En una obscura habitación, se ve a un joven sentado en su escritorio, su imagen era realmente deprimente, escribia afanoso algo, mientras gruesas lagrimas caian en de sus hermosos ojos. Dejo por un momento el escrito, y suspiro viendo las estrellas que asomaban por la pequeña ventana, la tenue luz daba al escrito y en él se divisaba
me calaste hondo
y ahora me dueles
si todo lo que nace perece, del mismo modo
un momento se va
y no vuelve a pasar
Mientras veia las estrellas recordaba los bellos momentos que vivio con la unica persona que en vedad amo, recordo todo lo que sus “amigos” solian decirle cuando los veian juntos, recordo el amor infinito que observaba en sus bellas orbes, pero tambien recordo, cuando él lo dejo, no supo el por que pero si sabia cuanto dolia; ni una mirada mas, ni una sonrisa otra vez, solo frialdad ahora, cuanto deseaba que él regresara una vez mas aunque solo fuera un engaño, aunque solo fuera una ultima noche mas, deseaba ser él y unicamente él, el que lograra hacerlo feliz, pero desgraciadamente no sería asi. siguio escribiendo aun sabiendo que no debia hacerlo, por su propio bien, sin embargo su bien era aquel que lo dejo
Y decían: '¡qué bonito!' era vernos pasear
queriéndonos infinito
pensaban: 'siempre será igual'
¿cómo lo permitimos, qué es lo que hicimos tan mal?
¿fue este orgullo desgraciado
que no supimos tragar?
Engáñame un poco al menos
dí que me quieres aún más
que durante todo este tiempo
lo has pasado fatal
que ninguno de esos idiotas te supieron hacer reír
que el único que te importa
es este pobre infeliz
Lo tenía tatuado en su piel, en su alma, estaba en lo mas profundo de su ser, y por eso duele como dueles, por eso le costaba vivir, respirar, sonreir...
Me calaste hondo
y ahora me dueles
si todo lo que nace perece, del mismo modo
un momento se va
y no vuelve a pasar
Recordo, que pronto dejaria de doler, pero sabia que aun despues de todo seguiria doliendo, por toda la eternidad, que esperaria por una sola mirada suya, mirada que ya no podria ver ahora, sabia tambien que quien lo encontrara ahora, lo reprenderia, le quitaria el escrito, y lo obligaria a dormir, prometiendole despues que su amado, iria a verlo, el diria que si, para despues levantarse a escribirle nuevamente, su consuelo estaba en que el sabria todo lo que lo amó, lo ama y lo amará. La dulce muerte pronto llegaria, y su herida abierta quedaria, hasta no verlo, otra vez
Y el día que yo me muera y moriré antes que tú
sólo quiero que una pena
se lloré frente a mi ataúd
que esta herida en mi alma no llegó a cicatrizar
y estará desesperada
hasta que te vea llegar
El joven de hebras doradas, termino el escrito entre lagrimas y sangre, dejando su corazón y su alma en la esperanza de verlo llegar. Una enfermera se adentro en su habitación, viendolo desplomado en el escritorio, ya sin vida, se alcanzaban a ver manchas de sangre y una hoja con sus sentimientos escritos en el, la enfermera, corrio por ayuda sabiendo que ya nada podia hacer, dejando en su camino a un visitante solitario en la puerta del mismo. El visitante, entro en aquella habitación para observar con horror y profunda tristeza, a su amigo muerto, acercandose hacia él que alguna vez le sonrio con ternura, logro leer el papel, enterandose de ese amor “infinito”, que alguna vez envidio. prometiendo a la memoria de su amigo, que aquel que le hizo tanto daño y tanto bien, se enteraria de eso.
En la habitación entraron los médicos, para hacer la acta de defunción, terminar todo y arreglarlo para su sepulcro, el visitante, alcanzo a preguntar el por que de su muerte, para recibir como respuesta:
“el joven, estaba muy enfermo el tumor, que tenía creció sin medida, apartir de que el no dejo de leer y de escribir, aparte el joven no tenía ganas de seguir viviendo, eso facilito a su condición, y ahora a su deceso”
“muchas gracias, por ayudarlo” el joven se quedo hasta que llegaron todos aquellos para los que fue importante. En el funeral, se veia a toda la gente que le conocio, amo, y respeto; llorar su partida entre ellos se encontraba el causante de ese dolor, escondido entre las lapidas.
El ex-faraon sabia de su presencia se acerco a él cauteloso de no descubrirlo ante los demás, para evitar conflictos
“Kaiba, no te culparé de su muerte, ya que él no me lo perdonaría, despues de todo, quedara en tu conciencia” el castaño vio una ultima vez la lapida, se dio media vuelta para seguir caminando, cuando una mano lo apreso, era la misma del faraon, “él hubiese deseado que tuvieras esto” dandole la nota del rubio, el faraon se marcho, para que aquel personsaje leyera lo que debio leer hace tanto.
El cementerio estaba practicamente desierto, con la excepción de cierto castaño, con el rostro humedo que repetia las ultimas palabras de aquel al que amo, ama y amará.
Me calaste hondo
y ahora me dueles
si todo lo que nace perece, del mismo modo
un momento se va
y no vuelve a pasar
un momento se va
y no vuelve a pasar
un momento se va
Bien este es otro invento de mi mente retorcida, la cancion es INFINITO de Enrique Bunbury, cualquier duda, queja sugerencia, ya saben dejen review.
p.d.
Se supone lo que tenia el rubio era un tumor maligno, en el cerebro, por eso sangraba, y por eso no debia leer y mucho menos escribir, bueno es todo.
tenshi