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El príncipe de hielo por waka-yukari

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Notas del fanfic:

Pos' les traigo un triángulo amoroso LOKIXTHORXFRANDAL y cosas así :v 

Hacía tres días que vagaba por el desierto, sus pocos suministros se habían agotado y junto a ellos sus fuerzas. Cada vez tropezaba más por la falta de energía; sus labios sangraban por lo resecos que estaban, tenía alucinaciones, su piel estaba roja y ardía. Era seguro que moriría ahí y más por su herencia maldita. Gracias a los cielos que ya  oscurecía y la peor parte del día terminaba, dio unos pasos más pero su cuerpo estaba al borde de la muerte; en tan solo tres días moriría pero todo se debía a que una persona de su condición social no estaba acostumbrado a pasar hambre ni sed  ni tener que dormir con una sábana hecha de arena para evitar morir de hipotermia en medio de las dunas. Sus ropas de color esmeralda estaban llenas de arena, sus hilos dorados estaban deshilachados. Sus pies dolían y sus zapatillas le calaban en sus pies.

 

Preferiría morir que a casarse con él, lo odiaba tanto, tanto, con todo su ser. Sería mejor morir devorado por un animal salvaje o morir por deshidratación que morir cada día por el resto de su vida en la prisión del Rey, lentamente y prisionero. Él no quería casarse sin amor, él quería formar una familia con amor. ¿Por qué su padre había negado de su naturaleza y quería mezclarse con los humanos? ¿Festejar bajo el sol? Era la muerte segura para ellos.

 

Sus piernas fallaron una vez más y cayó de rodillas y se enterró en las arenas, su cuerpo se tambaleo y miró al cielo el cual tenía puntos pequeños que brillaban en lo más alto, las primeras estrellas de la noche, sonrió con amargura. Lloró con lo último que le quedaba de fuerzas. Susurro por última vez con su último aliento el nombre de quien más odiaba en toda su vida y se desplomo en las arenas ardientes del desierto; con su mirada fija en el cielo  vio por última vez a un águila real de color negro. Se rio con dolor y resignación,  debería estar loco ya, a esas horas las aves dormían. Cerró los ojos y todo se oscureció.

********************

Estaba furioso, irradiaba impotencia por cada poro de su piel, los sirvientes le temían acercársele y más temer que decirle algo que no fueran buenas noticias o algo relacionado del rescate de Loki. Estaba desaparecido desde hacía días, no sabía si tenía agua, comida o si seguía vivo. Tenía a todos sus hombres buscando día y noche en el inmenso desierto pero aún nada. Su último recurso era enviar a su halcón a buscar en los extensos cielos que protegían al reino. Recibir la noticia de que Laufey había exiliado a su propio hijo al desierto a su suerte casi lo volvía loco y solo porque Loki se negaba rotundamente a casarse con él, su furia aumentaba más al no poder localizarlo, durante dos días y ya casi dos noches no tenían rastro de él, perdido en el inmenso desierto que dividía un reino del otro. Durante toda su existencia Thor había estado al tanto de la vida de Loki. Sin que él lo supiera, obviamente.

 

Y si ese día no se hubiera decidido ir a, ver a Loki personalmente y convencerlo de su arreglo matrimonial seria día en que la noticia de su exilio apenas llegaría a sus oídos. Y  para ese entonces ya estaría muerto y una gran guerra amenazaría la paz de los dos pueblos.  Thor salió al balcón del cuarto de estrategia, a lo lejos diviso a Ydgrassil, su halcón negro; su corazón dio un brinco de alivio, el halcón solo podía regresar si traía noticias buenas. El animal aterrizo el  alfil del balcón y deposito un collar que Thor reconocía muy bien.

 

-Heimdall prepara mis caballos y al médico, lo han encontrado-de un salto el guardaespaldas del rey comenzó a organizar todo.

 

Lo había amado desde que lo había visto por primera vez, fue amor a primera vista. Su cabello largo hasta su espalda media, liso y recogido por orquillas de oro con colgantes de color rojo que contrastaba con su piel blanca y realzaba el verde musgo de sus ojos.Su sonrisa y su mirada docil, llena de inocencia y felicidad. En medio del bosque, rodeado por el lago y sus nenúfares, con su piel rociada por las gotas de un baño al aire libre. Había imaginado tantas veces tomarlo en ese lugar, plantar su semilla y luego llevarlo una vez más ahí con su hijo en su vientre y hacerle el amor una vez más. Como una familia. Solo tenía 18 años cuando su pensamiento era solo era eso y él era un niño de 12...estaba mal.

 

Cuando fuera adulto y fuera Rey, Thor se había jurado que haría hasta lo imposible por que Loki fuera desposado con él. En contra de su volutnad si fuese necesario. Heimdall llegó con los caballos y el equipo de médicos. Thor se coloco su turbante y tomo sus cosas para montar. Salió disparado de su cuarto hacía los jardines.

 

-Está todo listo señor- afirmo el guardaespaldas, Thor asintió con la cabeaz y emitio un chiflido, extendió su brazo y su halcón se poso en él.

 

-Ydgrassil, guíanos hasta Loki- el halcón extendió sus alas y voló por el cielo, Thor montó a su caballo pura sangre y galoparon a toda velocidad hasta el desierto. Durante todo el camino nadie dijo nada, Ydgrassil los guiaba en lo alto, Thor cada vez se desesperaba más, llevaban casi una hora cabalgando y fue cuando el desierto se le hizo inmenso como el mar, apretaba los dientes cada vez más, la arena que los cascos de los caballos leventaban ardían en sus ojos pero eso no impediría que llegara a salvarlo. Apresuro el galope y tomo más delantera que todo el sequito que lo seguía preocupado.

 

Unos minutos después, Ydgrassil se detuvo en un punto algo lejano y comenzó a dar vueltas en círculos, como cuando los vuitres rodean a su victima muerta. Esperaba que no fuera tarde. Latigueo al caballo e hizo que galopara más rápido, subía una duna y bajando en medio de varias dunas estaba Loki, tirado, inerte en las arenas cálidas. Thor salto de su caballo y corrió hasta donde estaba, se arodillo a su lado y por primera vez en su vida sentía miedo, todo su cuerpo temblaba. Loki se veía tan frágil, como una rosa a punto de marchitarse y romperse en miles de fragmentos.

 

Tenía sus labios resecos, estaba rojo y su piel estaba cuarteada, estaba muy delgado y respiraba debilmente. El equipo de médicos llego pero Thor no quería separarse de él, no quería dejarlo. De repente quería que el mundo no supiera de su hermosa y bendita existencia, quería protegerlo de todos y todo, que solo viviera para él, exclusivamente para él. Era consiente que necesitaba atención urgente pero su instinto peleaba con su raciocinio.

 

-Su majestad, tenemos qué...- Thor gruño y les dirigio una mirada fulminante al doctor que trato de acercarse y valorar a Loki, hizo retroceder a todos, Heimdall se abrio paso y quedo delante de ellos

 

-¡NO! ¡NO LO TOQUEN!- Heimdall lo tomo del hombro y clavo sus dedos lentamente.

 

-Su majestad, si no deja que lo atiendan morirá entre sus brazos ¿eso quiere? - Thor abrió los ojos de par en par- ¿Desea que el príncipe Loki muera cuando tuvo la oportunidad de salvarlo? Me temo que sería un peso con el cual no creo que pueda vivir- Thor tendió a Loki sobre la alfombra que tenían preparado con una camilla segundos después de que reaccionara.

 

-Gracias, majestad...ehm, buen Heimdall- el guardaespaldas asintió al entender que necesitaban su espacio para poder moverse y atender al príncipe.

 

-Vamos, su majestad, vamos. Tenemos que dejar que levanten la tienda para el príncipe Loki-

 

El rubio estaba en shock por haber visto en tal condición al moreno, camino por inercia hacía a un lado. Los médicos se llevaron a Loki a una tienda temporal para atenderlo.

Una hora después lo habían estabilizado y la tienda estaba lista, la tienda donde Thor cuidaría a Loki el tiempo que fuera necesario.

 

-¿Cómo esta?- pregunto serio y sin demostrar ninguna preocupación

 

-Bien, su majestad, se le han administrado sueros, deberá comer poco a poco y tardara horas en poder recuperarse y ser capaz de hablar o levantarse- Thor dio una señal con la cabeza y todos salieron.

 

 Se paro junto a la cama donde Loki reposaba, lo vio débil e indefenso. Se quito su ropaje real y solo vistió una túnica, amarrada con un cordón a la altura de su cintura, dejando descubierto su enorme y musculoso pecho, bronceado y firme. Dudo un poco de hacer lo que tenía en mente: recostarse al lado del moreno y así lo hizo. Se metió debajo de las sábanas de seda y se amoldo al cuerpo del otro, quien al poco tiempo hizo lo mismo. Al fin su mayor anhelo se hacía realidad, Loki estaba con él en la misma cama. Sabía que no era consentido y como deseaba que fuese, por que no quería verse aprovechado de su delicado estado.

 

Entre sueños Loki se mordía el labio y temblaba, comenzó a sollozar y cuando Thor tomo sus manos para tranquilizarlo murmuro el nombre de Frandal. La visión de Thor se volvió roja de ira, gruño y maldijo a todos los dioses que conocía. Se escucharon ruidos afuera, de golpes y espadas y de pronto el mencionado en sueños apareció entrando en la carpa como si fuera su casa y viendo la escena. Frandal se quedo atónito. Thor le enseño los dientes y con cuidado salió de la cama.

 

-Lo siento su majestad- Heimdall entro rápido y pidiendo disculpas  - descuide mi lugar por un segundo y mi guardia no fue capaz de detenerlo- Heimdall forcejeo con Frandal y lo tomo de las muñecas. Thor caminó como un tigre hasta la mesa donde tenía el mejor de sus vinos y se sirvió una copa.

 

-Que no vuelva a ocurrir, Heimdall. Ve y entrena tu escolta como debe de ser, sino en vez dematarlos a ellos te mataré a ti por tus descuidos e insolencias-le hizo una señal para que lo soltara y saliera,  Heimdall trago duro y salió de la carpa haciendo una reverencia

 

-¿Cómo esta Loki?- al fin pregunto el rubio con barba

 

-Mejor de lo que tú hubieras logrado- Frandal apretó el mango de su espada pero Thor tenía razón

 

-Llevo días buscándolo al igual que tú, Thor- gruño

 

-Vaya, el exilio te ha hecho mal educado, has olvidado a respetar a tu rey- el rubio se acerco a la cama donde estaba Loki- no ignores mis palabras, desertor. Ahora no solo traicionas a tu Rey sino que también deseas el esposo de este, lo veo en tu mirada- Frandal abrió los ojos de par en par y se sonrojo, era tan cierto y obvio a la vez.

 

-¡Él aún no es tu esposo y no lo será, no te ama, entiéndelo! - Thor arrojo la copa con vino contra la pared de la carpa. Y con un dedo acusador se acercó a Frandal, con las aletas de su nariz contrayéndose.

 

-¡ME IMPORTA UNA MIERDA SI ME AMA O NO, CUANDO DESPIERTE LLEVARÁ MI ALIANZA Y MI APELLIDO, SU PADRE ME LO HA DADO PARA CASARME CON ÉL! ¡APROVECHA QUE PUEDES VERLO AQUÍ EN EL DESIERTO DONDE TODOS SON LIBRES DE HACER LO QUE QUIERAN SOBRE SUS ARENAS, POR QUE UNA VEZ QUE LOKI SE MUEVA Y NO CORRA RIESGO LO LLEVARÉ AL PALACIO Y EN MI CASA NO ERES BIENVENIDO, MALDITO TRAIDOR!- Frandal no reacciono ante tal enojo, solo porque deseaba quedarse con Loki lo más cerca que pudiera pero sabía que no sería así , la cama donde estaba tenía los bordados reales así que ausmía que también era la cama de Thor

 

-No te preocupes, solo lo veré durante el día, mi tienda está a fuera de tu campamento y que sabio de tu parte ¿estás preparado para las tormentas de arena?- Thor rio alto y con cinismo en su tono

-¡Tengo todo listo, protegeré a Loki con mi vida si es necesario! Solo puedes verlo a la hora de la comida y de la cena, nada más, no intentes otra cosa porque si tengo el derecho de matar en el desierto y más a un delincuente como tú- Frandal estaba celoso pero debía actuar con la cabeza no con el instinto. Unos minutos después salió de la carpa.

 

-MALDITO, MALDITO FRANDAL- arrojo la mesa que servía de comedor - ¿Por qué lo amas a él y no a mí? ¿Por qué sueñas con él y no con migo? ¿Por qué deseas ser de él? Miro a Loki con sus labios partidos como cuando la sequía atacaba la tierra estéril, se acerco a ellos y los beso ligeramente. Dioses, sabor a la ambrosia que tomaban en sus copas de oro. A pesar de lo dañado que estaban sabían y se sentían como mejor de lo que había esperado.

 

-Frandal- volvió a murmurar- ¡FRANDAL, NO!-entre sueños gritaba el nombre del rubio, agitado, sudando y preocupado. Thor lo tranquilizo, abrazándolo y arrullándolo hasta que se volvió a dormir.

 

-Haré que te olvides de él, que solo pienses en mí. Eres mío, solo mío, te confinaré si es necesario, te marcaré para recordarte de quien eres objeto. Mi amado Loki-

 

Notas finales:

Ojala les haya sido de su agrado, dejen reviews diciendo que es lo que les gustaría leer. 


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