Ahí estaban ellos... dos muchachos de clase baja, trabajaban en un pueblo donde las carencias eran comunes, dos hermanos que se amaban y cuidaban entres sí, Atsushi Kinugawa y Ryuu Zaou, un peliazul y un pelirrosa, huérfanos, amables y sobre todo muy hermosos, en el fondo de sus corazones anhelaban lo que cualquier muchacho de su edad: enamorarse, sin embargo At chan era más responsable y evitaba tener distracciones de ese tipo, Ryuu era un soñador, le encantaba pensar que algún día encontraría al amor de su vida...
-¿Te imaginas At chan? Que emocionante sería conocer a un hombre bueno, guapo y amable...- suspiró- ojalá nuestra suerte cambiara...
-Ya deja de soñar Ryuu, esos son solo cuentos de hadas, en lo que debemos de concentrarnos es en tener dinero para poder tener una vida mejor-
-Pero At chan, no perdemos nada con soñar de vez en cuando...-
El peliazul solo suspiro en el fondo su corazón también anhelaba conocer a alguien y enamorarse pero como dijo eso solo pasaba en los cuentos de hadas.
En otra parte muy diferente a la de los hermanos, ubicada en una de las zonas más ricas y lujosas vivían En Yufuin e Io Naruko dos de los nobles más codiciados de España; ambos eran hermanos los cuales también eran huérfanos contaban con una gran herencia y estaban a cargo de su tutor: Arima Ibushi, los tres asistían a eventos lujosos e importantes, las personas los respetaban y admiraban, los hermanos tenían pretendientes, eso no era de sorprenderse, sin embargo, algo había extraño en ellos, siempre salían de noche, además había muchos rumores que circulaban alrededor de ellos; algunos decían que estaban en negocios de la mafia o en negocios de prostitución de jóvenes y de ahí que tuvieran tanto dinero pero ninguno se acercaba a lo que era la verdad.
-¡Maldicion maldicion! ¿porque tenemos que ser esto Io?-
-Así es nuestra naturaleza y no la podemos cambiar-
El castaño solo suspiro y se sentó en uno de los sofás del salón mientras observaba al peliverde leer un libro.
-En no seas tan mocoso sabes muy bien la razón de esto.. -El peliverde mayor entro al gran salón mientras veía a sus pupilos
-Lo se Arima-san es solo que no me gusta matar personas para sobrevivir-
-No deberias de quejarte En tenemos todo lo que queremos-
-Io.. ¡no se como puedes estar tan tranquilo! matamos a personas para sobrevivir... ¿que no entiendes? y todo por esta maldita naturaleza que tenemos -
-Sabes que nosotros no decidimos ser así, la desgracia nos acorraló y hace 500 años que hemos hecho lo mismo, gracias a Arima san que nos dió un hogar y algo que se acerca a una “familia”-
-Pero… yo… ya no se si quiero seguir con esto…- susurró En
-¿A qué te refieres con “no seguir”? sabes que moriríamos sin el vital líquido- le reclamó su hermano.
-No se… la verdad es que ultimamente he pensado en mis sentimientos…-
-¿Sentimientos? ¡Vaya Yufuin! estás más cursi de lo normal…-
-¡Déjame en paz! sólo porque crees que todos los hombres son iguales debido a que en nuestra vida pasada no te correspondieron como querías…-
-¡No tienes porqué recordarme eso! Por eso yo siempre digo que el dinero es lo único que jamás te traicionará…-
-¡Ya basta ustedes dos!- gritó Arima- esta es la vida que el destino nos puso y debemos enfrentarla, aunque no lo creas Yufuin yo sé lo que sientes, hay noches en que me siento muy solo-
-Yo… Arima-san lo siento pero es que quiero conocer a alguien que me haga sentir querido; pero se que nadie se fijará en mí cuando sepan la verdad! -dijo el castaño saliendo de la sala y de la mansión donde vivían.
-¡¡¡Oh no otra vez!!! Io-kun ve por tu hermano por favor -Dice el peliverde mayor al menor.
-Esta Bien… ¡Por dios! es el mayor y actúa a veces como un niño -Cierra su libro y sale de la mansión a buscar a su hermano.
El castaño corría a gran velocidad, por suerte era de noche así que no corría ningún riesgo pero empezaba a sentir sed por lo que se detuvo y tragó en seco sintiendo como su boca pedía alimento.
-¡¡No no!!! ¡¡Otra vez no!!!! -dijo empezando a sudar.
-Disculpe, ¿esta bien, le ocurre algo? -Dijo una voz detrás de él, por lo que volteó sorprendido y vio a un chico peliazul de lentes, tenía los ojos marrón rojizo y piel blanca.
-Si.. estoy bien pero me tengo que ir - dijo alejándose un poco del chico-... antes de que sea demasiado tarde-
-Esta bien... pero si otra vez te sientes mal puedes venir por estos rumbos para ayudarte -le respondió con una sonrisa encantadora y sincera al castaño
En sintió un fuerte dolor en el pecho por lo cual solo asintió con la cabeza y se fue corriendo lejos del chico.
-Wow que hombre mas guapo -susurra con un sonrojo -Pero ¡¡¿que estoy diciendo?!! tengo que volver si no Ryuu se preocupara - y se alejó para volver a casa.
At chan y Ryuu se habían separado para completar las tareas que les habían encargado, se había hecho muy tarde y decidieron que lo mejor era regresar a casa.
-¡Como te odio a veces Yufuin! Cuando te pones en un plan cursi y sentimental no entiendes de razones- decía Io mientras corría y buscaba a su hermano en el bosque.
-¡Auxilio!- se escuchó un grito entre el bosque…
Io se detuvo en seco… -¿Qué es ese sonido?- se preguntó
-¡Por favor alguien ayudeme!- escuchó de nuevo
Io corrió hacia el grito y vió a un hermoso joven pelirrosa, estaba siendo acechado por un lobo, quería quitarle los pocos alimentos que traía.
El peliverde tomó una piedra del suelo y la lanzó al lobo, el cual chilló y salió corriendo.
Se acercó y el pelirrosa se lanzó hacia él abrazándolo, estaba temblando y sollozaba..
-Muchas gracias, en verdad no sé qué hubiera hecho si usted no llega a salvarme-
El peliverde se quedó inmóvil, evitaba el contacto humano a cualquier costa, pero sintió la calidez del pequeño, su olor era como de cerezas frescas… le correspondió el abrazo y dijo: -N… no deberías de andar solo en una zona como estas, es muy peligroso como lo habrás notado… pero ya no llores, ahora todo está bien-
-Si, gracias de nuevo- contestó sonrojado Ryuu limpiando sus lágrimas, ¿cómo podría pagarte lo que hiciste?-
Io sintió una pequeña punzada en su pecho, las palabras y la voz de Ryuu le provocaron un pequeño sonrojo… -N.. no tienes que agradecerme ni darme nada… solo ten más cuidado, ¿lo prometes?-
-Si, claro que si… -
Atsushi escuchó voces en una parte del bosque, se acercó y vió a Ryuu con un desconocido…
-Ryuu… ¿Estás bien? ¿y usted quién es?- preguntó un poco a la defensiva el peliazul acercándose a su hermano
Ryuu abrazó a su hermano y le explicó lo que había pasado, At chan le agradeció al peliverde por haber salvado a su hermano… -¿En serio no podemos ofrecerle algo para compensarlo?-
-No, en serio no es necesario- respondió Io- además tengo prisa, estoy buscando a alguien-
-¿Se puede saber a quién? Igual podríamos ayudarte a encontrarlo- preguntó Ryuu
-Es un hombre alto, castaño, de ojos azules… es mi hermano, salió corriendo de nuestra casa y estoy preocupado por él-
Atsushi recordó a la persona que había encontrado. -Creo que yo lo ví…- susurró- se comportó de una forma muy extraña, estaba agitado y cuando intenté ayudarlo solo se alejó y me dijo que tenía que irse antes de que fuera tarde… ¿a qué se refería con eso?-
¡¡Demonios!! le dio su ataque de sed... -se maldijo Io en su mente - Es que se nos hace tarde para la cena nuestro tutor es algo estricto -se disculpó por el comportamiento de su hermano.
Mmmm … Ya veo -Dijo el peliazul no muy convencido -En todo caso ya de haber llegado a su casa ¿no?-
Si... tal vez, bueno gracias, hasta luego y por favor tengan cuidado -les advierte antes de irse
-Que hombre mas hermoso y guapo -susurro Ryuu mirando como se iba su salvador.
-No me digas que te enamoraste de ese hombre Ryuu - Atsushi voltea a ver a su hermano pequeño
-Siii fue muy amable al ayudarme y salvarme de ese lobo es el indicado At-chan! -abraza al peliazul con una sonrisa soñadora.
-Pero ¿que tal si no lo vuelves a ver? -le advierte para que evite soñar y ser lastimado a su pequeño hermano
-Yo se que lo volveré a ver estoy seguro mi corazón me lo dice - dice con ojos soñadores el pelirosa y suspira enamorado -De seguro su hermano también es guapo ¿no? -le pregunta emocionado a su hermano mayor haciendo que se sonroje.
-Emm...si era guapo, bueno muy guapo - susurra con la cabeza baja y un pequeño sonrojo se empieza a asomar en sus mejillas - Pero se que no lo volveré a ver así que no me ilusionare-
-At-chan esta es nuestra oportunidad de conocer el amor!!! -Ryuu suspira nuevamente y mira hacia las estrellas - Se que son los indicados para nuestros corazones…
Atsushi mira también el cielo en ese instante ambos hermanos ven una estrella fugaz y al mismo tiempo cierran sus ojos y piden el mismo deseo.
*Deseo volver a ver a ese hombre* -Piden con los ojos cerrados y con un lindo sonrojo en sus mejillas
Ambos hermanos deciden irse y regresar a casa, esa noche había sido un tanto especial para ambos.
Mientras tanto Io se encaminaba hacia su hogar y encuentra en la puerta a su hermano mayor sentado en las escaleras con la cabeza baja parecía que estaba sollozando
-Yufuin!!! ¿!!!Donde Mierda Estabas?!!! estaba buscándote! -Le grita al castaño terriblemente enojado e irritado
-¡¡Lo hice!!! ¡¡Lo hice de nuevo!!!! ¡¡Me odio! -Ve a su hermano con la boca llena de sangre y llorando.. - ¡¡¡¡Odio ser una maldita bestia que no controla su hambre!!!! -baja de nuevo su cabeza.. -
-En aunque no lo creas a mi me duele igual matar personas para sobrevivir pero como dijo Arima-san es nuestra naturaleza desde hace miles de años y no podemos cambiarla..- Abraza a su hermano para tranquilizarlo.
-Lo peor es que me enamore de ese chico peliazul -susurró sollozando aun mas -Pero se que yo no puedo amar a nadie por ser una bestia!-
-¿Chico peliazul? -le pregunta - ¿traia lentes ? y sus ojos eran marron rojizo?? ..
-Si... eran los ojos mas bellos que he visto y su piel era tan tersa... me aleje antes de saltarle encima como el animal que soy -suspiró recordando nuevamente el rostro de aquel chico.
-Yo lo vi... bueno en realidad primero vi a su hermano -le dice a su castaño hermano recordando a ese pelirrosa con ojos color marron un poco mas claros que su hermano.. -me agradeció de haberle salvado de un lobo y al poco rato llegó el chico que viste
-¿Y no te dijeron su nombre? -le pregunto el castaño a su hermano menor.
-El chico que salve me parece que su hermano lo llamo Ryuu - recuerda el peliverde - y me parece que el chico que viste se llama Atsushi ..
-Atsushi... - En sonríe feliz - Al menos se su nombre aunque no lo vuelva a ver, aunque sea un amor imposible…-
-¿En? .. ¡¿enserio te enamoraste?! -pregunta Io algo preocupado por los sentimientos de su hermano
-Si ..desearía poder verlo otra vez -susurra el oji-azul viendo el cielo estrellado
-En… -susurra y al igual que el castaño ve el cielo
En ese instante pasa un estrella fugaz por el cielo y ambos cierran sus ojos pidiendo
*Deseo poder ver a ese chico otra vez* -piensan ambos con los ojos cerrados.
-Con que aquí están -dice Arima abriendo la puerta -Me tenían preocupado, vengan vamos a cenar..-
Ambos hermanos obedecen a su tutor y entran a su hogar anhelando que las estrellas puedan cumplir su tan hermoso deseo…