KyungSoo levantaba solo un poco la vista, más allá de las duras tapas de su libro de recién estrenada lectura, y era únicamente para contemplar a Kai “haciendo la croqueta” de pie, contra la pared.
- ... – “¿Debería decirle algo...?” Intentó concentrarse, pero era muy duro así. – Kai, ¿Qué haces?
- ... Me aburro...
- ¿Por qué no vas a ensayar o algo...? – Le propuso sin mucho interés.
- ...Estoy agobiado para eso... – Dijo, y en un visto y no visto, de repente estaba ahí sentado junto a él en la cama – Kyung.
- Qué.
- ¿Crees que Tao se irá?
- ... Seguramente sí.
- Uf... Eso es una mierda total... – Resopló y se peinó y repeinó el pelo con los dedos. - ¿No?
- ...Pues sí. – Lo mejor era intentar concentrarse en el libro.
- ¿Quieres ver las fotos de mi móvil, Kyung? – “¿Para qué iba yo a...?”
Kai no le dio opción, y se recostó junto a él, casi echándole de la cama.
- Jeje, mira, es mi perrita. – Decía pasando con el pulgar. – Jeje Mira, soy yo. Qué cara... ¿Verdad? ...Ah, es Tao. Qué mal... Jejeje... TaeMin-hyung.
D.O. miraba de reojo a su amigo, realmente preguntándose porqué estaba tan pesado esa tarde con él.
- Kai, estaba leyendo el libro que me regaló mi abuela la semana pasada, por si... no te habías dado cuenta. – Fue insistiendo, también con el brazo y el codo, para apartarle.
- ¿Eh? Pero... Es que quería contarte una cosa que me llevó a hacer TaeMin-hyung el otro día.
KyungSoo abrió el libro de nuevo.
- A ver, qué.
- Pues él... Resulta que consiguió el número de teléfono de unos directivos o algo así de empresas de modelos... Y tiene un montón de chicas en el móvil... le mandan fotos en ropa interior y demás. Dice que tenemos que quedar con ellas... Va a ser muy bestia... ¿Crees que debería ir con él, Kyung? ¿O será meterme en problemas?
“¿Para qué demonios me cuentas esto...?”
¿A caso intentaba ponerle celoso, o era simplemente idiota?
- ¿Tu te crees que, tal como están las cosas en el grupo, es un buen momento para irte por ahí de putas con el lerdo de SHINee?
- JAJAJAJA... – Se partía la caja, estirándose y acariciándose la tripita así tal cual quedó tumbado – No son putas hombre, son modelos. No vamos a pagar nada, solo son amigas de TaeMin-hyung. ¿Es que estás celoso...?
- No, tú haz lo que quieras. – “Y yo, tengo mi libro.”
- SeHun también está to flipao con esa modelo internacional. ¿Te imaginas que puede quedar con ella? – “No seas iluso.”
- Ves a ensayar, anda. Estás empezando a resultar molesto.
- ...Ay Kyung, como eres...
- Único, lo sé.
- Mm... – Estaba claro que no pensaba largarse. - ¿Qué estás leyendo?
- Kai.
- Lo siento, estoy muy tenso por todo lo de Tao... Intento pensar en otras cosas, pero es que cada vez que me acuerdo, me entra como un... como un nudo en el estómago... Y además estoy cansado de bailar... – Terminó con un suspiro.
- ...Y yo que pensaba que tendría un rato de paz...
- Vamos a hacer algo, Kyung. – “¿Eh?” – Estoy agobiándome aquí.... ¿Quieres ir al cine?
- ... ¿Al cine?
Tanto la fachada del centro comercial, como todas las vallas publicitarias interiores, más paredes y carteles mil anunciaban la misma película: AVENGERS.
- ¡Wo! ¡Qué buena idea!
Iban tan maltrechos y malvestidos que difícilmente alguien repararía en ellos (a parte de que era entre semana y justo a la primera hora de comer, o sea, no habría demasiado peligro).
- ¿Si estará el cine abierto, no? – Preguntó KyungSoo, de repente preocupado.
Ya se había hecho muchas ilusiones con aquello, y aún más cuando Kai le arrastró cogiéndole del brazo.
- Pues claro que sí. Vamos a comprar refrescos y palomitas ¿Sí? Hace mucho que no voy al cine.
- Je, y yo, y menos para ver un estreno. – Se miraron – Supongo que esta es una de esas cosas que me gustaría poder hacer más a menudo.
- Y a mí. No ir al cine, - Aclaró rápidamente. – sino tener citas. – Y KyungSoo levantó las cejas con una sonrisilla.
- ¿Esto es una cita?
Kai solo sacudía los hombros, mirando vivaz hacia la parada de refrescos.
- Claro, ¿no?
- Jaja... Anda, vamos. Te mueres de hambre seguro...
- Je, tú sí que me conoces, D.O.
Lo cierto era que si lo hacía: Kai era un libro abierto para casi cualquier persona, pero es que además a él le encantaba leer, por lo que sí, era un gran experto.
Coincidían en algunas formas poco usuales de ver el mundo. Ese era uno de los motivos por los que se llevaban bien y se soportaban, a pesar de tener caracteres distintos y aficiones diversas. También era por ese entendimiento mutuo que no se hablaban con formalismos.
Nadie entendía muy bien porqué eran tan cercanos y distantes al mismo tiempo, pero así era, y resultaba muy cómodo para ambos.
Obviamente, fue una cita perfecta.
A Kai le faltó poder comer juntos en el centro comercial, pero D.O. aconsejó, y con razón, volver al piso y alejarse del público fácil, y así hicieron. Resultó que seguían estando completamente solos, y Kai volvía a estar muy aburrido y pesado: D.O. tenía que cocinar prácticamente él solo para los dos.
- Me gustaría poder salir más a menudo... – Kai únicamente estaba allí mirando y picando de cada plato que salía del fuego. - ¿A ti no? Ir al cine, al parque, pasear, ver tiendas en el centro comercial... Sin que nadie pierda la cabeza o tengas que taparte toda la puta cara... – KyungSoo le miró de reojo, sorprendido de sus modales.
- Ya, y a mí. Pero es lo que hay.
Dejó la sartén en la mesa, y Kai se sentó inmediatamente para comer.
- De todos modos, - Siguió KyungSoo – Lo hemos pasado muy bien.
- Sí. Y... Podríamos pasarlo aún mejor.
- Mm... ¿Qué quieres decir?
- Mm... Ah... No lo sé, solo decía.
- Mm... Kai, el KaiSoo es solo una broma ¿no?
- ¿Eh? – Le miró dejando de engullir.
- Quiero decir... Que últimamente dicen... Bah, no importa.
Kai miró cómo él seguía comiendo sin más, y no podía evitar sentirse algo decepcionado.