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Mellon nin por kazen_nova17

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Notas del fanfic:

Vuelvo con un fanfic nuevo y de una parejita que traia en mente desde mucho tiempo, se me hacia ilusion y revise pagina tras pagina y ya me lei todos los fics D: por lo cual he decidido hacer uno.

me lei mucho de este libro y si hay cosillas que no se entienden me avisan. Estoy muy contenta con lo escrito y desde ya les prometo que lo terminare.

la obra no me pertenece, es del gran escritor J.R.R.Tolkien yo solo la yaoice jujuju

Notas del capitulo:

primer cap. espero que les enganche, sean pacientes primero desarrollare un poco el ambiente e ire dando algunas aclaraciones, luego viene el yaoi asdasdasasd

 

─Dartho! (resistan) ─ se escuchó el grito del elfo mientras su flechas silbaban en el viento dándole de lleno a un orco que pretendía atacar a los medianos.


Se encontraban cruzando el camino hacia las tierras de Lothlorie cuando fueron emboscados por una tropa de orcos, aun se encontraban sosegados por la muerte de Gandalf, motivo por el cual los tomo por sorpresa aquel asalto. Aragorn supo reponerse y atacar sin temor, al igual que Boromir, Gimli y Legolas, más los pobres hobbits no tenían la misma resistencia. El elfo disparaba sin fallo alguno, mas sus finos oídos escucharon el murmullo de otros, giro dándose con la escena de Aragorn a punto de ser atacado por la espalda, corrió cortando cuantas gargantas había a su paso, llegando justo al momento cubriendo las espalda del mortal liquidando limpiamente al orco.


─hannon le, mellon nin (gracias amigo mío) ─ respondió el mortal con una sonrisa y posando una mano en su hombro, al darse cuenta del acto del elfo, este sintió algo removerse en su interior al ver la sonrisa que le dedicaba.


─no hay de qué ─ respondió este guardando sus dagas en el carcaj y devolviéndole la sonrisa.-creo que deberíamos tomar otra ruta, por lo que puedo escuchar los orcos provienen del camino que estamos tomando hacia Lothlorie─


─ ¿tienes alguna otra ruta Señor elfo?─pregunto Gimli apoyándose en su hacha.


-pasar por el bosque negro─ el dunedain sonrió al escuchar al elfo dándole un asentimiento con la cabeza


─ el bosque negro, si no me equivoco es de dónde eres el príncipe─ hablo el enano.


─Mirkwood, es el nombre de mi reino, queda a once días desde aquí, Lothlorie a trece desde allí ─ tomo un palillo y comenzó a trazar su ubicación ante los atentos ojos del resto ─ pasaremos por el Valle del arroyo Sambrin, nos tomara dos días y apresuramos el paso, seguiremos por Loerg Nigloron, si vemos el peor de los casos nos tomaría cuatro días cruzarlo ─ siguió dibujando el camino con la ramita ─ hasta el rio Gladio, acamparemos allí, seguidamente avanzaremos hasta el Anduin, cruzaremos a los campos Gladios y si los Valar esta de nuestro lado podremos llegar a los lindes del bosque negro y acamparemos justo al décimo día. ─ freno su explicación mientras dibujaba, lo que parecía un bosque ─ de ahí rodearemos el lado norte hasta el camino del bosque. Si ya son conocedores de los peligros que acechan mi reino les pediría que una vez allá sigan y obedezcan cada una de mis instrucciones, cruzarlo y llegar a salva nos tomara como máximo tres días, aunque debemos ajustarnos al paso de los hobbits, he ahí de porque el arduo tiempo-


─iremos- aseguro Aragorn dando inicio a la caminata─ guíanos Legolas─


─ ¿están seguro de ello, Lorien está a ocho días de aquí, si tomamos esa ruta, solo estaríamos gastando nuestro tiempo?─ acuso Boromir molesto


─no podemos enfrentar ese bastión solo los cuatro ─ miro hacia los hobbits, todos imitaron aquel gesto entendiendo a lo que se refería ─ el ir a Mirkwood nos dará la seguridad de al menos, regresar con refuerzos─ hablo Aragorn firme, el elfo asistió ante las palabras del hombre.


─estoy convencido de que así será Aragorn, pediré a mi gente su servicio y compañía hasta Lorien─


─creo que tanto el señor Elfo como Aragorn tiene razón, por el momento, aunque me quedo con las ganas de clavar mi hacha en esas bestias─


Esa noche el elfo no comió junto al resto, de hecho ninguno de la comunidad pudo comer, no tenían ánimos para ellos. Pippin soltó a llorar recordando a Gandalf, Merry trataba de consolarlo más rompió a llorar junto con los otros dos Hobbits, Boromir miraba el fuego arder. El elfo se alejó del grupo al ver esa atmosfera en el ambiente, a diferencia de ellos, el no entendía ese sentimiento de perder a alguien, nunca en sus setecientos años alguien de su entorno había marchado a las salas de Mandos, no conocía a la muerte.


─le tyava quel? (¿te encuentras bien?)─ pregunto Aragorn sentándose a un lado del elfo.


─…a veces…me gustaría poder expresar mis sentimientos ─ Aragorn lo mira incitándolo a continuar ─ como príncipe y guerrero me inculcaron saber ocultar cada uno de mis sentimientos…pero ahora, viéndolos a ellos llorar expresando su dolor por Gandalf, siento….realmente no se ni lo que siento─


─se llama tristeza, tu espíritu esta triste por su partida, es un dolor que se expresa a través de las lágrimas, sé que no te es fácil mellon, pero lo que podemos hacer ahora es apoyarnos en nuestro dolor ─ el rostro de Aragorn se distorsiono en uno que denotaba tristeza, un sollozo escapo de sus labios mientras cubría su rostro con sus manos, el elfo acongojado al ver la debilidad del hombre en un impulso lo abrazo con fuerza, el dunedain se sorprendió, mas ese abrazo le pareció lo más cálido que había sentido, correspondió hundiendo su rostro en el hueco del cuello del elfo inundando su fosas con el suave aroma a bosque que este desprendía.


Legolas se sentía con un sentimiento nuevo latente en su pecho, el cuerpo y aroma a tierra del hombre inundaba cada uno de sus sentidos elficos, hubiese deseado que el momento se extendiera, pero la obligación llama.


El hombre se separó del cuerpo delgado del elfo sonriéndole, por un instante ambas orbes se conectaron olvidándose de lo que les rodeaba, solo ellos, el elfo dirigió una de sus largas y delgadas manos al rostro del montaraz secando una lagrima, acto que los encerró en una suave burbuja, la distancia iba acortándose entre sus rostros.


─ Aragorn…─ la voz de Boromir los hizo separarse abruptamente, el elfo se sonrojo y desvió la mirada mientras el mortal carraspeaba algo incómodo. El recién llegado no repara mucho en lo que vio ─ no quería interrumpirlos-


─oh no te preocupes─ el aludido se levantó dirigiéndose hacia el otro humano, no sin antes volver la mirada. – Legolas…─


─ve─


Los ánimos no mejoraron en la compañía, el mutismo los acompaño en la mayoría del trayecto, llegaron a las orillas del rio Gladio, el elfo sugirió parar descansar y comer, él no lo necesitaba pero el rostro cansado de los hobbits decía mucho.


─ Sam aquí está la madera ─ Aragorn dejo los maderos a un lado de la improvisada fogata, el hobbit sonrió agradecido mientras preparaba un guiso de conejo, cazado por el elfo, comenzó a buscarlo con la mirada, no estaba ni Legolas ni Boromir ─ Sam ¿viste a Legolas?─


─ Mi señor Frodo debe saberlo, lo vi hablando con el ─ el dunedain se acercó a los hobbits repitiendo la misma pregunta.


─ fue al rio, creo que a darse un pequeño baño ─ contesto el portador apuntando la dirección en la cual se encontraba la joya del bosque negro, agradeció al hobbit y se encamino en con cautela al lago.


Haciendo uso de su sangre medio elfica disminuyo los ruidos de sus pisadas, Legolas podría escucharlo incluso antes de llegar, más una figura llamo su atención, escondido entre la maleza, Boromir miraba con suma atención hacia el rio, curioso dirigió su atención a la misma dirección que el humano sorprendiéndose con lo que veía. Legolas se encontraba desvistiéndose preparándose para ingresar al agua, sus manos se movían con suma gracia sobre su ropa, capturando la atención de cuanto ser lo viese. Algo se removió al ver la atención que ponía el hijo del senescal al elfo, incluso podía notar la ansiedad de este. Caminando con cautela se acercó aún más sin ser detectado por el humano, pero no por el elfo.


─¿Aragorn?─murmuro con la prenda superior a medio retirar dejando algo expuesta su lechosa y tersa piel, de entre la maleza el aludido salió con una suave sonrisa en sus labios.


─Aiya Legolas (hola Legolas) ─ algo avergonzado el elfo trato de cubrir la piel expuesta con un ligero sonrojo en las mejillas ─ te observan ─ murmuro el montaraz lo suficiente bajo para ser solo oído por las elfas orejas de su amigo. Este concentrándose logro ubicar al intruso entre los montes.


─ Aiya Estel─ respondió algo incómodo por la situación, el humano se acercó a la cristalina agua agachándose lo suficiente para tomar cierta cantidad con las manos, Boromir aún seguía observándolos, hecho que lo molesto, ¿Qué estaba esperando?, miro al elfo que tenía la mirada algo perdida, una idea brillo en su mente, cogiendo el agua la lanzo hacia el rostro del elfo sorprendiéndolo mientras el soltaba una sonora carcajada.


─ ¿Qué hace que tus sentidos se duerman?─ en un rápido movimiento el elfo empujo al humano logrando hacerlo caer al agua, el ambiente se vio embellecido por la cantaría risa que broto de sus labios. El dunedain salió a la superficie mirando con fingida indignación al sinda, este extendió su mano, más el mortal tira de esta haciéndolo caer al agua. Ambos, elfo y mortal, se soltaron a reír y comenzaron a jugar cual niños de cinco años lanzándose agua y forcejeando entre ellos.


Aragorn tomo las muñecas del elfo impidiendo que este vuelva a lanzarle agua, este trato de liberarse en un vago intento, ambos cuerpos se acercaron hasta el punto de rozarse, en el jaleo los dedos del dunedain rozaron la tersa piel del cuello del elfo creando un estremecimiento en este. Agitados y con una sonrisa adornando sus rostros, de nuevo ambas orbes se conectaron. El elfo sintió su corazón latir con fuerza contra su pecho, el, descendiente de reyes, se había enamorado, porque ya no podía negarlo, estaba enamorado de ese dunedain.


Aragorn sentía que se perdía en esos pozos azules que tenía Legolas por ojos, tan puros y misteriosos, aquella careta de imperturbabilidad que siempre mostraba al resto, pero con él, el elfo se permitía ser más “humano” mostraba sus sentimientos con mayor libertad y eso lo hacía sentir con cierta influencia sobre el Silvano.


─Estel….─ murmuro el elfo acercándose aún más al montaraz, iba a decirlo, había reunido el coraje suficiente para ello.


─Aragorn!─ la voz de Boromir los hizo sobresaltarse, giraron en búsqueda del dueño de la voz viéndolo a unos cuantos metros del lago. Salieron del agua totalmente empapados, los ojos del hijo del senescal fueron a parar al cuerpo del elfo, su ropa totalmente mojada se pegaba a su cuerpo delineando su figura, el montaraz aprecio como parte del cuello se deslizaba por el albino hombro del elfo, los ojos de Boromir no perdían detalle de aquel pedazo de piel, frunció el ceño ante tal descaro, se acercó al elfo, ante la atenta mirada del humano y subió la prenda con lentitud. El príncipe del bosque Negro sintió como un sonrojo corrió a su mejilla, incluso sus puntiagudas orejas se sonrojaron.


─ ¿Qué deseas Boromir?─ respondió poniéndose ligeramente más adelante del elfo.


─debemos partir, escuche cuernos en las montañas, si no apresuramos el paso nos darán alcance─


Cruzaron el gran y majestuoso Anduin, fue todo un gran reto para el pobre enano, que pese a sus protestas, tuvo que ser cargado hasta la orilla, una escena algo cómica después de tantos días de tristeza que azoto a la comunidad, al caer el séptimo día cruzaron parte de los campos Gladios, se acomodaron en una de las cuevas, procurando no ser tomados por sorpresa, Boromir tuvo el primer turno de guardia, luego el montaraz, pero como era de4esperarse el elfo lo acompañaba.


─las estrellas son realmente bellas, lástima que su brillo sea opacado por la majestuosa luna─


─ tienes razón, hoy la luna está sumamente hermosa…─


Trancos calló por un momento fijando su atención en el hermoso y reluciente elfo. Meneo levemente la cabeza al notar el rumbo de sus pensamientos y volvió la mirada a las estrellas. Pronto una melodiosa voz surgió entre el silencio de la noche. Legolas cantaba en su lengua nativa.



Se dejó llevar por la dulce melodía, buscando mayor placer, cerró los ojos embargado de nuevos sentimientos y sin previo aviso se dejó arrastrar por el más placentero de los sueños.


Al percatarse del sutil respirar de su compañero, el elfo dejo de cantar y aprecio el rostro durmiente del dunedain, con suma cautela se acercó hasta poder sentarse a un lado del montaraz, gravo cada curva, cada línea, todo, e incluso oso tocar la piel y delinear el puente de la nariz del hombre, sentía su corazón latir a mil, pronto su azulina mirada se posó sobre los resecos labios, un pensamiento surco su mente, lo tentó, poco a poco fue descendiendo, sintiendo la respiración ajena mezclarse con la propia, miro los parpados cerrados, ¡oh! Valar ¿Cómo pudo su corazón haberse enamorado de un mortal?


El espacio que los separaba se acortaba, sin previo aviso las orbes grises del contrario se abrieron encontrándose con las azules, el elfo sintió su corazón saltar y el sonrojo llegar hasta sus picudas orejas, había olvidado los sentidos elficos de Estel, trato de alejarse, más una mano lo obligo a volverse y encontrarse de nuevo con los ojos contrarios, quedaron así por un largo tiempo, conectados con la mirada, la opresión sobre la rubia cabeza lo acerco aún más al heredero de Isildur, perdidos en los orbes ajenos se dejaron arrastrar.


Un beso.


El primero para el elfo y (aunque le costase admitirlo) el más dulce y profundo para el montaraz. Fue algo muy casto, ambos labios se juntaron, inseguros de continuar, con inexperiencia y temor por parte de uno y con sentimientos encontrados por parte del otro.
Aragorn presiono los contrarios logrando que estos se abrieran dando acceso a su lengua, recorrió el lugar tapándose con la tímida lengua del elfito, se movió incitando a la otra y en poco tiempo ambas se enredaban en un confuso y nuevo sentimiento, uno que los hacía sentir tan bien que no deseaban dejar ir.


Y fue así, como el alba fue silenciosa testigo de tal muestra de amor.


Concluido el acto se miraron con intensidad a los ojos… ¿Qué había significado aquello?

Notas finales:

espero sus hermosos y sensuales reviews

sadada ya saben:

 

cuando dejas un review Legolas coquetea con Aragorn jujuuju

 


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