abrazándolo posesivamente, escuchando perfectamente la melodía de latidos—Quédate conmigo para siempre… no quiero perderte, no quiero a nadie más que a ti.

Lo intuía. Él se refería a “convertirlo”, francamente no estaba preparado para ese importante cambio en su vida. Sabía que Sasuke jamás envejecería, él sí lo haría, no podría ver a su amado a los ojos siendo un anciano, pero tenía miedo.

—Déjame pensarlo. Yo te amo con todo mi corazón, y deseo estar contigo, pero no es fácil tomar una decisión.

—Esperaré, esperaré, mi rubio. Te ansió por completo-se apartó, otorgándole un dulce beso en los labios con todo la ternura en él—No voy a presionarte, todavía tenemos tiempo-sonrió.

—Sasuke… gracias.

Una barrera caía, pero otra se levantaba. Nuestra pareja superaría muchos retos por delante que podrían unirlos o separarlos, pero que no quepa duda que se aman. Su amor es verdadero y triunfará por sobre todas las cosas, Naruto estaba convencido de eso, solo quería tiempo, tiempo para pensar y disfrutar sus últimos días como humano.

O tal vez no...

Si para estar con su amado tenía que sacrificar su mortalidad, que así fuera. Pero sus padres no quedarían descartados, claro que no.

—Sasuke…

—¿Mm?

—Mi mamá y mi papá, también.

—¿También que, mi rubio?

—También conviértelos ttebayo.

 

Fin :D

 


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