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A tiempo. por estheyaoista

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Notas del fanfic:

Hola, bueno, pasaba para hacer una entrega especial, espero que les guste y que sea de su agrado este One-shot.

 Tomé mis cosas, acomodé las hojas sueltas que esa mañana me habían entregado y me despedí de todos para poder salir directo a mi departamento, miré hacia mi derecha, Takano-san se encontraba conversando con Yokozawa con respecto a la impresión de un nuevo manga, di un suspiro y salí de la editorial. Esa noche al menos podría ir tranquilo a mi casa, sin necesidad de que me celen cada cinco minutos o cada que pase a mi lado un muchacho común y corriente.

Tomé el primer tren que se cruzó en mi camino, que era precisamente el que esperaba siempre y me bajé en la estación que me correspondía. Miré la hora en mi reloj, eran exactamente las doce y cuarto, quería dormir lo más pronto posible para mañana dar lo mejor de mí en la presentación de mi nuevo trabajo con la Mangaka nueva que me habían encargado.

Llevo trabajando más de un año con la editorial Marukawa, así que mis habilidades de editor han incrementado mucho, incluso recibí una oferta para trasladarme al campo de literatura, pero por alguna razón la rechacé, no sé en lo que estaba pensando cuando lo hice.

Al cruce de la parada de trenes con mi departamento hay una librería a la cual me gusta entrar en ocasiones, vi en la despensa que se encontraba el nuevo libro de Usami Akihiko, uno de los escritores que estuvo a mi cargo cuando trabajé en la editorial de mi padre. Por curiosidad entré a la librería y tomé el libro solo para ver lo detallado que era al hacer una nueva novela.

Lo sabía, había escuchado que Usami había cambiado su forma de interpretar su mundo de novelas, y sabía perfectamente porque era, el mismo libro lo decía, amor. Usami Akihiko se había enamorado de alguien y por eso su mundo cambió de blanco y negro a color.

-Ritsu.

Mi cuerpo involuntariamente se giró para poder ver a quien me había llamado, era un hombre de mi misma edad, lo conocía bien cuando estábamos en el instituto pero nos habíamos dejado de ver desde hace algunos años, sin embargo eso no quitó el hecho de que lo reconocí a la primera que lo vi.

-Takahara, que sorpresa encontrarnos aquí.

­-Cielos, Ritsu, has cambiado mucho desde que salimos del instituto. Escuché que estabas trabajando en Marukawa Shoten ¿Es eso verdad?

-B-bueno, sí.

-Pero tu padre es dueño de una editorial ¿Por qué no ayudar con el negocio de la familia?

-Son asuntos de superación.

-Veo que no cambias—Takahara me sonrió mientras era acompañado por mí hasta el mostrador para pagar el libro que llevaba en sus manos. Lo asentó en el despacho de madera y vi de qué trataba, era manga, no un libro, y era uno publicado por Marukawa, lo recordaba bien. Era uno de los mangas que había dado el visto bueno y editado mi Editor en Jefe, Takano Masamune.

-¿Lo has leído?—Pregunto Takahara al ver mi afán por el manga.

-Ah, solo un poco, es una edición de Marukawa Shoten.

-Sí, es el manga que más me gusta, tiene una trama envolvente.

-Me alegra escuchar que te gusta la edición de Marukawa.

-¿Tu lo editaste?

-No pero, de alguna forma me alegra ver que contribuyes con la venta. Lo ha editado nuestro Editor en Jefe, Takano Masamune, así que me alegra ver que si tiene buenos gustos.

-¿Takano Masamune? Ah, el que fue a nuestro mismo instituto, Saga Masamune.

No sé porque razón, pero cuando escuché el nombre de Saga Masamune, mi estómago dio un vuelco de trecientos sesenta grados y mi corazón palpitó rápidamente, tal vez estaba sonrojado y me habría puesto errante con mis movimientos. Claro que sabía lo que tenía, recordarlo simplemente me hacía remontar a la época en la que tuvimos un leve romance de unos días.

-S-sí, él.

-Ahora que lo recuerdo, él fue una vez conmigo cuando estudiábamos en él instituto, actuaba un poco extraño, espero que haya encontrado a quien buscaba.

-¿Qué?

-Sí, recuerdo que le preguntó a muchos del instituto sobre un tal Oda Ritsu, cuando me lo preguntó a mi simplemente le negué que conocía un Oda Ritsu, ya que al único Ritsu que conocía era a ti.

-¿Takano-san pregunto por mí? D-digo, por Oda Ritsu.

-Sí, estaba un poco extraño, aunque el colegio era grande, se empeñó en buscarlo por todos lados, incluso llegó a preguntarme dos veces sobre ese muchacho, quizás y con tantas personas que veía se olvidaba de a quienes había pedido información. Luego de eso le preguntó a los profesores, pero dijeron que no había ningún Oda Ritsu en la lista de estudiantes así que simplemente se rindió a buscar en el Instituto, pero igualmente andaba preguntando a otros fuera del lugar.

-T-Takano-san ¿En verdad hizo eso?

-Estuvimos un año en la misma universidad, sus notas fueron bajando, de ser el mejor estudiante pasó a uno regular y su asistencia era casi escasa, cielos, de seguro sufrió mucho buscando a ese muchacho que incluso dejó de hacer lo que hacía.

-¿Y-y que hacía?

-Leía todo el tiempo en la biblioteca de la universidad, pero cuando lo dejó de hacer, no dejó de ir a la biblioteca aunque no leyese nada.

Sin darme cuenta, habíamos salido de la librería y Takahara ya se despedía de mí con su mano extendida al aire. Caminé un poco y me arrimé a la pared de una casa ¿En verdad Takano-san había hecho lo imposible por encontrarme? Eso me hacía un poco feliz, no, ¿Por qué seguirlo negando? Me había hecho muy feliz el saber que Takano-san siempre me buscó y nunca se rindió. Ahora me sentía triste, me sentía mal por Takano-san al haberle hecho eso.

Si tan solo hubiera sido menos impulsivo y más comprensible tal vez nuestra historia fuera diferente, hubiéramos salido todo este tiempo e incluso ya nos encontraríamos viviendo juntos. Pero no, mi maldita mal interpretación arruinó mi mejor primer amor del mundo, me siento tonto, algo inquieto y con deseos de disculparme sinceramente con la persona que me ha amado mucho tiempo.

Con pensamientos de disculpa, me dirigí a mi departamento, sabiendo que me podría topar en el camino con mi editor en jefe o que lo podría ver con tan solo golpear la puerta de al lado. Subí el ascensor y llegué, la luz del pasillo del edificio estaba apagada, quizás se había dañado el foco o algo parecido. Una tenue luz se aparecía como fantasma por el filo de la puerta, desde abajo y por los costados, entonces si estaba en casa.

Caminé con un poco de nerviosismo, lo que tenía en mente era algo grande incluso para cualquier persona que no lleva esa carga de mal carácter como lo hago yo, un estado de ánimo que yo mismo me había buscado, el hecho de siempre encontrarme con la guardia alta y siempre gritando. Toqué el timbre de la casa y esperé unos minutos, la voz de Takano-san me contestó desde el otro lado y mi corazón palpitó tan fuertemente que sentí que tal vez los podría escuchar desde el intercomunicador.

-T-Takano-san, este…Quiero hablar contigo ¿Será que puedes salir un momento?

Dejé de escuchar el intercomunicador abierto y me puse nervioso, ya me abriría la puerta ¿Y luego que podría hacer? ¿Gritar un lo siento? No, esta vez debería de actuar correctamente, quizás si me comporto como aquella época de instituto él se sentirá feliz de que sea sincero, además, de esa forma dijo que lo había enamorado ¿Quiero enamorarlo nuevamente? Lo único que sé es que quiero disculparme y agradecerle por siempre pensar en mí.

La puerta de su departamento se abrió y dejó ver la luz dentro del mismo, Takano-san se encontraba con la camisa abierta y la corbata desarreglada, sus cabellos algo revueltos y su expresión de siempre, relajada.

Mis mejillas se sonrojaron y mis pasos fueron errantes, entré pidiendo permiso adecuadamente y vi de frente a Takano-san, él estaba tranquilo, no me obligaría a nada, o eso era lo que parecía ya que siempre parecía no hacer nada y terminaba haciendo de todo. Agaché mi rostro y quise hablar, pero las palabras se quedaron trabadas en mi garganta.

-¿Y bien? ¿Qué es lo que querías decirme?

-B-bueno yo…este…yo.

Malditos nervios, siempre arruinan mi fuerza de voluntad, no podría decirle lo que en verdad quería si los nervios se encontraban apoderándose de mis acciones, que horror si sigo así nunca podré decirle lo que en verdad siento, lo que en verdad quiero hacer y decir. Apreté mis puños a los costados de mi cuerpo y mordí con fuerza mi labio inferior, me sentía indignado de mí mismo.

-¿Sucede algo?

La tranquila voz ronca de Takano-san solo consiguió que mi nerviosismo aumentara ¿Por qué estaba en ese lugar? Después de todo era un cobarde que no ha podido decirle en todo este tiempo a la persona con la que ha compartido noches de amor que lo ama, soy tan decepcionante que incluso yo mismo me odio.

-N-no es nada…mejor…

No, ahí iba de nuevo, huir para solo alargar el dolor y sufrimiento, no, esta vez no. Mis pies no se movieron del lugar, no iba a huir como siempre lo hacía, esta vez, sería firme a mi decisión. Apreté con más fuerza mis puños y me arremetí contra el cuerpo de Takano-san, haciendo que dé unos pasos hacia atrás con los ojos completamente abiertos de la impresión. Mis manos estaban en sus mejillas, tan suaves y tan frías como nunca lo había recordado. Mis labios estaban encima de los suyos, una sensación de embriaguez se coló por mis garganta, sentía que volaba ¿Entonces esto se sentía al besar a la persona que te gusta? Que sensación para más placentera, si hubiera sabido que esta clase de sensaciones se podían tener al besar, de seguro lo hubiera besado más antes. No, incluso así no hubiera conseguido el valor para besarlo por mi propia cuenta.

Mis labios solo apresaban los suyos, mis ojos estaba cerrados con fuerza y mis manos le sujetaban suavemente las mejillas. Al separarme, sentí un temblor en mis piernas que me obligaron a sujetarme de sus brazos. Takano-san me sostuvo por inercia y de mis mejillas brotaron lágrimas.

-Ritsu.

-Lo siento—El silenció no se hizo esperar y solo pude escuchar el estruendo de mi corazón acelerado—Lo siento, Takano-san. Perdóname.

-¿Perdonarte? ¿Pero porque debo perdonarte? Esto es algo que…

-Por eso no—Mis manos sujetaron con fuerza la camisa abierta de Takano-san y mi frente se posicionó en su torso desnudo, sentí el palpitar de su corazón, tan inquieto como el mío, de seguro esto ha sido todo lo que mi corazón puede soportar, pero para él, ha sido como un regalo anticipado de navidad—Por esto no.

-¿Y entonces porque me pides disculpas?

-Yo…por todo.

-¿A qué te refieres? Ritsu, no comprendo nada de lo que me estás diciendo.

-Perdón por haber mal interpretado tu acción hace más de diez años, perdón por nunca ser como tu querías que sea, por haber cambiado tanto que incluso me he llegado a desconocer, perdón por no decirte como aquella vez lo mucho que te quería. Perdón por hacerte buscar a una persona que ni siquiera existía y perdón por esos diez años de sufrimiento constante.

-Ritsu.

-Yo también he sentido la desesperación de no tenerte, ya que fuiste mi primer amor, el primer mejor amor del mundo. Pero deberías comprender que en ese tiempo fui un tonto, un tonto que solo se dejaba llevar por las primeras impresiones, perdón por haber sido así.

-Ritsu, si no hubieras sido el “Tonto que se deja llevar por primera impresiones” te aseguro que no te hubieras fijado en mí, así que agradezco eso. Si te busqué es porque en verdad habías golpeado fuerte mi corazón.

-Te amo.

-¿Eh?

-Takano-san, Te amo. Ya no soportaré más si sigo así, es por eso que si tengo que morir en este momento, al menos moriré tranquilo al decirlo. Por eso, Takano-san, Me gustas.

Vi como Takano-san formaba un gesto de ¿Depresión? Pero ¿Por qué? no es como si quisiera sonar pretencioso, pero imaginé que esto lo haría feliz, después de todo era lo que siempre me pedía que hiciera, decirle lo mucho que lo quería. Él se alejó de mí con su cabello cubriendo sus gestos ¿Qué demonios era lo que estaba sucediendo?

-Pero, aunque te haya amado tan locamente, las cosas han cambiado.

-¿Qué?

-Ritsu, esperé por ti tanto tiempo, son casi doce años desde que he querido que digas esas palabras ¿Pensaste que siempre te iba a esperar? Lo siento, mis sentimientos por ti ya no son como los de hace doce años, me he dado cuenta al escuchar ese “Te amo” de tu parte, imaginé que me alegraría de escucharlo pero…no puedo esperar más.

-P-pero si ya te he dicho que Te a…te a…

No podía decirlo, maldición, sentía como si me obstruyeran la garganta, un calor se apoderó completamente de mí, el frío golpeó con fuerza mi cuerpo ¿Qué era este sentimiento?

-Takano-san.

-Si no me lo dices ahora, no esperaré un minuto más ¿Escuchaste? Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, Onodera Ritsu.

Me moví de mi puesto, un sonido ensordecedor retumbó en mis tímpanos y sentí que mi cuerpo se iba hacia adelante, al abrir los ojos luego de cerrarlos por el impacto de mi cuerpo, me encontré con el rostro de Takano-san a unos escasos centímetros de mi cara, estaba con un gesto de preocupación, las luces estaban apagadas y me di cuenta que estaba en el tren rumbo a mi departamento. Como pude me acomodé en mi puesto y miré confundido a todos lados, éramos los únicos en ese lado, más allá había otra persona que no podía distinguir por la penumbra del vagón.

-¿T-Takano-san?

-Ritsu ¿Estás bien?

-¿Por qué estás aquí?

-Tuve que ir a recibir un storyboard que Sasaki-san quería y me subí una parada después de la que siempre tomo. Te vi dormido y me senté a tu lado.

-¿P-porque el tren está oscuro?

-Han detenido de pronto al tren que se apagaron las luces, creo que es una falla técnica, pronto la arreglarán.

¿Entonces fue un sueño? En verdad nunca le dije a Takano-san que lo amaba, nunca me dijo que era tarde pero ¿En verdad no será demasiado tarde para esto? Me sentí inquieto, quizás y era una advertencia de todo lo que nos está pasando. Miré la silueta de Takano-san bajo la oscuridad y mi corazón latió con fuerza, se encontraba mirando hacia otro lado. Tan guapo, tan perfecto que me irrita.

-Takano-san.

Volteó el rostro para verme e hice realidad mi sueño, lo besé suavemente, con mis labios temblorosos y abriéndolos un poco, como me lo había enseñado en el instituto. La sorpresa se albergó en Takano-san  y al separarme lo tomé de la mano de forma errada. Miré a otro lado, las luces volvieron y no quería ver el gesto que tenía Takano-san ante mi atrevimiento.

-¿Q-que fue eso? Alguien me besó ¿Tu viste quién era?

-¡Tonto!

Sí que podía cambiarme el estado de ánimo tan repentinamente, maldición, yo que pensaba hacer avanzar un poco más nuestra relación. Lo pensé, con que una relación…sonaba bien.

-¿M-me besaste?

-¿T-Tienes algún problema?

-No pero ¿Por qué?

-Solo, lo quise hacer.

Takano me sonrió, lo sabía porque pude presentirlo, apretó mi mano a la de él y llevó mi cabeza a su hombro, arrimándome tanto como pudo, sin importarle aquella anciana al final de vagón. Mis labios temblaron y mi garganta se resecó sin razón alguna, como si hubiera hablando demasiado sin recibir un poco de agua al menos. Entrelacé mis dedos entre los suyos y me preparé para cualquier cosa.

-Takano-san.

-¿Sí?

-Me gustas, Te amo.

Me tomó de las mejillas y me hizo observarlo directamente a los ojos, creo que quería que lo repitiera, pero no lo haría, ya tenía suficiente con eso. Me sonrió con dulzura y me besó correspondiendo mis sentimientos, al final, solo había sido un sueño.

-También te amo, Ritsu.

.

.

.

.

Fin.

Notas finales:

Espero que les haya gustado y que dejen sus lindo Reviews, es el primer fanfic que hago de esta pareja y espero que me digan si en algo fallé. Me gustan los trabajos de Shungiku Nakamura, los amo OTTO En fin, nos vemos en otra ocasión.


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